Introducción ¿Sabes lo que es la Moral y conoces la importancia que tiene en todos los ámbitos de la vida, individual, familiar y social; espiritual y material; intelectual y sentimental? Para definir lo que es la Moral es necesario hacer referencia a otras áreas del conocimiento como el Derecho, la Psicología y la Ética, ya que estas 4 faces del conocimiento tienen algo en común: las cuatro estudian los actos humanos, y la diferencia entre cada una de ellas es el punto de vista desde el que se estudian; el Derecho estudia los actos humanos desde el punto de vista jurídico; la Psicología desde el punto de vista sanitario (de la salud); la Ética lo hace desde el punto de vista filosófico y la Moral desde el punto de vista Teológico. Así pues tenemos que la Moral es el estudio de los actos humanos desde el punto de vista Teológico, es decir, a partir de La Biblia, de El Magisterio Eclesial y de La Tradición de La Iglesia. La Moral es, por otro lado, la puesta en práctica de la Ley de Dios y la de La Iglesia. ¿Sabías que la misión y la función del Hombre en esta vida no es como la de los animales, quienes simplemente nacen, crecen, se reproducen y mueren? Es muy diferente, no solamente por nuestro trabajo y por nuestros conocimientos intelectuales; al leer las preguntas del Examen de Conciencia que se expone más adelante te darás cuenta de la gran diferencia que existe entre ellos (los animales) y nosotros. ¿Sabes lo que significa ser un Hijo de Dios? ¿Consideras que Tú eres un Hijo de Dios? ¿Sabes lo que es la Filiación divina? La relación que un padre tiene con respecto de su hijo o de sus hijos se llama paternidad, y en sentido inverso, la relación que un hijo tiene con respecto a su padre se llama filiación, de manera que la Filiación divina es una virtud que nos hace sentir respeto, amor, temor santo y reverencia hacia Dios, y que nos da muchos privilegios y gracias de parte de Él, principalmente la Dignidad, pero que también nos compromete a portarnos bien y a dar ejemplo y testimonio con nuestra vida. • Los hijos... Cómo procuran comportarse dignamente cuando están delante de sus padres !Y los hijos de Reyes, delante de su padre el Rey, cómo procuran guardarla dignidad de la realeza! Y tú... ¿no sabes que estás siempre delante del Gran Rey, tu Padre-Dios? (San Josemaría Escrivá) • Hijos de Dios. -Portadores de la única llama capaz de iluminar los caminos terrenos de las almas, del único fulgor, en el que nunca podrán darse oscuridades, penumbras ni sombras. -El Señor se sirve de nosotros como antorchas, para que esa luz ilumine... De nosotros depende que muchos no permanezcan en tinieblas, sino que anden por senderos que llevan hasta la vida eterna. (San Josemaría Escrivá). ¿Sabes cómo se conduce un buen cristiano en todos los ámbitos de la vida? ¿Crees que los únicos pecados que existen son matar, robar y mentir, como comúnmente lo piensa la mayoría de las personas y, en general, “la sociedad”? ¿Sabes lo que es un Pecado y por qué un Pecado es malo, no solo para nosotros mismos sino también para la humanidad? Está de moda la costumbre de vivir en pecado y, como es una moda, se considera normal, es bien vista y bien aceptada; peo ¿sabes que significa vivir así? Es una situación lamentable porque no solo afecta a quienes practican ese tipo de vida, ya que, por la “Comunión de los Santos” resultamos afectados todos los miembros de La Iglesia y en general toda la Humanidad porque una de las notas de La Iglesia es la Unidad, la cual se manifiesta y se lleva a cabo mediante y a través de esa Comunión de los Santos, que no es otra cosa que la dependencia que tenemos entre sí todos los bautizados, la cual nos dispone para recibir ayuda por medio de las oraciones y de las buenas acciones de todos los miembros de La Iglesia, de manera que, si yo me porto bien, a todos los miembros de La
