Análisis de la gestión de los terminales de telefonía móvil en desuso en Latinoamérica
Autora: María Fernanda Astaíza Ortíz. Ingeniera en Electrónica y Telecomunicaciones. Estudiante de Maestría en Gestión Ambiental – Pontificia Universidad Javeriana, Colombia Tutores: Enrique Montero, Luis Irasarri, Enrique Redondo – Cátedra RELEC Universidad de Cádiz, España Asesora: Leila Devia, Miembro del Centro Regional Convenio Basilea América del Sur.
Bogotá, Marzo de 2010
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Este estudio ha sido realizado en el marco del Programa de Tutorías de la Plataforma Regional de Residuos Electrónicos de PC en Latinoamérica y el Caribe (Plataforma RELAC IDRC/SUR), proyecto implementado en SUR Corporación-Chile, con financiación del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo IDRC (Canadá)
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AGRADECIMIENTOS
Al terminar este trabajo de investigación, quisiera agradecer a todas las personas que me apoyaron para alcanzar esta meta. A mis tutores de la Cátedra RELEC de la Universidad de Cádiz de España, mi profundo agradecimiento por su constante apoyo y esmerada asistencia brindada durante todo el proceso de tutoría, por sus largas horas de trabajo dedicadas a revisiones, correcciones y mejoras. Así mismo, mi admiración por el apoyo que de forma voluntaria ofrecen para la gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) en Latinoamérica y el Caribe. A la Plataforma RELAC, por brindarme la oportunidad de participar en esta investigación, facilitándome la posibilidad de ampliar mis conocimientos para mi futuro profesional. También deseo mostrar mi agradecimiento a José María Castillo y Sandra Méndez de la Maestría en Gestión Ambiental de la Pontificia Universidad Javeriana, Germán Realpe de la Fundación Pensar Verde, Leila Devia del Centro Regional Convenio Basilea América del Sur, Uca Silva de la Plataforma RELAC, Daniel Ott de EMPA, Victoria Rudín de ACEPESA, María Elena Rodríguez de ICE, Mariana Vello de la Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires, Gabriela Pérez de DEGRAF, Mario Castilla de Belmont Trading Colombia, Jorge Santkovsky de Rezagos, Gustavo F. Protomastro de Escrap, Raúl Roca de MINAM Perú, Oscar Espinoza de IPES, Ricardo Vélez Díaz de In Cycle Electronics México, Günther Wehenpohl de GTZ.
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Tabla de contenidos _______________________________________________________________ 1. Introducción 2. Objetivos 2.1 Objetivo general 2.2 Objetivos específicos 3. Método 4. Justificación 5. Marco teórico 4.1 Generalidades de la telefonía móvil 4.2. Composición de un teléfono móvil 4.3. Ciclo de vida de un teléfono móvil y sus impactos ambientales 6. Gestión de terminales de telefonía móvil desechados 6.1. Situación de gestión de los terminales de telefonía móvil desechados en Latinoamérica y el Caribe 6.2. Gestión de terminales de telefonía móvil desechados fuera de Latinoamérica 7. Propuesta de un sistema de gestión de terminales de telefonía móvil desechados 8. Conclusiones y recomendaciones Bibliografía
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1. Introducción _______________________________________________________________ El rápido crecimiento de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), junto con las exigencias de los consumidores y los beneficios y facilidades ofrecidas por los operadores de telefonía móvil que brindan estos servicios para atraer a sus usuarios y clientes potenciales, ha supuesto un aumento en la demanda de estos servicios y por consiguiente una elevada producción de los equipos requeridos para la prestación de los mismos. Este acelerado crecimiento de suscriptores junto con el rápido y constante reemplazo de sus terminales antes de que su ciclo de vida útil finalice, conduce a un incremento acelerado de residuos, algunos de ellos peligrosos por las sustancias que contienen algunos de sus componentes. La industria de telefonía móvil estima la vida útil de un terminal menor a dos años, periodo en que es utilizado por su primer usuario. Este hecho se debe en parte a que los operadores ofrecen servicios atractivos como acceso a internet, e-mail, toma de fotografías, pago de servicios públicos, entre otros, los cuales en muchas ocasiones requieren de otro terminal diferente del que posee el usuario, induciendo al cambio del mismo. Sin embargo, el equipo “obsoleto”, es considerado valioso por el usuario, de modo que, por lo general no lo entrega para su reciclaje, sino que lo guarda en su casa (“efecto tesoro”), lo regala, lo comercializa, lo dona. Y si no lo valora el peor de los casos-, lo desecha junto con la basura convencional, dando lugar a que acaben en rellenos sanitarios o en botaderos, donde los distintos componentes del terminal entran en contacto con otros productos químicos, causando posibles reacciones químicas incontroladas y generando productos que pueden ser lixiviados por la lluvia y trasladados a suelos y cuerpos de agua como ríos o aguas subterráneas, con impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente. También, como consecuencia de incendios espontáneos o provocados, el fuego permite o acelera reacciones químicas que no se presentan o son lentas en condiciones normales, generando emisiones y productos peligrosos, fruto de combustiones frecuentemente incompletas. Una eventual lixiviación multiplicaría los efectos contaminantes. Por otro lado, cuando se opta por la valorización energética de determinados elementos de los terminales, en concreto los plásticos, y si se recurre a incineradoras de baja calidad y poco confiables, o a las cuales no se les realiza un mantenimiento permanente, es posible que se generen diversos tipos de emisiones como las de CO2, principal causante del cambio climático, o N2O, cuyo potencial de calentamiento global (Global Warming Potencial, GWP) es 310 veces superior al del CO2, liberación de metales pesados (Cd, Pb, Hg, 1
etc.), compuestos orgánicos como dioxinas y furanos, PCBs, PAHs y retardantes de llama bromados.1 Si bien siempre son preferibles las prácticas de reutilización y reciclaje, puede que para los plásticos –que normalmente no se reciclan- no deba descartarse la incineración de aquellos muy contaminados, siempre en condiciones severamente controladas, para evitar los riesgos mencionados anteriormente. De este modo lo plásticos pueden ser aprovechados para la generación de energía, debido a su alto poder energético (“petróleo sólido”). Ello evita que acaben en vertederos, desaconsejable tanto desde el punto de vista medioambiental como del de la conservación de los recursos. Cuando los terminales no se reutilizan o reciclan y se desechan inapropiadamente, se pierde la posibilidad de obtener algún beneficio de este material, mediante la recuperación de los materiales valiosos no renovables que contienen (Au, Ag, Cu, Pd, Ta, Ni, Co, entre otros), los cuales pueden ser fuente de ingresos y de trabajo para el país. Como ejemplo de los recursos y el valor de estos residuos, con los aproximadamente 400 millones de teléfonos móviles desechados cada año en el mundo y considerando que un teléfono móvil tiene un peso promedio de 150 g y contiene 350 ppm o mg/kg de oro2, es posible obtener 21 toneladas de oro al año. Para obtener el oro de una placa del circuito de un teléfono móvil, se generan alrededor de 100 Kg de residuos de minería. Por ello los residuos electrónicos se consideran minas superficiales de alto rendimiento y relativamente bajo impacto medioambiental que pueden contribuir a reducir las actividades mineras de extracción, minimizando, en consecuencia, el elevado impacto ambiental de esa minería. Es importante mencionar que la reutilización de terminales puede generar beneficios económicos ya que, reparándolos y dotándolos de los accesorios faltantes, es factible su comercialización como terminal de segunda mano a mejor precio y menor costo medioambiental que uno nuevo. Desafortunadamente en la mayoría de países de Latinoamérica no existe actualmente suficiente infraestructura para recuperar y reciclar este tipo de residuos y no se cuenta con información detallada sobre estudios técnicos y de mercado para gestionar los mismos. Y además de existir pocas empresas formales dedicadas a esta actividad, se estima una progresiva expansión de actividades informales, que además de no garantizar la protección de los trabajadores frente a la exposición de sustancias peligrosas, pueden generar emisiones tóxicas debido al uso de procedimientos inadecuados como las quemas para la recuperación de metales como el cobre y los metales preciosos, así como la disposición de aquello que no se puede aprovechar, con el consiguiente daño que pueden ocasionar al medio ambiente y la salud humana. Surge, pues, la necesidad de que gobiernos y productores definan políticas ambientales que garanticen la adecuada gestión de los Residuos Eléctricos y Electrónicos (RAEE); los productores como principales responsables de esta 2
gestión, pero también quienes comparten con ellos esta responsabilidad: distribuidores, importadores, usuarios, etc., todos ellos bajo la tutela y control del Estado. Es importante resaltar que para una adecuada gestión de los teléfonos móviles y sus accesorios que han sido desechados por los usuarios, no solo se requiere de una política ambiental para su control, también es necesario mejorar o implementar sistemas de gestión. Y para que esto tenga éxito se precisa por una parte la formación de los profesionales de las administraciones, empresas de logística, transporte, reciclaje, etc. y por otra la concientización de los usuarios del servicio acerca de los beneficios ambientales, sociales y posiblemente económicos que puede suponer la entrega de sus terminales móviles en desuso. Para promover la recolección y facilitar la entrega de equipos, deben desarrollarse campañas de recogida que permitan al ciudadano desprenderse fácilmente y fiablemente de los terminales que ya no necesita. Estas campañas pueden ser impulsadas mediante la publicidad y recurriendo para la recolección a sitios estratégicos como centros comerciales, estaciones de metro, grandes cadenas de almacenes, instituciones educativas, supermercados, etc. También puede considerarse la iniciativa de enviar el terminal por correo ordinario o mediante servicio de mensajería.
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2. Objetivos _______________________________________________________________ 2.1 Objetivo general Analizar de manera crítica la gestión de los terminales de telefonía móvil en desuso que actualmente se lleva a cabo en Latinoamérica con el fin de realizar propuestas de mejora para las mismas.
2.2 Objetivos específicos
Realizar un análisis de todo el ciclo de vida de los teléfonos móviles y sus accesorios.
Elaborar un diagnóstico y análisis de la situación actual de los sistemas de gestión de terminales de telefonía móvil en desuso en algunos países de Latinoamérica y en otros países fuera de la Región.
Realizar un estudio de las campañas que se realizaron o se están llevando a cabo en algunos países de Latinoamérica y algunos fuera de esta región.
Formular propuestas y alternativas para mejorar el desempeño de los sistemas de gestión de terminales de telefonía móvil existentes en algunos países de Latinoamérica, de acuerdo a los resultados del análisis de las mismas y a los resultados de las campañas de recogida.
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3. MÉTODO _______________________________________________________________ Para el desarrollo de la investigación se contactaron diferentes organizaciones de Latinoamérica involucradas con la gestión de residuos provenientes de terminales móviles con el fin de identificar sus actividades de gestión, como recolección, reutilización, reciclaje, disposición final, campañas de reciclaje, entre otros. Con respecto a Costa Rica, se solicitó esta información a empresas como Fortech / Geep y Geocycle SAG SA, a través del correo electrónico de contacto de su página WEB, sin obtener ningún tipo de respuesta. Por el contrario organizaciones como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y ACEPESA (Asociación Centroamericana para la Economía, la Salud y el Ambiente) suministraron respuestas a las inquietudes enviadas. Se solicitó información a la empresa Remsa de México, pero informaron que no era posible dar más información que la publican en su página WEB. La empresa In Cycle Electronics México S.A, suministró la información solicitada. En Colombia, Belmont Trading respondió a las inquietudes acerca de su gestión en el país. Por el contrario la empresa Gaia Vitare no autorizó dar respuesta a las inquietudes enviadas. En Perú, no fue posible identificar las empresas dedicadas al reciclaje y reutilización de terminales móviles, sin embargo el IPES (Promoción del Desarrollo Sostenible) proporcionó la información requerida. Con respecto a Argentina, la APrA (Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires) y la empresa Escrap, suministraron la información solicitada por correo electrónico. Finalmente DEGRAF y RECYCLA de Chile también tuvieron la disposición de resolver las inquietudes enviadas.
