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Cartago y San Agustín de Hipona. Esta situación comenzó a cambiar cuando el imperio aceptó al cristianismo como religión oficial del estado. Puesto que ...
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INTRODUCCIÓN Mucho se ha escrito sobre el sorprendente libro de los Hechos o como también pudiéramos decir, la carta de Lucas a Teofilo, pero, realmente este libro no recoge toda la historia de la Iglesia. Por ello, este será el tema de nuestro ensayo. Demostraremos que esta carta está inconclusa y que Dios, a través de estas sencillas letras, tiene algo especial para ti. Así que sígueme. DESARROLLO I. LA VIDA EN HECHOS A- La iglesia primitiva La palabra iglesia es una transliteración del termino griego ekklesía que se deriva del verbo griego ekkaleo, el cual se traduciría en, yo llamo o yo convoco. En literatura secular la palabra ekklesía se refiere a una asamblea de cualquier tipo, es decir, una asamblea política o social. Pero en el Nuevo Testamento esta palabra se traduce en asamblea o reunión de creyentes que adoran a Cristo.1 1-Fundación y vida en la iglesia primitiva. a-Cuarenta días después de la resurrección de Cristo, él les dio instrucciones finales a sus discípulos y ascendió al cielo (Hechos 1:1-11). Los discípulos regresaron a Jerusalén y se recluyeron por varios días para ayunar, orar y esperar al Espíritu Santo, de quien Jesús les dijo que vendría. Alrededor de 120 discípulos se encontraban en espera de este acontecimiento. Cincuenta días después de la Pascua, el día del Pentecostés, un estruendo como de viento recio llenó la casa donde estaban congregados. Lenguas de fuego se asentaron sobre cada uno de ellos y comenzaron a hablar en distintas lenguas diferentes a las de ellos. Los visitantes extranjeros se sorprendieron al oír a los discípulos hablar en estas lenguas (Hechos 2:13). Pedro entonces explicó que eran testigos del derramamiento del Espíritu Santo que los profetas del Antiguo Testamento habían predicho (Hechos 2:16-21). En aquel día se convirtieron alrededor de 3000 personas (Hechos 2:41). Fue así como surgió la iglesia primitiva.1 b- Después de Pentecostés, los primeros cristianos formaron una comunidad cerrada en Jerusalén ya que ellos esperaban que Cristo volvería pronto por ellos. Estos cristianos compartían entre sí todos sus bienes materiales (Hechos 2:44-45). Muchos vendieron sus propiedades materiales y dieron todos sus ingresos a la iglesia, la cual distribuía estos recursos entre el grupo (Hechos 4:34-35). Ellos aún acudían al templo para orar (Hechos 2.46), pero comenzaron a compartir la cena del señor en sus propias casas. Esta comida simbólica