Iglesia les afecta positivamente, pero, si me porto mal, todos los miembros son afectados negativamente; de hecho esa es una de las causas que impiden a la Humanidad desarrollarse como a Dios le gustaría que ocurriera, ya que cada quien quiere vivir sin preocuparse de los demás, afectándonos no solo con esa actitud de egoísmo, sino también porque Dios no puede otorgarle más gracias a La misma Iglesia ni a la Humanidad porque en esas personas que no quieren portarse bien Dios ve un “hoyo” por donde se fuga mucho de la gracia que Él nos ofrece continuamente y que de hecho nos otorga en cada momento, pero que se desperdicia escapándose por esos “hoyos”. • Con tu conducta de ciudadano cristiano, muestra a la gente la diferencia que hay entre vivir tristes y vivir alegres; entre sentirse tímidos y sentirse audaces; entre actuar con cautela, con doblez... con ¡hipocresía!, y actuar como hombres sencillos y de una pieza. -En una palabra, entre ser mundanos y ser hijos de Dios-. (San Josemaría Escrivá) ¿Sabías que para que un pecado sea mortal se necesitan tres condiciones?: a) Materia Grave (que el acto o la acción vayan en contra de la Moral) b) Plena advertencia (que se tenga conciencia plena de que lo que se está haciendo es malo) c) Pleno consentimiento (que el acto o la acción se realicen libremente) Aunque también los pecados veniales son importantes y debemos evitarlos, o intentar evitarlos, en la medida de lo posible, pero con generosidad y con deseos de mejorar. ¿Sabías que existen 5 Formas de cometer pecados?: De Pensamiento De Deseo De Palabra De Obra (Actos o Acciones) De Omisión (Dejar de cumplir una obligación moral). Y en este sentido se practican muchos pecados (más de los que nos imaginamos ordinariamente), sobre todo faltar a Misa, dejar de comulgar por lo menos una vez al año, pagar impuestos, cumplir con el pago de la cooperación diocesana al inicio del año litúrgico (que coincide con el final del año civil), etc. ¿Sabías que hay unos pecados especialmente graves y que no se nos perdonan tan fácilmente, o no se nos perdonan? A. Por un lado tenemos los Pecados que claman al Cielo: • Homicidio voluntario: La sangre de Abel (cf. Génesis 4,10). • Pecado carnal contra la naturaleza: El pecado de los sodomitas (cf. Génesis 18,20; 19,13). • Oprimir al pobre, a la viuda o al huérfano: El clamor del pueblo oprimido en Egipto (cf. Éxodo 3,7-10 y Éxodo 22,20-22). • La injusticia contra el asalariado (cf. Deuteronomio 24,14-15 y Jueces 5,4). B. Por otro lado tenemos, los Pecados contra el Espíritu Santo: • Desesperación de salvarse aunque se hagan muchas obras buenas. • La presunción de salvarse sin méritos • La impugnación de la verdad conocida • La envidia o pesar por la gracia ajena
• La impenitencia final C. Y por otro lado hay un pecado que no puede ser perdonado: L a blasfemia contra el Espíritu Santo. ¿Crees que amas a Dios como el hijo de Él que eres? ¿Qué tanto lo amas? ¿Piensas que eres una buena persona y que tu vida está de acuerdo con los designios de Dios? ¿Te has preguntado por qué la humanidad no ha conseguido un desarrollo real? ¿Crees que los únicos desarrollos que necesitamos son el económico y el social? ¿Por qué se tiene la idea de que el desarrollo equivale a urbanización, urbanidad y tecnología, en vez de referir ese desarrollo a conseguir y poner en práctica los valores y las virtudes humanas y cristianas, es decir, no es lo mismo desarrollo social a desarrollo HUMANO (INTEGRAL)? ¿Porqué los partidos políticos en su totalidad prostituyen y usurpan el nombre de la verdadera política en beneficio de ellos mismos o de unas cuantas personas? Hoy por hoy se tiene la idea de que la Humanidad ha alcanzado un desarrollo muy grande porque la ciencia y la tecnología han tenido un avance vertiginoso, pero ¿es eso suficiente? Para que un desarrollo sea integral y REAL se necesitan tomaren cuenta e incluir los aspectos económico, social, político, espiritual y moral. El Desarrollo moral implica e incluye aspectos profesionales, familiares, sociales, políticos y económicos, pero sobre todo relativos a la Caridad. Ver también primera carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 13. ¿Crees que la Humanidad lleva un rumbo conforme con los planes de Dios? ¿Sabes cuál es la