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4. Justificación _______________________________________________________________ La creciente generación de residuos provenientes de terminales de telefonía móvil ha generado en los últimos años a nivel mundial, una gran preocupación en la ciudadanía y en las entidades ambientales, debido al impacto ambiental que producen dichos terminales desechados al significar un desperdicio de materiales valiosos no renovables y tener contacto descontrolado e indiscriminado con el aire, el suelo, el agua, el fuego y diversos reactivos químicos que pueden impactar y tener efectos nocivos sobre la salud humana y el medio ambiente en general. Un modo de evitar que estos residuos terminen desechados de forma inapropiada en rellenos sanitarios, incineradoras o en sitios de reciclaje informal, es implementando sistemas de gestión de aquellos terminales que están en desuso. Para que los fabricantes que conforman estos sistemas, se responsabilicen por etapas del ciclo de vida del producto, como recolección, reutilización, reciclaje y disposición final, es necesario que el sistema implemente el concepto de Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Así mismo, estos sistemas deben facilitar el poder del mercado en la negociación de contratos con empresas de reciclaje, reutilización, transporte y logística, proveer un control centralizado, siendo la forma más efectiva de proveer un servicio universal e identificar a aquellos que no cumplen con el sistema (free riders), asegurar el manejo de economías de escala por medio de la permanente existencia de flujos de residuos suficientemente grandes, para disminuir sus costos de gestión y favorecer la administración de actividades como la recolección. Para que estos sistemas acumulen las cantidades necesarias para mantener una gestión mínima, es fundamental que los usuarios entreguen organizadamente sus terminales en desuso. Una manera para que esto suceda es impulsando campañas de recogida, que fomenten una concientización ambiental de los usuarios acerca del potencial de reciclaje de sus terminales en desuso. Aquí reside la importancia y la justificación de realizar un estudio de la gestión actual de terminales desechados tanto en algunos países de Latinoamérica como fuera de la región. Así, la experiencia europea es importante para el avance en la creación de sistemas de gestión en Latinoamérica. También se procederá con el estudio de algunas campañas de recolección de terminales móviles que se hayan realizado o se estén realizando bajo la responsabilidad de productores o importadores de TIC. Los resultados de este estudio, permitirán disponer de un panorama amplio acerca de los obstáculos y potenciales para implementar un sistema de gestión de residuos provenientes de terminales de telefonía móvil, así como proponer mejoras o cambios a la gestión existente en algunos países de Latinoamérica.
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5. Marco Teórico _______________________________________________________________ 5.1 Generalidades de la telefonía móvil Desde hace algunas décadas la telefonía móvil se ha convertido en una tecnología necesaria para la comunicación entre miles de millones de personas en diferentes regiones del planeta, constituyendo un cambio revolucionario en la forma que vivimos. Para llevar a cabo una comunicación móvil celular se requiere de una red ubicada en distintas zonas geográficas con la capacidad de mantener la comunicación mientras el usuario se desplaza. Esta red básicamente está conformada por centros de conmutación móvil, estaciones base y teléfonos móviles. El teléfono móvil que porta el usuario es un pequeño radio personal sofisticado de dos vías, que envía y recibe señales de radio hacia y desde las estaciones base, permitiendo comunicaciones personales de voz y datos con otros teléfonos móviles, teléfonos fijos y computadores ubicados en cualquier parte del mundo. La evolución de los terminales móviles ha estado estrechamente ligada al avance vertiginoso de las telecomunicaciones y éste, a su vez, a los avances de la electrónica y la microelectrónica. En los años 80 cuando salieron al mercado los primeros teléfonos móviles, estos se instalaban únicamente en vehículos de motor, para emplear sus sistemas eléctricos como fuente de energía. Los primeros teléfonos portátiles eran grandes y pesados, aproximadamente 4 kg, y funcionaban con baterías de plomo ácido. Posteriormente el tamaño de estos teléfonos se redujo considerablemente, de tal forma que hoy en día son más ligeros con un peso inferior a 100 gramos. También su tiempo de operación se ha incrementado pasando, cuando la batería está cargada, de 4 horas a 10 días o más. Así mismo este tiempo de operación requiere menor consumo de energía, gracias a las mejoras en la eficiencia de componentes electrónicos, reducción del voltaje de operación y reducción de los requerimientos de energía de los circuitos. En términos generales, todos los adelantos tecnológicos informáticos han sido facilitados por el aumento en la capacidad de almacenamiento de información así como por la capacidad de procesamiento de la misma. En el ámbito tecnológico se ha podido constatar hasta hoy el cumplimiento de la “Ley de Moore”, que en el sentido estricto de la palabra no es una ley sino una observación empírica referente al aumento en el grado de integración de los circuitos electrónicos, en esencia, la ley de Moore predica que en un periodo de 24 meses se duplica el número de transistores en un circuito integrado.3 La consecuencia directa de que esta ley se haya cumplido desde 1965 cuando fue enunciada por Gordon Moore hasta hoy es la disminución exponencial de los precios de producción de los circuitos integrados y por lo tanto de los equipos electrónicos fabricados con base en ellos.
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El avance en las tecnologías de comunicación que permiten al usuario acceder cada vez más a nuevos servicios, la disminución del tamaño y peso de los terminales así como el aumento de sus funcionalidades y la disminución de sus costos de producción acompañados de una creciente demanda tanto por los nuevos servicios como por los terminales que los soportan, han convertido la fabricación de teléfonos móviles en una industria con un crecimiento acelerado durante los últimos años. Desde el cambio de siglo se ha observado un notable incremento del servicio de telefonía móvil. Entre el año 2000 y el 2008, el crecimiento promedio anual en el mundo fue del 24%, pasándose de una penetración del 12% en el 2000 a superarse el 50% a principios del 2008, año en que llegó a los 4 billones de suscriptores en todo el mundo, como se muestra en la Figura 1.4
Figura 1. Suscripción de telefonía móvil a nivel mundial
A pesar que la vida útil de un teléfono móvil es de 10 años, el promedio de vida útil en los países desarrollados es de sólo 18 meses, pues la acelerada obsolescencia tanto tecnológica, como psicológica y planeada, conducen a los usuarios a reponer o reemplazar sus terminales alrededor de 4 veces en este periodo. En el 2006 fueron vendidos en todo el mundo alrededor de 896 millones de terminales, de los cuales aproximadamente el 50% fueron para reemplazo de otros, al mismo tiempo que solo uno de cada diez nuevos usuarios empleó un terminal usado.5 En este mismo año se estima que se desaprovechó la oportunidad de reutilizar o reciclar alrededor de 450 millones de teléfonos móviles, de los cuales se podía haber extraído gran cantidad de componentes y materiales para su reingreso a la cadena de producción para la fabricación de nuevos teléfonos móviles o como materia prima para otros sectores productivos.
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Los países latinoamericanos al igual que la mayoría de países con economías emergentes no han sido ajenos a este fenómeno: desde el año 2005 los países de América Latina presentan un crecimiento en la tasa de penetración de la telefonía móvil de aproximadamente el 85%, tasa superior a la de Estados Unidos (60%), Europa Occidental (20%) y Asia Pacifico (65%). Crecimiento de la penetración que implica, necesariamente, un crecimiento del número de terminales vendidos. 5.2 Composición de un teléfono móvil Un terminal de telefonía móvil está constituido, básicamente, por los siguientes elementos: una placa de circuito impreso una pantalla de tecnología LCD (Liquid Crystal display) un teclado alfanumérico una antena una batería, que se pude retirar del teléfono, la cual pude ser de níquelcadmio, hidruro de metal níquel o ión litio o una carcasa plástica o conectores
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El paquete de venta del teléfono móvil contiene, además del terminal, accesorios tales como un cargador, audífonos y cables. Los teléfonos móviles contienen entre 500 y 1000 componentes y análogamente a otros dispositivos similares (i-pods, i-phones, GPS, agendas pad, etc.) contienen una gran variedad de sustancias y materiales: metales, plásticos, vidrio, cerámicas, etc. Ver Figura 2.6
Figura 2. Materiales que componen un teléfono móvil
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En la Tabla 1 7 se muestra la composición típica de los teléfonos móviles actuales, distinguiendo tres categorías: constituyentes primarios, constituyentes menores y micro constituyentes1.
Tabla 1. Composición de un teléfono móvil convencional
Dado que no todas las sustancias se utilizan en todos los teléfonos móviles, las cantidades no totalizan el 100%.
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5.3 Análisis del ciclo de vida de un teléfono móvil El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una herramienta cuyo fin es evaluar los impactos ambientales asociados con un producto o servicio a través del estudio de su ciclo de vida, desde el suministro de materias primas necesarias para fabricar el producto, fabricación de productos intermedios, empaque, transporte de materias primas, productos intermedios y el producto final, uso del producto y su eliminación cuando deja de ser usado. Un estudio de ACV puede realizarse por razones operativas, como la evaluación de los productos individuales, o por razones estratégicas, como la evaluación de diferentes escenarios de políticas, estrategias de gestión de residuos o conceptos de diseño. Descripción de las fases del ciclo de vida más importantes de un terminal móvil: La figura 3 8 además de mostrar los tres elementos esenciales del sector industrial de telefonía móvil, las redes, los teléfonos móviles y las oficinas (incluida la red del minorista), también presenta las cuatro etapas más importantes del ciclo de vida de estos elementos: extracción de materias primas, fabricación, operación/uso, y gestión al final de su vida útil.
Figura 3. Impactos ambientales generados por la industria de telefonía móvil
En el caso de los terminales, se observa que en la primera etapa se realizan actividades de minería y procesamiento de materias primas como metales, plásticos y químicos. En la segunda etapa se lleva a cabo la fabricación de componentes y el ensamblaje del teléfono móvil y sus accesorios. La tercera etapa incluye el servicio al consumidor, el comportamiento relacionado con el 11
uso del terminal. La última etapa involucra la reutilización del terminal, reciclaje de materiales y disposición final. A continuación se describen las distintas etapas del ciclo de vida de un terminal móvil y los correspondientes impactos ambientales generados durante cada una de ellas. A. Extracción y procesamiento de materia prima Después de realizar la extracción de materia prima (concentrado) procedente de una mina se continúa el proceso en una refinería en donde se procesa el concentrado para finalmente producir otras sustancias y materiales. Los aspectos e impactos ambientales que se presentan durante estas fases, incluyen perturbación y daño a la diversidad biológica en el sitio de extracción debido a la remoción de grandes volúmenes de tierra y roca, necesidad de enormes cantidades de energía en el proceso de extracción y refinado, contaminación del terreno y de las aguas subterráneas debido a los productos químicos tóxicos empleados para extraer los metales de los minerales y la naturaleza tóxica de algunos residuos finales inservibles, producidos generalmente en cantidades muy grandes, almacenados cerca de la mina y que suelen contener minerales peligrosos lixiviables por la lluvia. También es importante mencionar que el carácter no renovable de algunas sustancias que se extraen y al no ser recicladas agudizan aún más la escasez de estos recursos además de incurrir en gastos e impactos innecesarios. Es un hecho bien conocido que los metales preciosos tales como oro, plata o paladio, presentes todos ellos en un teléfono móvil, tienen ecoindicadores elevadísimos, reflejo de su elevado impacto ambiental, tal como se pone de manifiesto en la siguiente tabla. 9 ECO-INDICADORES DE ALGUNOS METALES PRECIOSOS Material
Eco-indicador
Oro
100.000
Plata
1.489
Paladio
375.300
Platino
563.000
Tabla 2. Eco-indicadores de algunos metales preciosos
Así, para obtener el oro presente en una sola placa del circuito del teléfono móvil, se generan alrededor de 100 kg de residuos de minería. Además del hecho de que en el proceso de separación del oro de otros minerales, a veces se emplea cianuro, todo ello en enormes balsas, da lugar a que grandes 12
extensiones de terreno queden gravemente contaminadas en adelante durante muchos años. En cuanto al tantalio –presente en los condensadores electrolíticos, tan importantes en un teléfono móvil-, gran parte de las necesidades mundiales son cubiertas con el coltan que se extrae en la República Democrática del Congo, dando lugar a una situación dramática en el país de luchas entre el gobierno y la guerrilla, abuso de derechos humanos (niños esclavos, prostitución, etc.) y una grave degradación de un importante ecosistema.10 B. Fabricación de componentes Una de las dos fases del ciclo de vida de un terminal de telefonía móvil que da lugar a mayor impacto ambiental es la de fabricación de los componentes electrónicos que lo constituyen.11 Ello se debe principalmente al hecho de los numerosos dispositivos semiconductores que forman parte de dichos terminales. Los semiconductores son materiales de estructura altamente organizadas, de extremadamente baja entropía, para cuya fabricación se precisan grandes cantidades de energía, además de productos químicos y gases de elevadísima pureza, así como considerables cantidades de agua. Así, se estima que para producir un microchip DRAM de 32 MB de 2 gramos, son necesarios 1670 g de combustibles fósiles, 700 gramos de gases, 72 g de productos químicos y 32.000 g de agua. 12 Estas cifras permiten concluir que el microchip no es un buen ejemplo de la desmaterialización, pues a pesar que su peso sea pequeño, su producción precisa de enormes cantidades de materiales y de energía. Además, cuanto más complejo sea el microchip, se requiere de mayor cantidad de energía y materiales secundarios para su fabricación. Muchas de las sustancias químicas utilizadas en la industria de semiconductores, son tóxicas y se emplean en cantidades significativas, lo cual genera tanto emisiones de químicos sobre fuentes de agua, aire y suelo como riesgos sobre la salud de los trabajadores de este sector. Es importante resaltar que para reducir los impactos de esta fase, es fundamental el cumplimiento de normas ambientales estrictas en los procesos de producción y de seguridad e higiene para el trabajador, por parte de los fabricantes. Además de los impactos mencionados relacionados con la fabricación del terminal, no debemos olvidar los impactos causados por el resto de los elementos que acompañan al terminal en el contenedor en el que se comercializa: cargador, auriculares, cables, manuales, plásticos, etc. A este respecto sería deseable desde el punto de vista medioambiental, que el terminal se vendiera aislado e independiente del resto de accesorios mencionados salvo quizás (aunque optativamente porque puede consultarse mediante Internet) del manual. En este sentido y afortunadamente tras años de práctica irracional, se camina hacia el cargador único para todos los teléfonos móviles que deba adquirirse por separado del terminal.
