VII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lisboa, Portugal, 8-11 Oct. 2002
Gerencia de recursos humanos con equidad de género en la administración pública de Nicaragua Msc. Martha Elizabeth López Alvarez Directora Proyecto de Reforma del Servicio Civil Ministerio de Hacienda y Crédito Público Managua, Nicaragua Julio 2002
Durante los últimos veinte años se ha venido desarrollando a nivel mundial, un proceso de redefinición del rol y del funcionamiento del Estado, en la búsqueda de una respuesta que le permita cumplir con su finalidad última: el bienestar de la sociedad. Los procesos de reforma y modernización del Estado surgieron en América Latina ante la necesidad de enfrentar la crisis económica que afectaba a la región, desde finales de los años 70. En Nicaragua, aunque tardíamente, también se han desarrollado estas transformaciones. En este contexto el proceso de reforma y modernización del Estado, requiere de la redefinición de instituciones públicas, para que se pueda asegurar gobernabilidad democrática, crecimiento económico y un desarrollo sostenible; es decir, un desarrollo orientado a la ampliación de oportunidades para todos y todas las nicaragüenses, en el mejoramiento de su calidad de vida, con equidad social y de género. No se puede hablar de desarrollo económico sostenible, sin abordar el desarrollo humano entendido como un proceso de incremento de oportunidades para las personas, que trasciende al crecimiento económico y el ingreso, ya que se considera el desarrollo pleno de las capacidades humanas, y coloca al ser humano en el centro de las preocupaciones y de las actividades de desarrollo, promueve la participación equitativa de hombres y mujeres de todas las edades, razas, etnias, credos políticos y religiosos para el bienestar de las actuales y futuras generaciones. Abordar el tema de la reforma y modernización del Estado, de cara al desarrollo integral de la sociedad, implica tratar la Reforma del Servicio Civil, ya que todo proceso de cambio en las organizaciones, requiere necesariamente tomar en consideración el recurso humano con que cuentan, pues éste constituye el recurso más importante, para hacer no solo posible sino efectivos los cambios que se impulsan. Con esta visión el Programa de Reforma y Modernización del Sector Público de Nicaragua, incluyó como uno de sus componentes, la Reforma del Servicio Civil, ya que el objeto fundamental de la reforma no se logra solamente con cambios en los aspectos formales de las instituciones, es preciso cambiar también aspectos como la cultura, los valores y los estilos de trabajo, ya que tienen repercusiones en la eficacia del funcionamiento de la Administración del Estado y en la prestación de servicios que contribuyan al bienestar y progreso de la población. El establecimiento de un Régimen del Servicio Civil, representa uno de los grandes desafíos
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para regular las relaciones de empleo entre los y las servidoras públicas y la Administración del Estado, profesionalizar el empleo público, contribuir al funcionamiento administrativo del Estado, promover el desarrollo de una nueva cultura orientada a la excelencia en la prestación de los servicios públicos, y en consecuencia, generar en la ciudadanía una imagen de seguridad, profesionalidad y confianza en la actuación de la Administración del Estado y de las y los servidores públicos. En la búsqueda del mejoramiento de la calidad de la gestión pública y sus resultados, la Gerencia de Recursos Humanos, adquiere especial relevancia y por lo tanto es cada vez más una función estratégica de la dirigencia de las organizaciones, apoyada en el personal especializado, que se orienta a captar, retener y desarrollar el personal de calidad que requieren las instituciones para su accionar exitoso y permanente adaptación a un medio cambiante y exigente. Una Politica efectiva de recursos humanos es aquella que utiliza todos los medios disponibles para asegurar su aprovechamiento optimo, empleando al máximo las capacidades y conocimientos de todo su personal. Avanzar hacia el mejoramiento de los servicios públicos demanda el reconocimiento efectivo del personal de las instituciones como el recurso más importante para alcanzar estos propósitos, mediante la promoción de la equidad de género que propicie el incremento de sus capacidades y de su motivación, así como el fortalecimiento de su nivel de compromiso con la misión institucional y su vocación de servicio a la ciudadanía. Un diagnóstico de género en el empleo público Nicaragüense ha puesto en evidencia la existencia de desigualdades de género entre hombres y mujeres en el empleo público, fundamentalmente en el acceso a cargos de dirección, brechas salariales y oportunidades de capacitación y desarrollo. Estos resultados motivaron la inclusión de la equidad de género en los Sistemas y Procesos de Gestión de Recursos Humanos, para la implantación de un Sistema de Servicio Civil basado en el mérito; con ello esperamos tomar decisiones más eficientes y efectivas mediante un mejor aprovechamiento de los recursos y el desarrollo de las capacidades existentes, alcanzar mayor legitimad institucional, como resultado de una mejor correspondencia entre las demandas y necesidades de la ciudadanía y la respuesta de las instituciones públicas. Avanzar un paso más hacia la justicia y la equidad social, mediante el aseguramiento de un desarrollo inclusivo para todos los miembros de la sociedad y en particular aquellos que forman parte del Servicio Civil y que son agentes y factores fundamentales de los cambios que se esperan en la gestión pública y que estimule a incentivar el rendimiento real de los y las servidoras públicas intentando superar la discrecionalidad y el arbitrio en la actuación del Estado.
I.
