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Impreso por Teresa Guerrero Fernández. Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.

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EL MUNDO. DOMINGO 13 DE MARZO DE 2011

CIBERNÉTICA

Entrevista con Kevin Warwick

El científico británico Kevin Warwick posa en el Museo de la Ciudad de Madrid, con el brazo robótico que utilizó en uno de sus experimentos. / SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL

«LA COMUNICACIÓN ENTRE CEREBROS SERÁ MUCHO MÁS ÍNTIMA QUE EL SEXO» Tras llevar dos microchips en su brazo, el polémico científico Kevin Warwick planea colocarse en 2015 un implante en el cerebro. El primer ‘cyborg’ conversa con ‘Eureka’ sobre sus últimos experimentos y sus futuros proyectos TERESA GUERRERO

stá convencido de que el hombre y la máquina llegarán a fusionarse en el futuro así que no ha dudado en convertir su cuerpo en un laboratorio para experimentarlo en primera persona. El científico británico Kevin Warwick (Coventry, 1954) se ha sometido ya a dos delicadas intervenciones quirúrgicas para implantarse microchips en su brazo izquierdo. En 1998 le colocaron bajo la piel un dispositivo con el que podía abrir las puertas y controlar la iluminación de un edificio inteligente. Lo llevó durante nueve días. En 2002 fue más allá y logró que le implantaran electrodos en su sistema nervioso durante tres meses. El siguiente objetivo del denominado Proyecto Cyborg será llevar un implante en el cerebro, una operación extremadamente compleja y arriesgada que podría llevar a cabo hacia el año 2015 y que, según asegura, supondría un primer paso para su gran sueño: lograr transmitir pensamientos y emociones directamente entre cerebros. Warwick, considerado uno de los mayores expertos en robótica y cibernética, no sólo ha logrado ser el primer humano en unirse a un ordenador. También consiguió que su

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esposa se implantara en 2002 un dispositivo, que conectaron al suyo. Sólo lo llevó durante un día y se lo insertaron mediante cirugía menor, por lo que fue una operación menos arriesgada aunque muy dolorosa. ¿Cómo la convenció?: «Realmente ella quería hacerlo y estaba muy emocionada. No es científica pero estaba muy interesada en el aspecto comunicativo», asegura a Eureka el investigador, que esta semana ha visitado Madrid. Por primera vez dos personas se comunicaron a través de sus sistemas nerviosos. Lo hicieron, eso sí, de una manera muy básica, casi telegráfica: «Cuando mi mujer, que se encontraba en otra habitación, abría y cerraba la mano, yo lo sentía en mi cerebro. Era como usar el código morse», explica. «Unir tu sistema nervioso con el de otra persona es algo muy íntimo. Decimos que el sexo es íntimo pero la comunicación entre cerebros lo será mucho más».

NUEVOS SENTIDOS. El investigador cree que en el futuro será posible transmitir pensamientos, sentimientos e imágenes sin necesidad de hablar, lo que cambiará completamente la forma de comunicarnos y la hará mucho más rica. A largo plazo, los implantes en el cerebro podrían permitir, por un lado, tratar enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, pero también mejorarían

las capacidades del hombre y le dotaría de nuevos sentidos (percibir ultrasonidos, infrarrojos, tener visión nocturna, etc). Percibiremos el mundo de forma totalmente distinta: «Como seres humanos somos bastante limitados. Sólo tenemos cinco sentidos y experimentamos el mundo en tres dimensiones». Según Warwick servirán para mejorar la capacidad de nuestra memoria y compartir informacion (mediante descargas desde el ordenador al cerebro y viceversa). Eso sí, su mujer, de 63 años, tiene claro que no se implantará un microchip en el cerebro, pues lo considera demasiado arriesgado. Warwick tiene dos hijos de su anterior matrimonio, a los que no hace ninguna gracia que su padre, que goza de un buen estado de salud, vaya a someterse a una operación tan peligrosa. Aunque no se dedican a la ciencia (su hija, de 29 años, es trabajadora social y su hijo, de 26, profesor de inglés) siguen con gran interés sus experimentos. «Con el primer implante sí consideré la posibilidad de que lo hiciera otra persona pero finalmente decidí que sería yo. Si algo hubiera ido mal, habría sido difícil vivir con ello y además, quería experimentarlo por mí mismo. En el segundo, mucho más arriesgado, no tuve dudas de que tenía que hacerlo yo». Para la siguiente fase del Proyecto

