Matrox Monarch HD

integrando sistemas de conexión en red y streaming en los mismos dispositivos, pero ¿y qué sucede si nuestra cámara de vídeo carece de dichas funciones?
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PROBAMOS

MATROX MONARCH HD

TRANSMITE Y GRABA VÍDEO EN ALTA RESOLUCIÓN

A FAVOR » Reducido tamaño. » Totalmente silencioso. » Graba y transmite a la vez.

Matrox Monarch HD

EN CONTRA

Por lo que hemos podido ver en los nuevos productos de grabación de imágenes presentados en los últimos meses, la tendencia de los fabricantes es ir integrando sistemas de conexión en red y streaming en los mismos dispositivos, pero ¿y qué sucede si nuestra cámara de vídeo carece de dichas funciones? Ahí es donde nos está esperando Matrox.

» Sin indicación de carga de trabajo. » Sin entradas de vídeo analógico.

E

MATROX MONARCH HD Entrada de vídeo: HDMI progresiva. Salida de vídeo: Señal de entrada con retardo de 1 segundo. Entrada de audio: 2 primeros canales HDMI y analógico (jack de 3,5 mm). Salida de audio: Nivel de línea, estéreo analógica con jack de 3,5 mm. Red: Conector RJ45 (Ethernet). Dimensiones: 142x109x31 mm. Peso: 300 gramos. PVP: 799 € (más IVA).

ste pequeño codificador tiene unas cuantas características clave que lo definen a simple vista con claridad meridiana: a) es pequeño y ligero, más o menos del tamaño de un sándwich; b) carece de componentes mecánicos, por lo que no emite ruido alguno; y c) es tan asequible como decir 799 euros más IVA.

FÁCIL DE CONFIGURAR

Y ¿qué es lo que podemos hacer con este pequeño dispositivo? Dos cosas: por un lado, grabar una señal de vídeo de su entrada HDMI en una tarjeta de memoria SD, un volumen conectado mediante USB o una unidad de red, empleando un archivo MP4 o MOV y con calidad máster; por el otro, transmitir de forma simultanea el flujo de audio y vídeo, codificado al vuelo en H.264, a una tasa de bits adecuada para streaming usando los protocolos RTSP o RTMP.

Una vez realizada la configuración inicial, el dispositivo puede usarse sin conexión a la red gracias a sus botones y luces de estado.

Estas características hacen al Monarch HD especialmente adecuado para su uso en unidades móviles, aunque puede adaptarse con igual eficacia a cualquier proyecto de vídeo profesional que implique transmitir un acontecimiento en directo y grabarlo en paralelo para su posterior edición. Además, el hecho de trabajar con dos procesos independientes, uno para registro de datos y otro para distribución de vídeo, asegura la calidad del servicio de entrega y proporciona un control completo de la calidad del archivo obtenido. ¿Suena bien? Lo cierto es que sí. ¿Está el Monarch HD a la altura del reto? Eso es lo que nos disponemos a averiguar a continuación.

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A nivel de hardware, para poner a funcionar nuestra unidad necesitamos tres elementos básicos: una cámara, mezclador o cualquier otro dispositivo que proporcione una señal HDMI de vídeo y audio; una red local a la que conectar el equipo mediante un cable Ethernet; y/o un soporte de grabación compatible.

Para aumentar las opciones de entrada de señal, Matrox ha incluido en la misma unidad un conector de audio analógico para clavija de 3,5 mm, aunque siempre existe la posibilidad de utilizar una unidad de conversión externa —sin ir más lejos, Matrox dispone de un miniconvertidor dual de SDI a HDMI para 3G/3D/HD/SD, el Matrox MC-100, que va a juego con el Monarch HD. Para monitorizar la señal, el dispositivo incluye una salida HDMI y un conector de audio analógico para auriculares con clavija de 3,5 mm. Todos los conectores se ubican en la parte trasera de la unidad, mientras que delante tenemos el acceso a la ranura para tarjetas SD, dos puertos USB 2.0 para conectar dispositivos de

almacenamiento externos, sendos botones para activar la grabación en archivo y el streaming, y los pilotos que nos indican visualmente el estado de funcionamiento del aparato. Para configurar el dispositivo según nuestras preferencias o necesidades, es necesario acceder a sus parámetros desde un ordenador conectado a la misma red local. Esto suele ser tan sencillo como conectar el Monarch HD al enrutador de la red, siempre que este disponga de un servidor DHCP que asigne dinámicamente una dirección IP a nuestro codificador. En caso contrario, habremos de usar la dirección IP por defecto (169.254.1.10), configurando nuestra red en consonancia. Con el dispositivo ya en red, para acceder al centro de mando del Monarch HD solo tenemos que indicar su dirección en cualquier navegador web usando la dirección IP seguida de «/Monarch», por ejemplo «169.254.1.10/Monarch» (para conocer fácilmente la IP asignada dinámicamente por el servidor DHCP, podemos usar el programa Matrox Monarch Finder, disponible para Windows y Mac OS en la web de Matrox).

