Inspirarse en la ducha. Cuando la magia irrumpe en la vida ...

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SÁBADO

| Sábado 4 de octubre de 2014

Salidas

creatividad Sonia Jalfin

De viaje por el mundo, un lunes por la noche

Inspirarse en la ducha. Cuando la magia irrumpe en la vida cotidiana

Boris Trip, una experiencia de cocina y música en Palermo

¿Por qué las mejores ideas pueden surgir mientras nos damos un baño, caminamos al aire libre o hacemos dibujos?

U

nos días antes de que empezara el Mundial de Brasil 2014, mientras se duchaba, el ejecutivo de una multinacional de consumo masivo se imaginó una canción para compartir con sus amigos durante el viaje para ver a la selección. La estrenaron en el “banderazo” de Río, en la previa de Argentina-Bosnia, y el hit fue tan pegadizo que la gente que los rodeaba no pudo dejar de entonarlo durante 40 minutos. “Brasil, decime qué se siente…” no surgió de un workshop de creativos publicitarios, ni de un laboratorio de innovación, sino de la inspiración de Ignacio Harraca, un porteño fanático de Platense que nunca imaginó el nivel de viralización que tendría la idea que se le ocurrió bajo la ducha. Un buen baño de agua caliente, caminatas largas al aire libre, reírnos, meditar, soñar despiertos, dibujar lo que pensamos y hasta hacer malabares son algunas de las actividades que distintos abordajes científicos, en forma reciente, vinculan al proceso creativo. Algunas se correlacionan de manera fuerte con las rutinas y los hábitos de las personas altamente innovadoras, y otras tienen una explicación neurocientífica por detrás: cuando hacemos deportes, nos reímos o nos bañamos nos deshacemos de “filtros” mentales que nos condicionan en los momentos de actividad más atenta, lo cual permite que la inspiración fluya de otra forma; y además se libera dopamina, asociada a la creatividad. La presencia creciente de la creatividad en la vida cotidiana es uno de los temas centrales de Ideas en la ducha (Sudamericana), el nuevo libro del periodista y economista Sebastián Campanario, que escribe en este mismo suplemento, los sábados, y la co-

lumna “Álter Eco”, de Economía de los domingos en la nacion. Es su tercer ensayo, luego de La economía de lo insólito (Planeta) y Otra vuelta a la economía (Sudamericana, en coautoría con Martín Lousteau). Ideas… entra en la categoría de libros de divulgación sobre pensamiento innovador que por estos días dominan Estanislao Bachrach (En cambio y Ágilmente, ambos de Sudamericana) y Facundo Manes (Usar el cerebro, de Planeta), pero no se limita al abordaje desde las neurociencias, sino que plantea un esquema coral: el capítulo sobre “El efecto statu quo y los enemigos de la innovación” se basa en descubrimientos de la economía del comportamiento, y “Librados al azar”, en hallazgos de la teoría de los sistemas complejos. A lo largo de las páginas van desfilando escritores, directores de cine, emprendedores, diseñadores, jugadores de ajedrez, tuiteros, programadores, contadores, músicos y abogados, entre otras profesiones. La creatividad dejó de ser un monopolio de las agencias de publicidad y de la psicología y hoy cruza en forma transversal todos los sectores: tiene protagonismo en aumento no sólo en la vida diaria, sino en el discurso corporativo (todas las empresas hablan de innovación y disrupción) y en el de los principales candidatos políticos. Luego de una introducción sobre “el verdadero origen de las ideas”, la primera mitad del libro discurre entre consejos, secretos y mitos que rodean al pensamiento innovador. Desde la intensidad ideal del sonido ambiente para despertar la inspiración (70 decibeles, según la aplicación Coffitivity, que promueve un fondo de cafetería tipo Starbucks para concentrarse) hasta técnicas de “mapas mentales” (que son mejo-

