Ciencia/Salud
Lunes 13 de octubre de 2008
LA NACION/Página 13
Pastillas
En la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, de Tucumán
Logran un biofertilizante de bajo costo Reduce el precio de tratar una hectárea de caña de azúcar de 180 a 110 dólares y es ecológico Por Daniel Arias Para LA NACION Un estudio de campo hecho en Tucumán por la Sección Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) muestra que con un biofertilizante de origen cordobés, pero modificado para adaptarlo a este cultivo, se baja el costo de tratar una hectárea de caña de 180 dólares a 110. El asunto se logra con un mix que combina mitad de urea (el fertilizante habitual de origen petroquímico) y mitad del “biotucumano”. El cóctel de insumos del “biotucumano” es secreto y está patentado, pero el ingeniero agrónomo Jorge Scandaliaris, autor del desarrollo, deja entrever que tiene macronutrientes, como el nitrógeno en su forma más biodisponible para las raíces (nitratos), fósforo, potasio, silicio, calcio y azufre, y micronutrientes, como boro, cobalto, magnesio y hierro. Sin embargo, el componente crítico es una mezcla de microorganismos: bacterias anaeróbicas y aeróbicas, además de hongos y otros seres mesófilos, que garantizan un “suelo activo”. Y las cañas, parece, felices. Si la respuesta máxima de crecimiento con un 100% de urea es del 29%, con una mitad de urea y otra de “biotucumano” la cifra sigue clavada ahí, pero el costo de fertilización por hectárea cae casi a la mitad. Como consecuencia, la industria azucarera del NOA se dispone a empezar la próxima siembra de caña usando “biotucumano” en por lo menos un 20% del área bajo cultivo, y podría ser el 30% también. Un experimento de
GENTILEZA ESTACION OBISPO COLOMBRES
A la izquierda, un técnico de la Estación Colombres con urea; a la derecha, Scandaliaris con el “biotucumano”
campo está volviéndose una tecnología de uso masivo de un año para otro, y sin que haya habido mucha discusión académica. Tampoco a Henry Ford le pidieron publicar en Science sobre su modelo T: simplemente era más barato y se lo compraron.
El comienzo del adiós Preguntas inevitables: y ¿se podrá sustituir aún más urea? ¿u olvidarse de que existe? En realidad, empieza a no existir, porque se lo fabrica a partir de gas y eso es algo que en la Argentina falta desde hace años. Por eso, con su inmensa agroindustria, el país importa urea en cantidades astronómicas: se compran barcos enteros, con
Juan Martín Maldacena, en Exactas
MARCELO GOMEZ
Maldacena, durante su conferencia frente a un auditorio repleto
Física para multitudes El auditorio estaba repleto. Los asistentes colmaban los pasillos y se amontonaban de pie tras la última fila de butacas. Lo singular del caso es que no era un ídolo juvenil el que despertaba semejante entusiasmo, sino uno de los científicos más destacados del momento, el físico argentino Juan Martín Maldacena, que la semana última dio una conferencia para todo público en el Pabellón I de la Ciudad Universitaria ante unas ochocientas personas. La audiencia siguió con gran interés la presentación de Maldacena sobre “La simetría y simplicidad de las leyes fundamentales de la naturale-
za”. El científico –reciente ganador de la medalla Dirac (junto con Joe Polchinski y Cumrun Vafa), uno de los premios más prestigiosos en su disciplina que todos los años entrega el Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam– no eludió las complejidades de la física actual y hasta se permitió toques de humor, como cuando es algunas veces “la bella” y otras, “la bestia”, o cuando tradujo el nombre del supercolisionador recientemente inaugurado en Suiza, el Large Hadron Collider, como “Gran Colisionador de Partículas Gordas”, haciendo referencia al significado original de la palabra griega hadros (fuerte, grande).