Cyborg es necesario que dos personas se implanten el chip en el cerebro pues el objetivo es que se comuniquen directamente entre cerebros de forma telegráfica. Warwick, de 57 años, esperará un tiempo para hacerlo, al menos hasta que cumpla los 60: «Me gusta mucho mi vida y hay muchas posibilidades de que algo vaya mal, tanto al implantar el chip como al retirarlo». De momento, ase-

propone a esta periodista hacerlo. Aunque admito que siento curiosidad le digo que no cuente conmigo. Pero, ¿y si lo hiciera? ¿qué se siente al llevar un implante?: «La primera experiencia fue muy divertida y me permitió vislumbrar las posibilidades de esta tecnología. Las puertas se abrían y las luces se encendían a tu paso así que te sentías poderoso. El segundo implante fue, sobre todo, un expe-

CÓMO ADAPTARSE A LOS CAMBIOS La Tecno-humanidad, a debate en Madrid La introducción de las nuevas tecnologías está transformando la sociedad y la manera en la que nos relacionamos y percibimos el mundo. A lo largo del mes de marzo, varios expertos invitados por la Fundación Banco Santander analizan en el Museo de la Ciudad de Madrid los cambios que se están produciendo como consecuencia del abrazo entre biología y tecnología. Eduardo Punset fue el encargado de inaugurar la XV edición de este ciclo dedicado a la ciencia y a la sociedad. El biólogo Manel Esteller hablará sobre la influencia de la epigenética en la salud. Steven Cowley, uno de los científicos pioneros en energía limpia, explicará las ventajas de la energía de fusión. Por su parte, el físico Álvaro de Rújula ofrecerá claves para entender el LHC, el experimento más ambicioso.

gura que ya tiene unos 10 voluntarios dispuestos a unir sus mentes con la suya, aunque el bromista profesor no desaprovecha ninguna ocasión para reclutar a más y le

rimento científico pionero porque era la primera vez que se llevaba a cabo en el sistema nervioso de un ser humano y no sabíamos cómo hacerlo. Me sentía como un labo-

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Entrevista con Kevin Warwick

ratorio andante. Fue muy emociopués que fue un malentendido pero nante porque tuvimos que tomar la anécdota ilustra las dudas que la muchas decisiones. Durante la robótica plantea desde hace años. operación surgieron varios probleLos experimentos de Warwick no mas y hubo momentos en que los dejan indiferente a nadie y suscitan médicos no sabía qué hacer, así dilemas éticos. Sus planteamientos que fuimos improvisando. Fue un provocan tanto elogios como fuergran trabajo de equipo», recuerda. tes críticas entre algunos de sus coEl autoaprendizaje ha sido una legas y, en ocasiones, han sido acoparte importante en la carrera de gidas con recelo por parte de la soWarwick, que aparcó los estudios a ciedad. Tras el asesinato de dos los 16 años: «En aquella época me interesaban las motos, el fútbol, la tecnología y las chicas, CREE QUE LA IMPLANTACIÓN DE como a cualquier otro CHIPS PERMITIRÁ MEJORAR LAS chaval de esa edad. No tenía mucho dinero así CAPACIDADES DEL HOMBRE que conseguí un empleo en el sector de las telecomunicaciones (en Bri- SUS EXPERIMENTOS PLANTEAN tish Telecom). Fue una FRECUENTES DILEMAS ÉTICOS Y fantástica experiencia para aprender». HAN RECIBIDO FUERTES CRÍTICAS A los 22 años se graduó en la Universidad de Aston y continuó formándose en el Imperial College niñas británicas en 2002, propuso code Londres. Antes de conseguir su locar implantes a menores de edad plaza en el departamento de Ciberpara localizarlos en caso de secuesnética de la Universidad de Reatro. Miles de padres se pusieron en ding, en la que es profesor desde contacto con él para interesarse por 1987, trabajó en las universidades esta tecnología, sobre todo a raíz de de Oxford, Newcastle y Warwick. la desaparición de Madeleine Las novelas de ciencia ficción McCain, pero el fuerte rechazo de altambién le sirvieron de inspiración: gunas asociaciones en defensa de los «Cuando era adolescente no era un niños le hicieron abandonar el progran fan de esta literatura pero me yecto, al menos de momento. gustaba». Recuerda en concreto La inteligencia artificial ayudará una novela de Michael Crichton, El a personas con minusvalías y a trahombre terminal, sobre la implantatar enfermedades como el Parkinción de electrodos en el cerebro: son o el Alzheimer. Precisamente «No me quiero identificar con él investigar cómo se forma la memoporque creo recordar que era un ria para avanzar en estas terapias psicópata asesino pero yo lo leí coes el objetivo de uno de sus últimos mo un libro de ciencia y lo encontré y polémicos experimentos: ha creatremendamente emocionante». do en el laboratorio cerebros biolóSus experimentos bien podrían gicos a partir de neuronas de rata, haber servido como argumento de que han conectado con éxito a un una novela de ciencia ficción. Grapequeño cuerpo robótico. cias al implante de 2002 fue capaz La misma tecnología servirá tamde controlar desde Nueva York una bién para perfeccionar al ser humamano robótica que estaba en Reano. La Humanidad se dividiría entre ding (Inglaterra) y a la que se coaquellos que pudieran o desearan nectó enchufando su sistema nerbeneficiarse de estas tecnologías y vioso a internet. Cuando el profeconvertirse en superhombres y sor movía la mano, las señales aquellos que no tuvieran acceso o emitidas por su cerebro también no quisieran. Aunque admite que es controlaban la mano robótica, que una posibilidad real, Warwick cree a su vez enviaba señales. Warwick que merece la pena correr el riesgo podía sentir la fuerza con la que la ya que «la técnica es la misma para mano agarraba un objeto en otro los dos objetivos. Parando una lícontinente. nea de investigación detienes la otra. Si va a suceder, yo personalCUESTIONES ÉTICAS. El profesor mente prefiero estar en el grupo explica que esta tecnología ayudaque lleve los implantes». rá a las personas que han perdido De todos los avances que se visun miembro a controlar una prótelumbran en el horizonte, Warwick sis con su cerebro, pero también elegiría «sin duda» formar parte del permitirá que cualquier persona primer experimento de comunicapueda extender su cuerpo y expeción a través del pensamiento. ¿Virimente sensaciones a kilómetros viremos para verlo? «En la actualide distancia. Incluso podría hacer dad, cada diez años la esperanza de posible la exploración de otros plavida crece, de media, unos dos netas con la parte robótica sin los años. Si lográsemos que aumentaobstáculos actuales, como los efecra seis años cada década, podríatos de la radiación en el cuerpo. mos llegar a los 150 años». Admite Las posibilidades de la inteligenque a él le gustaría vivir 200 años cia artificial son tan numerosas coporque así podría ser testigo de exmo las dudas y las reservas que getraordinarios logros científicos, conera. Con frecuencia surgen situamo la comunicación de pensamienciones absurdas, como la que vivió tos o la cura del cáncer. «Será una Warwick en 1999, cuando la compaépoca tremendamente emocionanñía aérea British Airways no le perte. Cambiará completamente la formitió llevar en la cabina a su frágil ma en la que vivimos». gato robótico, Hissing Sid. A pesar de que había comprado un asiento Oddd4ddddd extra, los empleados insistieron en >Vea hoy en EL MUNDO en Orque el robot debía viajar en la bodebyt al profesor Warwick expliga del avión, pues se trataba de un cando sus experimentos. animal. La compañía aclaró des-

