MATERIA: LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA II Junio 2017 INSTRUCCIONES Y CRITERIOS GENERALES DE CALIFICACIÓN El estudiante deberá escoger una de las dos opciones y responder a todas las cuestiones de la opción elegida en cada uno de los apartados. TIEMPO: Una hora y treinta minutos.
OPCIÓN A Leer y comer son dos formas de alimentarse y también de sobrevivir. No sabría decir qué es más orgánico, más íntimo, más necesario. Los clásicos lo tenían claro: primero vivir y después filosofar. Pero sucede que hoy los más refinados creen que comer es también una filosofía y mastican lentamente los alimentos pensando en su naturaleza ontológica, imaginando el largo camino que han recorrido hasta llegar a la mesa. Alguien sembró la semilla, regó las hortalizas, podó los frutales, salió de madrugada a pescar, apacentó el ganado. Alguien llevó todos esos productos al mercado. Alguien los cocinó con amor y sabiduría, con la cultura culinaria que arranca del neolítico. Los que comen así tratan de convertir también la sobremesa en un ejercicio moral, casi místico y no necesitan ninguna enseñanza de tantos masters chefs insoportables. Por otra parte existen lectores exquisitos que leen buscando en cada libro la isla del tesoro y siempre encuentran el cofre del pirata. Hasta hace bien poco ningún artilugio se interponía en esa placentera navegación de los sueños que a través de las páginas de los libros se eleva hasta el cerebro y tampoco ningún cocinero mediático perturbaba el trayecto que los alimentos naturales recorrían del plato al estómago. Pero hoy la cocina y la lectura están cambiando de sustancia. La cocina ha caído bajo la dictadura de los masters chefs que ejercen el papel de intermediarios del gusto con sus platos estructuralistas y la lectura se ha instalado en soportes digitales que imponen sus reglas al pensamiento con sus múltiples aplicaciones. Los artilugios informáticos exigen una lectura rápida, breve, fragmentada, superficial, líquida e inmediata. Los nuevos cocineros te obligan a admirar sus instalaciones artísticas en el plato sin preocuparse de lo que suceda después en el estómago. Así están las cosas. Manuel Vicent, “Comer, leer”, en El País, 29/05/2016.
CUESTIONES 1.
Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes: a) Enuncie el tema del texto (0,5 puntos). Muy breve. Como si fuera un título. Cambios en las rutinas de lectura con las nuevas tecnologías. b) Detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos). El lenguaje del texto es sencillo pero cuidado. Al tratarse de un texto periodístico, el autor se permite una serie de palabras de actualidad (como master chefs) junto a otras más cuidadas. Alterna frases cortas con largas donde predomina la coordinación y la subordinación adjetival ya que está explicando su punto de vista. También, enumeraciones y estructuras paralelas en un tono didáctico (“más orgánico, más íntimo, más necesario” o los paralelismos en las oraciones de las líneas 4 a 6). Los sustantivos empleados pertenecen al campo semántico de la comida (cocina, alimentos, hortalizas…) y la lectura (lectores, libro…); también destaca el empleo de nombres abstractos (filosofía, sabiduría…). Abundan los adjetivos con marcado carácter subjetivo e interpretativo (el ejemplo más claro “lectura rápida, breve, fragmentada, superficial, líquida e inmediata”). En cuanto a los tiempos verbales empleados, el autor arranca con dos infinitivos que dan título a su columna y que serían el espanto de algunos académicos clásicos, aunque resultan muy habituales (por atractivos) en el lenguaje periodístico. Mezcla el presente gnómico para hablar de la situación actual en el arranque del texto (“Leer y comer son dos formas…”) y en la conclusión (“Los artilugios informáticos exigen…”) con pretérito perfecto simple (“Alguien sembró…”) para hablar de acciones pasadas y el imperfecto para un tiempo que no considera muy lejano pero sí muy diferente al de ahora (Hasta hace bien poco ningún artilugio se interponía). Termina, como se ha señalado, con el presente de gnómico con una frase bastante tajante: “Así están las cosas”. El autor es un escritor célebre y se nota en su prosa en la que encontramos algunas figuras como metáforas (“Leer y comer son dos formas de alimentarse y también de sobrevivir” “leen buscando en cada libro la isla del tesoro y siempre encuentran el cofre del pirata”), personificaciones (“placentera navegación de los sueños que a través de las páginas de los libros se eleva hasta el cerebro”).