recordaba el nuevo pacto con Dios que Jesucristo había hecho con su propio cuerpo y sangre. Dios hacía milagros de sanidad por medio de ellos, Estos milagros venían aparejados a miles de conversiones.1 De esta manera se demostraba que el Dios de los cristianos o los del camino, como se conocían, era el Dios de sus padres, es decir, el Dios verdadero. B- Esfuerzos misioneros. La palabra “misión” en castellano, no aparece en Lucas ni tampoco en Hechos en la versión Reina Valera.3 En castellano moderno, la definición de “misión” que nos interesa es “Peregrinación y predicación de la doctrina cristiana a pueblos que no la siguen o no la conocen”. Este significado se expresa a través de la palabra griega ergon, en singular, que se traduce como “obra” o “trabajo”. La palabra ergon no aparece más hasta Hechos 13. Luego hay cuatro usos entre los capítulos 13-15 (después no aparece más en Hechos con referencia a misión). En Hechos 13:2, el Espíritu Santo manda a la iglesia de Antioquía a apartar a Bernabé y a Saulo para la obra. En 13:41, Saulo, citando Habacuc 1:5, advierte a los judíos que Dios va a hacer una obra sorprendente. En Hechos 14:26, Pablo y Bernabé regresan a Antioquía de Siria de la obra a la que fueron enviados. En Hechos 15:38, Pablo no quiere llevar consigo a Juan Marcos, porque había desertado cuando fueron a la obra en Antioquía de Pisidia. Lo notable de estas citas es que este término no se usa para señalar la predicación del evangelio por individuos ni a individuos. De otra forma, se usa cuando Dios envía un equipo de personas desde una iglesia local a establecer otras congregaciones donde no se ha predicado el evangelio anteriormente.2 Es así como veremos la vida misionera de la iglesia primitiva. 1- Cristo había establecido su iglesia en la encrucijada del mundo antiguo. Las rutas del comercio llevaban a los mercaderes y los embajadores a través de Palestina, donde se ponían en contacto con el evangelio. Es así como vemos en los evangelios la conversión de oficiales romanos (Hechos 10:1-48), de funcionarios etíopes (Hechos 8:26-40) y de personas de otras tierras.1 Poco después de la muerte de Esteban, la iglesia comenzó un esfuerzo sistemático para llevar el evangelio a todas las naciones. Pedro visitó las principales ciudades de Palestina y predicaba tanto a judíos como a gentiles. Otros grandes hombres de Dios fueron Bernabé y Pablo que se destacaron como misioneros de la iglesia primitiva. Ellos centraron sus enseñanzas en la persona y la obra de Jesucristo. Lograron, con la ayuda y llamado del Espíritu Santo, realizar varios viajes misioneros juntos (Hechos13, 14) a pesar de sufrir encarcelamientos, azotes, naufragios, desprecios y muchos otros sufrimientos. Fue así como comenzó la larga carrera de hombres y mujeres que pasarían a la historia como misioneros. La iglesia primitiva fue la cuna de lo que hoy conocemos como juntas misioneras. Dios inició en el aposento alto lo que hoy todavía no ha terminado, la predicación de su palabra.

II- LA CONTINUACIÓN DE LOS HECHOS DE LA IGLESIA DE CRISTO. La iglesia de Cristo no detuvo su empuje en la historia. La continuación del libro de los Hechos es una realidad absoluta e innegable de que el Espíritu de Dios no es un ente estático sino que está en constante trabajo alrededor de la historia humana. A través de este punto de análisis veremos como Dios ha seguido trabajando en este mundo y, además, analizaremos 3 etapas de la historia de la iglesia. A-La era de los mártires.

1-Desde los inicios, la fe cristiana no fue cosa fácil ni sencilla. El propio Señor a quien los cristianos servían había muerto en la cruz, condenado como un malhechor cualquiera. Y, como hemos visto, pronto Esteban sufrió una suerte semejante al ser muerto a padreadas tras su testimonio ante el concilio de los judíos. Algún tiempo después le tocaría morir al apóstol Jacobo por orden de Herodes. Y a partir de entonces, hasta nuestros días, no han faltado quienes hayan sellado su testimonio con sangre. Sin embargo, no siempre las razones y las condiciones de la persecución han sido las mismas.3 a- La persecución bajo el imperio romano: Nerón llegó al poder en octubre del año 54, gracias a las intrigas de su madre Agripina, quien no vaciló ante el asesinato en sus esfuerzos por asegurar la sucesión del trono a favor de su hijo. Al principio Nerón no cometió ninguno de los crímenes que después lo harían famoso. Varias leyes de su inicio de gobierno fueron de beneficio para los pobres y el resto del pueblo, de donde se beneficiaban los cristianos. Diez años después de haber llegado al trono ya Nerón era despreciado por el pueblo y también por los literatos y poetas de la época. Así estaba la cosa cuando una noche del 18 de julio del 64, estalló un enorme incendio en Roma, Al parecer, Nerón se encontraba a la sazón en su residencia de Antium, a unas 15 leguas de Roma, y tan pronto supo lo que sucedía corrió hacia la ciudad para tratar de organizar el trabajo para acabar con las llamas. Este fuego duró 6 días y 7 noches y 10 de los 14 barrios de Roma fueron consumidos por las llamas. A pesar de la aparente preocupación de Nerón, no bastó todo lo que hizo, ya que se sospechaba que había sido el autor intelectual del siniestro hecho. En el momento en que ardía la ciudad él se encontraba en la alta torre de Macenas, vestido como un actor de teatro, cantando sobre la destrucción de Troya. El pueblo a su vez lleno de odio y sufrimiento clamaba por un culpable. Nerón hizo todo lo posible para apartar de sí las sospechas. Pero todos sus esfuerzos resultaron inútiles mientras no se hiciera recaer la culpa sobre otro. Dos de los barrios que no habían ardido con las llamas fueron los de las comunidades judías y cristianas. Por tanto, el emperador pensó que sería fácil culpar a los cristianos. Fue así como comenzó una persecución sin cuartel sobre los cristianos. Muchos historiadores, como Tácito, que expresaron en sus escritos que la acusación de Nerón era falsa. Además de lo que nos dice Tácito, existen otros escritos de finales del primer siglo y comienzos del segundo que recuerdan aquellos días de terror y de persecución por parte de Nerón. Incluso hay escritos que refieren como los apóstoles Pedro y Pablo se encontraron entre los mártires neronianos. Probablemente en los planes de Nerón se incluía extender la persecución a otras provincias del imperio, pero estos planes se frustraron por el momento ya que en el año 68 buena parte del imperio se rebeló contra el tirano y el senado romano lo depuso. Encontrándose solo en su locura y no teniendo donde ir, se suicidó. A su muerte muchas leyes se abolieron excepto la persecución al los cristianos. Fue así como muchos de los emperadores del segundo y tercer siglos, como Domiciano, Plinio, Trajano entre otros muchos, siguieron persiguiendo a los cristianos. Pero la palabra de Dios no se detenía. A pesar de ser comidos por los fieras en el circo romano, los cristianos eran testigos de las marcas de Cristo con sus propias vida. El libro de los Hechos, tan solo en este período, era parte del gran despertar de los hombres y mujeres de Dios.

