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Tema 3: El inconcebible amor de Dios. 98. 5 de febrero ..... las personas que necesitaban desesperadamente el amor y la verdad de. Dios. ... sus enemigos.
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La iglesia que Dios usa para transformar Ed Stetzer + Thom S. Rainer

En este libro los autores Ed Stetzer y Thom S. Rainer responden la pregunta: ¿Cómo el cuerpo de los creyentes cumple su parte para estar precisamente donde ocurre la verdadera transformación espiritual? Luego de encuestar 50,000 iglesias y entrevistar a 500 de ellas, Stetzer y Rainer le presentan a los lectores la respuesta a esa pregunta. La iglesia que Dios usa para transformar es el estudio más completo que se haya realizado en los Estados Unidos. Contiene una información nueva e indispensable y también guías para aplicar lo aprendido.

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WINTER 2011-12

para Adultos, Manual para el Líder

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Estudios Bíblicos LifeWay

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La igleisa que Dios usa para transformar / Stetzer & Rainer

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Diciembre de 2011, enero y febrero de 2012

Cambiemos el mundo Las rutas menos transitadas El inconcebible amor de Dios

Estudios Bíblicos LifeWay ® para Adultos Volumen 11, Número 2 Diciembre, enero y febrero de 2011-2012 Equipos de Producción y Ministerio Óscar J. Fernández Senior Editorial Project Leader Elizabeth Díaz-Works Production Editor Frankie Churchwell Technical Specialist Jorge Claudio, Patrick Regalado y Ralph Tone Hispanic Ministry Specialists

Envíe sus preguntas y comentarios a Editorial Project Leader, Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos Multi-Language Publishing One LifeWay Plaza Nashville, TN 37234-0175 O un mensaje electrónico a: [email protected]

Administración David Francis, Director Sunday School Luis López, Director Hispanic Ministry Bill Craig, Director Leadership and Adult Ministry Gary Hauk Director, Publishing LifeWay Church Resources Printed in the United States of America

Creemos que la Biblia tiene a Dios como su autor; la salvación como su finalidad; y la verdad, sin ninguna mezcla de error, como su tema. La declaración de la Convención Bautista del Sur de 2000, titulada “Fe y Mensaje Bautistas” es nuestra guía doctrinal. A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas se han tomado de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1960, © Copyright Sociedades Bíblicas en América Latina, publicada por Brodman & Holman Publishers, Nashville, TN. Usada con permiso.

Manual para el Líder

índice

Artículos

Cómo utilizar esta revista Rituales del duelo hebreo Acuñar monedas en el siglo I Volver La vida y época de Oseas Lecciones

4 141 145 148 152

Tema 1: Cambiemos el mundo 4 de diciembre 11 de diciembre 18 de diciembre 25 de diciembre

Valore lo que Dios valora Isaías 61.1-11 Vaya y haga Lucas 10.25-37 Concéntrese en Jesús Lucas 2.8-20, 33-35 Vaya y hable Hechos 8.26-39

6 r 7 g 17 g 27 g 37

Tema 2: Las rutas menos transitadas 1 de enero 8 de enero 15 de enero 22 de enero 29 de enero

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Un estilo de vida de comunidad c 48 Efesios 4.4-7, 14-16, 25-32 Un estilo de vida de humildad c 58 Lucas 14.7-11; Juan 13.3-5, 14-15; Filipenses 2.1-4 Un estilo de vida de servicio * s 68 Mateo 25.19-21, 29, 34-40; Marcos 10.42-45 Un estilo de vida de sacrificio s 78 Lucas 9.23-24, 57-62; 21.1-4; Romanos 12.1-2 Un estilo de vida de oración y meditación c 88 Salmo 1.1-3; 119.11-16; Marcos 1.35-39

Tema 3: El inconcebible amor de Dios 5 de febrero 12 de febrero 19 de febrero 26 de febrero

Dios ama a los que nadie ama Oseas 1.2-9; 3.1-5 Dios anhela que sus hijos le sean leales Oseas 6.1 – 7.2 Dios es el Padre perfecto Oseas 11.1-11 Dios desea recibirnos en su hogar Oseas 14.1-9