Autora: Maria Coloto
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c) Indique qué tipo de texto es (0,25 puntos) No sólo tienes que decir qué tipo de texto es ni la forma del discurso, sino razonar por qué. Toda la información contextual que sepas (del escritor, del periódico,…) puedes añadirla. Se trata de un texto argumentativo, una columna de opinión del escritor Manuel Vicent para el diario El País. Los artículos de opinión y columnas de los diarios tienen una percha de actualidad. En este caso no se cita, pero, por la fecha, podría ser cualquier balance sobre ventas de libros digitales en la Feria del Libro o algo similar. La columna es el artículo de opinión de cierta periodicidad en la que un autor expresa su opinión sobre algún tema de actualidad.
2.
Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto) Breve. No repitas frases del texto. Con tus palabras. Al igual que los nuevos cocineros han cambiado el paladar del comensal, las nuevas tecnologías han transformado la manera de leer de los lectores, siendo esta más superficial, rápida, fragmentada…
3.
Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de que sea mejor leer en papel que en formato digital. (1,5 puntos). Aquí tienes que dar tu opinión explicándola y razonándola. Recuerda las partes de la
argumentación: tesis-argumentos-conclusión. Escapa de lugares comunes y sé original. A la hora de redactar, te aconsejo frases cortas y que huyas de palabras comodín (“cosa”, “tema”,…). ¡Demuestra tu madurez escribiendo!
Lo audiovisual, Internet, los smartphones… son innovaciones que se han colado en nuestra casa convirtiéndose en artículos de primera necesidad, cambiando nuestra manera de ver el mundo, de relacionarnos y… de leer. Los cambios dan vértigo, sobre todo a los afectados por ellos. Supongo que los amanuenses del papiro también se revelaron con la llegada de la imprenta. Pero de poco sirve. Las editoriales quisieron acaparar el debate del papel versus las nuevas tecnologías. No deja de ser charlatanería barata y sin sustancia: los e-books no pasan de ser un regalo “chulo” de Reyes, si mayor repercusión. Siguen vendiéndose libros en papel. Los catastrofistas hablan de problemas visuales (subsanados con mejoras tecnológicas) y apelan a multitud de ideas románticas (el olor de los libros nuevos) un tanto trasnochadas. Y el abaratamiento de los costes hace que muchos autores (noveles sobre todo) vean su obra publicada, aunque no impresa, gracias a estas innovaciones. Aunque no sea oro todo lo que se publique (o imprima). El meollo de la cuestión está en otro tipo de consumibles: los blogs, los diarios digitales, las redes sociales. Y aquí, cierto es, cambia nuestra manera de leer, que se vuelve diagonal (con los dichosos hipervínculos que pican nuestra curiosidad), superficial (140 caracteres no da para mucho). Por no hablar de la inundación de información que lo único que consigue es la desinformación (aquí han aparecido figuras como el community manager o el curador de contenidos para filtrar lo importante y necesario). De estos pecados adolece nuestra lectura actual. Pero son característicos del cambio. Nuestros nietos sonreirán con los sofocos que nos llevamos hoy en día. El cambio, es inevitable. La Galaxia Gutemberg ha sido superada.
4.a. Analice sintácticamente: Existen lectores exquisitos que siempre encuentran el cofre del pirata. (1,5 puntos)
Oración compuesta por: • Proposición principal: enunciativa, afirmativa, activa, intransitiva. • Proposición subordinada adjetiva: enunciativa, afirmativa, activa, transitiva.
Autora: Maria Coloto
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4.b.
