la cultura quichua de transición - Repositorio Digital-UPS

Andes, se desaruolla y expande una "cultura quíchua de transición" que unifica y asimíla progresívatncnte a pueblos dc orígen étníco díverso. Esta cultura de ...
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LA CULTURA QUICHUA DE TRANSICIÓN Su expansión y desarrollo en el Alto Amazonas

John Edwin Hudelson

JOHN EDWIN HI.]DEISON

LA CULTURA QUICHUA DETRANSICION

Su expansión y desa:rollo en el Alto Amazonas

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MUSEO AIVTROPOIOGICO

EDICIONES

DELBANCOCENTRAL

ABYA.YAI-A

DEL ECUADOR (Guayaquil) 1987

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la edición:

Marzode 1987

Coedición:

Museo Annopológico Banco Cent¡al Guayaquil Ed. ABYA-YALA (Quito - Ecuador)

Revisión: Portada

Rosa Mercedes Pólit Tania Mendizábal Cornelia Kammerr¡rann

Gráficos:

Luis Gualavisí

Traducción:

Impreso en Ecuador

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PRESENTACION

El Alto Atnazonas

lu

sido síempre un escenarío

de convergencia cultural d¿ los pucblos arnazónicos

y de estos con las culturas andínas y ccídennles. Los intentos fu co lo nizacíó n í ncai ca y

entre sí o

más tarde la presencia española han sido determínantes en su configuración actual y en la transformación que

ln sufrido desde

entonces, la

Amazonía.

Los íntentos por restablecer un supqesto cuadro original y llegar a la lógica interna que domína sucesivas tansformaciones es uno tarea en la que

todavla estón empeñados las antropólogos, etnógrafos y etnohistoríadores, para quienes descífrar la oscura tama de estas relaciones ínter-étnicas es un dcsafio vigeüe. Un proceso de trawculturación a través del una cuhuraasímila.

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En el Oríente Ecuatoriano, a los pies de los Andes, se desaruolla y expande una "cultura quíchua de transición" que unifica y asimíla progresívatncnte a pueblos dc orígen étníco díverso. Esta cultura de encuento, absorbe y reemplaza Ia

presencia dc forntas culturales anterbres y otorga aI cuadro étnico de los pueblos qüchua-hablantes de la A¡¡tazonía, el aspecto dc ww unida¿ aparente.

lns Quiclwa

de Loreto-Avila, son considerados

por el anttor, como el prototipo de esta cultura de trans ic ió n, ínc orpo rando eleme ntos tan dís tantes como la ideologla cristíana del siglo XIX y los rituales de curación shamánícas, A partír de este pueblo, el autor, íntenta descubrír los elementos oríginales que subyacen a la "cultura quíchua de transicición" y tambíén las características actuales que definen esta cultura.

Junto al proceso dc üfwión de la cultura, se da

la expansión del idioma quichua, que como es sabido, comíenza a absorber etnias.tan diversas corno los Wao y los Achuar. Teníendo en cuenta el retroceso de los idiomas

indígenas en Améríca, un fenómeno de esta naturaleza tiene un carócter único y no deja dc ser sorprendente. Junto a los agentes externos que transportctron el quichua desde los Andes a la Amazoüa (las misiones y la conqüsta espaínla), el autor exponc la díruímícay las fucnas que al interno de esta cultura dc trartsición explican la dífitsión del

quichua.Tanto la cultura, como la quichuización, no son síno la expresión adecuada de un proceso unificador e ídentificador de pueblos indígenas atnnzónicos Etc nccesitanrelacionarse con la cultura de los Andes, sín perder su ídcntidad. Los editores - Junio 1987

RECONOCIMIENTOS Quisiera expresar

mi gratitud a varias organizaciones y a los grupos

de

personas asociadas con éstas, quienes me ayudaron a conducir la investigación y escribir esta disertación.