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C. Ensamblaje del terminal Esta fase, de montaje de los componentes en la placa de circuito impreso, conexión de los diferentes elementos de terminal, programación, pruebas, colocación de pantalla, conectores, carcasa, etc., supone un impacto ambiental reducido respecto a las fases de mayor impacto como son las de fabricación y uso. D. Uso del teléfono móvil Junto con la fabricación de los elementos constituyentes del terminal, la fase de uso es la de mayor impacto ambiental. Ello se debe al consumo eléctrico tanto en el momento de la carga de la batería como cuando, tras la carga de la misma y una vez separado terminal de cargador, se deja éste conectado a la red eléctrica. En años pasados, los cargadores de los terminales presentaban un consumo típico entre 15 y 20 mA. También los consumidores ignoraban que el cargador conectado a la red (aunque no estuviera cargando el terminal) consumía energía. En esta situación y considerando todo el periodo de tiempo de utilización del teléfono por parte del usuario, el consumo del cargador en los periodos de espera superaba con creces el consumo durante los periodos de carga. Tengamos en cuenta que era una práctica común no desconectar nunca el cargador de la red eléctrica. En consecuencia, el segundo factor en importancia en cuanto a impacto ambiental (detrás de la fabricación de los componentes) era el consumo en espera de los cargadores. Actualmente los fabricantes han desarrollado cargadores cuya corriente de consumo en espera es de 1 mA o incluso menor. Ello unido a que es ampliamente conocido entre los usuarios que el cargador consume aún en estado de espera y que, por lo tanto lo desconectan una vez cargado el terminal, ha hecho que el consumo en fase de uso haya disminuido drásticamente. E. Distribución Esta fase comprende el transporte del equipo acabado para su distribución y venta. Su impacto ambiental no es relevante, con respecto a las otras fases. Bien es cierto que podría minimizarse si el terminal y sus accesorios se distribuyen y venden por separado. F. Fin de vida de un teléfono móvil Las causas del mayor impacto ambiental en esta fase del ciclo de vida de un teléfono móvil son su disposición inadecuada en botaderos donde se produzca lixiviación que dé lugar a contaminación. También como consecuencia de incineración en incineradoras que no cumplan con estándares de calidad o por tratamiento en instalaciones de reciclaje que no presenten las condiciones para 14
un tratamiento medioambiental e higiénicamente correctos que no reúnan las características adecuadas. Si por el contrario estos terminales se gestionan de manera adecuada, pese a que siempre existirá un impacto ambiental negativo –aunque mínimo y controlado- debido al transporte, a posibles emanaciones y vertidos, el impacto ambiental global puede ser positivo, debido a que se recuperarán sustancias valorizables. En las instalaciones autorizadas de tratamiento de residuos electrónicos, para separar correctamente las diferentes partes del terminal, se emplean tanto métodos manuales como mecánicos. En la separación manual se retira la batería y otros accesorios asociados como el cargador y los auriculares del cuerpo principal que requieren una gestión especializada. Los métodos de separación mecánica incluyen trituración y reducción de tamaño del cuerpo principal del teléfono móvil. Después de aplicar estos métodos se procede a la separación del flujo mezcla en una corriente de plásticos procedentes de carcasas y en otra consistente en un concentrado de metales. De este último flujo se intenta separar el aluminio y sus aleaciones por dificultar la metalurgia posterior y poder perderse en la escoria producida En esta fase también pueden utilizarse métodos de tratamiento optimizados para recuperar previamente metales, especialmente preciosos, como el oro, paladio, platino, plata pero ello requeriría autorización oficial y gran profesionalidad ya que se manejan sustancias potencialmente muy peligrosas. Generalmente se acude a refinerías sofisticadas con alta garantía medioambiental y que permiten aprovechar también otros metales que acompañan a los metales nobles que, probablemente, se perderían de otra forma. La reutilización de metales preciosos, cobre, tantalio, etc. es una opción viable tanto económicamente como ambientalmente en plantas bien dotadas y bien controladas. Esta recuperación de metales evita el mayor impacto de su extracción alternativa de la mina. Y finalmente, se evita el desperdicio de sustancias no renovables importantes para países desarrollados o en desarrollo porque tarde o temprano serán peligrosamente escasos. Debido a que actualmente el diseño no favorece el reciclado de plásticos por estar subordinados a las concesiones que deben hacerse a la estética y manipulación de los terminales, es difícil obtener fracciones de plástico lo suficientemente limpias y puras para un reciclado eficaz. En Europa la Directiva RAEE-WEEE obliga a unos porcentajes de valorización y reciclado que implican que parte del plástico presente debiera ser reciclado y no valorizado como energía. Esta es una de las razones por las que se están desarrollando las carcasas de aleación de aluminio. La compleja mezcla de plásticos puede también utilizarse como combustible en incineradoras bien preparadas o como sustancia reductora en la metalurgia del cobre. Entre el 65 y el 80% del contenido de material de un teléfono móvil se puede valorizar o reutilizar.
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Una gestión eficaz, en combinación con un buen diseño en la fase de fabricación, pueden conducir a una reducción importante en el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida de un terminal móvil. Por las razones y datos expuestos puede ir adelantándose una conclusión y es que, la recogida de teléfonos móviles y su reutilización suponen una reducción muy notable del impacto medioambiental respecto a la adquisición de terminales nuevos. Si un usuario no necesita más que enviar y recibir llamadas de voz y mensajes, está claro que la reutilización es la solución más adecuada, sin contar los beneficios sociales adicionales que ello entrañaría.
6. Gestión de los terminales de telefonía móvil desechados _______________________________________________________________ Para muchos países de Latinoamérica y el Caribe no es ajeno que la innovación tecnológica, la globalización del mercado y la disminución de la brecha digital han generado grandes cantidades de RAEE que causan impactos ambientales y sociales. Esta situación ha llevado a tomar medidas para gestionar de manera organizada este tipo de residuos, como las alianzas entre gremios públicos y privados para buscar soluciones concertadas, apoyar estudios de investigación y formación de profesionales en este campo, la creación de políticas y normas ambientales, la integración del sector informal que actualmente realiza actividades de reciclaje y reutilización, la organización de campañas de recolección para impulsar la concientización ciudadana para la entrega de equipos en desuso, etc. Se espera que con estas medidas varios países de la Región conformen sistemas de gestión que faciliten la supervisión y control del tratamiento de estos residuos. 6.1 SITUACIÓN DE GESTIÓN DE LOS TERMINALES DE TELEFONÍA MÓVIL DESECHADOS EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE Para el estudio de la situación actual de gestión de residuos provenientes de terminales móviles en Latinoamérica se escogieron los siguientes países: 6.1.1 COSTA RICA Desde el año 2003, Costa Rica con el apoyo de los Países Bajos, viene impulsando una estrategia para la gestión de RAEE, a través de un comité técnico conformado por representantes del Ministerio de Ambiente y Energía, Ministerio de Salud, Ministerio de Ciencia y Tecnología, Ministerio de Economía, Industria y Comercio, Instituto Tecnológico de Costa Rica, Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Centro Nacional de Producción más Limpia, Cámara de Industrias y un grupo de empresas como Intel y Ricoh,
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liderados por la ONG ACEPESA (Asociación Centroamericana para la Economía, la Salud y el Ambiente). Para la creación de la estrategia se tuvieron en cuenta experiencias existentes a nivel internacional, como la de la Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (ASIMELEC), la cual consideran exitosa porque lograron involucrar a muchos actores tales como fabricantes, operadores, sector de distribución, sector reciclaje, las administraciones públicas y usuario de teléfonos, permitiendo recuperar cerca del 30% de los teléfonos que han perdido su vida útil, cifra que se considera muy alta según otras consultas que lograron hacer sobre esfuerzos de esta naturaleza. El aporte que deja esta experiencia tiene que ver con el hecho de buscar unir esfuerzos, lo cual se ha logrado parcialmente. El ICE participó en tres campañas de un día para la recolección de residuos que se realizaron en el 2005, 2007 y 2008 y en las últimas dos se colocaron los recipientes para recolectar residuos de teléfonos móviles.2
Campañas de recolección de teléfonos móviles realizadas en el país Con respecto a las campañas de recolección de teléfonos móviles realizadas en el país, se tiene que en abril del 2007 se realizó la II Feria Ambiental del ICE con el fin de recoger teléfonos móviles en desuso junto con sus accesorios como cargadores, manos libres y baterías, entre otros, los cuales fueron depositados por los usuarios en recipientes para posteriormente ser reciclados en el exterior, debido a que en Costa Rica no se procesan este tipo de residuos. En octubre de 2007, Acepesa, Intel Costa Rica, PriceSmart, American Chamber, ICE, Ministerio de Salud, Ministerio del Ambiente y Energía, Instituto Tecnológico de Costa Rica, Fundecooperación, Cámara de Industrias y Fortech organizaron una campaña de recolección de equipos electrónicos en desuso, la cual atrajo a más de 1.500 personas y recolectó 7.000 equipos, entre CPU – procesadores–, teléfonos móviles, cámaras digitales, impresoras, monitores y escáners, superando la meta esperada, entre 2000 y 2500 equipos. En el 2005 hubo una primera campaña de este tipo donde se recogieron 1.500 equipos. 13 Los desechos electrónicos se trasladaron a la empresa Fortech, en Cartago, donde se clasifican sus diferentes componentes para que en lo posible sean reutilizados o reciclados en Costa Rica, de lo contrario aquellas que no sea posible reciclar en este país se envían a Canadá para su adecuado tratamiento. Organizaciones que gestionan los terminales de telefonía celular desechados en Costa Rica
Información suministrada por María Elena Rodríguez, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) de Costa Rica, a través de correo electrónico
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Fortech / Geep (Global Electric Electronic Processing) La empresa costarricense FORTECH recientemente firmó un contrato con la compañía canadiense GEEP para conformar la empresa GEEP Costa Rica, subsidiaria de GEEP International, la cual es una empresa reconocida a nivel mundial por el reciclaje de residuos electrónicos. Esta nueva empresa pretende dar solución a las necesidades locales y regionales en Centroamérica para este tipo de residuos, empleando equipos, tecnología y técnicas avanzadas de última generación, de acuerdo a la normatividad ambiental que se maneja a nivel mundial, como la ISO 14001. Proporciona métodos de recuperación, reciclaje, manejo, tratamiento y disposición final de residuos tecnológicos, como partes o unidades completas de computadores, baterías, periféricos, teléfonos móviles y fijos, y en general todo aparato que contenga circuitos integrados. Los procesos de transformación incluyen desensamble, trituración y separación por métodos mecánicos y magnéticos, hasta su refinación final mediante procesos de fundición y extracción electroquímica.