Explique el concepto de antonimia y busque un antónimo adecuado para superficial en el contexto de “una lectura superficial”. (1 punto) Antonimia es el fenómeno que se da cuando dos palabras de la misma categoría gramatical tienen un significado opuesto. Existen tres clases de antónimos: • Graduales: Las dos palabras se oponen de forma gradual. Ejemplo: pequeño y grande (su antónimo también es mediano). • Complementarios: El significado de una elimina el de la otra. Ejemplo: vivo y muerto. • Recíprocos: No se puede dar uno sin el otro. Ejemplo: comprar y vender. Antónimos para superficial, en este caso, podrían ser: profunda o de provecho.
5.a. La poesía de 1939 a finales del siglo XX. Tendencias, autores y obras principales. (2 puntos). Es una pregunta amplísima, así que tienes que resumir. Hazte un esquema que te sirva de guía para escribir, por ejemplo, como este: Poetas en el exilio: Rafael Alberti, Jorge Guillén, Juan Ramón Jiménez, León Felipe. Poetas en España: Años 40 y 50: • Poesía arraigada: Vencedores. Revistas: Gracilazo y Escorial. Autores: Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero o Dionisio Ridruejo. • Poesía desarraigada: Vencidos. Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre e Hijos de la ira de Dámaso Alonso. Revista: Espadaña. • Poesía social: José Hierro, Gabriel Celaya, Blas de Otero. Finales de los 50: • Poesía más personal. La poesía es comunicación pero también belleza. • Ángel González, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma,… Años 70: los novísimos • Nueve novísimos poetas españoles. • Père Gimferrer, Leopoldo María Panero, Ana María Moix... La guerra civil trunca la creación artística. Autores como Lorca han muerto y otros muchos autores han tenido que huir de España. Desde el exilio siguieron escribiendo Rafael Alberti, Jorge Guillén (del 27 ) Juan Ramón Jiménez o León Felipe. Aunque cada uno desarrolló su estilo propio, comunes a ellos son temas como la patria perdida y la nostalgia. Los que se quedaron en España tuvieron que sortear la censura del franquismo ó cantar al régimen. Podrían dividirse claramente entre vencedores. Dentro de los poetas que permanecen en España podemos establecer una clara división entre los vencedores y los vencidos: Los vencedores publican en las revistas Gracilazo y Escorial. Escriben una poesía en estrofas tradicionales que busca la belleza y sin referencias a la posguerra. Hablan del amor, la muerte, Dios,… sin profundizar en la realidad española. Se inscriben en esta corriente Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero o Dionisio Ridruejo. Es la poesía arraigada. La poesía desarraigada será cultivada por los “vencidos”. En 1944 se publica Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre e Hijos de la ira de Dámaso Alonso que cambiarían la tendencia anterior. Escriben en verso libre y hacen alusiones a la realidad. Los autores que cultivan este tipo de poesía escriben en la revista Espadaña. De estos autores saldrán los de la llamada poesía social, en los 50, de corte más existencial y con preocupaciones sociales. Su poesía es objetiva y de denuncia. Los poetas son testigos de la vida cotidiana. Su lenguaje es fácil de comprender ya que les importa que su mensaje llegue a cuanta más gente mejor. A esta corriente pertenecen poetas como José Hierro, Gabriel Celaya, Blas de Otero. A finales de los 50 se supera esta tendencia y los autores buscan una poesía más personal. Ángel González, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma,… renuevan el lenguaje. La poesía es comunicación pero también belleza. Emplean el verso libre. En los 70 aparecen los novísimos, con la publicación de Nueve novísimos poetas españoles. Père Gimferrer, Leopoldo María Panero, Ana María Moix...Se preocupan por la forma, se alejan de preocupaciones sociales, parecen modernistas por sus referencias culturales y también conectan con el surrealismo. Autora: Maria Coloto
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5.b. en
Comente los aspectos más relevantes de la obra española del siglo XX anterior a 1940 que haya leído relación con su contexto histórico y literario. (1 punto). Esta pregunta la puedes llevar preparada. Ve al grano,