causa primera y esencial de todos los males en el Mundo? En el plan original de Dios no íbamos a morir (don de Inmortalidad), no íbamos a enfermarnos ni a cansarnos ni a sentir dolor físico ni moral (don de Impasibilidad o Inmunidad), íbamos a tener dominio competo sobre nuestras pasiones corporales (don de Integridad), e íbamos a aprender las cosas con la primera experiencia que tuviéramos con ellas (don de Ciencia). Estos dones se conocen como preternaturales y los perdimos, junto con la amistad completa que teníamos con Dios debido al primer pecado que cometieron Adán y Eva, y cuyas consecuencias nos heredaron por naturaleza –no nos heredaron el pecado en sí, nos heredaron las consecuencias de ese pecado por la lógica transmisión de su naturaleza a nosotros que somos sus hijos –, por eso el pecado de desobediencia de nuestros primeros padres, o Pecado Original es la causa primera y esencial de todos los males en el Mundo. Sin los dones de Integridad y de la ciencia nos convertimos en unos egoístas, perezosos, recelosos, convenencieros y maliciosos, entre muchos otros defectos, y sin los dones de la inmortalidad y de la inmunidad las consecuencias son obvias y saltan a la vista: nos enfermamos, somos frágiles y sufrimos bastante, física y moralmente. Sin embargo, a pesar del deterioro de nuestra naturaleza, no perdimos la Libertad, que es con lo que podemos y debemos ganarnos el Cielo, que es el Fin Último de nuestra existencia, lo único que debemos hacer como consecuencia de ese pecado es trabajar más arduamente para lograrlo; por otro lado con la Redención que llevó a cabo Jesucristo recuperamos la amistad con Dios y adquirimos gracias y dones mejores que los que hubiéramos tenido si no hubiéramos cometido ese pecado, tales como la Filiación divina y la Sagrada Eucaristía. ¿Crees que los Hombres (y Mujeres) tenemos contento a Dios y que cumplimos su Voluntad? Te invito a averiguarlo con el siguiente
Examen de Conciencia Antes de hacer cualquier acto o acción que requiera o implique una intervención intelectual y/o espiritual es muy conveniente pedir al Espíritu Santo que nos ilumine: Invocación al Espíritu Santo Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. V. / Envía tu Espíritu y todo será creado. R. / Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; concédenos según ese mismo Espíritu, ser dóciles a sus inspiraciones, conocer las Cosas Rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Primero y tercer Mandamientos de la Ley de Dios, y primero, segundo, tercero y cuarto de La Iglesia 1. ¿Conozco bien las principales Verdades de la Fe? ¿He admitido en serio alguna duda contra esas Verdades? ¿He llegado a negarla fe o algunas de sus Verdades, en mi pensamiento o delante de los demás? ¿Creo todo lo que enseña La Iglesia? ¿Discuto sus mandatos olvidando que son mandatos de Cristo? 2. ¿He hablado sin reverencia de las cosas santas, de los Sacramentos, de la Iglesia o de sus Ministros? ¿Interpreto las cosas de Dios con el criterio del Magisterio de La Iglesia? 3. ¿Creo en supersticiones? ¿Acepto doctrinas o ideologías contrarias a lo que enseña La Iglesia? 4. ¿Pongo los medios para adquirir una cultura religiosa que me capacite para ser testimonio de Cristo con el ejemplo y la palabra? 5. ¿Estoy consciente de que Dios es mi Padre? ¿Creo que Dios es La Santísima Trinidad? ¿Sé que La Santísima Trinidad es Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo? ¿Estoy consciente de que Las tres Personas de La Santísima Trinidad son igualmente dignas de gloria y majestad eternas? 6. ¿Estoy enterado de que todo el que quiera salvarse, es preciso ante todo que profese la fe católica? 7. ¿He abandonado los medios que son por sí mismos indispensables y necesarios para mi salvación? ¿He procurado alcanzar la debida formación religiosa? ¿Uso los dones que Dios me dio para darle gloria a Él? ¿Me preocupo por conocer y fomentar mi fe católica mediante La Biblia, El Magisterio Eclesial y La Tradición de La Iglesia o me quedo con mi propio modo de interpretar a Dios y a la religión?