Al bañarnos nos deshacemos de “filtros” mentales

Sábados de innovación

Ideas en la ducha sebastián campanario sudamericana

inspirado en varias columnas que salieron en este suplemento, el libro focaliza en las técnicas para encontrar la creatividad en la vida cotidiana. cómo salir del piloto automático, qué trampas mentales nos impiden cambiar o cómo organizar el día para ser más creativos son algunos de los temas que se pueden leer en sus páginas

res que las clásicas listas de tareas para fomentar conexiones mentales más ricas), pasando por la meditación (con sugerencias de una entrevista con el director de cine David Lynch), el poder de las preguntas, la fuerza de una actitud distinta frente a los fracasos y errores o la infinidad de recomendaciones emergentes del movimiento de los life hackers, que difunden indicaciones para mejorar la productividad personal (y generar nuevos espacios para la creatividad). El futuro de los procesos creativos se juega con la misma lógica que se discute para la economía y la sociedad en general: los fenómenos disruptivos que están apareciendo en la ciencia, que prometen cambios nunca vistos de la mano de aumentos exponenciales en los avances tecnológicos, también incrementarán en la misma medida la capacidad de crear, a nivel individual y colectivo. La difusión de la impresión 3D, por caso, entra como un acelerador en esta dinámica, porque permite un “prototipeado” rápido de productos para testear, y replica la lógica de la producción de software (con una iteración de prueba y error veloz y barata) para la de bienes físicos. Los nuevos programas y herramientas para la creación colectiva abren un camino inusitado para el pensamiento grupal y la “cocreación” entre individuos en distintos lugares del planeta. Y lo que se co-

shutter stock

noce como el fenómeno big data (la explosión de datos en Internet y los instrumentos analíticos para extraer conclusiones útiles de ellos) le baja el precio a la intuición y se lo sube a la creatividad, la última de las habilidades humanas que podrá ser imitada por la inteligencia artificial. En este contexto, la Argentina aparece como una cantera de talentos, con buenos indicadores en creatividad, emprendedorismo y efervescencia cultural. El profesor de Chicago David Galenson, experto en economía de la creatividad, viaja a Buenos Aires una vez al año y asegura que el capital innovador de los argentinos está subestimado a nivel global. El país tiene la mayor tasa de visualizaciones de videos online del mundo per cápita, sigue con buenos resultados en los festivales de publicidad y es la nación con mayor flujo de contacto con HyperIsland, la meca sueca del marketing digital. En publicidad, diseño y neurociencias, tres sectores vinculados al vector de la innovación, la Argentina genera figuras de peso a nivel mundial.Con trayectorias más o menos exitosas y reconocidas, los actores de la película de la creatividad comparten un rasgo en común: la pasión por lo que hacen. Las más de 200 fuentes citadas en Ideas en la ducha trasmiten su entusiasmo en cada historia.ß [email protected]

Entre la música y la gastronomía. De viaje por el mundo y los sabores gourmet... un lunes por la noche para empezar la semana. De eso se trata el nuevo ciclo de cocina + música del que se puede participar en el Boris Club de Palermo, en Gorriti 5568. Boris Trip, para viajar con los sentidos. Una combinación perfecta entre la mejor gastronomía, en las manos del chef Antonio Soriano –dueño del restó Ator–, y la musicalización de Bobby Flores. Un recorrido por los sitios más emblemáticos del mundo a través de sus sabores y, por supuesto, su música. Cada ciudad inspirará, por un lado, un menú especial para cada noche y, por otro lado, Bobby Flores será el elegido para musicalizar en vivo cada viaje. Además, habrá efectos visuales y olfativos que completarán la experiencia de transportarse tanto en el tiempo como en el espacio. La propuesta está pensada según el concepto de ciclo: un viaje con escalas que recorrerá en cada fecha diferentes ciudades. Barcelona, Nueva York y París, los próximos 13, 20 y 27. Noches de lunes, un día especialmente elegido, según los organizadores, por su mística urbana y su tradición tanto culinaria como musical. “Lunes: noche de artistas, noche de chefs, noche de periodistas. Los lunes son una contracorriente gourmet. Un ciclo innovador y descontracturado donde el concepto es compartir y combinar experiencias con sentidos múltiples”, dicen en Boris Cub. Degustación y pasos La experiencia comienza con la degustación de un aperitivo, símbolo de la ciudad elegida. Habrá una barra de aperitivos y un bartender invitado para cada fecha. Menú de 3 pasos (Entrada, Principal y Postre). Opción 1: incluye aperitivo, bebida s/alcohol y café, $ 290 por persona. Opción 2: además incluye vino (1 botella cada dos personas), $ 350 por persona. Los vinos son de la Bodega Santa Julia. Los valores incluyen la propuesta de cocina y música. Reservas en [email protected]ß

