Mi encuentro con Jesús - Recursos Escuela Sabática

sobre Jesús, y que los niños puedan corear o cantar individualmente. Se decora con motivos infantiles. Recomendaciones. ✓ Si es posible, luego del misionero ...
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Tercer Trimestre —Quinto sábado—

1º de agosto

Mi encuentro con Jesús (Infant il)

Propósito del programa Mostrar cómo cambia la vida de un niño cuando se encuentra con Jesús y lo importante que es para él.

Al director Para esta programación, los niños deben vestirse con ropa de los tiempos bíblicos. No solo los niños tienen monólogos, sino también todos los niños de la iglesia, que pueden ser parte del pueblo que escucha los relatos. Pueden sentarlos en forma de un círculo de modo que estén cómodos para que no se inquieten. Se necesita a alguien que simule el muchacho de los panes y los peces, como también a la hija de Jairo, una niña de unos doce años. El muchacho puede ser un adolescente y debe llevar una canasta. En la parte musical, prepare varias canciones infantiles sobre Jesús, y que los niños puedan corear o cantar individualmente. Se decora con motivos infantiles.

Recomendaciones  Si es posible, luego del misionero infantil, bautizar a un hijo que ya esté en edad de hacerlo y que lo haya pedido.  Sustituir el himno final por una canción infantil cantada por los niños.  Hacer arreglos con el director de publicaciones para que todos los padres puedan tener el libro Enséñales a amar: Ideas prácticas acerca de cómo ayudar a tus niños a crecer espiritualmente (Donna J. Habenicht). Sería bueno comprometerlos a leer el libro todos los días.

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Mi encuentro con Jesús 129

Introducción y bienvenida En este sábado especial tenemos con nosotros a los niños del pueblo de Dios. Ellos están aquí felices porque han recibido una bendición especial: han tenido un encuentro con Jesús y eso les ha cambiado la vida. Sí, así como lo oyen. Jesús no solo cambia la vida de los adultos, también cambia la vida de los niños. A partir de conocer a Jesús, ellos tienen otra forma de ver la vida y eso los lleva por el buen camino de la salvación, y aun cuando fueren viejos, no se apartaran de él. Ellos tienen mucho que contamos. ¡Sean todos y todas bienvenidos a la casa de Dios!

Himno Mi nombre no importa mucho, pero sí lo que ocurrió ese día. Yo estaba muy concentrado escuchando a Jesús predicar y viendo como sanaba a los enfermos. Poco a poco fueron llegando más y más personas hasta convertirnos en una multitud. Yo tenía alimento pero los demás no. Jesús estaba cansado y las personas no se iban. Me acerqué para ver mejor y noté lo mucho que él se preocupaba por alimentarnos a todos. Quise compartir mi alimento, por lo menos con él, y me acerqué a uno de los discípulos a entregarle mis panes y mis peces. Fue un milagro lo que ocurrió y desde ese momento entendí que Jesús tiene poder y que su misericordia hacia las personas es grande. También comprendí que me usaría a mí, no importando mi edad. Solo tengo que estar dispuesto y ser un instrumento para bendición. Puestos en pies, cantemos el himno Nº 600, Cuando venga Jesucristo (Nº 516 del himnario antiguo). (Al terminar el himno, se sientan) .

Lectura bíblica Sí, un grupo de nosotros (señala varios niños) estuvimos ahí y teníamos mucha hambre. Era muy agradable escuchar a Jesús hablar. Nuestras madres no llevaron alimentos y algunos de nosotros estábamos enfermos y sus manos nos curaron. Él nos mandó a sentar y luego de una oración empezaron a pasar los alimentos y comimos hasta saciamos. Aunque soy de poca edad entendí que a Jesús yo le importo mucho y que él se preocupa por mis necesidades y provee a mis padres para ello. Sé que puedo confiar en él como lo dice Mateo 6:26.

Oración Nosotros (señala varios niños) también tuvimos un encuentro especial con Jesús. Nuestra madre estaba en la casa y otra madre pasó a buscarla para llevamos hasta Jesús, a fin de que nos diera la bendición. Era muy emocionante para ellas y nosotros, pues nos hacía muy felices. Pero al llegar, los discípulos no nos dejaban pasar hasta donde estaba Jesús. No obstante, él les dijo que no nos impidieran pasar y se tomó el tiempo de bendecimos a cada uno. Eso me enseñó que a Jesús le interesa bendecirme por encima de cualquier dificultad. Por esa razón oro con confianza porque sé que él siempre me recibirá con agrado. Oremos de rodillas.