LA GERENCIA DE RECURSOS HUMANOS
En el contexto actual de búsqueda y mejoramiento continuo de la calidad en la gestión y los resultados de las organizaciones, la Gerencia de Recursos Humanos adquiere especial relevancia. Todo cambio en las organizaciones exige también cambios en el personal y 2
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genera demandas crecientes de recursos humanos de calidad. El ambiente actual de la organización se caracteriza por la especialización creciente del trabajo y la rapidez de los cambios. Los conocimientos que se necesitan para resolver los problemas de hoy tienen que ser más especializados; a pesar de lo cual, son amplios y complejos requeridores de equipos de especialistas y técnicos. La rapidez de los cambios se debe en su mayoría a las innovaciones tecnológicas y al nivel dinámico del mercado. Cuánto más competitivo es el mercado, tanto mayor la receptividad que los ciudadanos y la empresa privada espera del gobierno. Por lo tanto la receptividad de los ciudadanos/clientes de los servicios gubernamentales requiere flexibilidad de la organización. En la medida en que el personal llega a ser más especializado en sus conocimientos y tecnología las organizaciones deben ser más flexibles para encontrar una mayor receptividad. Por lo tanto los sistemas de Administración de personal que tienen este tipo de flexibilidad pueden sobrevivir en el futuro. Una política eficiente de recursos humanos, es aquella que utiliza todos los medios disponibles para asegurar su aprovechamiento óptimo, empleando al máximo las capacidades y conocimientos de todo su personal. El desarrollo y aprovechamiento de estas capacidades está estrechamente ligado al mejoramiento de la calidad del clima y de la vida laboral de hombres y mujeres, para ello, entre otras cosas, se requieren: un trato objetivo, equitativo y justo; oportunidades para que todas las personas desarrollen sus habilidades; una buena comunicación interna; mayor participación del personal en la vida institucional y una remuneración justa y equitativa. Un clima o ambiente laboral positivo y estimulante, contribuye fuertemente al desarrollo de un mayor compromiso de las personas con la organización, con el consecuente beneficio para el éxito de ésta. La creencia de que un sistema vertical en la administración de los recursos humanos garantiza eficiencia (sobre la base de un sistema de control rígido de personal, decisiones concentradas en las máximas autoridades y limitados canales de comunicación) ha probado ser falsa en todo tipo de organizaciones. Obtener el compromiso del personal requiere: una toma de decisiones más amplia y descentralizada; espacios que permitan mayor participación efectiva; la construcción y manifestación concreta de confianza en las capacidades, potencialidades y responsabilidad del personal. La Gerencia de Recursos Humanos es una función directiva que se orienta a la planificación de necesidades, captación, inserción, mantenimiento y desarrollo de los recursos humanos idóneos requeridos por la organización para cumplir su misión y objetivos con eficiencia y eficacia y adaptarse a un medio cambiante y exigente. Es una función directiva que se fundamenta en diferentes ciencias para estudiar al ser humano en la organización, requiere del conocimiento, dominio y aplicación de técnicas y procedimientos de gestión de recursos humanos y analiza el entorno y la visión de futuro de la organización para procurar la adecuación y el desarrollo de los recursos humanos en 3
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consonancia con los procesos cambiantes de la organización y del entorno. 2.1 Los Componentes de la Gestión de los Recursos La Gestión o Gerencia de Recursos Humanos tiene un enfoque sistémico, es integral, está conformada por distintos procesos interrelacionados e interdependientes, y en estrecha conexión con la dinámica institucional. Su interacción hace que cualquier alteración ocurrida en uno, provoque influencias en otros y así sucesivamente. Pero aún así, esos subsistemas no son establecidos de una manera única. Son contingentes o situacionales: varían de acuerdo con la organización y dependen de factores ambientales, organizacionales, humanos, tecnológicos etc. Son extraordinariamente variables, aunque interdependientes, y el hecho de que uno de ellos cambie en una dirección no significa que los otros cambien exactamente en la misma dirección y en la misma medida.
INGRESO INGRESO RECLUTAMIENTO RECLUTAMIENTO YY SELECCION SELECCION DE DE PERSONAL PERSONAL
DESARROLLO
INDUCCION INDUCCION
RETRIBUCION RETRIBUCION
PLANIFICACION PLANIFICACION DE DE LA LADEMANDA DEMANDA DE DE RR RR HH HH
CAPACITACION CAPACITACION YY DESARROLLO DESARROLLO
EVALUACION EVALUACION DEL DEL DESEMPEÑO DESEMPEÑO
EGRESO EGRESO
CLASIFICACION DE CARGOS
POLITICAS, POLITICAS, PROGRAMAS PROGRAMAS YY PLANES PLANES DE DE DESARROLLO DESARROLLO INSTITUCIONAL INSTITUCIONAL
En la ilustración anterior se presentan los principales componentes de la gestión de recursos humanos, fundamentados en las política, planes y programas de desarrollo, y vinculados a las grandes etapas de la vida laboral de una persona (su entrada a una organización, su permanencia en la misma, y su salida). Los componentes son: El Sistema de Clasificación de cargos: constituye la base de todos los sistemas y procesos de la gestión de recursos humanos, ya que ofrece información de referencia para la aplicación o desarrollo de cada uno de ellos. Tiene como finalidad conocer la actividad de una organización, los contenidos 4
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organizativos y requerimientos de cada puesto de trabajo, necesarios para alcanzar los objetivos y metas establecidas. Implica, además, la definición y el conocimiento de la importancia estratégica y relativa de cada uno de los cargos, dentro del contexto de la institución. Es un proceso que se realiza de forma periódica cada vez que la institución experimenta procesos de cambios que afectan los contenidos de trabajo básicos (los cargos). La planificación de la demanda de recursos humanos: es el proceso mediante el cual se garantiza que la institución cuente con el personal que necesita, en cantidad, calidad y momento oportuno. Incluye el análisis de las necesidades actuales y futuras (por crecimiento, reducción, retiros de personal o por cambios internos cualitativos); la definición precisa del tipo de personal requerido para atender dichas necesidades y la formulación de planes de atención a la demanda identificada. El reclutamiento y la selección de personal: la fase de reclutamiento es el conjunto de actividades para la búsqueda y obtención de candidatos y candidatas idóneas para ocupar los cargos disponibles, tanto en el mercado laboral externo como a lo interno de la institución. Parte de este proceso es la construcción del perfil del cargo y el que debe tener una persona para desempeñarlo adecuadamente. La descripción del cargo es la referencia principal para determinar este