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ESPECTACULOS

Domingo 7 de agosto de 2011

TEATRO s LLEGO LA BERNALINA

TEATRO s BALANCE DE VACACIONES

Luces y sombras del receso Continuación de la Pág. 1, Col. 2 –luminoso, titilante y de corta vida– de los que tapizaban las veredas de los teatros más céntricos. Y para los teatristas, productores y empresarios teatrales, las vacaciones dejaron distintos gustos en la boca, según cómo les haya ido con la taquilla. Quienes más rebosantes de sonrisas resultaron fueron los responsables de La novicia rebelde, que replicó el éxito que viene teniendo desde su estreno en el maratón de funciones que les ofrecían los 15 días de vacaciones. Justo frente al Opera, donde el espectáculo que encabeza con sobrado talento Laura Conforte, salían anchos de felicidad los cinco lindos chicos de Teen Angels que hicieron explotar el Gran Rex en cada presentación. También en Corrientes, pero del otro lado del Obelisco, Cantando con Adriana hizo de las suyas, lo mismo que Topa y Muni con su versión teatral de La casa de Disney Junior. Corrientes de parabienes, pero no toda. Por ahí cerca, en el Apolo, Robin Hood –una muy buena propuesta de Héctor Presa– no tuvo los resultados esperados, al menos en cuanto a la venta de entradas, porque en calidad –con un Osqui Guzmán de lujo–, fue de lo mejor que se podía encontrar. Otros que contaron con el “Fue difícil, no puedo decir apoyo del público que nos haya ido mal en esfueron los Teen Antos quince días, pero si pengels y Cantando samos que estamos tratando con Adriana de instalar una temporada de teatro infantil de calidad más allá de las vacaciones de invierno, el resultado es magro. Se ha instalado entre los padres esto de llevar a sus hijos al teatro sólo en vacaciones, lo que está perjudicando muchísimo la factura de las obras que se presentan. ¿Quién va a producir un gran espectáculo, de calidad, bien pensado y realizado para sólo quince días? Los números no cierran; las entradas están caras, y estamos obligados a empujar los precios para arriba porque han aumentado mucho los costos. Ahora los gremios que respaldan a los artistas tienen una ingerencia mayor –lo que me parece muy bien–, pero inevitablemente esos costos llegan a las entradas”. ¡Uff ! El que respira para poder seguir es Roberto Bisogno, el empresario teatral responsable del Apolo, La Comedia y el SHA, salas que este invierno tuvieron, además de Robin Hood, a Los Cazurros, Libertablas, Gotitas de primavera y

Cristina Bernal o La Bernalina EDUARDO CARRERA/AFV

La vuelta al mundo en un violín. “Acá hubo un quiebre en 2009 con el cierre de salas al que nos obligó la gripe A. Desde ahí no se repuso la actividad; la temporada de 2010 fue mala y ésta también, sobre todo para los espectáculos que no vienen de un soporte televisivo”, dice Bisogno. Para Carlos Rotemberg –presidente de la Asociación de Empresarios Teatrales–, si bien no fue un gran invierno, no se anima a decir que fue decididamente malo, sobre todo porque encuentra que este año no sólo los espectáculos que llegaron de la tele fueron los más exitosos, y da como ejemplo Cantando con Adriana. Pero reconoce que es difícil ser empresario teatral y tener en la mira a los infantiles: “En 2002, cuando terminé de producir una obra de Pipo Pescador, dije basta. No hay posibilidades de hacer esto si no tengo garantizada la concurrencia masiva que sostenga los costos que implica”. Triste panorama se avecina.

SINTESIS ADAN BUENOSAYRES

Danza en Parque Chacabuco Hoy y los domingos 21 y 28 de agosto, a las 19, se celebrará el primer ciclo Andante, de danza contemporánea, en el Parque Chacabuco. Estos encuentros de la compañía de Víctor Campillay y el Centro Cultural Adán Buenosayres ofrecerán videodanza, performances y distintas obras. El 21 de agosto, se presentará la compañía platense Calle 46, con Wanza. UNIPERSONAL

Diego Gentile

Diego Gentile Mañana se estrena Matar cansa, la obra de Santiago Loza que dirige Martín Flores Cárdenas. En este unipersonal, Diego Gentile encarna a un fanático que narra trazos biográficos (o apócrifos) sobre la vida del más melancólico de los asesinos. Los lunes, a las 21, en Espacio Callejón, Humahuaca 3759 (4862-1167). GRATIS

Teatro x la Identidad Mañana comienza el 11° ciclo de Teatro x la Identidad. Con entrada libre y gratuita (que pueden retirarse a partir de las 19.30), a las 20.30, podrán verse las obras Esa extraña forma de pasión, en el Bauen (Callao 360); El acompañamiento y Gris de ausencia, como homenaje a Teatro Abierto, en el Teatro del Globo (Marcelo T. de Alvear 1155); Mariposas, La biblioteca y Boulogne, en el Teatro del Pueblo (R. Sáenz Peña 943); Un judío polaco, en el IFT (Boulogne-sur-Mer 549); Kalvkött, carne de ternera, en La Comedia (Rodríguez Peña 1062); Idéntico, en el Metropolitan (Corrientes 1343); ADN, en el Multiteatro (Corrientes 1283), y Bastarda sin nombre, en el SHA (Sarmiento 2255). Dirigidas por nombres como Susana Torres Molina, Hugo Urquijo, Luis Rivera López, Lala Mendía, Virginia Kaufmann, Manuel Callau, Alejandro Mateo, Corina Fiorillo, Daniel Veronese, Horacio Medrano y Javier Margulis.

