Fundación PROARROZ. Líder en Competitividad para la Cadena del ...

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Opinión

Fundación PROARROZ

Líder en Competitividad para la Cadena del Arroz A partir del año 1989 se presentó una situación en el sistema productivo arrocero totalmente diferente a la de la década anterior, la apertura del mercado consumidor de arroz brasileño, con una demanda sostenida como resultado de su déficit productivo, promovió el desarrollo de los acuerdos comerciales extraoficiales entre los operadores de Argentina y Brasil y se puso en funcionamiento el Mercosur arrocero. Si bien el acuerdo de formación del Mercosur fue firmado en enero de 1995 en Ouro Pretto, Brasil, el "Mercosur del arroz" está funcionando desde el año 1990.

Ing. Agr. Hugo Muller Presidente de la Fundación PROARROZ

Brasil es el productor y el consumidor más importante del Mercosur y necesita importar aproximadamente 1 millón de toneladas de arroz pulido anualmente para cubrir su demanda interna. El arroz es, junto con el poroto negro, el principal componente de la dieta de ese país a pesar de que su consumo per capita ha descendido de 73 kg/año a 43 kg/año en la última década. Por el contrario, la Argentina y el Uruguay se caracterizan por un muy bajo consumo per capita, 6 kg/año y 8.5 kg/año respectivamente, con una activa y creciente producción que les permite ser los proveedores más importantes de este cereal al Brasil. La desaparición de las tarifas y otras barreras arancelarias intra Mercosur, así como el arancel externo (12-20%) para los arroces de otros países, han ubicado a la Argentina y al Uruguay en una situación de alta conveniencia para la comercialización del arroz en el Brasil. La ubicación geográfica y comercial preferencial de los dos países ha promovido un crecimiento sustancial en las áreas de producción, de la inversión y consecuentemente de su productividad y saldos exportables. Una de las características destacables del sector arrocero, incluyendo a la industria, ha sido la capacidad de reacción ante las señales positivas del mercado. Una demanda sostenida y precios convenientes alentaron la expansión de las empresas existentes e incrementaron el número de nuevos proyectos durante la década del noventa, proyectándose nuevamente una reactivación a partir de esta campaña. HISTORIA INSTITUCIONAL Desde 1988 fueron reincorporándose los técnicos que se encontraban capacitándose en diferentes programas de posgrado y se conformó un equipo de trabajo especializado en arroz en la Estación Experimental Agropecuaria Concepción del Uruguay del INTA. Con una masa crítica mínima se comenzó a elaborar un programa de acción cuyo principal objetivo fue la integración con todos los protagonistas de la cadena productiva. La elección de los interlocutores ocupó la prioridad número uno dentro de las actividades de gerenciamiento del proyecto y probablemente en ella residió la clave del éxito que tuvo este emprendimiento. El grupo convocado se conformó principalmente con asesores técnicos referentes del cultivo e industriales del sector, todos distinguidos por el denominador común de que la tecnología era una importante herramienta válida para el crecimiento del sector arrocero. De esta manera se inició la Asociación Pro-mejoramiento del Cultivo de Arroz que contó con la presencia de entidades representantes de los técnicos asesores (Asociación de Ingenieros Agrónomos del Nordeste de Entre Ríos), de los productores (Federación de Cooperativas Arroceras y Asociación de Plantadores de Arroz), de la industria (Cámara de Industriales del Arroz, CIALA y CIAER), de organismos de ciencia y técnica (INTA) y del Estado (Gobierno de la Provincia de Entre Ríos).