Un gran hombre de Dios llamado Ignacio de Antioquía quien fue mártir de la iglesia en el segundo siglo, quien se negó a adorar a los dioses del imperio dijo: •

Estoy empezando a ser discípulo…. El fuego y la cruz, muchedumbres de fieras, huesos quebrados… todo he de aceptarlo, con tal que yo alcance a Jesucristo.3

Para estos hombres el precio por seguir a Cristo era alto pero valía la pena. Es así como llegamos a la gran persecución final en el siglo tercero. Después de la persecución de Decio y Valeriano, la iglesia gozó de relativa tranquilidad. Pero a fines del siglo III se desató la última y más terrible persecución de la iglesia. Reinaba Diocleciano, quien había organizado el imperio en una tetrarquita. Dos de los emperadores compartían el título de Augusto, Diocleciano en Oriente y Maximiano en Occidente. Bajo cada uno de ellos se encontraba un emperador con el título de César: Galerio bajo Diocleciano y Constancio bajo Maximiano. Este sistema funcionó mientras Diocleciano lo administró. Luego de esto comenzaron las guerras civiles. Galerio convenció a Diocleciano de las necesidad de expulsar a los cristianos del ejército. Es así como se elabora un decreto que no decreta la pena de muerte de los cristianos ni su expulsión del ejército. A pesar de ello, Galerio ya había ordenado asesinar a más de 295 soldados cristianos. En el año 303 se dictó un nuevo decreto contra los cristianos. Lo que ordenaba era que todos los edificios cristianos y los libros sagrados fueran destruidos y que a todos los creyentes se les privara de todos los derechos civiles y dignidad. La persecución en el imperio fue violenta, pero los hijos de Dios seguían firmes. El 30 de abril del 301 Galerio, estando enfermo de muerte, promulgó un edicto de tolerancia3 donde le permitía a los cristianos a regresar del exilio y salir de las prisiones. Así comenzó el inicio de la libertad del culto cristiano en el imperio. A pesar de que muchos hijos de Dios salían de las prisiones cojos, ciegos y con otras muchas incapacidades humanas, tenían en su corazón el gozó de que habían sido fiel a Dios, como Daniel, en medio del sufrimiento y la persecución. El imperio quedaba en manos de Licinio, Maximinio, Constantino y Majencio. Los tres primeros se conocían entre sí, pero consideraban a Majencio como un usurpador. En cuanto al cristianismo, Licinio, Constantino y Majencio no perseguían a los cristianos, pero Maximinio sí lo hacia en su territorio. Es así como comienza la guerra civil entre Constantino y Majencio. Cuentan dos historiadores cristianos que conocieron a Constantino que en víspera de la batalla contra Majencio, (uno de los historiadores llamado Lactancia), éste tuvo una revelación en sueño. Él decía que Dios le ordenaba poner el símbolo de los cristianos sobre el escudo de los soldados. El otro historiador, llamado Eusebio, dijo que Constantino vio una visión en las nubes que decía vence en esto. El hecho fue que Constantino ordenó que sus soldados usaran para la batalla un símbolo que se conoce como labarum que consistía en la superposición de dos letras griega, X y P ya que son las dos letras del nombre de Cristo en griego. Comenzó de esta manera la campaña por el poder, logrando Constantino vencer a todos sus enemigos.