98 c

99

c 109 c 119 c 129

Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos, Manual para el Líder (ISSN 0740-0063; Ítem 005075126) is published quarterly by LifeWay Christian Resources, One LifeWay Plaza, Nashville, TN 37234, Thom S. Rainer, President. © Copyright 2011 LifeWay Christian Resources. ¿Tiene algún problema con el pedido de la literatura? Visite www.lifeway.com/espanol o escriba a LifeWay Church Resources Customer Service, One LifeWay Plaza, Nashville, TN 37234-0113. Para subcripciones envíe un FAX al (615) 251-5818 ó un mensaje a la dirección de correo electrónico [email protected], Para múltiples copias que se envían a una misma dirección cada trimestre, envíe un FAX (615) 251-5933 ó un mensaje a la dirección de correo electrónico orderentry@lifeway. com. También puede hacer su pedido mediante nuestra página Web: www.lifeway.com/espanol y en los Estados Unidos, Puerto Rico y Canadá puede llamar gratis al teléfono 1-800-257-7744 de 8:00 am a 4:00 pm Hora del Centro.

Valore lo que Dios valora

Estudios Bíblicos LifeWay® para Adultos

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S E M A N A D E L D E D I C I E M B R E

para Enseñar la lección necesitarÁ:

Pasaje bíblico Isaías 61.1-11

De qué trata esta lección Dios obra a través de nosotros para cambiar el mundo cuando comprendemos qué es importante para Él y reacomodamos nuestros valores para que correspondan con los suyos.

¿Por qué es importante esta lección? ¿Cómo podemos, siendo cristianos, ejercer una influencia positiva en este mundo? ¿Por dónde comenzar? Primero, debemos elevar la mirada a Aquel que puede producir la reforma que este mundo necesita. Él tiene las respuestas que el mundo realmente requiere. También debemos observar nuestro interior porque para ser las manos y los pies de Dios en este mundo, primero debemos conocerlo a Él y sentir lo que Él siente. Cuando permitamos que nuestro corazón sufra por las cosas que hacen sufrir a Dios, cambiaremos y nos convertiremos en agentes de un cambio positivo.

q Ejemplares del Manual para el Participante y lápices o bolígrafos para todos los presentes q Para el paso 1: Ítem 1: Cambiemos el mundo q Para los pasos 2, 3, 4 y 5: Ítem 2: Alineemos nuestros valores

Efecto para su vida Esta lección lo ayudará a convertirse en un agente de cambio luego que usted descubra qué es importante para Dios y acomode sus prioridades a los propósitos divinos.

Bosquejo de la lección Dios valora a todas las personas (Isaías 61.1-7) Dios ama la justicia (Isaías 61.8-9) Dios desea la justicia (Isaías 61.10-11)

Busque artículos gratuitos y ayudas adicionales en www.lifeway.com/ espanol

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Lea el artículo “Rituales del duelo hebreo” en la página 141 de esta revista, si desea tener una mejor idea del contexto histórico-social de esta lección. Este artículo fue publicado originalmente en la revista Biblical Illustrator y está protegido por la ley de derechos de Autor, por lo que su reproducción por cualquier medio está prohibida.

Semana del 4 de diciembre

Ahora usted puede adquirir este Manual para el Líder en inglés con otros planes de enseñanza y una hoja de estudio para los participantes en www.lifewaylessons.com

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Enseñe la lección Paso 1: Introducción q E scriba en la pizarra “famosos” y “héroes”. Pregunte: “¿Cuáles son las diferencias entre estas dos clases de personas?” qP  ida a un voluntario que lea el comentario del Manual para el Participante. Pida a los participantes que subrayen esta afirmación: “Nuestra cultura occidental hace gran énfasis en la fama, tanto en el ámbito secular como en el espiritual” (Minter, Mike, A Western Jesus, B&H Publishing Group, Nashville, 2007, p. 50). * Pida a los participantes que citen ejemplos de “mucho énfasis” en la “fama […] en el ámbito secular”. * Pídales que den ejemplos del mismo énfasis en “el [ámbito] espiritual”. q Muestre a los participantes el cartel “Cambiemos el mundo” (ítem 1). Si no cuenta con este ítem, escriba en una hoja grande de papel el tema del estudio, los títulos de las lecciones, las citas bíblicas y las fechas. Enfatice el título del tema de estudio: “Cambiemos el mundo”. Comente: “Admirar a los que son famosos, en lugar de admirar a los verdaderos héroes (especialmente en la comunidad cristiana), nos muestra que necesitamos con urgencia valorar lo que Dios valora. Es un primer paso muy importante. Si nuestros valores y prioridades no reflejan los valores y las prioridades de Dios, nunca podremos cambiar el mundo”. q Utilice la introducción a esta