perfil (nivel de estudios, tipo de conocimientos y experiencia, habilidades, destrezas y características personales). La fase de Selección, por su parte, consiste en una serie de pasos cuya conclusión es la selección final para la contratación del personal considerado como el más idóneo para el o los cargos. Estos pasos incluyen: entrevistas preliminares, pruebas técnicas y psicométricas y entrevistas a profundidad de evaluación que aportan mayor información sobre las y los solicitantes. La inducción: también llamada orientación, es un proceso dirigido a las personas seleccionadas que son contratadas como personal de nuevo ingreso. Tiene como objetivo fundamental proporcionar las mejores condiciones posibles para una rápida adaptación a la institución y al cargo. Básicamente, se le ofrece a la persona información relevante sobre: la institución, sus políticas y normas de personal, el área en que se ubica el cargo que va a ocupar, el contenido y relevancia del cargo mismo. Y, si es pertinente, se incluye un entrenamiento básico (capacitación en el puesto de trabajo). Comprende también la presentación de autoridades y de las personas miembros de su futuro equipo de trabajo. La evaluación del desempeño: Es un proceso de mejora continua de la gestión directiva y la eficacia de la organización, basado en la comunicación integradora y en la participación de todas las personas en el proceso de planificación, gestión, evaluación, y reconocimiento por el logro de objetivos en cada ejercicio. Los estándares de desempeño tienen como base referencial principal, la descripción del cargo, los objetivos y planes de desarrollo de la institución. 5
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Su propósito es permitir a la institución y/o al personal dirigente, disponer de información objetiva que le permitan tomar decisiones con relación a: promoción e incentivo (para quienes se desarrollan de manera exitosa); formulación de planes de capacitación y desarrollo (para quienes necesitan mejorar su desempeño o desarrollar su carrera en la institución) y establecimiento de sanciones (para quienes tengan un desempeño ineficiente) entre otras. La capacitación y desarrollo: también llamada desarrollo de recursos humanos, es un sistema que permite la actualización de conocimientos y el desarrollo de competencias en el personal para incrementar su rendimiento, mejorar su desempeño en el trabajo o desarrollar carrera en la institución. Es un proceso sistemático y continuo cuyo contenido se deriva de las necesidades presentes y futuras del personal, en función de las características y planes de desarrollo de la institución; de necesidades específicas de cada puesto de trabajo y de las potencialidades e intereses del personal mismo. La retribución: es el sistema mediante el cuál se define la forma de compensaciones o de pagos que se otorgan a las personas empleadas por sus servicios prestados, en forma de salarios e incentivos, dirigidos a fomentar su compromiso con la institución empleadora. Este sistema contribuye pues, a la captación / retención, satisfacción y motivación del personal idóneo para el quehacer de la institución. Se puede decir que la Gerencia de Recursos Humanos es más que la operatividad de la tradicional función de personal (trámites, controles, registros administrativos). Es una herramienta de la gerencia organizacional, con importancia y objetivos estratégicos para el funcionamiento, desarrollo y éxito de la organización. Debe formar parte de las responsabilidades del personal dirigente quienes además tienen un rol fundamental en la construcción, mantenimiento y desarrollo del ambiente o clima laboral requerido para lograr el funcionamiento óptimo del personal. 2.2 El nuevo Rol de la Gerencia de los Recursos Humanos En este esquema, surge un nuevo rol para la Gerencia de Recursos Humanos que es dinámico, proactivo y estrechamente vinculado al sistema y desarrollo organizacional. Este nuevo rol exige de ella un conocimiento y dominio de los objetivos y metas que la institución se plantea y de los obstáculos y limitaciones para lograrlos. Esta Instancia debe funcionar como facilitadora y asesora del personal dirigente que maneja recursos humanos, quienes cotidianamente intervienen en las actuaciones del personal a su cargo; debe ser proactiva (con iniciativas para prever y atender las situaciones futuras); generadora de cambios; comprometida con los planes estratégicos de la organización y efectivamente orientada hacia el desarrollo de las personas. Las últimas décadas del siglo XX se han caracterizado por esfuerzos internacionales, e 6
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internos en algunos países, orientados al logro de la llamada “igualdad real” que implica la lucha por la erradicación de la discriminación. Todos estos esfuerzos se fundamentaron en el reconocimiento de que la igualdad formalmente establecida en los marcos jurídicos y normativos no desemboca en igualdad en la práctica; debido a distintos factores (entre los que se pueden citar las diferencias de situación, condiciones, características de las personas y, también, a la inevitable subjetividad en el accionar humano encargado de administrar los marcos normativos), la igualdad formal se ha convertido en la práctica en una desigualdad real. El ámbito de la Gerencia de Recursos Humanos no es una excepción al fenómeno de la discriminación. También aquí ha estado vigente la idea de que un sistema de gestión científico, técnico-neutral es suficiente para asegurar la objetividad y el trato justo a las personas. Y también aquí ha fracasado. Las razones para el ejercicio de la discriminación en el manejo de personal son muy diversas (raza, edad, discapacidades, nivel económico, apariencia física, creencias religiosas, ideologías, militancia política, etcétera). Sin embargo, en este documento, se hace énfasis en la llamada discriminación de género, es decir, el trato desigual que reciben las personas por el simple hecho de ser mujeres u hombres. La experiencia, prueba que procesos de gestión de recursos humanos, técnicos y neutrales en su diseño, producen efectos desiguales o discriminatorios para uno u otro sexo, en su aplicación. Una de las causas de esta situación, es que al momento de diseñar los sistemas o procesos, no se considera la existencia e influencia en las decisiones institucionales, de los esquemas y estereotipos de género, lo cual no permite prever medidas para responder a ellos. En consecuencia la discriminación permanece igual, en el mejor de los casos, o hasta se agudiza. La vigencia de esquemas discriminatorios de género tiene efectos negativos no sólo sobre las personas empleadas sino también sobre las instituciones empleadoras: -
Limita las posibilidades de desarrollar un personal motivado y capaz, considerado un elemento central en cualquier proceso de desarrollo institucional, reduciendo con ello, la posibilidad del mejoramiento sostenido de la calidad integral de su gestión y de sus resultados.
