La imaginación escrita - 1er cap - Repositorio Académico UPC

Olavarría, Edmundo Sbarbaro, José Miguel Vidal y Wilfredo Lévano. ...... ESCOBAR, Alberto (2003 [1970]) La partida inconclusa o la lectura literaria. 3.a ed.
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La imaginación escrita. Manual de técnicas de redacción expresiva [Capítulo 1]

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Authors

Marco García Falcón; Ricardo Huamán Zúñiga

Publisher

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

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18-Nov-2017 09:51:00

Item License

http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/

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http://hdl.handle.net/10757/608355

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ARCO

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G ARCÍA F ALCÓN H UA M Á N Z Ú Ñ I G A C OMPS.

La imaginación escrita Manual de técnicas de redacción expresiva

Lima, abril de 2016

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas

© Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) Primera publicación: abril de 2016 Impreso en el Perú-Printed in Peru Edición: Corrección de estilo: Diseño de cubierta: Diagramación:

Diana Felix Luigi Battistolo TALLER LOV S.A Diana Patrón Miñán

Editor del proyecto editorial ‹˜‡”•‹†ƒ† ‡”—ƒƒ †‡ ‹‡…‹ƒ• ’Ž‹…ƒ†ƒ• ǤԜǤԜǤ Av. Alonso de Molina 1611, Lima 33 (Perú) Teléf: 313-3333 www.upc.edu.pe Primera edición: abril de 2016 ‹”ƒŒ‡ǣ ͳʹͲͲ ‡Œ‡’Žƒ”‡•

•–‡ Ž‹„”‘ •‡ –‡”‹× †‡ ‹’”‹‹” ‡ ‡Ž ‡• †‡ ƒ„”‹Ž †‡ ʹͲͳ͸ǡ ‡ Ž‘• –ƒŽŽ‡”‡• ‰”žϐ‹…‘• †‡

”žϐ‹…ƒ ‹„Ž‘• ǤǤ †‹”‡……‹×ǣ ”Ǥ ‘”‘…‘…Šƒ ͳͷʹ —”“—‹ŽŽ‘ǡ ‹ƒǦ‡”ïǤ Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Editorial UPC García Falcón, Marco Huamán Zúñiga, Ricardo La imaginación escrita: manual de técnicas de redacción expresiva / compilación: Marco García Falcón, Ricardo Huamán Zúñiga .-- Primera edición .-Lima: Editorial UPC, 2016.  ǣͻ͹ͺǦ͸ͳʹǦ͵ͳͺǦͲͶ͸Ǧͳȋ‡”•‹×‹’”‡•ƒȌ ͳǤ ‡†ƒ……‹×   ʹǤ ”–‡ †‡ ‡•…”‹„‹”   ͵Ǥ Œ‡”…‹…‹‘• †‡ ƒ’Ž‹…ƒ…‹× 468 GARC

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú nro. 2016-04486 ‡‰‹•–”‘†‡”‘›‡…–‘†‹–‘”‹ƒŽ‡Žƒ‹„Ž‹‘–‡…ƒƒ…‹‘ƒŽ†‡Ž‡”‘Ǥ͵ͳͷͲǦͳͶͲͳ͸ͲͲʹ͹͹

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial.

Ž…‘–‡‹†‘†‡‡•–‡Ž‹„”‘‡•”‡•’‘•ƒ„‹Ž‹†ƒ††‡Ž‘•ƒ—–‘”‡•›‘”‡ϐŽ‡Œƒ‡…‡•ƒ”‹ƒ‡–‡Žƒ‘’‹‹× de los editores.

Contenido

Introducción

11

Marco García Falcón Capítulo 1. Referir y expresar las cosas: cómo transitar de lo referencial a lo expresivo

15

Raúl Montesinos Parrinello 1.1 La comunicación como acto social: situación, intenciones ›‡…‡•‹†ƒ†‡•…‘—‹…ƒ–‹˜ƒ•

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Capítulo 2. A primera vista: cómo crear títulos atractivos

45

1.2 La mirada personal: expresividad frente a referencialidad

18

Percy Galindo 2.1 La importancia del título

46

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ʹǤͶǬ ƒ›—ƒ”‡…‡–ƒ‹ˆƒŽ‹„Ž‡’ƒ”ƒ’‘‡”–À–—Ž‘•ǫ ʹǤͷŽ‰—ƒ•ˆ‘”ƒ•†‡’”‘’‘‡”—–À–—Ž‘

2.6 Casos de aplicación de títulos en el marketing

Ͷ͹ ͷʹ ͷͺ

68

Capítulo 3. La plasticidad de las oraciones: cómo lograr un fraseo expresivo 75 John Valle Araujo ͵Ǥͳƒ‘”ƒ…‹×

͹͹

3.3 Usos expresivos de la coma

89

3.2 Uso expresivo del punto y seguido

86

3.4 Usos expresivos del punto y coma

104

Capítulo 4. Las pulsaciones del texto: cómo generar ritmo con palabras

129

͵Ǥͷ•‘•‡š’”‡•‹˜‘•†‡Ž‘•†‘•’—–‘•

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Rommy Balabarca Fataccioli 4.1 Ritmo a partir de recurrencias

133

ͶǤ͵‡…ƒ’‹–—Žƒ…‹×

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4.2 Ritmo a partir de la extensión de las oraciones ƒ’À–—Ž‘ͷǤǩ•ƒ‡•Žƒ’ƒŽƒ„”ƒǨǣ…׏‘ƒϐ‹ƒ”‡ŽŽ±š‹…‘

148 ͳ͸͹

Gisela Salas Carrillo ͷǤͳ”‡…‹•‹×Ž±š‹…ƒ

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Ricardo Huamán Zúñiga ͸Ǥͳ•‘•†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ϐ‹‰—”ƒ†‘

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͸Ǥ͵ƒŽƒ•ƒ’Ž‹…ƒ…‹‘‡•

ʹͷͶ

6.2 Figuras de expresión

Capítulo 7. Dibujar y emocionar con las palabras: cómo describir

212 279

Martín Cervetto ͹ǤͳǬ—±•‹‰‹ϐ‹…ƒ†‡•…”‹„‹”ǫ

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͹Ǥ͵†Œ‡–‹˜ƒ…‹×›ϐ‹‰—”ƒ•”‡–×”‹…ƒ•

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Capítulo 8. Urdir la trama: cómo escribir una buena narración

311

͹Ǥ͸‡•…”‹’…‹×†‡Ž—‰ƒ”

ʹͻ͵

Carlos Gallardo 8.1 Historia y relato

313

8.3 Secuencia del relato

326

8.2 Estructura básica del texto narrativo 8.4 El narrador

ͺǤͷ‹•…—”•‘•›‡•–‹Ž‘ ‹„Ž‹‘‰”ƒϐÀƒ‰‡‡”ƒŽ

316 330 ͵Ͷ͵ ͵͹͹

«Imaginar una luz hasta encenderla» Roberto Juarroz

Introducción

Una huella. Una marca de nuestra presencia en el mundo: eso puede ser la escritura.

‡ˆ‡…–‘ǡ—‡•ƒŒ‡‡•…”‹–‘’—‡†‡•‡”—…Š‘ž•“—‡—ƒˆ‘”ƒ†‡…‘—‹…ƒ”ǤŽ

ϐ‹Œƒ”•‡›‘…—’ƒ”—Ž—‰ƒ”‡‡Ž‡•’ƒ…‹‘ǡ’—‡†‡…‘˜‡”–‹”•‡‡—•‹‰‘˜‹•‹„Ž‡ǡ…‘…”‡–‘ǡ de nuestra experiencia y, también, de nuestra identidad.

¿Es lo mismo decir «había una luz en la oscuridad» que «una luz se arracimaba

en la oscuridad?». Sin duda que no. Como no es lo mismo decir «Usted disfrutará desde

ahora de lo último en tecnología» que anunciar «El milagro de la tecnología ocurrirá

ƒ–‡•—•‘Œ‘•ǡ‡–”‡•—•ƒ‘•Ǥ‡•†‡ƒŠ‘”ƒǽǤ‘–‡š–‘•—›’ƒ”‡…‹†‘•ǡ’‡”‘Ž‘•…ƒ-

bios sutiles que se han operado en los segundos hacen que nos llamen la atención y se conserven en nuestra memoria. Se han distinguido. Poseen un valor añadido.

Una escritura que recurre a lo más convencional no hace eso: se pierde, se difu-

mina entre tantas otras, y no nos representa por completo. Es solo un instrumento uti-

litario, perecedero, que nos sirve para comunicarnos, pero que no da cuenta de quiénes

somos ni qué características especiales nos diferencian. Desentendernos de lo tópico,

de las frases hechas y de las fórmulas gastadas, hace posible, por el contrario, que lo que buscamos expresar lleve un timbre personal, gane en originalidad y adquiera, por tanto, un efecto más consistente y duradero.

¿Cómo logramos eso? Un primer paso es abrirnos a la creatividad, ese estado de

conciencia que moviliza una serie de conexiones intelectuales y emocionales y que nos conduce al descubrimiento de lo nuevo. Se trata ciertamente de desplegar nuestra inteŽ‹‰‡…‹ƒ‡‹ƒ‰‹ƒ…‹×ǡ’‡”‘–ƒ„‹±†‡ƒŽ‡”–ƒ”—‡•–”‘••‡–‹†‘•ǡ†‡†‡Œƒ”ϐŽ—‹”—‡•tras emociones y de actualizar todo el cúmulo de experiencias que hemos vivido. Escribir con todo lo que somos y con todo lo que tenemos. No de otra forma se activa aquella

energía que habita en el centro de las palabras, que muchas veces es irreductible a la

‡š’Ž‹…ƒ…‹× ”ƒ…‹‘ƒŽ › “—‡ǡ ƒ ˆƒŽ–ƒ †‡ ‡Œ‘” †‡‘‹ƒ…‹×ǡ ƒŽ‰—‘• ŽŽƒƒ Ǽž‰‡Žǽ ‘ Ǽ†—‡†‡ǽǤ•ƒ†‹‡•‹×‹•–‡”‹‘•ƒ›ǡƒŽ‹•‘–‹‡’‘ǡ–ƒ’‘†‡”‘•ƒ†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡Ǥ

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

11

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Tomar conciencia de las posibilidades que ofrece el idioma es un segundo paso.

Hoy en día nuestras comunicaciones siguen sin mayores reparos los esquemas prees-

tablecidos. Moldes de cartas, de avisos, de eslóganes publicitarios, de singles se repiten

‘•‡…‘’‹ƒ’‘”“—‡Šƒ”‡•—Ž–ƒ†‘‡ƒŽ‰ï‘‡–‘‡ϐ‹…ƒ…‡•ǡ•‹…‘•‹†‡”ƒ”“—‡…‘

‡Ž–‹‡’‘•—”‡‹–‡”ƒ…‹×Ž‘•Šƒ†‡•‰ƒ•–ƒ†‘›Šƒ†‡Œƒ†‘†‡–‡‡”‡Ž’‘†‡”›‡Ž˜‹‰‘”

“—‡‡—ƒ‡–ƒ’ƒ‹‹…‹ƒŽ’”‡•‡–ƒ”‘ǤŽ”‡ϐŽ‡š‹‘ƒ”•‘„”‡Ž‘•ïŽ–‹’Ž‡•…ƒ‹‘•“—‡ ‡š‹•–‡’ƒ”ƒ‡‹–‹”—‡•ƒŒ‡ǡŽ‘ž•’”‘„ƒ„Ž‡‡•“—‡‘Šƒ›ƒ“—‡”‡…—””‹”ƒŽŽ—‰ƒ” común y que, con naturalidad, aparezcan nuevas formas de enunciar, expresiones tan

…‘–—†‡–‡•›ƒ–”ƒ…–‹˜ƒ•“—‡“—‹‡‡•‘“—‹‡”ƒ†ƒ”•‡‡Ž–”ƒ„ƒŒ‘†‡•‡”†‹•–‹–‘••‡ limitarán a copiar o a imitar. Después de todo, uno de los atributos de lo original es †‡Œƒ”—ƒ‡•–‡Žƒ“—‡ƒ””ƒ•–”ƒ›•‡‹’‘‡Ǥ

Estrechamente vinculado con lo anterior, está el empleo de ciertas técnicas de

escritura. Explotar la plasticidad e incluso la sonoridad de los enunciados, dotar de ”‹–‘ƒŽƒ•‘”ƒ…‹‘‡•›’ž””ƒˆ‘•ƒ–”ƒ˜±•†‡Žƒ•”‡…—””‡…‹ƒ•‘‡ŽŒ—‡‰‘…‘Žƒ•‡š–‡•‹‘-

nes, modular el tono, la afectividad y la precisión del léxico utilizado, apelar al enorme

’‘†‡”†‡•—‰‡”‡…‹ƒ†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ϐ‹‰—”ƒ†‘ǡƒ•À…‘‘•ƒ„‡”…—ž†‘Šƒ›“—‡†‡–‡‡”•‡ƒ describir o a narrar, son herramientas que resultan provechosas en diversas situacio-

‡•…‘—‹…ƒ–‹˜ƒ•ǣŽ‡•…‘ϐ‹‡”‡—ƒˆ—‡”œƒ‡š’”‡•‹˜ƒ‹–‡”‡•ƒ–‡ƒ—‡•–”‘•‡•ƒŒ‡•

›Ž‘•Šƒ…‡ž•”‡…‘”†ƒ„Ž‡•ǡž•‹†‡–‹ϐ‹…ƒ„Ž‡•›…ƒ’ƒ…‡•†‡”‡…‹„‹”—ƒ”‡•’—‡•–ƒž• inmediata y al mismo tiempo más prolongada del público al que van dirigidos.

Cada una de las técnicas mencionadas es presentada de manera teórica en este

ƒ—ƒŽ›‰”ƒϐ‹…ƒ†ƒ…‘‡Œ‡’Ž‘•”‡ƒŽ‡•‡š–”ƒÀ†‘•†‡˜ƒ”‹ƒ†‘•…‘–‡š–‘•†‡…‘—‹…ƒción, además de ser reforzada mediante cuadros, imágenes y enlaces interactivos que

’”‘’‘‡‘–”ƒ•ˆ‘”ƒ•†‡†‹•…—–‹”‘‹–‡”‹‘”‹œƒ”•—•˜‡–ƒŒƒ•›…ƒ”ƒ…–‡”À•–‹…ƒ•Ǥ‡—

‘†‘‡•’‡…‹ƒŽ•‡‡ˆƒ–‹œƒ‡Žƒ”‡ƒŽ‹œƒ…‹×†‡‡Œ‡”…‹…‹‘•’”ž…–‹…‘•„ƒŒ‘Žƒ’”‡‹•ƒ†‡ que la escritura es una competencia que se materializa en el logro (a escribir solo se

ƒ’”‡†‡ ‡•…”‹„‹‡†‘Ȍ › “—‡ Žƒ ‡Œ‡…—…‹× †‡ —ƒ †‡–‡”‹ƒ†ƒ ‡•–”ƒ–‡‰‹ƒ „ƒŒ‘ …‹‡”–‘• ’ƒ”ž‡–”‘•‡‹†‹…ƒ…‹‘‡••‡–”ƒ†—…‡ǡƒŽƒŽƒ”‰ƒǡ‡—•ƒ„‡”“—‡•‡†‘‹ƒ›“—‡ƒϐŽ‘rará libre, creativamente, en otros espacios comunicativos.