8. ¿Estoy consciente de que existen el diablo y el infierno? ¿Sé que la existencia de esas dos cosas son dogmas de Fe? ¿Estoy consciente de que al diablo le conviene que yo no sepa que él existe o que no lo tome en cuenta o que no lo tome en serio, debido a que así puede actuar con más eficacia? 9. ¿Son para mí más importantes que Dios mi familia, mi trabajo, mis apostolados, mis programas, mis ideas u otras cosas buenas en sí pero que pueden llegar a ser malas si les doy más importancia que Dios? ¿Son para mí más importantes la inteligencia, la ciencia humana, la razón o el racionalismo y el intelectualismo que Dios y que la Religión? ¿Sé lo que son el hedonismo y el relativismo moral (o la moral relativista) y estoy consciente de que son unas ideologías y unas formas de vivir contrarias a la Verdad? ¿Es la Moral el criterio que rige mi vida y la pongo en práctica o cuando menos procuro ponerla en práctica? 10. ¿He faltado a Misa los Domingos o los días de precepto por culpa mía? ¿Conozco cuáles son los días de precepto en mi país? ¿Me he distraído voluntariamente o he llegado tan tarde como para no cumplir con ese precepto? ¿He impedido que cumplan con este Mandamiento las personas que dependen de mí? 11. ¿Procuro denunciar directa o indirectamente, con caridad y humildad, en la medida de lo posible y tomando en cuenta la prudencia, la justicia, la rectitud de intensión y el sentido común, conductas en mi prójimo que van en contra de la Moral, sabiendo que esas denuncias son (o deberían ser) consecuencia y manifestación de mi filiación divina? ¿Le doy más importancia a lo que “vayan a decir” o “vayan a pensar” los demás cuando cumplo o pienso cumplir mis obligaciones Morales o, incluso, considero que eso que lo pueden pensar o decir los demás es más importante que Dios Mismo o más importante que la Moral o más importante que mis obligaciones morales? No es malo comportarse bien por nobles razones humanas. -Pero... ¡qué diferencia cuando "mandan" las sobrenaturales!- (San Josemaría Escrivá) 12. ¿Me he confesado y comulgado cuando menos una vez al año, conforme al 2° y 3° Mandamientos de La Iglesia? ¿He comulgado alguna vez sin haber confesado mis pecados mortales ante un Sacerdote? ¿He comulgado sin haber cuidado el ayuno eucarístico (cuando menos una hora antes de recibir la comunión)? ¿Me he callado intencionalmente por vergüenza algún pecado mortal al confesarme? ¿Cumplí la penitencia que me impuso el Sacerdote en la última confesión? ¿He hecho penitencia por mi cuenta por mis pecados? ¿Excuso o justifico mis pecados? ¿Sé lo que es un pecado mortal y lo que significa para Dios, para Mí y para La Iglesia? ¿Estoy consciente de que si no me confieso y no comulgo cuando menos una vez al año (de acuerdo con el 4° Mandamiento de La Iglesia) cometo por esos conceptos otros pecados graves que se van acumulando a mi conciencia y a mi deuda con Dios en estos respectos? 13. ¿He cumplido con el ayuno (estando bien de salud) los Miércoles de Coniza y los Viernes Santos de todos los años? ¿He cumplido la abstinencia de comer carne los viernes de Cuaresma de cada año? (de acuerdo con el 4° Mandamiento de La Iglesia) 14. ¿He leído libros, revistas o periódicos o he visto películas, novelas o programas que van contra la fe o contrala moral o que promueven anti-valores o pecados, y estoy consciente
de que solo con verlos estoy contribuyendo y fomentando esos anti-valores o pecados, y sabiendo que el simple hecho de verlos o leerlos es exponerme a una ocasión de cometer un pecado? ¿Estoy consciente de que verlos o leerlos es ya un pecado venial cuando menos, si no es que mortal si reúne los requisitos? ¿Los he dado a leer o a ver a otros o los he prestado, recomendado o promovido? 15. ¿Trato de aumentar mi fe y amor a Dios? 16. ¿Conozco las principales oraciones que un cristiano debe poner en práctica todos los días? ¿Procuro practicarlas ordinariamente? 17. ¿He abandonado el trato con Dios en la oración o en los sacramentos? Segundo Mandamiento de la Ley de Dios 18. ¿He blasfemado? ¿Lo he hecho delante de otros? 19. ¿He hecho algún juramento o promesa y estoy consciente de que es malo hacerlo aunque cumpla lo que prometí o juré, a menos de que sea en asuntos de importancia realmente imperativa? ¿Estoy consciente de que no es bueno hacer juramentos ni promesas por el peligro que representa el no cumplirlos y porque no es necesario exponer el Nombre de Dios cuando se jura o se promete? 