Año 1
Semana 11
Día 1
La fe y la oración Lee En la vida y el ministerio necesitamos depender de Dios para no sentirnos fracasados. Marcos 9.14-29
Medita Por un lado vemos a los discípulos que no habían podido liberar a un poseído, aún cuando Jesús les había dado autoridad sobre cualquier demonio; por otro lado vemos al padre del muchacho endemoniado desesperado y clamando a Jesús por ayuda: “si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos”. Jesús da una respuesta retórica y llena de esperanza, “si puedes creer..., al que cree todo le es posible”. Esta respuesta de Jesús tiene como propósito fortalecer la fe del padre del muchacho ya que éste le había dicho: “si puedes hacer algo...” La Biblia nos enseña que para Dios no hay imposibles, pero Jesús nos enseña que él obra de acuerdo con nuestra fe. Es inspiradora la honestidad del padre del muchacho al mostrar una dependencia total en Jesús al decir: “Creo; ayuda mi incredulidad”. Entonces cuando Jesús ve esa dependencia, obra en formas poderosas. Ahí estaba la falla de los discípulos; cuando se sintieron capaces de actuar, dejaron de orar y ayunar. Se honesto con el Señor y exprésale a continuación en qué asuntos necesitas que te ayude a superar tu falta de confianza en él.
Aplica Enumera tus problemas que piensas no tienen solución. Recuerda que no hay nada imposible para Dios. ¿Has dejado de orar? Tal vez estás dependiendo de ti mismo. ¿Te sientes fracasado o cansado? En Jesús encontrarás lo que necesitas.
Ora Padre, gracias por la certeza que me das en los momentos más difíciles; tú nunca me dejas solo.1
1Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 11
Día 2
Sacrificio y servicio Lee La grandeza de la fe cristiana está en lo que Dios hizo por nosotros, por medio de su Hijo Jesucristo. Marcos 9.30-41
Medita “La cruz ocupa el centro mismo de la fe evangélica... lo central de la cruz es lo que Dios hizo cuando ocupó nuestro lugar en la cruz, en la persona de Cristo, y cargó sobre sí nuestro pecado.” J. Stott. Mientras Jesús tiene claro el sacrificio por los pecados de la humanidad, los discípulos al igual que muchos de nosotros, discuten sobre ¿quién es el más importante? Jesús se percata del hecho y los interroga, pero ellos no contestan. ¿Por qué se callaron? ¿Acaso su conciencia les acusaba? No obstante la disputa generada entre los discípulos, el Maestro los llama y les hace ver su terrible error. Jesús deja en claro dos cosas: Lo más importante es ser el servidor de los demás y tener la humildad de un niño. Otro problema que Jesús tiene que enfrentar es la intolerancia de los discípulos: “Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue, y se lo prohibimos porque no nos seguía”. Notemos que ya en los discípulos estaba la raíz del sectarismo y el exclusivismo. Pero Jesús también aclaró este asunto: “Nadie que haga un milagro en mi nombre podrá hablar mal de mí” (39). A todo cristiano que es de Cristo, y lo ama y ora en su nombre, debo considerarlo como mi hermano, sea cual fuere su denominación cristiana. El amor y el respeto por el que es de Cristo deben primar entre los cristianos.
Aplica ¿Reconoces que Jesucristo tomó tu lugar cuando murió en la cruz? ¿Te gozas sirviendo a los demás? ¿En qué forma lo haces? ¿Oras por la unidad de todos los cristianos?
Ora Señor, gracias por el sacrificio que hiciste por mí en la cruz; por medio de ese sacrificio soy una persona transformada.2
2Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 11
Día 3
Los niños y el matrimonio Lee La fidelidad matrimonial y la bendición de los hijos en el hogar. Marcos 9.42-10.12
Medita En esta sección del evangelio de Marcos se destaca el amor de Jesucristo por los niños. Para ilustrar el concepto de quién es el mayor tomó a un niño en sus brazos y destacó su humildad. Luego advierte del peligro de maltratarlos o hacerlos caer en pecado. Es preferible perder una parte del cuerpo que usarlo para hacer daño a un niño. Y finalmente “tomó en sus brazos a los niños y los bendijo, poniendo la mano sobre ellos”. Otros asuntos bien pueden parecer de mayor importancia que el bienestar de la niñez, pero Jesús valorizó a los niños y con frecuencia los puso como ejemplo para nosotros. Posiblemente, por esta causa la palabra “niñez” se usa en ocasiones en los Evangelios para hacer referencia a los “creyentes sencillos”. Todo esto tiene que decir mucho a una sociedad donde el abuso de la niñez se ha constituido en un problema serio. Cuando nos detenemos a pensar sobre el énfasis que hizo Jesucristo con respecto al bienestar de los niños, comprendemos mejor por qué reafirmó que el vínculo matrimonial no puede romperse. De hecho, cuando se suscita una ruptura matrimonial, no sólo los cónyuges son afectados sino también los hijos, y más aún si estos son niños. Con respecto a “si era lícito al marido repudiar a su mujer” (10.2), había en aquella época dos posturas. La primera admitía el repudio por cualquier cosa que desagradara al marido. La segunda, solamente por la infidelidad de la esposa. Jesús fue más allá para enfatizar la intención original de Dios para con el matrimonio.