Constantino en el año 313 dicta el Edicto de Milán, terminando así la persecución de la iglesia.3 Podemos decir que Dios estaba escribiendo las páginas de los hechos de los mártires de esta época, plagada de dolor y de gozo por haberle sido fiel a Dios. De esta manera el pueblo cristiano crecía y el ministerio misionero se hacia cada día la principal trinchera para la extensión de la palabra de Dios por el mundo. Algún día veremos como Dios coronará a estos hombres y mujeres de Dios. B- La era de las tinieblas. Una era dirigida y fundada principalmente por el origen del papado. El término papa que hoy día se emplea en el mundo occidental para referirse exclusivamente al obispo de Roma, no siempre tuvo ese sentido ya que la palabra realmente lo que quiere decir es papá y es por tanto un término de respeto. En las épocas antiguas se le aplicaba a cualquier obispo distinguido sin importar si era obispo de Roma. En todo caso la cuestión es saber como el papa de Roma llegó a alcanzar la autoridad que tuvo en la Edad Media y que todavía tiene en nuestra época. Los orígenes del episcopado romano se pierden en la penumbra de la historia. La mayor parte de los historiadores, tanto católicos como protestantes, concuerdan en que Pedro estuvo en Roma y que probablemente murió en esa ciudad durante la persecución de Nerón. Pero no hay algún documento antiguo que diga Pedro trasfirió su autoridad apostólica a sus sucesores. Además, las listas antiguas que nombran a los primeros obispos de Roma no concuerdan. Mientras algunos dicen que Clemente sucedió directamente a Pedro, esta declaración no posee un documento fidedigno que la respalde. Esto a su vez ha llevado a algunos de los historiadores a conjeturar que quizás al principio no había en Roma un episcopado monárquico es decir un solo obispo, sino más bien un episcopado colegiado, en que varios obispos dirigían la iglesia. Durante los primeros siglos de la historia de la iglesia, el centro numérico del cristianismo estuvo en el Oriente, y, por lo tanto, los obispos de las ciudades de Antioquía y Alejandría tenían más importancia que el obispo de Roma. Y aun en el Occidente de habla latina, la dirección teológica y espiritual del cristianismo no estuvo en Roma, sino en África latina, que produjo a hombres de la talla de Tertuliano de Cartago y San Agustín de Hipona. Esta situación comenzó a cambiar cuando el imperio aceptó al cristianismo como religión oficial del estado. Puesto que Roma nominalmente era la capital del imperio, pronto el obispo de esta ciudad llegaría a ser prominente. En todo el imperio, la iglesia comenzó a organizarse siguiendo los patrones trazados por el estado. A la postre, la iglesia quedó dividida en 5 patriarcados: Jerusalén, Antioquía, Alejandría, Constantinopla y Roma. Cuando los bárbaros invadieron el imperio, la iglesia de Occidente comenzó a seguir un nuevo curso muy distinto a la de Oriente. En Oriente, el imperio siguió existiendo y los patriarcas continuaron supeditados a él. Mientras tanto el imperio Occidental desapareció y la Iglesia vino a ser la guardiana de lo que quedaba de la vieja civilización. Por tanto, el patriarca de Roma, el papa, llegó a tener gran prestigio y autoridad.3 De esta manera comienza la era de la oscuridad de la iglesia. Al unirse con el estado, tristemente, esta época es parte de los hechos de la iglesia. Pero, a pesar de todos los crímenes y abusos cometidos por estos papas, la verdadera iglesia estaba en el corazón