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Prepare la lección ¿Recuerda esos días? Quizá usted los esté viviendo ahora. Se acerca la Navidad. Su hijo (o su nieto) espera encontrar una bicicleta debajo del árbol en las primeras horas de la mañana. Usted se dirige al centro comercial para ver varias bicicletas que serían el sueño del pequeño. Pero si no paga extra para que se la armen, llegará a su casa con una caja en lugar de una bicicleta. Así que, si decide aceptarla, su misión será ensamblar el tan esperado vehículo de dos ruedas. En miles de hogares, ciudades y pueblos de todo el país, mamás y papás comienzan a armar los millones de tuercas y tornillos de aquello que parecía tan fácil en el comercio, ¡pero que ahora parece imposible Algunos cometen el terrible error de dejar a un lado el manual de instrucciones y se lanzan a armarlo sin siquiera mirarlo. Otros, con amor al detalle, siguen las indicaciones en letra pequeña y las ilustraciones hasta terminar con algo que al menos se parezca un poco a lo que su hijo deseaba (aunque queden algunas piezas sobrantes). Quienes no siguen las instrucciones por lo general acaban irritados y perdiendo mucho tiempo sin mencionar la decepción que se llevarán los niños. Al igual que armar una bicicleta para Navidad, cambiar el mundo es una tarea monumental, aparentemente imposible. Nos abruma, en especial, cuando pensamos cómo está el mundo en la actualidad. ¿Qué podemos hacer? Lo peor que podemos hacer es no hacer nada. Casi tan malo como eso es lanzarnos a hacer algo sin tener una dirección ni una idea de qué se necesita hacer. Los seguidores de Cristo debemos, en primer lugar, levantar la mirada a Aquel que puede producir una transformación genuina. Después debemos observar nuestro interior para asegurarnos de sentir lo que Él siente y tener la misma compasión que Él tiene para el mundo necesitado de corrección. Tenemos que asegurarnos que nuestro corazón sienta las mismas pasiones divinas. Las palabras de Isaías, divinamente inspiradas, nos ayudan a reconocer que antes de cambiar el mundo debemos comprender varias cosas, entre ellas, el valor inmenso que Dios otorga a las personas, a la justicia y al comportamiento justo.

Dios valora a todas las personas (Isaías 61.1-7) 1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; 3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

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4 Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. 5 Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores. 6 Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes. 7 En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo. El asunto más debatido de Isaías 61 es la identidad que menciona. Las opiniones de los eruditos están divididas. Algunos sostienen que se trata del mismo profeta Isaías, naturalmente, hablando bajo la inspiración del Espíritu Santo (vea 2 Pedro 1.21). Otros afirman que se trata del Siervo de Jehová, ya sea la nación de Israel personificada o el Mesías que iba a llegar en el futuro. Aunque es imposible saberlo con certeza, lo mejor sería pensar que quien habla, al menos en los vv. 1-3, es el Mesías. Daremos por sentado que este es el caso. Una evidencia importante es el hecho de que siglos después Jesús eligió los primeros versículos de este capítulo 61 como texto para su primer sermón público e indicó que Él mismo era el cumplimiento de ese pasaje (vea Lucas 4.16-21). Es interesante que Jesús dejara de leer antes de terminar Isaías 61.2. En esta, su primera venida, Jesús no vino a buscar la venganza del Dios nuestro, sino a ministrar a las personas que necesitaban desesperadamente el amor y la verdad de Dios. En breve mencionaremos algo más sobre esto. Estos versículos del texto revelan la pasión de Dios por todas las personas, ya que Su mensajero, el Mesías, es enviado a ministrar a los más necesitados y vulnerables. El Hablante anuncia: El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí. El Espíritu de Dios, en el Antiguo Testamento, descendía sobre ciertos individuos y descansaba en ellos para darles el poder, la capacidad y la sabiduría necesarias para realizar tareas específicas. El Espíritu estaba sobre el Mensajero de Dios porque Jehová lo había ungido para dar la Palabra de Dios. De la misma manera los cristianos de hoy tenemos la comisión divina de propagar las buenas nuevas de Dios para cambiar el mundo. Pero no lo hacemos con nuestras propias fuerzas. Así como el Mensajero de Isaías recibió poder por medio de la unción especial del Espíritu de Dios, nosotros tenemos la seguridad de que el Espíritu Santo habita permanentemente en aquellos que se han arrepentido de sus pecados y han recibido a Jesús.