La primera de las instituciones a la que quisiera agradecer es la "Fulbright Commission Institute of International Education" que financió mi trabajo en Ecuador. Esoy especialmente agradecido con María Eugenia Freilg María Magollón, y Jenny Castillo,de la comisión, quienes se alejaron de su camino para ayudarnos a mí y a ot¡os becarios de la Fulbright a tener una placentera y exitosa estadía en su país. Quiero agradecer al "Instituto Nacional de Colonización de la Región Amazónica Ecuatoriana'i cuya loable preocupación por los derechos indígenas promete un futuro

para los Quichuas

y

otros grupos indígenas del Oriente. También, va mi

agradecimiento a la Corporación Estatal PeEolera Ecuaoriana por facilitarme el uso de su helicóptero

y

tripulación en el reconocimiento inicial del sitio.

Estoy agradecido con la Universidad Católica de Quito con la que estuve relacionado y en particular a Diego Iurnalde quien me ayudó en el enfoque de gran parte de mi investigación de a¡chivó. Anne Christine Taylor y Philippe Descola de la "Ecole de Hautes Etudes" y tarnbién vinculados a la Universidad Católica, me proporcionaron abundantes datos comparativos sobre los Achua¡, los que me sirvieron inmensamente en mi análisis. John P. Bishop, del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, quien me fue extremadamente útil al describir variedades de plantas domesticadas y sus usos primitivos. Va un especial agradecimiento al Insütuto Lingüístico de Verano, por compartir sus facilidades y experiencia, especialmente a Lois Pederson por su asistencia médica y al piloto de JAARS, Almecham, cuya cara agradable y sarcástico humor fueron siempre bienvenidoa. Estaré por siempre en deuda con los miembros de la Cmperativa Nuestra Señora de [.oreto, sin cuya apertura y ayuda la investigación no hubiera tenido éxito. Además de las instituciones y personas mencionadas, una canúdad de personas

particulares me ayudaron de varias maneras durante mi rabajo de campo. Podría mencionar a Raquel Ackerman, Bub Boreman, Law€rence Carpenter, Frank Collinger,

Richard Gippelhauser, María Lourdes Holguín, Daniel kvyn, Elke Mader, Lloyd Rogers, Padre Juan Santos, John Schechter, Búbara Seitz, Las Hermanas Canadienses de Indiana en el Amazonas y muchas más. Estoy muy agradecido con ScottRobinson, Jean Langdon, Gertrude Dole y rni consejero Robert Murphy quienes me anima¡on a

regresar al Ecuador

y rabajar con los Quichuas del oriente.

Estoy en deuda

especialmente con los doctores Dole y Mu¡phy por sus permanentes sugerencias, guía y votos de confianza durante mi trabajo de campo y la redacción del mismo. Pocas veces en el campo uno tiene oportunidad de comparar datos con un ebrógrafo competente que tenga la experiencia de Jim Yost. Estoy profundamente endeudado para con Jim por sus observaciones perspicaces, su agudo ingenio y por la cálida hospitalidad que él y Kathie me brindaron a mi esposa y a mí cuando visitamos Tzapino. Igualmente, hay pocas personas con tanüa generosidad como Carolyn Orr, con quien estoy muy agradecido por sus numerosas contribuciones e impecable redacción de este texto. Después de vivir y trabajar veinticinco años con los Quichuas, creo que no hay otra persona que sin ser indígena los entienda mejor.

Quisiera agradecer a mi esposa Carol, quien enca¡ó las durezas del campo, la soledad del aislamiento y la ira del escritor, manteniendo el sentido del humor, una reserva de paciencia y abundante amor y entendimiento.

Finalmente, las personas a las que quisiera dar el mayor agradecimiento probablemente nunca sabrán lo profundo de mi apreciación: ellos son los ruku runakuna (los ancianos) de Loreto, quienes compartieron conmigo sus vidas. Shichishi Wasca, Lumuchu Mamarcu, Catupa, Papali, Yacami y muchos más, esta

hisoria

es suya.

