Experiencia religiosa y psicopatología - Actas Españolas de Psiquiatría

Palabras clave: Espiritualidad, Religión, Delirios, Depresión, Brujería. Religious experience and psychopathology. Psychiatry needs to deal with spirituality and ...
68KB Größe 12 Downloads 44 vistas
Original

Juan J. López-Ibor1, 2, 3, 4 María I. López-Ibor2, 3

Experiencia religiosa y psicopatología

1

3

2

4

Instituto de Psiquiatría y Salud Mental Hospital Clínico San Carlos Departamento de Psiquiatría Facultad de Medicina Universidad Complutense

La psiquiatría necesita ocuparse de la espiritualidad y de temas religiosos porque estos son preocupaciones ubicuas de los enfermos y manifestaciones frecuentes de las distintas enfermedades mentales. En la esquizofrenia y otros trastornos delirantes las preocupaciones giran en torno al sentido de la vida, el origen del universo y el entorno natural y social, en los estados depresivos la pregunta es el porqué de las pérdidas y de la muerte, en el trastorno obsesivo aparecen inquietudes sobre lo que es bueno y lo que es malo, en la anorexia nervosa sobre la identidad y el sometimiento corporales, en la dependencia a sustancias sobre el placer y la autodestrucción y en las reacciones de estrés sobre el sentido de los desastres. El estudio de las enfermedades demoniacas y de la brujería a través de los siglos ayuda a comprender la importante contribución de la medicina a la mejora del destino de las personas que padecen enfermedades mentales, algo que debe promocionarse por la recuperación de los aspectos de la patología mental que se relacionan con la espiritualidad. Palabras clave: Espiritualidad, Religión, Delirios, Depresión, Brujería

Religious experience and psychopathology Psychiatry needs to deal with spirituality and religious subjects because these are ubiquitous concerns of the patients and frequent manifestations of the different mental diseases. In schizophrenia and other delusional disorders, the concerns center on the meaning of life, origin of the universe and natural and social setting. In the depressive states, the question is why regarding losses and death. In obsessive disorders, there are preoccupations about what is good and what is bad, in anorexia nervosa on the identity and body subjugation, in substance dependence on pleasure and selfdistraction and in stress reactions on the meaning of the disasters. The study of demoniac diseases and of witchcraft throughout the centuries helps to understand the important contribution of medicine to the improvement of the fate of 104

CIBERSAM (Centro para la Investigación Biomédica en Red en Salud Mental) Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid. Spain

persons who suffer mental diseases, something that should be promoted for the recovery of the aspects of mental disease related with spirituality. Key words: Spirituality, Religion, Delusions, Depression, Witchcraft

Espiritualidad y psiquiatría La psiquiatría debe ocuparse de asuntos espirituales, entre otras razones, porque con mucha frecuencia los enfermos mentales tienen preocupaciones filosóficas, religiosas y espirituales. Las enfermedades mentales son enfermedades espirituales, por lo menos en la lengua alemana (Geisteskrankheiten). La espiritualidad “es la cualidad de interesarse por sentimientos y creencias profundas a veces de tipo religioso más que por aspectos físicos de la vida”1. Para muchas personas las inquietudes religiosas son uno de los valores más relevantes de su propia cultura y los factores socioculturales, incluyendo la religión, juegan un papel importante en las manifestaciones, la etiopatogenia, el curso, el tratamiento, la prevención y la rehabilitación de los trastornos mentales. Por otra parte, la religiosidad puede ser un factor importante en las decisiones clínicas. La religión juega un papel en el afrontamiento de la enfermedad y los enfermos dar más importancia a la espiritualidad que la población general. Esta influencia suele ser positiva (71%) aunque en otros casos es negativa (14%)2. En el primer caso la religión otorga un sentido a la enfermedad como don divino, prueba u ordalía o revelación. A pesar de ello, la bibliografía sobre este tema es escasa. Una búsqueda en PubMed (octubre 2011) sobre los temas theology, sprituality, religion ha proporcionado 46.690 resultados, de los cuales sólo 2.051 corresponden a psychiatry, 38 a mental disorders, 391 a schizophrenia y 1.446 a depression. En cambio hay cifras proporcionalmente más altas para cancer (2.397), nursing (5.352) y palliative (817).

Actas Esp Psiquiatr 2012;40(Supl. 2):104-10

Juan J. López-Ibor, et al.