Geocycle SAG S.A. Organización perteneciente a una red de gestores de residuos industriales, comerciales e institucionales del Grupo Holcim, que operan en 35 países desde hace más de 18 años. Esta organización ofrece soluciones integrales a cualquier generador de residuos de equipos eléctricos y electrónicos del sector privado y público, industrial, comercial e institucional, cumpliendo con los estándares de gestión ambiental y de calidad de las normas internacionales.
6.1.2 MÉXICO Debido a que en México no existían datos oficiales sobre las cantidades de RAEE que se generaban, el Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto Politécnico Nacional realizó en el 2007 un diagnóstico sobre la generación de estos residuos en este país. Se obtuvieron datos de la producción y uso de equipos electrónicos, se identificaron las principales plantas industriales de producción, datos de importación y exportación formal, estimación de la importación clandestina, estimación de generación potencial de residuos provenientes de equipos electrónicos, entre los cuales se encuentran los terminales móviles. A través de este diagnóstico se estimó que para el 2006, se desecharían 15.050 teléfonos móviles en desuso, equivalente a 1.050 toneladas de este tipo de residuos. 14 Campañas de recolección de teléfonos móviles realizadas en el país En México los operadores de telefonía móvil son quienes lideran los programas de manejo de terminales móviles en desuso, los cuales son recuperados en 18
sus tiendas. El operador Telcel, que provee 71.9 por ciento de las 73 millones de líneas de México, informó que a través del programa de recuperación de terminales en desuso, éstos son enviados a organizaciones de reciclaje, que realizan la separación y tratamiento de las partes para su reutilización. En noviembre del 2006, la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) realizó la campaña nacional “Recicla tu celular”, a la cual se sumó la empresa Telcel con una donación de más de 17.000 teléfonos móviles en desuso, cantidad que ayudó a superar considerablemente la meta esperada de 5.000. En el 2008 esta misma campaña recuperó 97.000 unidades.15 Los equipos fueron enviados a la planta matriz de TBS Industries, localizada en Filadelfia, Estados Unidos, la cual es especializada en el tratamiento adecuado de materiales electrónicos, peligrosos y contaminantes para el proceso de reciclaje de los teléfonos móviles y baterías recolectados en la campaña. Con respecto al tratamiento que reciben las baterías, el proceso de reciclaje es similar al que se aplica a los teléfonos: desensamble, trituración, fundición y finalmente, refinación de componentes para su reincorporación a la industria. En junio del 2009, la Secretaría del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) del gobierno del estado de Jalisco, junto con empresas como Nokia, Telefónica Movistar y Belmont colocaron en 80 tiendas Oxxo de la Zona Metropolitana de Guadalajara, contenedores para la recolección de terminales en desuso para una primera etapa, para posteriormente realizarlo en diferentes ciudades del estado Organizaciones que gestionan los terminales de telefonía celular desechados en México
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Belmont Trading México: Compañía dedicada a la gestión de RAEE a través de la clasificación y comercialización de aquellos componentes que se pueden reutilizar. En la filial de México, establecida en 1998 en Guadalajara Jalisco, se separan aquellos terminales que se puedan reparar, colocándolos de nuevo en funcionamiento para reintegrarlos al mercado. Esta filial ofrece a toda Latinoamérica sus servicios de desensamble, selección y separación del material plástico y tarjetas electrónicas, reciclaje de plásticos, remoción y reparación de componentes de placas de circuitos, recuperación y restauración de Micro BGA (Ball Grid Array) y BGA, pruebas de equipos, eliminación de base de datos y prueba de discos duros, manejo de activos, compra de excesos obsoletos e inventarios, entre otros. Debido a que Belmont Trading cuenta con la alianza y respaldo de SiPi Metals Corporation, un socio estratégico para el proceso de refinación, el resto de terminales y componentes (tarjetas de circuitos impresos, módulos y chips de circuitos integrados, accesorios, etc) no reutilizables, se envían a Estados Unidos a sus refinerías de metales certificadas
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medioambientalmente donde se extraen los metales valiosos contenidos en ellos. A pesar que la web de SiPi, www.sipimetals.com, indica que dispone de certificación de calidad ISO 9001 y su política medioambiental está comprometida, no consta que tengan la certificación ISO 14001 relacionada con el medio ambiente ni la OSHA 18001 ligada a la seguridad e higiene en el trabajo. Por otro lado en la página web de Belmont Trading EEUU indican que cumplen con la norma ISO 9001-2000 e ISO 14001, mientras que en la página web de México no hace referencia a este tipo de certificación, lo que induce a concluir que en México no existe tanta rigurosidad en el tratamiento de residuos provenientes de terminales móviles.
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Remsa Empresa con sede en la ciudad de Santiago de Querétaro en México, dedicada al reciclaje de equipos de Telecomunicaciones y redes, entre ellos teléfonos móviles, a través de la red de “Puntos Verdes”, donde la sociedad, puede depositar los residuos electrónicos que ya no utilicen. REMSA colabora con instituciones de investigación, como el ITESM Campus Querétaro, el CIMAV (Centro de Investigación de Materiales Avanzados), y el ITESM Campus Toluca, en diversos proyectos de desarrollo de “Tecnología Verde”, y en acuerdo con Manos Capaces A.C., conformada por personas discapacitadas, que fabrican y venden manualidades empleando los residuos electrónicos.
In Cycle Electronics México S.A. 16 Esta compañía ofrece el servicio de reciclaje integral de materiales y/o componentes de residuos de equipos de computación, electrónica y telefonía (teléfonos móviles, cargadores, baterías, teléfonos inalámbricos, etc.) e industriales para los sectores comercial, gubernamental, industrial, educativo, y doméstico. Ofrecen un proceso de reciclaje que presenta las siguientes etapas: Recolección: logística de plan de manejo de residuos. Pesaje: documentación para el seguimiento del material desde su recepción. Inspección: pre-clasificación de los materiales mediante un análisis de contenido. Procesamiento de Materiales: desensamble, recuperación de componentes, compactación, trituración. Separación: análisis de tipos y condiciones de los materiales.
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6.1.3 COLOMBIA Actualmente Colombia no cuenta con la infraestructura suficiente para reciclar residuos provenientes de cualquier tipo de equipo eléctrico y electrónico. Hasta hace un par de años no existía información de estudios técnicos y de mercado que facilitaran la conformación de un sistema de gestión RAEE. En el 2008, se genera un diagnóstico importante realizado por EMPA (Suiza) y CNPML (Centro Nacional de Producción Más Limpia) con el apoyo de Secretaría Federal de Asuntos Económicos (SECO), Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT), Computadores para Educar (CPE) y la Universidad de los Andes (UniAndes). Campañas de recolección de teléfonos móviles realizadas en el país En Octubre del 2007 Belmont Trading Colombia lideró una campaña de recolección de teléfonos móviles en desuso y sus accesorios, la cual fue promovida por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, con la participación de todos los operadores de telefonía móvil, Comcel, Movistar, Tigo, Avantel y casi todos los fabricantes, Nokia, Motorola, Sony Ericsson, Samsung, LG Electronics, Alcatel y ZTE, con un objetivo común de reciclaje. El slogan de la campaña fue "Recicla tu móvil o celular y comunícate con la tierra", empleando publicidad como afiches alusivos al tema, cuñas radiales, comerciales de televisión, servicios de información de los operadores. Esta campaña contó con 153 puntos distribuidos en 30 ciudades del país, algunos de los cuales aún continúan activos.17
Organizaciones que gestionan los terminales de telefonía celular desechados en Colombia •
Belmont Trading Colombia Actualmente esta filial colombiana únicamente recolecta y almacena los terminales móviles en desuso de los operadores Comcel, Tigo y Movistar. El resto de tratamiento se realiza en Guadalajara Jalisco y Chicago, como se explicó anteriormente en la filial de Belmont Trading México. Hasta el momento la compañía ha recolectado dos millones y medio de unidades, siendo una cantidad baja comparada con la esperada, 11 millones de unidades, es decir el 30% de los 33 millones de abonados activos que pueden poseer al menos un teléfono móvil en desuso.3
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Información suministrada durante entrevista con el señor Mario Castilla, Director de la compañía Belmont Trading, Seccional Bogotá.
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Gaia Vitare Ltda Esta compañía realiza recolección, transporte, tratamiento y disposición final de RAEE generados en industrias, comercio, hogares, instituciones y empresas fabricantes o importadoras de equipos eléctricos y electrónicos, entre los cuales se encuentran equipos de Informática y Telecomunicaciones (incluidos teléfonos móviles). Cuenta con más de 750 puntos de recolección y con vehículos equipados de acuerdo a los requerimientos exigidos para el manejo y transporte automotor por carretera de mercancías peligrosas. 18 Para el manejo, tratamiento y disposición final de los RAEE, se desarrollan diferentes procesos en la Planta de Gaia Vitare, como despiece y almacenamiento, para luego obtener subproductos reciclables del material aprovechable y efectuar la separación y respectiva disposición final de aquel material no reciclable. No fue posible confirmar telefónicamente ni a través de correo electrónico cómo realizan la recolección, cuál es el alcance del tratamiento de residuos, si gestionan accesorios de teléfonos móviles, si reutilizan terminales, si exportan placas de circuito impreso a otros países
6.1.4 PERÚ Actualmente no existen mecanismos para una adecuada disposición de los equipos eléctricos y electrónicos cuando llegan al final de su vida útil, ni existe una legislación ambiental para su gestión, o registros de datos de las cantidades de residuos generados y procesados. Debido a esta situación, en el 2008, IPES (Promoción del Desarrollo Sostenible) y EMPA Suiza con el apoyo del Secretariado de Estado de Economía SECO (Suiza), el Consejo Nacional del Ambiente CONAM (Perú) y la Dirección General de Salud Ambiental DIGESA (Perú) realizaron un Diagnóstico del Manejo de los Residuos Electrónicos, provenientes específicamente de computadores personales y escritorio, impresoras y teléfonos móviles. Este diagnóstico pretende definir las características de generación, manejo, tratamiento y disposición de este tipo de residuos, así como las cantidades de computadores y terminales móviles que ingresan al país para estimar la cantidad de residuos generados por los mismos. Actualmente está en desarrollo una familia de Normas Técnicas Peruanas para la gestión de RAEE (acopio, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final) dentro del Subcomité de Gestión de Residuos del Comité de Gestión Ambiental que coordina el Ministerio del Ambiente (MINAM) y la entidad normativa del Perú, INDECOPI. Así mismo está por incluirse la corriente de RAEE en el Reglamento de la Ley General de Residuos Sólidos (N° 27314) y se está a la espera de la aprobación d e estas inclusiones en el
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Reglamento para que el MINAM desarrolle una Reglamento específico para la gestión de RAEE en Perú.4 Campañas de recolección de teléfonos móviles realizadas en el país En el 2007 nació el programa “Recíclame”, liderado por Telefónica Movistar y Nokia, con el fin de contribuir con la gestión de teléfonos móviles en desuso, accesorios como baterías solas, cargadores, auriculares, teléfonos fijos inalámbricos de cualquier modelo, marca y operador. Este programa también pretende crear conciencia en los usuarios del servicio móvil sobre la importancia de proteger y cuidar el medioambiente. En noviembre de 2007, este programa recolectó teléfonos móviles desechados de cualquier marca, cargadores y baterías, a través de contenedores ubicados en las oficinas de atención al cliente a nivel nacional. Los equipos recolectados fueron almacenados por ANOVO Perú y enviados a Belmont Trading Colombia para su reciclaje. En mayo del 2009, este mismo programa envió desde Perú más de 6 toneladas equivalentes a 28 mil teléfonos móviles en desuso, baterías y otros accesorios para ser reciclados en las plantas de las compañías Belmont en México y Sipi Metals en Estados Unidos. 19 Organizaciones que gestionan los terminales de telefonía celular desechados en Perú No fue posible identificar las empresas dedicadas al reciclaje y reutilización de terminales móviles en el Perú.
