Hola, mi nombre es Kim Aleen Oelenberg, tengo 26 años, estudio

objetivo de ser profesora de estas dos asignaturas. Soy de Alemania de la ciudad de ... Bueno ahora quiero contar un poco de mi experiencia en el colegio: ...
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Hola, mi nombre es Kim Aleen Oelenberg, tengo 26 años, estudio alemán y español con el objetivo de ser profesora de estas dos asignaturas. Soy de Alemania de la ciudad de Münster, donde estudio en la Westfälische Wilhelms-Universität. Para cumplir la meta de ser profesora hay que realizar unas prácticas. Como estudio el idioma español, escogí hacer una de ellas en un país hispanohablante para mejorar mi español. Mandé una solicitud al colegio Santa Elena en Chile porque es un país que me imaginaba que sería muy distinto al cual pertenezco. Me causó mucha curiosidad que en éste colegio la religión tiene un papel importante y quería conocer cómo se integra en la vida escolar. Igual quería fundar y ampliar mis conocimientos de enseñanza y así mismo la experiencia de trabajar con niñas, ya que mi práctica anterior la hice en un colegio mixto. Bueno ahora quiero contar un poco de mi experiencia en el colegio: comencé la práctica el 6 de agosto del 2014. Recuerdo exactamente lo que dije a mi familia sobre mi primer día porque fue muy impresionante. Me recibió el Coordinador Académico del Santa Elena y desde el primer momento me sentí muy bien recibida. Me enseñó todo el colegio, fue conmigo a muchas salas (la biblioteca, la inspectoría, las salas de clase, el casino, etc) para conocer a todas las personas que trabajan aquí, me contó la historia del colegio y en ningún momento me sentí como una extranjera. Todos los profesores con los que me encontré me saludaron con mucha amabilidad y querían saber todo de mí. Aunque amo mucho a mi país, tengo que decir que no conocí esa manera de tratar a personas nuevas. Como en Alemania, si bien son amables pero igual son fríos y distantes. En mi práctica en Alemania, que duró seis meses no conocí a ninguna persona tan bien como conocí a los profesores en éste colegio. Siempre me invitaron a desayunar junto a ellos, me preguntan cómo va todo, cómo me siento, si necesito ayuda, etc. ¡Es tan encantador!

Yo, durante mi estancia en Santa Elena, trabajaba con la profesora Cristina Yañez, la cual me ayudó, me guió, me soportó y me mostró sobre todo cómo un profesor debe tratar a sus alumnos: con mucho cariño y comprensión pero igual que eso no debe faltar un poco de exigencia para poder apoyar a las niñas en su desarrollo y para que aprendan algo. Me encantó trabajar con ella porque aprendí mucho y me di cuenta que con todo mi corazón quiero ser profesora. Y para hablar de las niñas: Cada una de ellas tiene su personalidad, necesité un tiempo para acostumbrarme a lo rápido que hablan y poder entenderlas, sin embargo, se hicieron importante para mí. Me abrazaban por las mañanas, me pedían ayuda, me hacían dibujos, me consultaban por contenidos que no entendían, me hacían olvidar que hablo otro idioma. Aunque existieron algunas dificultades porque no conozco todas las palabras me tuvieron paciencia y me apoyaban. A ellas igual les agradezco mucho porque entendí que no es importante que haya problemas en la comunicación si solo hay paciencia y comprensión. Me da mucha pena tener que dejar el colegio. Si pudiese me quedaría pero lamentablemente hay que volver a Alemania para terminar mis estudios. Espero mucho un día poder volver a éste colegio.