Experiencia religiosa y psicopatología

La teología y la psicopatología se ocupan de aspectos fundamentales de la condición humana, pero están desavenidas por razones metodológicas e ideológicas. Desde una perspectiva más amplia cabe afirmar que la psiquiatría necesita de la espiritualidad, entre otras razones importantes, porque los pacientes mentales se enfrentan a asuntos de esta naturaleza. La religión implica valores específicos, personales y definidos. ¿Debe el médico encubrir su religiosidad? ¿Son los psiquiatras menos religiosos que otros médicos?3 ¿Debe un científico ser, o por lo menos comportarse como, un agnóstico? Los temas sobrenaturales son considerados por la ciencia como fenómenos naturales. El punto final de este proceso es el rechazo de la religiosidad, que si permanece, es sólo como la expresión de una necesidad humana. El colofón de esta postura es el rechazo de la religiosidad, que ha de ser considerada como la expresión de una necesidad humana. Voltaire: Si Dieu n’existait pas, il faudrait l’inventer. Mais toute la nature nous crie qu’il existe4. Desde la perspectiva de la psiquiatría, con mucha frecuencia, los fenómenos religiosos han sido considerados de forma restrictiva, bien como síntomas de una enfermedad mental grave, bien como rasgos de una personalidad insuficientemente desarrollada. Otras veces se considera que son algo demasiado íntimo y personal como para ser evaluados y, sobre todo, que son difíciles e incómodos de explorar en los enfermos. A pesar de ello, muchos pacientes graves recurren a creencias religiosas para afrontar su enfermedad. En un meta-análisis de 850 estudios, las personas experimentaron mejor salud y se adaptaban mejor al estrés si eran religiosas5. Otro meta-análisis muestra que las personas religiosas están físicamente más sanas y necesitan acudir menos a servicios sanitarios6. Oman y Thorensen7 distinguen entre factores corrientes tales como rasgos de la personalidad y los de índole física, genética y social, capaces de influir tanto en la religiosidad y la espiritualidad como el malestar y la psicopatología de los factores mediadores entre ambos ámbitos. Estos serían, el estilo de vida personal y el comportamiento en relación con la salud, los recursos sociales, la auto-estima y la eficacia personal, los recursos de afrontamiento, las actitudes, creencia y emociones positivas. Para resolver estas cuestiones es necesario recordar a Talcott Parsons, para el cual la acción humana es más que el resultado de factores biológicos, es el resultado de cuatro sistemas8: el sistema comportamental (“energético”) de necesidades biológicas; el sistema de la personalidad (“motivaciones”) de las características individuales que afectan su funcionamiento en la vida social; el sistema social (“normas”) formado por patrones de interacción social, especialmente estatus y rol social y el sistema cultural de valores que regulan la acción social de forma simbólica.

Psicopatología y fenómenos sobrenaturales Hay una cierta relación entre los diversos tipos de alteraciones psicopatológicas y las inquietudes espirituales de la persona afectada, que a continuación resumimos.

Actividad delirante y esquizofrenia Los pacientes delirantes suelen tener grandes preocupaciones sobre el sentido de la vida y la razón de ser de la naturaleza. Sin embargo, para el clínico estos fenómenos religiosos son meros síntomas, es decir, signos de una patología subyacente cuyo significado el médico es incapaz de explicar. Pero, la esquizofrenia es la enfermedad “religiosa” por excelencia. El paciente delirante crea mundos fantásticos, compuestos de temas fantásticos y de nuevos significados que en algunos casos se convierten en asombrosas visiones apocalípticas. Tanto es así que frecuentemente se ha considerado que chamanes y visionarios de otras culturas en la nuestra hubieran sido diagnosticados de esquizofrenia. También se ha afirmado que los pacientes con esquizofrenia no son más que genios fallidos en una sociedad que no tolera sus revelaciones y que necesita la complicidad de los psiquiatras para acallarlos. La importante presencia de temas religiosos y espirituales en la esquizofrenia puede aumentar el estigma de la enfermedad en una sociedad muy secularizada en la que la imagen negativa de la enfermedad mental se ve complementada por la de la superstición, la credulidad e ignorancia. La adherencia al tratamiento también se puede ver afectada por la religiosidad. En una muestra de más de cien enfermos con esquizofrenia estabilizados la tasa de falta de adherencia parcial o total determinada por la determinación de fármacos en sangre era del 32% casi un tercio manifestaron que sus creencias religiosas se oponían a la toma de psicofármacos, mientras que en el grupo de los que llevaban a cabo el tratamiento bien la cifra era del 8%. En el total de la muestra el 57% de los enfermos consideraban que la representación de su enfermedad estaba influida por sus creencias espirituales, en el 31% de forma positiva y en el 26% restante de forma negativa2.

Depresión, trastornos de ansiedad y suicidio En los estados depresivos aparecen con frecuencia preocupaciones sobre el significado de la pérdida y la muerte, sobre la responsabilidad y culpa. En cuanto a la ansiedad cabe recordar a Jung para el cual, las neurosis “tienen que ser comprendidas, en última instancia, como el sufrimiento de un alma que no ha descubierto su propio sentido” (Leiden der Seele die ihren Sinn nicht gefunden hat)9.

Actas Esp Psiquiatr 2012;40(Supl. 2):104-10

105

Juan J. López-Ibor, et al.

Experiencia religiosa y psicopatología

La práctica religiosa se asocia con un menor número de intentos de suicidio tanto en la población general como en una muestra de enfermos mentales, con independencia de sus efectos en los apoyos sociales, es decir no se trata del efecto indirecto de tener una mejor integración social10. En una muestra de enfermos con un trastorno bipolar, el 78% manifestaron tener fuertes convicciones religiosas y de hecho el 81,5% eran practicantes. La mayoría de ellos creían en que había una relación entre sus creencias y su enfermedad y en la quinta parte de ellos había algún tipo de conflicto entre las creencias y el modelo de la enfermedad o las recomendaciones del médico11.