Creemos, por ello, que una publicación como esta servirá a todas las personas

que deseen enriquecer sus habilidades comunicativas. Aunque pensada principal-

mente para los estudiantes y profesionales de la comunicación, puede ser también un

ƒ’‘”–‡˜ƒŽ‹‘•‘’ƒ”ƒ–‘†‘ƒ“—‡Ž“—‡‡•–±‹–‡”‡•ƒ†‘‡‡Œ‘”ƒ”•—•…‘’‡–‡…‹ƒ•†‡ escritura y, con ello, en ampliar sus posibilidades de desarrollo personal o laboral. 12

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ēęėĔĉĚĈĈĎŘē

Estas páginas son el resultado de catorce años de enseñanza del Taller de Técni-

cas de Expresión Escrita en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Peruana

de Ciencias Aplicadas (UPC). Recogen las contribuciones que a lo largo de este tiempo

han efectuado todos aquellos que lo han dictado y, en particular, se nutren del saber y la experiencia de un grupo de docentes que decidieron transformar la suma de guiones y materiales de clase en los capítulos que conforman este manual. Queremos agradecer, por ello, a quienes dictaron el curso en su momento: Alina Limo, Mauricio Aguirre,

Leticia Robles, Rossana Díaz, Victoria Guerrero, Luz Vargas, Oriana Vidal, Víctor Quiroz,

‡”‡Àƒ• ƒ„‘ƒ y ƒ‹‡ƒ’ƒ–ƒǢ–ƒ„‹±ƒ“—‹‡‡•—Œ—–‘…‘Ž‘•”‡•’‘•ƒ„Ž‡•†‡ esta publicación— lo continúan haciendo: Christian Estrada, Raúl del Águila, Ricardo

Žƒ˜ƒ””Àƒǡ†—†‘„ƒ”„ƒ”‘ǡ ‘•±‹‰—‡Ž‹†ƒŽ›‹Žˆ”‡†‘±˜ƒ‘. Una mención y un

reconocimiento especiales merece Rumi Morimotoǡ“—‹‡‘•‘Ž‘‹–”‘†—Œ‘‡Ž–ƒŽŽ‡”‡ la UPC, sino que le imprimió una orientación general y encaminó el desarrollo de sus

primeros materiales, muchos de los cuales han servido de base para la elaboración de ‡•–‡Ž‹„”‘Ǥ‘„”‡‡•–‘‹‘‡•Œ—•–‘•—„”ƒ›ƒ”“—‡„—‡ƒ’ƒ”–‡†‡Ž‘•‡Œ‡”…‹…‹‘•…‘•‹‰-

nados en él son propuestas realizadas por diversos profesores en distintas etapas del …—”•‘›“—‡‘‡…‡•ƒ”‹ƒ‡–‡•‘†‡ƒ—–‘”Àƒ†‡“—‹‡‡•ϐ‹”ƒŽ‘•…ƒ’À–—Ž‘•Ǥ

La imaginación escrita alberga, además, el espíritu de quienes fueron alumnos

del taller, no solo porque con su entusiasmo y sus inquietudes ayudaron a darles forma

ϐ‹ƒŽƒ—…Šƒ•†‡Žƒ•ƒ…–‹˜‹†ƒ†‡•ƒ“—À’”‡•‡–‡•ǡ•‹‘’‘”“—‡˜ƒ”‹‘•†‡‡ŽŽ‘•ƒ’ƒ”‡…‡ ϐ‹”ƒ†‘Ž‘•–‡š–‘•“—‡ǡƒŽ–±”‹‘†‡…ƒ†ƒ…ƒ’À–—Ž‘ǡ‹Ž—•–”ƒ‡Ž—•‘†‡…ƒ†ƒ–±…‹…ƒƒ„‘”-

dada. Ciertamente, ver esos escritos impresos nos llena de orgullo y satisfacción: son el

‡Œ‘”–‡•–‹‘‹‘†‡Ž‘•ˆ”—–‘•“—‡„”‹†ƒ‡Ž–”ƒ„ƒŒ‘‡†‹–ƒ†‘›…—‹†ƒ†‘•‘…‘Žƒ’ƒŽƒ„”ƒǤ A esos textos se suman las creaciones que generosamente nos han cedido escri-

tores profesionales amigos. A ellos —a Ana María Shua, a Guillermo Niño de Guzmán,

a Renato Bacigalupo, a Ricardo Sumalavia y a Carlos Enrique Saldívar—, nuestra profunda gratitud.

De igual forma, queremos agradecer al Fondo Editorial de la UPC, en especial a

Magda Simons y a Diana Félix, por acoger con ilusión y compromiso este proyecto y darnos todas las facilidades y el apoyo necesarios para llevarlo a cabo.

No podemos concluir esta introducción sin señalar que las herramientas de

escritura que se desarrollan en este manual pueden ofrecer resultados con su sola

ƒ’Ž‹…ƒ…‹×Ǥ‘‘„•–ƒ–‡ǡ‡Ž‘„Œ‡–‹˜‘’”‹…‹’ƒŽ†‡•—•ƒ—–‘”‡•‡•Ž‘‰”ƒ”“—‡“—‹‡‡••‡ acerquen a este libro se sientan estimulados a explorar la realidad desde ángulos disēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

13

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

–‹–‘•›‡š’”‡•‡‡•‘•—‡˜‘•ƒ…‡–‘•ǡ‡•ƒ•—‡˜ƒ•‹ϐŽ‡š‹‘‡•ǡƒ–”ƒ˜±•†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡Ǥ

‡–”ƒ–ƒǡ‡˜‡”†ƒ†ǡ†‡—†‡•ƒϐÀ‘•‡…‹ŽŽ‘›ƒŽƒ˜‡œ…‘’Ž‡Œ‘’ƒ”ƒŽ‘•ƒ‰‹–ƒ†‘•–‹‡’‘• que corren: observar las cosas como si nunca antes lo hubiésemos hecho, volver al

asombro de la primera mirada. Se requiere de un esfuerzo especial para salir de los márgenes de lo sólito y lo ya transitado y buscar lo nuevo. Creemos, sin embargo, que asumir este reto resultará siempre enriquecedor para nuestra experiencia vital.

Marco García Falcón

14

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Capítulo 1. Referir y expresar las cosas: cómo transitar de lo referencial a lo expresivo Raúl Montesinos Parrinello

Elaboración propia

Ǽƒ…‘—‹…ƒ…‹×‡•—ƒ”–‡•—–‹Ž“—‡ϔŽ‘”‡…‡…‘Žƒˆ”‡•…—”ƒ›•‡ƒ”…Š‹–ƒ…‘Žƒ ”‡’‡–‹…‹×Ǥ ƒ†‡”‡ƒŽ‹œƒ”•‡†‡ˆ‘”ƒ•—‡˜ƒ•ǡˆ”‡•…ƒ•ǡ›†‹‡•–”ƒ‡–‡ǽǤ William Bernbach

ͳǤͳĆĈĔĒĚēĎĈĆĈĎŘēĈĔĒĔĆĈęĔĘĔĈĎĆđǣĘĎęĚĆĈĎŘēǡĎēęĊēĈĎĔēĊĘĞēĊĈĊĘĎĉĆĉĊĘĈĔĒĚēĎĈĆęĎěĆĘ Ante una situación de tensión o peligro, nuestro cuerpo, sin que lo sepamos, activa una •‡”‹‡†‡‡†‹†ƒ•“—‡‘•’”‡’ƒ”ƒ’ƒ”ƒ‡ˆ”‡–ƒ”‡Œ‘”‡•‡‡•…‡ƒ”‹‘ǣ‡‹•–ƒ–‡•ǡ …‘‘’‘”ƒ”–‡†‡ƒ‰‹ƒǡ‡Ž…‘”ƒœ×„‘„‡ƒƒƒ›‘”˜‡Ž‘…‹†ƒ†’ƒ”ƒ‹””‹‰ƒ”‡Œ‘”‡Ž ‘”‰ƒ‹•‘Ǣ Žƒ •ƒ‰”‡ †‹•‹—›‡ ‡ Žƒ ’‹‡Žǡ ‡ Žƒ• ˜À•…‡”ƒ•ǡ ‡ Žƒ• ’ƒ”–‡• “—‡ ‡ ‡•‡ momento menos la requieran, y llega abundante a los músculos y los prepara para huir ‘Ž—…Šƒ”ǢŽ‘•’ž”’ƒ†‘••‡ƒ„”‡›Žƒ•’—’‹Žƒ••‡†‹Žƒ–ƒ’ƒ”ƒ‡Œ‘”ƒ”Žƒ˜‹•‹×Ǣƒ—‡–ƒ ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ͳͷ

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

también el caudal sanguíneo en los sesos y, como consecuencia, la actividad cerebral general… Similares reacciones involuntarias asoman en situaciones menos dramáti-

…ƒ•ǣ ˆ”‡–‡ ƒ — †‡•…‡•‘ ”‡’‡–‹‘ †‡ Žƒ –‡’‡”ƒ–—”ƒǡ ’‘” ‡Œ‡’Ž‘ǡ ƒ†˜‡”–‹‘• ‡

—‡•–”ƒ’‹‡Ž‡Ž”‡ϐŽ‡Œ‘’‹Ž‘‘–‘”Ȅ‡•†‡…‹”ǡ•‡‘•Ǽ’‘‡Žƒ’‹‡Ž†‡‰ƒŽŽ‹ƒǽȄǡ“—‡•‡ ƒ…–‹˜ƒ’ƒ”ƒ’”‘–‡‰‡”‘•†‡Žˆ”À‘Ǣ‘ǡƒŽ…‘–”ƒ”‹‘ǡ‡—ƒ„‹‡–‡—›…ƒŽ‹‡–‡‘Ž—‡‰‘†‡

•‘’‘”–ƒ”ƒ…–‹˜‹†ƒ†ϐÀ•‹…ƒ‹–‡•ƒǡ•—†ƒ‘•’ƒ”ƒ”‡ˆ”‹‰‡”ƒ”—‡•–”‘…—‡”’‘Ǥ‹“—‡‘• demos cuenta, nuestro organismo actúa y se adapta según las condiciones del entorno.

‘” •—’—‡•–‘ǡ ‘ •‘Ž‘ ‡•–ƒ‘• …‘ƒ†ƒ†‘• ’‘” ”‡ƒ……‹‘‡• ϐ‹•‹‘Ž×‰‹…ƒ• ‹˜‘-

luntarias. Y no bastará con ellas, por cierto, para desenvolvernos bien en todas las

•‹–—ƒ…‹‘‡•Ǥ‹“—‡”‡‘•…‘””‡”—ƒƒ”ƒ–אǡ’‘”‡Œ‡’Ž‘ǡ–‡†”‡‘•“—‡’”‡’ƒ”ƒ”nos y entrenar concienzuda y arduamente. Durante la carrera, nuestro éxito o fracaso dependerá también de nuestras decisiones: de cuándo acelerar la marcha, de cuándo

ƒ‹‘”ƒ”Žƒǡ†‡…—ž–‘–‹‡’‘ƒ–‡‡”—‹•‘”‹–‘Ǣ†‡’‡†‡”žǡ’—‡•ǡ†‡Žƒ‡•–”ƒ-

–‡‰‹ƒ‡’Ž‡ƒ†ƒǤ‘–‘†‘ǡ’”‘„ƒ„Ž‡‡–‡Ž‘‰”‡‘•—‘„Œ‡–‹˜‘“—‡ǡ‡…‹”…—•–ƒ…‹ƒ• regulares —sin preparación o en un primer intento—, nos sería esquivo. De alguna

manera, también nos habremos adaptado a la exigencia de esa prueba, esta vez conscientemente, con entrenamiento y apelando a una serie de estrategias concretas.

Conscientes o inconscientes, sincrónicos o diacrónicos, naturales o aprendidos,

Ž‘• ’”‘…‡•‘• †‡ ƒ†ƒ’–ƒ…‹× †‡Ž •‡” Š—ƒ‘ •‘ǡ ’—‡•ǡ …‘’Ž‡Œ‘• › •‘”’”‡†‡–‡•Ǥ Nuestras capacidades singulares, nuestra experiencia, nuestra preparación, nuestras

decisiones son, por decirlo de algún modo, los recursos con los que contamos para

devolvernos —acertada o no tan acertadamente— en diversos contextos. Pues bien: ‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǡ‘…—””‡ƒŽ‰‘•‹‹Žƒ”Ǥ

Al comunicarnos verbalmente, tanto de forma oral como por escrito, solemos

adaptar nuestro discurso —más consciente o menos conscientemente, y con diferente

‰”ƒ†‘†‡±š‹–‘ȄƒŽƒ•‹–—ƒ…‹×…‘—‹…ƒ–‹˜ƒ‡Žƒ“—‡‘•ŠƒŽŽƒ‘•Ǥ‘”‡Œ‡’Ž‘ǡ’”‘-

bablemente no redactaremos de la misma manera un correo a amigos cercanos para

‹˜‹–ƒ”Ž‘•ƒ—ƒϐ‹‡•–ƒ“—‡‘–”‘…—›‘ϐ‹•‡ƒ…‘•‡‰—‹”—’—‡•–‘†‡–”ƒ„ƒŒ‘Ǥ‘†‡‘• comprobar, del mismo modo, que esto ocurre en el ámbito laboral: una empresa no

—–‹Ž‹œƒ”ž‡Ž‹•‘Ž‡‰—ƒŒ‡’ƒ”ƒ‡‹–‹”—…‘—‹…ƒ†‘‘ϐ‹…‹ƒŽ‡—†‹ƒ”‹‘“—‡’ƒ”ƒ publicar, en ese mismo medio, un aviso publicitario de uno de sus productos.

Esta adaptación suele responder no solo al contexto, sino también a nuestras

intenciones y a nuestras necesidades comunicativas. En efecto, al comunicarnos, per-

•‡‰—‹‘• ‘„Œ‡–‹˜‘• †‡ Ž‘ ž• ˜ƒ”‹ƒ†‘•ǣ ‹ˆ‘”ƒ”ǡ ’‡”•—ƒ†‹”ǡ ‡–”‡–‡‡”ǡ …‘‘˜‡”ǡ 16

ordenar, entre otros, o varios de los anteriores a la vez. Como emisores de un discurso ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

…‘…”‡–‘Ȅϐ‹ƒŽ‡–‡ǡ…‘‘…‘—‹…ƒ†‘”‡•Ȅǡƒ’‡Žƒ‘•ƒ†‹ˆ‡”‡–‡•Š‡””ƒ‹‡–ƒ•ǡ lingüísticas o no lingüísticas, para lograr esos propósitos y para, en buena cuenta,

alcanzar una comunicación que funcione adecuadamente en cada situación. De una

manera u otra, pensamos en dónde estamos, a quién nos dirigimos y para qué, y, considerando lo anterior, elegimos qué decir y cómo hacerlo.

En líneas generales, nuestra competencia comunicativa suele permitir que nos

ƒ†ƒ’–‡‘• •—ϐ‹…‹‡–‡‡–‡ „‹‡ƒ Žƒ• †‹˜‡”•ƒ••‹–—ƒ…‹‘‡•‡ Žƒ• “—‡ ‘•‡…‘–”‡‘•Ǥ‘Ž˜ƒ‘•ǡ’‘”‡Œ‡’Ž‘ǡƒŽ…ƒ•‘†‡Ž…‘””‡‘†‹”‹‰‹†‘ƒƒ‹‰‘•…‡”…ƒ‘•’ƒ”ƒ‹˜‹-

–ƒ”Ž‘•ƒ—ƒϐ‹‡•–ƒǤ‡•–‡‡•…‡ƒ”‹‘ǡ•‡‰—”ƒ‡–‡•‘Ž‘–‡†”‡‘•“—‡•ƒ„‡”‡•…”‹„‹” ›ƒ‡Œƒ”†‡ˆ‘”ƒ—›„ž•‹…ƒŽƒ•Š‡””ƒ‹‡–ƒ•†‡Ž…‘””‡‘‡Ž‡…–”א‹…‘’ƒ”ƒ“—‡‡•ƒ comunicación prospere. Nuestra «experiencia de vida» bastará, por tanto, para que nos desenvolvamos bien en ese ámbito.

