La fábrica de calzado GGM licenciará a 700 empleados

19 abr. 2014 - cambiarios no han desaparecido. Y, finalmente, serán 700 trabaja- dores quienes empezarán en los próximos días a sentir el rigor de.
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| Sábado 19 de abril de 2014

La fábrica de calzado GGM licenciará a 700 empleados

Trabas. Gotelli, presidente de la firma que fabrica Pony, Asics y Signia,

dijo que les adelantará las vacaciones porque no lo dejan importar

Más allá de la calma que domina el mercado del dólar, los problemas cambiarios no han desaparecido. Y, finalmente, serán 700 trabajadores quienes empezarán en los próximos días a sentir el rigor de la restricción externa. Esta vez el tapón a las importaciones afectó a GGM, una fábrica de calzado que preside el ex Alpargatas Guillermo Gotelli y que produce en la Argentina las marcas de zapatillas Pony, Asics y Signia. “Lamentablemente, la importación de los componentes necesarios para fabricar productos acá se está demorando y por eso vamos a anticipar vacaciones. Nos está sobrando personal hasta que ingresen nuevamente componentes como producto terminado”, dijo Gotelli ayer en el programa La mirada despierta, que conduce Nelson Castro por radio Continental. El empresario del calzado dijo que la planta que la firma tiene en la localidad bonaerense de Las Flores se ha quedado sin productos para mantener el nivel de fabricación y eso los obligó a tomar medidas. “En el caso de las partes [para construir zapatillas], por ejemplo, las suelas que son capital intensivo y que son un producto tecnológico, son importadas; los otros componentes se agregan acá. Eso necesita aprobaciones que se demoran y, al no tener los insumos en la fábrica, la gente queda parada. Por eso preferimos dar vacaciones”, explicó. El ex CEO de Alpargatas agregó que la firma que preside tiene un acuerdo para exportar calzado terminado y que ahora teme perder esos contratos. “Tenemos algunas demoras que nos causan problemas. Lanzamos un proyecto de exportación de calzado Asics y conseguimos un contrato para exportar 700.000 pares por año, lo que nos convierte en el principal exportador de calzado de la Argentina. La lógica del proyecto es que tiene que producir superávit para poder abastecer el mercado interno. El sector en general tiene un déficit: importa 380 millones de

Bajo el signo del cepo

Guillermo Gotelli Presidente de GGM

El empresario dijo ayer que, al no poder importar componentes para producir zapatillas, deberá adelantar las vacaciones de 700 empleados porque ya no tienen nada que hacer

AuGusto CostA sec. de coMercio interior

Es el encargado de frenar todos los pedidos de importación posibles para contener el drenaje de divisas y mantener el nivel de reservas de dólares

dólares. Este proyecto revierte esa lógica: exportamos 700.000 pares e importamos algunos componentes para complementar el mercado mundial y, además, algunos productos para abastecer el mercado interno”, agregó. “Nos preocupa el riesgo de perder el contrato. Los compromisos de exportación tienen día y hora, sobre todo en una industria como ésta, que es estacional y se exporta para una determinada colección. Esa confianza es la que le hace bien al país, ya que, si uno cumple, puede cobrar mejores precios”, manifestó. Desde la devaluación permitida por el Gobierno en enero, las

trabas a las importaciones se han intensificado y son pocas las autorizaciones que se aprueban en la Secretaría de Comercio, que conduce Augusto Costa. Según dos fuentes consultadas, una de ellas que tiene retenidos alrededor de 200 contenedores en la Aduana con productos terminados, la Secretaría no da curso a ningún pedido, salvo que el impedimento ponga en riesgo las fuentes de trabajo. La medida tiene una lógica cambiaria: no perder más dólares de reservas con importaciones que no sean estrictamente necesarias. Quejas y cambios En las cámaras empresarias, la mayoría de las veces por lo bajo, las quejas de los afiliados se desencadenan a diario. Los hombres de negocios suelen entender algunos reparos a la hora de autorizaciones para importar productos terminados, pero no comparten la lógica cuando se trata de componentes o materia prima para producir en el país. “Las autorizaciones son procesos que tienen un contenido administrativo alto. En lo que es producto terminado, estamos a la cola de los demás, siendo que somos los únicos que exportamos más de lo que importamos”, dijo ayer Gotelli. El miércoles pasado, Costa se reunió con varias cámaras empresarias. En ese encuentro, les comunicó que la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI) tiene ahora una nueva metodología. “Se informatizó todo el proceso y en el mismo formulario se pueden hacer las observaciones”, explicaron los asistentes, que agregaron que Costa había intentado tranquilizar a los asistentes diciéndoles que los “casos de urgencia se han atendido aun fuera del formulario de contacto”. Finalmente, los empresarios escucharon lo que no querían: quienes no presenten la información de costos y precios no podrán pedir nada.ß