Anorexia nerviosa La inanición voluntaria ha sido descrita desde la época helenística12 y el santoral católico está lleno de personas que, practicando el ayuno, han expresado su espiritualidad a través de un control extremo de su cuerpo, incluyendo la abstinencia de la comida13. El caso más paradigmático es el de Librada (que también aparece con los nombres de Liberata, Lisvrade), cuya leyenda ha ido incorporando gestas y se ha ido desgranando en otras santas a lo largo de un milenio. Decimos leyenda porque como tantos otros santos de los primeros siglos de la era cristiana ni figura en el Santoral de la Iglesia Católica, ni aparecen documentadas en las Actas de los Mártires14, ni en el Martirologio Romano15 aunque, curiosamente, si aparece alguna de sus hermanas como Santa Quiteria. El caso comienza en Balcagia, la actual Bayona (Pontevedra), hacia el año 119 siendo pretor de la Lusitania y de la Gallaecia Lucio Catelio (o Cathelo) Severo cuando Calsia, su esposa, estando su marido ausente visitando sus posesiones, dio a luz en el mismo parto a nueve niñas. Un parto múltiple era considerado como un oprobio, una ofensa para todo el linaje, porque se suponía que cada retoño es hijo de un padre diferente y una monstruosidad porque sólo los animales tienen partos de esta naturaleza, en especial el cerdo, que es animal sucio e impuro por antonomasia. Por estos motivos Calsia ordenó a su sirviente Sila, que la había ayudado en el trance, que en el mayor secreto ahogara en el río Miñor a las nueve recién nacidas antes de que su padre se enterara de que la madre había parido, buena prueba de un comportamiento impropio de un ser humano. Sin embargo, Sila, que era cristiana devota, decidió criar en secreto a las nueve hermanas, las cuales fueron educadas por San Ovidio, obispo de Braga, e hicieron, ya en su adolescencia, voto de castidad. En una de las muchas persecuciones a las que las autoridades romanas sometían a los cristianos Librada y sus hermanas fueron apresadas y llevadas ante el pretor. Calsia las reconoció y tuvo que confesar toda la verdad. Entonces Catelio quiso que sus hijas renunciaran a la fe 106

en Jesucristo, cosa a la que las hermanas se negaron, a pesar de que se les había ofrecido riquezas y honores. Entonces el pretor no tuvo otra salida que condenarlas a muerte, como ordenaba la ley. Para evitar que su padre tuviera que ordenar su ejecución y la tragedia que eso suponía, las hermanas decidieron escaparse a sabiendas que al final otros romanos acabarían con sus vidas, como así fue. Todas sufrieron martirio en diferentes lugares, y para algunos historiadores Santa Librada murió crucificada el 18 de enero de 139 en SainteLivrade-sur-Lot, en la Aquitania, donde según algunos historiadores también había nacido y no en Balcagia16. La leyenda de Santa Librada y sus ocho hermanas rememora el destino de Moisés, salvado de las aguas del Nilo para conducir al pueblo de Israel a la tierra prometida. De un modo análogo, el destino de las nueve santas hermanas es el de liberar a las naciones del yugo pagano y conducirlas al cristianismo, a través del ejemplo de su martirio. Otras versiones señalan fechas muy posteriores a la historia, ya que los primeros acosos a los cristianos en la Galia son del 177, durante la persecución de Marco Aurelio y están circunscritas al área de Lugdunum, la actual Lion, otra hipótesis sitúa los acontecimientos durante el dominio de Diocleciano en los inicios del siglo IV y otras ya en el siglo V durante la dominación bárbara de la Aquitania17. Otra versión de la leyenda sitúa a Librada en el siglo VIII, cuando aún niña, su padre, el rey de Portugal, probablemente pagano, la prometió en matrimonio al rey moro de Sicilia. Lo más probable es que ya antes Librada había hecho voto de castidad y pidió ayuda a Dios para que hiciera desaparecer de su cuerpo las formas femeninas, que ella combatía mediante el ayuno. La pérdida de peso pronto se acompañó de la aparición de lanugo, vello e incluso barba. Al final, Dios no tuvo más remedio que premiarla liberándola, de ahí el nombre de la Santa, del último atributo de su feminidad, el periodo menstrual. El final de la historia es que el rey, su padre, la mandó crucificar. La leyenda de Santa Librada se superpone con la de Wilgefortis, que también dejó de comer para evitar tener que contraer matrimonio. Muchos diccionarios de santos asimilan a Wilgefortis con Librada a pesar de que hoy está claro que son personajes e historias distintas aunque semejantes18. A esto hay que añadir que las representaciones de Santa Librada y las de sus hermanas pretenden destacar la belleza, la prudencia y la elocuencia que han de adornar una buena reina medieval, ya que no dejan de ser hijas de un rey terrenal, Catelio, y un rey celestial, Jesucristo, mientras que Wilgefortis en sus diversas versiones repele como mujer barbuda y masculinizada. El caso es que la rebeldía de Wilgefortis, imperdonable en la Edad Media, hizo fracasar los planes matrimoniales de su padre ya que el pretendiente rompió el compromiso pactado. En represalia, su progenitor la hizo crucificar, modo

Actas Esp Psiquiatr 2012;40(Supl. 2):104-10

Juan J. López-Ibor, et al.