¿Qué objeciones, por lo general, pone la gente para testificar a alguien? ¿Alguna vez usó usted una de ellas? El Ungido continúa detallando los propósitos de la unción de Dios y sus beneficiarios:

lección para enfatizar que cambiar el mundo es una tarea ciertamente monumental. También destaque lo siguiente: · ¿Qué podemos hacer? Lo peor es no hacer nada. · Los seguidores de Cristo somos los primeros que debemos levantar la mirada a Aquel que puede producir una transformación genuina. · Después, debemos mirar nuestro interior para asegurarnos de sentir lo que Él siente y tener la misma compasión que Él tiene para este mundo necesitado de corrección. · Tenemos que asegurarnos que nuestro corazón sienta la misma pasión divina.  Pida a dos voluntarios que lean Mateo 19.26 y Juan 15.5. q Comente: “Isaías 61 es como una ventana que nos permite ver lo que Dios valora”.

Paso 2: Dios valora a todas las personas (Isaías 61.1-7) q Pida a alguien que lea Isaías 61.1-7. q Explique que una parte de este pasaje es mesiánica ya que señala a Jesucristo, Hijo de Dios. Observe que Jesús, en Lucas 4.16-21, citó este pasaje. Pida que otro voluntario lea el pasaje de Lucas. q Pida que los participantes subrayen la siguiente frase de la p. 10 de sus manuales: “Es interesante el hecho que Jesús dejó de leer antes de terminar Isaías 61.2”. Utilice el material del Manual para el Participante y el el comentario bíblico para destacar algunas diferencias

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entre la primera y la segunda venida de Jesús. q Indique que los versículos de Isaías 61.1-7 no solo son mesiánicos, si no que también indican la “restauración de Sion y la misión que corresponderá a su pueblo cuando esa restauración se produzca”. q Entregue a cada participante una copia de la hoja “Alineemos nuestros valores” (ítem 2). Si no cuenta con este ítem, dele una hoja de papel en blanco a cada participante y pídales que dividan la página en dos columnas. Una columna se titulará “Los valores de Dios”. Mencione que el primer punto del estudio es “Dios valora a todas las personas”. Pida a los participantes que escriban esto en sus hojas. Pídales que lean Isaías 61.1-7 para que según ese pasaje tomen ideas de aquellos a quienes Dios valora. Por ejemplo: · los abatidos · los quebrantados de corazón · los cautivos · los presos · los que lloran · los hijos de Dios, en especial, dada la vergüenza que soportaron  Pida que los participantes escriban sus respuestas en la primera columna de sus hojas. q Pregunte: “¿Qué clase de ministerios se mencionan en estos versículos?” q Utilice la sección “¿Por quiénes se preocupa Dios?” del Manual para el Participante) para ampliar los comentarios acerca de aquellos por quienes Dios se preocupa. Si no tiene tiempo, solo utilice algunos de los pasajes.

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¿Por quiénes se preocupa Dios? * Levítico 23.22* Miqueas 6.8 * Deuteronomio 10.17-18* Mateo 25.31-40 * Deuteronomio 15.11* Juan 3.16 * Salmo 82.3-4* Romanos 5.8 * Proverbios 31.8-9* Santiago 1.27 * Isaías 1.17* Santiago 2.15-17 * Jeremías 22.16* 1 Juan 3.17-18

