Basuras marinas
la solución en tu mano
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Los océanos, que constituyen los dos tercios del planeta, se están convirtiendo en un gran basurero. Dar la vuelta a esta situación depende de todos nosotros.
La vida en el planeta gira alrededor de los océanos. Constituyen el alimento para más de 3.500 millones de personas; de ellos dependen millones de trabajadores y desde sus aguas se generan grandes cantidades de dinero que mueven la economía mundial. Y no solo eso. “El océano es esencial para la vida. El oxígeno y los ciclos climáticos del planeta dependen de él”, afirmó, en 2016, el exsecretario de Estado norteamericano John Kerry en su intervención en la III Conferencia Internacional Our Ocean (OOC), celebrada en Washington. Sin embargo, y a pesar de su importancia, los mares se enfrentan a un grave problema: la basura en sus aguas. Los datos son estremecedores: cada año, diez millones de toneladas de basuras acaban en los océanos. Estos residuos proceden de diferentes fuentes: arrastre de aguas sin depurar, tormentas, aguas fluviales, restos de desperdicios en la orilla, artes de pesca abandonadas… Según señala el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA), el 70% de estos desechos acaban en el fondo marino, el 15% se mantiene en la columna de agua y el resto termina en la playas. De los residuos flotantes, casi el 90% son
Marine waste: the solution is in your hands The oceans, which cover two-thirds of the planet, are becoming a big dumping ground. And it’s up to us to turn this situation around.
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Texto: Carmen Otto
Life on the planet revolves around the oceans. They provide food for more than 3.5 billion people; millions of workers depend on them; and their waters facilitate the generation of huge amounts of money that move the global economy. And not only that. “The ocean is essential for life. The oxygen and weather cycles of the planet depend on the ocean,” said John Kerry, former U.S. Secretary of State, in his 2016 speech at the International Our Ocean Conference, held in Washington D.C. Nonetheless, and in spite of their importance, the oceans are facing a serious problem: the trash in their waters. The data is shocking. Every year, ten million tonnes of trash end up in oceans. This waste comes from different sources: sewage dumping, storms, river waters, littering on the shore, abandoned fishing nets, and more. According to the United Nations Environment Programme (UNEP), 70% of this waste ends up on the ocean floor, 15% remains in the water column and the rest washes up on the beaches. Almost 90% of the floating debris is plastic, which can travel
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plásticos, que pueden recorrer miles de kilómetros durante años impulsados por los vientos y las corrientes, y son consumidos por las especies marinas. De no revertir esta situación, se está poniendo en peligro la existencia de animales como las tortugas. Ante este panorama, urge pasar a la acción. Desde el Papa Francisco a los líderes del G-8, todos reconocen que nos enfrentamos a un reto global que hay que combatir actuando sobre las fuentes y lugares de acumulación, así como a través de la educación, la investigación y la divulgación. “Cada vez hay más iniciativas, porque todos somos parte del problema y tenemos que formar parte de la solución. Además de hacer limpiezas de playas y fondos, es preciso saber qué, dónde y cómo se encuentran esos residuos para tomar medidas eficaces”, señala Pilar Zorzo, presidenta de la Asociación Española de Basuras Marinas. Ella es una de las promotoras de la Plataforma Marnoba, un proyecto que nació en 2012 y que ha establecido un protocolo estandarizado para la recogida de datos sobre los desechos en nuestras costas. Gracias a las nuevas tecnologías, los responsables de Marnoba han creado una aplicación móvil con la que todos podemos colaborar en esa toma de datos. A modo de cuaderno de campo, con la app Marnoba –de libre descarga y disponible para los sistemas iOS y Android–, cualquier persona puede anotar los residuos que encuentra en la playa. “Encontramos una media de 280 objetos cada 100 metros de playa. Colillas, bolsas de plástico, envases de bebida, baston-
thousands of kilometres, for years, driven by winds and currents, and is consumed by marine species. By not dealing with this situation, we are putting the existence of animals like turtles in danger. This outlook calls for urgent action. From Pope Francis to the leaders of the G8, everyone recognises that we are facing a global challenge that has to be fought by addressing the sources and places of accumulation, and by promoting education, research and outreach. “There are more and more initiatives, because we are all part of the problem and we have to be part of the solution. In addition to cleaning up beaches and sea floors, it is important to know what, where and how that waste is found in order to make effective measurements,” explains Pilar Zorzo, President of the Asociación Española de Basuras Marinas [Spanish Marine Litter Association]. She is one of the promoters of the Plataforma Marnoba [Marnoba Project], which began in 2012 and has established a standardised protocol for collecting data about waste on Spanish coasts. Thanks to new technologies, the leaders of Marnoba were able to create a mobile application that we can all use to contribute to data collection efforts. Like with a field journal, with the Marnoba app –which can be downloaded for free and is available for iOS and Android systems– anyone can record the waste they find on the beach. “We find an average of 280 objects in every 100 metres of beach. Cigarette
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Sobre estas líneas, a la derecha, un ave lleva en el pico un envase. A la izquierda, una bañista en un agua con restos de actividad humana. En la página siguiente, imágenes de la Gran Limpieza Nacional de Fondos Marinos, realizada en octubre por Oceánidas, en la que Trasmediterranea participó activamente. Above, right: A bird carries a container in its beak. Left: A swimmer in the water with waste from human activity. Next page: Images from the Great National Clean Up of Marine Floors, held in October by Oceánidas and in which Trasmediterranea was an active participant.