6.1.5 ARGENTINA Al igual que el resto de países de Latinoamérica, en Argentina aún no existe una normatividad ambiental, si bien en este país hay desde hace años una gran actividad en el campo del reciclado electrónico, habiéndose propuesto varios textos legislativos al efecto. Campañas de recolección de teléfonos móviles realizadas en el país La APrA (Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires) impulsa programas específicos como las campañas de recolección de AEE en desuso, cuya primera alternativa es la reutilización de los equipos recolectados y segunda alternativa, el reciclaje de aquellos equipos que no se pueden reutilizar. Se recolectan equipos de conectividad, informática, impresión, telefonía fija y móvil, audio y video. 4
Información suministrada por el señor Oscar Espinoza, de IPES Perú, a través de correo electrónico
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La APRA instala puntos de recolección en distintos espacios verdes de Buenos Aires como plazas y parques, donde agentes de contacto debidamente capacitados, orientan y comunican sobre la campaña a la ciudadanía participante y transeúntes interesados. Una vez los residuos son recolectados, se transportan hacia centros de acopio temporal donde son retirados por las ONG o empresas involucradas, para su desarme y evaluación, con el fin de determinar su revalorización y posible reutilización. Todos los equipos que no se puedan reparar y que no posean valor por su obsolescencia, se someten al desmontaje y reciclaje. Hasta la fecha, la APrA ha liderado las campañas que aparecen en la Tabla 3 5:
Campaña
Fecha de realización
Primera
Junio de 2008
13.556 kg
Segunda
Septiembre de 2008
5.949 kg
Tercera
Cuarta Quinta
Cantidad recolectada
Organizaciones/empresas destinatarias del material Cooperativa Reciclando Sueños, Cooperativa La Toma del Sur, Fundación Va de Vuelta, Silkers SA Cooperativa Reciclando Sueños, Cooperativa La Toma del Sur, Fundación Va de Vuelta, Silkers SA
5.924 kg (1.318 kg Cooperativa La Toma del reacondicionados Sur, Fundación Va de Abril de para su Vuelta, Scrap & Rezagos 2009 reutilización y SRL, La Casa del Monitor, 4.606 kg Silkers SA destinados al reciclaje) Noviembre 4.800 kg (12% Scrap & Rezagos SRL de 2009 reutilizable) Diciembre 5.900 kg Scrap & Rezagos SRL de 2009 Tabla 3. Campañas impulsadas por la APrA
Organizaciones que gestionan los terminales de telefonía celular desechados en Argentina
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Scrap y Rezagos S.R.L Compañía dedicada al reciclaje, reutilización y disposición final de equipos eléctricos y electrónicos, entre los cuales se encuentran terminales de telefonía móvil. Los equipos recibidos se revisan para confirmar sus
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Información suministrada a través de correo electrónico por Mariana Vello. Unidad de Proyectos. Dirección General de Planeamiento. Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires.
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posibilidades de reutilización y realizar las reparaciones que sean necesarias. Para esta compañía la reutilización es la principal prioridad. En caso que los equipos no se puedan reutilizar, se procede con su desmantelamiento, clasificación y separación de componentes, como baterías y pilas, placas de circuito impreso, diferentes tipos de plásticos, metales ferrosos, cables, vidrio, goma, entre otros. Aquellos componentes que se encuentren en buen estado se emplean como repuestos y aquellos que se puedan reciclar se venden. Por último el material sobrante que no posea valor alguno en el mercado y requiera disposición final, se envía a rellenos de residuos especiales. Debido a que en el país no existe la tecnología adecuada para el tratamiento de las placas electrónicas, estas son transportadas a la planta de METALOR TECHNOLOGIES S.A. en la Confederación Suiza. Las pilas y baterías son entregadas a un operador autorizado por Secretaria de Medio Ambiente para su disposición final. Scrap y Rezagos ha participado en las campañas organizadas por APrA en el 2009, siendo responsable de separar, reutilizar y reciclar los equipos en desuso que son donados.
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Silkers Ofrece servicios de gestión de residuos provenientes de equipos de informática y comunicaciones, entre los cuales se encuentran terminales de telefonía móvil. Para su procesamiento se realizan actividades de recolección, transporte, almacenamiento, clasificación, desmontaje de partes, valorización de materiales como plásticos, metales ferrosos y no ferrosos (comercializados en el mercado nacional), así como circuitos impresos o integrados (comercializados generalmente en el exterior), los cuales se procesan en plantas de refinamiento y recuperación de Umicore y Arc Metal AB. La primera es una empresa internacional belga que procesa oro, platino, paladio y rhodio, con casa matriz en Bruselas y con nueva planta productiva en Argentina, cuya construcción finalizó en el 2008. Arc Metal AB es una empresa sueca que a diferencia de Umicore no tiene planta en Argentina, por lo cual los residuos deben ser exportados a Suecia.
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Escrap Es una red de operadores del mercado de residuos y subproductos de Argentina que facilita la reutilización, reciclaje o recuperación de materias primas de RAEE (entre ellos terminales móviles), a través de procesos de recolección selectiva, transporte a sitios habilitados, acopio, desmontaje, valorización y reciclaje. En el sitio de reciclaje, los teléfonos móviles son clasificados de acuerdo a sus características técnicas, para luego ser desmontados y separar sus componentes de acuerdo al tipo de material a reciclar. Los plásticos, misceláneas y cables son reciclados por la industria argentina como insumos de nuevos procesos productivos. Las placas de circuito y displays 25
son exportados a una Planta de reciclado y refinado de metales de Boliden, Suecia, para recuperar metales base y preciosos e inertizar los desechos peligrosos según la Convención de Basilea y la Ley Nacional de Residuos Peligrosos. Las baterías son segregadas por tipo (Litio Ion, NiMH, etc) para ser acopiadas en bolsas y luego en cajas y ser enviadas a plantas industriales de Umicore, donde se obtienen escorias limpias para concreto del CaO del fundente, SiO2 del cuarzo, AI2O3 del aluminio de las baterías y LiO de las baterías (< 0.1%). Así mismo se obtienen insumos para baterías como el NiOH para nuevas baterías NiMH, LiCoO2 para nuevas baterías Litio Ión.6 6.1.6 CHILE Como en otros países mencionados, hasta el momento Chile no cuenta con una normatividad específica para gestión de RAEE, lo cual dificulta una buena gestión y valorización de los RAEE. En 2007 se crea el Fondo de Planificación estratégica e implementación de reformas autofinanciadas en Chile, el cual aprueba la solicitud de CONAMA (Comisión Nacional del Medio Ambiente) para el financiamiento del proyecto “Gestión Integral de Residuos Sólidos en Chile”. Este proyecto se centra en el estudio de los residuos de la categoría 3 de la Unión Europea o la línea gris, específicamente computadores y sus periféricos y teléfonos móviles incluyendo sus baterías. Campañas de recolección de teléfonos móviles realizadas en el país Desde hace más de dos años, los operadores de telefonía móvil, Movistar y Entel PCS junto con el apoyo de otras empresas y organizaciones benéficas, mantienen campañas de recolección en sus centros de atención. En Mayo de 2007, las compañías Movistar y Nokia impulsaron una campaña de recolección de terminales, sin importar la marca o compañía del celular. Para esta recolección se instalaron alrededor de 71 contenedores especiales en las oficinas de Movistar. Los terminales fueron recolectados por la empresa Anovo para su posterior reciclaje y reutilización en las plantas de las compañías Belmont en México y Sipi Metals en Estados Unidos. En Octubre de 2007, Donatel junto con Entel PCS y el Hogar de Cristo lanzaron la campaña “Tu antiguo celular, puede ser de gran ayuda”, con el propósito de recaudar fondos para el Hogar de Cristo a través de la recolección antiguos teléfonos móviles con o sin cargadores y accesorios, donados por sus usuarios en cualquiera de los 900 puntos de recolección ubicados a nivel nacional, en instalaciones de empresas como Entel, Supermercados Líder, Hogar de Cristo, Líder, Cruz Verde, Copec, Esso, además de municipios, colegios, universidades y Carabineros de Chile, Ejército de Chile, Armada de Chile, Presidencia de la República. La iniciativa se enmarcó en el proyecto de
Información suministrada a través de correo electrónico por Gustavo F. Protomastro de Escrap.
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Responsabilidad Social Empresarial que el grupo Entel impulsó en el 2007. Cada equipo recolectado se entregó a la empresa Donatel para su clasificación, embalaje y exportación para su reutilización o reciclaje de sus distintos componentes a destinos como Japón, China o Estados Unidos. En septiembre del 2009, el operador Claro de Chile y la compañía de transporte masivo del Metro de Santiago, iniciaron una campaña de recolección de terminales en desuso a través de la instalación de contenedores especiales en las 92 estaciones del Metro, para contribuir con la educación de la educación de niños de escasos recursos de la Fundación Belén Educa. A mediados de octubre del 2009, se habían recolectado 19.580 celulares y 3.455 accesorios como manos libres, cargadores, baterías y pilas, recolectando alrededor de 500 teléfonos diarios. 20 Una vez recolectados los terminales, la empresa DEGRAF los retira de las estaciones de metro, utilizando vehículos autorizados por la Seremi de Salud RM para el transporte de residuos peligrosos. En cada retiro se cuentan los teléfonos móviles recolectados ya que por cada uno de éstos, DEGRAF hace un aporte a la institución de beneficencia Belén Educa. Posteriormente los terminales se trasladan a la planta de reciclaje, para ser pesados, clasificados y desmantelados. Las baterías se retiran de los teléfonos para ser enviadas a una planta de tratamiento de residuos peligrosos (Hidronor). La exportación de baterías requiere de la acumulación de grandes cantidades debido a su bajo precio. No se prueban los teléfonos aunque algunos de ellos lleguen funcionando, tampoco se reutilizan ni reparan en la planta de reciclaje. Los teléfonos junto con sus accesorios se exportan a empresas que estén certificadas al menos con ISO 14.001, para que vuelvan como materia prima al ciclo productivo. En el hipotético caso que los teléfonos se desarmaran en el país se podría recuperar el cobre de los cables. Con respecto al plástico, no existen gestores con los permisos correspondientes, de todas formas el único plástico que se podría recuperar es el ABC. Actualmente la empresa Claro, auspiciadora de esta campaña, acaba de poner en todas sus oficinas de atención de público, cajas para la recolección de terminales que también se incorporaran a los del Metro. 7 También algunos fabricantes que importan terminales móviles como Samsung, Motorola, Nokia y Sony, están promoviendo iniciativas de recolección y almacenamiento de equipos en desuso a través del servicio técnico o las empresas que venden sus productos, para su reacondicionamiento y posterior reutilización en proyectos sociales, reciclaje o disposición final.
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Información suministrada a través de correo electrónico por Gabriela Pérez de DEGRAF Chile.