comenta argumento, adecuación al movimiento en el que se enmarca, estilo del autor, vigencia del tema en nuestros días,…
Luces de bohemia es una obra de teatro de las más importantes en nuestra dramaturgia reciente, así como una obra imprescindible para entender la renovación de la escena española. En Luces de Bohemia, Valle Inclán cuenta el último día de vida de Max Estrella, un escritor mediocre, ciego y de poca fortuna. Valle Inclán se inspiró en un literato de la época, el bohemio Alejandro Sawa, amigo de cafés y tugurios del autor. Valle Inclán inventa en esta obra el “esperpento”, una manera de mirar la realidad: deformar a los héroes clásicos enfrentándolos a espejos cóncavos y convexos. Por ejemplo, el Cid, héroe nacional, probablemente tendría una imagen risible ante uno de esos espejos. En esta obra es una especie de parábola sobre la España de la época. En este texto, modernista en cuanto a la forma por su belleza y estilo cuidado, se ve el trasfondo crítico noventayochista. Valle Inclán era un escritor tan peculiar que trascendió a movimientos y estilos. Un claro ejemplo al cuidado del lenguaje en esta obra está en las acotaciones. Normalmente son meras instrucciones para el director ó los actores. Aquí son poéticas, con metáforas, imágenes,… tan bellas que, en algunas representaciones, las ha leído una voz en voz para no privar a los espectadores de ellas. Luces de bohemia se compone de 15 escenas que parecen sucesivas pinceladas de diversos ambientes. Las tres escenas del final, con Max Estrella muerto, constituyen un epilogo. El resto de escenas, podrían dividirse en: Presentación de Max y su entorno en la escena I: Max quiere morir, lo que anticipa su final. La peregrinación de Max por la noche madrileña (escenas de la II a la XI), que podría subdividirse en antes y después de pasar por el calabozo. La escena XII supone el final del recorrido de Max: vuelve a su casa y muere. En esta escena se expone la teoría del esperpento. La estructura (salvo las tres escenas de epílogo) es simétrica, como si el último día de vida de este personaje fuera un ir y volver al mismo sitio, como si una mitad se reflejara en un espejo (quizá el deformante) dando el todo. El protagonista tiene ese atractivo del maldito, del bohemio, del marginado social (como le ocurría a los románticos, por ejemplo a Espronceda en la canción del Pirata). Max Estrella se encuentra más a gusto en los calabozos o con unas prostitutas que en los ambientes literarios “oficiales” como el Ateneo o la Academia. Los personajes son variadísimos: desde los reales (Rubén Darío), hasta los inventados de todas las clases sociales (el paria catalán, burgueses como Zaratustra, un ministro, los pedantes modernistas,… y una amplia galería de marginales como la Portera, Pisabien, prostitutas,... La acción se desarrolla en un solo día (respeta la unidad de tiempo del teatro clásico) en el Madrid decadente, absurdo, hambriento de 1920 y 1930 (en varios escenarios como en la casa del escritor, una librería, la taberna de Pica Lagartos, en la calle,…).
Autora: Maria Coloto
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OPCIÓN B A nuevos conocimientos nuevas palabras. Los técnicos inventaban máquinas y los científicos descubrían realidades, y a esas nuevas máquinas y a esas nuevas realidades había que “bautizarlas”: teníamos que imaginar nombres con los que llamarlas. Según el bello relato de la Creación en el Génesis, Dios no solo creó el mundo mediante el poder mágico de la palabra, sino que además él mismo iba necesitando palabras para poder designar las cosas a medida que las iba creando: “Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche… Y llamó Dios a esa bóveda cielos… y llamó Dios a lo seco tierra, y a la reunión de las aguas mares…”. Nosotros, que no somos dioses, hemos tenido, sin embargo, la misma necesidad: crear palabras para designar las cosas. ¿Y cómo hemos “bautizado” aquellas nuevas máquinas inventadas por los técnicos y aquellas nuevas realidades descubiertas por los científicos en los últimos siglos? ¿Cómo hemos respondido a esa necesidad que tenemos de designar a las cosas con un nombre, de llamarlas “por su nombre”? Pues creando neologismos, palabra que, a