Experiencia religiosa y psicopatología

de ejecución que no se había empleado desde la caída del Imperio Romano. Su martirio tuvo una gran repercusión y se extendió el ayuno como forma de evitar casamientos concertados por los padres. Las huellas visibles del ayuno, la pérdida de las formas femeninas, el crecimiento del vello y de la barba hicieron que la Santa fuera conocida y representada como santa barbuda, a veces con fisionomía masculina, como un Cristo crucificado. El mensaje no podía ser más claro, la rebeldía de la mujer adolescente sólo podía llevarla a renunciar y perder su feminidad a ser fuerte y virgen. De ahí el nombre de Wilgefortis, la virgen fuerte y otros que recibió como Dignefortis (‘la fuerte en su dignidad’) o Eutropia (‘la bien educada’). Se ha propuesto otra etimología para Wilgefortis, posiblemente más exacta, pero ignorada por el pueblo que había creado la leyenda. De acuerdo con ella, el nombre proviene del antiguo alto alemán hilge Vartz o Fratz ‘santo rostro’, traducción del nombre de un famoso cuadro el Volto Santo19, atribuido durante mucho tiempo a Nicodemo, discípulo de Jesús, que se venera en la Basílica de Lucca. El cuadro representa a un Cristo crucificado, coronado, barbudo, de cabellos luengos y un tanto andrógino, vestido con una larga túnica20. La Santa es invocada en momentos de crisis vinculadas a la condición femenina tales como en casos de esterilidad, cuando la esposa no “puede dar” un hijo al marido, para librarse de un matrimonio no deseado o para acabar con el tormento de uno ya consumado, para ocultar o terminar espontáneamente con un temido embarazo no deseado. Por eso recibe las advocaciones de Uncumber en inglés Oncommer o die heilige Kümmernis en alemán Comera, Cumerana, Komina, Kummernis, Kümmernis, Ontcommene y Ontcommer, Ontkommena y Uncumber, en otras lenguas germánicas, nombres derivan todos ellos de kummern ‘preocuparse’ y por lo tanto se recurre a la santa para pedir ser liberada de una carga o preocupación, práctica que se hizo extensiva a la invocación en el momento de la muerte. Por eso también recibió los nombres de Hulfe (de Hilfe, ‘ayuda’) y de Reginfledis. Bell21 ha descrito como muchas mujeres a las que hoy diagnosticaríamos de anorexia nerviosa ingresaban en conventos y se sometían a ayunos voluntarios para santificarse. En otros casos, como en el de Sor Juana Inés de la Cruz lo hacían para poder vivir en ambientes sociales reservados a varones y a mujeres con el riesgo de convertirse en “cortesanas”. La brillante biografía que Octavio Paz22 hace de ella es la mejor descripción que puede hacerse de la psicología de la anorexia nerviosa, en su vertiente creativa. Ya en los tiempos actuales hay evidencia de la religiosidad en esta enfermedad en estudios en los cuales las pacientes con anorexia nerviosa responden significativamente con mayor frecuencia de forma afirmativa a los items “leo la Biblia varias veces a la semana”, y “rezo varias veces al día”23.

Trastorno de estrés postraumático Los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York desencadenaron un gran aumento de la asistencia a servicios y prácticas religiosas. La religiosidad es parte de la resiliencia24, es decir, de la puesta en marcha de mecanismos protectores frente al trauma y sus consecuencias. De hecho un acontecimiento traumático puede dar lugar a una crisis espiritual y a cambios de la escala de valores de la persona. En un desastre, desde el punto de vista psicológico, el trauma real es la falta de significado. En ejemplo notable es el del poema de Voltaire sobre el terremoto de Lisboa25. Cabe recordar que este tuvo lugar el sábado1 de noviembre de 1755, día de Todos los Santos, a la hora de la misa mayor. Ya durante la madrugada anterior se habían observado efectos luminosos en el cielo, que quizá podrían haber correspondido a un cometa o meteorito. Su epicentro se situó en el océano Atlántico al sudoeste del Cabo de San Vicente. Sólo en Lisboa fallecieron unas 10.000 personas aunque el total de las víctimas mortales es posible que fuera superior a 50.000 y ocasionó grandes daños, a causa sobre todo del incendio que se generó, aunque pudo percibirse en casi toda la península ibérica, el Magreb e incluso la costa atlántica de América debido al maremoto concomitante. El terremoto tuvo una gran repercusión en el avance del conocimiento científico y de hecho dio lugar al nacimiento de la sismología moderna. Sin embargo, el desastre fue considerado por la mayoría de las personas como un castigo divino o interpretado como expresión de la voluntad de Dios y por lo tanto beneficioso. Contra ese fatalismo se rebelaron mentes preclaras, entre ellas el padre Feijoo26, que tuvo que huir de Lisboa para no ser condenado como hereje y Voltaire que en su Poème sur le Désastre de Lisbonne que cuyo prefacio contiene el texto siguiente: Si jamais la question du mal physique a mérité l’attention de tous les hommes, c’est dans ces événements funestes qui nous rappellent à la contemplation de notre faible nature, comme les pestes générales qui ont enlevé le quart des hommes dans le monde connu, le tremblement de terre qui engloutit quatre cent mille personnes à la Chine en 1699, celui de Lima et de Callao, et en dernier lieu celui du Portugal et du royaume de Fez. L’axiome Tout est bien paraît un peu étrange à ceux qui sont les témoins de ces désastres. Tout est arrangé, tout est ordonné, sans doute, par la Providence; mais il n’est que trop sensible que tout, depuis longtemps, n’est pas arrangé pour notre bien-être présent. Del poema en sí cabe destacar los siguientes versos : Enterrés sous leurs toits, terminent sans secours Dans l’horreur des tourments leurs lamentables jours! Aux cris demi-formés de leurs voix expirantes,

