María Eugenia Iglesias Torroba

argentinas con ferrocarriles metropolitanos que funcionen ejemplarmente, mover las cargas por las vías fluvial y ferroviaria, construir viviendas en lugares a los.
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María Eugenia Iglesias Torroba - Artículo: “Hacia una ciudad sustentable”. - Trabajo realizado para la materia Prácticas Profesionales, en el marco de la celebración de los 10 año de la Revista CincoW. - CincoW es una publicación de distribución gratuita editada por el Instituto de Comunicación Social de la Facultad de Ciencias Sociales, Políticas y de la Comunicación de la Universidad Católica Argentina, y realizada integralmente por sus alumnos. Coordinada por Jorge Liotti y los profesores Damián Nabot, Malena Sánchez y Daniel Gutman. - Octubre de 2013

HACIA UNA CIUDAD SUSTENTABLE

Empezar a planear las nuevas ciudades argentinas es una de las tareas fundamentales para los gobiernos, sobre todo para la Argentina, uno de los países mas urbanizados del mundo. El camino de la sustentabilidad representa para los expertos, la solución a la mayoría de las problemáticas. “Las ciudades van a seguir creciendo y van a consumir cada vez más territorio. Poder anticiparnos a eso y poder hacerlo bien, puede cambiar nuestra calidad de vida”. Esta proyección del arquitecto Andrés Borthagaray, director para América Latina del Instituto para la Ciudad en Movimiento, refleja una nueva visión que se está haciendo oír cada vez más fuerte. “Lo que hagamos en los próximos diez años va a ser clave para la Argentina, y las mejores opciones de crecimiento son las que usan mejor la energía, las que preservan el territorio, las sustentables”, agrega. La Argentina tiene una oportunidad histórica para posicionarse como país verde. Para Aleandra Scafati, fundadora de Ecomujeres, esto se debe a que la huella ecológica de la región es superavitaria: “Esto significa que nuestra región esta subsidiando el déficit planetario ecológico de los otros países”. Si la consigna permite pensar en grande, Borthagaray dice que le encantaría “poder imaginar las ciudades argentinas con ferrocarriles metropolitanos que funcionen ejemplarmente, mover las cargas por las vías fluvial y ferroviaria, construir viviendas en lugares a los que se pueda llegar con una infraestructura rápida, y con la gente cerca de donde están las oportunidades”. El horizonte implica para Adriana Miceli, especialista en

arquitectura sustentable, un hábitat equitativo en donde “la gente pueda vivir en condiciones de habitabilidad básicas. Que las envolventes sean eficientes y que se sumen más espacios verdes en las ciudades, no solo públicos, sino también en los edificios”. Miceli suma a los objetivos llegar a dejar en el pasado las inundaciones, cuidar el agua, reducir la abundancia y reciclar. Desafíos Scafati advierte que para los próximos diez o quince años, las ciudades van a albergar entre el 70 y el 90% de las poblaciones. Las problemáticas que se presentan implican, para Scafati, ciudades que deben ser inteligentes y sustentables para resolver temas que tienen que ver con: el uso del espacio público; la red de transporte; los espacios verdes e isla de calor; las infraestructuras tanto sanitarias, energéticas y de telecomunicaciones; las emisiones de GEIs, MP y ruido; y el crecimiento y desarrollo económico. Borthagaray concuerda con que es necesario planear de qué va a vivir el área metropolitana de Buenos Aires y cómo hacer que las necesidades se puedan cubrir con la mayor inteligencia posible, dentro de un territorio que tiene oportunidades, desafíos naturales, de conexión con el mundo e institucionales. En palabras de Borthagaray, “debemos

tener ideas claras para lograr esos objetivos. A veces no es que faltan ideas, pero nos cuesta llevarlas a la práctica”, observa. El objetivo de tomar una ciudad

con todos sus componentes contaminantes y volverla un hábitat amigable con el medio ambiente y con las personas que la transitan, puede resultar utópica. Sin embargo, Miceli cree con convicción que “lo más sustentable es una ciudad. Esto porque es más equitativa, porque en menos cantidad de tierra vive más gente, y porque nuestra realidad es la ciudad y podemos transformarla”. Pero la lucha consiste en hacerlo, y lograr hacerlo bien. Para esto, hay cuatro elementos que merecen el impulso de la gestión: residuos, agua, aire y acústica y los edificios. Agrega que “no hay que tenerle miedo al crecimiento sino a cómo hacemos las cosas. La ciudad como modelo puede resultar hasta más ecológica que irse a vivir al campo”. Transporte Parte de este nuevo proyecto de ciudad consiste en mejorar la infraestructura de transporte. Porque sustentabilidad implica una forma de vida mejor para

