Importaciones: el grifo volvió a cerrarse

19 mar. 2013 - dió por primera vez en un caso de licencias no automáticas (el fallo “El. Brujo”). Las empresas podrían presentarse por dos vías en la justicia.
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comercio exterior

| Martes 19 de Marzo de 2013

Nota de tapa

comercio administrado

Importaciones: el grifo volvió a cerrarse

A un año del lanzamiento de las de DJAI, Moreno comenzó a verificar que los importadores que obtuvieron permisos hayan cumplido con los compromisos de exportación. En tanto, se frenó el procedimiento que habilita nuevas autorizaciones Texto Emiliano Galli | Ilustración Alejandro Álvarez

S

i 2012 fue un año lapidario para el comercio exterior, 2013 no está haciendo mucho para cambiar de tendencia. Importadores, despachantes, estudios aduaneros y contables coinciden: en enero y febrero se “paró” todo. Las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI), que ya cumplieron un año administrando el comercio argentino, están saliendo observadas en una mayoría pasmosa. Pero de nuevo, el grado de aleatoriedad y arbitrariedad que caracteriza este procedimiento impide una explicación respecto de las causas de los rechazos y los alicientes que tienen las aprobadas. Ya fogoneados en el caos del sistema, los administrados del comercio exterior arriesgan argumentos. El más firme, según pudo relevar la nacion: se está cumpliendo un año de las primeras resoluciones observadas primero, y aprobadas luego de la presentación

de una lista de precios y un compromiso de exportación. “Ahora están verificando. Los operadores llaman a los que tienen DJAI observadas y les preguntan si exportaron”, reconoció un despachante que sólo accedió a hablar si no se mencionaba su nombre, estudio o producto tramitado. “El trabajo cayó una barbaridad. Estamos todos paranoicos. No sabemos qué hacer”, descargó. Uno de los mensajes más firmes que había dado el hombre del grifo, Guillermo Moreno, era que todo se relajaría en junio de este año. Los datos que abonaban tal suposición eran que este año habría que pagar la mitad de los compromisos de deuda que en 2012, que la cosecha sería récord y con muy buenos precios, que Brasil se recuperaría con más fortaleza y las elecciones de octubre. Los resultados de enero y febrero distan de corroborar que el Gobierno vaya a aflojar con su control de importaciones.

En principio, la liquidación de divisas de los exportadores de commodities no fue lo fuerte que el Gobierno esperaba, y Moreno logró sacarles un compromiso de liquidar 1600 millones de dólares antes de abril, cuando llega la exportación fuerte. Luego, habrá que empezar a seguir de cerca la relación con Brasil, para que los chispazos por la minera Vale y el intercambio automotriz no se transformen en fogonazos. Endurecimiento En cambio, sí se cumplió el endurecimiento en la aprobación de las DJAI luego de la eliminación de las licencias, que el Gobierno intentó presentar como “flexibilización” de las importaciones. “Sacaron las licencias y endurecieron las DJAI. Punto, no más relato”, graficó un abogado especializado en aduanas y comercio exterior. En tanto, así como quedó claro que el método de observación/aprobación era impre-

decible, ahora no quedan dudas de que el proceso de verificación de cumplimiento de los compromisos es, también, “al voleo”. “El tema es que en la Secretaría hay recursos humanos limitados. Por un lado, la agenda actual es el congelamiento y monitoreo de precios. Por el otro, la verificación de las exportaciones prometidas. Así, las presentaciones de DJAI nuevas se demoran bastante”, indicó Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA). Santisteban explicó que el proceso de DJAI atravesó por tres etapas. La primera fue entre febrero y marzo de 2012, donde se observaba permisos de importación de productos de sectores más críticos: productos terminados o que tuvieran una producción nacional. La segunda etapa abarcó los meses de marzo a junio, donde se universalizó la medida, sin una lógica evidenciada, abarcando a medicamentos, repuestos o máquinas para la industria. En esta instancia, el proceso se lentificó. La tercera etapa abarcó junio-diciembre. “En esta instancia, el Gobierno había logrado su superávit comercial. Entonces si bien continuó el monitoreo, se normalizaron las liberaciones”, sostuvo el directivo de la CIRA. “Entendemos que la administración de las importaciones pasaron a un segundo plano frente a plan de precios congelados, provocando los retrasos que vemos. No es que haya un mensaje de ajuste”, indicó Santisteban. Por otra parte, los importadores señalan que las compras externas de bienes de capital, intermedios y de consumo no crecieron demasiado en enero. “Hubo un aumento del 74% de las importaciones de combustible. Pero en el puerto, los movimientos de contenedores cayeron un 15% en enero”, acotó Santisteban. Supervivencia Una realidad que pinta el esquema de “supervivencia” que impuso el modelo en el comercio exterior muestra que muchas empresas firmaron un compromiso con total incertidumbre o desconocimiento sobre si iban a poder cumplirlo. “Con tal de no frenar una línea de producción o no perder un cliente, firmaron la declaración jurada con el compromiso”, indicó Alejandro Perotti, abogado del Estudio Alais & De Palacios. Muchos de los que gastaron los mármoles de las distintas mesas de entrada del edificio Julio Argentino Roca (morada de Moreno), creen que la Secretaría logró confeccionar una gran base de datos y pueden saber al instante si se cumplieron los compromisos. También es cierto que algunas cámaras empresarias lograron destrabar la gestión. Y la Secretaría suele consultar si hay producción nacional de un producto importado que solicita DJAI. “Tuvimos llamados de la Secretaría y le explicamos que la empresa que representamos, del sector maquinarias, no le da la ecuación económica para producir localmente el insumo que querían importar. Lo chequearon con la cámara del sector, y luego de unos meses, nos aprobaron”, destacó un gestor. Martín Clément, del estudio de comercio exterior homónimo, confirmó que comenzó a aumentar el número de DJAI observadas respecto del ritmo de fines de año. “Creo que está relacionado con el cumplimiento de cartas de compromiso. La Secretaría está pidiendo comprobantes que demuestren que efectivamente hubo una exportación, como la liquidación de divisas”, explicó. Desde otra consultora contable y aduane-