Actas Esp Psiquiatr 2012;40(Supl. 2):104-10

107

Juan J. López-Ibor, et al.

Experiencia religiosa y psicopatología

Au spectacle effrayant de leurs cendres fumantes, Direz-vous: «C’est l’effet des éternelles lois Qui d’un Dieu libre et bon nécessitent le choix»? Direz-vous, en voyant cet amas de victimes: «Dieu s’est vengé, leur mort est le prix de leurs crimes»? Quel crime, quelle faute ont commis ces enfants Sur le sein maternel écrasés et sanglants? Lisbonne, qui n’est plus, eut-elle plus de vices Que Londres, que Paris, plongés dans les délices?

Trastorno obsesivo-compulsivo y escrupulosidad Okasha27 ha analizado con detenimiento la relación entre factores culturales y religiosos en compulsiones, pero es John Moore, Obispo de Ely, el que en 1691 escribió28: la escrupulosidad es una “melancolía religiosa”, que hace que las personas teman que lo que hacen sea tan anormal e impropio de ser presentado ante Dios, que Él no lo aceptaría... experimentan pensamientos escandalosos y a veces blasfemos que se presentan, mientras ejercen el culto a Dios... A pesar de todos sus esfuerzos por reprimirlos y contenerlos.... cuanto más luchan contra ellos, más se incrementan... En su mayoría son buenas personas...ya que los hombres malos... rara vez tienen este tipo de pensamientos. Por otra parte, el 10-30% de los pacientes con un trastorno obsesivo experimentan obsesiones religiosas29 y un 5% de pacientes con un trastorno obsesivo experimentan como tipo de obsesión primaria las de contenido religioso30. Para Freud la neurosis obsesiva era una forma de religiosidad individual y la religiosidad una neurosis obsesiva colectiva31. Sin embargo, los escrúpulos son un mecanismo psicológico de defensa que tiene como objetivo controlar la ansiedad, individual en primer caso, colectiva en el otro y así, la religión es una metáfora de la enfermedad mental. Sin embargo, no es así. Los escrúpulos de conciencia de los neuróticos obsesivos son la expresión de una moralidad subjetiva, que da prioridad a la limpieza de la propia conciencia, lo cual es la antítesis de los fenómenos religiosos que siempre trascienden al individuo.

Abuso de sustancias y alcoholismo Cada cultura impone fuertes presiones contra el uso de sustancias que lleven a la intoxicación o controla su uso en lugares específicos, en periodos de tiempo específicos durante ceremonias religiosas, empezando por los misterios de Eleusis en la antigua Grecia32. Durante ellos, dos veces al año personas procedentes de toda Grecia se reunían durante varios días para participar en ceremonias que tenían como objetivo “la elevación del hombre a lo divino por encima de la esfera humana y asegurar su redención convirtiéndole en un Dios confiriéndole de esta forma la inmortalidad”. 108

La borrachera y la embriaguez son la consecuencia de la intoxicación con bebidas alcohólicas y por extensión de otras sustancias, que provocan una merma de ciertas facultades mentales y físicas. En la embriaguez se pierden patrones normales del comportamiento. Aquellos estudiantes desprovistos de filiación religiosa muestran niveles significativamente mayores en la frecuencia de ingesta y cantidad de alcohol, episodios de borrachera y eventos festivos para beber. Algunas religiones, en particular el Islam, prohíben el consumo de alcohol en su totalidad. Muchas otras permiten el consumo de alcohol pero condenan la intoxicación que es considerada como una limitación a la libre voluntad o como una acción demoníaca, como aparece expresado en la Biblia: “Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo (Tesalonicenses I, 5: 5-8).