…‘–”ƒ•–‡ǡǬ“—±‘…—””‹”ž‡‡Ž…ƒ•‘†‡Ž…‘””‡‘…—›‘ϐ‹•‡ƒ…‘•‡‰—‹”—–”ƒ-

„ƒŒ‘ǫ ”‘„ƒ„Ž‡‡–‡ ”‡†ƒ…–ƒ”Ž‘ ‘ •‡”ž –ƒ •‡…‹ŽŽ‘ǣ ’ƒ”ƒ ‡’‡œƒ”ǡ –‡†”‡‘• “—‡ seguir —y conocer— el formato de un correo propio de ese ámbito, utilizar un registro ˆ‘”ƒŽǡ‰”ƒƒ–‹…ƒŽ‡–‡…‘””‡…–‘ǡ“—‡…—’Žƒ…‘Žƒ•”‡‰Žƒ•‘”–‘‰”žϐ‹…ƒ•›†‡’—–—ƒ…‹×ǡ…‘Žƒ‘”ƒ–‹˜ƒ˜‹‰‡–‡ǡ‡–…±–‡”ƒǤ‡•ƒ…‘—‹…ƒ…‹×–ƒŽ˜‡œƒ†Œ—–‡‘•—‡•-

–”‘…—””À…—Ž‘Ǣ’ƒ”ƒ‡ŽŽ‘ǡ–‡†”‡‘•“—‡•ƒ„‡”…‘’‘‡”‡•‡–‹’‘†‡–‡š–‘›•‘’‡•ƒ”•‹ —‡•–”‘†‘…—‡–‘•‡”ž”‡Ž‡˜ƒ–‡‘‘’ƒ”ƒ‡Ž–”ƒ„ƒŒ‘“—‡‹–‡–ƒ‘•…‘•‡‰—‹”Ǥ

’”‘„ƒ„Ž‡‡–‡‡…‡•‹–‡‘•ƒ‡Œƒ”ƒïž•”‡…—”•‘•†‹•…—”•‹˜‘•‡‘–”‘•

ž„‹–‘•Ǥ‹–—±‘‘•ǡ’‘”‡Œ‡’Ž‘ǡ‡‡Ž…ƒ•‘’Žƒ–‡ƒ†‘ŽÀ‡ƒ•ƒ–‡••‘„”‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ utilizado en las comunicaciones externas de una empresa. Redactar un comunicado ‘ϐ‹…‹ƒŽ‡—†‹ƒ”‹‘‘…‘•–”—‹”—‡•Ž‘‰ƒ’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘‹’Ž‹…ƒ”ž‡Ž—•‘†‡Š‡””ƒ‹‡-

tas lingüísticas totalmente distintas para cumplir con las necesidades comunicativas

†‡…ƒ†ƒ•‹–—ƒ…‹×Ǥ‡Ž…ƒ•‘†‡Ž…‘—‹…ƒ†‘‘ϐ‹…‹ƒŽǡƒ•À…‘‘…—ƒ†‘”‡†ƒ…–ƒ‘•— correo formal o cuando enviamos un currículo, tendremos que respetar una serie de

‘”ƒ•›—–‹Ž‹œƒ”—–‹’‘†‡Ž‡‰—ƒŒ‡ǡ’”‡…‹•ƒ‡–‡ǡž•ˆ‘”ƒŽǤ‡Ž…ƒ•‘†‡Žƒ’—„Ž‹…‹†ƒ†’ƒ”ƒ˜‡†‡”‡Ž’”‘†—…–‘ǡ‡…ƒ„‹‘ǡ‡•–‘‘•‡”ž•—ϐ‹…‹‡–‡‘ǡ‹…Ž—•‘ǡ•‡”ž…‘–”ƒ-

’”‘†—…‡–‡Ǣ†‡Š‡…Š‘ǡ‡’Ž‡ƒ”—Ž‡‰—ƒŒ‡ž•…”‡ƒ–‹˜‘ǡ“—‡•‡‡œ…Ž‡…‘”‡…—”•‘• ’”‘’‹‘•†‡‘–”‘•Ž‡‰—ƒŒ‡•Ȅ…‘‘‡Ž˜‹•—ƒŽǡ‡Ž•‘‘”‘‘‡Žƒ—†‹‘˜‹•—ƒŽǡ’‘”‡Œ‡’Ž‘Ȅǡ ˆ—…‹‘ƒ”ž—…Š‘‡Œ‘”“—‡—”‡‰‹•–”‘ž•…‘˜‡…‹‘ƒŽ‘ˆ‘”ƒŽǤ

En estos últimos casos, entonces, adaptarnos a la situación comunicativa y, sobre

–‘†‘ǡ …‘•‡‰—‹” —‡•–”‘• ‘„Œ‡–‹˜‘• ‘ •‡”ž –ƒ ˆž…‹Žǣ †‡’‡†‡”ž †‡ —‡•–”‘• …‘‘…‹-

mientos, de cuánto pensemos en nuestros destinatarios, de cuán bien preparemos nuestros productos, de cuán pertinentemente utilicemos las herramientas lingüísticoēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ͳ͹

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

†‹•…—”•‹˜ƒ•“—‡–‡‰ƒ‘•ƒŽƒƒ‘Ǣ†‡’‡†‡”žǡ‡•—ƒǡ†‡Žƒ•…‘’‡–‡…‹ƒ•ǡŠƒ„‹Ž‹dades o capacidades que tengamos como comunicadores.

En el ámbito universitario, nos hemos entrenado básicamente en un tipo de

registro, el formal, que nos ha servido —y sigue sirviendo— para desenvolvernos

bien, comunicativamente hablando, en diversos contextos. Ahora, iremos un paso ž•ƒŽŽž›‡š’Ž‘”ƒ”‡‘•—ƒ’‘•‹„‹Ž‹†ƒ†ž•†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡•…”‹–‘ǡŽƒ†‡Ž“—‡ŽŽƒƒ”‡-

mos lenguaje expresivo. Veremos en qué consiste, cómo se diferencia de un uso más

referencial, qué utilidad puede tener, en qué casos lo podemos emplear, de qué técni-

…ƒ•‘•’‘†‡‘•˜ƒŽ‡”’ƒ”ƒƒ’”‘˜‡…Šƒ”Ž‘ǤƒŽ‹œƒ”‡‘•–ƒ„‹±‡Œ‡’Ž‘•…‘…”‡–‘• en los que aparezca. Y, sobre todo, nos entrenaremos en su uso y lo explotaremos como herramienta discursiva escrita.

Comprobamos al inicio de este capítulo que, mediante una serie de recursos,

conscientes o inconscientes, generalmente somos capaces de adaptarnos a los más variados contextos. Observamos que esto sucedía a veces automáticamente, incluso

a nivel orgánico, y que otras veces dependía de nuestro raciocinio o de habilidades

adquiridas. Fuimos un paso más allá y evidenciamos que algo parecido ocurría en el

Ž‡‰—ƒŒ‡›ǡ’‘”‡š–‡•‹×ǡ‡Žƒ…‘—‹…ƒ…‹×˜‡”„ƒŽ‡•…”‹–ƒǡ…ƒ’‘‡‡Ž“—‡‡•‹’”‡•-

…‹†‹„Ž‡ƒ‡Œƒ”†‹˜‡”•‘•”‡‰‹•–”‘•›–±…‹…ƒ•’ƒ”ƒ†‡•ƒ””‘ŽŽƒ”‘•…‘˜‡‹‡–‡‡–‡ ‡ˆ—…‹×†‡—‡•–”ƒ•‹–‡…‹‘‡•Ǥ‡”‘Žƒ…‘’Ž‡Œ‹†ƒ†›”‹“—‡œƒ†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‘”‡•‹-

den allí. Todo evento de comunicación es, ante todo, una acción social. Comunicarnos,

—–‹Ž‹œƒ”—Ž‡‰—ƒŒ‡‘Ȅ’ƒ”ƒ—‡•–”‘…ƒ•‘Ȅ‡š’”‡•ƒ”‘•’‘”‡•…”‹–‘ǡϐ‹ƒŽ‡–‡ǡ‘

•‘Ž‘•—’‘‡…‘’Ž‡Œ‘•’”‘…‡•‘•†‡ƒ†ƒ’–ƒ…‹×‘†‡‹–‡”ƒ……‹×…‘‡Ž‡–‘”‘›…‘ Ž‘•†‡ž•Ǥ‘•‡”‡†—…‡–ƒ’‘…‘ƒϐ‹‡•’”ƒ‰ž–‹…‘•‘—–‹Ž‹–ƒ”‹‘•Ǥ—•ƒŽ…ƒ…‡•›’‘•‹bilidades enriquecen nuestros vínculos con lo que nos rodea y nuestra vida cotidiana.

‘•’‘•‹…‹‘ƒ‡‡Ž—†‘›‘•…‘•–”—›‡…‘‘•—Œ‡–‘•Ǥ‡”‘ǡ’‘”•‘„”‡–‘†ƒ•Žƒ• …‘•ƒ•ǡ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‘•”‡˜‡Žƒǣ•——•‘‡•ǡ•‹†—†ƒǡ—ƒ”ƒ†‹‘‰”ƒϐÀƒ†‡Ž‘“—‡•‘‘•Ǥ

ͳǤʹĆĒĎėĆĉĆĕĊėĘĔēĆđǣĊĝĕėĊĘĎěĎĉĆĉċėĊēęĊĆėĊċĊėĊēĈĎĆđĎĉĆĉ

Ž–‡š–‘‡š’”‡•‹˜‘‡š’Ž‘–ƒ——•‘ž•’‡”•‘ƒŽ›…”‡ƒ–‹˜‘†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡Ǥ

En el apartado anterior, aludíamos al concepto de lenguaje expresivo. Decíamos

que íbamos a entrenarnos en su uso —en particular, en su vertiente escrita— y que 18

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

era un instrumento fundamental en nuestra condición de comunicadores. Adelantábamos incluso que, de alguna manera, se trataba de una forma de expresión distinta

del llamado lenguaje —o estilo— ˆ‘”ƒŽ, registro que, a estas alturas, probablemente

ƒ‡Œ‡‘••—ϐ‹…‹‡–‡‡–‡„‹‡Ǥ–‘…‡•ǡǬƒ“—±ƒŽ—†‡‡•–‘•…‘…‡’–‘•ǫǬ†×†‡ apuntamos cuando hablamos de ”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‹†ƒ† o de expresividad? Finalmente, ¿cómo

transitamos de lo referencial a lo expresivo? En este capítulo, esbozaremos unas pri‡”ƒ•‹†‡ƒ••‘„”‡Ž‘“—‡•—’‘‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘Ǣ‡Ž‘••‹‰—‹‡–‡•ǡ’”‘ˆ—†‹œƒremos en él y lo aprovecharemos como lo que es: una poderosa herramienta textual.

Quizá un primer acercamiento inteligente para abordar las diferencias entre

”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‹†ƒ† › ‡š’”‡•‹˜‹†ƒ† •‡ƒ ‡˜‹–ƒ” …ƒ‡” ‡ †‡ϐ‹‹…‹‘‡• …‡””ƒ†ƒ•Ǥ  ˜‡”†ƒ†ǡ …‘‘•—…‡†‡‡–ƒ–‘•‘–”‘•ƒ•’‡…–‘•’”‘’‹‘•†‡‡•–‡ž„‹–‘ǡ‘‡š‹•–‡—Ž‡‰—ƒŒ‡ ’—”ƒ‡–‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ›‘–”‘‡–ƒ‡–‡‡š’”‡•‹˜‘Ǣ‘•‡–”ƒ–ƒ†‡†‘•…ƒ–‡‰‘”Àƒ•†”ž•ticamente diferenciadas. Por cuestiones pedagógicas, sin embargo, sí nos puede ayudar oponer los dos conceptos, o al menos ubicarlos frente a frente, y centrarnos en el

terreno textual escrito, que es el que en este momento nos interesa. Hagámoslo ima-

ginando un continuo en el que haya textos más expresivos y textos ž•”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‡•, como dos polos dentro de los cuales hay una gradación de menos a más:

”žϐ‹…‘ͳǤͳ ”ƒ†ƒ…‹×†‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‹†ƒ†‘‡š’”‡•‹˜‹†ƒ†‡Ž‘•–‡š–‘•

Textos más referenciales / menos expresivos

Elaboración propia

Ϋ +

Expresividad

Referencialidad

+ Ϋ

Textos más expresivos / menos referenciales

Aproximémonos primero a lo que hemos denominado Ž‘”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ. Para ello

debemos darle una mirada a un término que está detrás de aquel concepto: el de ”‡ˆ‡-

renteǤ‹’Ž‹ϐ‹…ƒ†‘—’‘…‘‡•–ƒ‘…‹×ǡ’‘†‡‘•†‡…‹”“—‡‡Ž”‡ˆ‡”‡–‡ǡ’ƒ”ƒŽ‘“—‡ aquí nos interesa, es ‘a lo que nos referimos’. En ese sentido, diremos que un texto —o

—‡•ƒŒ‡Ȅ‡•ž•”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽsi está más inclinado hacia el referente, esto es, hacia

aquello a lo que hacemos referencia. En un texto referencial, entonces, resaltaremos

Žƒ‹ˆ‘”ƒ…‹×“—‡ŽŽ‡˜ƒ‡Ž‡•ƒŒ‡ǡ‘–ƒ–‘•—ˆ‘”ƒǢ„—•…ƒ”‡‘•–”ƒ•‹–‹”Žƒ†‡Žƒ manera más directa posible. Desde la perspectiva de las teorías sobre las funciones del Ž‡‰—ƒŒ‡ǡ†‹”Àƒ‘•“—‡ƒ“—À‡•–ƒ‘•ƒ–‡—ƒ’”‹ƒ…Àƒ†‡Žƒˆ—…‹× ”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ: la len-

‰—ƒ…—’Ž‡—ƒ•‡”‹‡†‡ˆ—…‹‘‡••‡‰ïŽƒ•‹–‡…‹‘‡•†‡ŽŠƒ„Žƒ–‡Ǣ‡‡Žƒ…–‘…‘—ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

19

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

nicativo, la función referencial predomina cuando, precisamente, se concentra en el asunto del que se trata, en la realidad extralingüística que representa o a la que alude.