Música especial Mi madre y yo éramos paganas, por lo que los judíos nos despreciaban. Mi madre era cananea y vivíamos en los confines de Fenicia. Un espíritu me atormentaba y mi madre había escuchado sobre Jesús y sabía que él podía sanarme. Sé que él fue a ese lugar por mí, por la fe de mi madre y para dar una lección a sus discípulos. Él ama a todos y desea que la verdad llegue a todas las personas sin excepción, de la cual yo soy una. Tengo mucha alegría en mi corazón porque sé que Jesús se interesa por mí. Escuchemos una música especial. RECURSOS ESCUELA SABÁTICA ©

130 PROGRAMAS PARA LA ESCUELA SABÁTICA

Misionero infantil Cuando Jesús llegó a mi vida, yo yacía muerta en mi lecho. Las palabras: «Talita cumi», me dieron vida. Él abrió mis ojos y me encontré con su mirada. Desde ese momento supe que Jesús es el dador de la vida. Por eso murió por mí en la cruz del Calvario. Él desea que yo viva para siempre y sus palabras son vida a quien las escucha. Ahora está preparando un hogar para todos nosotros. Estoy muy feliz esperando su regreso para ver nuevamente su mirada, pero esta vez será por la eternidad. Escuchemos un relato de evangelismo con el misionero infantil.

Diálogo Niño/a 1: Yo me encontré con Jesús y fue un momento triste porque él iba cargando la cruz hacia el monte Calvario. Yo quería ayudarlo, pero siendo tan pequeño/a solo pude orar y en ese momento un hombre de Cirene le ayudó. Niño/a 2: Mi papá me contó que era impresionante oír a los otros crucificados dar gritos de dolor, mientras Jesús estaba sereno y resistía el castigo y las burlas. Niño/a 3: Sentí mucha curiosidad porque ¿cómo alguien puede ser crucificado por ser rey? Eso decía el letrero, mientras los otros decían «ladrones». Y en verdad tenía una corona puesta en su cabeza. Niño/a 4: Los adultos dicen que en ese momento su inocencia estaba pagando nuestra culpabilidad. Y que toda la ira de Dios cayó sobre él. Estaba tan triste por la separación de su Padre, que murió antes que los otros. Niño/a 5: Fue puesto en una tumba de ricos, pero al día siguiente, la tumba estaba vacía. Dicen que sus discípulos robaron el cuerpo, pero no es lo que están diciendo los soldados romanos. Ellos dicen que salió de la tumba vivo, el mismo del cual ellos se habían burlado. Niño/a 6: Claro que está vivo. Yo lo vi. Nos reunimos en una montaña de Galilea. Mi papá también es creyente y yo estaba ahí y pude verlo. Éramos como quinientos y nos dio una misión especial. Subió al cielo igual que como vendrá, y así también nosotros nos iremos. Era él. Yo vi las marcas en sus manos. Niño/a 7: Nosotros debemos estar preparados y preparar a otros para el gran encuentro final, donde estaremos siempre con él por la eternidad. Su corona ya no será de espina, sino de oro. Niño/a 8: (Vestido con ropa normal). Yo todos los días me encuentro con Jesús. Le cuento todo lo que me pasa y pienso; le presento mis planes; le agradezco por sus bendiciones, y cuando no sé qué hacer, le pido consejo. Sé cuales cosas lo hacen feliz y procuro hacerlo, porque imagino su sonrisa. Él es mi mejor amigo. Y cuando venga, la diferencia será que podré verlo cara a cara. Voz en off o una maestra: Todos los días Jesús quiere encontrarse contigo. Escucharte, hablarte y dirigir tu vida por el camino del bien. Pero el encuentro que más anhela, es el día que venga como Rey a buscar a su pueblo. ¡Será tu gran encuentro con Jesús!

Informe secretarial (Salen los niños. Entra la persona que leerá el informe secretarial y luego anuncia la división de clases).

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Mi encuentro con Jesús 131

Conclusión «En los niños que eran puestos en relación con él, Jesús veía a los hombres y mujeres que serían herederos de su gracia y súbditos de su reino, algunos de los cuales llegarían a ser mártires por su causa. Él sabía que estos niños lo escucharían y aceptarían como su Redentor con mayor facilidad que los adultos, muchos de los cuales eran sabios en las cosas del mundo y de corazón endurecido. En su enseñanza, él descendía a su nivel. El, la Majestad del cielo, no desdeñaba contestar sus preguntas y simplificar sus importantes lecciones para adaptarlas a su entendimiento infantil. Implantaba en sus mentes semillas de verdad que en años ulteriores brotarían y darían fruto para vida eterna» (El Deseado de todas las gentes, cap. 56, p. 485). Procuremos, como adultos, que nuestros niños sean pámpanos en la Vid verdadera. Que ellos puedan encontrarse con Jesús cada día y que tengan la bendita esperanza de su pronto regreso. Queridos niños, Jesús fue niño igual que ustedes, así que pueden confiar y hacer de él su mejor amigo. Cantemos el himno Nº 603, Yo temprano busco a Cristo (Nº 520 del himnario antiguo).

Oración final

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