El autismo espiritual Las experiencias espirituales y religiosas en la enfermedad mental son idiosincráticas y por lo tanto opuestas a las prácticas religiosas que tienen como fundamento el culto que congrega a los fieles. Los pacientes con esquizofrenia nunca comparten sus delirios y casi nunca sus preocupaciones. Su aislamiento no solo se compone del mundo de los sanos sino también del de otros pacientes. Las ideas delirantes son individuales y por lo tanto verdades frustradas. En la locura hay una pérdida de sentido común. Para Kant (Antropología) el hilo universal de la locura (Verrücktheit) es “la pérdida de sentido común” (sensus communis): El flujo de pensamientos de una persona sigue su propia regla, contraria a las que conforman las leyes de la experiencia”. La persona “embotada” (Schwach), falta de inteligencia no tiene la “facultad de descubrir lo universal de lo particular”33. Para Heidegger hay un concepto de verdad más radical que el de Aristóteles y que subyace a él, que se encuentra en la filosofía presocrática y que es el de aletheia, que es desvelar34. La verdad es siempre algo escondido, que es necesario desvelar. Así, dice Heráclito que la naturaleza esconde celosamente sus secretos. Se trata, según Heidegger, de respetar la libertad, de no imponer su propia verdad. Verdad y libertad van siempre de la mano. Pero además, continua Heidegger, se trata de un proceso que surge de una relación interpersonal, de una comunicación. La verdad no es algo que se pueda imponer, se trata de alcanzarla con el otro. En consecuencia, el error del delirio y su falta de libertad son

Actas Esp Psiquiatr 2012;40(Supl. 2):104-10

Juan J. López-Ibor, et al.

Experiencia religiosa y psicopatología

también una falta de comunicación. Blankenburg35 lo explica a través de uno de sus enfermos cuyos procesos contenían metáforas luminosas casi idénticas a otras de Rilke. ¿Cuál es la diferencia entre él y el poeta? Al final del análisis llega a la conclusión que solo hay una: finalizado el poema, Rilke corre a su editor para publicarlo y darlo a conocer mientras que el enfermo lo abandona, no lo guarda ni siquiera para sí mismo. En el fondo se trata de que el mundo propio, idios kosmos predomina sobre el mundo común, koinos kosmos y se pierde la flexibilidad natural de pasar de uno a otro36. Desde esta perspectiva la falsedad de la idea delirante es más clara, estriba en que es una falsa verdad, que, con piel de oveja, se le impone como certidumbre y asentimiento desde el aislamiento, es una verdad autística, inaccesible a la búsqueda en común desde el reconocimiento de la contingencia, de la ambigüedad presente. El problema no es que la idea de celos sea cierta o no cierta, sino la falta de confianza mutua del celoso que le impide ir más allá de sus propios celos. El planteamiento de Heidegger tiene implicaciones importantísimas para la psiquiatría. El desvelamiento de la verdad en Heidegger tiene un equivalente a nivel clínico con el proceso psicoanalítico. Sólo en la relación de transferencia (y contratransferencia) puede el enfermo recuperar la verdad de su pasado. La relación es tan significativa y poderosa que al final es el objeto de análisis en la neurosis de transferencia.

La Universalidad de Preocupaciones y Respuestas Para Ramón Sarró37, los temas de los delirios se corresponden con s temas de los mitos de las culturas. Mitologemas: el número limitado de temas de delirios y mitos: la creación y la destrucción del mundo, la lucha entre el bien y el mal, la inmortalidad; la metempsicosis; el ourobouros, el andrógino, etc. Son la expresión de las respuestas que los seres humanos damos a los misterios y enigmas de la naturaleza.

Enfermedades demoníacas La historia de la medicina es la historia de las explicaciones naturales de fenómenos hasta entonces considerados como supernaturales. Para Hipócrates38: hiëra nosos, más tarde morbus sacer o morbus demoniacus: “A mi parecer esta enfermedad tiene tanta relación divina como las otras enfermedades no sagradas... El cerebro es el culpable de esta enfermedad... “.

Enfermedades demoníacas en la edad media Dios tiene el poder de infligir la epilepsia en una persona (como castigo, penitencia o prueba) y de liberarle de ella.

Hay una enfermedad divina: morbus divinus, morbus deificus, morbus coelestis, morbus astralis o morbus lunaticus, Zuchtrute Zuchtrute Christi (rod of Christ), Gewalt Gottes (poder de Dios), schedelnde (schüttelnde) Gottesstraf (castigo convulso de Dios); Gichterle, gichtige Krankheit, ‘enfermedad de brujería y magia’ Hagiotherapia: ‘tratamiento mediante los santos y lo sagrado’. Algunos Santos eran auténticos epileptólogos: San Valentín, San Juan (el mal de San Juan) San Pablo (la enfermedad de San Pablo)

