Marcos Maidana. “Todas las noches sueño que lo noqueo”

1 mar. 2014 - Robert García, y el profesor Alex Ari- za. .... Colón, ama la cumbia, es fanático de. Orlando Vera ... ganes a Mayweather o que Colón se salve ...
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EntrEvista

| Sábado 1º de marzo de 2014

Amor por la cumbia, Colón y con Santa Fe en la piel

Desde Calchaquí, el Chino habla del trascendental combate ante Mayweather

Marcos Maidana. “Todas las noches sueño que lo noqueo”

El repaso por la infancia en Margarita y la seguridad de que el éxito no lo va a cambiar

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Textos Andrés Vázquez | Fotos Gentileza Infovera

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irada dura, voz fina; pasado angustioso, presente concreto. Es campeón del mundo y no lo parece. En su austero lenguaje no hay transmisión de soberbia. En sus actitudes nada escapa de lo modesto. Es campeón del mundo y no lo parece; tal vez porque todavía no se identificó con la dimensión de la fama que suponen sus épicos triunfos. O acaso no le interesa. Marcos René Maidana atraviesa un presente deportivo fantástico, casi increíble. Los dólares que gana por subir a un ring no le modificaron la forma de entender y sentir el boxeo. “Para ser el mejor hay que pelear con los mejores”, suele decir. Y fiel a su criterio, desde que se posicionó en el escalón de los privilegiados, siempre se les animó a los peces gordos, esos que aseguran cifras millonarias. Quizá por eso, a meses de echar por tierra con el invicto de Adrien Broner y consagrarse como nuevo campeón mundial welter de la Asociación Mundial de Boxeo, la confirmación del combate con Floyd Mayweather, el próximo 3 de mayo, no lo haya sobresaltado demasiado. “Estoy muy feliz y muy tranquilo, también. Yo ya sabía desde hacía un tiempo que esta pelea se me iba a dar, sólo faltaba que él lo confirme. Por suerte, cuando me avisaron que estaba todo cerrado y que era el elegido, yo ya estaba entrenando”, comenta Marcos, apenas arranca la charla con la nacion, mientras desgrana las últimas horas del día en Calchaquí, la ciudad vecina a su Margarita natal donde se encuentra entrenando el santafecino.

una recompensa a mi esfuerzo. —¿Cómo lo toma tu familia? —Ellos están muy contentos. Son los que realmente saben lo sufrí por ser campeón mundial. —¿Cómo te imaginás la pelea? —Va a ser difícil, dura, dramática. El que me conoce sabe que voy a dejar todo arriba del ring. A Mayweather hay que meterle presión y desgastarlo hasta que se pare y sea un blanco fijo. No hay que respetarlo demasiado. De entrada hay que salir tirando golpes. Yo no tengo nada que perder, en cambio Mayweather sí. La presión de ganar y demostrar que el mejor de todos la tendrá él. —¿Por qué pensás que Floyd te eligió a vos y no a Amir Khan? —No sé por qué me eligió, habrá que preguntárselo a él. Seguramente seré un mejor negocio que pelear con Khan. O querrá vengar la paliza que le di a Broner, su amigo. Ja. —Khan dijo que Mayweather te eligió por ser el camino más fácil. —El 3 de mayo voy a dejar todo para que se dé cuenta de que estaba muy equivocado. No me interesa saber qué opina alguien que no se animó a darme la revancha. —¿Dónde creés que está la debilidad de Mayweather? —En su carrera le pegaron muy poco. Todavía no se topó con un boxeador que le falte el respeto y le pegue duro. Él baja mucho las manos y conmigo eso puede ser mortal. —¿Cuál es tu mejor arma para vencer a Floyd? —Yo soy consciente de que tengo que ganar por nocaut. La potencia de mis puños son un secreto reservado sólo para los que me enfrentan.

—Pelear con Mayweather es algo que pocos pueden cumplir. ¿Qué sentís al tener ese privilegio? —Es lo que esperé toda mi vida. Hace tres años que sueño con noquear a Mayweather. No es invencible; es un gran boxeador que todavía no se chocó con alguien que pegue como yo. Mis manos son pesadas de verdad, le duelen a todo el mundo. Nunca me desesperé porque sabía que, haciendo las cosas bien, la oportunidad iba a llegar. Pelear con Mayweather es

El Chino, confiado en el buen desenlace de las negociaciones, hace 10 días comenzó a entrenarse con el preparador físico Ignacio Roldán, en un hangar acondicionado como gimnasio, en Calchaquí. Su viaje a Oxnard no tiene fecha, ya que espera el nacimiento de su segunda hija, Emilia; su esposa Mariana está embarazada de ocho meses y tiene fecha de parto para estas semanas. Una vez que llegue la nueva integrante de la familia Maidana, Marcos viajará a

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| Sábado 1º de marzo de 2014

El Chino llega para entrenarse; “Mayweather todavía no chocó con alguien que le pegue como yo” EE.UU. para intensificar su preparación bajo a la órdenes de su técnico, Robert García, y el profesor Alex Ariza. “Me hace muy bien estar cerca de mi mujer en este momento. Hasta que no nazca Emilia no me muevo de acá. Tengo una ansiedad enorme por tenerla en mis brazos”, confiesa. —¿Qué es lo que te tuvo más ansioso: la confirmación del combate o el nacimiento de Emilia? —Por el tema del combate me despreocupé por completo, dejé todo en manos de mi asesor Sebastián Contursi y me puse al día con el cuidado de mi mujer. La última pelea estuve mucho tiempo afuera. —¿Te perjudica en algo no estar

las apuEstas Como se esperaba, el invicto Floyd Mayweather es el gran favorito para las casas de apuestas. La ventaja que tiene hoy el norteamericano va desde 10-1 y hasta 14-1 según las diferentes agencias.