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Organizaciones que gestionan los terminales de telefonía celular desechados en Chile Actualmente existen en Chile distintas compañías dedicadas a la gestión de residuos provenientes de teléfonos móviles, como DEGRAF, COMEC, RECYCLA, CHILE RECICLA, CODEC, RECICLEX. Las empresas DEGRAF y RECYCLA suministraron información sobre las actividades requeridas para llevar a cabo este tipo de gestión. La información suministrada por DEGRAF aparece en los párrafos anteriores y la de RECYCLA se presenta a continuación. •
RECYCLA
Es una empresa de reciclaje de residuos electrónicos, entre ellos residuos de terminales móviles. Una vez los residuos son enviados a la planta de reciclaje, se procede a su recepción, pesaje, inspección para separar los artículos en equipos eléctricos y electrónicos, clasificación donde se separan equipos de consumo (teléfonos móviles, televisores, etc), comerciales (computadores, impresoras, etc), industrial, automotriz y aeroespacial. Posteriormente los equipos se desmantelan para clasificar sus componentes según material y nivel de toxicidad. Las baterías se envían a empresas autorizadas para el tratamiento de residuos peligrosos para su disposición final. Los plásticos y la chatarra de hierro son fundidos en empresas nacionales. Las tarjetas electrónicas son exportadas. No se destinan teléfonos móviles para reutilización, todos son desmantelados, destruidos y reciclados por partes y piezas para recuperar materias primas. Recycla realiza la gestión de los accesorios que vienen con el teléfono móvil. 8
6.2. GESTIÓN DE TERMINALES DE TELEFONÍA MÓVIL DESECHADOS FUERA DE LATINOAMÉRICA Debido a la creciente generación de residuos provenientes de terminales de telefonía móvil, diferentes países han tomado medidas para afrontar esta problemática, tales como el establecimiento de sistemas colectivos de gestión basados en el concepto de REP. Pese a que en los países de la Unión Europea, se aplican las mismas normas y políticas, existen diferencias en la estructura y funcionamiento de los sistemas de gestión de cada país. Por otro lado, países como Estados Unidos y Japón manejan esta problemática de forma distinta. El estudio de la gestión de los RAEE en estos países y el conocimiento de sus experiencias, permitirán sugerir mejoras o cambios a la gestión existente en algunos países de Latinoamérica, así como la consolidación de los sistemas de gestión en la Región. Información suministrada a través de correo electrónico por el Área Comercial de RECYCLA Chile.
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6.2.1 GESTIÓN DE TERMINALES MÓVILES EN ESPAÑA Desde el 13 de agosto de 2005 existe una legislación obligatoria, el Real Decreto RD 208/2005 para la gestión de RAEE en España, transposición de las directivas 2002/96/EC (WEEE) y 2002/95/EC (RoHS) de la Unión Europea. Para cumplir con esta legislación, existen diferentes tipos de gestión de los terminales desechados: a) Organizaciones Responsables de Productores (ORP) o Sistemas Integrados de Gestión (SIGs) La Figura 4 21 muestra las interacciones entre los diferentes agentes dentro del contexto de la gestión RAEE en España.
Figura 4. Contexto de la gestión de RAEE en España Actualmente, de todos los SIGs que existen es España, Tragamóvil es el único dedicado en exclusiva a la gestión de residuos provenientes de teléfonos móviles y, que sepamos, el único de estas características en toda Europa. Lo constituyeron en junio de 2003 diferentes proveedores y operadores de telefonía móvil como Telefónica, Motorola, Panasonic, Sharp, Sony Ericsson, Orange, Nokia, Vodafone, NEC, etc. Tragamóvil recoge y recicla teléfonos móviles y sus accesorios (auriculares, cargadores, equipos Bluetooth, kits “manos libres”), aunque también gestiona teléfonos fijos y equipos de radiocomunicaciones. Posee 3000 centros colaboradores distribuidos en aproximadamente 150 localidades en toda España, en lugares como tiendas de telefonía, puntos limpios, servicios técnicos, almacenes, superficies comerciales ayuntamientos, universidades. Hasta el momento ha gestionado 1.700.000 kilos de residuos.
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Algunos proyectos y campañas desarrollados por TRAGAMÓVIL22 •
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Autobús Tragamóvil, que durante el año 2007 recorrió más de 47 municipios de 14 Comunidades Autónomas, con el fin de informar y concientizar a los ciudadanos. Diversas campañas de sensibilización en colegios e institutos. Continuas campañas de información y concientización: guías de buenas prácticas, material divulgativo, etc. Proyectos de formación y divulgación sobre Gestión de RAEE’s
Partiendo del reconocimiento de que Tragamóvil ha contribuido de un modo muy notable a la gestión de terminales y accesorios de telefonía móvil en España, y que tanto la trazabilidad del flujo de los residuos que recoge como el proceso de reciclado a que los somete son modélicos, también es un hecho claro que no ha llevado a cabo ni promovido actividades de reutilización, práctica exigible si quiere respetar en su plenitud la jerarquía medioambiental. La reutilización permite ampliar la vida útil de los terminales y, al mismo tiempo, posibilita la formación de técnicos en institutos, ONGs, y otras organizaciones, crea puestos de trabajo y permite acceder a la telefonía móvil a personas de escasos recursos. b) Organizaciones con ánimo de lucro, no constituidas por los productores, que afirman su compromiso medioambiental y que abonan una cierta cantidad por cada terminal que se les entregue A diferencia de Tragamóvil, fundación sin ánimo de lucro que responde a la REP, estas organizaciones no están conformadas por productores y, además, son organizaciones mercantiles con ánimo de lucro. Otros dos aspectos caracterizan a estas organizaciones: remuneran por la entrega de terminales y afirman que la gestión de los mismos responderá escrupulosamente a criterios medioambientales. Respondiendo a este último criterio afirman que intentarán reutilizar el teléfono antes de destinarlo al reciclado, que sería la última opción. Un ejemplo de este tipo de organización es la Compañía Fonebank, filial de Corporate Mobile Recycling (CMR), con sede central en Londres. En España el donante puede decidir que lo que la aportación correspondiente al terminal que entrega sea donado a Cruz Roja Española, Fundación Jane Goodall, Entreculturas y otras organizaciones no gubernamentales. Para la recogida de los terminales, esta compañía ofrece la posibilidad de envío gratuito introduciéndolo en bolsas pre-franqueadas que son admitidas en cualquier oficina de correos del país, o bien entregándolo en cualquiera de los 5.700 puntos de su red de recogida. Un aspecto negativo y rechazable de Fonebank es que solo admite solo terminales y no ninguno de sus accesorios, debido al hecho de que el tratamiento de este tipo de residuos no les resulta rentable. En diciembre del 2006 Vodafone España lanzó un programa continuo de recogida, reutilización y reciclaje de teléfonos móviles y accesorios obsoletos 30
en sus puntos de venta, como una solución social y medioambiental en colaboración con Fonebank. Los teléfonos que funcionaban adecuadamente fueron reparados para ser reutilizados en países en desarrollo, facilitando el acceso a la telefonía móvil a un menor costo. Por otra parte, los teléfonos obsoletos que no funcionaban fueron reciclados, permitiendo la recuperación de materias primas y el ahorro en la fabricación de nuevos equipos. Vodafone ofreció como compensación a los usuarios que entregaron su teléfono móvil obsoleto, puntos extra que se abonaron en la cuenta del Programa de Puntos del Cliente. Zonzoo es otra compañía internacional con actividad en España, que gestiona desde 2001 teléfonos móviles que son desechados, los cuales adquiere a través de ofertas de compra que hace a sus clientes. Recoge los terminales a domicilio y ofrece por los mismos diferentes formas de retribución tales como efectivo, minutos gratis para un determinado operador, descuentos en otros productos, vales de tiendas para gastar en futuras compras, puntos del programa de fidelidad o créditos en cuentas de cliente. Análogamente a Fonebank, si el donante lo solicita, destina parte del dinero obtenido de cada terminal a organizaciones sin ánimo de lucro, organizaciones benéficas, y otros proyectos sociales. A diferencia de Fonebank, acepta accesorios de teléfono móvil, los cuales no modifican el precio de compra. Además de ser entidades con ánimo de lucro, otra característica común a todas estas organizaciones y que constituye el aspecto fundamental que las distingue de Tragamóvil es el hecho de que no son organizaciones creadas como consecuencia de la aplicación del principio de la responsabilidad extendida del productor. Este principio obliga al productor a asumir la responsabilidad de dar el mejor destino (con “las mejores técnicas disponibles” según el Real Decreto) a los residuos de sus terminales. Ello, lógicamente, supone un coste adicional al de producción y distribución del teléfono, por lo que su precio de venta se ve incrementado en una cierta cantidad. En consecuencia, el consumidor abona, al comprar un terminal, un “extracoste” destinado que el productor realice una buena gestión del mismo cuando devenga residuo. Luego, algo no cuadra cuando una organización no relacionada con el productor se hace cargo de los terminales desechados no ya para su reutilización, sino para su reciclado. Pues, ¿no pagaron los consumidores para que el productor lo reciclara? Y si el productor no lo hace porque otra organización se ha hecho cargo del terminal, ¿que destino tiene el dinero que en su día abonó el comprador? También ha de tenerse en cuenta el hecho de que como consecuencia de la actuación de estas organizaciones, aquellas otras que responden a la REP (en España, Tragamóvil) están recogiendo y reciclando casi exclusivamente los accesorios de los terminales (elementos cuya gestión no es rentable) y solo una pequeña cantidad de terminales (que si que son rentables económicamente, aún los averiados).
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Así pues, aunque no hay, en principio, nada que objetar a que una empresa compre terminales a usuarios que deseen cambiar su terminal y los reintroduzca en el mercado. Incluso es encomiable su actividad de reutilización. Ahora bien, a nuestro entender les sería exigible:
Que estos terminales no se exporten indiscriminadamente –funcionen o no, sean reparables o no- del país en que se han recogido. Por el contrario, aquellos que funcionen o sean recuperables deberían comercializarse en el país. La selección y, en su caso, la reparación podría hacerse mediante organizaciones de economía social, lo cual generaría puestos de trabajo en el propio país. Que si se envían a otros países, únicamente se haga a aquéllos que se comprometan a reciclarlos correctamente cuando lleguen al fin de su vida útil. Que todos los terminales que no sean reutilizables sean entregados a algún SIG para su reciclado, para así cumplir con la REP.
Que sepamos, ninguno de estos puntos los cumplen estas organizaciones. Sin duda todas estas organizaciones han surgido porque Tragamóvil ha carecido de iniciativa para emprender este tipo de acciones, probablemente por su rechazo frontal a la reutilización, ciertamente difícilmente justificable en una fundación medioambiental que debería obedecer a la jerarquía medioambiental de anteponer la reutilización al reciclado, prioridad tan claramente expresada tanto en la Directiva RAEE como en el Real Decreto. c) Organizaciones con ánimo de lucro cuya actividad es la venta de terminales y que aplican reducciones en el precio de los teléfonos que se adquieren cuando se les entrega otro (siempre que funcione). Así pues, usuarios que deseen adquirir terminales nuevos, tienen la posibilidad de vender sus equipos en desuso a estas organizaciones. Phone House es un tipo de compañía que opera bajo este esquema, siendo la primera cadena independiente de distribución de telefonía móvil en toda Europa, cuenta con 2000 puntos de venta distribuidos en países como Gran Bretaña, Irlanda, España, Portugal, Francia, Alemania, Bélgica, Suecia, Holanda. A través de la página web de esta compañía, el usuario tiene la facilidad de comprar el nuevo terminal, el cual posteriormente es entregado por un mensajero en su domicilio, quien a su vez recibe el equipo obsoleto con su correspondiente batería y cargador. No hemos podido obtener ninguna información relativa al destino de los terminales usados que recogen.