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Genera un uso ineficiente de los recursos humanos que constituye un rubro central de costos en el presupuesto de las instituciones públicas. Se desaprovechan sus capacidades reales o potenciales y/o se limitan la eficiencia y la efectividad de las inversiones en su desarrollo. Por ejemplo, decisiones sesgadas por género pueden producir: Ubicaciones inadecuadas del personal con relación a sus capacidades reales. 7
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Políticas ineficientes e ineficaces para el desarrollo de personal. Políticas remunerativas inadecuadas para los contenidos y responsabilidades reales de los cargos. Pérdida del aporte potencial del personal al desempeño institucional, entre otros. -
Genera visiones sesgadas de la realidad que le corresponde atender, dificultando sus posibilidades reales de incidir en el cambio de esa realidad.
Es por estas razones que la Gerencia de Recursos Humanos, y la instancia especializada responsable en particular, deben velar también por la erradicación de prácticas o consideraciones discriminatorias de género (además de cualquier otro tipo de discriminación) en los procesos de gestión de recursos humanos. Las Instancias de Recursos Humanos pueden contribuir al logro de la equidad, la igualdad real, entre el personal femenino y masculino de una institución, mediante: La identificación y valoración de las manifestaciones de discriminación por género existentes en la institución (diagnóstico). La elaboración de propuestas de políticas, programas o planes para atender la problemática detectada (planificación). La asesoría al nivel dirigente para la implementación de políticas, programas y planes diseñados (acompañamiento técnico). La observación del comportamiento de las manifestaciones de discriminación detectadas en el diagnóstico y del avance y cumplimientos de los planes para incrementar la equidad de género (seguimiento y evaluación). El aseguramiento de un flujo adecuado de información a los niveles medios y altos de dirección de la institución, sobre la situación y sus implicaciones para la institución, el avance y éxito de los planes, (construcción de un ambiente propicio al cambio buscado). La aplicación de instrumentos y procesos en los que directamente son responsables, con criterios de equidad, igualdad, mérito y capacidad.
II.
EL SERVICIO CIVIL CON ENFOQUE DE GENERO... UNA OPORTUNIDAD PARA LOGRAR LA EQUIDAD EN EL EMPLEO PUBLICO
El Sistema del Servicio Civil Nicaragüense se orienta a convertir a las personas integrantes del mismo en verdaderos servidores públicos, comprometidos con la tarea de brindar servicios públicos de calidad. Se propone garantizar la eficiencia de la Administración Pública y el establecimiento de estándares de calidad de vida laboral para el personal empleado. Se fundamenta sobre los siguientes principios Normadores:
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El principio de igualdad: como el derecho que tiene toda persona, sin discriminación de sexo, credo político, raza, religión, para optar a ser seleccionado, ingresar, capacitarse y ascender en la Administración del Estado, en igualdad de condiciones con respecto a los demás sujetos que reúnan las aptitudes, mérito y capacidad para el cargo. El principio de equidad, es la garantía del acceso y promoción equitativa de hombres y mujeres asegurando la observancia del principio de igualdad formal y material de la ley. El principio del mérito: como base para el funcionamiento del sistema. Definiendo el mérito como: las competencias (capacidades técnicas, gerenciales, las calidades académicas y de interacción humana) de las personas; el buen desempeño; la objetividad e imparcialidad en sus actuaciones y la experiencia laboral necesaria. El principio de capacidad: la demostración del o la funcionaria y empleada pública de sus aptitudes académicas, adaptación a cambios, responsabilidad, experiencia laboral, iniciativas y aportes realizados en la institución. El principio de legalidad: el obligado respeto y observancia a la Constitución y las leyes, por parte de las y los servidores público. El principio de Libertad Sindical: donde los Servidores Públicos tienen plenos derechos y libertades de organización gremial. El principio de Igualdad de trato y condiciones de trabajo: que garantiza las prerrogativas, derechos, facultades y oportunidades que de su letra y espíritu se desprendan de la Ley de Servicio Civil y de la Carrera Administrativa, sin discriminación por motivo de credo político, raza, sexo, idioma, origen, posición económica y condición social. El Sistema del Servicio Civil, basado en el principio del "mérito", pretende asegurar: 1. La igualdad en el ingreso al Servicio Civil y en la promoción dentro del sistema. 2. La objetividad, mediante la aplicación de criterios técnicos establecidos, en los procesos de decisión relacionados con el manejo de los recursos humanos (selección de personal, evaluación del desempeño, promoción, etc.). 3. Una evaluación del desempeño objetiva, con el propósito de valorar el aporte individual del o la servidora pública, al cumplimiento de las metas y objetivos de la institución y de estimularlos a través de la retribución, capacitación, promoción y/o sanción de una actuación no deseada. 4. Promoción basada en el desempeño individual y/o en pruebas que garanticen el ascenso por mérito. 5. Profesionalización del personal mediante capacitación continua que responda al interés/necesidades de mejoramiento de la administración. 9
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6. Equidad retributiva, en correspondencia al nivel de responsabilidad del cargo. Las entidades responsables del desarrollo de la Reforma del Servicio Civil Nicaragüense han considerado que para asegurar los objetivos planteados para el Sistema del Servicio Civil, es necesario un compromiso efectivo con el logro de la igualdad real entre mujeres y hombres, miembros activos o potenciales, del Servicio Civil. La Reforma del Servicio Civil se orienta a profundizar el proceso de Modernización del Sector Público, y se convierte en un elemento estratégico para los cambios que se esperan obtener siendo las y los servidores públicos los actores de este cambio. Esto implica un autoentendimiento y de actitudes (al servicio a la población), una transformación de la cultura de hacer hacia una cultura de resultados e impactos, una modificación de criterios de ingreso, permanencia e incentivos basados en el mérito y el profesionalismo y una transformación de la cultura interna, de los valores y estilos de dirección. La necesidad de analizar estos procesos y sus premisas con un enfoque de género se basa en dos razones. Por un lado una institución difícilmente podrá implementar políticas institucionales con equidad de género si en su interior no se refleja la diversidad de la población y sus necesidades y potencialidades. En este sentido la diversidad interna permite un entendimiento y acercamiento menos sesgado a la realidad y contrapesar la preferencia masculina en la definición de prioridades, recursos y argumentos. Por otro lado, las premisas mismas de estas reformas no se podrían cumplir adecuadamente sin identificar y superar los sesgos de género del mismo personal. Es conocido que los criterios de mérito y profesionalismo son solo neutrales en teoría porque no escapan de la subjetividad y la discrecionalidad en su aplicación. Por tanto, las razones que sustentan la necesidad de incorporar el Enfoque de género en la Reforma del Servicio Civil son: -
Las desigualdades entre hombres y mujeres tienen efectos sobre las personas porque limitan sus posibilidades para incrementar la eficacia de su gestión, expresada en la satisfacción de las demandas y en la calidad de sus productos o servicios.