Brujería y enfermedad mental Alonso Salazar de Frías39 en el segundo proceso de la Inquisición Española llegó a la conclusión que la brujería no era una cuestión demoníaca. Los relatos de descuartizamiento de niños y de macabras ceremonias de aquelarre en un proceso celebrado en 1610 en Logroño terminaron con 53 penas de muerte, pero Alonso de Salazar y Frías consiguió el permiso para revisar la evidencia y así examinó a 1.384 niños y 420 adultos, recogió las pociones utilizadas y se las administró a animales para comprobar su letalidad, encomendó a los secretarios de los juzgados identificar con gran perseverancia los lugares donde se habían celebrado las ceremonias del aquelarre para verificar si tuvieron lugar en los días en los que se decía que se habían celebrado los ritos demoníacos y ordenó que médicos exploraran a las adolescentes presuntamente violadas. El resultado fue que las pociones eran inicuas, los lugares estaban desiertos y las mujeres continuaban siendo vírgenes y sus conclusiones fueron que las declaraciones ante el tribunal eran el producto de la sugestión y de revanchas locales40. Por eso fue llamado “abogado de las brujas”. Son sus palabras: El problema es: ¿Hemos de creer que en tal o cual ocasión determinada hubo brujería, solamente porque los brujos así lo dicen? No, naturalmente, no debemos creer a los brujos, y los inquisidores creo que no deberán juzgar a nadie a menos que los crímenes puedan ser documentados con pruebas concretas y objetivas, lo suficientemente evidentes como para convencer a los que las oyen. Más ¿cómo poder documentar que una persona, en cualquier momento, vuele por el aire y recorra 700 km en una hora; que una mujer pueda salir por un agujero por el que no cabe una mosca; que otra persona pueda hacerse invisible a los ojos de los presentes o sumergirse en el río o en el mar y no mojarse; o que pueda a la vez estar durmiendo en la cama y asistiendo al aquelarre... o que una bruja sea capaz de metamorfosearse en tal o cual animal que se le antoje, ya sea cuervo o mosca? Estas cosas son tan contrarias a toda sana razón que, incluso, muchas de ellas sobrepasan los límites puestos al poder del demonio. Es lo mismo que había propuesto Johannes Weyer (Wier) (1515-1588) en su De Praestigiis Daemonum et Incantatio-

Actas Esp Psiquiatr 2012;40(Supl. 2):104-10

109

Juan J. López-Ibor, et al.

Experiencia religiosa y psicopatología

nibus C.a. Venificiis (1563)41 en los que las brujas son consideradas como “pobres melancólicas”, tesis que ha sido ampliada por López Ibor42. Bibliografía 1. 2. 3.

4. 5. 6. 7.

8. 9.

10.

11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19.

110

Audi R. The Cambridge Dictionary of Philosophy. 2nd. ed., Cambridge, UK: Cambridge University Press, 1999. Borras L, Mohr S, Brandt PY, Gilliéron C, Eytan A, Huguelet P. Religious beliefs in schizophrenia: their relevance for adherence to treatment. Schizophr Bull. 2007 Sep;33(5):1238-46. Curlin FA, Lawrence RE, Odell S, Chin MH, Lantos JD, Koenig HG, et al. Religion, spirituality, and medicine: psychiatrists’ and other physicians’ differing observations, interpretations, and clinical approaches. Am J Psychiatry. 2007 Dec;164(12):182531. Voltaire. Epître à l’auteur du livre des Trois imposteurs. In: Moland L, Ed. OEuvres complètes de Voltaire. Tome 10.Paris: Garnier, 1877-1885; p. 402-5. Ano GG, Vasconcelles EB. Religious coping and psychological adjustment to stress: a meta-analysis. J Clin Psychol. 2005 Apr;61(4):461-80. Liu SS, Amendah E, Chang EC, Pei LK. Satisfaction and value: a meta-analysis in the healthcare context. Health Mark Q. 2008;23(4):49-73. Oman D, Thoresen CE. Do Religion and Spirituality Influence Health? In: Raymond F, Paloutzian Crystal L. Eds. Park Handbook of the Psychology of Religion and Spirituality. New York / London: The Guilford Press, 2005; p. 435-60. Parsons T. Societies: Evolutionary and Comparative Perspectives. NJ: Prentice Hall, 1966. Parsons T. La sociedad. Perspectivas evolutivas y comparativas. Mexico: Editorial Trillas, 1983. Jung C. Psychologie und Religion. In: Jung C.Gesammente Werke. Band 11, Zur Psychologie westlicher und östlicher Religion. Düsseldorf: Patmos-Walter-Verlag, 1963. Trad.: Acerca de la psicología de la religión occidental y de la religión oriental. En: Obra completa de Carl Gustav Jung. Volumen 11. Psicología y religión. Madrid: Editorial Trotta, 2008. Rasic DT, Belik SL, Elias B, Katz LY, Enns M, Sareen J. Swampy Cree Suicide Prevention Team. Spirituality, religion and suicidal behavior in a nationally representative sample. J Affect Disord. 2009 Apr;114(1-3):32-40. Mitchell L, Romans S. Spiritual beliefs in bipolar affective disorder: their relevance for illness management. J Affect Disord. 2003 Aug;75(3):247-57. van Deth R, Vandereycken W. Was nervous consumption a precursor of anorexia nervosa? J Hist Med Allied Sci. 1991;46(1):3-19. Huline-Dickens S. Anorexia nervosa: some connections with the religious attitude. Br J Med Psychol. 2000;73(Pt 1):67-76. Ruiz Bueno D. Actas de los mártires, Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1968. Sánchez Ruiz V. Martirologio Romano. Madrid: Apostolado de la prensa, 1953; p. 194-5. Bislenghi A. Luces y sombras. Mil años de amor y devoción a Santa Librada. Sigüenza: Gráficas Carpintero, 2003. Díaz Tena ME. La vida de Santa Librada y su fuente medieval. Culturas Populares. Revista Electrónica 8 (enero-junio 2009). http://www.culturaspopulares.org/textos8/articulos/diaz.pdf Martínez Gómez-Gordo JA. Leyendas de tres personajes históricos de Sigüenza. Sigüenza: Centro de Iniciativas y Turismo de Sigüenza, 1971. Schnürer G, Ritz JM. Sankt Kümmernis und Volto Santo. Düsseldorf: Schwan, 1934.