Llegados a este punto, puede que la noción de ”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‹†ƒ†esté todavía un

tanto nebulosa. ¿Acaso la mayor parte de los textos que leemos o producimos no están

inclinados hacia aquello de lo que tratan? En ese sentido, ¿no son todos referenciales? Como hemos empezado a insinuar líneas antes, la clave está en los propósitos comuni-

…ƒ–‹˜‘•†‡“—‹‡‡‹–‡‡Ž‡•ƒŒ‡ǤŽŽ‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ…—’Ž‡ǡˆ—†ƒ‡–ƒŽ‡–‡ǡ —ƒˆ—…‹×’”ž…–‹…ƒǡ›•—‡ϐ‹…ƒ…‹ƒ…‘—‹…ƒ–‹˜ƒ•‡‹†‡†‡ƒ…—‡”†‘…‘•—…ƒ’ƒ…‹†ƒ† •‡ž–‹…ƒ ’ƒ”ƒ ”‡ˆ‡”‹” ‘ ”‡‹–‹” ƒ ƒ“—‡ŽŽ‘ “—‡ ‡š‹•–‡ Ǽˆ—‡”ƒ †‡Ž Ž‡‰—ƒŒ‡ǽǤ ‘” ‡ŽŽ‘ǡ privilegia la denotación o el sentido «literal» de las palabras. En términos de Alberto

•…‘„ƒ”ǡ ‡•–‘ •‡ ‡˜‹†‡…‹ƒǡ ’‘” ‡Œ‡’Ž‘ǡ Ǽ…—ƒ†‘ ŽŽ‡‰ƒ‘• ƒ —ƒ „‘†‡‰ƒ › ’‡†‹‘• un paquete de cigarrillos, cuando preguntamos si alguien vino a buscarnos […] . En

‡•–ƒ•…‹”…—•–ƒ…‹ƒ•‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǡ‡Žƒƒ›‘”Àƒ†‡Ž‘•…ƒ•‘•ǡ•‹”˜‡’”‹ƒ”‹ƒ‡–‡ƒ—ƒ

ϐ‹ƒŽ‹†ƒ†”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǡ˜ƒŽ‡†‡…‹”ǡ“—‡•‹”˜‡…‘‘‹†‹…ƒ†‘”†‡—…À”…—Ž‘†‡‘„Œ‡–‘•‘ conceptos que están fuera de él y hacia los cuales apunta, a los cuales denota» (Escobar ʹͲͲ͵ȏͳͻ͹ͲȐǣͶ͵ȌǤŽŽ‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǡ’—‡•ǡ•—‡Ž‡•‡”—À˜‘…‘Ǥ

‡•–ƒŽÀ‡ƒǡƒŽ‰—‘•‡Œ‡’Ž‘••‡…‹ŽŽ‘•†‡—•‘†‡Ž‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ•‡”Àƒ

los siguientes: • •





El título de un libro académico: 100 años de cine en el Perú. Una historia crítica (libro de Ricardo Bedoya, investigador y crítico peruano de cine).

–‹–—Žƒ”†‡—ƒ”–À…—Ž‘‡‹–‡”‡–ǣǼ‹‡œ†‹„—Œ‘•ƒ‹ƒ†‘•“—‡ˆ—‡”‘…‡•—”ƒ†‘•ǽ ȋƒ”–À…—Ž‘†‡ ƒ‹‡—„‹‘ ƒ…‘…’—„Ž‹…ƒ†‘‡Ǽ‡”‡ǽǡ•‡……‹×†‡Ž†‹ƒ”‹‘El País).

Una empresa de soporte técnico de computadoras que le escribe a su cliente: «Estimado Sr. Ramírez: / Le informamos que ya hemos realizado el manteni-

miento solicitado para su computadora. Puede pasar a recogerla de 8 a 6 p. m. / Quedamos a su disposición para cualquier consulta. / Saludos cordiales / Equipo de Servicio Técnico».

Unas indicaciones para armar una carpa: «1. Retire la carpa de su empaque. 2. Colo-

“—‡Žƒ•˜ƒ”‹ŽŽƒ•Œ—–ƒ•’ƒ”ƒƒ”ƒ”‡Žƒ”…‘†‡Žƒ…ƒ”’ƒǤ͵Ǥƒ˜‡œ“—‡‡Žƒ”…‘‡•–± armado, coloque el cobertor encima. 4. Asegúrese de clavar en el suelo el cobertor de la carpa para que no se la lleve el viento».

‘‘˜‡‘•ǡ—–‹Ž‹œƒ‘•‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‡—…Šƒ•‘…ƒ•‹‘‡•Ǥ ƒ…‡”Ž‘ǡ

20

está claro, funciona comunicativamente hablando en diversos contextos. ImagineēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

‘•ǡ ’‘” ‡Œ‡’Ž‘ǡ “—‡ •‘‘• ’‡”‹‘†‹•–ƒ• › –‡‡‘• “—‡ ”‡†ƒ…–ƒ” —ƒ ‘–‹…‹ƒ •‘„”‡ los resultados de unas últimas elecciones presidenciales. ¿Qué información debería-

mos privilegiar en ese caso y cómo la expondríamos a nuestros lectores? Desde el titular, tendríamos que ir al centro del asunto: el resultado de la elección. Para ello,

•‡‰—”ƒ‡–‡—–‹Ž‹œƒ”Àƒ‘•—Ž‡‰—ƒŒ‡•‹’Ž‡›†‹”‡…–‘ǡ›‘•‘˜‡”Àƒ‘•‡—‹˜‡Ž meramente denotativo. En la misma noticia, podría ser relevante alguna información

ƒ†‹…‹‘ƒŽǡ…‘‘‹…‹†‡…‹ƒ•‡ŽƒŒ‘”ƒ†ƒ‡Ž‡…–‘”ƒŽ‘’”‘›‡……‹‘‡••‘„”‡Ž‘“—‡˜‹‡‡ǡ pero no mucho más. En ese contexto, en cambio, no sería conveniente escribir sobre si

nosotros, como autores de la noticia, estuvimos contentos o no con los resultados —de

hecho, nadie esperaría alguna información sobre el autor en esas líneas—, o describir ‡šŠƒ—•–‹˜ƒ‡–‡Ž‘•…‡–”‘•†‡˜‘–ƒ…‹×ǡ‘Šƒ…‡”‡‡•‡‘‡–‘—’‡”ϐ‹Ž†‡Ž‘•…ƒ-

†‹†ƒ–‘•Ǥƒ•‹–—ƒ…‹×…‘—‹…ƒ–‹˜ƒ›Ž‘•‘„Œ‡–‹˜‘•†‡—‡•–”‘–‡š–‘‘•‹…Ž‹ƒ”Àƒǡƒ†‡-

ž•†‡ƒ‡Ž‡‰‹”‹ˆ‘”ƒ…‹×’‡”–‹‡–‡ǡƒ—–‹Ž‹œƒ”—Ž‡‰—ƒŒ‡ž•”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǡ“—‡‘• ǼƒŽ‡Œ‡ǽ…‘‘ƒ—–‘”‡•ǡ’‘”†‡…‹”Ž‘†‡ƒŽ‰ï‘†‘ǡ†‡Žƒ‹ˆ‘”ƒ…‹×“—‡‡š’‘‡‘•Ǥ

Este último punto es sumamente importante. En principio, y nuevamente según

Žƒ•‹–‡…‹‘‡•…‘—‹…ƒ–‹˜ƒ•ǡƒŽ—–‹Ž‹œƒ”—Ž‡‰—ƒŒ‡ž•”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ’”‡–‡†‡‘•Ȅ’‘” razones prácticas, por intereses particulares, y consciente o inconscientemente— distanciarnos de lo referido. Ahora bien, ¿es acaso posible conseguir neutralidad absoluta

en lo que decimos o expresamos por escrito? En otras palabras, ¿podemos hacer uso de

—Ž‡‰—ƒŒ‡“—‡”‡’”‡•‡–‡†‡ƒ‡”ƒ‘„Œ‡–‹˜ƒŽƒ”‡ƒŽ‹†ƒ†ǡ›ƒ•À’Žƒ•ƒ”Žƒ‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡

–‡š–—ƒŽǫ‡ϐ‹‹–‹˜ƒ‡–‡ǡ‘Ǥ‡ϐŽ‡š‹‘ž„ƒ‘•ƒŽϐ‹ƒŽ†‡Žƒ’ƒ”–ƒ†‘ƒ–‡”‹‘”•‘„”‡—ƒ ˜‡”†ƒ†‹””‡ˆ—–ƒ„Ž‡ǣ‡Ž—•‘†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡•—ƒ”ƒ†‹‘‰”ƒϐÀƒ†‡Ž‘“—‡•‘‘•Ǥ‡•–‡•‡–‹†‘ǡ•‹Š—”‰ƒ‘•‡—‡•–”‘Ž‡‰—ƒŒ‡‘‡—‡•–”ƒ’”‘•ƒǡ•‹‡’”‡•‡”ž’‘•‹„Ž‡‡…‘trar, a modo de huellas digitales, marcas discursivas —de modalidad o modalización, por

‡Œ‡’Ž‘ǡ†‡•†‡ŽƒŽ‹‰òÀ•–‹…ƒ‡•’‡…‹ƒŽ‹œƒ†ƒȄ“—‡‘•—‡•–”‡…‘‘Ž‘“—‡•‘‘•ǣ•—Œ‡-

tos con intenciones, experiencias y estilos distintos, y también con ideologías e, incluso, •‡•‰‘•›…ƒ”‡…‹ƒ•Ǥ‡•–ƒ”‡ƒŽ‹†ƒ†‘‡•…ƒ’ƒ–ƒ’‘…‘‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǤ

Dicho esto, es evidente que, en un texto inclinado hacia lo referencial, es más

†‹ϐÀ…‹Ž˜‡””‡ϐŽ‡Œƒ†‘ƒŽ‰‘†‡Žƒ—–‘”ǡ•ƒŽ˜‘“—‡‡š’ŽÀ…‹–ƒ‡–‡‡Ž‘„Œ‡–‹˜‘†‡•—‡•…”‹–‘ •‡ƒǡ’‘”‡Œ‡’Ž‘ǡ‡‹–‹”•—‘’‹‹×‘’‘•‹…‹×”‡•’‡…–‘†‡—ƒ•—–‘Ǥ‡•–‘••‡–‹-

dos, podríamos apuntar que el autor de un texto referencial suele estar, al menos en

ƒ’ƒ”‹‡…‹ƒǡž•ƒŽ‡Œƒ†‘‡‘…‹‘ƒŽ‡–‡†‡•—’”‘†—…–‘Ǥ–‘†‘…ƒ•‘ǡ•—’”‡•‡…‹ƒ‡ el texto resulta menos obvia. ¿Y esto por qué ocurre? Principalmente porque, en esas

‘…ƒ•‹‘‡•ǡ‡•ƒ’”‡•‡…‹ƒ‡•‡‘•‡…‡•ƒ”‹ƒǤ‘Ž˜ƒ‘••‘„”‡Ž‘•‡Œ‡’Ž‘•†‡Ž‡‰—ƒŒ‡ referencial propuestos líneas antes y releámoslos. ¿Podemos decir algo de los autores? ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

21

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Probablemente no demasiado. Ocurre también que, aunque esto puede ser discutible

›˜ƒ”‹ƒ„Ž‡ǡ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ–‹‡†‡ƒ•‡”ž•Š‘‘‰±‡‘Ȅ‹…Ž—•‘‡•–ž†ƒ”Ȅ dentro de una determinada comunidad de hablantes. Se trata de un uso más convencional en todos los sentidos de la palabra.

Esbozadas algunas ideas sobre Ž‘”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ, aproximémonos ahora a lo expre-

sivo, aunque tal vez nuestra intuición, en el camino razonado que estamos intentando recorrer, ya nos haya ido dando algunas luces al respecto. Aprovechemos para ello las ”‡ϐŽ‡š‹‘‡•“—‡Š‡‘•†‡Ž‹‡ƒ†‘•‘„”‡Ž‘”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǤ

‡…Àƒ‘•ƒŽ‹‹…‹‘“—‡‘‡š‹•–Àƒ—Ž‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘Ȅ›ǡ’‘”‡š–‡•‹×ǡ–‡š-

tos expresivos— «a secas». Lo cierto es que se trata de un concepto intrincado cuyos

ƒŽ…ƒ…‡•›ŽÀ‹–‡••‘†‹ϐÀ…‹Ž‡•†‡‡•–ƒ„Ž‡…‡”Ǥ—‹œž—ƒƒ‡”ƒƒ•–—–ƒ†‡ƒ’”‘š‹ƒ”‘•

ƒŽ…ƒ’‘†‹ˆ—‹ƒ†‘†‡‡•‡ƒ•’‡…–‘†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡•‡ƒƒ•—‹”“—‡ǡž•“—‡—Ž‡‰—ƒŒ‡ expresivo per se, existen las que podríamos llamar marcas de expresividad.

‘†”Àƒ‘•ƒ•—˜‡œ‡’‡œƒ”†‹…‹‡†‘“—‡ǡƒ†‹ˆ‡”‡…‹ƒ†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǡ

‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘‘•‘Ž‘…‡–”ƒ•—ƒ–‡…‹×‡Ž‘”‡ˆ‡”‹†‘, sino que pone énfa-

•‹•‡Žƒƒ‡”ƒ‡“—‡‡Ž‡•ƒŒ‡•‡…‘•–”—›‡Ǣ‡‡•‡•‡–‹†‘ǡƒŽ—–‹Ž‹œƒ”Ž‡‰—ƒŒ‡ expresivo —o, para lo que nos interesa, al construir un texto que presente marcas de expresividad—, no nos limitamos a tratar sobre el asunto del que presentamos una información equis, es decir, sobre la realidad extralingüística que representamos

mediante las palabras. No nos quedamos tampoco en un plano meramente denotativo. No limitamos nuestro escrito a una función práctica. De alguna manera, aprove…Šƒ‘•‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡†‡•†‡•—ˆƒ…‡–ƒ‡•–±–‹…ƒǤ

En efecto, el uso lingüístico que denominamos expresivo se genera en una situa-

ción comunicativa distinta. En este caso, lo expresado lingüísticamente, como señala

Escobar, «reclama existencia por estar ahí, en contexto generado en su composición,

‘…‘‘”‡ˆ‡”‡…‹ƒ†‡…‹‡”–‘•Š‡…Š‘•ǡ•‹‘…‘‘Ž‘•’”‘’‹‘•Š‡…Š‘•ǽȋʹͲͲ͵ȏͳͻ͹ͲȐǣͶ͵ȌǤ •Àǡ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘‡•ƒ—–‘””‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ, puesto que remite a sí mismo: «se nos da

…‘‘—Š‡…Š‘ǡ…‘‘‘„Œ‡–‘‡•–±–‹…‘…‘‡š‹•–‡…‹ƒ’Ž‡ƒǽȋ•…‘„ƒ”ʹͲͲ͵ȏͳͻ͹ͲȐǣͶͷȌǤ ‡‡•–‡‘†‘ǡ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘‡•ƒ—–א‘‘”‡•’‡…–‘†‡Ž‘•Ǽ”‡ˆ‡”‡–‡•†‡‘–ƒ-

–‹˜‘•ǽ›‡š‹‰‡—ƒ†‡…‘†‹ϐ‹…ƒ…‹×“—‡Ž‘•‹–Žƒ‡•ˆ‡”ƒƒ”–À•–‹…ƒǡ›ƒ“—‡•—˜ƒŽ‹†‡œ

…‘—‹…ƒ–‹˜ƒ‘•‡’—‡†‡Ȅ‹•‡†‡„‡Ȅ‡†‹”‡ˆ—…‹×†‡•—‡ϐ‹…ƒ…‹ƒ’ƒ”ƒ”‡‹–‹” ƒƒŽ‰‘Ǽˆ—‡”ƒ†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǽǤ‘†”Àƒ‘•’Žƒ–‡ƒ”“—‡ǡ‡‡Ž—•‘‡š’”‡•‹˜‘†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǡ «los factores connotativos adquieren un relieve excepcional, que exalta las posibilida†‡••‹„׎‹…ƒ•†‡Žƒ’ƒŽƒ„”ƒǽȋ•…‘„ƒ”ʹͲͲ͵ȏͳͻ͹ͲȐǣͶͶȌǤ‹…Šƒ•’‘•‹„‹Ž‹†ƒ†‡•‡•–±–‹22

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

cas pueden ser potenciadas por medio del empleo de distintos recursos y mecanismos discursivos, como veremos a lo largo de este libro.

