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espectáculos
| Domingo 27 De abril De 2014
Santiago del Moro, frontman de Intratables y anfitrión sagaz de la clase política
patricio pidal/afv
La política lucha en el barro fenómeno. En ciclos como Intratables y Animales sueltos, la clase política busca
grandes audiencias y debate la actualidad entre gritos, chicanas y lugares comunes Viene de tapa
Tras ese episodio anómalo, podríamos preguntarnos si realmente hubiese sido posible en otro contexto. En la televisión argentina de hoy, la política ha vuelto a asumir como propia la narrativa del espectáculo. Sucedió tempranamente en el regreso a la democracia, en ciclos como a la cama con Moria o Peor es nada. Sucede de nuevo ahora. Pino Solanas –al igual que muchos otros; la lista es larga– se sumó esta vez al show: fue a intratables con su mujer, la brasileña Ángela correa,
–quien se anticipó a su pareja en la respuesta sobre una posible alianza del flamante Frente amplio-UnEn con Mauricio Macri: “Terminantemente no”, dijo, con el tono amenazante de una ama de casa celosa–, rogó que lo dejen terminar una frase –lo interrumpieron, incluso, para decirle “Pino, mirá el plano que te tiramos”, en alusión a la pericia de un camarógrafo que se animó a un contrapicado– y le pidió a un panelista que largara el fernet, mientras desfilaban en la pantalla zócalos con titulares como “Política al palo
y caliente” o “Guerra política hacia 2015”. De vez en cuando, se escuchaba el audio del “amor, amor, amor” que D’Elía había vociferado cual pastor electrónico el día de su brote. También en américa, alejandro Fantino mezcla en Animales sueltos su menú de chicas en minifalda, personajes bizarros y chistes machistas con un súbito interés por la actualidad nacional, que había despuntado no hace tanto con sus comentados mano a mano, esas entrevistas en las que el relator de fútbol se convierte en interlocutor serio, reconcentra-
do, atento y un poco sobón, siempre a punto de apoyarle la mano en el hombro al invitado. Fantino tiene una faceta pícara para interrogar a luli Salazar y otra solemne, con pretensión de profundidad, para charlar con analistas políticos o con hombres como Sergio Massa o Daniel Scioli, los primeros en acudir al ciclo aunque no los únicos de su especie. “no hay programas políticos en la televisión de aire, salvo raras excepciones, como el de Jorge lanata, que tampoco tiene un formato
Entre la formalidad y el gran espectáculo escenario Pablo Sirvén la nacion
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a TV, en distintas épocas frente a los políticos, ha fluctuado entre la formalidad aburrida (léase mesa redonda, fondo negro y helecho; con preguntadores circunspectos) o formatos más relajados: de El público quiere saber, donde Pinky y lucho avilés interrogaban a un político ubicado en medio de un panel redondo que lo rodeaba, a la presencia de políticos en distintas temporadas de ShowMatch. los políticos están descubriendo que los formatos apolíticos les resultan más sencillos porque las preguntas son más generalistas e incluyen consultas más blandas y anecdóticas. De ahí que se sientan más cómodos en el living de Mariana de casa o en los programas de Mirtha legrand. Por otra parte, ellos saben que de esa manera se exponen a un rating mayor que el que tendrían en un programa político y llegan a una audiencia más popular. no nos olvidemos de que desde los años 80, con La noticia rebelde, y principalmente con CQC desde mediados de los 90, los políticos vienen adaptándose con mucha versatilidad a las exigencias de show de la TV. Hay que ver lo de alejandro Fantino e Intratables en el marco de una acción iniciada en Intrusos esporádicamente con figuras de la política y que ahora américa explora con más frecuencia y profundidad. la presidenta cristina Fernández de Kirchner también marcó el camino, al pedir que Jorge Rial la entrevistase en su efímero programa.ß
tradicional”, dice María o’Donnell, periodista que conduce su propio ciclo en Radio continental. “Para los políticos es una tentación enorme, porque hay más audiencia que en el cable y llega a un público diferente al que ve los programas específicos de la televisión paga. Éstos son ciclos en los que pueden mostrar alguna cara que les interesa más, son formatos en los que se supone que los van a incomodar menos. En mi caso, hubo programas en los que se podía hacer una entrevista grupal a un político con cierta tranquilidad, pero también hubo momentos de gritos y peleas entre varios invitados donde no me encontraba cómoda. Muchas veces, ni siquiera se entiende lo que se está discutiendo, porque lo que predomina es la forma, el escándalo. con D’Elía pasó eso: todo el mundo se acuerda de que tuvo un brote, pero muy pocos a cuento de qué.” a los programas de américa se sumará a partir de mañana la nueva temporada de ShowMatch, que promete un segmento del popular “Bailando” con imitadores de D’Elía, amado Boudou, Daniel Scioli, Jorge capitanich, Hermes Binner, Julio cobos, Sergio Massa, Elisa carrió, Martín Redrado, el papa Francisco, Horacio Rodríguez larreta, Gabriela Michetti y Mauricio Macri. La sociedad del espectáculo claudio lozano, otro de los políticos que desfilaron por Intratables, opina sobre el creciente maridaje entre política y espectáculo: “la experiencia fue muy buena en mi caso”, sostiene el diputado por Unidad