20. ¿He honrado el santo Nombre de Dios? ¿He pronunciado el Nombre de Dios sin respeto, con enojo, burla o de alguna manera poco respetuosa o con irreverencia? 21. ¿He jurado sin verdad? ¿Lo he hecho sin necesidad, sin prudencia o por cosas de poca importancia? 22. ¿He jurado hacer algún mal? ¿He reparado el daño que haya podido producirse de ese juramento? Cuarto Mandamiento de la Ley de Dios 23. ¿Manifiesto respeto y cariño hacia mis padres, o hacia mis familiares (especialmente los mayores que yo), hacia mis superiores o hacia la patria y sus autoridades? ¿Respeto de manera especial a los Obispos, Sacerdotes y Diáconos? ¿Estoy consciente de que es una obligación importante rezar por ellos? 24. ¿He desobedecido a mis padres o superiores en cosas importantes? ¿Les he entristecido con mi conducta? ¿He dejado de ayudarles en sus necesidades espirituales o materiales? 25. ¿Hago lo posible por vencerla rutina en la convivencia con mi esposo(a)? ¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en la vida matrimonial o familiar? ¿He reñido con mi consorte? ¿He tenido malos tratos, de palabra o de obra con él (ella)? ¿He evitado la pérdida de autoridad de mi cónyuge, no reprendiéndole, ni contradiciéndole o no discutiendo con él (ella) delante de los hijos o de otras personas? ¿Le he desobedecido, avergonzado u ofendido? ¿He dado con ello mal ejemplo? ¿Me quejo delante de la familia
de la carga que suponen las obligaciones domésticas? ¿He dejado demasiado tiempo solo a mi consorte? ¿He procurado avivar la fe en la Providencia y ganar lo suficiente para poder tener o educar a más hijos? ¿Pudiendo hacerlo he dejado de ayudar a mis parientes en sus necesidades espirituales o materiales? 26. ¿He dado mal ejemplo a mis hijos no cumpliendo con mis deberes religiosos, familiares, sociales y/o profesionales? ¿Les he entristecido con mi conducta? ¿Les he corregido con enojo y/o injustamente en sus defectos o se los he pasado por alto por comodidad o por miedo? ¿He descuidado mi obligación de ayudarles a cumplir sus deberes religiosos y de evitar las malas compañías? ¿He abusado de mi autoridad y ascendiente forzándoles a recibir los sacramentos, sin pensar que por vergüenza o excusa humana, podrían hacerlo sin las debidas disposiciones? 27. ¿He impedido que mis hijos sigan la vocación con la que Dios les llama a su servicio? ¿Les he puesto obstáculos o les he aconsejado mal? Al orientarles en su formación profesional, ¿me he guiado por razones objetivas de capacidad y medios, o he seguido más bien los dictados de mi vanidad o egoísmo? ¿Me preocupo de modo constante por su formación en el aspecto religioso? ¿Me he opuesto a su Matrimonio sin causa razonable? ¿Me he preocupado también de la formación religiosa y moral de las otras personas que viven en mi casa o que dependen de mí? 28. ¿Permito que trabajen o estudien en lugares donde corre peligro su alma o su cuerpo? ¿He descuidado la natural vigilancia en las reuniones de chicos y chicas que se tengan en casa evitando dejarles solos? ¿Soy prudente a la hora de orientar sus diversiones? ¿He tolerado escándalos o peligros morales o físicos entre las personas que viven en mi casa? ¿Sacrifico mis gustos, caprichos y diversiones para cumplir con mi deber de dedicación a la familia? ¿Procuro hacerme amigo de mis hijos? ¿He sabido crear un clima de familiaridad evitando la desconfianza y los modos que impiden la legítima libertad de los hijos? ¿Doy a conocer a mis hijos el origen de la vida de un modo gradual, acomodándome a su mentalidad y capacidad de comprender, anticipándome ligeramente a su natural curiosidad? ¿Evito los conflictos con los hijos no dando importancia a pequeñeces que se superan con un poco de sentido común o buen humor? 29. ¿Soy egoísta con las cosas que tengo, y me duele dejarlas a mis demás hermanos? ¿He reñido con mis hermanos? ¿Soy envidioso? ¿Me duele que otros (hermanos, amigos y/o compañeros) destaquen más que yo en algún aspecto? ¿He dado mal ejemplo a mis hermanos y a los que me rodean? ¿He inducido o ayudado a otros a cometer algún pecado? 30. ¿Permanezco indiferente ante las necesidades, problemas y sufrimientos de la gente que me rodea, principalmente de los que están cerca de mí por razones de lazos de sangre, convivencia o trabajo? ¿Soy causa de tristeza para mis familiares, amigos, conocidos o compañeros de trabajo por negligencia, descortesía o mal carácter? ¿He dado mal ejemplo a mis hijos no cumpliendo con mis deberes religiosos, familiares o profesionales? ¿Les he entristecido con mi conducta?