su vez, es un neologismo creado por los franceses hace casi trescientos años, a partir de dos términos griegos: neos, ‘nuevo’, y logos, ‘palabra’ (más el sufijo -ismós, que permite formar ciertos sustantivos), en resumen, creando ‘palabras nuevas’. Y eso lo hemos hecho de varias maneras. En primer lugar, como es lógico, recurriendo a nuestras dos lenguas madre, el griego y el latín. Si nuestros técnicos inventaban el coche, pues tomaban una palabra griega, autós, ‘por sí mismo’, y una latina, mobilis, móvil, ‘que se mueve’, y creaban automóvil, ‘que se mueve por sí mismo’, sin que lo arrastre un caballo. Y si nuestros científicos descubrían un antepasado nuestro situado a medio camino entre el hombre y el mono, acudían al griego y lo llamaban pitecántropo, ‘hombre mono’, de píthekos, ‘mono’, y ánthropos, ‘hombre’. Los griegos nunca usaron esa palabra: jamás hablaron de “pitecántropo”. ¿Hablaron de píthekos? Sí, claro, es palabra suya. ¿Hablaron de ánthropos? Sí, por supuesto, muchas veces. Pero jamás usaron ese palabro que nosotros hemos creado uniendo dos palabras suyas en una nuestra. Virgilio Ortega, Palabralogía, 2014.
CUESTIONES Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes: 1. a)
Enuncie el tema del texto (0,5 puntos). Muy breve. Como si fuera un título. El proceso de formación de neologismos.
b)
Detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos). El texto está escrito en un lenguaje muy accesible. De hecho, aunque emplea neologismos propios de un filólogo (como el propio término neologismo o la cita a las raíces etimológicas de los ejemplos propuestos), los explica e introduce con suma claridad. La finalidad didáctica y amena ordena el tipo de lenguaje. Así, encontramos un texto repleto de interrogaciones retóricas que funcionan como hilo conductor de los razonamientos. Arranca el texto con la comparación de la creación divina (una “verdad” compartida por todos) como ejemplo de la necesidad de nombrar. Sigue con las interrogaciones y termina explicando la formación de palabras con varios ejemplos. Es de señalar que las frases no son muy largas y que abundan los dos puntos para introducir ejemplos, explicaciones… Al final del texto se reproduce una suerte de falso diálogo pregunta –respuesta (desde “¿Hablaron de…” hasta el final) que recuerda al modo socrático de transmitir conocimiento (que los alumnos llegaran a las respuestas mediante las preguntas adecuadas). Entre los nombres que se encuentran, destaca el empleo de palabras científicas que están formadas por palabras de origen griego y latino (automóvil o pitecántropo). También, el empleo del término coloquial “palabro”. En ese sentido está también, el arranque de un texto, parafraseando un dicho coloquial. Esto hace el texto ameno para captar la atención del lector, “picar su curiosidad”. En cuanto a los verbos, destacar primero la cantidad de sinónimos de nombrar (designar, llamar, con toque humorístico “bautizar”…). Los tiempos verbales empleados son todo tipo de pretéritos: el imperfecto para tiempos remotos e indeterminados (“Los técnicos inventaban…”), el perfecto simple para pasado de un tiempo ya acabado (como en el relato de la creación) y perfecto compuesto para hablar de una acción pasada que sigue en el presente (“nosotros hemos creado”). c)
Indique qué tipo de texto es (0,25 puntos) No sólo tienes que decir qué tipo de texto es ni la forma del discurso, sino razonar por qué. Toda la información contextual que sepas (del escritor, del periódico,…) puedes añadirla.
Se trata de un fragmento de un ensayo sobre el origen de las palabras. La forma del discurso es argumentativa porque el autor aparece y se implica en sus explicaciones. El tono didáctico marca todo el texto.
Autora: Maria Coloto
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2.
Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto) Breve. No repitas frases del texto. Con tus palabras. En el relato bíblico se dice que cuando Dios fue creando el mundo, fue nombrando cada una de sus creaciones. De igual manera, el hombre necesita neologismos para nombrar sus nuevos inventos. El español los forma partiendo de palabras ya existentes de lenguas más antiguas como el latín y el griego.