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Recoger la basura de la costa y reciclarla supone la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo LOS VIGILANTES MARINOS
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THE MARINE GUARDS
La Red de Vigilantes Marinos es un proyecto de ciencia ciudadana puesto en marcha por la ONG Oceánidas. “Tratamos de involucrar a los buceadores en acciones de conservación, concienciación y apoyo a la investigación de nuestro medio marino”, explica Antonio Márquez, presidente de esta organización que, en la actualidad, cuenta con más de 700 voluntarios registrados. Entre las muchas iniciativas que llevan a cabo, destacan “la Gran Limpieza Nacional de Fondos Marinos, que se realiza en octubre de cada año y que tiene lugar en más de 20 puntos del litoral español, y el Clean Up Europe, en mayo, donde nos unimos a las acciones de limpieza que se realizan en toda Europa”. Estas limpiezas no solo sirven para retirar esas basuras de los fondos. Con ellas se obtienen datos que utilizan las administraciones públicas en sus estudios de causas, origen de residuos y formas de paliar este problema.
The Red de Vigilantes Marinos [Network of Marine Guards] is a citizen science project headed by the NGO Oceánidas. “We try to involve divers in efforts to conserve our marine environment, raise awareness about it, and support research into it,” explains Antonio Márquez, President of this organisation, which currently has more than 700 registered volunteers. Among the many initiatives they are leading are “the Great National Clean Up of Marine Floors, which is held every year in October in more than 20 spots along the Spanish coast, and Clean Up Europe, in May, when we participate in clean-up efforts taking place throughout Europe.” These clean-ups are not only good for picking up trash from marine floors, they also help gather data that is used by public administrations in their exploration of the causes and origin of waste and how to address this problem.
Fotos: Oceánidas
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LAS TELAS QUE VIENEN DEL MAR
cillos… Lo que más recogemos son objetos de un solo uso, que reflejan los patrones de consumo y comportamiento de la sociedad”, asegura Pilar Zorzo. Particulares, investigadores, empresas e instituciones son los promotores de acciones para conseguir el fomento de la economía circular y el residuo cero. En este sentido, destaca el acuerdo suscrito por la Fundación Biodiversidad y Ecoembes, destinado a fomentar el surgimiento y consolidación de empresas en el ámbito del ecodiseño y el reciclaje, y con el que se han llevado a cabo investigaciones para reducir el impacto ambiental de envases plásticos. Recoger la basura de nuestras costas y reciclarla es una acción tan beneficiosa para el medio ambiente como para la economía, puesto que supone la creación de puestos de trabajo y nuevas líneas de negocio. Un ejemplo es Ecoalf, empresa española de moda y complementos elaborados a partir de materiales reciclados. En estos momentos están desarrollando su proyecto más ambicioso: Upcycling The Oceans, “una iniciativa a nivel mundial que ayudará a limpiar los océanos de basura gracias al apoyo de los pescadores”, explica Javier Goyeneche, fundador de la marca. En poco más de un año de vida del proyecto, han rescatado 59 toneladas de basuras de las costas del Mediterráneo. “Para el año próximo esperamos recuperar más de 190 toneladas”. De esos residuos, y tras una importante inversión en I+D, el plástico PET sirve para lograr “filamentos 100% reciclados de máxima calidad” con los que Ecoalf elabora sus prendas de vestir.
En 2012, Javier Goyeneche volvía al mundo de la moda con la sostenibilidad por bandera. “Pensamos que el reciclaje podría ser una solución si éramos capaces de crear una nueva generación de productos reciclados con la misma calidad y propiedades técnicas que los mejores productos no reciclados”. Tras aprovechar los residuos terrestres, ahora miran al mar. “El residuo marino tiene una calidad desigual por la exposición al sol, la sal y al agua. Por eso, la inversión en I+D es determinante para obtener nuevas materias primas de máxima calidad”. En la etiqueta de sus productos se incluye la cantidad de residuos con la que se ha elaborado. Para hacer unas zapatillas se necesitan cuatro botellas de plástico; cinco para una mochila o 30 para un abrigo. In 2012, Javier Goyeneche returned to the fashion world flying the flag of sustainability. “We think recycling could be a solution if we could create the next generation of recycled products with the same quality and technical features of the best non-recycled products.” After using land waste, his company is now looking to the sea. “Marine waste has an uneven quality given its exposure to the sun, the salt and the water. That’s why investment in R&D is key if we want to produce new topquality raw materials.” The brand’s labels include the amount of waste that went into the product. Four plastic bottles go into a pair of trainers; 5 go into a backpack; 30 go into a coat.