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6.2.2 GESTIÓN DE TERMINALES MÓVILES EN ESTADOS UNIDOS Actualmente en Estados Unidos se incentivan programas voluntarios y se promueve a la industria para que tomen iniciativas para reducir los impactos generados por sus productos y mejorar la gestión de los residuos que éstos producen. Existen estados que tienen leyes aprobadas, otros que tienen leyes en preparación o en estudio, y otros que no tienen legislación de residuos provenientes de terminales móviles. Por ejemplo, en el estado de Maine, los negocios que venden teléfonos móviles ofrecen sin ningún costo la recolección de equipos en desuso en sus lugares de venta. Además, existen programas nacionales que ofrecen a los residentes de Maine otras oportunidades para reciclar sus teléfonos móviles. Muchos de estos programas pueden ayudar a recaudar dinero para organizaciones sin ánimo lucro. Cellular Telephone Industry Alliance es una alianza de diferentes compañías que fomentan el reciclaje de teléfonos móviles a través de la difusión pública de sus programas como el llamado "Inalámbrico - el nuevo reciclable". Algunas compañías reciben los teléfonos móviles en sus lugares de venta, y otras ofrecen servicios de recolección a través de envío gratuito. Otros programas de recolección de terminales son: T-Mobile's Handset Recycling Program Este programa reutiliza y recicla teléfonos móviles de cualquier marca y modelo, baterías, PDA´s, cargadores y accesorios recolectados en los almacenes de venta de T-Mobile o a través del envío contra entrega hecho por los usuarios desde cualquier correo de servicio postal del país. T-Mobile se ha asociado con la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU, EPA por sus siglas en inglés, para participar en su campaña Plug-In to eCycling, la cual inició en el 2003 con el fin de aumentar los equipos electrónicos reciclados apropiadamente en los EE.UU, a través de la divulgación de información pública sobre las oportunidades de reciclaje y facilitando iniciativas conjuntas entre fabricantes, minoristas y ciudadanía para impulsar la responsabilidad compartida e implementar proyectos pilotos. La campaña, "Reciclar tu teléfono, es una decisión fácil," es uno de los muchos nuevos esfuerzos de EPA's Resource Conservation Challenge, para aumentar el reciclaje nacional al 35%. La campaña pretende buscar oportunidades de reutilización y reciclaje entre otros RAEEs, de teléfonos móviles, así como impulsar aún más los programas relacionados con este tipo de actividades. Reuso y reciclaje de AT&T A través de este programa, AT&T ofrece más de 2000 almacenes de puntos de ventas de su propiedad para que los usuarios entreguen sus teléfonos inalámbricos, smartphones, accesorios y baterías en desuso, sin importar el fabricante u operador al cual correspondan. El envío del equipo es gratuito, a través del servicio contraentrega. AT&T al igual que TMobile se ha asociado con la EPA como el primer operador de servicios inalámbricos para participar en su campaña Plug-In to eCycling.
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"Inalámbrico: El Nuevo reciclable" es una iniciativa ambiental con la Asociación de Telecomunicaciones Celular e Internet, CTIA por sus siglas en inglés, para sensibilizar a los usuarios sobre el valor del reciclaje y establecer estándares de la industria para el reciclaje racional de todos los productos inalámbricos. Teléfonos celulares para soldados, es una iniciativa que utiliza los fondos obtenidos con el reciclaje de teléfonos móviles para comprar tarjetas prepago de teléfono para que los militares en servicio activo se conecten con sus familias. A través de esta iniciativa ha sido posible recaudar un millón de dólares y distribuir más de 75,000 tarjetas prepago a los soldados en el exterior.23 6.2.3 GESTIÓN DE TERMINALES MÓVILES EN JAPÓN Por ahora, no existe un sistema legislativo para la gestión de residuos provenientes de teléfonos móviles en Japón, por lo que los usuarios no tienen ninguna obligación de entregar sus teléfonos a empresas de reciclaje. Se presenta que los usuarios están entregando alrededor de la mitad de los teléfonos al momento de cancelar su contrato en los almacenes de telefonía móvil, la otra mitad permanece almacenada en hogares y empresas. La Asociación de Redes de Comunicaciones e Informática de Japón, CIAJ y la Asociación de Operadores de Telecomunicaciones, TCA por sus siglas en inglés, que operan la Red de Reciclaje de Móviles, MRN por sus siglas en inglés, establecieron en abril de 2008, una asociación con el Gobierno Metropolitano de Tokio para promover el reciclaje de teléfonos móviles. La CIAJ considera el gobierno de Tokio como un caso modelo en la promoción del reciclaje de teléfonos móviles, que busca maximizar su potencial para evaluar la eficacia de las políticas y las nuevas medidas para la recolección de volúmenes cada vez mayores. Para que estas entidades lleven a cabo el reciclaje de teléfonos móviles es pertinente considerar los siguientes aspectos: •
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Los asistentes de los almacenes de telefonía móvil deben proveer información sobre su futuro reciclaje. Se debe hacer uso del logotipo de la marca MRN en carteles, folletos de promoción de ventas, manuales y otros materiales impresos. Se debe solicitar a los gobiernos locales proporcionar información sobre el reciclaje de terminales. Colocar contenedores de recolección en almacenes de electrodomésticos de minoristas, tiendas y otros puntos de venta, para que los usuarios entreguen los teléfonos móviles en desuso. Proporcionar herramientas para la transferencia de datos y copias de seguridad para la gran mayoría de modelos de teléfonos que proveen los diferentes operadores.
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Promover la conciencia ambiental a través de conferencias y clases sobre reciclaje y conservación del medio ambiente en universidades, escuelas primarias y secundarias.
En 2008, un consejo compuesto por representantes de municipios y 23 distritos de Tokio, la MRN (CIAJ, TCA) y el Centro de Reciclaje de Baterías Recargable y Portátil (JBRC), buscaron formas de promover el reciclaje de teléfonos móviles y otros productos a través de políticas y actividades de relaciones públicas. Algunos fabricantes están realizando por su propia cuenta la recolección de los terminales móviles e instalando sus propias plantas de reciclaje y recuperación de materiales. Por ejemplo el Grupo de Comunicaciones Móviles de Toshiba llevó a cabo una campaña para reciclar los teléfonos móviles con el apoyo de la MRN y compañías de telecomunicaciones que voluntariamente recogieron teléfonos móviles, incluyendo PHSs.Toshiba promueve la adquisición de componentes y materiales que generan un menor impacto ambiental, así como la contratación de proveedores que se ocupan activamente de las actividades ambientales. Promueve el desarrollo de circuitos con suministro de energía de alta eficiencia, construye productos más delgados y pequeños para reducir los recursos, mientras se mejoran las características y el rendimiento de los teléfonos móviles, así mismo reduce y sustituye sustancias que sean abolidas para los teléfonos móviles según la Directiva RoHS
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7. Propuesta para la gestión de terminales de telefonía móvil desechados en Latinoamérica y el Caribe _______________________________________________________________
Para realizar la propuesta de un sistema de gestión de terminales de telefonía móvil desechados para países de Latinoamérica, se llevó a cabo una investigación sobre la situación de gestión actual en países como Costa Rica, México, Colombia, Perú, Argentina y Chile. Estos países presentan características similares en la gestión de este tipo de residuos. Previamente a la exposición de nuestra propuesta, expongamos algunas consideraciones al efecto. En primer lugar destaquemos el hecho importante de que una característica común de todos los países estudiados es que ninguno implementa el concepto de REP. Ello da lugar a que la gestión de los terminales desechados se lleve a cabo exclusivamente mediante iniciativas aisladas y opcionales, promovidas por agentes diversos (no necesariamente productores). Los actores involucrados en la gestión pueden ser fabricantes, distribuidores, importadores, recolectores, usuarios, recicladores informales, servicios técnicos, talleres de reciclaje, empresas de reciclaje y reutilización, empresas municipales de recolección de residuos urbanos, entidades gubernamentales. Estas iniciativas son voluntarias, de características diversas y sin obligación de permanencia en el tiempo. (Ver Figura 5). Los seis países mencionados, a excepción de México, están en proceso o tienen la intención de incorporar la gestión de residuos de terminales de telefonía móvil a la legislación existente o bien desarrollar una nueva iniciativa legislativa al efecto. México considera que la normatividad existente en su país es suficiente para desarrollar esquemas de manejo de este tipo de residuos. En Latinoamérica existe un sector formal que cuenta con los permisos sanitarios y ambientales necesarios para realizar actividades de reciclaje. Realizan actividades de clasificación, almacenamiento temporal, desmantelamiento, etc. Generalmente recuperan plásticos y metales (cobre, aluminio, zinc, sustancias ferrosas) en el mercado nacional y exportan placas de circuito impreso a refinerías ubicadas en el exterior para la recuperación de metales valiosos. También existe un sector informal constituido por recicladores y comercializadores informales que compran en servicios técnicos, placas de circuito impreso para ser vendidas a gestores formales, quienes a su vez las negocian en el exterior. Estos actores también recolectan equipos en desuso de rellenos sanitarios, centros de acopio, equipos que son dejados en la calle, que son donados directamente por usuarios, para luego retirar sus partes aprovechables y ser comercializadas en servicios técnicos, ferias de equipos usados, etc.
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Nuestra propuesta parte del principio básico de que, en un periodo de tiempo razonable, debe comenzar a considerarse la necesidad de exigir la REP. No cabe duda de que el ideal es conseguirlo en todo el ámbito geográfico de toda LAC, dado que ello incrementaría la capacidad de presión para vencer las resistencias que surjan. No obstante, dadas las dificultades que supone un acuerdo global entre tantos países y que su puesta en práctica puede suponer una demora excesiva en el inicio de las acciones, sería deseable que algunos países –o agrupaciones de países- pusieran en marcha de manera inmediata acciones conducentes al establecimiento de Organizaciones Responsables de Productores en su ámbito geográfico. Estas acciones se englobarían en tres líneas de actuación que deberían desarrollarse en paralelo: 1. Establecimiento de observatorios que permitan conocer la situación real del mercado de terminales de telefonía móvil, volumen de sus residuos, gestión de los mismos, etc. Disponer de datos e indicadores fiables es de vital importancia para asegurar una correcta definición y operación de los sistemas de gestión de los residuos. Si se desean gestionar los RAEE con eficiencia, se debe analizar la situación actual de fabricación, importación y distribución de equipos, cifras de ventas, participación en el mercado y proyecciones de desarrollo de los distintos fabricantes, base instalada, estimaciones de vida útil, tendencias de venta y consumo, cantidades de equipos en desuso y volúmenes de residuos generados que permitan estimar cifras de flujos anuales. 2. Creación por las administraciones nacionales correspondientes de un registro de productores9 En este registro deberán figurar todos los productores de terminales de telefonía móvil de cada país (o grupo de países, o LAC) y será la base para la posterior asignación a cada productor de la parte del coste de gestión de los terminales desechados que le corresponda sufragar. Permite también la detección de ‘free riders’, es decir aquellos productores que no se han dado de alta en el registro y que por lo tanto no contribuyen a la financiación del sistema de gestión, en competencia desleal con aquellos que colaboran. Productores de aparatos eléctricos y electrónicos: las personas físicas o jurídicas que, con independencia de la técnica de venta utilizada, incluidas la venta a distancia o la electrónica, fabriquen y vendan aparatos eléctricos y electrónicos con marcas propias, pongan en el mercado con marcas propias los aparatos fabricados por terceros y los que los importen de o exporten a terceros países. No se considerará productor al distribuidor si la marca del productor figura en el aparato, cuando el propietario de esa marca esté registrado en el Registro de establecimientos industriales de ámbito estatal a que se refiere la disposición adicional primera. No tendrá la condición de productor la persona física o jurídica que exclusivamente financie operaciones de puesta en el mercado, salvo que actúe como productor según alguno de los casos previstos en el párrafo anterior. (R.D. 208/2005, de 25 de febrero,sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos, España)
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3. Inicio de las conversaciones para la definición de un sistema global de gestión en toda LAC de un sistema común y coordinado de gestión de los residuos de teléfonos móviles. Este sistema deberá estar basado en las ORP (Organización Responsable de Productores). Una ORP es un sistema colectivo conformado por los fabricantes de terminales de telefonía móvil, el cual implementa el concepto de REP para que los fabricantes se responsabilicen de una gestión adecuada de los residuos de terminales que se les entreguen. La responsabilidad respecto al buen destino de estos residuos debe ser compartida con otros actores, tales como distribuidores, importadores, usuarios, servicios técnicos, talleres de reciclaje, empresas de reciclaje y reutilización, empresas municipales de recolección de residuos urbanos, entidades gubernamentales, etc. Los fabricantes, a través de los comerciantes, cobran a los usuarios una cierta cantidad por el tratamiento del terminal en desuso (“extracosto”), la cual se añade al precio del producto. Este extracosto corresponde tanto a la gestión de los equipos existentes en el mercado antes de la fecha en que se exija la legislación ambiental (residuos históricos) como al costo por la gestión del equipo nuevo (residuos futuros). Sería recomendable que ambos costes sean “visibles”, es decir figuren tanto en la factura como en el ticket de compra, pues el usuario debe saber en el momento de la compra de un terminal cuál es su aportación al reciclado. Deberá determinarse la conveniencia de que exista una o varias ORP en cada país o en la región LAC. El riesgo de una ORP única es el de las prácticas monopolísticas y los altos costes que puede suponer no tener competencia. En este caso es imprescindible una estricta supervisión y control por parte de entidades gubernamentales. Las ORP deberán promover alianzas entre el sector privado y público para crear una red de puntos de recolección a nivel nacional, ubicados en centros comerciales, grandes superficies, almacenes de venta y atención de operadores de telefonía móvil, servicios técnicos, universidades, colegios, entre otros.