escenas urbanas Paula Salischiker

El domingo pasado en el Malba, durante el cierre del Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires (Filba): Merlina Molina Castaño, Lucas Iaffa, Natalia Laube, Raquel Gom y Guido Losantos

pequeños grandes temas Miguel Espeche

La “previa” es una cuestión emocional

E

s importante saber qué lleva a la gente a abusar del alcohol o de sustancias que alteran tanto su cuerpo como su mente. Ese abuso es consecuencia de una situación dolorosa que aqueja a muchas personas y grupos, siendo los más perjudicados, como siempre, los adolescentes y jóvenes.

No existe el “problema del alcohol”, sino “el problema de las personas que abusan del alcohol” o, en todo caso, “el problema de las sociedades en las que el abuso de alcohol está muy extendido”. En ambos casos, el centro del asunto no es el alcohol en sí mismo, sino los humanos involucra-

dos tanto en su aspecto individual como colectivo. Si bien lo antedicho es obvio, no parece serlo tanto cuando focalizamos más la conciencia en la ingesta de la sustancia que en los motivos que llevan a que esa ingesta abusiva exista, sobre todo, en los más jóvenes. En nuestro país existe un marco legal que regula, por ejemplo, la edad en la que los chicos pueden consumir bebidas alcohólicas, prohibiendo que los menores compren o tomen éstas. Sin embargo, más allá de esta lógica normativa, los abusos de alcohol son, y con toda razón, motivo de gran preocupación por parte de quienes testimonian día a día los efectos destructivos de este abuso. Es claro que la “previa” emocional que lleva a que tantos jóvenes

tomen de esa forma no es abordada como corresponde, y mucho más se habla del alcohol que de la gente. Porque lo cierto es que se habla mucho de cuánto se toma, de qué efectos genera en el cuerpo (y en el psiquismo) esa ingesta, de los terribles accidentes que el alcohol genera, y está muy bien, por supuesto, pero tanto o más debiera hablarse de aquello que hizo que los chicos sintieran el deseo o la necesidad de tomar así. Ese aspecto de la cuestión queda a la sombra de la abrumadora estadística de comas alcohólicos, accidentes y despropósitos que se ven en las “previas” y en los boliches que pueblan la noche del país. Sucede que los chicos le piden al alcohol lo que no consiguen por otra vía: le piden coraje para atravesar el miedo y la inseguridad que sienten; le piden un efecto ansiolíti-

co para diluir esa ansiedad que suele abordarlos a la hora de la salida y las pruebas que ésta le significan; le piden analgesia, para que no les duela el desamor o el abandono del que pueden ser víctimas… Entonces, si los chicos le piden al alcohol que les sirva de remedio para sus flaquezas (por nocivo que este “remedio” sea), la solución viene más por el lado de propiciar valores, acompañamientos, recursos, capacidades y climas sociales en los que los chicos puedan verse como capaces, no como incapaces que solamente “pueden” gracias al alcohol o a “algo” que venga desde afuera de ellos mismos y de toda su red afectiva. Un adolescente que bebe hasta caer, noche tras noche, cada fin de semana, no la pasa bien. Si hurgamos en su interior seguramente veremos dolores, soledades, an-

gustias, confusiones, abandonos, miedos, rabias… Hablar del alcohol en ese contexto es salirse del tema humano para transferirle a la química una situación que en realidad es del alma (el alma individual o el alma social). El problema de la cultura del abuso de sustancias es de la sociedad, es de la escala de valores consumistas de esa sociedad y es de los que debemos tutelar a los chicos con una actitud que marque perímetros, horizontes y acompañamiento afectivo, sin contentarse con simplificaciones que impiden el uso de los recursos que tenemos para ayudar de verdad a los jóvenes que piden presencia adulta genuina, para poder desplegar, de una vez, todo su potencial.ß El autor es psicólogo y psicoterapeuta @MiguelEspeche