Popular, con mandato hasta diciembre de 2015. “Pero creo que hay una clara devaluación de la política y que el discurso político ha sido capturado en buena medida por la lógica del espectáculo. la prueba más clara de este fenómeno son las parodias en los programas de Tinelli. los que creemos que la política debe servir para que la gente participe, se organice y decida, estamos en las antípodas de esa espectacularización de la política. El papel que cumple hoy el marketing televisivo merece una discusión profunda. Para nosotros, ir a la televisión abierta representa la oportunidad de llegar a mucha gente. Y si te respetan, si te dejan hablar, como me ocurrió a mí, no veo cuál es el problema. Tampoco veo una gran diferencia entre Intratables, el programa de Fantino y los almuerzos de Mirtha legrand, que en teoría pueden parecer más serios.” Mariano Hamilton, panelista de Duro de domar, otro programa en el que la política convive con el humor, subraya que “los políticos están buscando llegar a otro público, a gente menos politizada, y los canales juegan su propio partido, como lo hace américa respaldando la candidatura de Massa. Está claro que el discurso farandulesco se coló en la política: las peleas que antes protagonizaban Silvia Süller y Jacobo Winograd ahora son entre Jorge Yoma y Diego Brancatelli. Esto tiene algo bueno y algo malo. Por un lado, abre la discusión política a otros ámbitos. Pero también bastardea el debate, como pasó con el proyecto del código Penal, que en esos programas fue denostado por diputados, senadores y periodistas sin que lo hubieran leído”. Para José natanson, editor del mensuario El Dipló, la noticia es que ahora la política también mide bien en la televisión. “El costo es que tuvo que transigir con un formato donde lo importante es la polémica a los gritos –señala–. Yo me siento particularmente incómodo cuando el formato es pura polémica, cuando la consigna es gritar más fuerte que el otro. Pero sería un error pensar que la política no es eso. Definitivamen-
te, la política también está hecha de consignas, emociones y discusión acalorada.” Martín Rodríguez, columnista habitual de El Dipló y de Gente de a pie, el programa que Mario Wainfeld conduce en Radio nacional, remarca que “antes, en el diseño clásico, los programas políticos eran sobrios, serios. neustadt y Grondona expandieron los límites, porque ellos eran liberales populistas, inventores de doña Rosa, e incorporaron en los 90 el fútbol y el espectáculo como agregados a programas como Tiempo nuevo y Hora clave. Intratables es al revés, un programa de espectáculos, de bajísimo presupuesto, que recurre a la política porque entiende que puede ser un espectáculo. El riesgo es que se aplane la discusión, que el sentido común de un panelista que encarna lo que podemos llamar la voz de la calle produzca un nivel frente al cual cualquier político invitado entiende que se debe subordinar. Ese discurso (hecho de gritos, muletillas, interrupciones, chicanas) es un campo sin ninguna jerarquía, cualquiera dice lo que quiere, todo se subjetiviza, no hay rastros de ninguna especificidad. igual, es preferible discutir esto (una política en todos lados) a que suceda lo contrario”. los protagonistas e ideólogos del nuevo fenómeno también tienen cosas para decir. alejandro Fantino declaró hace poco (a la agencia Télam) que “los políticos nos copian las formas, son figuras que hoy se mueven como nos movemos nosotros, preguntan como preguntamos nosotros, montan shows, escándalos y se gritan; eso tiene que ver con que la gente les cree cada vez más a los periodistas y menos a ellos”. Santiago del Moro, por su parte, dice que “Intratables impone algo nuevo, coloca a la política como eje de debate en un programa donde están representadas todas las voces y donde todo puede pasar porque se trata de un show. Yo vengo de otro palo, de hacer programas de música para adolescentes, y ahora me tocó hacer esto, este tipo de debate coloquial que me parece superrenovador. logramos una penetración que los programas de política tradicionales no consiguen porque hablamos fácil, se entiende, es para todos. invitamos a todo el mundo, y eso, en un momento de tanta polarización, es muy valorado. nos tachan de massistas y al programa viene mucha gente que critica ferozmente a Massa. Estamos instaladísimos y lo logramos con pocos recursos: con lo mismo que Tinelli hace un programa, nosotros hacemos un mes. Y tenemos lista de espera de anunciantes, el programa está sobrevendido”. liliana Parodi, gerenta de programación de américa, afirma que Intratables nunca fue un programa de espectáculos: “Siempre se dedicó a la actualidad; de hecho tuvo de entrada un solo periodista de espectáculos, Ángel de Brito. En verano empezamos con temas más livianos, pero también se discutía sobre el Papa, Hugo chávez y las inundaciones en la Plata. Y Fantino es el hombre que mejor charla con sus invitados en la tele, sean artistas o políticos. En la televisión de aire lo que necesitás es atraer a la mayor cantidad de audiencia posible. no se puede dar cátedra sobre un proyecto de ley, eso es para el congreso, no para un programa de TV. Hacemos productos y tenemos clientes que esperan que los entretengamos. En Intratables vos te enterás de que existe un debate sobre el código Penal, si querés saber más, tenés que buscar la información más específica en otro lado”.ß