La Alianza del Pacífico convoca a la unión regional Inseguridad

28 jun. 2014 - convoca a la unión regional. A instancias de Chile se ha abierto una nueva gran oportunidad para. América latina, que la Argentina no debería ...
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eDITORIALeS | CARTAS

| Martes 1º de julio de 2014

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

Inseguridad: la política de los impulsos aislados Hace falta un plan integral de seguridad, coordinado entre la Nación y los estados provinciales, para enfrentar un delito cada día más complejo y violento

H

ace casi tres meses, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, decretó la emergencia pública de seguridad. Desde aquel 5 de abril, la policía distrital abatió un delincuente cada 36 horas. Hubo en ese lapso 259 enfrentamientos, luego de los cuales se secuestraron 2614 armas, según informó la nacion. El gobernador aseguró que el objetivo de la emergencia consistía en “acorralar el delito”. Cabe preguntarse si ese objetivo se logró o si, como todo parece indicar, el drama de la inseguridad –que se extiende por toda la geografía de la Argentina– no da tregua porque, al carecerse de un plan integral coordinado por la Nación y las provincias, se recurre muchas veces a una política de impulsos aislados. En un país en que el llamado “gatillo fácil” está sobre todo en uso de los delincuentes comunes, la responsabilidad central del drama social de violencia e inseguridad corresponde al gobierno federal. Es otra herencia más de la desinstitucionalización de una larga década. Las cifras oficiales bonaerenses pueden interpretarse tanto como un incremento de la ola delictiva que, en modo particular, azota al Gran Buenos Aires como un aumento de la acción policial. En esta última línea se inscribe la tesis del ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, quien explicó que los enfrentamientos armados se multiplicaron porque hay más policías en las calles y se registran “diez enfrentamientos por noche, con distintos resultados”. En cambio, organismos defensores de los derechos humanos dijeron que el gobierno provincial presenta el problema de la inseguridad como si éste se redujera a una guerra con ganadores y perdedores. Por ejemplo, la Comisión Provincial por la Memoria elaboró un informe a partir de las cifras oficiales, en el que aseveró: “Lo que para el Ejecutivo parece ser un dato esperable y positivo, sólo nos habla de un escenario de mayor violencia, que aumenta las muertes”. Por supuesto, los policías bonaerenses también sufren bajas: cada 17 días la delincuencia acaba con la vida de un agente. Entretanto, al margen de cualquier interpretación bizantina, resulta indudable que una mayor presencia policial en las calles cumple un importante papel de disuasión y de prevención de delitos, y que hay una respuesta a alguno de los interrogantes planteados. Pero será un gran triunfo de la sociedad argentina cuando disminuyan, y si es posible cuanto antes, los índices de criminalidad que degradan la vida en común de los argentinos. Hay otra cuestión que no puede soslayarse y es la cantidad, cada vez más numerosa, de policías que protagonizan hechos delictivos. Tampoco pueden omitirse casos de impericia profesional, como el que protagonizó días atrás, en Merlo, el

suboficial de la Policía Federal que confundió a un adolescente de 17 años con un delincuente. Además de crecer, la delincuencia se vuelve cada vez más compleja y propensa a una violencia sádica. Los delincuentes que actúan drogados son proclives a esa violencia sin razón que se ha convertido en algo cotidiano como consecuencia del desentendimiento que ha habido de lo que significaría una Argentina tomada por el narcotráfico en los términos que son de conocimiento público. No es ajeno a la agresividad que muestran cada vez más delincuentes el hecho de que muchos prefieren morir antes que regresar a la prisión, razón por la cual resisten a tiros la captura. Como en todos los órdenes, el paso del tiempo sin la adopción de medidas adecuadas en políticas carcelarias torna más acuciante el grave problema de la inseguridad, que tiene, como decíamos, cada vez más puntos de contacto con el narcotráfico. Hace mucho que desde estas columnas insistimos en la necesidad de hacer frente a la delincuencia mediante una estrategia madura, pragmática y basada sobre los modernos aportes de la criminalística y, siempre, del sentido común: la primera de las razones que justifican la existencia del Estado es la de contar con un poder arbitral que evite la resolución de los conflictos por mano propia. Por eso, está en los fundamentos del orden constitucional que el Estado monopolice el uso de coacción violenta a fin de reprimir los delitos. Cuando por ligereza en la interpretación del papel que en ese sentido juegan las instituciones se desdeña el alto significado de preservar el orden público, se cae en los estándares de inseguridad que abruman hoy a la sociedad argentina. Se debe trabajar seriamente en una estrategia nacional, que ineludiblemente ha de contar con la coordinación de la Nación, las provincias y los municipios, a fin de recuperar los márgenes de seguridad física y de protección de bienes sin los cuales se compromete la existencia de una sociedad debidamente organizada. No basta con incrementar el número de efectivos ni con la depuración de los malos elementos que anidan en las fuerzas de seguridad, muchas veces entrampados con lo peor de la política. También urge contar con planes de reclutamiento que permitan seleccionar, para el ingreso en esas fuerzas, a hombres y mujeres jóvenes con honestidad y habilidad para el trabajo eficiente y ánimo dispuesto a afrontar los sacrificios propios de la actividad. Esto sólo será posible con las garantías reales que les brinde un Estado responsable, sin espacio para ideologías demagógicas, a veces más interesadas en tener entre rejas a quienes enfrentan los delitos que a los protagonistas de la criminalidad de todos los días, tanto urbana como rural.