no está todo perdido Hace 10 años, las Naciones Unidas dieron la voz de alarma ante la contaminación de los océanos y sus consecuencias para el ser humano. Hoy se vislumbran rayos de esperanza, porque no todo está perdido. “Hemos metido la basura debajo de la gran alfombra que es el mar y es necesario concienciar a la sociedad de la importancia del problema”, manifiesta Antonio Márquez, presidente de la ONG Oceánidas. “La población mundial ha crecido y la industria también. Hay que actuar con rapidez, para detener –o al menos llevar a mínimos– el impacto ambiental en nuestros océanos”. “Gracias a que es un problema macroscópico, somos más conscientes de la basura que hay en nuestros mares”, declara Pilar Zorzo, partidaria de educar a la población para no abandonar los residuos y separarlos adecuadamente. “La buena noticia es que las administraciones públicas están poniendo en marcha programas de medidas para reducir las basuras marinas”. “Es un problema alarmante al que no podemos dar la espalda”, expone Javier Goyeneche, que trabaja para trasladar el proyecto Upcycling The Oceans a toda la costa española. “Hay esperanza para el mar, pero todavía queda mucho por hacer”. ■
Fotos: ecoalf
Los pescadores recogen plásticos que luego se transforman en tejidos. Fishermen collecting plastics that they will later turn into fabrics.
THE FABRICS THAT COME FROM THE SEA
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ALL IS NOT LOST Ten years ago, the United Nations raised the alarm about the pollution of the oceans and its consequences for human beings. Today, there are glimpses of hope, because all is not lost. “We’ve swept trash under the big rug that is the ocean and we need to raise society’s awareness about the importance of the problem,” says Antonio Márquez, President of the NGO Oceánidas. “The global population has grown and so has industry. We have to act quickly to stop –or at least minimise– the environmental impact on our oceans.” “Since it’s a macroscopic problem, we’re more aware of the trash there is in our seas,” says Pilar Zorzo, who is in favour of educating the public to not litter and to sort trash properly. “The good news is that public administrations are launching programmes with measures to reduce marine waste.” “It’s an alarming problem we can’t turn our backs on,” insists Javier Goyeneche, who is working to expand the Upcycling The Oceans project to the entire Spanish coast. “There’s hope for the sea, but there’s still a lot to do.” ■
trasmediterranea y el medio ambiente
trasmediterranea and the environment El mar es su medio de trabajo y Trasmediterranea está especialmente comprometida para que todas sus operaciones tengan un impacto mínimo sobre la vida marina. Sus buques y estaciones marítimas están certificados de acuerdo con distintas normas internacionales, lo que permite la eficiencia y excelencia en la gestión para contribuir a la sostenibilidad. Periódicamente, la compañía pone en marcha campañas de sensibilización en esa labor de respeto al medio ambiente. Además, Trasmediterranea es pionera en la firma de Convenios de Buenas Prácticas Ambientales con Autoridades Portuarias; tiene un firme compromiso con la reducción de consumo de papel en sus oficinas y la puesta en marcha de sistemas de ahorro de agua y electricidad, y cuida los recursos mediante una política de compras responsable y con el objetivo de reducir la generación de residuos. The sea is its workplace and Trasmediterranea is especially committed to ensuring that all its operations have a minimum impact on marine life. Its ships and marine stations are certified under different international standards, which promote excellent and efficient management that contributes to sustainability. And the company periodically leads public awareness campaigns as part of its efforts to promote respect for the environment. Trasmediterranea is also a pioneer in signing the Best Environmental Practices Conventions with Port Authorities; it is firmly committed to reducing paper consumption at its offices, implementing water and electricity saving systems, and conserving resources through a responsible purchasing policy, all with the goal of reducing waste.
Prototipo ‘Ocean Clean Up North Sea’, del ambientalista holandés Boyan Slat, para retirar los plásticos de los mares. The Ocean Clean Up North Sea Prototype, developed by Dutch environmentalist Boyan Slat to remove plastics from the sea.
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butts, plastic bags, drink containers, cotton swabs... What we pick up the most are single-use objects, which reflect the consumption and behaviour patterns in our society,” Pilar Zorzo adds. I n d i v i d u a l s , r e s e a rc h e r s , c o m p a n i e s a n d institutions are promoting actions to strengthen the circular, zero-waste economy. One example is the cooperation agreement signed by the Fundación Biodiversidad [Biodiversity Foundation] and Ecoembes, which is designed to promote the creation and consolidation of companies in the area of ecodesign and recycling, and through which they have done research to reduce the environmental impact of plastic containers. Picking up and recycling trash along the coast is just as beneficial for the economy as it is for the environment, since it involves the creation of jobs and new lines of business. Take Ecoalf, for example. This Spanish company makes clothing and accessories out of recycled materials. And at this moment, they are working on their most ambitious project yet: Upcycling The Oceans, “a global initiative that will contribute to ocean cleanup with the help of fishermen,” explains Javier Goyeneche, the founder of the brand. Since the project began, just over a year ago, the company has picked up 59 tonnes of trash from the coast of the Mediterranean. “Next year, we hope to pick up 190 tonnes.” From that trash, and thanks to a significant investment in R&D, the PET plastic is spun into the “100%-recyclable high-quality threads” that Ecoalf uses to make its clothing.
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