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La existencia de sesgos discriminatorios de género, mayoritariamente en desventaja para las mujeres, evidenciados en los resultados del Diagnóstico de Género del Empleo Público Nicaragüense, fundamentalmente en el acceso a cargos de dirección, remuneración y capacitación y desarrollo.
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Los esquemas o estereotipos de género (percepciones sobre lo que es ser hombre o ser mujer) pueden interferir con los principios definidos para el sistema del Servicio Civil y, por tanto, limitar la implantación de un sistema basado en el principio del "mérito".
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Las desigualdades de género en el empleo público surgen de esquemas colectivos de pensamiento muy interiorizados que dificultan su propio reconocimiento y exigen tratamientos específicos para su superación. 10
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A diferencia de otras causales de discriminación que actualmente obtienen sanciones sociales negativas, como el racismo y el clientelismo, todavía no hay sanciones establecidas para la discriminación de género.
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La experiencia de otros países indica que es necesaria la definición de políticas y el establecimiento de medidas concretas y explícitas para superar la discriminación de género.
Una dificultad para detectar la realidad, la constituye la falta de información diferenciada por género, para avanzar en esta dirección y propiciar el acercamiento objetivo a esta realidad que debe ser cambiada, el primer y fundamental paso es ver y reconocer el problema que debe ser superado. Es necesario producir nuevas formas de aproximación a la realidad. Aprender a verla de otra manera. Es preciso entrenarse en captar y analizar la realidad con el lente de género para poder comenzar a comprender las implicaciones que tiene la dimensión genérica en las instituciones: -
Entender cómo se produce la construcción genérica de la sociedad y cómo ella se introduce y manifiesta en un producto social como la organización.
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Qué fuerzas actúan para mantener este estado de cosas y por qué.
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Qué ganancias representa para la institución, y su personal, el construir ambientes más equitativos, superando las relaciones desiguales de género.
Sin este conocimiento es imposible construir o avanzar hacia el convencimiento y la voluntad necesarios para iniciar, desarrollar y culminar con éxito un cambio organizacional en esta dirección. Un conocimiento adecuado de la realidad genérica de la organización permite establecer criterios para la definición de políticas, procedimientos y acciones válidas y eficaces, para cambiarla.
III.
RECOMENDACIONES PARA LOGRAR EQUIDAD DE GENERO EN LOS SISTEMAS Y PROCESOS DE GERENCIA DE RECURSOS HUMANOS
A partir de los Sistemas y procesos de Gestión de Recursos Humanos diseñados en el Modelo del Servicio Civil Nicaragüense, se ha intentado elaborar algunas recomendaciones para promover la equidad en la aplicación o desarrollo de cada uno de ellos, las que se detallan a continuación, intentando que las mismas sirvan de guía y referencia al personal directivo quienes dirigen, planifican, coordinan supervisan y evalúan las tareas asignadas al personal de su respectiva área; reclutan, deciden quién o quiénes ingresan al servicio público y se capacitan e inciden sobre los aspectos retributivos e incentivos de este personal. Así mismo al personal de las áreas de recursos humanos de las instituciones públicas, en la 11
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búsqueda de lograr mayores niveles de equidad de género en el empleo público, tarea difícil y de largo plazo, sin embargo este esfuerzo puede contribuir a dar los primeros pasos en ese largo camino por andar. 4.1
En el proceso de análisis, descripción y valoración de cargos: Para la definición de la muestra de las personas a entrevistar por cargo, es conveniente seleccionar a personal con experiencia suficiente para asegurar el conocimiento más preciso y real del contenido de cada cargo y siempre que sea posible, asegurar que en la selección de personas a entrevistar para el análisis de cada cargo, haya hombres y mujeres, especialmente, en el caso de los cargos tradicionalmente tipificados como masculinos o femeninos con el fin de lograr una mayor representatividad de las características y competencias en la descripción. En la denominación de cargos evitar, hasta donde sea posible, que las mismas sean definidas basándose en formas tradicionales que vinculan el cargo a personal de un solo sexo. En el levantamiento y análisis de la información: evitar prejuicios basados en los estereotipos de género, procurando obtener la información de la forma más objetiva posible, sin que interfiera el sexo de la persona que ocupa el cargo. En la redacción de las descripciones de cargos: Este es otro momento en el que las concepciones de género pueden influir en las decisiones sobre el tipo de información a incluir y la forma de hacerlo. Debido a la existencia de segregación de las ocupaciones por sexo en el mercado de trabajo (ocupaciones identificadas como propias de hombres o de mujeres), con frecuencia, en la redacción de las descripciones de los puestos de trabajo, se pierde la objetividad existiendo la tendencia a generizar las ocupaciones, lo que se expresa en su denominación y contenido organizativo. La experiencia de algunos países europeos con muchos años de uso de sistemas técnicos en el manejo del empleo, indica que los puestos típicamente femeninos presentan la tendencia a una descripción débil o insuficiente de sus contenidos organizativos, en comparación con los puestos típicamente masculinos. Se han observado ciertas incoherencias o diferencias en la manera de describir un trabajo masculino y femenino en detrimento de este último. En la definición de requisitos del cargo: esforzarse por identificar todos los requisitos que son realmente necesarios para su buen desempeño. Hay que evitar la expresión o presentación de requisitos que implícita e injustificadamente, favorezcan a uno de los sexos, discriminando al otro, para ocupar el cargo. También se observa cierta tendencia hacia el establecimiento magnificado de requisitos para cargos típicamente masculinos y a la inversa en el caso de cargos típicamente femeninos, se recomienda no establecer las cualidades y/o características personales requeridas para el desempeño exitoso del cargo, en dependencia del sexo de la persona que lo ocupa, sino tomando en consideración las requeridas para el tipo de servicio al que pertenece el cargo. 12
