GARCILASO UN NUEVO MODELO POÉTICO
SONETO •
SONETO DE REPENTE
De "La niñ niña de Plata"
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Un soneto me manda hacer Violante; Violante; en mi vida me he visto en tal aprieto, catorce versos dicen que es soneto, burla burlando van los tres delante.
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Yo pensé pensé que no hallara consonante, y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
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Por el primer terceto voy entrando, y aun parece que entré entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
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Ya estoy en el segundo, y aun sospecho que estoy los trece versos acabando: contad si son catorce, y está está hecho.
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EN GARCILASO LA ESTRUCTURA DE LOS SONETOS ES LA SIGUIENTE: – CUARTETOS: Serenidad, meditació meditación o saber – TERCETOS: Acció Acción, afirmació afirmación (sentir), convicció convicción o promesa. ESTRUCTURA EN LOS SONETOS DE CARPECARPE-DIEM: -Esquema de imitació imitación epicú epicúrea precedido por: Ponderació Ponderación de la belleza presente. Ponderació Ponderación amenaza por la segura pérdida futura.
ESPÍRITUS SUTILES: ENCUENTRO CON LA
).
AMADA (TEORÍA DEL ENAMORAMIENTO ESCRITO ESTÁ ESTÁ EN MI ALMA VUESTRO GESTO Escrito está está en mi alma vuestro gesto y cuanto yo escribir de vos deseo; vos sola lo escribistes, escribistes, yo lo leo tan solo, que aun de vos me guardo en esto. En esto estoy y estaré estaré siempre puesto; que aunque no cabe en mí mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto. Yo no nací nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida; por há hábito del alma misma os quiero; cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir y por vos muero.
ENCUENTRO CON LA AMADA • SONETO XXVII
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Amor, amor, un hábito vestí el cual de vuestro paño fue cortado; al vestir ancho fue, mas apretado y estrecho cuando estuvo sobre mí.
SONETO VII No pierda má más quien ha tanto perdido; bástate, amor, lo que ha por mí mí pasado; válgame ora jamá jamás haber probado a defenderme de lo que has querido.
Después acá de lo que consentí, tal arrepentimiento m’ha tomado que pruebo alguna vez, de congojado, a romper esto en que yo me metí;
Tu templo y sus paredes he vestido de mis mojadas ropas y adornado, como acontece a quien ha ya escapado libre de la tormenta en que se vido. vido.
mas ¿quién podrá deste hábito librarse, teniendo tan contraria su natura que con él ha venido a conformarse? Si alguna parte queda, por ventura, de mi razón, por mí no osa mostrarse, que en tal contradición no está segura.
Yo habia jurado nunca má más meterme, a poder mio y a mi consentimiento, en otro tal peligro como vano; mas del que viene no podré podré valerme, y en esto no voy contra el juramento, que ni es como los otros ni en mi mano.
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CANCIÓ CANCIÓN IV 1.
El aspereza de mis males quiero
que se muestre tambié también en mis razones, como ya en los efetos s’ha mostrado; lloraré lloraré de mi mal las ocasiones, sabrá sabrá el mundo la causa porque muero, y moriré moriré a lo menos confesado, pues soy por los cabellos arrastrado de un tan desatinado pensamiento que por agudas peñ peñas peligrosas, por matas espinosas, corre con ligereza má más que el viento, bañ bañando de mi sangre la carrera. Y para má más despacio atormentarme, llé é vame alguna vez por entre flores, ll adó adó de mis tormentos y dolores descanso y dellos vengo a no acordarme; mas él a má más descanso no me espera: antes, como me ve desta manera, con un nuevo furor y desatino torna a seguir el áspero camino.
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SONETO VIII
De aquella vista pura y excelente salen espirtus vivos y encendidos, y siendo por mis ojos recebidos, recebidos, me pasan hasta donde el mal se siente; éntranse en el camino fá fácilmente por do los mios, mios, de tal calor movidos, salen fuera de mí mí como perdidos, llamados d’aquel bien que ’stá stá presente. Ausente, en la memoria la imagino; mis espirtus, espirtus, pensando que la vían, an, se mueven y se encienden sin medida; mas no hallando fá fácil el camino, que los suyos entrando derretí derretían, revientan por salir do no hay salida.
HOMO VIATOR SONETO I
Cuando me paro a contemplar mi estado, y a ver los pasos por do me ha traí traído, hallo, segú según por do anduve perdido, que a mayor mal pudiera haber llegado; mas cuando del camino estó estó olvidado, a tanto mal no sé sé por dó he venido; sé que me acabo, y má más he yo sentido ver acabar conmigo mi cuidado. Yo acabaré acabaré, que me entregué entregué sin arte a quien sabrá sabrá perderme y acabarme, si ella quisiere, y aun sabrá sabrá quererlo; que pues mi voluntad puede matarme, la suya, que no es tanto de mi parte, pudiendo, ¿qué qué hará hará sino hacerlo?
CARPE DIEM EN TANTO QUE DE ROSA Y AZUCENA...
En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió escogió, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco enhiesto el viento mueve, esparce y desordena; coged de vuestra alegre Primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará Marchitará la rosa el viento helado; todo lo mudará mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre.
CARPE DIEM BARROCO •
ILUSTRE Y HERMOSÍ HERMOSÍSIMA MARÍ MARÍA... Ilustre y hermosí hermosísima Marí María, mientras se dejan ver a cualquier hora en tus mejillas la rosada Aurora, Febo en tus ojos y en tu frente el dí día, y mientras con gentil descortesí descortesía mueve el viento la hebra voladora que la Arabia en sus venas atesora y el rico Tajo en sus arenas crí cría; antes que, de la edad Febo eclipsado y el claro dí día vuelto en noche obscura, huya la Aurora del mortal nublado; antes que lo que hoy es rubio tesoro venza a la blanca nieve su blancura: goza, goza el color, la luz, el oro.
