Los colores del molusco - Goodreads

10 sept. 2014 - en los géneros de la ciencia ficción, la fantasía y el terror. Son textos breves: el más corto consta de poco más de ciento cincuenta palabras ...
568KB Größe 9 Downloads 155 vistas
Los colores del molusco Pequeña colección de sueños y pesadillas Andrés Diplotti

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported License

Índice general ¿Qué es esto? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1

El muñeco de la repisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

2

Una comadreja muerta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

3

¿Esto es todo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

5

Sobre la portada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

6

¿Qué es esto? ¡Hola! Soy Andrés, el de la portada. Muchas gracias por abrir este libro y haber llegado al menos hasta aquí. Confío en que no le falten a usted ganas de seguir adelante. ¿Qué es esto? Las respuestas son varias: • Mi primer intento de ebook. • Un lugar más conveniente que el disco de mi PC para guardar cosas que escribo. • Una muestra de oídos sordos a todo consejo sensato sobre autopublicación. • Un intento descarado de ganar dinero/llamar la atención/hacerme admirar. • Etc. Todas esas posibilidades son igualmente válidas. Pero, desde un punto de vista más descriptivo, Los colores del molusco es una colección de diez cuentos escritos entre 2012 y 2014¹, todos englobados en los géneros de la ciencia ficción, la fantasía y el terror. Son textos breves: el más corto consta de poco más de ciento cincuenta palabras, y el más extenso no alcanza las dos mil. Visto el escueto número de páginas, este volumen tendrá al menos, si le faltan otras virtudes, la de no quitarle demasiado tiempo. Pero me permito esperar que, al llegar a la última página, se le haya hecho corto. Andrés Diplotti, septiembre de 2014 ¹Con excepción de “Desactualizado”, que es de 2006 y está aquí para hacer bulto.

El muñeco de la repisa Quizás fue por un encantamiento murmurado, por la instalación de un espíritu errante o por el influjo mágico de una estrella; lo cierto es que el muñeco de la repisa cobró vida. Su primer impulso fue moverse, caminar, recorrer el mundo. Sus empeños no dieron fruto. Para moverse hacen falta músculos, huesos, articulaciones. Hubo de resignarse, pues, a la pequeña porción de universo que pudiera contemplar desde la repisa. Pero ni siquiera este magro consuelo sería suyo. Sus ojos eran vidrio pintado, incapaz de percepción. Lo habría invadido el pánico ante la perspectiva de esta existencia vegetal; pero le faltaban glándulas suprarrenales que segregaran adrenalina y un torrente sanguíneo en que verterla. Privado de sensación y movimiento, no le quedaba sino consagrarse al intelecto puro. Pero, ¿qué ideas podía concebir sin un cerebro que rellenara su cabeza de porcelana? De inmediato comprendió la terrible verdad. En el mundo real, lejos de los cuentos, los muñecos cobran vida en vano.

Una comadreja muerta En Argentina no hay comadrejas. Sin embargo, se le da ese nombre a otro animal que tiene la misma costumbre de asolar gallineros: la zarigüeya. Así, pues, la comadreja overa no es un mustélido, sino un marsupial, pariente más cercano de los canguros de Australia que de las comadrejas verdaderas del hemisferio norte. Pero se la llame comadreja, zarigüeya o de cualquier otro modo, es bien conocida su habilidad para fingirse muerta. Ante el peligro queda catatónica en el suelo, los ojos vidriosos, la lengua colgando laxa de las mandíbulas abiertas, y del cuerpo se le desprende un olor nauseabundo. Lo que muchos no saben es que la comadreja es tan buena haciéndose la muerta que a veces se muere de verdad y no se da cuenta. No pasa muy seguido, pero pasa. Y así va la comadreja cadavérica por la noche pampeana, continuando póstumamente su tarea de robar huevos y gallinas. Pero lo hace con una voracidad aumentada, insaciable, porque lo que confunde con hambre son sus tripas que empiezan a secarse y a hincharse por la descomposición. Loca de dolor, ataca presas cada vez más grandes que, por supuesto, no pueden defenderse, porque no hay bicho que muera dos veces. Termina tirada en medio del campo, incapaz de moverse por todo lo que ha comido. Tampoco ella puede defenderse cuando los caranchos le abren el cuero y empiezan a arrancarle pedazos. Se cuenta por los pagos de Consagración de la Cruz la historia de un puestero que un día encontró una comadreja, la mató de un palazo y la tiró entre unos matorrales. Esa noche, su mujer lo despertó de madrugada y le dijo: —Hay algo en el gallinero.

Una comadreja muerta

4

Quizás el hombre se acordó de la comadreja de la tarde cuando agarró la escopeta y abrió la puerta. Las aves estaban más alborotadas que nunca. Y, por encima de los cacareos histéricos, se oían unos alaridos que helaban la sangre. —No salgas —quiso pararlo ella, asustada, pero él salió igual. Desde la casa se oyeron dos disparos. El escándalo fue amainando de a poco y murió un rato antes del amanecer. Del puestero no se supo nada más. Los paisanos de Consagración de la Cruz conocen la historia. Algunos juran haber visto con sus propios ojos una alpargata manchada de barro y sangre que, según comentan, la viuda encontró al día siguiente en el corral arrasado. Otros opinan que el viejo era un calavera que se fugó con una moza más joven. Pero todos, cuando encuentran una comadreja overa que parece muerta, le cortan la cabeza y las patas, la entierran y se santiguan gravemente sobre la sepultura. Por las dudas.

¿Esto es todo? ¡No! Esto no es más que una pequeña muestra. El libro entero contiene un total de diez cuentos, algunos más extensos que los que acaba de leer. Si esta pequeña selección ha logrado interesarlo, a partir del 10 de septiembre de 2014 puede usted obtener Los colores del molusco en Leanpub: http://leanpub.com/loscoloresdelmolusco. El precio recomendado es de 1,50 USD, pero usted puede elegir cuánto pagar, a partir de un mínimo de 0,99 USD. O, si lo prefiere, puede descargarlo gratuitamente para evaluarlo antes de decir cuánto vale. Aun en el caso de que lo compre y luego halle que no es de su agrado, puede solicitar un reembolso. Ya ve, pues, que no tiene nada que perder. Salvo, quizás, tiempo. ¿Y qué mejor manera de perder tiempo que leer un libro?

Sobre la portada La colorida y vibrante imagen que ilustra la portada de este ebook se titula After The Bing Bang y fue creada por el usuario de deviantART FracFx.

FracFx ha tenido la amabilidad de liberar su obra bajo una licencia Creative Commons². Puede disfrutar más de su trabajo con fractales si visita su perfil de deviantART³.

²http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/ ³http://fracfx.deviantart.com/