3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de usar términos tomados del inglés para denominar nuevos inventos y realidades. (1,5 puntos). Aquí tienes que dar tu opinión explicándola y razonándola. Recuerda las partes de la argumentación: tesis-argumentos-conclusión. Escapa de lugares comunes y sé original. A la hora de redactar, te aconsejo frases cortas y que huyas de palabras comodín (“cosa”, “tema”,…). ¡Demuestra tu madurez escribiendo!
El español es la tercera lengua más hablada del mundo… pero invadida por anglicismos, en muchas ocasiones, innecesarios. Es cierto que las nuevas tecnologías imponen sus novedosas palabras y que la mayoría son inglesas. Llamar a un chat “sala de charla”, resultaría extraño. Pero las modas lingüísticas derivadas del empleo de esas tecnologías y, sobre todo, de las llamadas redes sociales, no parecen apropiadas para un lenguaje tan amplio y rico como el castellano. Si tenemos vocablos tan contundentes como autónomo, bitácora y líder de opinión, no entiendo por qué hay que emplear freelance, blog, influencer. Porque si dejamos que nos coma terreno este spanglish mal hablado llegaremos a pervertir nuestro idioma, llenaremos de bugs nuestros post que pondremos en copy a nuestros followers, seremos storytellers dirigiéndonos a customers cuya mindset es falsamente bilingüe; por supuesto, no aprobaremos ni un test de lengua castellana y, lo que es más importante, offline, en nuestro life style no habrá cañas ni aperitivos (OMG!) sino un triste (pero cool) bruch. Está bien que las lenguas entre en contacto y se enriquezcan unas con otras. Pero la adopción de lo anglosajón como modelo fascinante frente a nuestra manera de hablar (que, en definitiva es nuestra manera de ser) no solo resulta peligroso sino… de memos.
4.a.
Analice sintácticamente: Los griegos jamás usaron ese palabro que hemos creado nosotros. (1,5 puntos)
Oración compuesta por: • Proposición principal: enunciativa, negativa, activa, transitiva. • Proposición subordinada adjetiva: enunciativa, afirmativa, activa, transitiva. • 4.b. Indique a qué categoría gramatical o clase de palabras pertenece conocimientos, analice su estructura morfológica y señale a qué proceso de formación de palabras responde. (1 punto) Conocimientos: sustantivo común, abstracto, no contable, individual, masculino, plural. La palabra se forma de la siguiente manera: conoc- (raíz o lexema) –i- (interfijo) –miento (morfema dependiente derivativo sufijo, que significa “acción de…”).
5.a. El Novecentismo y las Vanguardias. (2 puntos) Antes de escribir, te aconsejo que te hagas un esquema. El tema es muy amplio y tienes poco espacio. Resume: Novecentismo
Autora: Maria Coloto
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Características: • Intelectuales • Emplean la razón y huyen del sentimentalismo. Reformistas. • Europeización. • Deshumanización tras la Primera Guerra Mundial. • Arte puro. • Preocupación por el lenguaje. Lirismo en la prosa. Principales autores: • Ensayistas: Eugenio d’Ors, Manuel Azaña, Gregorio Marañón, Ortega y Gasset, Salvador de Madariaga, Claudio Sánchez-Albornoz. • Novelistas: Gabriel Miró (El obispo leproso) y Ramón Pérez de Ayala • Poetas: Juan Ramón Jiménez • Etapa sensitiva: Arias tristes y La soledad sonora. • Etapa intelectual: Diario de un poeta recién casado. • Etapa última: Dios deseado y deseante. Vanguardias • Movimiento de movimientos. Comparten ruptura con el realismo. • Ciudadanos del mundo, desprecian las tradiciones, arte intelectual y minoritario, espontaneidad frente al trabajo minucioso, libertad plena al artista, humor para desmitificar, metáforas términos sin relación alguna. • Futurismo de Marinetti, cubismo (caligramas de Apollinaire), dadaísmo. • Surrealismo de André Bretón, ultraísmo, creacionismo de Vicente Huidobro. • Ramón Gómez de la Serna y sus greguerías • Influencia en Generación del 27. Hay muchos rasgos comunes entre las Vanguardias y el Novecentismo. Ambas tendencias forman un gran movimiento artístico de entreguerras que tiene como finalidad la reacción contra la literatura anterior, la de las Vanguardias, más