EL CENTRO DE MANDO

Tras este indoloro proceso de conexión en red, el centro de mando nos abre sus opciones de configuración, tanto del propio dispositivo como de la grabación y el streaming. Por omisión, la unidad está configurada para transmitir a una resolución de 1280×720p y utilizando una tasa de bits media de 2000 Kb/s para el vídeo, y de 128 Kb/s para el audio; la grabación se realiza por defecto a idéntica

FICHA TÉCNICA

resolución, aunque doblando la tasa de bits de la imagen. Como es natural, las opciones de configuración abarcan una razonable variedad de resoluciones, cada una con sus valores recomendados en cuanto a tasa de bits, perfil, tamaño de GOP, etc., aunque podremos ajustar cada uno de los parámetros por separado y a nuestro antojo… hasta cierto punto. Y es que, si bien el dispositivo puede codificar la señal de vídeo en resoluciones que van de 92×96 a 1920×1080p, cuando los flujos de grabación y streaming superan ambos una resolución de 720p, los parámetros de grabación deben forzosamente coincidir con los de streaming. Otra limitación es que la tasa de datos en grabación no puede superar los 30 Mb/s ni la de transmisión los 20 Mb/s; pero cuando se graba y se transmite a la vez, el streaming se restringe a 10 Mb/s y la tasa de datos global no puede superar los 30 Mb/s (es decir, si realizamos streaming a 6 Mb/s, nuestra grabación estará limitada a 24 Mb/s). No obstante, y en general, las posibilidades de configuración nos dejan margen más que suficiente para obtener la calidad adecuada en la mayor parte de las circunstancias. Una vez realizada la configuración inicial de la unidad, en adelante podremos manejarla sin tener que conectarnos a ella desde un terminal, gracias a los botones de control y a los pilotos de estado anteriormente citados.

PROMESAS CUMPLIDAS

En las pruebas realizadas, el Matrox Monarch HD proporcionó sin problemas los resultados esperados. Constatamos su compatibilidad con las plataformas de streaming más populares, como YouTube Live y Ustream, y estuvimos especialmente atentos a cualquier salto o falta de sincronización en los archivos registrados con diferentes configuraciones, sin detectar fallo alguno. Naturalmente, los archivos generados pudieron abrirse perfectamente con nuestros reproductores de vídeo habituales (VLC para Windows y QuickTime en Mac OS). En cuanto a la calidad de imagen, si bien es cierto que no alcanza el nivel de otras soluciones profesionales dedicadas, resulta más que suficiente para la mayor parte de los flujos de producción, y es espectacularmente buena si tomamos en consideración su ajustadísimo precio. Es de destacar que el Monarch HD proporciona, en la mayor parte de las ocasiones, una tasa de datos estable y fiel a la configuración estipulada, lo que resulta vital cuando el ancho de banda escasea. Además, el dispositivo guarda un último as en la manga, y es la posibilidad de interconectar hasta cuatro unidades y controlar su funcionamiento desde un mismo centro de mando, aunque si queremos configurar los parámetros de streaming y grabación deberemos hacerlo conectándonos directamente a cada una de ellas. ■

Matrox: www.matrox.com

LA IMPORTANCIA DEL FIRMWARE Una de las primeras cosas que deberemos comprobar cuando pongamos en funcionamiento por primera vez un Matrox Monarch HD es la versión de su firmware. El firmware es el software que utiliza la unidad para realizar todas sus funciones, incluyendo la codificación del flujo de audio y vídeo. Por este motivo, nos interesa tenerlo lo más actualizado posible, ya que las versiones más recientes del software corrigen fallos que nos pueden fácilmente jugar una mala pasada. Por ejemplo, la versión inicial del firmware adolecía de problemas de conectividad HDMI con ciertos dispositivos, cierta inestabilidad en la calidad del streaming y, lo que es peor, problemas de pérdida de audio y/o desincronización de audio y vídeo en determinadas configuraciones, tanto en streaming como en grabación. La última versión del firmware (1.1.3.217), publicada en febrero de este mismo año, corrige estos y otros problemas detectados con posterioridad.

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