· Primero, el Mesías iba a predicar buenas nuevas a los abatidos. Es probable que la expresión “buenas nuevas”, en el Antiguo Testamento, se refiriera al mensaje del completo y glorioso triunfo de Dios sobre sus enemigos. Estas palabras eran un consuelo, especialmente para los abatidos, que son los “pobres en espíritu” (Mateo 5.3) y los humildes y los limpios; pero también incluye a los oprimidos, desplazados y empobrecidos. (Una mejor manera de referirse a los “mansos” de Mateo 5.5 sería decir que son los “humildes”.) · Segundo, el hablante fue enviado para vendar a los quebrantados de corazón. Iba a llevar su influencia sanadora, a dar atención y ayuda personal a quienes sufrían emocionalmente por su pecado, sus circunstancias personales o quizá, incluso, por el estado de nuestro mundo. · Tercero, el Mensajero iba a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel. En el contexto inmediato de Israel, esta situación se refería a los exiliados. Sin embargo, el Mesías de Dios, en un sentido más amplio, iba a dar la libertad de las ataduras del pecado y de Satanás. · Proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de su venganza era el cuarto propósito por el cual Dios ungió a su Siervo. Dios era, y es, tanto Salvador como Juez. Un día Dios prometió que tanto el pecado como el sufrimiento se quitarían para consuelo de los afligidos. Por otra parte, el día de la venganza espera a quienes se oponen a Él y a su pueblo. Dios es un Dios santo que, en última instancia, juzgará a todas las personas. Como ya hemos dicho, en su primer sermón Jesús dejó de leer y cerró el rollo antes de mencionar el día de la venganza divina. Durante su ministerio terrenal Jesús no iba a juzgar al mundo sino que iba a actuar para salvarlo (vea Juan 3.16-17). En su segunda venida, Él actuará como Juez y cumplirá la profecía de Isaías en su sentido máximo. Dios “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó” (Hechos 17.31). · Quinto, el Mesías iba a consolar y ministrar a todos los enlutados. Isaías 60.20 habla de un tiempo en el que “los días de tu luto serán acabados”. · Sexto, el Ungido de Dios iba a facilitar un intercambio muy especial para quienes vivían en Sion. En la antigüedad, los que estaban de luto arrojaban cenizas sobre sus cabezas como expresión de dolor y duelo. En

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lugar de ceniza, ellos iban a recibir gloria. En lugar de luto, iban a vestir ropas festivas y sus cabezas serían ungidas con óleo. (Con frecuencia se utilizaba el aceite de oliva en las celebraciones.) Finalmente, se quitaría el espíritu angustiado para reemplazarse por un manto de alegría. Estos tres elementos sugieren los preparativos para una celebración gozosa y marcan un contraste claro con cualquier idea de luto. Los seguidores actuales de Cristo deben prestar atención especial a quienes se benefician con la predicación del Mensajero de Isaías. Aquí vemos lo que Dios siente por los necesitados y los que la sociedad deja de lado. Quienes valoramos realmente la importante misión de propagar las buenas nuevas de Cristo no debemos olvidar que también tenemos el mandato bíblico de mostrar Su amor. (En la próxima lección estudiaremos ese mandato de un modo más específico.) Al igual que el Mesías extendió su mano a los menos afortunados, a los quebrantados de corazón, a los presos y a los que sufrían, nosotros también debemos hacerlo. ¿De qué forma usted, su clase de Escuela Dominical y su iglesia pueden extender una mano en el nombre de Jesús a las personas que Isaías menciona en 61.1-7? · ¿Cuáles son los resultados de la proclamación del Mesías? Comienzan con un nuevo pueblo, quienes estaban atrapados por la pobreza, la cárcel y el luto ahora reciben ánimo y ayuda, y serán llamados árboles de justicia. Como firmes y resistentes robles, su carácter moral, recto y fructífero dará pruebas de que fueron establecidos como plantío de Jehová. ¿Con qué propósito hará Dios tan grande obra? El magnífico cambio que produjo el Mensajero y la consolación de Dios serán para gloria suya. ¿Cómo alguien a quien la misericordia y la gracia del Dios de amor realmente lo haya tocado no va a tratar de honrar y glorificar al Señor? · El segundo resultado es ser una nueva posesión. Se producirá una gran restauración: quienes la experimenten Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Lo que podría ser una causa principal y evidencia de su dolor, ahora sería una fuente de consuelo, gozo y alegría. · El tercer resultado de la predicación mesiánica es una nueva posición. En lugar de servir a otros como cautivos y prisioneros, iban a ser servidos: los extranjeros apacentarían sus ovejas, y los extraños (extranjeros que habían ido a reconstruir la ciudad) serían sus labradores y viñadores. Más evidencias del cambio de la esclavitud a la libertad: se comerían las riquezas de las naciones y se jactarían de su gloria: con su gloria seréis sublimes, escribió Isaías. Pero observemos los roles espirituales que iban a tener: serían llamados sacerdotes de Jehová y ministros de nuestro Dios. En el antiguo Testamento los sacerdotes eran mediadores entre Dios y Su pueblo. Ellos llevaban las bendiciones de Su Palabra a la comunidad, y las necesidades de la comunidad ante Dios. Pero ya Moisés había recibido un atisbo del día en que Dios usaría a Israel para llevar el conocimiento de la verdad a las naciones (vea Éxodo 19.6).