El regreso de un género olvidado Cristina Bernal llegó a la Argentina para rescatar al cuplé en Sicalipsis Now! JULIA MONTESORO PARA LA NACION Acaba de llegar a la ciudad una dama tan singular como el arte que cultiva. La llaman La Bernalina. De quien se cuenta, entre otras peculiaridades, que es una cupletista del siglo XX, y que “a sus más de 100 años, parece haber encontrado el elixir de la eterna juventud”. Al menos eso dice una de sus mentoras, Cristina Bernal, quien trajo desde Madrid a La Bernalina y la presenta con su espectáculo, Sicalipsis Now!, por sólo 9 funciones –desde el viernes pasado hasta el 21 de este mes–, en El Cubo, con el auspicio del Centro Cultural España Buenos Aires. En el marco de una gira sudamericana, y en su primera visita a la Argentina con Sicalipsis Now!, Cristina Bernal, la actriz que compone a La Bernalina, se confiesa seguidora del cuplé desde su graduación en la escuela de arte dramático, en Madrid, cuando comenzó a investigar sobre el género. “Después me junté con Alberto Conejero, con quien compartimos el gusto por el cuplé. Y a partir de una idea suya, de una cupletista resucitada en Madrid del siglo XXI, nació el espectáculo. Llevamos cuatro años con La Bernalina”, recuerda la intérprete durante un encuentro con LA NACION, del que también participa Conejero, dramaturgo de Sicalipsis Now! “Como actriz, lo que me atrajo del cuplé fue que aunaba interpretación y música –dice Bernal–. Los cuplés son como pequeños monologuitos, que tienen su desarrollo, y que son cantados; pero no hace falta tener una gran voz. Hace falta saber interpretarlos, darles el timbre y la picardía justos.” Sicalipsis now!, apuntan sus creadores, “permite acercarnos a un repertorio casi olvidado que, sin embargo, formó parte esencial de la vanguardia social y artística de inicios del siglo XX. Joyas de la época del gramófono que nos hablan de los cambios sociales, el movimiento feminista y constituyen la crónica de una España de luces y sombras que se asomaba a la modernidad por las faldas de esas mujeres del cabaret”. –En España, ¿cómo era el cuplé? Cristina Bernal: –Llega a través de espectáculos que vienen de Francia y de otras partes de Europa. Empezaron en los cafés cantantes, en lugares muy reducidos, de público muy variopinto. De a poco el género se fue haciendo más importante. Se abrieron teatros exclusivamente para ese género. En los años 20, era muy popular. Las artistas del cuplé se fueron haciendo grandes estrellas. Y cuando empezó la radio, un medio de gran difusión, las que más triunfaron, viajaron por toda América latina y Europa. –¿Quiénes eran entonces las grandes figuras del cuplé? Alberto Conejero: –La primera figura fue La Fornalina, que muere muy joven, en 1914. Es una de las más tempranas y más desconocidas. Gran parte de nuestro

repertorio viene de esa cantante. Luego hubo otras más conocidas, como Raquel Meyer, La Argentinita y Tania, la mujer de Discépolo. C.B: –Tania llegó a Buenos Aires con su espectáculo de cuplé, y su marido de entonces, se enamoró de la ciudad y se quedó. Luego empezó a cantar tango y conoció a Discépolo. A.C: –Con el tango, hay procesos parecidos. Es difícil decir de dónde nace el tango. Y lo mismo pasa con el cuplé. Porque son momentos de hibridación. De repente aparecen los discos de gramófono; la música viaja; hay migraciones… Inmediatamente todo se mezcla. C.B: –Hay cuplés que son tangos. Por ejemplo, “Fumando espero”, que es uno de los cuplés más famosos. –¿Cómo está planteado Sicalipsis now!? A.C: –El juego es cómo una visitante del pasado, perdida en nuestro presente, nos introducirá en aquélla época. Y hay un continuo cotejo entre cómo era antes y cómo es ahora, en relación a distintos temas. C.B: –Es un espectáculo muy interactivo, el público participa mucho. Y muy vivo, cuando nos presentamos fuera de España, quitamos las referencias muy locales y agregamos otras más ligadas al país donde estemos. Aquí, por ejemplo, hacemos un homenaje a una zona musicalmente común entre Argentina y España. Y luego está el juego del título, Sicalipsis now!, que remite a Apocalipsis now! Por estos tiempos casi apocalípticos, de crisis, de profunda desazón y desbarajustes económicos. Sería como decir, “cuando viene el Apocalipsis, hace falta un poquito de sicalipsis; hay que tomárselo con humor, porque no hay quien lo aguante”. Lo que propone el espectáculo es eso, el humor como sanador.

Un género del pasado El cuplé es un género musical que se desarrolló en España entre 1900 y 1936. Los creadores de Sicalipsis Now! aportan, en el dossier de prensa de su espectáculo, una ilustrativa pintura sobre la irrupción del cuplé en la sociedad de entonces: “Mucho antes de Lady Gaga o de Madonna, las mujeres del cuplé llenaron de atrevimiento y modernidad los escenarios. Prácticamente olvidadas hoy día, las cupletistas se atrevieron a reivindicar –desde la aparente frivolidad de sus números– nuevas vías de expresión y espacios de libertad para las mujeres”.

PARA AGENDAR Sicalipsis Now!: de la cupletista Cristina Bernal. Desde el viernes pasado, hasta el 21 de este mes. Funciones: viernes y domingos, a las 20; sábados, a las 21, en el Teatro El Cubo, Zelaya 3053. Desde 50 pesos (2x1 con CLUB LA NACION)