25.000 toneladas de carga, y a costos insostenibles. Durante los últimos 30 años, el costo por tonelada de la urea osciló entre un piso de 160 y un techo de 300 dólares, pero este año se disparó a 900 dólares la tonelada. En este contexto, la investigación de “la Colombres”, la más antigua institución de ciencia aplicada del país (este año cumple un siglo) está mitigando bastantes taquicardias y úlceras en la industria azucarera. Los experimentos con el “biotucumano” muestran que permite bajar un 50% el consumo de urea sin que la caña se entere. Los investigadores van a sustituir urea en cantidades aún mayores, e incluso suprimirla y ver qué
pasa. Todo esto se está testeando en experimentos en curso. El “biotucumano” en realidad nació en Córdoba (el Nutribacter de la firma Cegan) y se pensó para otros cultivos, pero Scandaliaris, probablemente el mayor experto sudamericano en caña de azúcar, lo modificó para especializarlo en caña azucarera y en ambientes tucumanos. Y lo cierto es que Tucumán parece estar haciendo punta en ese largo adiós a la agricultura petrolera que dominó el mundo desde la “revolución verde” de los años 60. “Lo que proponemos con modestia –dice el director de la Colombres, el doctor Daniel Ploper– es que al menos el campo tucumano funcione más
con «carbono verde» [de origen biológico] que con «carbono negro» [de origen hidrocarburífero].” Durante el medio siglo que pasó, la tarea de Scandaliaris y sus colegas pasó por confeccionar meticulosas tablas de rinde, para ver cuánta urea necesitaba cada uno de los muchos tipos de suelos que componen el área cultivable de la provincia. Pero fue hace muy poco que se pensó en algo tan audaz como reemplazar urea por algo más biológico. La caña de azúcar es una máquina de chupar nutrientes del suelo y transformarlos en sacarosa, y es cualquier cosa menos ahorrativa: cada hectárea implantada requiere de unos 200 kilos de urea para garantizar un crecimiento aceptable. De modo que la urea se transformó en una máquina de absorber ganancias. El “biotucumano” tiene muchas ventajas: en lugar de importarse o de contribuir a la depleción total de yacimientos de gas ya despresurizados, se fabrica generando trabajo local, en buena parte con los desperdicios habituales de la agroindustria argentina. Entre ellos, las cachazas y vinazas, que van a parar sin tratamiento a ríos y otros cuerpos de agua, asfixiándolos por hiperfertilización y colmatándolos por eutroficación. La industria azucarera adopta urgida esta tecnología porque todo lo que viene de hidrocarburos se le está volviendo impagable. Otros productores agrícolas argentinos vigilan las novedades que vienen de la Colombres con una mezcla de extrañeza y curiosidad. Fue un experimento de resultados espectaculares. Y eso está poniendo a trabajar los cerebros agronómicos de toda la Argentina.
ESTACION ESPACIAL
Partió el sexto turista a bordo de la Soyuz ■ BAIKONUR, Kazakhstán (AP).– El multimillonario estadounidense Richard Garriott, que diseña juegos de computadora, partió ayer hacia el espacio junto con otros dos tripulantes de la Soyuz TMA-13, que transporta secuencias digitalizadas del ADN de algunos de los cerebros más famosos del mundo. Garriott, de 47 años, es hijo del astronauta Owen Garriott y oriundo de Texas; es el sexto turista espacial del mundo y pasará 10 días en la Estación Espacial Internacional (EEI) haciendo experimentos. Está previsto que la Soyuz se acople mañana a la EEI. NATURE
Los testículos, ¿fuente de células madre? ■ Un equipo de investigadores de Alemania y el Reino Unido sugiere que los testículos podrían ser una fuente más de células madre con características similares a las de esas células totipotenciales embrionarias. Los autores del estudio, publicado en Nature, utilizaron 22 muestras de tejido testicular obtenidas durante biopsias y castraciones clínicas. Los investigadores extrajeron un tipo de células llamadas “precursoras de espermatozoides”. Según explicaron a la BBC, las manipularon genéticamente hasta transformarlas en células capaces de producir cualquier tipo celular del organismo. “La respuesta a cómo se pueden usar esas células pluripotenciales de origen testicular demorará más tiempo”, dijo Robin LovellBadge, del Instituto Nacional de Investigaciones Clínicas del Reino Unido.