MADRE DESESPERADA SOLICITA A LA SECRETARIA DE EDUCACIÓN,
“NO CIERREN LA ESCUELA DONDE ESTUDIA MI HIJA”
¡Se me cayó el mundo!, eso pensé hoy cuando el Departamento de Educación anunció el cierre de muchas escuelas en Puerto Rico. Mi mayor pesadilla se hace realidad con el cierre de la escuela donde mi hija especial estudia. Siento que también, cierran la posibilidad de una educación adecuada para ella. Sophia mi niña, tiene discapacidad visual y pertenece al Programa de Educación Especial (Impedimentos Visuales) de la Escuela Esther Rivera del Municipio de Santa Isabel. Sophia, es una estudiante de 7 años que cursa el primer grado regular y también recibe servicios de una maestra de Impedimentos Visuales. Estoy desesperada, muy triste e impotente ante lo que yo llamaría una injusticia para la educación de mi hija Sophia. Después de tantos cambios de escuela y llevarme tantas decepciones en cuanto a su educación; por fin encuentro una escuela que le brinde la educación que mi hija se merece y una maestra de Impedimentos Visuales que han sido clave para la evolución total de mi hija, en todos los ámbitos, educativo, social y de destrezas visuales necesarias para su desarrollo como individuo en esta sociedad. En esta escuela, que tienen pensado cerrar, es el lugar donde mi hija recibe una educación especialmente diseñada por Facilitadores del Distrito, por la Maestra de Impedimentos Visuales y su Asistente. Los maestros de primer grado ya fueron orientados y trabajan con el plan de estudios especialmente diseñado para satisfacer sus necesidades educativas y que así pueda estar a la par con sus compañeros. Sophia tiene una Maestra de Impedimentos Visuales excelente que está muy comprometida con sus estudiantes de Impedimentos Visuales. Sophia está aprendiendo Sistema Braille, ya usa su maquinilla, escribe y lee letras en Sistema Braille. También ambula por la escuela con su bastón porque recibe adiestramiento en Orientación y Movilidad por su Maestra de Impedimentos Visuales y su Asistente. Ella se siente segura en su ambiente escolar y está feliz con sus compañeros de clases porque participa junto a ellos. En la Escuela Esther Rivera estudian otros alumnos con impedimentos visuales, mi hija no será la única afectada con este cierre. La Escuela Esther Rivera logró que Sophia pudiera desplazarse por todo el plantel, añadieron aceras, arreglaron caminos y otras áreas para que estos estudiantes con impedimentos visuales estén seguros cuando ambulan por los predios de la escuela, están muy comprometidos con estos niños especiales. De igual forma, la escuela ha recibido ayuda y donaciones de otras entidades para que el salón de la maestra de impedimentos visuales tenga un ambiente, equipos y materiales adecuados para el desarrollo adecuado de esta población tan especial. Padres y encargados tuvimos una reunión para añadir un área sensorial en el patio de la escuela. Soy testigo y participe de todo el esfuerzo que hacemos los padres, maestros y la comunidad escolar para que nuestros hijos reciban la mejor educación. Me siento desesperada, soy una madre que pide encarecidamente que no cierren ésta escuela. Además, es un problema la transportación a otra escuela lejos de la comunidad donde reside, ella es muy pequeña y con unas necesidades muy particulares, debido a su impedimento visual, para ir en transporte escolar y yo no puedo llevarla porque no tengo vehículo. No puedo imaginar cómo mi hija estará en una escuela diferente ya que aún psicológicamente todos los niños están afectados con el
suceso del Huracán María, sería otro cambio que envuelve: otra escuela, otros compañeros, distintos maestros, cambio de terapeutas y sé que podríamos enfrentar retroceso y no se acostumbrará. Esto significa tiempo perdido, mi hija ha tenido mucho progreso y logros en esta escuela y cambiarla sería comenzar otra vez. No están pensando en el daño psicológico que van a causar a estos niños, en especial a los más vulnerables. Los estudiantes con impedimentos visuales necesitan seguridad, rutina y consistencia en su desarrollo escolar para salir adelante. Con el cierre de la escuela se afectarán estas áreas tan importantes para su desarrollo. ¡QUE IRONÍA! Hoy, mi hija manifestó que era el día más feliz de su vida. Hoy, se celebraba en la escuela el Día de Juegos, dondefue la “Reina de Deportes”, no tiene precio, ver tanta felicidad y seguridad en su carita, en esta escuela es aceptada, es incluida en todas las actividades y se siente querida por todos. ¿Cómo le explicó a mi hija que éste será su último año en su escuela? Sra. Julia Keleher, Secretaria de Educación, como madre pienso que las cosas buenas no se cambian. Le hago la invitación para que visite nuestra escuela. Donde todos los maestros han tenido el compromiso y la dedicación de educar a mi hija como se lo merece. Piense en el bienestar de todos estos niños de la Escuela Esther Rivera de Santa Isabel, pero sobre todo en el daño que puede causar a Sophia, que se siente tan feliz en esta escuela ¡Por Favor, esta escuela debe permanecer abierta!
Att. Alejandra Rivera Madre 787-453-6802