radical. La inestabilidad política (fuertes conflictos sociales, fin del turnismo, Dictadura de Primo de Ribera y Segunda República) contrasta con la aparición (a partir de 1910) de una serie de intelectuales que buscan la modernidad del país. Las principales características del Novecentismo son: Son intelectuales no al estilo de los bohemios modernistas, sino hombres pulcros, con una sólida preparación universitaria. Emplean la razón y huyen del sentimentalismo. Son personalidades que influyen en la política del país. Son reformistas. Se preocupan por la europeización del país frente al tradicionalismo español. Ortega define a los españoles como “una raza que se muere por instinto de conservación”. Huyen de los tópicos, aunque continúan con la percepción “castellano céntrica” de España iniciada por los noventayochistas. Están influidos por ambiente de deshumanización tras la Primera Guerra Mundial que afectará a toda Europa (incluida España aunque fuera neutral). Buscan, influidos por las vanguardias europeas, un arte puro, cuya única finalidad es el goce estético. Les preocupa la forma y su ideal de belleza está en la serenidad de los modelos griegos. Huyen del sentimentalismo (Eugenio D'Ors habla de refrenar lo dionisiaco (lo romántico, la exaltación pasional) y a orientarse hacia lo apolíneo (lo clásico, lo sereno). Pulcritud y equilibrio serán sus máximas. Se crea una literatura para minorías cultas. En cuanto al estilo, es fundamental la preocupación por el lenguaje. La prosa recurre a la “función poética” del lenguaje (metáforas en Ortega, densidad lírica de Miró...), aparecen
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poemas en prosa como Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez,… Los principales autores son ensayistas como Eugenio d’Ors (acuñó el término novecentismo), Manuel Azaña, Gregorio Marañón, Ortega y Gasset (con influyentes obras como La deshumanización del arte y La rebelión de las masas en la que desarrolla su teoría elitista), Salvador de Madariaga ó Claudio Sánchez-Albornoz y novelistas como Gabriel Miró (con descripciones minuciosas y falta de acción, como en El obispo leproso) o Ramón Pérez de Ayala. En poesía destaca la figura de Juan Ramón Jiménez, con su concepción de la “poesía pura” se acercó a este intelectualismo renovador. Su obra se divide en tres etapas: o Etapa sensitiva (1898-1915) Marcada por la influencia de Bécquer, el simbolismo y el modernismo. Con Arias tristes y La soledad sonora. o Etapa intelectual (1916-1936). Descubre el mar que simboliza para él simboliza el eterno presente e inicia una evolución espiritual en busca de la trascendencia. Destacan Diario de un poeta recién casado. o Etapa última (1937-1958) En su exilio americano escribe Dios deseado y deseante. Como “Vanguardias” se conoce a las inquietudes artísticas de la “avanzadilla” cultural europea durante la I Guerra Mundial. Fue un movimiento de movimientos, con estilos y propuestas variadísimas y que comparten el deseo de romper con el realismo. Los vanguardista se consideran ciudadanos del mundo, desprecian las tradiciones, buscan un arte intelectual y minoritario que busca la espontaneidad frente al trabajo minucioso, da libertad plena al artista, utiliza el humor para desmitificar y metáforas novedosísimas entre términos sin relación alguna. El futurismo nace en Italia, inspirado por Marinetti y ensalza la civilización mecánica y técnica, el cubismo propone la descomposición de la realidad (caligramas de Apollinaire), el dadaísmo busca una expresión fuera de toda lógica y absurda (por ejemplo, el nombre surge de la palabra “dada”, el balbuceo de un bebé),… Más importantes en España fueron el surrealismo, el ultraísmo y el creacionismo. El surrealismo vino de Francia de la mano de André Bretón. Buscaba descubrir la verdadera realidad a través de los sueños, la escritura automática,… El ultraísmo resume en él todas las vanguardias rompiendo con el discurso lógico y con innovaciones tipográficas (por ejemplo, sustituye signos de puntuación por signos matemáticos). Los ultraístas adoran el mundo de las máquinas y