entrenando en Estados Unidos? —Por ahora no, pero desde ya que allá tengo las comodidades y los sparrings para trabajar a fondo. Pero acá tengo el afecto de mi familia, que es muy necesario para estos momentos especiales. —¿Cuándo tenés pensado viajar? —Espero que nazca antes del 15. Si nace antes, me voy antes. El 3 de mayo será un día clave para la historia del boxeo argentino. La pelea que sostendrán Maidana y Mayweather está llamada a convertirse en la pelea más importante en los últimos 30 años del boxeo argento. Porque Mayweather, de 37 años e invicto en 45 peleas (26 KO), es el gran boxeador de la década y el número 1 indiscutido para la industria y los aficionados del pugilismo. Les ganó a todos. A De La Hoya, a Cotto, al Canelo Álvarez y hasta a Baldomir. En cambio, el humilde Chino Maidana, a los 30 años y un récord de 35 victorias (31 KO) y 3 derrotas, se juega la oportunidad de dinero y gloria para siempre en su vida… Ganarle Mayweather significaría un simple paso a la leyenda inmortalidad deportiva. — ¿Cuánto vale este derecho a

transformarte en leyenda? —¿Lo decís por la bolsa? Mucho. Seguramente será la más importante de mi carrera. Yo siempre boxeé para ganar dinero, pero ahora, gracias a Dios, le puedo dar todo a mi familia y vivir un poco mejor que antes. Tal vez por eso le resto importancia a las bolsas que me pagan. —¿Por la bolsa millonaria o por la gloria deportiva aceptaste pelear con Mayweather? —Más allá de la bolsa que puedo ganar, enfrentar a Mayweather para mí siempre fue un desafío deportivo. Me siento con la confianza de que puedo lograr lo que nadie hizo. Sería hermoso quedar en la historia como el primero que venció a un invencible. —¿Qué tenés pensado hacer con el dinero que vas a recibir? —Yo siempre peleo por el bienestar de mi familia. Me gusta ver a mi familia contenta y que no le falte nada. —¿Serías capaz de abandonar el boxeo si le ganás a Mayweather? —No puedo pensar en qué será de mí después de la pelea con Mayweather. De lo que estoy seguro es que inmediatamente después volveré a Margarita para estar con mis hijos.ß

etrás del presente próspero de Marcos Maidana hay una historia de esas que parecen escritas con una mano invisible que algunos llaman destino… El sueño del Chino se construyó en las calles polvorientas de Margarita, un pequeño pueblo santafecino, una infancia llena de privaciones. “Desde chico salí a pelearle a la vida. Me crié en un hogar muy pobre. El viejo laburaba en el campo, y ¿sabés lo que era bancar mi casa con un sueldito? Somos ocho hermanos, ¿te imaginás? Muchas veces salíamos cazar algún bicho para poder comer. No terminé el colegio por andar de vago, era terrible para las piñas. Alguna vez caí preso, pero nada grave… A los 15 años comencé a practicar boxeo. Ahí me di cuenta de que la única arma que tengo para ser alguien son mis puños. Y creo que ese hambre de gloria me hace ser un tipo malo arriba del ring”, confiesa. Ahora tiene un auto importado, un diente de oro, dos premios Olimpia y sale en los diarios de todo el mundo. Es admirador de Tyson y Manny Pacquiao. Y confiesa que de la Argentina admira a Omar Narváez y a Maravilla Martínez. Es hincha de Colón, ama la cumbia, es fanático de Orlando Vera Cruz y adora su provincia, tanto que se tatuó un mapa de Santa Fe en un brazo. Y agradece ser boxeador: “Soy lo que soy gracias al boxeo”, repite de manera incesante. —¿Te pusiste a pensar qué hubieses sido si no eras boxeador?

—Si Dios no me hubiera dado una mano, no sé qué hubiese sido de mi vida. No quiero ni pensarlo. —¿Es difícil ser campeón mundial? —En el ring, no. Lo jodido es ser campeón en la calle. Por suerte, yo sigo rodeado de la gente que conoce a Marcos, no al campeón. —¿Cambió mucho tu vida después de ganarle a Broner? —No. No cambió mucho porque yo no quise que cambie. No me gusta moverme de mi pueblo y estar lejos de mi gente. En las vacaciones me las pasé cazando y pescando con Marquitos Nahuel, mi hijo. No me fui a ningún lado. —¿Qué es más difícil: que vos le ganes a Mayweather o que Colón se salve del descenso? —Las dos cosas son complicadas. Ojalá que Colón se quede en la A y que yo le pueda embocar una mano a Mayweather y le gane por nocaut. —¿Te gustaría ser más grande que Monzón? —No, eso jamás. Con estar al lado de él me conformo. Dicen que Monzón fue muy bueno, yo sólo soy un pegador… Más allá de la calma con que vierte las palabras, el Chino Maidana sabe que tiene una oportunidad inmejorable para ser leyenda: derrotar al invencible de Floyd Mayweather. Está en el último peldaño hacia la gloria, pero mantiene la mirada limpia y el horizonte esperanzador.ß

Maidana empieza el trabajo con su preparador físico

Argentinos contra el invicto Floyd Mayweather ganó sus 45 combates. Tres fueron contra argentinos. Venció a Gustavo Cuello (18/4/98, en Los Ángeles), a Carlos Ríos (17/2/99, en Michigan) y a Carlos Baldomir (4/11/06, en Las Vegas). Una curiosidad: no pudo noquear a ninguno de ellos; a los tres los venció por puntos.

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