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Reforzar el mensaje de que el cargo puede ser ocupado por un hombre o por una mujer, cuidando el lenguaje que se utiliza. Por ejemplo, al referirse a la formación básica y especializada del cargo utilizar el masculino y femenino: graduada (o) en; o en la denominación del cargo: técnica(o) agropecuario. En la revisión de la descripción del cargo: evitar que se produzcan subjetividades como consecuencia de los prejuicios (edad, experiencia, actitudes o conducta personal) y estereotipos de género por asociaciones entre la descripción y las personas que desempeñan el cargo. En la realización del análisis comparativo para efectos de darle un valor cuantitativo a los cargos resulta útil identificar entre los cargos con puntajes más bajos, los que tradicionalmente son desempeñados por hombres y por mujeres, este análisis puede realizarse también con los cargos que hayan obtenido los puntajes más altos. Compararlos puede ayudar a descubrir valoraciones inadecuadas por razones de género. 4.2
En el Proceso de Reclutamiento y Selección del personal Actualizar la descripción del cargo, analizando con objetividad el documento fuente de información, que es la descripción del cargo, para evitar que desde ésta, se le asigne sexo a la ocupación y/o se generen discriminaciones por establecer requisitos para la persona no relacionados estrictamente con el desempeño del cargo. En la elaboración de perfiles de cargos y candidatos/as, evitar el uso del lenguaje que asigne un determinado sexo para la persona potencial ocupante del cargo; procurar no establecer requisitos que favorezcan sólo a uno de los dos sexos; así como incorporar méritos, competencias, conocimientos y habilidades que correspondan a ambos sexos, de acuerdo a las características del trabajo y del cargo. En la definición de criterios y puntajes para la selección: hay que cuidar qué aspectos se incluyen entre las características personales y la forma de expresión de los mismos, para evitar subjetividades en la valoración de las personas aspirantes. Este esfuerzo tiene sentido si no se desea transmitir mensajes que, implícitamente, excluyan a personas del sexo femenino potencialmente interesadas en el cargo. En cuanto a los puntajes de valoración, debe cuidarse que se ajusten al nivel de importancia real que cada aspecto/criterio establecido tiene para el buen desempeño del cargo. Hay que evitar sobrevaloraciones o subvaloraciones basadas en percepciones culturales y no en la realidad del cargo. En la constitución del Comité de Selección: se debe procurar que esté conformado en lo posible por personal de ambos sexos, para contribuir a un análisis de las personas aspirantes más equilibrado y disminuir apreciaciones subjetivas por razones de género. En las bases de la convocatoria: en términos generales, se debe explicitar que el puesto puede ser desempeñado por personas de ambos sexos. 13
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Si la institución tiene una política activa de mejoramiento del balance de género en áreas en que uno u otro sexo está subrepresentado, debe mencionarse e, incluso, agregar frases o expresiones que animen a las mujeres o a los hombres, según el caso, a postularse como candidatas/os para ocupar los puestos de trabajo ofertados. En los anuncios o publicaciones de la convocatoria: utilizar formas y medios de difusión que garanticen el conocimiento del proceso a lo interno de la institución y que, a lo externo, lleguen tanto a mujeres como a hombres, tomando en cuenta el perfil de audiencia de cada medio utilizable. Para fortalecer la cantera del reclutamiento: construir un banco de recursos humanos con diferentes formaciones que podrían interesar a la organización, sobre la base de los curricula y las solicitudes de empleo recibidas. Se debe asegurar información suficiente de mujeres de diferentes perfiles profesionales. En la revisión y análisis de documentos: se debe actuar con ética y apego a los criterios de selección definidos para el proceso, evitando la aplicación de "criterios ocultos" y no explícitos. Hay que cuidar la tendencia a una decisión basada más en el sobrecumplimiento que el cumplimiento de los requisitos. Es común que se prefiera a la persona que “sabe más”, independientemente de si esos conocimientos tienen utilidad real para el cargo. Está comprobado que de acuerdo a la cultura de cada país, hay elementos que son valorados muy especialmente (por ejemplo, la formación y/o experiencia de trabajo en el exterior) aunque no sean un requisito para desempeñar el cargo en cuestión. El acceso a la formación y a determinados espacios laborales es diferenciado por sexo, normalmente en desventaja para las mujeres. De esta forma, se limitan artificialmente las posibilidades de las mujeres candidatas para ser seleccionadas. En la realización de entrevistas: es importante asegurar que no exista ningún sesgo negativo para las candidatas o candidatos a ocupar un puesto, por los esquemas discriminatorios de género o de cualquier otra índole (edad, estado civil, raza, etc.). De esta forma se establecerán entrevistas objetivas y no discriminatorias. Para esto se sugiere: -
Adecuar los guiones de entrevistas para ser utilizados con personal de ambos sexos.
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Asegurar que las preguntas que se realicen se relacionen únicamente con los requerimientos del trabajo y que permitan no sólo conocer las actividades realizadas anteriormente, sino también las capacidades desarrolladas en experiencias laborales anteriores y en la vida cotidiana. Es decir, es importante buscar el curriculum oculto de candidatos y candidatas que, con frecuencia, no se explicita en los documentos presentados.
En la realización de pruebas técnicas y psicométricas: para medir o evaluar conocimientos, aptitudes, habilidades y rasgos de personalidad, se debe asegurar que éstas no sobrevaloren habilidades y aptitudes identificadas socialmente como propias de uno u otro sexo. 14
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Por ejemplo, valores como la audacia, competitividad o la firmeza, son reconocidos culturalmente como aspectos de lo masculino y generalmente tienen una valoración positiva; mientras que la modestia, la negociación y buenas relaciones humanas, caracterizadas como cualidades femeninas tienen menor valoración social. -
Interpretar las preguntas de los test y pruebas técnicas o profesionales teniendo en cuenta la influencia de los factores culturales que puedan producir un comportamiento o reacción diferente entre hombres y mujeres.