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ra, relataron: “Hace 2 o 3 semanas llamó el operador n° 58 [N. de la R.: desde la Secretaría se comunican así, de forma anónima], de pésimo modo, solicitándole un excel y planillas para ver el cumplimiento de compromisos. Los que cumplieron las cuotas de exportación no tienen problemas”. Carmen Carballeiro, de Carballeiro Estudio Aduanero, opinó que “corresponde que digan si pudieron cumplir o no” y, si bien reconoció que “a la gran mayoría le costó cumplir”, muchos empresarios se comprometieron “con buena intención” pero el entorno internacional “no ayudó”. “Recomendamos que de todas maneras presenten todo lo que hicieron, lo que estuvo a su alcance, no sólo en exportaciones, sino a nivel de inversiones o contratación de servicios. Si ingresó un dólar al país por su gestión, que la cuenten”, apuntó. Casos Varios despachantes contestaron la consulta de La NacioN respecto del estado de aprobación y observación de las DJAI, y sobre si estaban recibiendo pedidos oficiales de verificación de los compromisos. 1) Sin audiencia Juan M. trabaja con una empresa del interior para la que gestionó importaciones, en 2011, por US$ 2 millones. Cuando arrancó el régimen en 2012 tenían pedidos embarcados por US$ 300.000 “Desde el nuevo sistema no logramos que nos aprueben ninguna DJAI, ni siquiera aquellas por las cuales teníamos pagados adelantos y a los proveedores reclaman-

“pibE, ¿sabés quién soy?” El dEspachantE rEconoció quE quiEn llamaba Era guillErmo morEno. quEría sabEr si cumplió con El compromiso do con la mercadería preparada”, destacó, tras agregar que no presentaron enseguida “ni las listas de precios ni el convenio firmado” hasta no lograr una exportación, a mediados de año. “Ahí sí nos presentamos, demostrando la exportación hecha. Nos pidieron correcciones. En realidad, nos dijeron qué teníamos que corregir. Al poco tiempo empezaron a aprobarnos las DJAI”, resumió. El flujo frenó a principios de año: de 20 DJAI sólo le aprobaron 2. “Hacia fines del año pasado nos llamó un operador para solicitarnos que presentemos el listado de artículos que habíamos presentado con precios, pero esta vez los querían sin precios, clasificando los artículos por masivos, selectivos y premium, y nos indicó qué porcentajes debería tener cada uno. De acuerdo con la categoría de cada ítem serían los aumentos permitidos. Para esto había que pedir audiencia con Moreno”, indicó. La audiencia nunca fue pedida. 2) Instrucciones Pedro S., también despachante, dijo que “los operadores tienen instrucción de observar entre el 80 y el 90 por ciento de las DJAI con destino comercial y aprobar las de algunos bienes de capital”, luego de confirmar que “efectivamente están rechazando todas las DJAI; cerraron el grifo con mayor rigor y están observando DJAI chicas, es decir, operaciones de menos de US$ 15.000, incluso de importadores balanceados con exportaciones”. 3) Exportadores incluidos

