Hablemos de economía
Antonio Morlanes Presidente de Aragonex ·
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Cultura y economía forman sociedad
L
a apuesta por una ciudadanía más culta, redundará en el cumplimiento responsable de sus obligaciones”; esta era la última frase del anterior artículo y que pretende dar sentido o inicio a este. Es muy difícil encontrar una palabra que defina con amplitud y realidad al ser humano, esta es la palabra CULTURA. Si estudiamos bien todas sus aplicaciones podremos llegar a la conclusión que nos afecta a todos nuestros papeles como persona y todavía más en nuestra faceta de ciudadanos. Se refiere al arte, a la industria, a la ciencia, al mantenimiento físico del cuerpo… y así podríamos continuar. Sin embargo hay una acepción que hace la RAE, que me atrevería a considerar como principal y la traslado tal cual “Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”. En definitiva es la capacidad real que compete al hombre adquirir su papel de persona. Juicio crítico, qué poco y qué todo y Ustedes que leen esta sección y que yo les agradezco, podrían decir que estoy al margen de lo habitual , es decir de la economía, pero no es así. Esta es otra palabra de mil acepciones, pero en algunas de ellas, coincide en llevar en su conjunto la afirmación de ser el manejo eficaz de los recursos. Fíjense que simple también y que necesario. Pues bien, ya tenemos dos palabras, importantes en nuestras vidas y con el deseo positivo de relacionarlas entre ellas, pues ambas como instrumentos de nuestras vidas, nos van a permitir hacer realidad que la participación y las soluciones aplicadas para configurar el modelo de sociedad que deseamos que se realice en el eje de las voluntades individuales.
La economía, que tiene interpretaciones para todos los gustos, al final concluye en que para unos es una imposición y otros son los impositores. Esto que es difícil cambiar, sí precisaría que el equilibrio entre las partes mejorase, pues todo se aceptaría de mejor grado y lo que es más importante, la eficacia en el manejo de los recursos, sería mucho mayor. Para conseguir desarrollar nuestro juicio crítico, basándonos en el conocimiento y la reflexión es preciso que aceptemos y apostemos por la educación como el instrumento que nos permitirá ser ciudadanos con todas las garantías, en un marco que seamos capaces de gestionar los derechos y libertades que tenemos y que por esa falta de cordura, en muchas ocasiones, quedan ocultos a nuestras posibilidades. Cuando nuestros gobernantes nos comunican hacia donde quieren llevar la economía y qué incidencia va a tener para todos nosotros, ellos no esperan que lo entendamos. Solo desean que hagamos un acto de fe y aprobemos las acciones que quieren llevar a cabo; porque saben que la gran mayoría no entienden los planteamientos técnicos que utilizan y solo añaden como sello de cierre, que es un bien para todos ¿pero es este nuestro papel? Es aceptable que nuestros conocimientos económicos no tengan que ser tan amplios como para realizar análisis técnicos de dichas políticas económicas, lo que si es necesario, tiene más que ver con el papel de ciudadano que debemos tener siempre presente. Es por esto que el significado social de la cultura, es un arma imprescindible en la defensa de los intereses individuales y colectivos de la Sociedad en la que vivimos, pero parece que esto no es de in-
terés para los políticos, pues incrementa de forma notable su trabajo y deben cumplir sus compromisos de forma más firme, pues se les va a examinar con mucha más seriedad. Con este hermoso vestido de cultura vamos a poder ser conscientes del verdadero significado que tiene el mantenimiento de una Sociedad, porque para todos nosotros que la constituimos es preciso que como prioridad la configuremos de elementos sustanciales; que ninguno de los que estamos adentro quedará marginado ni desamparado por el resto; que establezcamos un compromiso de trabajar por dejarlo todo mejor para nuestra sucesión; que el respeto hacia todo será fuente permanente de nuestros actos; asimismo a la memoria de nuestros antepasados se basará en la objetividad para la consecución de ser
personas/ciudadanos para mayor reconocimiento individual. Una vez conseguido todo esto, estaremos en una doble realidad, la primera que como gobernados exijamos lo que consideremos como necesario en lo cotidiano y preciso en el desarrollo innovador de mejorar las cosas y los espacios y la segunda como gobernantes, en el sentido de comprender al máximo los mensajes que se les envía y con ello, no defraudar las ilusiones y esperanzas depositadas. En este espacio, la economía será la herramienta que permitirá que los caminos se hagan, tendrá la función de crear espacios de respuesta de unos frente a otros y, por ello, la política será la esencia regeneradora y reconductora de lo que esa sociedad de ciudadanos espera de ella.
El segundo miércoles de cada mes encontrará encartada la revista Actualidad de las Empresas Aragonesas en el Diario de Teruel y el Diario del Alto Aragón
Marzo 2018
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