20. Friesen IE. The female crucifix: Images of St. Wilgefortis since the middle ages. Ontario: Wilfrid Laurier University Press Waterloo, 2001. 21. Bell R. Holy Anorexia. Londres: Chicago Univ. Press, 1985. 22. Paz O. Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe. Barcelona: Seix Barral, 1982. 23. Wilbur CJ, Colligan RC. Psychologic and behavioral correlates of anorexia nervosa. J Dev Behav Pediatr. 1981 Sep;2(3):89-92. 24. Winter U, Hauri D, Huber S, Jenewein J, Schnyder U, Kraemer B. The psychological outcome of religious coping with stressful life events in a Swiss sample of church attendees. Psychother Psychosom. 2009;78(4):240-4. 25. http://un2sg4.unige.ch/athena/voltaire/volt_lis.html 26. Feijoo BJ. Cartas eruditas y curiosas (1742-1760), tomo quinto (1760). Texto tomado de la edición de Madrid 1777 (en la Imprenta Real de la Gazeta, a costa de la Real Compañía de Impresores y Libreros), tomo quinto (nueva impresión), p. 42334. http://www.filosofia.org/bjf/bjfc529.htm 27. Okasha A, Saad A, Khalil AH, el Dawla AS, Yehia N. Phenomenology of obsessive-compulsive disorder: a transcultural study. Compr Psychiatry. 1994 May-Jun;35(3):191-7. 28. More J. Of religious melancholy. A sermon preach’d before the Queen at White-Hall, March 6. 1691/2. John Lord Bishop of Ely. Bruselas: Gale Ecco, Print Editions, 2010. 29. Eisen JL, Goodman WK, Keller MB, Warshaw MG, DeMarco LM, Luce DD, et al. Patterns of remission and relapse in obsessivecompulsive disorder: a 2-year prospective study. J Clin Psychiatry. 1999 May;60(5):346-51. 30. Tolin DF, Abramowitz JS, Kozak MJ, Foa EB. Fixity of belief, perceptual aberration, and magical ideation in obsessive-compulsive disorder. J Anxiety Disord. 2001 NovDec;15(6):501-10. 31. Freud S. The Future of an Illusion (1927). In: Freud S. The Standard Edition of the Complete Psychological Works of Sigmund Freud. Vintage, 1999. El porvenir de una ilusión, Obras Completas vol. XXI. El porvenir de una ilusión, El malestar en la cultura y otras obras. Buenos Aires: Amorrortu editores, 2008. 32. Wasson R, Hofmann A, Ruck C. El camino a Eleusis: una solución al enigma de los misterios. México: Fondo de Cultura Económica, 1993. 33. Eisler R. Kant-Lexikon. Nachschlagewerk zu Kants sämtlichen Schriften, Briefen und handschriftlichen Nachlaß. 1930. http:// www.textlog.de/rudolf-eisler.html. 34. Heidegger M. Vom Wesen Der Wahrheit. In: Gesammelte Werke. vol 9. Frankfurt am Main: Vittorio Klostemann, 1976. 35. Blankenburg W. Differentialphanomenologie der Wahnwahrnehmung. Nervenarzt. 1965 Jul;36(7):285-98. 36. Kuhn R. Daseinanalyse und Psychiatrie. In: Gruhle H, ed. Psychiatrie der Gegenwart vol 1. Berlín-Gotinga-Heidelberg: Springer, 1963; p. 852. 37. Mediavilla Sánchez JL. Mito y Delirio. Cartas de Ramón Sarró. Fundación Benito Feijoo. Oviedo: KKK, 2001. 38. García Gual C. Tratados Hipocráticos. Madrid: Gredos Biblioteca Clásica, 1990. 39. The Witches’ Advocate Basque Witchcraft and the Spanish Inquisition (1609-1614), Reno: University of Nevada Press,1980. Versión española: Henningsen G. El abogado de las brujas. Madrid: Alianza. 40. Caro Baroja J. Las brujas y su mundo. Madrid: Alianza, 1990. 41. Weyer J. Witches, Devils, and Doctors in the Renaissance: Johann Weyer, De Praestigiis Daemonum. Medieval and Renaissance Texts and Studies. 42. http://www.quedelibros.com/libro/7691/Como-Se-FabricaUna-Bruja.html

Actas Esp Psiquiatr 2012;40(Supl. 2):104-10