-
Considerar que la tabla o escala que se utiliza para valorar las pruebas psicométricas debe ajustarse a baremos nacionales y a las particularidades de uno y otro sexo.
En la selección y contratación de personal: aún cuando todas las personas están influidas por los factores culturales que condicionan una u otra decisión, en la búsqueda efectiva de la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en el acceso al empleo, es conveniente definir políticas específicas que ayuden a superar las barreras culturales de género. Los siguientes son algunos ejemplos: -
Procurar que en la presentación de candidaturas a los cargos, siempre se incluyan mujeres, de acuerdo a sus méritos y capacidades.
-
Fomentar, mediante políticas concretas, la contratación de mujeres u hombres en puestos y categorías ocupacionales en los que están subrepresentadas/os o no existen. Un ejemplo de política en este sentido es el establecimiento de normas como: "en igualdad de condiciones, se contratará preferentemente a una mujer o un hombre, según el sexo que esté subrepresentado". Otro ejemplo: el establecimiento de programas de capacitación para promover la movilidad de personal activo femenino o masculino hacia determinadas áreas mayoritariamente masculinas o femeninas. O establecer cuotas mínimas temporales para la selección y contratación de mujeres u hombres, que reúnan los requisitos de idoneidad, para ocupar cargos con fuertes sesgos masculinos o femeninos.
4.3
En el Sistema de Capacitación En la detección de necesidades: debe incluirse a todo el personal de la institución, sin preconceptos o ideas previas sobre necesidad o disposición frente a la capacitación de determinados miembros o grupos del personal institucional. En el análisis de la información: analizar entre otras cosas, en qué áreas se presentan mayores necesidades de capacitación; si ellas corresponden a la parte sustantiva de la organización; si las necesidades planteadas llenan vacíos técnicos determinantes para obtener resultados efectivos en el desempeño de los puestos. 15
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Evitar la consideración de intereses individuales que no correspondan a intereses institucionales, independientemente del nivel de frecuencia con que dichas demandas aparezcan. Identificar las demandas de capacitación del personal femenino en temáticas relacionadas con áreas de trabajo en las que las mujeres están subrepresentadas. Responder a estas demandas puede resultar beneficioso tanto para el personal femenino interesado como para la institución, al propiciar una mayor diversidad de éstas áreas. En la elaboración del plan: los objetivos, estrategias y contenidos temáticos deben ser formulados con criterios técnicos. Deben incluirse las necesidades de capacitación del personal que satisfagan los criterios establecidos, independientemente del sexo, estado civil, número de hijos, etnia o condición social. En la selección del personal a participar en diferentes eventos de capacitación debe asegurarse la correspondencia con el desempeño en el puesto de trabajo, el mérito profesional y los requerimientos institucionales. La selección de personal a capacitarse no debe ser afectada por estereotipos o supuestos previos. Por ejemplo, la idea de que las mujeres tienen limitaciones para ausentarse del hogar o trasladarse a otra localidad puede resultar discriminatoria para el sexo femenino, si en base a ella se decide no considerar a las potenciales interesadas. Se debe dar la oportunidad a que sean ellas mismas las que decidan. Establecer políticas institucionales de equidad, que incentiven la participación del personal femenino en los procesos de capacitación y desarrollo, sobre todo, en aquellos cursos que permitan la promoción y acceso a cargos que tradicionalmente han sido ocupados por hombres. No basta con ofertar la capacitación a todas las personas, es necesario diseñar esta oferta de forma tal que las personas puedan hacer uso efectivo de la misma. Incluir entre los puntos o elementos del seguimiento y de las evaluaciones aspectos relevantes según las condiciones y tipo de vida del personal femenino (si resultan adecuados, por ejemplo, el horario, la ubicación del local, las condiciones de privacidad del alojamiento o si se brindan las condiciones para una efectiva participación en el desarrollo de la actividad). Es importante analizar las evaluaciones orientadas a valorar la reacción del personal participante desagregadas por sexo. Esto permitirá identificar si hay diferencias entre la valoración de los y las participantes para buscar las explicaciones correspondientes. La evaluación de impacto debe asegurar en su diseño la inclusión del tema de la equidad de género y planificar cómo será desarrollado. Es importante analizar la correspondencia entre la composición por género de las personas participantes en las actividades y la del personal total de las áreas de trabajo respectivas; el nivel de deserciones y/o ausencias por género; las diferencias relevantes entre las evaluaciones de hombres y mujeres. Si surgen diferencias 16
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importantes debe buscarse la razón de las mismas. En la definición de las personas-fuente para la investigación, debe asegurarse que se incluya un número apropiado de mujeres y hombres. 4.4
En el Sistema de Retribución Al identificar las formas de retribución existentes, además de reconocer los cargos que perciben diferentes formas de retribución, es conveniente conocer si éstos son ocupados mayoritaria o exclusivamente por hombres o por mujeres. De esta manera, se determinará si algunas de éstas formas de retribución benefician particularmente a uno u otro sexo, sin ninguna justificación técnica. Al identificar las concentraciones, dispersiones e incongruencias por clases de cargos, niveles y tipos de servicio, analizar si las dispersiones e incongruencias retributivas reflejadas en el gráfico, representan cargos ocupados mayoritariamente por hombres o por mujeres. Al elaborar el informe del análisis, es importante expresar de manera técnica y objetiva, los hallazgos de la práctica retributiva que reflejen diferencias de género claramente identificadas, así como las recomendaciones pertinentes para la superación de la situación encontrada. Al analizar la retribución por clase de cargos, niveles y tipo de servicio, identificar si éstos cargos son ocupados por hombres o mujeres, con el propósito de valorar si las desigualdades se producen mayoritariamente entre cargos ocupados por personas de distinto sexo. De igual manera, identificar las desigualdades existentes en la retribución de los cargos que son ocupados mayoritaria o exclusivamente por uno u otro sexo. Por ejemplo: secretarias, conductores, enfermeras, médicos. Al comparar la retribución entre las diferentes áreas de la institución, procurar hacerlo técnica y objetivamente, estableciendo similitudes de los cargos en términos de requisitos, responsabilidad y complejidad de las funciones asignadas a los mismos con la finalidad de identificar dónde se producen desigualdades en la retribución. Así mismo, como parte del análisis, es importante identificar si los cargos en donde se producen estas desigualdades, están ocupados por personas de uno u otro sexo. Al elaborar el informe del análisis, es importante expresar de manera técnica y objetiva, los hallazgos que reflejen iniquidades y desigualdades retributivas identificadas entre cargos con iguales contenidos, requisitos, responsabilidades y complejidad de las funciones. Debe señalarse si las desigualdades encontradas afectan o benefician mayoritariamente a hombres o mujeres y hacer las recomendaciones pertinentes a la situación encontrada. 17