de miles de hombres y mujeres que no se habían contaminado, al igual que la época de Elías. C- La era del despertar de Dios en la iglesia: La reforma de Lutero: Pocos personajes en la historia del cristianismo han sido tanto o tan acaloradamente discutidos como Martín Lutero. Para unos es el ogro que destruyó la unidad de la iglesia, la bestia salvaje que destruyó la viña del Señor, un monje renegado que se dedicó a destruir las bases de la vida monástica. Para otros es el gran héroe que hizo que una vez más se predicada el evangelio puro y sin mancha, el campeón de la fe bíblica, el reformador de una iglesia corrompida. Al estudiar la vida de Lutero y el ambiente en que él se desarrolló, aparece a la vez como un hombre tosco y erudito. Era indudablemente sincero hasta el apasionamiento, y frecuentemente vulgar, en sus expresiones. Su fe era profunda y nada le importaba tanto como a él. Cuando se convenció que Dios quería que tomara cierto camino, lo siguió hasta sus consecuencias últimas, y no como quien, puesta su mano en el arado, mira atrás. Él nació en 1483, en Eisleben, Alemania, donde su padre, de origen campesino, trabajaba en las minas. La niñez del pequeño Martín fue dura. De ella hablaría en sus escritos. En 1505, poco antes de cumplir los 21 años, ingresó en el monasterio agustino de Erfurt. Las causas de esta decisión fueron varias, aunque la principal causa había sido, que dos semanas antes, cuando en medio de una tormenta eléctrica se había sentido sobrecogido por el temor a la muerte y al infierno, le había prometido a Santa Ana que se haría monje. Fue así como se convirtió en un prominente monje. Preparaba conferencias de la Biblia y en 1513 empezó a dar clases sobre los Salmos, interpretando los mismos a la luz de Cristo. El gran descubrimiento vino en 1515, cuando Lutero empezó a dar conferencias sobre la Epístola a los Romanos, pues él mismo dijo después que fue el primer capitulo a los Romanos donde encontró las respuestas a sus dificultades, el justo por la fe vivirá.5 Este descubrimiento de Lutero cambió su vida y le trajo, además, una nueva comprensión del Nuevo Testamento. A pesar de esto, él siguió su trabajo normal impartiendo clases en la Universidad de Wittenberg sin todavía enfrentar al clero. Fue estimulado por sus colegas de la universidad a seguir adelante con sus planteamientos y así es como escribió las 97 tesis que debían servir de base para un debate académico. En ellas él atacaba a varios de los principios de la teología de la escolástica y por tanto esperaba que le publicaran sus tesis. Pero, para su sorpresa, llegó la fecha para el debate donde expuso sus tesis y sólo se le prestó atención en los círculos académicos. Fue así como luego escribió otras 95 tesis y las clavó en la puerta del castillo de Wittenberg.3 En ellas, entre otros temas, atacaba a la venta de indulgencia. Es de esta manera que explota el polvorín de la verdad de Dios. Lutero dio a conocer sus tesis a la víspera de la fiesta de Todos los Santos, el día 31 de octubre de 1517. Así comenzó la reforma protestante. Luego continuaría la traducción de la Biblia por el mismo, a pesar de que, luego de estos sucesos, la corrompida iglesia católica, comenzara la persecución, como lo hizo Nerón con la iglesia primitiva. Esto tan sólo sería una página más de la historia de la iglesia en la tierra, escrita por la mano de nuestro Dios, quien nunca nos ha abandonado, incluso en épocas como esta donde reinaba la oscuridad. Esta persecución, fue la puerta para que resurgieran los grandes hombres de Dios en la misión de predicar el evangelio por todo el mundo. III-EL PROPÓSITO ACTUAL DEL LIBRO DE LOS HECHOS. La iglesia de hoy está viviendo el final del libro de los Hechos. Dios, por medio del profeta Joel, decía: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne y profetizarán.5 Con otras palabras hablarán la