los ciudadanos y esto incluye la posibilidad de movilizarse con comodidad. Andrés Borthagaray afirma que los cambios pueden empezar mirando lo que ya tenemos: “No hay otra ciudad en América Latina que tenga 800 km de ferrocarril suburbano como tiene Buenos Aires. Tiene gran capacidad de llevar pasajeros y podría contribuir a resolver el problema de la congestión, pero la tiene si está regulado, si es confiable y seguro. Tenemos la vía, que es algo que todos desearían tener, pero no la aprovechamos”. Dependiendo del lugar, hay medios de transporte que son mejores que otros. Para los corredores más densos no hay nada que tenga una capacidad comparable con el ferrocarril, tanto para las personas como para las cargas. Cuando se habla de movimiento de periferia a periferia, puede ser mejor un transporte más liviano como el colectivo. Pero si para ir al centro en hora pico se apuesta a que el auto sea el mejor modo, ahí va a aparecer el problema típico de todas las ciudades, según lo que explica el arquitecto. Evangelina Pirola, ingeniera ambiental, apuesta a ordenar primero las vías por donde el transporte circula. El siguiente paso consistiría en actualizar la flota que hoy se maneja con unidades muy viejas y que emanan más gases que

lo normal: “Adquirir unidades hibridas o con control de emisión de gases es una inversión muy alta pero no imposible”. Además agrega que el medio de transporte más verde es el subte, y allí debería dirigirse la atención. Para Miceli, la solución está en el metrobus. Estos colectivos al llevar un fuelle logran, con un motor, transportar más cantidad de personas. Este mismo principio se puede aplicar a los autos y a la idea de compartirlo para que un solo vehículo lleve la mayor cantidad de gente posible. La planificación estratégica también abarca la posibilidad de que las personas vivan cerca de su lugar de trabajo, mejorando el transporte público y la red de bicicletas para que se use menos el auto. Miceli agrega que “en cuanto a dinero, el problema no es de difícil solución. El tema son los entramados políticos. Por eso debemos ser ciudadanos sustentables, para exigir más”. El cambio es posible “Una ciudad puede mejorar significativamente su calidad de vida en menos de 3 años”. Jaime Lerner fue alcalde de Curitiba, la ciudad brasilera que logró alcanzar ese horizonte sustentable que hoy parece tan lejano. En una charla de TEDx Buenos Aires realizada en 2010, Lerner explicó por qué está convencido de que

“la ciudad no es un problema, es una solución”. El urbanista y político brasilero identifica tres problemáticas fundamentales para la urbe: movilidad, sustentabilidad y sociodiversidad. La movilidad no implica un sistema muy complejo: Curitiba comenzó con carriles exclusivos para los buses que hoy transportan 2.300.000 pasajeros por día. El secreto de la movilidad según Lerner, está en no disputar el mismo espacio, y en que los distintos sistemas (bus, subte, auto, bicicleta) sean complementarios. “La ciudad es un organismo: cuanto más se mezcla, más humana se vuelve”. Lerner junto a su equipo lograron que Curitiba tuviera una estructura de vida, trabajo y transporte integrados. Vivir cerca del trabajo y eliminar la periferia para lograr unidad en la ciudad. Sustentabilidad es nuevos materiales, nuevas formas de energía, reciclaje, edificios verdes, pero es sobre todo, ser más efectivos en las ciudades. Las posibilidades están de nuestro lado, pero hay que actuar ya. Jaime Lerner dice: “Hay que ser rápido: evitar la propia burocracia y empezar una vez se tome la decisión política. Innovar es empezar”.

Eugenia Iglesias

El caso Curitiba Esta ciudad del sur de Brasil comenzó su transformación en la década del 60 y tomó vuelo a partir de 1971, cuando Jaime Lerner fue elegido alcalde. La ciudad puso en marcha una red integrada de transporte público (RIT) que tiene a los buses circulando en carriles exclusivos como medida principal. La RIT fue el primer sistema de autobús de tránsito rápido implantado en el mundo y abarca 72 km que recorren los principales puntos de la ciudad y llega a otros municipios. La educación para la sustentabilidad fue uno de los logros más destacados del proyecto. Hoy el 70% de la gente en Curitiba separa la basura en su casa. Se formó a los niños en el reciclaje desde las escuelas, para que sean ellos mismos quienes acostumbren a sus padres en estas prácticas. Además, se pasó de medio metro cuadrado a 50 metros cuadrados de espacio verde por habitante, y se integraron las distintas comunidades al espacio público.