–”ƒ ’‘–‡…‹ƒŽ ƒ”…ƒ ‡š’”‡•‹˜ƒ •‡ †‡”‹˜ƒ †‡ Žƒ ”‡ϐŽ‡š‹× ƒ–‡”‹‘”ǣ ‡Ž Ž‡‰—ƒŒ‡

‡š’”‡•‹˜‘’‡”‹–‡Ȅƒ˜‡…‡•ǡ‹…Ž—•‘ǡ‡š‹‰‡ȄŒ—‰ƒ”‘•‘Ž‘…‘‡Ž’Žƒ‘†‡‘–ƒ–‹˜‘†‡ la lengua, sino con la connotación. En este punto también nos detendremos más ade-

Žƒ–‡Ǥ…—ƒŽ“—‹‡”…ƒ•‘ǡ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘‡•‡‘•ŽŽƒ‘›…‘˜‡…‹‘ƒŽǡ›’‡”‹–‡ ‘˜‡”‘•‡–”‡†‹ˆ‡”‡–‡•’Žƒ‘•†‡•‹‰‹ϐ‹…ƒ…‹×Ǥ

‘Ž˜ƒ‘•ƒŽ‡Œ‡’Ž‘’”‘’—‡•–‘’ž””ƒˆ‘•ƒ–‡••‘„”‡Žƒ‘–‹…‹ƒƒ…‡”…ƒ†‡—‘•

resultados en elecciones presidenciales. Habíamos comprobado que, en ese caso, lo

ž•’‡”–‹‡–‡‹„ƒƒ•‡”—–‹Ž‹œƒ”—Ž‡‰—ƒŒ‡ž•„‹‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǤ…‘–”ƒ•–‡ǡǬ“—± pasaría si, también en nuestro rol de periodistas, nos toca cubrir esa nota, pero esta

˜‡œ …‘ ‡Ž ‘„Œ‡–‹˜‘ †‡ …”‡ƒ” —ƒ …”א‹…ƒ •‘„”‡ ‡Ž •—…‡•‘ǫ  ‡•‡ …ƒ•‘ǡ ‡Ž —•‘ †‡ —

Ž‡‰—ƒŒ‡•‘Ž‘”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ•‡”Àƒ…‘–”ƒ’”‘†—…‡–‡Ǥ•ƒ•‹–—ƒ…‹×›‡•‡–‹’‘†‡–‡š–‘‘• demandarían no solo la selección de información distinta (tal vez alguna anécdota,

algún dato menor que pueda ser relevante, alguna descripción del lugar o de alguno de

Ž‘•’‡”•‘ƒŒ‡•†‡Žƒ‡Ž‡……‹×Ȍǡ•‹‘–ƒ„‹±‡Ž—•‘†‡‘–”‘•ƒ”–‹Ž—‰‹‘•†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡’ƒ”ƒ que funcione para ese propósito comunicativo y ese contexto.

Š‘”ƒ „‹‡ǡ ‡ ‡Ž …ƒ•‘ †‡Ž Ž‡‰—ƒŒ‡ ‡š’”‡•‹˜‘ǡ Ǭ“—± ‘…—””‹”Àƒ …‘ Žƒ ’”‡•‡…‹ƒ

del autor en el texto? Nuevamente, para esto no hay una sola respuesta: todo depen-

derá del contexto y de las intenciones del emisor. Sí podemos decir, sin embargo, que

será más probable encontrarnos con su presencia y palparla sin escudriñar demasiado entre líneas. No en vano una de las acepciones del término expresivo, recogida en el

Diccionario de la lengua española, es ‘que muestra con viveza los sentimientos de la

’‡”•‘ƒ“—‡•‡ƒ‹ϐ‹‡•–ƒ’‘”ƒ“—‡ŽŽ‘•‡†‹‘•ǯȋʹͲͳ͸ȌǤƒ†ƒ’ƒŽƒ„”ƒ†‡Ž–‡š–‘ expresivo, quizá más que en el caso de un texto más referencial, llevará la huella de su autor, y este tendrá que ser responsable de su elección.

Existen, por supuesto, muchas otras posibles marcas de expresividad: el uso de

—Ž‡‰—ƒŒ‡ž•’ƒ”–‹…—Žƒ”›’”‘’‹‘ǡŽƒ’‘–‡…‹ƒŽ‡œ…Žƒ†‡”‡‰‹•–”‘•ǡŽƒ’”‡•‡…‹ƒ†‡ estructuras textuales mucho menos rígidas, entre otras. Las iremos explorando en los siguientes capítulos. Pero es importante que vayamos reparando en una que quizá se

•‹–ïƒ ’‘” ‡…‹ƒ †‡ Žƒ• †‡ž•ǣ ‡Ž Ž‡‰—ƒŒ‡ ‡š’”‡•‹˜‘ †‡„‡ ‡š’Ž‘–ƒ” —‡•–”ƒ ‹”ƒ†ƒ

’‡”•‘ƒŽ›•—„Œ‡–‹˜ƒ•‘„”‡Ž‘“—‡‘•”‘†‡ƒǤ‡•–‡•‡–‹†‘ǡ…‘‘–ƒ„‹±Ž‘‹”‡‘• viendo a lo largo de estas páginas, deberemos ser cuidadosos con su uso, y evitar caer

en expresiones triviales, muy empleadas, tópicas, pues con ello quebrantaríamos dos rasgos fundamentales de la expresividad: la creatividad y la originalidad.

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

23

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Ž‡‰ƒ†‘•ƒ‡•–‡’—–‘ǡ–ƒŽ˜‡œ—‡•–”ƒ•”‡ϐŽ‡š‹‘‡••‘„”‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘ǡ

más bien teóricas, puedan resultar un tanto confusas o poco palpables. Para ir acor-

tando la brecha entre teoría y práctica, y teniendo como contraparte las cuatro mues-

–”ƒ•†‡Ž‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ“—‡Ž‡À‘•Šƒ…‡—‘•’ž””ƒˆ‘•ǡ‘„•‡”˜‡‘•ƒŠ‘”ƒƒŽ‰—‘• ‡Œ‡’Ž‘•’ƒ”ƒŽ‡Ž‘•†‡—•‘†‡Ž‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘‡…‘–‡š–‘•†‹˜‡”•‘•ǣ • •



Un título de un libro-ensayo: Las venas abiertas de América Latina (libro-ensayo del escritor uruguayo Eduardo Galeano)

Un título de un artículo publicado en internet: «Empresarios del viento» (artículo

de Diana Amador sobre empresarios mexicanos que instalan aerogeneradores para aprovechar la fuerza del viento de una zona de México, publicado en Etiqueta Verde, revista de periodismo narrativo)

Una carta que le remite el escritor francés Gustave Flaubert a su amada: «La

próxima vez que te vea te cubriré con amor, con caricias, con éxtasis. Te atiborraré con todas las alegrías de la carne, de tal forma que te desmayes y mueras. Quiero

“—‡–‡•‹‡–ƒ•ƒ”ƒ˜‹ŽŽƒ†ƒ…‘‹‰‘ǡ›“—‡–‡…‘ϐ‹‡•‡•ƒ–‹‹•ƒ“—‡‹•‹“—‹‡”ƒ

Šƒ„Àƒ• •‘Óƒ†‘ …‘ •‡” –”ƒ•’‘”–ƒ†ƒ †‡ ‡•ƒ ƒ‡”ƒǤ —ƒ†‘ •‡ƒ• ˜‹‡Œƒǡ “—‹‡”‘ •

que recuerdes esas pocas horas, quiero que tus huesos secos tiemblen de alegría cuando pienses en ellas» (Arcadia 2012).

Ǽ †‹…ƒ…‹‘‡•’ƒ”ƒŽŽ‘”ƒ”ǽǡ–‡š–‘†‡Ž‡•…”‹–‘” —Ž‹‘‘”–žœƒ”‡‡Ž“—‡Œ—‡‰ƒ…‘Žƒ•

’‘•‹„‹Ž‹†ƒ†‡•†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǣǼ‡Œƒ†‘†‡Žƒ†‘Ž‘•‘–‹˜‘•ǡƒ–‡‰ž‘‘•ƒŽƒƒ‡”ƒ correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo,

‹ “—‡ ‹•—Ž–‡ ƒ Žƒ •‘”‹•ƒ …‘ •— ’ƒ”ƒŽ‡Žƒ › –‘”’‡ •‡‡ŒƒœƒǤ Ž ŽŽƒ–‘ ‡†‹‘ — ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico

ƒ…‘’ƒÓƒ†‘†‡Žž‰”‹ƒ•›‘…‘•ǡ‡•–‘•‹‘•ƒŽϐ‹ƒŽǡ’—‡•‡ŽŽŽƒ–‘•‡ƒ…ƒ„ƒ‡ ‡Ž‘‡–‘‡“—‡—‘•‡•—‡ƒ‡±”‰‹…ƒ‡–‡ǤȀƒ”ƒŽŽ‘”ƒ”ǡ†‹”‹ŒƒŽƒ‹ƒ‰‹ƒ…‹× hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. / Llegado el llanto, se

tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los

niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón †‡Ž…—ƒ”–‘Ǥ—”ƒ…‹×‡†‹ƒ†‡ŽŽŽƒ–‘ǡ–”‡•‹—–‘•ǽȋ‘”–žœƒ”ʹͲͲͻǣͶͳͷȌǤ

Š‘”ƒǡŒ—–‡‘•Ž‘•‡Œ‡’Ž‘•‡š’—‡•–‘•ŽÀ‡ƒ•ƒ–”ž•›…‘’ƒ”±‘•Ž‘•…‘‡•–‘•

24

otros recientes, ayudándonos de la siguiente tabla: ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

”žϐ‹…‘ͳǤʹŒ‡’Ž‘•†‡‡•…”‹–‘•”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‡•›‡š’”‡•‹˜‘•

Ejemplos de escritos referenciales El título de un libro académico: 100 años de cine en el Perú. Una historia crítica (libro de Ricardo Bedoya, investigador y crítico peruano de cine) Un titular de un artículo en internet: Ǽ‹‡œ†‹„—Œ‘•ƒ‹ƒ†‘•“—‡ˆ—‡”‘ censurados» ȋƒ”–À…—Ž‘†‡ ƒ‹‡—„‹‘ ƒ…‘…’—„Ž‹…ƒ†‘‡Ǽ‡”‡ǽǡ•‡……‹× del diario El País)

Ejemplos de escritos expresivos Un título de un libro-ensayo: Las venas abiertas de América Latina (libro-ensayo del escritor uruguayo Eduardo Galeano)

Una empresa de soporte técnico de computadoras que le escribe a su cliente: «Estimado Sr. Ramírez: / Le informamos que ya hemos realizado el mantenimiento solicitado para su computadora. Puede pasar a recogerla de 8 a 6 p. m. / Quedamos a su disposición para cualquier consulta. / Saludos cordiales / Equipo de Servicio Técnico»

Una carta que le remite el escritor francés Gustave Flaubert a su amada: «La próxima vez que te vea te cubriré con amor, con caricias, con éxtasis. Te atiborraré con todas las alegrías de la carne, de tal forma que te desmayes y mueras. Quiero que te sientas maraviŽŽƒ†ƒ…‘‹‰‘ǡ›“—‡–‡…‘ϐ‹‡•‡•ƒ–‹ misma que ni siquiera habías soñado con ser transportada de esa manera. —ƒ†‘•‡ƒ•˜‹‡Œƒǡ“—‹‡”‘“—‡”‡…—‡”†‡• esas pocas horas, quiero que tus huesos secos tiemblen de alegría cuando pienses en ellas» (Arcadia 2012).

Un título de un artículo publicado en internet: «Empresarios del viento» (artículo de Diana Amador sobre empresarios mexicanos que instalan aerogeneradores para aprovechar la fuerza del viento de una zona de México, publicado en Etiqueta Verde, revista de periodismo narrativo)

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ʹͷ

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Unas indicaciones para armar una carpa: «1. Retire la carpa de su empaque. ʹǤ‘Ž‘“—‡Žƒ•˜ƒ”‹ŽŽƒ•Œ—–ƒ•’ƒ”ƒƒ”ƒ” el marco de la carpa. 3. Una vez que el marco esté armado, coloque el cobertor encima. 4. Asegúrese de clavar en el suelo el cobertor de la carpa para que no se la lleve el viento».

Elaboración propia

«Indicaciones para llorar», texto del es…”‹–‘” —Ž‹‘‘”–žœƒ”‡‡Ž“—‡Œ—‡‰ƒ…‘ Žƒ•’‘•‹„‹Ž‹†ƒ†‡•†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǣǼ‡Œƒ†‘ de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con •—’ƒ”ƒŽ‡Žƒ›–‘”’‡•‡‡ŒƒœƒǤŽŽŽƒ–‘ medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y ‘…‘•ǡ‡•–‘•‹‘•ƒŽϐ‹ƒŽǡ’—‡•‡ŽŽŽƒto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. / Para llorar, †‹”‹ŒƒŽƒ‹ƒ‰‹ƒ…‹×Šƒ…‹ƒ—•–‡†‹•‘ǡ y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. / Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres ‹—–‘•ǽȋ‘”–žœƒ”ʹͲͲͻǣͶͳͷȌǤ

ƒŒ‘ –‘†ƒ• Žƒ• …‘•‹†‡”ƒ…‹‘‡• •‡ÓƒŽƒ†ƒ•ǡ ‡–‘…‡•ǡ ƒ—ƒŽ‡• –”ƒ†‹…‹‘ƒŽ‡•ǡ

enciclopedias, noticias duras de diarios denominados «serios» o más formales, artí-

…—Ž‘• …‹‡–Àϐ‹…‘• ‘ ƒ…ƒ†±‹…‘•ǡ ‹˜‡•–‹‰ƒ…‹‘‡•ǡ ‡–…±–‡”ƒǡ •‡”Àƒ ‡Œ‡’Ž‘• †‡ –‡š–‘•

”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‡• ‡ †‹˜‡”•‘ ‰”ƒ†‘Ǥ  …ƒ„‹‘ǡ Ǭ“—± –‡š–‘• ’—‡†‡ ‡š’Ž‘–ƒ” ‡Ž Ž‡‰—ƒŒ‡ expresivo? Textos literarios, avisos publicitarios o expresiones propias del campo de la

publicidad y el marketingǡ…”א‹…ƒ•‘’‡”ϐ‹Ž‡•’‡”‹‘†À•–‹…‘•ǡ„Ž‘‰• de diversa temática, entre muchos otros. La lista, naturalmente, acaba donde la situación comunicativa y el autor lo decidan.

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ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

‹ƒŽ‡–‡ǡ’‘†‡‘•‹”•‘•–‡‹‡†‘Ž‘•‹‰—‹‡–‡ǣ‡Ž‘ˆ—†ƒ‡–ƒŽǡ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡

‡š’”‡•‹˜‘‘‡•—ƒ…‹‡…‹ƒ‘…—Ž–ƒǡ–ƒ’‘…‘—ƒˆ‘”ƒ†‡‡š’”‡•‹×“—‡‘•‡•ƒŒ‡ƒǣ‡• ’ƒ”–‡†‡‘•‘–”‘•›†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡“—‡—–‹Ž‹œƒ‘•‡‡Ž†Àƒƒ†ÀƒǤ‘Ž‘–‡‡‘•“—‡•ƒ„‡” aprovecharlo y explotarlo como potente —y necesario— instrumento discursivo.