RAY KURZWEIL «En 20 o 30 años el hombre logrará frenar el envejecimiento» T. GUERRERO.

La mayor parte de las predicciones que hizo hace 20 años se han cumplido así que Ray Kurzweil (Nueva York, 1948) ha pasado de ser considerado un loco a convertirse en un referente mundial en el campo de la tecnología. Durante su última visita a Madrid conversó con Eureka sobre la implantación de nuevas tecnologías en el cuerpo, que según el científico, harán posible que en pocas décadas un hombre de 90 años aparente 30. Pregunta.- Usted mismo sigue un estricto programa contra el envejecimiento. ¿Qué resultados ha obtenido? Respuesta.- Mi plan combina dieta, ejerci-

cio y la ingesta de 150 píldoras diarias con suplementos. Es cierto que son muchas pero uno se acostumbra y, al fin y al cabo, es mejor que envejecer o ponerse enfermo. Los test a los que me he sometido indican que el envejecimiento de mi cuerpo es similar al de un hombre de 40 años. Pero esto es sólo una primera fase. En el futuro tendremos máquinas más inteligentes que el hombre. Incluso estarán en nuestro cuerpo, en nuestro cerebro. Habrá una combinación entre inteligencia biológica y no biológica P.- ¿Le gustaría ser inmortal? R.- Yo no me quiero morir. Y a pesar de lo

ÓSCAR MONZÓN

que la gente diga, creo que nadie quiere. Hay estudios que sostienen que sólo aquellas personas que están sometidas a un gran sufrimiento, físico o emocional, desean realmente morir. Los demás aprecian lo que la vida puede ofrecer. Si siempre siguiésemos como ahora nos aburriríamos, pero yo no hablo de eso. El mundo también cambiará y el ser

humano mejorará y será más creativo. P.- Usted sostiene que el cambio climático dejará de ser una preocupación en unos años. ¿Cómo se logrará? R.- La energía solar se está desarrollando de forma exponencial. El coste para producirla, que ya ha caído de manera drástica, será tan bajo que los combustibles fósiles dejarán de utilizarse. P.- ¿Qué riesgos entrañan estas nuevas tecnologías? R.- Son una espada de doble filo. La misma tecnología que utilizaremos para tratar el cáncer o frenar el envejecimiento podrá ser usada por bioterroristas para crear nuevas armas más potentes y destructivas. Hay que mejorar los sistemas de defensa y de seguridad, y usar esa misma tecnología para evitar abusos.