palabra de Dios a toda carne en este mundo y seremos guiados por el mismo autor intelectual del libro de los Hechos o de la Carta Inconclusa de Dios para la iglesia de hoy. A- La misión en el mundo de hoy. 1-La palabra misión se deriva de la palabra latina “missio”, que significa encargo. Esta palabra latina se traduce en el griego por apostollei, que significa enviar con fuerza. Entonces, misión es el encargo de Dios (mensaje de redención) a la iglesia para enviar con fuerza (misioneros) a todas las naciones para anunciarles el evangelio del reino.6 Jesús, en el capitulo 1 del libro de los Hechos, les mandó a ser testigos en Jerusalén (misiones urbanas), Samaria (misiones rurales), y hasta lo último de la tierra (misiones transculturales). Dios estaba preparando a la iglesia de Cristo para conquistar la historia de la raza humana. a-Las misiones urbanas y rurales son aquellas iglesias que han sido plantadas en las ciudades y campos bajo las condiciones diferentes. Por ejemplo, en el caso de las misiones urbanas sus características fundamentales son que los miembros de las mismas presentan mejor educación, mayores comodidades, donde sus economías radican en el comercio, industrias, empleos en empresas estatales, entre otras entidades comunes en las ciudades. No así en los campos donde las misiones son plantadas fuera de la ciudad bajo condiciones económicas limitadas, donde la economía depende fundamentalmente de la agricultura y cría de animales. Dios ha puesto su vista en las grandes ciudades y campos de nuestra tierra, en países como China, la India, EUA, México y Rusia en los cuales se encuentra la mayor población mundial y donde esta gran masa de personas vive fundamentalmente en las ciudades y campos. Es objetivo de la misión de Dios hoy alcanzar a estas personas que viven en las ciudades y campos en nuestro mundo. Dios nos prometió que en los últimos tiempos derramaría de su Espíritu. Por lo tanto, ya no es extraño en las ciudades de nuestros pueblos, escuchar emisoras cristianas, canales cristianos, cruzadas gigantescas, miles de hombres y mujeres que dan su vida por el evangelio en países musulmanes, donde existen más de 760 millones de musulmanes. Ellos son parte de lo que Jesús denominó: lo último de la tierra. Hoy como nunca el evangelio está siendo predicado. Esta es la señal que nos muestra que el final del libro de los Hechos está por llegar. Nos toca a usted y mí escribir las páginas finales de este hermoso libro. CONCLUSIONES Hombres como Pedro, Pablo, Felipe, Ignacio de Antioquia, Tertuliano de Cartago, San Agustín de Hipona, Guillermo Carey, David Livingstone, Spurion, y muchos otros más han proclamado el evangelio. La lista es interminable. Estos hombres, junto a usted y yo amado hermano, somos los protagonistas de la Carta Inconclusa de Dios para la humanidad. La firma final de este libro se dará el día en que toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesús es el Señor para gloria y honra de Dios. Así, pues, estaremos esperando “ESTE GRAN DÍA”. QUE DIOS TE BENDIGA NOTAS 1- Robert. Simons. Exploremos Hechos. (E.U.A, Editado por FLET, 2003),

p.39-120.

2- J. I. Percker. El mundo del Nuevo Testamento. (E.U.A, Editorial Vida., 1985), p.168. 3- Casiodoro de Reina.,Cipriano de Valera, Santa Biblia( Sociedades Bíblicas., 1960) 4- Justo.L.Gonzáles. Historia del cristianismo, Tomo I. (USA, Editorial Caribe, 1994), p.55. 5- Justo.L.Gonzáles. Historia del cristianismo, Tomo II. (USA, Editorial Caribe, 1994), p.33. 6- Samuel Cueva. La iglesia local en misión transcultural. (España, Libros CLIE., 1991), p.56157. BIBLIOGRAFÍA 1- Percker. J. I. El mundo del Nuevo Testamento. E.U.A, Editorial Vida., 1985. 2- Simons. Robert. Exploremos Hechos. EE.UU., Editado por FLET., 2003. 3- De Reina. Casiodoro., De Valera. Cipriano., Santa Biblia., Sociedades Bíblicas., 1960. 4- Gonzáles. Justo.L. Historia del cristianismo, Tomo I. USA, Editorial Caribe, 1994. 5- Gonzáles. Justo.L. Historia del cristianismo, Tomo II. USA, Editorial Caribe, 1994. 6- Samuel. Cueva., La iglesia local en misión transcultural, España, Libros CLIE., 1991 Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.