Aplica ¿En qué formas estás promoviendo el bienestar de los niños de tu familia, iglesia y comunidad? ¿Has considerado la importancia del ministerio de la Unión Bíblica a favor de la niñez? Informarte en la oficina de la UB en tu país.
Ora Señor, dame un corazón como el tuyo, para amar y servir a todos los niños, empezando por mis propios hijos.3
3Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 11
Día 4
Un reino de fe Lee Fe como la de un niño. Marcos 10.13-31
Medita Jesús se valió de los niños para enseñarnos una verdad sobre el reino de Dios: A este reino sólo pertenecen los que confían en Dios. Los niños tienen una forma muy particular de confiar; simplemente creen que Dios puede hacer lo que se le pide y no intentan explicarlo de manera lógica. Lo que Dios requiere para entrar en su reino es confianza en la obra redentora de Jesús, creer que él es capaz de darnos un cuidado especial y velar por nuestra seguridad, ahora y por la eternidad. Jesús fue interceptado por un hombre rico que deseaba saber cómo podía él heredar la vida eterna. Este hombre se cuidaba de guardar fielmente los mandamientos de Dios. De todos los que Jesús citó ninguno había dejado de cumplir. Era un hombre recto en su caminar y cumplir fielmente con los mandamientos le fue fácil. Entonces Jesús le planteó algo que le resultó difícil cumplir: despojarse de todo lo que poseía. Para entrar al reino de Dios, es necesario hacerlo con las manos vacías de todo aquello que reclame nuestra confianza. Nuestra fe no puede estar en lo que tenemos, tiene que estar puesta en Dios. Pablo en su carta a los Filipenses dice que él tenía mucho de qué confiar en la carne, circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley fariseo, pero todas esas cosas las consideró como pérdida para tener a Cristo morando en su corazón y ser hallado en él, no teniendo su propia justicia que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe. (Fil. 3).
Aplica ¿Qué cosas te impiden confiar plenamente en el Señor? Cuéntaselo a él en oración. ¿Estás buscando la justicia de Dios o estás queriendo ser justificado por tus propias fuerzas u obras? ¿Qué te falta para confiar como lo hace un niño?
Ora Me humillo Señor, y me hago sencillo como un niño, para ser sorprendido por tu grandeza y poder .4
4Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 11
Día 5
Jesús anuncia tres veces su muerte Lee Jesús anuncia su muerte a sus discípulos pero ellos no lo comprenden. Marcos 10.32-45
Medita Jesucristo anuncia por tercera vez su muerte. El primer anuncio lo puedes leer en Marcos 8.31-38 y el segundo en Marcos 9.30-31. El Dr. John Stott, en su libro La Cruz de Cristo, menciona una obra de arte llamada La sombra de la muerte. El artista se encuentra en su carpintería y sus pensamientos están centrados en Jesús y su crucifixión. Tiene el torso descubierto y los brazos extendidos de modo que al entrar la luz y reflejarse la sombra, parece estar crucificado. Su martillo y sus clavos, le recuerdan cuán terrible fue la ejecución. La obra nos dice una verdad: Jesús vivió siempre con la sombra de su muerte por nosotros: “Desde la juventud de Jesús, incluso desde su mismo nacimiento, la cruz proyectaba su sombra. Su propia muerte era el eje de su misión y la iglesia siempre lo ha reconocido así“. Al igual que en un relato anterior, mientras Jesús pensaba en el sufrimiento de su muerte vicaria, los discípulos pensaban en los mejores puestos para el gobierno terrenal que Jesús, según ellos, instauraría. Tuvo que recordarles: “Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.” (42-44) .