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El paso siguiente fue la generación de una propuesta con contenidos técnicos viables y absolutamente consensuada entre los integrantes, cuyos resultados produjeran un retorno para el sector. El contenido netamente técnico de la propuesta permitió la concreción de los trabajos y la evaluación objetiva de los mismos pero fundamentalmente generó confianza en el conjunto de los integrantes de la cadena agroalimentaria para lograr un foro de discusión y de opinión. Todos los participantes de la cadena agroalimentaria sin excepción se encuentran representados para establecer las prioridades de investigación así como para realizar los análisis críticos sobre los trabajos realizados. La pluralidad de ideas y el disenso para generar propuestas y discutir resultados son los dos mecanismos que aseguran la objetividad del accionar de la entidad y consecuentemente generan confianza en todos los participantes de la cadena. Aun entre aquellos que pueden tener intereses particulares opuestos se logra la decisión en función del objetivo grupal. Con estos principios queda en claro que esta entidad privilegia el beneficio del conjunto por sobre los intereses individuales. Las características del proyecto se pueden resumir en excelencia técnica, pluralidad de ideas y representatividad absoluta. El objetivo es la mejora permanente de la competitividad de la cadena arroz mediante el uso de la tecnología. Para ello se promociona la investigación y transferencia de tecnología generada por los entes calificados en cada tema específico y priorizados por un comité técnico. La elección de los operadores para los proyectos específicos se realiza sobre los antecedentes exclusivamente de calidad técnica, tratando de garantizar la mejor inversión del recurso y la objetividad de la elección. Gradualmente y a lo largo de 10 años de trabajo se diseñaron y planificaron estudios, se concretaron trabajos de investigación y se obtuvieron resultados que prestigiaron a este emprendimiento que ya adquiría el nombre de PROARROZ. Una vez establecido el prestigio técnico y ganada la confianza de todos los integrantes de la cadena agroalimentaria arroz, se inició la etapa de institucionalización que culminó en 1994 con la obtención de la personería jurídica en la forma de Fundación PROARROZ. Nuevamente se repiten los objetivos iniciales de este proyecto de promocionar la investigación y la transferencia de tecnología para la cadena, pero con la ventaja de imprimirle a este conjunto de esfuerzos y voluntades una entidad que lo identificaría como el foro técnico representativo del arroz. Los recursos para financiar los trabajos realizados durante estos diez años fueron provistos, en parte, por el aporte voluntario de un conjunto de empresas y productores y por otro lado, por las empresas de insumos. Si bien esta fuente de recursos había sostenido la evolución de la Fundación hasta el año 1999, se consideraba necesario lograr una fuente de financiación permanente para la planificación a mediano y largo plazo. Este objetivo caracterizó la etapa de autofinanciación que culminó con la sanción de la ley provincial N° 9228 denominada "Ley de Promoción para el Desarrollo Arrocero Entrerriano" por la cual los sectores de la producción y la industria aportan el 2 por mil y 1 por mil respectivamente de la venta de arroz. Sin duda, la seguridad de financiación para el funcionamiento de la Fundación ha sido un logro importante, pero aún más trascendente es que esta contribución surge de un acuerdo entre todos los aportantes convencidos de la necesidad de la tecnología para lograr competitividad. El funcionamiento de la fundación se desarrolla sobre una estructura mínima constituida por un consejo directivo en el que se encuentran representados todos los integrantes de la cadena y un comité técnico, que es el órgano de planificación y evaluación. El INTA fundamentalmente ha sido el organismo de ciencia y técnica en el cual la fundación ha confiado para la generación de tecnología. Sin embargo eso no excluye a otras instituciones, como por ejemplo las universidades, en cuyos casos la especialización en temas no cubiertos por el INTA las ubica en una mejor posición relativa para el trabajo que se haya priorizado. Es más, esta apertura a todos los centros de investigación permite la optimización en el uso de los recursos disponibles y la complementación y potenciación de los recursos humanos. La tarea de transferencia de tecnología esta preferentemente desarrollada por el conjunto

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de técnicos asesores, la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Nordeste de Entre Ríos, las cooperativas y las empresas líderes del sector. No es poco poder decir que toda la cadena agroalimentaria arroz realiza su aporte para sostener un programa de investigación y transferencia. Y decimos que no es poco, pues su significado va mas allá del mero valor económico que se invierte, indica sin lugar a dudas, que desde el productor hasta al industrial existe el convencimiento de que la tecnología es la herramienta determinante para alcanzar un alto nivel de competitividad y sostenibilidad de la actividad arrocera con respecto al resto del mundo. Nuestros competidores cuentan con "ventajas estatales" que difícilmente puedan ser logradas en nuestro país; sin embargo, y hasta en las peores condiciones del mercado, se ha logrado sostener la actividad del sector sin abandonar el continuo apoyo a la generación de tecnología. Estamos orgullosos de ser la primera entidad que a través de un acuerdo de integración pluralista ha contribuido al avance y la adopción de nuevas técnicas para el sector que representa. La Fundación PROARROZ es la entidad técnica referente de la cadena agroalimentaria arroz que inicia una nueva etapa caracterizada por un escenario económico con mayores oportunidades y desafíos, pero que le impone una mayor responsabilidad. Hoy, que los indicadores del mercado nos señalan una tendencia comercial más favorable, estamos preparados para aprovechar esas oportunidades aplicando los resultados generados por todos los entes de investigación ligados a la fundación. Sin la continuidad y el convencimiento de que estos aportes son una inversión esto no hubiera sido posible.

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