Entrevista originalmente publicada en Diario Gestión, el 07 de abril de 2009.
La importancia de contar con una cultura financiera Siempre debemos pensar que cuando tomamos crédito comprometemos el futuro, sostiene José Ricardo Stok, profesor del PAD, Escuela de Dirección de la Universidad de Piura. La crisis ha dejado en evidencia que existe muy poca cultura financiera. ¿Cuánto tiempo debemos preocuparnos al respecto? Mire, le cuento un detalle: un ejecutivo que maneja con mucho criterio las finanzas empresariales, es probable que no conduzca con las mismas exigencias sus propias finanzas. Si esto sucede con gente experimentada, no podemos imaginar lo que pasa con la mayoría de la población, que no tiene especiales conocimientos de finanzas. Y termina invirtiendo mucho más allá de sus posibilidades… Creo que el asunto es más profundo. En una crisis, parece que todo el mundo está más atento a cuidar sus gastos actuales, olvidando algo que me parece clave: Decidimos comprar una vivienda con un crédito de 20 años basándonos en nuestra actual situación económica, sin pensar en cómo estaremos más adelante, en que a lo mejor no podemos tener el mismo nivel de ingresos. ¿Cómo se puede hacer una proyección ordenada en ese sentido? Ahí viene la primera de las diferencias. Una empresa puede hacer mayores y quizás mejores proyecciones que una familia o una persona. En consecuencia, a la familia o a la persona solo le queda actuar con prudencia, que no solo debe ser practicada en crisis, sino en todo momento. Una familia siempre debe determinar cuánto de sus ingresos usar en gastos y cuánto ahorrará, para afrontar los momentos malos. ¿Es necesario evitar el consumo irracional? Hay que tener bastante dominio para no ceder a la tentación de comprar un televisor o un automóvil solo porque han bajado de precio. Siempre debemos pensar en los gastos colaterales. Por ejemplo, el auto necesitará combustible, mantenimiento, cochera, etc. Entonces, nuestra capacidad presupuestaria termina siendo corta, porque pensamos que nuestros egresos van a ser como 100 y terminan siendo como 130, y ahí empieza la crisis. Que no es una crisis generada por el entorno…
Hay que distinguir entre la crisis de la economía en general y la crisis en una familia, que se produce porque el padre y la madre no saben organizar su esquema financiero. Pero las familias, que pueden tener un buen esquema presupuestario, se les empuja a consumir, incluso como un mecanismo para dinamizar la economía… Si, pero las familias tienen que ser cuidadosas, no pueden pretender gastar más solo porque están más baratas las cosas. Es muy importante medir el grado de la seguridad de sus ingresos… Eso es muy difícil, sobre todo en crisis… Sí, es muy cierto, pero en fin, uno sabe que si su desempeño laboral es prestigioso, es más seguir mantener el trabajo. ¿Usted percibe que el ciudadano está aprendiendo la lección? No estoy muy seguro. Hace una semana, la Superintendencia de Banca autorizó a los bancos reprogramar los créditos de sus buenos clientes que pudieran estar afrontando dificultades, lo cual me parece bien, pero me llama la atención que lo haga la Superintendencia. Esta debería ser la actitud razonable de un banco, que debe lanzar ideas para que le paguen en una época difícil. Me gustaría que estas iniciativas surjan de las empresas. Tanto las empresas como individuos deben asumir mayores compromisos. ¿Cuánto cree que ha contribuido esa falta de compromiso a esta crisis? Esta crisis tiene un contenido estrictamente financiero, pero con una base de moralidad. Entonces, tendríamos que saber que el tema financiero, es decir, la capacidad de usar créditos, es responsabilidad de cada persona que lo toma, pero también de quien lo ofrece. Hay responsabilidades muy importantes de uno y de otros. ¿Se debe hacer más por la cultura financiera? Mire, como decía anteriormente, observo que existen directivos de grandes empresas que no manejan bien sus finanzas personales. Si a ese nivel ya tenemos problemas, qué pasará entre personas de menores conocimientos. Esto es parte de una cultura, incluso de colegio, de escuela secundaria, que es donde se debe aprender a manejar el dinero y a saber endeudarse prudentemente. ¿Cuánto se considera que es prudente? No sé, yo no puedo dar reglas fijas porque cada realidad es diferente. No sé, yo no puedo dar reglas fijas porque cada realidad es diferente. No es lo mismo, una familia con jóvenes universitarios, que otra con hijos pequeños y aún en escuela primaria, variará en un caso y en el otro, pero es importante considerar que lo que se gasta hoy se dejará de tener para el futuro.