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Martes 23 de diciembre de 2008

PREMIOS

La fiesta del deporte

Los campeones de la Madison en ciclismo, en Pekín 2008, fueron reconocidos con el Olimpia a los mejores atletas de la temporada

HEROES DE ORO Juan Curuchet y Walter Pérez

a dorada proeza de Pekín les presentó la gloria y abrió una cadena interminable de reconocimientos al esfuerzo, a la dedicación y a la pasión con que defendieron los colores nacionales en los Juegos Olímpicos. La cima en el podio chino cambió sus vidas, marcó un hito sublime en sus carreras deportivas. Juan Curuchet (43 años) y Walter Pérez (34) apilaron distinciones desde la soberbia actuación en la prueba americana (Madison), desde que sobre sus pechos quedó inmortalizada la brillante medalla. Las lágrimas de la emoción fueron secadas por ovaciones. La admiración que despertaron tuvo eco en premiaciones y el máximo galardón se los entregó anoche el Círculo de Periodistas Deportivos (CPD). La pareja de ciclistas recibió el Olimpia de Oro como los mejores atletas del año, en la 55a ceremonia, que se llevó a cabo en el Centro de Actividades Deportivas, Culturales y Recreativas Roberto De Vicenzo, de Berazategui. Curuchet, que en Pekín le puso fin a su trayectoria –donde cumplió su cuarta participación olímpica–, es el hombre insignia de la hazaña de este dúo que ya conocía de logros, pues en 2004 se había coronado campeón mundial de la modalidad. “Es todo lo que pedí en mi vida”, se desahogó el marplatense apenas descendió del podio el inolvidable 19 de agosto último, mientras que su compañero hizo referencia a las condiciones de una disciplina sin el respaldo necesario: “Nunca dejamos de soñar. Siempre tenemos chances en deportes como el básquetbol o el fútbol, que son profesionales y cuentan con el apoyo necesario. A nosotros nos cuesta todo un poco más y ganar la primera medalla de oro para el ciclismo argentino es inmenso.” Ambos concretaron la mayor gesta del semiamateur ciclismo nacional, deporte que por tercera vez es premiado con la estatuilla dorada. En 1956, el honor fue para Jorge Bátiz (segundo en el Mundial de Dinamarca y campeón olímpico de Melbourne) y en 1981, para Marcelo Alexandre (campeón del mundo, a los 18 años, del kilómetro contrarreloj). En el velódromo de Laoshan, Curuchet y Pérez conmovieron con su fortaleza inquebrantable; tantos años de sacrificio resumidos en una carrera majestuosa. Ahora es el tiempo de la cosecha para estos héroes de oro, auténtico orgullo del deporte argentino.

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Juan Curuchet y Walter Pérez, con otro reconocimiento a su consagración en los Juegos Olímpicos de Pekín

LOS GALARDONADOS EN CADA DISCIPLINA Ajedrez: Damián Lemos. Atletismo: Germán Lauro. Automovilismo: José María López. Básquetbol local: Leonardo Gutiérrez. Básquetbol exterior: Luis Scola. Bochas: Raúl Basualdo. Boxeo: Hugo Garay. Canoaje: Miguel Correa. Cestoball: Marcia González. Ciclismo: Juan Curuchet y Walter Pérez. Equitación: Martín Mallo.

Esgrima: Alberto González Viaggio. Fútbol local: Juan Román Riquelme. Fútbol exterior: Lionel Messi. Futsal: Martín Amas. Gimnasia: Federico Molinari. Golf: Andrés Romero. Handball: Gonzalo Carou. Hockey sobre césped: Luciana Aymar. Hockey sobre ruedas: María José Gioja. Judo: Paula Pareto. Karate: Franco Icasati.

Lucha: Francisco Barrio. Motonáutica: José Manuel Mansilla. Natación: José Meolans. Padel: Paula Eyheraguibel. Patín: Silvina Posada. Pato: Juan Ignacio Lanfranco. Pelota: Gabriel Villegas. Pesas: Carlos Espeleta. Polo: Facundo Pieres. Remo: Joaquín Iwan y Diego López. Rugby: Juan Martín Hernández.