CAPITULO

I

INTRODUCCION

Breve descripción histórica El impacto sobre las poblaciones nativas de las primeras penetraciones de Europa Occidental en las Américas, fue tan tremendo que nos ha impedido ver el hecho que algunos grandes grupos indígenas continuaban la expansión y migración aún durante ese período. El desconocimienüo de la persistencia indígena es, en parte,el resultado de la tendencia etnocéntrica de los cronistas que describieron la colonización primitiva del Hemisferio Occidental.Laer.a Colonial, especialmente en América Central y del Sur, fue pintada como un delirio de esclavitud y masacre de los nativos. No puede haber duda de que en la época de Cortés y Pizarro los dos imperios indígenas de mayor expansión se subordina¡on a un grupo de astutos españoles; en ambos casos el idioma y algunos otros elementos culturales de esos imperios fueron difunüdos por los conquistadores españoles. Además de la expansión del nahualt, el idioma de los Aztecas el quichua, idioma de los Incas, la conquista de lo que hoy es América Latina incidió indirectamente en la.expansión de varios oEos idiomas, debido a que quienes los hablaban tratarcn de escapar de la dominación Esparlola. Posiblemente el grupo de habla Tupí fue el que más se difundió (Steward 1948: 894). Para los Nahualt, Quichua y Tupí la conquista española se volvió un cat¿lizador de sus migraciones pre-+olombianas, acelerando su dispersión y absorción por grupos nativos. De los tres, sólo el quichua continrla expandiéndose actualmente, absorbiéndolo oEas

y

sociedades indígenas.

Aunque es discutible cuándo y hasta dónde el quichua se habló antes del contacto español, es cierto que por 1534, cuando Benalcázar fundó Quio, hacía tiempo que el quichua se había esüablecido, ¡nr sí solo, como el idioma oficial del imperio Inca, que en Ecuador, dominó la mayor parte de lo que actua¡mente es la Siena y la Costa. Cronistas Incas relatan intentos vanos de expandir el imperio en la Sierra al

este de

Quio, donde el idioma debe haber sido superficialmente conocido por motivos

de comercio.

A los treinta años de la fundación de Quito, los Españoles tuvieron éxito en realizar lo que el Inca no había hecho. Ellos establecieron un control político sobre una pequeña región del Valle Superior del Amazonas, fundando tres pequeñas poblaciones: Baeza, Archidona y Avila. Fue desde ese tiempo y desde estas poblaciones que la quichuización; la adopción del idioma quichua y la ransición cultural aI quichu4 empezó aproducine en el Valle del Amazonas. Hay un pequeño debate sobre cuáles fueron las fuerzas que estuvieron derás de la quichuización primitiva en el este del Ecuador y en el nor@ste del Penú. El uso del idioma se debió principalmente a conveniencias. El quichua ahorraba a sacerdotes y colonizadores españoles lener que aprender varios idiomas indígenas o enseña¡ el español a grupos de rabajadores indios. Muchos de los colonizadores manejaban con facilidad el quichua por haber nacido y crecido en la Sierra. Los quichua-hablantes de la Sierra fueron criados como sirvientes de los nuevos colonizadores, justamente como en las décadas anteriores, numerosos quichuas de la Sierra, habían sido utilizados como sirvientes en expediciones hacia la Amazonía (se dice que Pizarro había llevado 4000 en su expedición). Eso explica que el idioma quichua haya sido usado como "lengua franca". En algunas áreas en donde el idioma no era todavía entendidq indios serranos eran forzados a enseñarlo. Ciertos rasgos de la cultura serrana fueron sin duda insertados en el repertorio de los indios amazónicos pero hubo influencias aún más traumatizantes para estos indios de la selva tropical: la for¿ada supresión de la guerra, la llegada de la doctrina y la ética euro