Ahora, entonces, comprobémoslo. En el apartado siguiente, veremos y analiza-

”‡‘• …‘ †‡–ƒŽŽ‡ ƒŽ‰—‘• ‡Œ‡’Ž‘• ž• †‡ —•‘• †‡ Ž‡‰—ƒŒ‡ ”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ › Ž‡‰—ƒŒ‡ expresivo.

Ejemplo 1.‹˜‡Ž‡•†‡‡š’”‡•‹˜‹†ƒ†‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ Leamos, comparemos y analicemos los tres textos expuestos a continuación. Texto A

Ingredientes

200 gramos de pescado fresco 8 limones 1 cebolla

ͳƒŒÀŽ‹‘ sal

pimienta ƒŒ‘

Preparación

Luego de cortar el pescado en trozos pequeños, se condimenta con sal, pimienta

›ƒŒ‘•Ǥ‡•’—±••‡Ž‡ƒ‰”‡‰ƒ‡ŽŒ—‰‘†‡‘…Š‘Ž‹‘‡•›—ƒŒÀŽ‹‘‡–‡”‘„‹‡ chancado.

ƒ’”‡’ƒ”ƒ…‹×•‡†‡Œƒ…‘…‹ƒ”†—”ƒ–‡†‘•‹—–‘•Ǥ

—‡‰‘•‡•‹”˜‡ƒ…‘’ƒÓƒ†‘†‡—ƒ’‘”…‹×†‡…Š‘…Ž‘ǡ—ƒ†‡…‡„‘ŽŽƒǡ—ƒ”‘†ƒŒƒ de camote y otra de rocoto.

Adaptado de Recetario encarte de Santa Isabel

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

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ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Texto B ƒ”ƒÀǡ‡Ž‡Œ‘”…‡„‹…Š‡•‡’”‡’ƒ”ƒƒŽ‘”–‡†‡Ž‡”ïǡ‡•’‡…‹ƒŽ‡–‡‡‹—”ƒǤ ƒ•”ƒœ‘‡•’ƒ”ƒƒϐ‹”ƒ”‡•–‘•‘†‘•Ǥ’”‹‡”Ž—‰ƒ”ǡŽ‘•‹‰”‡†‹‡–‡•—–‹Ž‹œƒ-

†‘••‘‡Œ‘”‡•Ǥ‘”‡Œ‡’Ž‘ǡ‡ŽŽ‹×’‹—”ƒ‘‡•ž•ž…‹†‘“—‡‡Ž˜‡†‹†‘‡

‘–”ƒ•œ‘ƒ•†‡Ž’ƒÀ•ǡŽ‘“—‡‡Œ‘”ƒŽƒ…‘……‹×†‡Ž’‡•…ƒ†‘Ǥ•‡‰—†‘Ž—‰ƒ”ǡŽƒ receta utilizada en la mayoría de cebicherías piuranas es la tradicional, la verda-

†‡”ƒǣ•‘Ž‘’‡•…ƒ†‘ǡŽ‹×ǡ…‡„‘ŽŽƒǡƒŒÀ›•ƒŽǤƒ†ƒ†‡…‘•ƒ•‡š–”ƒÓƒ•…‘‘ƒŒ‘‘ culantro, que suelen ser utilizadas en otros lugares. Texto C

«El cebiche, con todas las de la ley, proviene del norte. Un pescado (casi pez),

ˆ”‡•…‘…‘‘—ƒˆ”—–ƒǡ„Žƒ…‘›ϐ‹”‡Ǣ—ƒ…ƒƒ†‡Ž‰ƒ†ƒ†‡Ž‹×ǡ—•—•’‹”‘ †‡ƒŒ‘ǡ•ƒŽǡƒŒÀŽ‹‘•‹˜‡ƒȋ•—•’‹‡Ž‡•ƒƒ”‹ŽŽƒ•ǡ’ï”’—”ƒ•›”‘Œƒ•Ȍǡ—ƒ•…—ƒ-

tas astillas de cebolla. Veinte minutos entre la cama de limón, en el peor de los casos. Yucas, camotes, choclos, lechugas son opcionales. De ningún modo parte

†‡ŽƒŒƒ”Ǥ•–ž†‡ž•†‡…‹”“—‡‡•ƒ•‘–ƒÓƒ•†‡‡•–ï’‹†ƒ…‡„‘ŽŽƒ”‡…‹±…‘”-

–ƒ†ƒǡŽ‘•”‘…‘–‘•ǡ‡Žƒ’‹‘ǡ‡Ž’‡”‡Œ‹Žǡ‡Ž…—Žƒ–”‘›‘–”‘•—•‘•„ƒ•–ƒ”†‘•ƒ†ƒ–‹‡nen que ver con el cebiche. Por lo menos, con el cebiche creado por Dios.»

Antonio Cisneros, El libro del buen salvaje. Crónicas de viaje / Crónicas de viejo ¿Qué similitudes y diferencias encontramos en los escritos anteriores? Lo pri-

mero que resulta evidente es que son textos que tratan, en líneas generales, sobre lo mismo: la preparación del cebiche. A pesar de que abordan un mismo tema, presentan,

no obstante, varias diferencias. Detengámonos en las más resaltantes y analicémoslas.

Aun sin tener detalles del contexto en que aparece cada uno de los textos, pode-

mos decir algo sobre la probable intención comunicativa de los autores. Sobre el texto A, podríamos señalar que el autor busca sencillamente explicar qué ingredientes tiene

el cebiche —diríamos que uno «estándar» o típico— y cómo se prepara. De hecho,

—‡•–”ƒ…‘’‡–‡…‹ƒ…‘‘Šƒ„Žƒ–‡•‘Ž‡…–‘”‡•‘•’‡”‹–‹”ž‹†‡–‹ϐ‹…ƒ”“—‡‡Ž–‡š–‘ es una receta. Diremos, pues, que es un texto primordialmente informativo. En el texto

B, en contraste, el autor emite una opinión sobre lo que él considera un buen cebiche. 28

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

‡•–‡…ƒ•‘ǡŠƒ›—ƒ–‡•‹•ȋǼ‡Ž‡Œ‘”…‡„‹…Š‡•‡’”‡’ƒ”ƒ‡‹—”ƒǽȌ›†‘•”ƒœ‘‡•“—‡

Žƒ•—•–‡–ƒȋǼŽ‘•‹‰”‡†‹‡–‡•—–‹Ž‹œƒ†‘••‘‡Œ‘”‡•ǽ›ǼŽƒ”‡…‡–ƒ—•ƒ†ƒ•—‡Ž‡•‡”Žƒ tradicional»). Esta vez, entonces, estamos ante un texto que podría considerarse, más bien, argumentativo.

‡•–ƒ•ƒŽ–—”ƒ•ǡ’‘†”‡‘•†‡…‹”“—‡ǡ‡…—ƒ–‘ƒŽ—•‘†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǡŠƒ›—”ƒ•‰‘

característico en los dos primeros escritos: ambos utilizan un registro referencial. No

Šƒ›•‡‰—†‘•’Žƒ‘•‹–‡”’”‡–ƒ–‹˜‘•Ǣ‡•—Ž‡‰—ƒŒ‡ŽŽƒ‘ǡŠ‘‘‰±‡‘ǡ‡•–ƒ†ƒ”‹œƒ†‘ǡ práctico, que funciona perfectamente bien para esos propósitos textuales.

Ahora bien, ¿qué ocurre en el texto C? ¿El autor quiere tan solo informarnos

ƒ…‡”…ƒ†‡Žƒƒ‡”ƒ‡Žƒ“—‡…”‡‡“—‡•‡’”‡’ƒ”ƒ—…‡„‹…Š‡ǫǬ…ƒ•‘•—‘„Œ‡–‹˜‘‡• convencernos de que esa es la única manera de hacerlo? Podríamos decir que, claro, en ƒŽ‰ï•‡–‹†‘‘•“—‹‡”‡‹ˆ‘”ƒ”•‘„”‡ƒŽ‰‘Ǣ’‘†”Àƒ‘••‡ÓƒŽƒ”–ƒ„‹±“—‡•‡ƒ•‡-

‡ŒƒƒŽ–‡š–‘‡Žƒ‡†‹†ƒ‡“—‡‡Žƒ—–‘”–ƒ„‹±‡‹–‡—ƒ‘’‹‹×Ǥ‡”‘”‡•—Ž–ƒ

‡˜‹†‡–‡“—‡‡•–ƒ•‹–‡”’”‡–ƒ…‹‘‡•“—‡†ƒ‹•—ϐ‹…‹‡–‡•’ƒ”ƒŽ‘“—‡Š‡‘•Ž‡À†‘ǤŽ autor parece tan solo querer expresarse y compartir con el mundo —en el marco de

—Ž‹„”‘ž•…‘’Ž‡Œ‘ǡ’‘”•—’—‡•–‘Ȅ—ƒ”‡ϐŽ‡š‹×•‘„”‡Ž‘…‘–‹†‹ƒ‘ǡ‡•–ƒ˜‡œ•‘„”‡ su propia experiencia frente a un plato de comida. En cualquier caso, naturalmente, la particularidad de este texto no reside tan solo en la idea que lo forma, sino en la manera en que se construye y en el efecto que genera en nosotros, los lectores, y en la función estética que encarna.

Si atendemos a la estructura de cada uno de los textos, podremos observar

que, en esencia, todos poseen una. Hay, sin embargo, una diferencia fundamental: los

dos primeros parecen seguir una estructura «prehecha», estandarizada. El primero, qué duda cabe, sigue la forma de cualquier receta y, en ese sentido, de los tres, es el

†‘…—‡–‘ž•ˆ‘”ƒŽ‹œƒ†‘Ǥ•–‘Ž‘ƒ•‡‡Œƒƒ‘–”‘•–‡š–‘•”À‰‹†ƒ‡–‡‡•–”—…–—”ƒ-

dos, como los currículos, los manuales, los contratos, etcétera. Aunque quizá menos

rígida, en el segundo también subyace una estructura, que es la propia de los textos argumentativos que siguen un razonamiento lógico-deductivo: se presenta una tesis que se sustenta a continuación mediante argumentos ordenados. ¿El texto expresivo,

‡Œ‡’Ž‹ϐ‹…ƒ†‘‡‡Ž–‡š–‘ǡ‡–‘…‡•ǡ…ƒ”‡…‡†‡‡•–”—…–—”ƒǫ‘”•—’—‡•–‘“—‡‘ǡ’‡”‘ǡ

‡—–‡š–‘‡š’”‡•‹˜‘ǡ‡•–ƒ‡•–‘–ƒŽ‡–‡˜ƒ”‹ƒ„Ž‡›ϐŽ‡š‹„Ž‡ǡ›†‡’‡†‡’‘”…‘’Ž‡–‘†‡ la intención del autor y del contexto de lo escrito.

‘”‘–”‘Žƒ†‘ǡŠ‡‘•Šƒ„Žƒ†‘›ƒƒ…‡”…ƒ†‡Žƒ’”‡•‡…‹ƒ†‡Žƒ—–‘”‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡

expresivo. Sin ánimo de tomarnos mucho tiempo en ello en este momento, diremos ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

29

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

“—‡‡Ž–‡š–‘‡•„ƒ•–ƒ–‡Ǽ‡—–”‘ǽǢ…ƒ•‹‘’‘†‡‘•‡š–”ƒ‡”‹‰ï”ƒ•‰‘“—‡†‡ϐ‹ƒ

ƒŽ”‡†ƒ…–‘”†‡‡•ƒ•ŽÀ‡ƒ•ǡ“—‹‡•‡•‹–ïƒǡ’‘”ƒ•À†‡…‹”Ž‘ǡˆ—‡”ƒ›Ž‡Œ‘•†‡•—‡•…”‹–‘Ǥ•‡ texto podría haber sido hecho prácticamente por cualquier persona que sepa, además de preparar un cebiche, castellano y escribir. El texto B, por su naturaleza argumentativa, sí esboza algo más del autor, pero solo en función de su postura frente al referente:

la preparación del cebiche. En cambio, en el texto C, el autor parece asomar en cada idea, en cada palabra utilizada. Y esto no ocurre por la presencia o ausencia de un

•—Œ‡–‘‰”ƒƒ–‹…ƒŽ‡’”‹‡”ƒ’‡”•‘ƒȋ‡Ž–‡š–‘‡•–ž‡–‡”…‡”ƒ’‡”•‘ƒ‰”ƒƒ–‹…ƒŽ

‘‡ˆ‘”ƒ•˜‡”„ƒŽ‡•‹’‡”•‘ƒŽ‡•Ǣ‡Žǡ–ƒ„‹±‡–‡”…‡”ƒ’‡”•‘ƒ‰”ƒƒ–‹…ƒŽǡ’‡”‘ ‹…Ž—›‡’”‹‡”ƒ’‡”•‘ƒǢ‡Ž•‘Ž‘—–‹Ž‹œƒŽƒ–‡”…‡”ƒ’‡”•‘ƒǡƒ’‡•ƒ”†‡“—‡‡•ǡ’ƒ”ƒ†×-

Œ‹…ƒ‡–‡ǡ‡Žž••—„Œ‡–‹˜‘†‡–‘†‘•ȌǤŽƒ—–‘”†‡Ž‹‘–‡š–‘‡š’Ž‘–ƒ—ƒƒ‡”ƒž• personal y creativa de acercarse hacia lo que lo rodea.

Pero quizá lo más descollante del texto C sea la manera en que el autor utiliza y

ƒ’”‘˜‡…Šƒ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡ǣ…‘–‘†ƒ•Žƒ•†‡ŽƒŽ‡›, pescado (casi pez), ˆ”‡•…‘…‘‘—ƒˆ”—–ƒ, cama delgada de limón, un suspiro de ajo, pieles y venas’ƒ”ƒ”‡ˆ‡”‹”•‡ƒŽƒŒÀǡ astillas de

cebolla frente a montañas de estúpida cebolla, usos bastardos frente al cebiche creado

por DiosǤƒ”‹“—‡œƒ†‡‡•–‡–‡š–‘”ƒ†‹…ƒƒŽŽÀǤǬ‘‡•ƒ…ƒ•‘‡š–”‡ƒ†ƒ‡–‡‰”žϐ‹…‘› ‘”‹‰‹ƒŽŽŽƒƒ”Ǽ…ƒ•‹’‡œǽƒŽ’‡•…ƒ†‘ǡ…‘’ƒ”ƒ”Ž‘…‘—ƒˆ”—–ƒˆ”‡•…ƒ›Œ—‰‘•ƒǡ›†‡…‹” que debe «reposar» en una «cama delgada» de limón para referirse a la necesidad de que el pescado esté fresco y no se cocine mucho tiempo en ese ingrediente, el limón, que tampoco debe ser muy abundante? Con esta descripción, con estos usos, con estas

analogías, ¿no se forma en nuestra mente, con bastante claridad, incluso una imagen de

Žƒ†‹•’‘•‹…‹×†‡Ž’Žƒ–‘”‡ˆ‡”‹†‘’‘”‹•‡”‘•ǫ‡ŽƒŒÀƒ†“—‹‡”‡†‹‡•‹‘‡•Š—ƒƒ• Ȅ‘ƒŽ‡‘•ƒ‹ƒŽ‡•ǡ˜‹˜ƒ•ȄƒŽ•‡”†‡•…”‹–‘…‘‘’‘•‡‡†‘”†‡’‹‡Ž‡•›˜‡ƒ•Ǣ›Žƒ•

ƒ•–‹ŽŽƒ•†‡…‡„‘ŽŽƒ•‘ǡƒ–—”ƒŽ‡–‡ǡ…‘”–‡•—›ϐ‹‘•‹…”—•–ƒ†‘•’‘”ƒ“—À›’‘”ƒŽŽž dentro de los ingredientes, nunca cebolla en proporción exagerada o excesiva. El texto

aprovecha también frases coloquiales, y con ello se reviste de realidad y aterriza el dis-

curso escrito en el habla del día a día… Cisneros, pues, utiliza magistralmente una serie

†‡–±…‹…ƒ•’”‘’‹ƒ•†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡“—‡˜ƒ‘•ƒ‹–‡–ƒ”‡š’Ž‘–ƒ”‡‡•–‡Ž‹„”‘Ǥ’”‘†—…‡ con ellas un texto potente, original y, sin duda, expresivo.