A su turno, Bibiana L. comentó el caso de “cuatro DJAI observadas de un cliente que es netamente exportador, y que muy rara vez importa, a lo sumo, una o dos veces por año con valores muy por debajo de sus exportaciones”. 4) Ilegalidad En tanto, Esteban M., fue tajante: “Los compromisos asumidos en la desesperación por los importadores fueron y son, en muchos casos, imposibles de cumplir. Las exportaciones por cuenta y orden de terceros, sin normativa legal que la sustente o con la normativa existente totalmente desvirtuada, que fomenta Moreno, no sirven para nada. Por más acuerdos que se firmen dejan al exportador totalmente desguarnecido: cuando un importador, a fin de lograr una balanza comercial favorable o por lo menos equilibrada, utiliza esta herramienta, se altera la finalidad originaria de este instituto en la medida que, quien presta el servicio, pagará al propietario de la mercadería una suma de dinero. Esta alternativa no es segura porque no existe norma que la regule”, subrayó. Asimismo, se refirió a los aportes de capital que promueve el gobierno y que no dejan de ser acuerdos que finalmente “no incrementan las exportaciones” sino que blanquean el porcentaje que “el importador debe pagar para disponer de las exportaciones de otro en su favor”. “Tenemos clientes que recibieron el llamado de los operadores 33 o 55, entre otros, para pedir que se efectúen las presentaciones”, concluyó. 5) El Estado, incluido El gerente de comercio exterior de la central térmica de Río Turbio, en Santa Cruz, recibió el llamado del operador 14. “¿Qué van a exportar?”, le preguntaron, a lo que respondió: “Estamos haciendo la central para Santa Cruz... Con una licitación internacional...”, no logró hacer entrar en razón al operador. “Tiene que exportar algo”, le insistía. 6) Moreno, el operador n° 1: Un despachante contó que participó y ganó una licitación nacional para proveerle equipamiento óptico de alta complejidad a Gendarmería nacional. Por supuesto, el material era importado. La DJAI –para una operación de US$ 160.000– fue bloqueada. Entonces, envió una serie de correos electrónicos a las direcciones de Cancillería reforzando el motivo de la importación, que estaba detallado en la DJAI: que se trataba de mercadería sensible, para la seguridad nacional. “Pibe, ¿Sabés quién soy?” Del otro lado de la línea, Guillermo Moreno arrancaba así la conversación con el despachante. El diálogo fue más o menos así: –¿Qué vas a exportar?, preguntó Moreno. –Es que ganamos una licitación... –No, pibe, tenés que exportar algo. ¿A qué se dedican ustedes? –Somos despachantes de aduana. –Ahhh, no podés participar en licitaciones entonces. –(...) –Mirá, o exportás algo o le vas a decir a Gendarmería que se consiga otro proveedor, ¿estamos? “Después de esto, intentamos presentar los compromisos de exportación, pero los rechazaban. Aparentemente no estaban hechos en la forma que ellos quieren. Viajamos a Europa y llevé muestras de aceite y de vinos. Pero la verdad es que estamos caros en todo. Estoy viendo de presupuestar chips de madera, de los que se usan para calefaccionar, pero también tengo la impresión de que vamos a ser caros”, manifestó.ß

La planilla que solicita el cumplimiento de los compromisos de exportación

la vía judicial

El rEcurso a las mEdidas cautElarEs En la justicia no obtiEnE muchos adEptos En 2012, la Corte se expidió por primera vez en un caso de licencias no automáticas (el fallo “El Brujo”). Las empresas podrían presentarse por dos vías en la justicia. La primera consistía en declarar inconstitucional la norma. Como se trata de un proceso largo, el juez puede dictar una medida cautelar para poder importar sin licencias. Por regla, las cautelares no llegan a la Corte Suprema. “El Brujo” fue el expediente que trató sobre la cuestión de fondo. Se dijo que el arbitrio del mecanismo de licencias era constitucional y la Corte se lo pasó al procurador fiscal. “La que opinó fue Laura Monti, y se dice que de todos eligió el expediente que estaba más flojito en su texto, y dijo que no se había acreditado que las licencias produjeran daño a la empresa, por lo que no se dio lugar al reclamo por inconstitucionalidad”,

relató un abogado que siguió de cerca el caso. En los casos posteriores a “El Brujo”, la procuraduría remitió a lo dicho antes, y lo mismo dijo la corte. Cabe recordar que los fallos, en el sistema argentino, tienen obligatoriedad sólo para el caso concreto. “Lo más interesante –continuó– es que la Cámara en lo Contencioso Administrativo dictó una sentencia muy dura en diciembre, declarando inaplicable por arbitrariedad el régimen. Es decir, puede que sea constitucional el sistema, pero la forma en que se lo administra es ilegítima por las demoras y el perjuicio generado”, señaló, tras argumentar lo siguiente: “Las declaraciones juradas anticipadas de importación no son más que las licencias con otro nombre; y si el efecto es el mismo, la doctrina es la misma”. Y subraya el hecho de que las empresas sin

DJAI que recurrireron a la justicia lograron la medida cautelar. “El mensaje presidencia de reformar el sistema de medidas cautelares no es sólo contra Clarín”, deslizó. Lo cierto es que las empresas optaron mayoritariamente por cumplir con los mandatos de Moreno porque, “una vez que se toca el timbre en un juzgado, y te abren la puerta, te quedás a vivir ahí. Quedás marcado”, lamentó. Es por esta razón que la alternativa judicial es la menos atractiva y recurrida por los empresarios importadores, que prefieren llenar las planillas y enviarlas a la Dirección de Lealtad Comercial, en el 4° del emblemático edificio Julio A. Roca. Mientras aguarda la aprobación del compromiso, amenizan la espera con la abundante cartelería que festeja a la Presidenta.ß