Aplica Señor, en humildad me presento y te ruego que me des un corazón de siervo.
Ora Señor, en humildad me presento y te ruego que me des un corazón de siervo.5
5Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 11
Día 6
Un clamor de fe lee Lee “Señor, ten misericordia de mí”. Marcos 10.46-52
Medita Su padre debió amarle mucho. Le pusieron el nombre Bartimeo, el hijo de Timeo. No sabemos si nació ciego o si alguna enfermedad o accidente le dejo así; lo que sí sabemos es que Bartimeo, aunque ciego, usó otro de sus sentidos para lo mejor: “había oído de lo que era capaz el hijo de David”. Quizás había soñado con lo que haría el día que estuviera cerca a Jesús. Ese día se levantó para seguir su rutina, “mendigar en las puertas de la ciudad de Jericó”, pero de pronto escucha una gran multitud y al preguntar, le explican que “se trata de Jesús Nazareno”. Inmediatamente comienza a dar gritos: “Jesús Hijo de David ten misericordia de mí, Jesús Hijo de David ten misericordia de mí, Jesús Hijo de David...”. Era tal su clamor que la multitud le pide que se calle. Entonces él grita aún más fuerte: “Jesús Hijo de David ten misericordia de mí”. Jesús que lo escuchaba se detuvo, mandó llamarlo y entonces la gente que no quería que gritara le dijo: “ten confianza; levántate, te llama”. Fue hacia Jesús, quien le preguntó: “¿qué deseas que yo haga por ti?” “Que recobre la vista”. En seguida, ocurrió el milagro en Bartimeo, por su confianza en Jesús. En la mañana estaba postrado, cubierto en su capa, y ahora está de pie siguiendo al Maestro, con sus ojos sanos. ¿Qué hizo la diferencia? “Tu fe te ha sanado.”
Aplica ¿Estás dispuesto a clamar a Jesús, aún cuando otros te digan “cállate”? ¿Estás convencido de lo que Jesús es capaz de hacer? ¿O has perdido la esperanza de que Jesús pase por tu vida y la cambie totalmente?
Ora Señor gracias, porque en Bartimeo puedo verme; aunque postrado, sigo clamando a ti para que me pongas de pie para servirte.6
6Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 11
Día 7
El ministerio en Jerusalén Lee Una vida sin contradicciones. Marcos 11.1-14
Medita En un gesto cargado de intención, Jesús escoge entrar en Jerusalén montado en un asno. Esta forma de llegar, no acostumbrada de los peregrinos, tiene todas las características de alusión a la antigua profecía (Zac. 9.9), presentándose como el que viene a cumplirla y, por lo tanto como Mesías. Una hora de radiante esplendor. El recibimiento tiene color y calor de pueblo. Hay alegría desbordante expresada en cánticos, aclamaciones, reconociendo así, vivamente, a quien llega como Rey y Señor. Es el sentir de muchos allí. Con todo, es aquí donde se acentúa aquel drama de insoslayable soledad y dolor: el drama de la cruz y que todavía hoy, infelizmente, sigue repitiéndose por la dureza del corazón humano. ¿Qué fue lo que movió a la multitud a acercarse a Jesús? ¿Curiosidad, superstición, devoción? ¿Qué es lo que experimentan hoy nuestros pueblos frente al Salvador? Todo parece indicar que fue “un entusiasmo sin coraje”. El precio de la fidelidad y la obediencia. Habiendo asumido públicamente el reto de la cruz (Mr.8.31), llega allí con la clara convicción de todo lo que sucederá. No es de manera alguna un ingenuo a quien lo van a sorprender con un proceso ridículo y luego crucificar como un vulgar delincuente. El ya conocía todo (Jn. 12.23-24-27-28), porque su Padre se lo había revelado en el duro silencio de la oración y la comunión. Y llegaba para ofrecer su vida, en un gesto que alcanzaría a toda la humanidad. (Jn. 10.17-18) .
Aplica ¿Qué es lo que te mueve a acercarte a Jesús cada día? ¿Cómo te acercas? ¿Qué le ofreces? ¿Qué has aprendido de su gesto humilde y profético? ¿Estás dispuesto a pagar el precio de la fidelidad y la obediencia?
Ora Señor, santifícame en tu verdad y ayúdame a vivir en concordancia con la fe.7
7Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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