q Indique a los participantes que dejen la hoja de trabajo a un lado para volver a utilizarla luego. q Muestre a los participantes Isaías 61.4-7. Recuérdeles que estos versículos tienen que ver con la restauración de Sion. Pida a un voluntario que lea el párrafo de la p. 12 del Manual para el Participante que comienza con “El hecho de que Dios escogiera a Israel…” q Comente: “Aunque nosotros, como hijos de Dios, no somos ungidos exactamente para el mismo rol para el cual fue ungido Jesús (solo Él podía hacer todo lo que hizo), se nos ha dado la responsabilidad especial de ayudar a otras personas a encontrar a Dios, ya que de otra manera no podrían hallarlo”. Amplíe los comentarios acerca de este rol sacerdotal utilizando el comentario. q Indique que el mismo Espíritu de Dios que obró a través de Jesús es el que nos da poder para ministrar en nombre de Jesús. q Comenten por qué es tan difícil para algunos creyentes ver a ciertas personas desde la perspectiva de Dios. Pregunte qué debemos hacer como creyentes para superar los prejuicios que podrían excluir a alguno de ser ministrado. q Comenten que al parecer algunos creyentes han sido llamados a concentrar sus esfuerzos para alcanzar a determinadas personas. Pida que algunos voluntarios expliquen por qué algunas personas tienen una preocupación especial. No es necesario que se trate de

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personas que estén al otro lado del mundo, tal vez se encuentren en la ciudad o en el propio vecindario. q Comenten cómo son las necesidades que se mencionan en este pasaje comparadas con las del mundo actual, y hasta qué punto estas necesidades se están supliendo en nuestra comunidad. Pregunte: “¿Qué podemos hacer para ‘cambiar el mundo’ ayudando a una persona que se encuentre en alguna de esas situaciones?” q Invite a un voluntario a leer el párrafo de la p. 12 del Manual para el Participante que comienza con “Basándonos en lo que sabemos…” Anime a los participantes a comentar cómo el cambiar un corazón ayuda a cambiar el mundo. Sugerencias para los comentarios sobre Isaías 61.1-7 1. En general, ¿cómo reaccionan hoy las personas cuando se les pide que ayuden a los pobres, a los quebrantados de corazón, a los cautivos y a los presos? 2. Aquellos que usted conoce, ¿cómo se relacionan con los grupos que se mencionan en Isaías 61.1-3? Observe que las personas pueden estar necesitadas en diferentes niveles. Por ejemplo, no es necesario que alguien esté encarcelado para estar espiritualmente preso. 3. ¿Cómo trabaja la sociedad para suplir las necesidades de las personas? ¿Qué puede hacer la iglesia para suplir las necesidades que el gobierno no suple?

Paso 3: Dios ama la justicia (Isaías 61.8-9) q Indique que en esta segunda 12

El Nuevo Testamento afirma que, en cierto sentido, todo creyente actúa como un sacerdote y un ministro. Creemos en “el sacerdocio de los creyentes”. Esta convicción se basa en las palabras de Pedro: “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2.5). No necesitamos a nadie más que a Jesús para presentarse ante el Padre en nuestro lugar, para interceder por el perdón de los pecados o para llevar nuestras peticiones ante Él. Así que, Jesús es el máximo Sumo Sacerdote para todos los creyentes (vea Hebreos 2.17-18; 10.10-14). Pero las personas no sabrán acudir a Jesús para llegar a Dios si alguien no les habla de Él. Esta responsabilidad sacerdotal pertenece a aquellos que ya se han convertido en miembros de la familia de Dios por medio de la fe en Cristo. En este sentido, el rol de cada creyente como sacerdote y ministro incluye la obligación y el privilegio de servir y ministrar a quienes más lo necesitan en nuestra sociedad. Debido a la deshonra que había sufrido el pueblo de Dios, el Señor les iba a dar el doble de bendiciones. No solo volverían a poseer la tierra que originalmente Dios les había dado, sino que también recibirían las riquezas de las naciones. Esta abundante porción los llenaría de perpetuo gozo. Merecían confusión y deshonra por sus actos pecaminosos, pero el ministerio del Mensajero de Isaías haría posible que ellos poseyeran doble honra. Uno de los mensajes principales para los seguidores de Cristo en la actualidad es que Dios valora en gran manera a los menos afortunados entre nosotros. El amor de Dios por los pobres se ve claramente en toda la Biblia. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios ordena a su pueblo que ministre al mundo y supla en toda clase de necesidades, tanto físicas como espirituales. Como individuos o comunidades de fe, pecamos cuando no cumplimos la orden de Dios, extender la mano a los necesitados que tenemos a nuestro alrededor. Como cristianos, antes de cambiar el mundo debemos valorar a todas las personas como Él las valora, sea cual fuere su situación en la vida. Debemos prestar atención especial a lo que Él siente por quienes suelen ser olvidados, aunque estén muy cerca a nosotros.