Quinto Mandamiento de le Ley de Dos 31. ¿He hecho daño a otros de palabra o de obra? ¿Tengo enemistad, odio o rencor hacia alguien? ¿He deseado un mal grave al prójimo? ¿Me he alegrado de los males que le han ocurrido? ¿Me he dejado dominar por la envidia? ¿Me he dejado llevar por la ira? ¿He causado con ello disgusto a otras personas? ¿He despreciado a mi prójimo? ¿Me he burlado de otros o les he criticado, molestado o ridiculizado? 32. ¿He llegado a herir o quitar la vida alguien? ¿He sido imprudente en la conducción de vehículos? ¿He agredido a alguien verbalmente? 33. ¿He promovido, inducido, o recomendado o prescrito la realización de un aborto si no es por causa del peligro de la muerte de la madre en caso de que no se practique? ¿Estoy consciente de que contribuir directa o indirectamente en un aborto es una falta moral gravísima que merece la excomunión? ¿He abortado o inducido a alguien a abortar, y estoy enterado de que es un pecado mortal que excomulga a TODOS los que intervienen en él? ¿He contribuido a adelantar la muerte a algún enfermo con pretextos de evitar sufrimientos o sacrificios? ¿Estoy consciente de que esa práctica se llama eutanasia y que es un homicidio? 34. ¿He descuidado mi salud? ¿Estoy consciente de que descuidar mi salud es un pecado y que puede llegar a ser grave? ¿He atentado contra mi vida? ¿Me he embriagado o bebido en exceso o ingerido drogas? ¿Me he dejado dominar por la gula, es decir, por el placer de comer y beber más allá de lo necesario, y en general por darle gusto de forma exagerada a los sentidos (vista, oído y gusto principalmente)? ¿Me he deseado seriamente la muerte o he buscado la muerte en vez de abandonarme en la Providencia de Dios? • ¿Me he preocupado por el bien del prójimo, avisándole del peligro material o espiritual en que se encuentra o corrigiéndole como pide la caridad cristiana? Sexto y noveno Mandamientos de la Ley de Dios 36. ¿He tenido relaciones sexuales sin estar debidamente casado con quien las he tenido? ¿He tenido relaciones sexuales con una persona diferente a mi esposo real o esposa real, es decir, con una persona que no sea mi cónyuge según la Ley de Dios? ¿He violado, parcial o totalmente, a alguna Mujer? ¿Me he masturbado, solo o con otra persona? ¿He practicado orgías? ¿He intercambiado a mi cónyuge en la práctica del sexo? ¿He mirado con deleite sexual consciente a una persona que no sea mi cónyuge según la Ley de Dios? ¿He deseado sexualmente a una persona diferente a mi Pareja sexual lícita según la Moral? ¿He usado indebidamente del matrimonio? (no todas las prácticas sexuales están permitidas dentro del matrimonio, y mucho menos fuera de él) ¿He negado su derecho a mi cónyuge? ¿He faltado a la fidelidad conyugal con deseos o de obra? • ¿Hago uso del matrimonio solamente en aquellos días en que no puede haber descendencia? ¿Sigo este modo de control de la natalidad sin razones graves? • ¿He usado preservativos o tomado fármacos para evitar la concepción de los hijos? ¿He inducido a otras personas a que los tomen o las usen? ¿He influido de alguna manera —consejos, bromas o actitudes— en crear un ambiente antinatalista? • ¿Me he entretenido con pensamientos o recuerdos deshonestos? • ¿He traído a mi memoria recuerdos o pensamientos impuros y los he mantenido sin rechazarlos? • ¿Me he dejado llevar de malos deseos contra la virtud de la pureza, aunque no los haya