Softbol: Fernando Petric. Taekwondo: Vanina Sánchez Berón. Tenis: Juan Martín del Potro. Tenis de mesa: Liu Song. Tiro: Juan Carlos Dasque. Turf: Pablo Falero. Voleibol: Nicolás Uriarte. Yachting: Carlos Espínola y Santiago Lange.

// P R E N SA C P D

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estatuillas de oro recibieron Vilas (1974, 75 y 77) y Laciar (1982, 83 y 84), los ganadores históricos

OPINION

Por Andrés Prestileo / De la Redacción de LA NACION

COSAS QUE TAMBIEN SON DIGNAS DE SER PREMIADAS

LOS GANADORES, AÑO POR AÑO Año

Nombre

1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Juan Manuel Fangio Automovilismo Pascual Pérez Boxeo Jorge Bátiz Ciclismo Pedro Dellacha Fútbol Osvaldo Suárez Atletismo Luis Thompson Boxeo Rodolfo Hossinger Volovelismo Luis Alberto Nicolao Natación Norma Baylon Tenis Juan Carlos Dyrzka Atletismo Carlos Moratorio Equitación Bernardo Otaño Rugby Horacio Accavallo Boxeo Roberto De Vicenzo Golf Nicolino Locche Boxeo Alberto Demiddi Remo Roberto De Vicenzo Golf Alberto Demiddi Remo Carlos Monzón Boxeo Horacio Iglesias Natación Guillermo Vilas Tenis Guillermo Vilas Tenis Juan Carlos Harriott (h.) Polo Guillermo Vilas Tenis Daniel Martinazzo Hockey s/patines Diego Maradona Fútbol Sergio Víctor Palma Boxeo Marcelo Alexandre Ciclismo Santos B. Laciar Boxeo Santos B. Laciar Boxeo Santos B. Laciar Boxeo Hugo Porta Rugby Diego Maradona Fútbol Gabriela Sabatini Tenis Gabriela Sabatini Tenis Eduardo Romero Golf Pedro Décima Boxeo Oscar Ruggeri Fútbol Diego Degano Natación Marcelo Milanesio Básquetbol Julio César Vásquez Boxeo Nora Vega Patín Carlos Espínola Yachting José Meolans Natación Andrea González Patín Gonzalo Quesada Rugby Las Leonas Hockey s/césped José Cóceres Golf Cecilia Rognoni Hockey s/césped Emanuel Ginóbili Básquetbol Emanuel Ginóbili Básquetbol y Carlos Tevez Fútbol David Nalbandian Tenis Germán Chiaraviglio Atletismo Angel Cabrera Golf J. Curuchet / W. Pérez Ciclismo

2005 2006 2007 2008

Deporte

Siempre hay algo de satisfactorio en el hecho de que el primer plano de un balance deportivo recompense a algún atleta desvinculado del universo superprofesional; incluso, en que la última foto del año no retrate a un jugador de fútbol. De alguna manera, eso nos recuerda que el deporte, en su real naturaleza, existía antes de que lo malformara la sobreabun-

dancia de dinero. Paradójicamente, en el caso de deportistas como Juan Curuchet y Walter Pérez, lo habitual es señalar la distancia enorme entre sus esfuerzos personales y el apoyo económico, el olvido que los castiga en ese sentido. Que no cuenten con esa asistencia o, mejor dicho, que cuenten con que no la tendrán jamás; que hayan acepta-

do construir sus carreras y sus vidas apoyados en el trabajo anónimo, la vocación y las limitaciones, induce a mirar con un respeto especial lo que hacen y lo que logran. El premio a Curuchet y a Walter Pérez nos remite a aquella madrugada –o atardecer, en Pekín– del 19 de agosto. Quienes resistieron el sueño frente al televisor probablemente no

confiaron en que defenderían hasta el final de la Madison olímpica la punta que tomaron casi desde la largada. Probablemente, porque a los 43 años de Curuchet y los 34 de Pérez, sus Juegos de plenitud se calculaban para cuatro años antes, en Atenas. En esa tenacidad y fe para esperar lo que otros no esperan, también había algo digno de ser premiado.