La Alianza del Pacífico convoca a la unión regional A instancias de Chile se ha abierto una nueva gran oportunidad para América latina, que la Argentina no debería desaprovechar

E

l Canciller de Chile, Heraldo Muñoz, propuso a sus socios de la Alianza del Pacífico: Colombia, México y Perú, abrirla a los demás países de la región, incluyendo a los del Atlántico; esto es, la Argentina, Brasil y Uruguay. Esa iniciativa resultó luego aprobada en la XI Reunión del Consejo de Ministros del Pacífico, en México, que dispuso desarrollar una activa “agenda de diálogo” con los demás Estados de la región. Muñoz destacó que la nueva política exterior de su país tiene tanto elementos de continuidad como capítulos de cambio. Chile, cabe advertir, está asumiendo, cada vez más, un fuerte protagonismo en la región, aprovechando los notorios espacios vacíos, lo cual supone un cambio en su actitud externa respecto de lo que hizo el anterior presidente, Sebastián Piñera, quien actuó con mayor prescindencia en muchos capítulos de la política exterior, incluyendo, lamentablemente, el de la defensa de la democracia a nivel regional. La idea chilena es la de intensificar fuertemente los lazos comerciales con toda la región. No será nada fácil, porque las estrategias de desarrollo de los países de América latina son muy disímiles. Particularmente, entre el Pacífico y el Atlántico, desde que, en la dinámica costa oeste, la apertura marca el rumbo mientras que, en el empantanado Este de la región, el proteccionismo abierto o encubierto es el eje de la política comercial. En opinión de Muñoz, esas diferencias no debieran ser necesariamente un obstáculo para la convergencia. Para ello, propone dejar de lado los sesgos ideológicos y concentrarse en adoptar so-

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luciones pragmáticas, respetando la diversidad. La historia, sin embargo, no parece darle la razón. Los esfuerzos en dirección a la convergencia fracasaron, unos tras otros, desde la firma del Tratado de Montevideo, que en 1960 creó la ya olvidada Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Alalc). La región prefirió, por décadas, estacionarse en la retórica fácil, en lugar de adoptar los cambios estructurales –y mentales– que la modernización real de la región requiere. En línea con lo dicho, Chile ha anunciado que fortalecerá su participación en la ineficiente e ideologizada Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) así como en la lejana Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), sin dejar de participar activamente en la Alianza del Pacífico, a la que considerará como bloque no excluyente ni antagónico respecto de otras instancias de integración. Una posición que luce bien diferente de la que viene caracterizando el andar del Mercosur, donde la regla –equivocada, por cierto– parecería ser que todo debe hacerse dentro de ese espacio. Chile aspira, claramente, a ser puente y puerto hacia el Pacífico. Con cada país, según la fórmula que, de ser necesario, se encuentre, sin por ello abandonar ni diluir la impronta de apertura que caracteriza a la Alianza del Pacífico. Es lo contrario, reiteramos, de la actitud cerrada y dogmática que, más allá de las declamaciones, ha prevalecido últimamente en el Atlántico. Un nuevo esfuerzo de convergencia ha aparecido en el escenario regional y, con él, una nueva gran oportunidad que esta vez no debiéramos volver a desaprovechar.

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Procesamiento de Boudou Elección En ocasión del conflicto entre el Gobierno y el campo por la resolución 125, el ingeniero Cobos, entonces vicepresidente, no votó en positivo, es decir, no lo hizo en sintonía con la señora Presidenta. Enojada, ésta reclamó a su esposo: “¡Néstor, qué vice me elegiste!” Hoy, ante el fallo del juez Lijo de procesamiento de Boudou por cohecho y negociaciones incompatibles con su investidura, en mi carácter de contribuyente, protesto: ¡Presidenta, qué vice nos eligió!