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Fabricación de elementos que componen un terminal móvil.
Fin de Vida del Terminal Móvil Importación y comercialización
Uso del terminal móvil.
Usuarios Fabricantes
Distribuidores Importadores
Recolección
Recuperación y reparación
Empresas Públicas y Privadas Logistica Recolección Transporte Acopio
Empresas de reparación Servicio técnico
Reciclaje
Empresas de Reciclaje Refinamiento
Talleres
Disposición final
Materia prima para industria Relleno de seguridad Incineradoras
ORP Registro de fabricantes Calidad de producto Equipos comercializados Cuota de mercado
Legislación Asignación cuota de mercado a cada fabricante
Entidades Gubernamentales Ministerio de Ambiente Ministerio de Industria Ministerio de Salud Figura 5. Propuesta de sistema de gestión de terminales de telefonía móvil desechados
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4. Puesta en práctica de proyectos piloto La puesta en marcha, cuanto antes, de proyectos piloto debe ser un objetivo prioritario. En Europa, en los años 90 una serie de países preocupados por el impacto de los RAEEs en el medio ambiente y en la conservación de recursos no renovables no esperaron a la implantación de una legislación sino que comenzaron a caminar mediante experiencias piloto. En esta misma línea es, sin duda, de interés iniciar en la región LAC proyectos piloto de recogida y pretratamiento de residuos de terminales de telefonía móvil (que podría extenderse a otro tipo de RAEE tales como cámaras de video, i-pods, i-phones, GPS, agendas pad, etc.), proyectos basados en los siguientes criterios: 1) Los aparatos electrónicos de alta gama contienen metales que los hacen valiosos funcionen o no funcionen, simplemente por el valor del metal contenido en el mercado. 2) Los aparatos electrónicos de alta gama, en especial los teléfonos móviles, suelen desecharse cambiándolos por otros con más posibilidades técnicas, pero conservando aún las funciones básicas: Lista de números, enviar y recibir mensajes de voz y mensajes escritos, que los hacen útiles para otras muchas personas. 3) Recuperar teléfonos móviles obsoletos para su reutilización significa aumentar el valor añadido de lo que era antes un simple residuo. Lo cual abre expectativas de autofinanciación. 4) Todos los proyectos piloto que se realicen deberán armonizarse respondiendo, pues, a las mismas normas, procedimientos, indicadores, plan de marketing y de ventas etc. Deberá evitarse siempre promover iniciativas independientes. 5) Los proyectos piloto deberán obedecer a los siguientes criterios: a. Tener como objetivo la autofinanciación b. Respetar la jerarquía medioambiental: antes de disponer los terminales para su reciclado se intentará su reutilización, ensayando su reparación en caso de que se trate de terminales no funcionantes. c. Se respetará estrictamente el principio de proximidad, en el sentido de que las operaciones que se realicen sobre los terminales (selección, reparación, molido, etc.) se procurará hacer siempre en el entono más próximo posible a la zona donde se recogieron los terminales. Esto tiene como objetivo tanto la generación de puestos de trabajo y riqueza cerca de donde se efectuó la donación del teléfono como responder al criterio medioambiental de minimizar el transporte de productos. Estos proyectos piloto serían el núcleo de un futuro sistema de recogida selectiva de RAEEs de teléfonos móviles y, por extensión, de RAEE de otros equipos eléctricos y electrónicos como computadores, frigoríficos, lavadoras, televisiones, etc. También servirían de base para el posterior desarrollo legislativo.
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8. Conclusiones y recomendaciones _______________________________________________________________ A. Como hemos mencionado anteriormente, una diferencia fundamental entre Latinoamérica y el Caribe (LAC) y la Unión Europea (UE) en lo que a la gestión de RAEE se refiere es que mientras que en la UE es de plena aplicación tanto sus países miembros la Responsabilidad Extendida de Productor (REP), ello no ocurre en ninguno de nuestros países de LAC. Esto implica, por una parte, que mientras que en cualquier país de la UE los productores en su conjunto tienen la obligación ineludible de hacerse cargo de la gestión de todos los RAEE de los tipos de AEE que pongan en el mercado y les sean entregados, en nuestra región el productor que vende aquí sus AEE no asume respecto a sus residuos ningún tipo de compromiso. Y, por otra parte, como consecuencia directa de lo anterior, en ningún estado de la UE ningún AEE puede ser vendido sin que su productor haya asumido previamente el compromiso de la gestión de sus residuos. A tal efecto se han establecido registros de productores, en los que figuran aquéllos que están autorizados a poner en el mercado comunitario AEE por haber asumido el compromiso mencionado anteriormente. Nada de esto existe aún en Latinoamérica y el Caribe. En nuestros países cualquier productor puede vender sus productos sin asumir compromiso alguno con respecto a los mismos cuando éstos se conviertan en residuos. Cierto que algunos productores realizan o colaboran en campañas de recogida de RAEE, pero siempre es de manera puntual y con compromisos limitados y asumidos voluntariamente. En consecuencia, ante la magnitud del problema, entendemos que es inaplazable que los países de la región acuerden incluir en sus legislaciones nacionales la exigencia a los productores de AEE de que asuman plenamente la REP. Sería deseable que esto se llevara a cabo conjuntamente, pero si no es así, algunos países deberían actuar independientemente y cuanto antes en este sentido. B. Ni a nivel regional, ni tampoco ninguno de los países de LAC dispone de una infraestructura de gestión de los terminales de telefonía móvil que se desechan, ni tampoco de recuperación de las sustancias valorizables contenidas en los mismos, por lo que éstos normalmente acaban en botaderos o en rellenos sanitarios, con el impacto ambiental negativo que hemos descrito anteriormente en cuanto a pérdida de materiales valiosos y contaminación ambiental. Cierto que existen algunas prácticas y campañas de recogida de terminales, incluso de reparación de los que se encuentran averiados. Pero normalmente son llevadas a cabo por organizaciones locales, por lo que se trata de experiencias aisladas de pequeños volúmenes y, en consecuencia, de poca relevancia si consideramos la magnitud del problema. 41
Por otra parte, según hemos descrito en páginas anteriores, algunas grandes compañías han establecido en algunos de nuestros países una cierta infraestructura de recogida de teléfonos móviles, los cuales son enviados a otros países para la recuperación en éstos de los metales valiosos contenidos en los mismos. Esta práctica presenta, como aspecto positivo, el hecho de que los terminales no acaben en botaderos o en rellenos sanitarios. Por ello, ésta puede parecer una excelente opción, valoración de la que nos permitimos discrepar. Maticemos nuestro desacuerdo. Si bien es cierto que en este momento ésta es una práctica aceptable (al evitar, como decimos, un mal mayor, la contaminación de nuestro entorno), también es cierto que no solo no supone ninguna otra ventaja, sino que no genera riqueza ni empleo en el país de origen, al tiempo que supone una exportación tanto de terminales que podrían reutilizarse como de todos aquellos materiales valiosos contenidos en los terminales y que en su día los ciudadanos del país adquirieron al comprar el terminal. En consecuencia, en tanto los países de LAC no dispongan de una infraestructura que les permita la reutilización de los terminales recuperables propiedad de sus ciudadanos, así como la recuperación de los materiales valorizables contenidos en aquellos terminales no reparables, la opción de enviar los terminales en desuso al exterior es aceptable. Ahora bien, debe ser considerada como temporal, en tanto se consolidan oportunidades que faciliten llevar a cabo la mayoría de actividades de gestión de estos residuos en nuestros países. Con la creación de nuevas empresas, se promoverían actividades de selección de terminales, reparación, desensamble, reciclaje de plásticos y, recuperación de metales preciosos, entre otras. Y a medida que se progrese, cada vez más fases del proceso de reciclaje de teléfonos móviles se realizarían en los países de LAC. Dado que actualmente no poseemos suficientes empresas dedicadas a actividades de reutilización y reciclaje, y las que existen no poseen la tecnología para procesos requeridos, los gobiernos nacionales deberían contemplar la incentivación y financiamiento de la creación de este tipo de empresas. Se recomienda, desde este estudio, la organización de programas piloto en diferentes países que permitan evidenciar los problemas prácticos del concepto de REP y de la gestión de los terminales usados. Programas que permitirían el desarrollo e integración de los actores informales y alcanzar experiencia clave a la hora de desarrollar la normativa.
C. Con objeto de evitar que salgan de nuestros países terminales aún operativos, debe ponerse especial énfasis en promocionar las prácticas de reutilización. Reutilización que debe ser llevada a cabo por empresas que sean rentables económicamente, pues las actividades de reutilización y reparación están ya bien consolidadas y son económicamente viables.
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Incluso en la Unión Europea la demanda de AEE de segunda mano supera a la oferta. Para que la actividad de reutilización sea posible, es imprescindible que la separación de los terminales reutilizables se realice en las fases iniciales de la cadena de gestión de los RAEE. También es importante la existencia de una imagen de marca, así como estándares armonizados para todos los centros de reutilización: normas estrictas que garanticen la calidad de los equipos reintroducidos en el mercado, plan comercial y de marketing, etc. Junto al desarrollo de legislación relativa a los productos de segunda mano.
D. Ninguno de los dos puntos anteriores será posible si no existe una conciencia clara tanto del problema existente como de las posibilidades que presenta la recuperación de los terminales desechados. Y para ello es imprescindible tanto la formación del personal implicado en el proceso de gestión de los terminales desechados como la sensibilización de la ciudadanía y de las autoridades. Con respecto a la formación, apuntemos que el pasado mes de Noviembre de 2009 en el Taller Internacional “Integración Regional para la Gestión de los Residuos Electrónicos en Latinoamérica”, se acordó la preparación e impartición de un Curso de Gestión de RAEE on–line entre la Plataforma RELAC, la Universidad de Cádiz (España) y el Convenio de Basilea para América del Sur, curso dirigido a profesionales del sector, técnicos de la administraciones, policías ambientales, emprendedores que deseen constituir empresas dedicadas a esta actividad, empresas informales de reciclaje y reutilización etc. En cuanto a la sensibilización, sería necesario impulsar programas de divulgación dirigidos a la ciudadanía, en los que se ponga de manifiesto el aprovechamiento económico y ambiental que genera la adecuada gestión de los terminales de telefonía móvil.
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