INFORMACIÓN SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS EN ARABIA SAUDITA Represión a activistas

Decenas de activistas, incluyendo Waleed Abu al-Khair, siguen encarcelados, simplemente por ejercer su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión. Las autoridades han perseguido esta pequeña comunidad de defensores de derechos humanos. Incluso han utilizado leyes “anti-terrorista” para reprimir las actividades pacíficas que han emprendido para exponer violaciones a los derechos humanos.

Prohibir la disidencia pública

Todas las reuniones públicas, incluyendo manifestaciones, siguen prohibidas bajo una orden emitida por el Ministerio del Interior en 2011. Aquellos que deciden violar dicha prohibición se arriesgan a ser detenidos, enjuiciado y encarcelado por cargos como “incitar a la gente contra las autoridades”.

La tortura es rutina en custodia

Personas que han sido detenidas o acusadas por estos crímenes le han contado a Amnistía Internacional que las fuerzas de seguridad utilizan la tortura y otros malos tratos con frecuencia y que los responsables nunca son llevados ante la justicia.

Detenciones arbitrarias

Muchas personas detenidas permanecen en custodia esperando su juicio por más de seis meses, hecho que viola el código penal del mismo Reino. Los detenidos con frecuencia se encuentran incomunicados durante su interogación y se les niega acceso a sus abogados. Algunos activistas de derechos humanos han sido detenidos sin ningún cargo en su contra y sin juicio por más de dos años.

Lo que sucede en el Reino, permanece en el Reino

Las autoridades de Arabia Saudita continuan negandole el acceso al país a organizaciones independientes de derechos humanos como Amnistía Internacional. A veces toman acciones punitivas, utilizando las cortes, para penalizar a activistas y sus familias por contactarnos.

Penas crueles e inhumanas

Las cortes de Arabia Saudita continúan imponiendo sentencias como la flagelación por muchos “delitos”, frecuentemente después de juicios injustos. Aparte de Raif Badawi, tenemos el ejemplo de los defensores de derechos humanos Mikhlif bin Daham al-Shammari y Omar al-Sa’id quienes fueron sentenciados a 200 y 300 latigazos respectivamente. Ruth Cosrojas, un trabajador filipino, fue sentenciado a 300 latigazos. Amputaciones también se llevan acabo por algunos delitos.

Aumento en el número de ejecuciones

Arabia Saudita se encuentra entre los primeros países en la lista sobre países que ejecutan al mayor número de personas al año. Anualmente ejecutan a decenas de personas. Incluso llevan a cabo decapitaciones públicas. A lo largo de este año se han ejecutado al menos 133 personas.

Discriminación sistemática de las mujeres

Las mujeres y las niñas permanecen sujetos a una discriminación por la ley como y en la práctica. El Reino tiene leyes que subordina el estado de las mujeres a los hombres, en particular en relación a asuntos familiares como el matrimonio, el divorcio, custodia de los hijos y herencias. Mujeres que apoyaron la campaña contra la prohibición de conducir coches fueron amenazados con ser detenidas y/u otras formas de intimidación.

Discriminación religiosa

Miembros de la minoría chiita, quienes viven en su mayoría en provincias del este donde hay mucho petróleo, continuan enfrentandose a una discriminación que les limita el acceso a servicios de gobierno y empleo. Activistas chiitas han recibido sentencias a muerte o largas penas de cárcel porque supuestamente participaron en las protestas en 2011 y 2012.

Deportación másiva de trabajadores migrantes

Según el Ministerio del Interior, la represión de immigrantes irregulares en noviembre de 2013 acabó con la deportación de más de 370.000 personas. Unos 18.000 seguían detenidos en marzo de este año. Miles de personas fueron devueltos a Somalia, Yemen u otros estados donde corrían el riesgo de sufrir violaciones a los derechos humanos.