puesto por obra? ¿Había alguna circunstancia que los agravase: parentesco, matrimonio o consagración a Dios en las personas a quienes se dirigían esos deseos? 35. Con mi conversación, mi modo de vestir, mi invitación a presenciar algún espectáculo o con el préstamo de algún libro o revista, ¿he sido la causa de que otros pequen? ¿He tratado de reparar ese escándalo? • ¿He tenido conversaciones impuras? ¿Las he comenzado yo? • ¿He asistido a diversiones que me ponen en ocasión próxima de pecar (ciertos bailes, cines o espectáculos inmorales, malas lecturas o compañías)? ¿Me doy cuenta de que ponerme en esas ocasiones es ya un pecado? • ¿Guardo los detalles de pudor y de modestia que son la salvaguardia de la pureza? ¿Considero esos detalles como ñoñerías? • Antes de asistir a un espectáculo o de leer un libro, ¿me entero de su implicación moral para no ponerme en ocasión próxima de pecado evitando así las deformaciones de conciencia que pueda producirme? • ¿He rechazado las sensaciones impuras? • ¿He hecho actos impuros? ¿Solo o con otras personas? ¿Cuántas veces? ¿Con personas del mismo o distinto sexo? ¿Había alguna circunstancia de parentesco o afinidad que le diera especial gravedad? ¿Tuvieron consecuencias esas relaciones? ¿Hice algo para impedirlas? ¿Después de haberse formado la nueva vida me hago responsable de ella conforme a la Moral y evito el aborto? ¿He cometido algún otro pecado contra la pureza o la castidad? • ¿Tengo amistades que son ocasión habitual de pecado? ¿Estoy dispuesto a dejarlas? • En el noviazgo, ¿es el amor verdadero la razón fundamental de esa relación? ¿Vivo el constante y alegre sacrificio de no convertir el cariño en ocasión de pecado? ¿Degrado el amor humano confundiéndolo con el egoísmo y con el placer? • El noviazgo debe ser una ocasión de ahondar en el afecto y en el conocimiento mutuo; ¿mis relaciones están inspiradas por afán de posesión o por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto y de delicadeza? • ¿Me acerco con más frecuencia al sacramento de la Penitencia (Confesión) durante el noviazgo para tener más gracia de Dios? ¿Me han alejado de Dios mis relaciones de noviazgo?
Séptimo Mandamiento de la Ley de Dios y quinto de La Iglesia 37. ¿He robado algún objeto o alguna cantidad de dinero? ¿He reparado o restituido el daño causado pudiendo hacerlo? ¿Estoy dispuesto a realizarlo? ¿He cooperado con otros en algún robo o hurto? ¿Había alguna circunstancia que lo agravase, por ejemplo, que se tratase de un objeto sagrado? ¿La cantidad o el valor de lo apropiado era de importancia proporcionalmente con respecto de las personas afectadas? No por ser una cantidad pequeña es pecado leve: si la persona afectada es pobre, es grave, si la persona afectada es rica, es leve. • ¿Retengo lo ajeno contra la voluntad de su dueño? • ¿He perjudicado a los demás con engaños, trampas o coacciones en los contratos o relaciones comerciales? • ¿He hecho daño de otro modo a sus bienes? ¿He engañado cobrando más de lo debido? ¿He reparado el daño causado o tengo la intención de hacerlo? • ¿He gastado más de lo que me permite mi posición? • ¿He cumplido debidamente con mi trabajo, ganándome el sueldo que me
corresponde? • ¿He dejado de dar lo conveniente para ayudar a la Iglesia? ¿He dejado de cumplir con mi obligación de dar la cooperación diocesana cada año? • ¿Doy limosna de acuerdo con lo que gano? • ¿He llevado con sentido cristiano la carencia de cosas superfluas, o incluso necesarias? • ¿He defraudado a mi consorte en los bienes? • ¿Retengo o retraso indebidamente el pago de jornales o sueldos? • ¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás? • En el desempeño de cargos o funciones públicas, ¿me he dejado llevar por el favoritismo o la acepción de personas, faltando a la justicia? • ¿Cumplo con exactitud mis deberes fiscales y laborales? ¿He abusado de la ley para evitar el cumplimiento de mis deberes fiscales y/o laborales? ¿Con ello he perjudicado a terceros? • ¿He evadido el pago de impuestos o responsabilidades fiscales? 38. ¿He prestado dinero con intereses muy elevados? ¿Estoy consciente de que es una usura y de que es un pecado grave? 39. ¿He evitado o procurado evitar, pudiendo hacerlo desde el cargo que ocupo, las injusticias, los escándalos, hurtos, venganzas, fraudes y demás abusos que dañan la convivencia social? 