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Tuya por siempre,. Marie. P.D. Felicitaciones por ganar la lotería del estado. Dudo que esa joven amara a Jimmy de verdad. Todos anhelamos el amor genuino,.
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Serie de sermones: Bienvenido a casa Para usarse con: Sesión cuatro, Ama deliberadamente Posibles títulos para el sermón: Dios ama primero, El amor que quieres Pasaje bíblico: 1 Juan 4:7-21

Conexión con el tema de la unidad: Para complementar el estudio de grupo pequeño Ama deliberadamente, estos bosquejos de sermones usan un pasaje bíblico diferente al del estudio de grupos pequeños para que el pastor pueda reforzar la idea central desde el púlpito. Una cosa es amar a personas que te aman, otra es amar a los que no conocemos. Dios va un paso más lejos, Él ama a Sus enemigos. Al hacerlo, transforma nuestros corazones y nos llama a responder a Su amor modelándolo en nuestras relaciones con otros. Introducción: Un hombre joven tenía el corazón roto porque su prometida había cancelado la boda. Él la amaba profundamente y estaba perplejo de que lo dejara en el altar. Ella dejó una nota y el pobre hombre joven, Jimmy, pensó que nunca volvería a oír de ella. Un par de años después de su rompimiento, Jimmy se sorprendió al encontrar esta nota: Queridísimo Jimmy, No hay palabras que puedan expresar la gran tristeza que he sentido desde que rompí nuestro compromiso. Por favor, di que me recibirás de nuevo. Nadie podría tomar tu lugar en mi corazón, por favor perdóname. ¡Te amo, te amo, te amo! Tuya por siempre, Marie P.D. Felicitaciones por ganar la lotería del estado Dudo que esa joven amara a Jimmy de verdad. Todos anhelamos el amor genuino, pero con frecuencia terminamos con algo similar a lo que recibió el pobre Jimmy. El amor humano que fluye de un corazón caído y pecaminoso no nos va a llenar. Gracias a Dios, Su amor es diferente. Su amor por nosotros crea un amor distinto en nosotros. 1 Juan 4:7-21 nos muestra el amor de Dios y el amor que hemos de tener por otros. 1. El amor de Dios es amor ágape Se ha dicho mucho sobre las diferentes palabras griegas para amor. Algunos dicen que phileo es un amor carnal o humano, mientras que ágape es el amor de Dios. Esa distinción no es útil. Hay pasajes en el evangelio de Juan donde se dice que Dios tiene amor phileo. Estas palabras solo enfatizan un componente diferente del amor. Phileo está más relacionado con afectos tiernos. Podríamos decir que phileo es un tipo de amor del corazón o espontáneo; un amor afectuoso. Es un amor mutuo en el que dos personas se quieren. Ágape, por el otro lado, parece ser fuerte. El amor ágape parece ser la decisión de amar aún cuando la persona que se decide amar es difícil de amar. El amor ágape se nos modela en la historia de Oseas y su esposa infiel. La

marca del amor ágape es negarse a no amar. Este es el tipo de amor del que se habla aquí en 1 Juan. El amor de Dios por nosotros no se basa solo en afectos de cariño hacia nosotros. Es un amor que ha decidido amar. El argumento en 1 Juan es que nuestro amor por otros tiene que ser igual. Si verdaderamente hemos nacido de Dios, entonces nuestro amor por otros será el mismo que Su amor por nosotros: amar sacrificialmente a otros aun cuando no lo merecen. 2. El amor de Dios es expiatorio Si tienes hambre y to tengo los medios para ayudarte, ¿podrías decir que te amo si yo me negara a proveerte? Yo se que la pobreza es compleja, pero a la ilustración de Jacobo en Santiago 2 no le conciernen las complejidades de la pobreza. Solo le concierne el amor. Si alguien te ama de verdad, no solo lo dice, sino que actúa de manera que te haga el mayor bien posible. Entonces, ¿cómo sabes que Dios te ama? Sabemos que Él nos ama porque envió a Su Hijo por nosotros. Esto es lo que 1 Juan 4:10 proclama. Nuestro mayor problema era el pecado y la separación de un Dios santo. Dios conquistó nuestro mayor problema a través del sacrificio de Su Hijo. Él sacrificó Su más grande tesoro para redimir a la humanidad pecadora. Esto es lo que significa que Él hizo expiación por nosotros. Él satisfizo las demandas que nuestro pecado requería de nosotros. No podemos expiar a otros. El sufrimiento y la obra de Cristo son únicos. Sin embargo, estamos llamados a modelar vidas de amor sacrificial. Estamos llamados a tener más que un amor reaccionario. Tenemos que buscar maneras de ayudar a otros a encontrar su mayor gozo en Cristo, sin importar lo que nos cueste. 3. El amor de Dios es autónomo En la versión de Rodgers y Hammerstein, Cenicienta le canta al príncipe: «¿Me amas porque soy hermosa o soy hermosa porque me amas?». Las Escrituras responden esa pregunta para nosotros, con respecto al amor de Dios por nosotros. Su amor por nosotros no está basado en nuestra belleza sino en Su gran amor. Dios nos ama libremente. Él nos amó antes de que lo amáramos a Él. Esta es una gran noticia porque significa que nuestros esfuerzos no fueron los que hicieron que Dios nos amara, ni pueden hacer que Dios nos deje de amar. Nuestro amor debe ser similar. Se decía de John Newton que amaba a otros a primera vista. Esto refleja el amor iniciador de Dios por nosotros. Conclusión: Juan dice en este pasaje que nadie ha visto a Dios jamás. Dios es invisible. No puedes ver a Dios. Puedes ver los efectos de Dios, pero no puedes ver a Dios en toda Su gloria. Sin embargo, hay dos maneras en que podemos ver a Dios. Primero, en Juan 1:18 vemos que Jesús lo ha dado a conocer. Pero aquí, en 1 Juan vemos la otra manera en que la gente puede ver a Dios: a través de nuestro amor unos por otros. Dios nos ha dado Su amor. Ahora estamos llamados a reflejar ese amor hacia otros. Mike Leake es el esposo de Nikki y el padre de Isaiah y Hannah. También es el pastor líder en FBC Marionville, MO. Su hogar para escribir es http://mikeleake.net

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