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Vergüenza

Centenario de Juncal

Es vergonzoso el objeto principal del caso por el que se está juzgando políticamente al fiscal Campagnoli. Lo sabe cualquiera con mínima experiencia en Tribunales. Por mi parte, siento vergüenza de haber compartido actividades académicas con varios que han sido y son funcionales a lo que suceda.

Juncal, en el sur de Santa Fe, es una localidad de fuerte participación en la actividad agrícola cuyo nombre honra la batalla de Juncal contra el imperio de Brasil. Fundada el 7 de julio de 1914 por Clodomiro Ledesma, en el paraje conocido como El Bagual, el martes próximo cumple 100 años. El paraje es conocido con tal nombre por un hecho acaecido en tiempos del entonces coronel Emilio Mitre, aproximadamente en 1870. Enterado Mitre de que en este lugar habían acampado un grupo de indios que asolaban la región, decidió sorprenderlos. Los militares rodearon el lugar para atacarlos. Pero, avisados del inminente ataque, habían huido y, en su lugar, sólo encontraron un yeguarizo sin domar. El martes 7 se realizará un acto con la inauguración de un monumento conmemorativo y la presencia de autoridades de la provincia y la Nación. En los días previos se efectuará un desfile gauchesco y militar y se abrirá la Casa de la Cultura, con elementos de la historia local.

Gustavo E. L. Garibaldi

DNI 13.493.691

En la Red Procesan a Boudou Facebook

Clara Blanco Pinto

DNI 5.l55.426

Juicio político El juicio político al vicepresidente de la Nación debe iniciarse cuanto antes. Más que una condena, es un remedio que provee la Constitución. Las causales están y es imprescindible que los argentinos sepamos, con nombre y apellido, la decisión que adopte cada legislador en la votación. Cuando en diciembre de 1975 los partidos provinciales presentaron el juicio político a Isabel Perón, el proyecto comandado por los diputados Ricardo Balestra y Cristina Guzmán no logró despacho de comisión. Así fue que nos privamos de saber qué legisladores no apoyaban esa iniciativa, cuando pudieron utilizar ese remedio y haber impedido la tragedia que se desató después. Juan Carlos Raffo

DNI 5.711.637

Firma Entre las causas que llevan al procesamiento del vicepresidente de la Nación, se suma algo quizá menor para la población en general. Se trata de la falsificación de la firma del locatario en un contrato de locación, en un inmueble de su propiedad ubicado en Puerto Madero. Me resuena en la cabeza su genuina defensa en el programa televisivo Palabras más, palabras menos, conducido por los periodistas Tenenbaum y Zlotogwiazda, al derecho a evitarse el gasto que representa la intervención de una inmobiliaria. No obstante, me permito aconsejarle que más que un gasto, lo vea como una inversión. Se hubiera evitado el disgusto y la sorpresa de tan mala praxis. Quienes hacemos de la actividad de la intermediación inmobiliaria un modo de vida, sentimos en sus palabras un menosprecio por el servicio y beneficios que aportan a la tranquilidad de las partes intervinientes –sean locadores o locatarios, compradores o vendedores– nuestra profesión, intervención que es elegida y aceptada libremente: la de un profesional responsable: el corredor público inmobiliario. Nuestra actividad sufre una de las crisis más prolongadas de su historia, consecuencia del desmanejo e intromisión del Estado en la actividad privada, léase el “corralito inmobiliario” (nuestro buitre). Mas allá del resultado de su procesamiento, el daño hecho al mercado inmobiliario, el de la construcción y a todos los actores involucrados, está hecho.

Manuel Alvarado Ledesma [email protected]

“Estamos frente a una oportunidad histórica de comenzar a luchar contra la corrupción. Para que deje de ser la marca registrada de la Argentina, y empecemos a ser un país con mayúsculas” Fernanda Zamora

“¿Comenzará la justicia independiente a actuar de una vez y para siempre en la Argentina o será un caso aislado?” Susana Rodríguez

“Que lo destituyan del cargo, es una vergüenza que un vicepresidente esté procesado, nos mira el mundo” Ana María Dunleavy

“¡Qué decepción para los millones que lo votaron! Ojalá la justicia siga adelante” Osvaldo Gaitán Bayona