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MIENTRAS POR COMPETIR CON TU CABELLO... Mientras por competir con tu cabello, oro bruñ bruñido al sol relumbra en vano; mientras con menosprecio en medio el llano mira tu blanca frente el lilio bello; mientras a cada labio, por cogello, cogello, siguen má más ojos que al clavel temprano, y mientras triunfa con desdé desdén lozano del luciente cristal tu gentil cuello, goza cuello, cabello, labio y frente, antes que lo que fue en tu edad dorada oro, lilio, lilio, clavel, cristal luciente, no só sólo en plata o viola troncada se vuelva, má más tú tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
SONETO X •
¡Oh dulces prendas por mí mí mal halladas, dulces y alegres cuando Dios querí quería! Juntas está á is en la memoria mí est mía, y con ella en mi muerte conjuradas.
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¿Quié Quién me dijera, cuando las pasadas horas en tanto bien por vos me ví vía, que me habí habíais de ser en algú algún dí día con tan grave dolor representadas?
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Pues en un hora junto me llevastes todo el bien que por té término me distes, llevadme junto al mal que me dejastes. dejastes.
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Si no, sospecharé sospecharé que me pusistes en tantos bienes, porque deseastes verme morir entre memorias tristes.
MITOLOGÍA •
DafneDafne-apolo
A Dafne ya los brazos le crecí crecían y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos qu’ qu’el oro escurecí escurecían; an; de áspera corteza se cubrí cubrían los tiernos miembros que aun bullendo ’staban; staban; los blancos pies en tierra se hincaban y en torcidas raí raíces se volví volvían. Aquel que fue la causa de tal dañ daño, a fuerza de llorar, crecer hací hacía este árbol, que con lá lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado, oh mal tamañ tamaño, que con llorarla crezca cada dí día la causa y la razó razón por que lloraba!
MITOLOGÍA • SONETO XV- ORFEO-EURÍDICE Si quejas y lamentos pueden tanto, que enfrenaron el curso de los ríos, y en los diversos montes y sombríos los árboles movieron con su canto; si convertieron a escuchar su llanto los fieros tigres, y peñascos fríos; si, en fin, con menos casos que los míos bajaron a los reinos del espanto, ¿por qué no ablandará mi trabajosa vida, en miseria y lágrimas pasada, un corazón conmigo endurecido? Con más piedad debría ser escuchada la voz del que se llora por perdido que la del que perdió y llora otra cosa.
MITOLOGÍA Si para refrenar este deseo loco, imposible, vano, temeroso, y guarecer de un mal tan peligroso, que es darme a entender yo lo que no creo. No me aprovecha verme cual me veo, o muy aventurado o muy medroso, en tanta confusió confusión que nunca oso fiar el mal de mí mí que lo poseo, ¿qué qué me ha de aprovechar ver la pintura de aqué aquél que con las alas derretidas cayendo, fama y nombre al mar ha dado, y la del que su fuego y su locura llora entre aquellas plantas conocidas apenas en el agua resfrï resfrïado? ado?
MITOLOGÍA Pasando el mar Leandro el animoso, en amoroso fuego todo ardiendo, esforzó esforzó el viento, y fuese embraveciendo el agua con um ímpetu furioso. Vencido del trabajo presuroso, contrastar a las ondas no pudiendo, y má más del bien que allí allí perdí perdía muriendo que de su propia vida congojoso, como pudo esforzó esforzó su voz cansada ya las ondas habló habló desta manera, mas nunca fue su voz dellas oída: «Ondas, pues no se excusa que yo muera, dejad me allá allá llegar, ya la tornada vuestro furor esecutá esecutá en mi vida» vida».
EPÍSTOLA A BOSCÁN •
Señ Señor Boscá Boscán, quien tanto gusto tiene de daros cuenta de los pensamientos, hasta las cosas que no tienen nombre, no le podrá podrá faltar con vos materia, ni será será menester buscar estilo presto, distinto d’ornamento puro tal cual a culta epí epístola conviene.
Iba pensando y discurriendo un dí día a cuá á ntos bienes alargó ó la mano cu alarg el que del amistad mostró mostró el camino, y luego vos, del amistad enjemplo, enjemplo,
A mi señ señor Durall estrechamente abrazá abrazá de mi parte, si pudierdes. pudierdes. Doce del mes d’otubre, otubre, de la tierra do nació nació el claro fuego del Petrarca y donde está están del fuego las cenizas.
ÉGLOGA I El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de contar, sus quejas imitando; cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, los amores, (de pacer olvidadas) escuchando. Tú, que ganaste obrando un nombre en todo el mundo y un grado sin segundo, agora esté estés atento só sólo y dado el ínclito gobierno del estado Albano; agora vuelto a la otra parte, resplandeciente, armado, representando en tierra el fiero Marte;
ÉGLOGA III: AUTOMITIFICACIÓN • Cerca del Tajo en soledad amena
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de verdes sauces hay una espesura, toda de yedra revestida y llena, que por el tronco va hasta la altura, y así la teje arriba y encadena, que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado con sonido alegrando la vista y el oído. Con tanta mansedumbre el cristalino Tajo en aquella parte caminaba, que pudieran los ojos el camino determinar apenas que llevaba. Peinando sus cabellos de oro fino, una ninfa del agua do moraba la cabeza sacó, y el prado ameno vido de flores y de sombra lleno.
INFLUENCIAS • SONETO • LIRA • EPÍSTOLA • ELEGÍA