Gestión de Calidad La responsabilidad social corporativa en el sector sanitario
L
n esta columna dedicada a los aspectos medioambientales en el sector sanitario, no podemos olvidarnos del importante papel que, poco a poco, está adquiriendo la llamada Responsabilidad Social Corporativa, o Empresarial, ya que ésta incluye la dimensión ambiental y la política, que decide asumir dicha entidad. Si tuviéramos que acudir a las nociones esenciales de lo que significa Responsabilidad Social Corporativa, todos estaríamos de acuerdo en que es un término que hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos, legales y éticos, tanto nacionales como internacionales, que se derivan de los impactos que la actividad de las organizaciones producen en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos. La incorporación de valores éticos en las disciplinas económicas ha sido históricamente un elemento controvertido, pero ya está ampliamente aceptado por la sociedad y también por gran parte del sector empresarial. Sinceramente: no es nada nuevo hablar del compromiso y de valores. Aristóteles ya decía que son virtudes éticas la amabilidad, la sinceridad y la reciprocidad. Lo que sí es nuevo es el enfoque que ha adquirido, con la RSC, en el ámbito empresarial: no solo estamos para obtener beneficios económicos, existen otros beneficios que también resultan rentables. Además, en el caso de empresas del sector sanitario existe un valor añadido ya que, en principio, poseen una dimensión ética, puesto que su actividad principal es de interés general: la salud de la población. El “Libro verde de la responsabilidad social” de la Comisión Europea, la define como «la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores(stakeholder)» (Com[2001])Final, 2003i. La responsabilidad social de la empresa supone pues un compromiso, el compromiso de la empresa, en nuestro caso sanitaria, con su entorno, para alcanzar un desarrollo económico sostenible. Pero, ¿qué es un desarrollo económico sostenible? Es el equilibrio entre rentabilidad, dimensión social y dimensión ambiental. Hay que establecer nuestras relaciones con trabajadores, clientes, accionistas, inversores,
administraciones públicas, colaboradores y proveedores, pacientes, familias, grupos de la sociedad civil, otras empresas del entorno, etcétera En realidad, con la RSC se debe entender como la contribución activa y voluntaria de la organización que integra las áreas social, económica y ambiental, lo significa realizar una gestión inteligente. Las grandes áreas social, económica y ambiental mencionadas deben quedar siempre definidas en cualquier sistema de gestión, aunque a efectos prácticos, se trabajan una serie de dimensiones concretas en donde se puedan establecer medidas y estrategias tangibles, cuya suma resulta en el beneficio del conjunto de las tres grandes áreas de responsabilidad. La empresa sanitaria debe organizar su de trabajo teniendo en cuenta: • Un objetivo fundamental y general que se centra en la sostenibilidad medioambiental. • Unos objetivos concretos. El cuidado del entorno cumpliendo con criterios y reglamentación medioambiental y la gestión adecuada de los recursos, principalmente si estos son limitados. Desde un punto de vista externo de las empresas, la responsabilidad social obliga a que el centro sanitario sea, o debe ser, una agente dinamizador de la economía del entorno económico en que se desenvuelve su actividad. Por otro lado, y es uno de los motivos por los que cada vez alcanza una mayor dimensión la RSC en el sector sanitario ( y en otros sectores), implantar una gestión sostenible lleva a la posibilidad de realizar una Memoria de Sostenibilidad, mediante la cual la empresa difunde su labor en este ámbito, le aporta un medio de comunicación y marketing con una gran credibilidad ante la sociedad que, al margen de que resulta de interés para la propia entidad le obliga a hacer un gestión contemplando las tres dimensiones que hemos mencionado, y eso es hacer la gestión inteligente. ■ Elisa Herrera Fernández es directora del Área de Gestión, Medio Ambiente y Sanidad en Lanx Iuris Abogados. Experta en Derecho Ambiental
MAYO-JUNIO 2013
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