son muy eficaces en la creación de metáforas. Eliminan los elementos sentimentales de la poesía. El creacionismo, por último, fue introducido en España por el chileno Vicente Huidobro y buscaba crear una realidad por medio de imágenes nunca dichas. Es imposible entender las vanguardias en España sin hablar de Ramón Gómez de la Serna, prolífico escritor y periodista vanguardista español e inventor de la greguería (metáfora con humor). También hay que destacar la influencia que estos movimientos tuvieron en los miembros de la Generación del 27, ya que casi todos ellos se iniciaron en ellas: Gerardo Diego, en el creacionismo con “Imagen o Manual de espumas”; Pedro Salinas, en el ultraísmo, con “Presagios”; Vicente Aleixandre y Rafael Alberti, en el surrealismo, con “Espadas como labios” y “La destrucción o el amor el primero” y “Sobre los ángeles”, el segundo;… 5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra española publicada entre 1940 y 1974 que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto) Esta pregunta la puedes llevar preparada. Ve al grano, comenta argumento, adecuación al movimiento en el que se enmarca, estilo del autor, vigencia del tema en nuestros días,… La colmena es una novela de Camilo José Cela, editada primero en Buenos Aires ya que no pudo ver la luz en España hasta 1963 por la censura. Esta novela inaugura el realismo social de los años cincuenta.
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Es, en mi opinión, una de las obras más representativas de la posguerra por cómo plasma la sociedad del momento. Se trata de una novela con final abierto y sin protagonista claro o, mejor dicho con un personaje coral: No hay protagonistas (algún personaje destaca más que los otros, como Martín Marco), sino un protagonista colectivo. Los personajes son gente mediocre. Algunos son despreciables (generalmente los pertenecientes a las clases acomodadas). No son modelos de nada. Cela demuestra cariño y protección a favor del débil. Se estructura en un ir y venir de personajes (estructura caleidoscópica) dejando ver detalles de los mismos. Los personajes se retratan por cómo hablan, por sus frases y sus palabras. El autor está oculto, no aparece aunque está latente detrás de sus criaturas. En cuanto al tiempo, La colmena se desarrolla en tres días. No está escrita en orden cronológico y, en ocasiones, el tiempo narrativo es superior al tiempo real en el que se suceden determinadas acciones. Sí que sitúa la acción en Madrid, en 1942, en los cafés de Madrid, para ser más exactos. Para situar la novela en su contexto histórico hay que hablar de la Guerra Fría y de la nueva posición de Españ, que empieza a salir del aislamiento internacional. En la universidad y el mundo obrero comienzan a fraguarse las primeras críticas al franquismo. El turismo se desarrolla y la industria florece llegando un momento de recuperación económica. Se da un cada vez más marcado éxodo rural y se desarrollan unos suburbios urbanos que aparecen retratados en la novela. La novela española de este momento recoge estas nuevas inquietudes sociales y abandona el existencialismo anterior. El tono crítico y testimonial de La Colmena y su protagonista colectivo inaugurarán una nueva forma de narrar. Se hablará de la dureza de la vida en el campo, los problemas de la industrialización, los sufrimientos del proletariado,... con un estilo sencillo, directo, copiando el lenguaje de la calle,… para llegar a todos los lectores. Compañeros de Cela en esta nueva etapa de la novela serán Miguel Delibes, Ana Mª Matute, Ignacio Aldecoa, Juan Goytisolo, Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite,…Como resumen, La Colmena habla de esa colonia de abejas que es la sociedad donde todos nos influimos sin querer. Habla de la incertidumbre del destino humano y del discurrir de la vida sin mayores esperanzas que vivir. Por ello, la novela tiene un corte existencialista muy claro. Es también innegable que Cela conoce y admira la tradición de la picaresca española. Influirá en la novela social de los cincuenta.
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