40. ¿He prestado mi apoyo trabajando en programas inmorales, paganos o anticristianos, ya sean de orden social o política? ¿Estoy consciente de que ese apoyo es por sí mismo un pecado? 41. ¿He descuidado mi trabajo, faltando a la justicia en cosas importantes? ¿Estoy dispuesto a reparar el daño que se haya producido por mi negligencia? 42. ¿Procuro acabar bien el trabajo pensando que a Dios no se le deben ofrecer cosas mal hechas? ¿Realizo el trabajo con la debida destreza y preparación? • ¿He abusado de la confianza de mis superiores? ¿He perjudicado a mis superiores o subordinados o a otras personas haciéndoles un daño grave? • ¿Facilito el trabajo o estudio de los demás, o lo entorpezco de algún modo, por ejemplo, con rencillas, derrotismos e interrupciones? • ¿He sido perezoso en el cumplimiento de mis deberes espirituales, familiares, sociales, políticos, morales, etc.? • ¿Retraso con frecuencia el momento de ponerme a trabajar o estudiar? • ¿Tolero abusos o injusticias que tengo obligación de impedir? • ¿He dejado, por pereza, que se produzcan graves daños en mi trabajo? ¿He descuidado mi rendimiento en cosas importantes con perjuicio de aquellos para quienes trabajo?
Octavo Mandamiento de la Ley de Dios 44. ¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que haya podido seguirse? ¿Miento habitualmente porque es en cosas de poca importancia? • ¿He descubierto, sin justa causa, defectos graves de otra persona, aunque sean ciertos,
pero no conocidos? ¿He reparado de alguna manera, hablando de modo positivo de esa persona? • ¿He calumniado atribuyendo a otras personas lo que no era verdadero? ¿He reparado el daño o estoy dispuesto a hacerlo? • ¿He dejado de defender al prójimo difamado o calumniado? • ¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿Los he comunicado a otras personas? ¿He rectificado ese juicio inexacto? • ¿He revelado secretos importantes de otros, descubriéndolos sin justa causa? ¿He reparado el daño producido? • ¿He hablado mal de otros por frivolidad, envidia, o por dejarme llevar del mal genio? • ¿He hablado mal de los demás —personas o instituciones— con el único fundamento de que “me contaron” o de que “se dice por ahí”? Es decir, ¿he cooperado de esta manera a la calumnia ya la murmuración? • ¿Estoy consciente de que las discordancias en asuntos políticos, profesionales o ideológicos no deben apasionarme hasta el grado de juzgar o hablar mal de mi opositor, y que esas diferencias no me autorizan a descubrir sus defectos morales a menos que lo exija el sentido o el bien común? ¿Utilizo los defectos morales de mis contrincantes como escalones para ganar yo más popularidad o ventaja en una contienda? • ¿He revelado secretos sin justa causa? ¿He hecho uso en provecho personal de lo que sabía por silencio de oficio? ¿He reparado el daño que causé con mi actuación? • ¿He abierto o leído correspondencia u otros escritos que por su modo de estar conservados, se desprende que sus dueños no quieren darlos a conocer? • ¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los que las mantenían?
Décimo Mandamiento de la Ley de Dios 43. ¿He codiciado los bienes espirituales o materiales de otras personas? ¿Me entristezco porque que otras personas tengan más y/o mejores bienes que yo? ¿Me da envidia que otros tengan mejores patrimonios espirituales o materiales que yo? El Examen de conciencia es solo uno de los cinco pasos para hacer una confesión apropiada. Estos son los cinco: Pasos para una Confesión Correcta † Examen de Conciencia † Dolor de los pecados † Decir los pecados al Sacerdote † Propósito de Enmienda † Cumplir la Penitencia Y por otra parte tenemos los Pasos para una buena Comunión † No tener en la conciencia pecados mortales (en caso de tenerlos, hay que confesarlos ante un Sacerdote) † No comer ni tomar alimentos una hora antes de comulgar † Prepararse con Devoción † Llegara tiempo a La Misa † Poner atención en La Misa y participar en ella