En suma, considerado todo lo anterior, diremos, sin temor a equivocarnos, que

Ž‘•–‡š–‘•›•‘–‡š–‘•”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽ‡•ǡ›“—‡‡Ž–‡š–‘‡•—‡Œ‡’Ž‘†‡–‡š–‘‡š’”‡-

30

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

sivo. Este, por supuesto, no es un análisis cerrado. De hecho, hay, especialmente en

–‡š–‘•…‘‘‡Ž†‡‹•‡”‘•ǡ˜ƒ”‹‘•†‡–ƒŽŽ‡•ž•“—‡ƒƒŽ‹œƒ”Ǥ‡Œƒ”‡‘•‡•–‘•ƒ•’‡…–‘• para más adelante y los iremos nombrando y abordando, paso a paso y pormenorizadamente, a lo largo de este libro.

Š‘”ƒǡ †‡Œ‡‘• ’‘” ‡Ž ‘‡–‘ ‡Ž ’Žƒ‘ ‡š…Ž—•‹˜ƒ‡–‡ ‡•…”‹–‘ › ’ƒ•‡‘• ƒ

otro, el de la publicidad, para ver cómo puede funcionar la expresividad en ese campo.

Ejemplo 2. Expresividad en carteles publicitarios

Comparemos y analicemos los dos carteles publicitarios que aparecen a continuación. ¿Qué similitudes y diferencias encontramos entre ellos? ¿Qué recursos

expresivos se explotan en cada uno? ¿Podríamos decir que alguno es más expresivo? ¿Por qué?

”žϐ‹…‘ͳǤ͵ƒ”–‡Ž’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘

—‡–‡ǣƒ”‹˜’‡”—Ǥ…‘ȀŽ‘•Ǧ„—‡‘•Ǧ‘‡–‘•Ǧ‡•…ƒˆ‡Ǧͳͻͺͷ

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

31

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

”žϐ‹…‘ͳǤͶƒ”–‡Ž’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘

—‡–‡ǣ‡Ž…ƒˆ‡…‹ŽŽ‘‡—‹‘Ǥ™‘”†’”‡••Ǥ…‘Ȁ–ƒ‰Ȁ•–ƒ”„—…•

‡Ž’Žƒ‘˜‡”„ƒŽǡ‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡—–‹Ž‹œƒ†‘’‘”‡Ž’”‹‡”…ƒ”–‡Ž’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘‡•’”‹‘-

ritariamente referencial, denotativo: «Los buenos momentos. En nuestra vida diaria, hay momentos únicos en los cuales disfrutamos una gran amistad. En esos momentos

que invitan a compartir… Nescafé Classic, el fruto de una cuidadosa selección de granos tostados a punto. / Nescafé Classic brinda el aroma y sabor intacto del buen café. / Son

los buenos momentos Nescafé». La mezcla de imágenes y texto es literal: tomar Nes-

…ƒˆ±…‘Ž‘•ƒ‹‰‘•‡•ƒ‰”ƒ†ƒ„Ž‡›•‹×‹‘†‡—„—‡‘‡–‘Ǣ‡•…ƒ•‡”‘›ƒ–‘†‘• Ž‡•‰—•–ƒǢ‡•–ƒ„‹±†‹˜‡”•‹×›‰‡‡”ƒ•‘”‹•ƒ•Ǣ•‹‰‹ϐ‹…ƒ…‘’ƒ”–‹”…‘Ž‘•†‡ž•Ǥ

Ž‘•—‘ǡ’‘†”Àƒ‘•ƒϐ‹”ƒ”“—‡‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡—–‹Ž‹œƒ†‘ƒ“—À‰‘œƒ†‡—…‹‡”–‘

ritmo, pero ese será un tema que abordaremos en profundidad en el capítulo 4 de este libro.

¿Y qué podemos decir de la imagen? Hay una composición clásica: un plano

general de varias personas en la, digamos, acción de tomar café. Nuevamente, la imagen

acompaña el texto de forma bastante literal. En un plano un poco más interpretativo,

también podemos observar que no se trata de un grupo de personas cualquiera, sino 32

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

de individuos de mediana edad —¿posiblemente de clase media-alta?— en una sala familiar, es decir, al margen del estrato socioeconómico, un público más bien formal ‘–”ƒ†‹…‹‘ƒŽǤ ƒ…‹ƒƒŽŽÀ•‡†‹”‹‰‡‡Ž‡•ƒŒ‡ǡ›‡•‘–ƒ„‹±•‡”‡ˆ—‡”œƒ…‘Žƒ‹ƒ‰‡Ǥ

En suma, sin duda, aunque eso no quiere decir que carezca por completo de

expresividad, este cartel publicitario utiliza —tanto en el ámbito verbal como en el ˜‹•—ƒŽȄ—Ž‡‰—ƒŒ‡ž•”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǤ

 …ƒ„‹‘ǡ Ǭ“—± ‘…—””‡ ‡ ‡Ž •‡‰—†‘ ‡Œ‡’Ž‘ǫ ƒ ’”‹‡”ƒ ‹’”‡•‹× ‘•

muestra una propuesta mucho más conceptual y menos referencial: no hay necesidad †‡–ƒ–ƒ•†‡•…”‹’…‹‘‡•‹†‡–ƒ–ƒ•’ƒŽƒ„”ƒ•Ǣ—’ƒ”†‡ˆ”ƒ•‡•’‘–‡–‡•ȋ“—‡’‘†”Àƒ-

‘•–”ƒ†—…‹”…‘‘ǼǬ—‡ž†‘–‡Žƒ•’‡•–ƒÓƒ•ǫ‘‡••‘Ž‘…ƒˆ±Ǥ•–ƒ”„—…•ǽȌ›—ƒ ‹ƒ‰‡…”‡ƒ–‹˜ƒ„ƒ•–ƒ’ƒ”ƒ‰‡‡”ƒ”‹’ƒ…–‘ǤŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡•—›†‹”‡…–‘’‡”‘‡‘• referencial en pro del efecto que quiere conseguir, de lo que quiere connotar. De hecho,

el texto, aunque igualmente importante, ocupa menos espacio en la propuesta visual,

…‘•ƒ“—‡‘‘…—””‡‡‡Ž’”‹‡”‡Œ‡’Ž‘Ǥ‡†‹…‡ž•…‘‡‘•Ǥ–‹‡‡”‹–‘ǡ–±…‹…ƒ “—‡ǡ…‘‘•‡ÓƒŽƒ‘•ƒ–‡•ǡ–”ƒ„ƒŒƒ”‡‘•‡—…ƒ’À–—Ž‘’‘•–‡”‹‘”Ǥ

En el campo meramente visual, como observábamos, tenemos una imagen más

creativa, tanto por su originalidad como por su composición: ya no se trata de un plano

‰‡‡”ƒŽǡ •‹‘ †‡ — ’Žƒ‘ †‡–ƒŽŽ‡Ǣ ›ƒ ‘ ‡…‡•‹–ƒ‘• ‹ž‰‡‡• Ž‹–‡”ƒŽ‡• †‡ ƒ‹‰‘• tomando café, sino tan solo un párpado abierto por una columna minúscula e impro-

„ƒ„Ž‡Ǥ•–ƒ˜‡œǡŽƒ‹ƒ‰‡›‡Ž–‡š–‘‘•‘—‡•’‡Œ‘ǡ…‘‘‡‡Ž’”‹‡”ƒ˜‹•‘ǡ•‹‘“—‡ǡ complementándose, construyen un diálogo.

‘†”Àƒ‘• ƒϐ‹”ƒ”ǡ ’‘” ‘–”‘ Žƒ†‘ǡ “—‡ ‡•–ƒ‘• ƒ–‡ —ƒ ’”‘’—‡•–ƒ ž• ‹†‹-

vidualista —¿quizá más acorde con las tendencias contemporáneas?—, dirigida, al

’ƒ”‡…‡”ǡƒ—’ï„Ž‹…‘Œ‘˜‡Ǥ•—ƒ’”‘’—‡•–ƒ“—‡”‡•ƒŽ–ƒ–ƒ„‹±ǡ…‘‘‡‡Ž’”‹‡” caso, la supuesta calidad del producto, pero con énfasis en la marca —probablemente

›ƒ‡“—‹•–ƒ†ƒ‡Žƒ‡–‡†‡Ž‘•…‘•—‹†‘”‡•Ȅ›‡Žƒˆ‘”ƒ†‡Ž‡•ƒŒ‡ǡ“—‡ǡƒ manera de eslogan, cierra de manera potente el aviso.

En síntesis, esta publicidad, como lo hemos podido comprobar, aprovecha un

Ž‡‰—ƒŒ‡Ȅ–ƒ–‘˜‡”„ƒŽ…‘‘˜‹•—ƒŽȄž•„‹‡‡š’”‡•‹˜‘Ǥ

Aclaremos algo importante en este punto, y que tiene que ver con la situación

comunicativa en la que aparece cada uno de estos avisos: todo lo anterior no quiere

decir que el primer cartel sea malo, ni mucho menos. No debemos perder de vista que ambas publicidades corresponden a épocas y contextos distintos, y, por tanto, a maneras disímiles de acercarse a la publicidad.

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

33

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Dicho esto, y considerando el análisis que hemos intentado hacer, podemos

ƒϐ‹”ƒ”“—‡‡Ž•‡‰—†‘…ƒ”–‡Ž’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘‡•ǡ‡–‘…‡•ǡ„ƒ•–ƒ–‡ž•‡š’”‡•‹˜‘“—‡ el primero.

ƒ•–ƒ‡•–‡’—–‘ǡŠ‡‘•”‡ϐŽ‡š‹‘ƒ†‘•‘„”‡Ž‘“—‡‡•‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘›Ž‘

hemos confrontado con el referencial. Hemos analizado con cierto grado de exhaustivi-

†ƒ†—’ƒ”†‡‡Œ‡’Ž‘•ǤŠ‘”ƒ“—‡…‘–ƒ‘•…‘ƒŽ‰—ƒ•Š‡””ƒ‹‡–ƒ•’ƒ”ƒ‡ŽƒžŽ‹•‹• y la práctica, pasemos a desarrollar las siguientes actividades.

Actividades

1. Lenguaje referencial y lenguaje expresivo ¿Qué diferencias encuentras entre los siguientes textos en cuanto a la forma en la que están construidos y a su intención comunicativa? Texto A

Ǽ–‘‡‹””‡•‹•–‹„Ž‡†‡•‡‘†‡‘”†‡”Žƒ„‹‘•Œ—‰‘•‘•…‘”ƒŽ‹‘•Šï‡†‘•Ȅ de hincar pausadamente (pero fuertemente — pero implacablemente) los

dientes en boca entreabierta. Sentir ahogarse en la propia garganta el grito

de sorpresa — de dolor — de goce de quien comparte tal acción propiciatoria y desconsagrante.

‹–‘ƒŽ—…‹ƒ†‘Ȅ’‡”‘‹•–ƒ–‡ž•˜À˜‹†‘“—‡…—ƒŽ“—‹‡”‹ƒ‰‡†‡•Š‘Œƒ†ƒ del olvido».

Texto B

‹Ž‹‘†‘Žˆ‘‡•–’ŠƒŽ‡ǡHa vuelto la Diosa Ambarina

Quiero darte un beso.

34

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

2. Lenguaje referencial y lenguaje expresivo ¿Qué diferencias expresivas encuentras entre los tres enunciados siguientes?

Texto A Estoy deprimido. Texto B

Me han destrozado el corazón. Texto C

«Mi corazón es un anticucho».

Lorenzo Helguero, Boletos

3. Diferentes maneras de expresar

Analiza comparativamente las tres formas expresivas siguientes. Texto A

Te extraño demasiado. Texto B

—ƒ—•‡…‹ƒ‡Šƒ†‡Œƒ†‘•‘Ž‘›–”‹•–‡…‘‘—„‡„±†‡•ƒ’ƒ”ƒ†‘Ǥ Texto C

«Cuatro boleros maroqueros 1

Con las últimas lluvias te largaste y entonces yo creí

que para la casa más aburrida del suburbio no habría primaveras

ni otoños ni inviernos ni veranos.

Pero no ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

͵ͷ

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Las estaciones se cumplieran

como estaban previstas en cualquier almanaque Y la dueña de la casa y el cartero no me volvieron a preguntar por ti. 2

Para olvidarme de ti y no mirarte

‹”‘‡Ž˜‹ƒŒ‡†‡Žƒ•‘•…ƒ•’‘”‡Žƒ‹”‡

Gran Estilo

Gran Velocidad Gran Altura.

3

Para olvidarte me agarro al primer tren y salgo al campo Imposible

Y es que tu ausencia

tiene algo de Flora de Fauna de Pic Nic. 4

No me aumentaron el sueldo por tu ausencia sin embargo

el frasco de Nescafé me dura el doble ‡Ž–”‹’Ž‡Žƒ•Š‘Œƒ•†‡ƒˆ‡‹–ƒ”ǽǤ

Antonio Cisneros, ‘‘Š‹‰—‡”ƒ‡—…ƒ’‘†‡‰‘Žˆ

4. Textos referenciales y textos expresivos

Lee y compara los dos textos expuestos a continuación. ¿Cuál de ellos es más

expresivo y por qué? Indica aquellos puntos en el texto que pueden considerarse como marcas de expresividad.