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Al realizar análisis de competitividad externa y definir la muestra de cargos sujetos del estudio, se debe procurar que exista entre los mismos cierta similitud para garantizar la objetividad de los resultados del estudio comparativo. La muestra debe incluir cargos que sean ocupados por hombres y mujeres, procurando el equilibrio en la composición por sexo de los mismos. Al analizar la información resultante de la práctica retributiva actual, equidad y competitividad se debe prestar atención a los sesgos de género identificados, así como a las recomendaciones correspondientes para cada uno de los aspectos señalados en los respectivos informes. En la definición de criterios y elementos a incluir en la política retributiva, se recomienda prestar atención a los sesgos de género identificados en el análisis de información y proponer líneas de política y acción tendientes a disminuirlos y superarlos. De igual manera, se deben definir elementos y criterios, que propicien el equilibrio de los beneficios que la política retributiva establezca, garantizando igualdad de condiciones y trato para hombres y mujeres. En la definición de montos, se debe procurar un equilibrio que asegure una retribución justa para hombres y mujeres en correspondencia con el contenido organizativo y la contraprestación de servicios. Por ejemplo, priorizar o focalizar la disponibilidad de la institución para retribución variable en montos elevados para los cargos directivos de alto nivel, se convierte de hecho en un elemento profundizador de las desigualdades de género en la remuneración, ya que estos cargos son ocupados mayoritariamente por personal masculino. En la negociación de la tabla salarial, procurar que se realice de manera integral para todos los cargos de una misma institución, en correspondencia a la política salarial vigente, con el propósito de garantizar la equidad interna y evitar el riesgo de que los resultados de la negociación tenga efectos discriminatorios de género. Además, se recomienda asegurar la representación femenina en los grupos de negociación de los salarios. Al autorizar la asignación de la retribución fija, fundamentar la toma de decisiones en criterios técnicos y objetivos que justifiquen la designación del o los montos establecidos en la tabla salarial de referencia, para evitar cometer injusticias producto de la aplicación de otros criterios ajenos a los definidos en la política. Al otorgar a las personas los montos correspondientes a otras formas de retribución, se deben respetar los criterios establecidos en la política y asignar los montos que correspondan a cada concepto, evitando concientemente desviaciones producto de los sesgos de género identificados en el diagnóstico de la práctica retributiva en la institución. La actualización de la retribución variable debe realizarse a los períodos establecidos, 18
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sin más requisitos que los definidos en la política retributiva, aplicándose de igual manera para hombres y mujeres.
IV.
CONCLUSIONES
Como se ha descrito en los capítulos anteriores, el Programa de Reforma y Modernización del Estado, incorporó como uno de sus componentes transversales el enfoque de género, en primer lugar como un elemento del desarrollo, ya que la principal finalidad del Estado es garantizar el bienestar y el desarrollo de la sociedad a la que sirve, y esto requiere la superación consciente de cualquier desigualdad que obstaculice el bien común. En segundo lugar, lograr la equidad de género es un objetivo para asegurar la eficiencia económica y social, ya que las desigualdades de género son barreras que limitan el crecimiento económico y su fin último, que es el mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Las desigualdades de género afectan las posibilidades de desarrollo futuro y sostenible de la sociedad en su conjunto. Y en tercer lugar, la equidad entre hombres y mujeres, permite el crecimiento de las potencialidades y de las ventajas competitivas del capital humano del país, lo cual es absolutamente necesario para lograr una gestión pública eficiente y efectiva. Por tanto una Administración Pública moderna y eficiente debe gestionar los recursos de forma eficiente y efectiva en beneficio de la Ciudadanía, aplicando normas fundamentadas en decisiones objetivas y transparentes con base a criterios técnicos y éticos, para lograrlo se requiere contar en el servicio público con mujeres y hombres profesionales imparciales, eficientes y motivados para dar respuesta a las demandas de la ciudadanía. Por ello consideramos que las tareas que se requieren desarrollar para lograr una efectiva incorporación del enfoque de género en la implantación de un Sistema de Servicio Civil sobre la base del mérito deben considerar las siguientes acciones: Incorporar el enfoque de género al marco jurídico del Proyecto de Ley del Servicio Civil y de la Carrera Administrativa, Reglamento, Políticas, Normas y Procedimientos que se deriven. Identificar y valorar las manifestaciones de discriminaciones de género existentes en las instituciones. Elaborar propuesta de Política de Recursos Humanos que incorpore acciones tendentes a superar la problemática detectada. Aplicar sistemas y procesos de gestión de recursos humanos sobre la base de la equidad, igualdad, el mérito y la capacidad. Aplicar herramientas técnicas para conocer y prevenir sesgos de género en las instituciones. Capacitar al personal directivo y de las áreas de recursos humanos de las 19
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instituciones públicas para que conozcan e identifiquen la problemática y fortalezcan sus capacidades técnicas, que les permita superar en la práctica cotidiana la falta de equidad en la aplicación de las políticas, sistemas y procesos de gestión de recursos humanos. Con ello se espera contribuir hacia el tránsito de una Gerencia de Recursos Humanos basada en el mérito y comprometida con la equidad de género, aportando al logro de mayores niveles de eficiencia y efectividad en la gestión pública en correspondencia con las necesidades y condiciones diferenciadas de hombres y mujeres Nicaragüenses.
V.
BIBLIOGRAFÍA
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