Ante la pesadilla que vivimos contemplando la aberración jurídica y moral por el ataque al fiscal Campagnoli, me dirijo a los cuatro honorables jurados que representan nuestra esperanza de reparación: Martínez Córdoba, Gauna, Panero y Donato. La que suscribe ruega encarecidamente que apoyen la restitución del fiscal Campagnoli y su equipo, en homenaje a la decencia, el derecho, el futuro de nuestros descendientes y el honor. Que se conozca en el mundo que lo que fuera un atropello incalificable tuvo el final deseado y esperable. [email protected]

[email protected]

DNI 16.989.953

Campagnoli Ruego

Lila Díaz D’Onofrio

No sé quién lo habrá convencido a Lavezzi, jugador de nuestra selección de fútbol, que es “gracioso”. Sentarse en el sillón del Santo Padre cuando visitaban el Vaticano o tirarle agua al director técnico cuando le está dando instrucciones no es gracioso, sino mala educación. Alejandro Remigio Tomé

DNI 5.598.711

Cobro del cubierto Creo que todos hemos observado el incremento que se ha producido en las facturas de casi todos los restaurantes, producto de la inflación y otros motivos. Pero hay un ítem que me ha llamado la atención, y es el cobro del llamado “cubierto”, servicio que no solicitamos y que no baja de los 20 a 25 pesos por persona. Considero que es un aumento encubierto en la cuenta que abonamos y que se podría suprimir. Una forma de compensar este gasto no solicitado sería que, en aquellos restaurantes que cobren el mencionado “cubierto”, se suprima también la propina que tradicional y voluntariamente dejamos al abonar la cuenta. Sería lo más justo y beneficioso para nosotros, los clientes. Raúl Pawlow

Frondizi En una carta publicada el 28 de junio ha sido mencionado mi nombre y apellido, con lo cual quisiera contestarle al lector, pero no volveré a hacerlo porque no voy a transformar innegables hechos históricos en una disputa personal que nunca estuvo en mi ánimo producir. También debo agregar que mi intención no era cambiar la errónea idea que tuviera el autor de aquella primera carta sobre el presidente Frondizi, ya que después de su derrocamiento, nadie puede negar que a nuestro país le fue de mal en peor. Además, Frondizi recibió siempre los mismos ataques desde la extrema derecha y extrema izquierda que recibieron los presidentes De Gaulle y Kennedy, dos hombres de Estado que lo consideraron públicamente a Frondizi un prestigioso y válido interlocutor, y en nuestro propio país recién comienzan a entenderse sus políticas de desarrollo económico y social. Por otra parte, no toda coincidencia política implica un pacto, aunque en política sean muchas veces necesarios, por más que puedan disgustarles a quienes queden fuera de ellos. Por último, ningún argentino puede hoy ignorar que los gobiernos tienen una enorme capacidad para ocultar los datos económicos de sus fracasos, cosa que hizo por supuesto la Revolución Libertadora, con la ventaja de que en enero de 1958 no se tenían, como hoy, todos los elementos tecnológicos que permitieran la investigación y difusión de dichas situaciones, hasta que la propia toma del poder mostrara todas las verdades que se habían ocultado.

Enrique Javier López

Lavezzi

Albino Gómez

DNI 5.572.059

Silla de ruedas Días pasados recibí un mail de una madre residente en Coronel Suárez y cuyo hijo, Gian Franco, es cuadripléjico por complicaciones que tuvo al nacer, además de haber sido operado dos veces del corazón. La autora de la carta me informó que desde hace varios meses gestionaron ante su obra social, OSPIC, una silla de ruedas, que su hijo necesita para poder movilizarse dentro y fuera de su casa. Me interesé por dicha noble causa y me conecté con el director del Hospital de Coronel Suárez, quien inmediatamente logró los antecedentes del caso y me informó que dicha silla es importada y se encuentra desde hace 14 meses demorada en la Aduana. Añadió que por la gravedad del tema se pondrían en contacto con las autoridades para destrabar la salida de la silla ortopédica y que la OSPIC pueda proveérsela al interesado. Espero que muy pronto Gian Franco pueda gozar del beneficio que le da la técnica y movilizarse, con lo cual tendrá una mayor integración en su vida diaria. Juan Carlos Araya

[email protected]

Gracias Quiero expresar mi agradecimiento a todo el personal del Sanatorio Güemes, médicos, enfermeras y asistentes, que durante setenta días cuidaron de mi madre con un profesionalismo y cariño realmente admirables. Mario José Gandulfo

DNI 7.605.731

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