36

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

Texto A. Times Square

”žϐ‹…‘ͳǤͷ‹‡•“—ƒ”‡

—‡–‡ǣ ‰ϐ„”—‘ǡ‡‹‹‡†‹ƒ‘‘•

Ǽ‹‡•“—ƒ”‡‡•—ƒœ‘ƒ†‡Žƒ…‹—†ƒ††‡—‡˜ƒ‘”ǡ—„‹…ƒ†ƒ‡‡Ž…‡–”‘ †‡ƒŠƒ––ƒǡ‡–”‡Žƒ•ƒ˜‡‹†ƒ•‡š–ƒ›‘˜‡ƒǡ›Žƒ•…ƒŽŽ‡•͵ͻƒͷʹǤ—…‡tro es el cruce de la calle 42 y la avenida Broadway, donde se forma una plaza originalmente conocida como plaza Longacre. La plaza fue renombrada como ‹‡• “—ƒ”‡‡ͳͻͲͶǡ’‘”“—‡Žƒ‘ϐ‹…‹ƒ…‡–”ƒŽ†‡Ž’‡”‹×†‹…‘The New York Times estaba localizada en la esquina mencionada. Cuando el periódico se cambió de dirección a la calle 46 en 1913, el nombre Times Square ya era recono…‹†‘Ǣ‹…Ž—•‹˜‡Žƒ‡•–ƒ…‹×†‡Ž‡–”‘†‡Žƒœ‘ƒˆ—‡†‡‘‹ƒ†ƒ…‘‡•‡‘„”‡Ǥ Se caracteriza por sus decenas de anuncios luminosos publicitarios. Anun…‹ƒ”•‡‡‹‡•“—ƒ”‡‡•—›…ƒ”‘Ǣ‡Žƒ—…‹‘ž•„ƒ”ƒ–‘‡•‡Ž†‡‘…ƒǦ Cola, que «solo» paga un millón de dólares al año, debido a un antiguo contrato. La razón por la que anunciarse en Times Square es tan caro es que se estima que la plaza tiene 26 millones de visitantes al año. ‹‡•“—ƒ”‡‡•ǡŒ—–‘…‘‡Ž’ƒ”“—‡…‡–”ƒŽ†‡—‡˜ƒ‘”ǡŽƒœ‘ƒ‡–”‘politana de Estados Unidos que más ha aparecido en películas y programas de televisión». Adaptado de Wikipedia (2008)

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

͵͹

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Texto B. El siglo de las luces Ǽƒ†ƒž•‹’ƒ…–ƒ–‡“—‡‡‡”‰‡”†‡Ž‡–”‘†‡—‡˜ƒ‘”›–‘’ƒ”•‡†‡ frente con el alucinante mundo luminoso de Times Square. La sensación de

lugar conocido es inevitable, pues este cruce de avenidas ha formado parte del decorado de miles de películas. Pero pararse entre Broadway, la Séptima

Avenida y la Calle 42, rodeado por esos gigantescos letreros que invitan a sumergirse en un glamoroso mundo de moda, belleza y espectáculos, por las pantallas que informan sobre las cotizaciones de bolsa, por las excitantes vitrinas que invitan al consumo desenfrenado, y por las cientos de personas

que se mueven armoniosamente en una cadena acelerada, es sentirse real-

mente en el corazón del mundo moderno. Desde Times Square, la ciudad le grita su generosa bienvenida mientras le advierte que, si no se pone a

tono con su vertiginoso ritmo, será devorado en pocas horas. Desde Times

Square, cual irresistible ˆ‡‡ˆƒ–ƒŽ‡ǡ—‡˜ƒ‘”‡š–‹‡†‡—ƒƒ‘’ƒ”ƒ ofrecerle todos los estímulos y placeres que los sentidos anhelan, pero, al mismo tiempo, extiende la otra, para meterla de frente en el bolsillo y arrebatarle hasta la última moneda, para clavársela en el cuello y chuparle hasta la última gota de sangre.

La seductora Times Square cumplió ayer cien años. Que sean muchos, pero muchos más».

5. Expresividad en carteles publicitarios

El Comercio (8 de abril de 2004)

Compara estos dos carteles publicitarios, uno de una bebida gaseosa y otro del correo postal australiano, y analiza el nivel de expresividad en cada uno de ellos.

38

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

”žϐ‹…‘ͳǤ͸ƒ”–‡Ž’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘

Fuente: fotosoimagenes.com/6822/Pepsi-cola-en-los-60/Pepsi/

”žϐ‹…‘ͳǤ͹ƒ”–‡Ž’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘

Fuente: Australia Post Ad, en theinspirationroom.com

ēĎěĊėĘĎĉĆĉĊėĚĆēĆĉĊĎĊēĈĎĆĘĕđĎĈĆĉĆĘ

39

ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

͸Ǥ Lenguaje expresivo en la web —•…ƒ›–”ƒ‡—‡Œ‡’Ž‘†‡—ƒ’ž‰‹ƒ™‡„‡Žƒ“—‡•‡—–‹Ž‹…‡Ž‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡sivo. Señala concretamente qué rasgos encontrados te han hecho elegirla y

explica si crees que funciona comunicativamente hablando en ese contexto o no.

7. Lenguaje expresivo en películas

Encuentra y copia algún fragmento de una película en la que observes el uso

†‡—Ž‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘Ǥ‡ÓƒŽƒŽƒ’ƒ”–‡‡šƒ…–ƒ†‡‡•‡ˆ”ƒ‰‡–‘‡Žƒ“—‡ hayas encontrado el uso.

8. La expresividad en el manejo de redes sociales de una empresa ¿Crees que sería productivo que un …‘—‹–›ƒƒ‰‡”—–‹Ž‹…‡Ž‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘ǫ—•…ƒ—‡Œ‡’Ž‘”‡ƒŽǡ…‘’ž”–‡Ž‘‡…Žƒ•‡›‘’‹ƒ•‘„”‡•—’‡”–‹‡…‹ƒǤ

9. Expresividad y referencialidad en el periodismo

Busca dos titulares de dos periódicos distintos que traten sobre la misma

‘–‹…‹ƒ’‡”‘…—›‘–”ƒ–ƒ‹‡–‘†‡ŽŽ‡‰—ƒŒ‡•‡ƒ†‹ˆ‡”‡–‡ǣ“—‡—‘•‡ƒž• referencial y que otro sea más expresivo.

ͳͲǤNiveles de expresividad en el lenguaje audiovisual Visiona los tres documentales que enlazamos a continuación. Los tres tratan

sobre un referente similar: una ciudad. Sin embargo, la aproximación de los

ƒ—–‘”‡•Šƒ…‹ƒ‡•‡‘„Œ‡–‘‡•–‘–ƒŽ‡–‡†‹•–‹–ƒǤǬ—±†‹ˆ‡”‡…‹ƒ•‡…—‡–”ƒ• ‡–”‡‡•ƒ•‹”ƒ†ƒ•ǫǬ—±Ž‡‰—ƒŒ‡‡š’Ž‘–ƒŽ‘•ƒ—–‘”‡•ǫǬ”‡‡•“—‡Šƒ›Ž‡‰—ƒŒ‡‡š’”‡•‹˜‘‡‡•ƒ•…”‡ƒ…‹‘‡•ǫ Documental A Lima

(Bryan

1944).

Disponible

en

https://www.youtube.com/

1929).

Disponible

en

https://www.youtube.com/

™ƒ–…Šǫ˜α͹œʹ–ˆ™™ȋ…‘•—Ž–ƒǣͳͳ†‡ƒ”œ‘†‡ʹͲͳͷȌ Documental B Lluvia

(Ivens

™ƒ–…Šǫ˜α˜„˜ͻ „•ȋ…‘•—Ž–ƒǣͺ†‡ƒ”œ‘†‡ʹͲͳͷȌ 40

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ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

Documental C ‡–ƒŽ › ‡Žƒ…‘ŽÀƒ (Honigmann 1994). Disponible en https://www.you–—„‡Ǥ…‘Ȁ™ƒ–…Šǫ˜αƒ ʹ ‹˜„Œ…ͺȋ…‘•—Ž–ƒǣͳʹ†‡ƒ”œ‘†‡ʹͲͳͷȌ

11. Ejercicio de redacción: de la referencialidad a la expresividad Lee el texto que se te presenta a continuación. Como verás, utiliza priori-

–ƒ”‹ƒ‡–‡—Ž‡‰—ƒŒ‡”‡ˆ‡”‡…‹ƒŽǤ‘Žƒ•Š‡””ƒ‹‡–ƒ•“—‡–‡‰ƒ•Šƒ•–ƒ este punto a la mano, intenta dotarlo de mayor expresividad. Puedes añadir o quitar información según lo consideres pertinente. Versión A. La bicicleta urbana

La bicicleta urbana puede ser un buen medio de transporte para moverse por la ciudad. Con una estética que ha evolucionado de las bicicletas holan-

desas, las urbanas son vehículos con los que se circula bien sobre el asfalto. La razón está en la postura que adopta el usuario: pedalea erguido, en una posición que permite buena visión. Además, no cargar peso en el timón

permite señalizar fácilmente con los brazos cualquier maniobra de giro.

ƒ„ƒ””ƒ„ƒŒƒ†‡—…Šƒ•„‹…‹…Ž‡–ƒ•—”„ƒƒ•ȋ†‹•‡Óƒ†ƒ–ƒ–‘’ƒ”ƒŠ‘„”‡• …‘‘’ƒ”ƒ—Œ‡”‡•Ȍ’‡”‹–‡„ƒŒƒ”›•—„‹”†‡Ž˜‡ŠÀ…—Ž‘†‡ˆ‘”ƒž•ˆž…‹Žǡ ’‘”‡Œ‡’Ž‘ǡ…ƒ†ƒ˜‡œ“—‡‡Ž—•—ƒ”‹‘•‡†‡–‹‡‡ƒ–‡—•‡žˆ‘”‘‡”‘Œ‘Ǥ

•–ƒ•„‹…‹…Ž‡–ƒ•ŽŽ‡˜ƒ”—‡†ƒ•†‡‰”ƒ†‹ž‡–”‘ǡ“—‡ƒ›—†ƒƒ•—„‹”‡Œ‘” las veredas y hacen que se noten menos los baches. Además, aportan estabi-

lidad. Son adecuadas para ciudades con cuestas pronunciadas, aunque algu-

nos modelos de este tipo de bicicletas no tienen cambios. Finalmente, este tipo de medio de transporte está bien equipado: cubrecadenas y guarda-

„ƒ””‘•’ƒ”ƒ‡˜‹–ƒ”ƒ…Šƒ”Žƒ”‘’ƒ†‡Ž—•—ƒ”‹‘ǡŽ—…‡•›”‡ϐŽ‡…–ƒ–‡•’ƒ”ƒŽƒ noche, cesta en el timón para llevar cosas, y un asiento ancho y confortable.

Adaptado de Guía para encontrar la bicicleta que necesitas (Martín 2012)

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ĆėĈĔ ĆėĈŃĆ ĆđĈŘēĞĎĈĆėĉĔ ĚĆĒġēŮŕĎČĆȋĈĔĒĕĘǤȌȁĆĎĒĆČĎēĆĈĎŘēĊĘĈėĎęĆ

Versión B. [Coloca un título más interesante para tu versión]

Ǽ‹‘‡•…ƒ—–‹˜ƒ†‘”ǡ‘‹’‘”–ƒŽ‘“—‡†‹‰ƒ‡Ž–‡š–‘ǽǤ Lionel Hunt

ēđĆĈĊĘĎēęĊėĆĈęĎěĔĘ Te recomendamos revisar los siguientes enlaces web: ¿Qué diferencia la denotación de la connotación? Elena Rodríguez, del portal educativo —”‘ˆ‡•‘”, te lo explica …‘‡Œ‡’Ž‘•˜‡”„ƒŽ‡•›˜‹•—ƒŽ‡•†‡†‹˜‡”•‘–‹’‘Ǥ

Š––’•ǣȀȀ™™™Ǥ›‘—–—„‡Ǥ…‘Ȁ™ƒ–…Šǫ˜α‹…Ǧ” Žͳͺ

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ĆĕŃęĚđĔͳȁĊċĊėĎėĞĊĝĕėĊĘĆėđĆĘĈĔĘĆĘǣĈŘĒĔęėĆēĘĎęĆėĉĊđĔėĊċĊėĊēĈĎĆđĆđĔĊĝĕėĊĘĎěĔ

Ǭ׏‘ ‡• —•ƒ†‘ ‡Ž Ž‡‰—ƒŒ‡ ‡š’”‡•‹˜‘ ‡ Žƒ ”‡†ƒ……‹× publicitaria? Rosa Morel expone cuatro claves del …‘’›™”‹ting gastronómico en las que se puede apreciar esto.

https://www.youtube.com/watch?v=ho4OMpCGbw8 ¿Qué técnicas podemos emplear para redactar textos ’—„Ž‹…‹–ƒ”‹‘•‡š’”‡•‹˜‘•ǫ‘•ƒ‘”‡Ž–‡•—‰‹‡”‡–”‡•‡Œ‡”cicios para aprender a escribir como un …‘’›™”‹–‡”.

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ĎćđĎĔČėĆċŃĆ  ȋʹͲͳʹȌͳͲˆƒ‘•ƒ•…ƒ”–ƒ•†‡ƒ‘”ȋ…‘•—Ž–ƒǣͳ͹†‡ƒ‰‘•–‘†‡ʹͲͳͷȌǤ

(Š––’ǣȀȀ™™™Ǥ”‡˜‹•–ƒƒ”…ƒ†‹ƒǤ…‘ȀŽ‹„”‘•Ȁƒ”–‹…—Ž‘ȀͳͲǦˆƒ‘•ƒ•Ǧ…ƒ”–ƒ•Ǧƒ‘”Ȁʹͻͷͻͻ) ǡ —Ž‹‡ȋ†‹”‡…–‘”ȌȋͳͻͶͶȌ‹ƒǤͳͷ‹Ǥȋ…‘•—Ž–ƒǣͳͳ†‡ƒ”œ‘†‡ʹͲͳͷȌǤ ȋŠ––’•ǣȀȀ™™™Ǥ›‘—–—„‡Ǥ…‘Ȁ™ƒ–…Šǫ˜α͹œʹ–ˆ™™Ȍ

  ǡ ‡Ž‡ƒ›Vǡ’ƒ”‘ȋʹͲͲ͹ȏͳͻͻͻȐȌƒ•…‘•ƒ•†‡Ž†‡…‹”Ǥƒ—ƒŽ†‡ ƒžŽ‹•‹•†‡Ž†‹•…—”•‘Ǥ”‡ˆƒ…‹‘†‡‡—Ǥ˜ƒ‹ŒǤʹǤa ed. Barcelona: Ariel.

 ǡ–‘‹‘ȋͳͻ͹ʹȌ‘‘Š‹‰—‡”ƒ‡—…ƒ’‘†‡‰‘ŽˆǤ‹ƒǣ •–‹–—–‘ƒ…‹‘nal de Cultura.

——————— ȋͳͻͻ͹Ȍ Ž Ž‹„”‘ †‡Ž „—‡ •ƒŽ˜ƒŒ‡Ǥ ”א‹…ƒ• †‡ ˜‹ƒŒ‡ Ȁ ”א‹…ƒ• †‡ ˜‹‡Œ‘Ǥ Lima: Peisa.

ǡ —Ž‹‘ ȋʹͲͲͻȌ †‹…ƒ…‹‘‡• ’ƒ”ƒ ŽŽ‘”ƒ”ǡ ’Ǥ ͶͳͷǤ ǣ —‡–‘• …‘’Ž‡–‘• ͳ ȋͳͻͶͷǦͳͻ͸͸ȌǤͳ͹Ǥa reimpresión. Uruguay: Alfaguara.

EL COMERCIO (2004) El siglo de las luces, p. 14. En: diario El Comercio, sección Luces, 8 de abril.

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ǡ Ž„‡”–‘ ȋʹͲͲ͵ ȏͳͻ͹ͲȐȌ ƒ ’ƒ”–‹†ƒ ‹…‘…Ž—•ƒ ‘ Žƒ Ž‡…–—”ƒ Ž‹–‡”ƒ”‹ƒǤ ͵Ǥa ed. Lima: Universidad Ricardo Palma, Editorial Universitaria.

HELGUERO, Lorenzo (1993) Boletos. Lima: Eds. Pedernal.

HONIGMANN, Heddy (directora) (1994) Metal y melancolía. 80 min. (consulta: 12 de ƒ”œ‘†‡ʹͲͳͷȌǤ

ȋŠ––’•ǣȀȀ™™™Ǥ›‘—–—„‡Ǥ…‘Ȁ™ƒ–…Šǫ˜αƒ ʹ ‹˜„Œ…ͺȌ

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REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (RAE) (2016)

ȋ†Ž‡Ǥ”ƒ‡Ǥ‡•Ȁǫ‹†α ͸͵Ȍ‹–‹‘™‡„‘ϐ‹…‹ƒŽ†‡Žƒȋ…‘•—Ž–ƒǣͳ͵†‡ƒ”œ‘Ȍ

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