Dios ama la justicia (Isaías 61.8-9) 8 Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. 9 Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová. Isaías deja en claro que Dios valora a los menos afortunados en este mundo. Pero, ¿cumpliría las promesas que había hecho en los vv. 1-7? ¿En qué podía basarse su pueblo para confiar en Él? Isaías 61.8-9 indica

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sin lugar a dudas que la respuesta a estas preguntas se encuentra en la naturaleza y el carácter de Dios. Dios es un Dios de justicia. Isaías continúa escribiendo bajo la inspiración divina, pero ahora pasa a hacerlo en primera persona. Dios, hablando por medio de su vocero Isaías, declara: yo Jehová soy amante del derecho o la justicia. De inmediato vemos más evidencias de la preocupación de Dios por la justicia: aborrecedor del latrocinio [robo] para holocausto. En el contexto inmediato los hijos de Dios reciben la promesa de la restauración de sus fortunas y posiciones, por ser víctimas de quienes les quitaron sus hogares y los hicieron esclavos. Dios iba a actuar a favor de ellos porque Él aborrece, odia, el robo y la iniquidad. Algunos pueden objetar el hecho de que Dios “odie” algo, pero dado que Dios es santo, debe mostrar una justa indignación —incluso odio— por cualquier cosa que sea contraria a su santa naturaleza. Después de esta declaración de su amor por la justicia y su odio por el robo, Dios promete remediar la injusticia que sufre su pueblo. Los actos de Dios no se pueden separar de Su carácter; este justo carácter de Dios es el que lo impulsa a actuar en todas las cosas. Según los versículos siguientes, ¿qué clases de cosas odia Dios? ¿Por qué las odia? • Deuteronomio 12.29-31 • Proverbios 6.16-19 • Deuteronomio 16.22 • Proverbios 11.1 Fiel a su naturaleza, Dios promete: afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. Él iba a recompensar a su pueblo por los sufrimientos que había soportado. El pacto eterno se refleja en las profecías posteriores de Jeremías sobre un “nuevo pacto” (Jeremías 31.31-37). Dos serían las consecuencias de esto. Primero, la descendencia de ellos sería conocida entre las naciones. Segundo, ellos mismos serían testimonio del carácter, la fidelidad y la gracia de Dios, ya que todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová. Valorar a todas las personas necesariamente significa luchar contra la injusticia. Los hijos de Dios pueden ser culpables de perpetrar injusticias con pecados de comisión u omisión; los actos de injusticia pueden ser oprimir directamente a las personas tanto como privarlas de sus derechos humanos básicos y sus necesidades o no corregir situaciones en las que sufren por causa de persecución, opresión o maltrato. Dios desea que la justicia prevalezca en la Tierra. Debemos proclamar su reinado universal a todas las naciones y seguir su ejemplo de amar y promover la justicia en todo lugar. Esta responsabilidad es muy práctica, nos da justo donde vivimos. Las injusticias abundan en este tiempo, y no solo en los ámbitos que generalmente relacionaríamos con la injusticia. Quien sabe mucho de esto es Marcia Walden, una consejera certificada que trabajaba para la Corporación de Ciencias de la Computación, CSC (por sus siglas en inglés). En virtud de un acuerdo, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, CDC, (por sus siglas en inglés) utilizaban a la CSC para

sección de la lección descubriremos que el carácter de Dios nos motiva a actuar de las maneras mencionadas en los vv. 1-7. q Invite a un voluntario a leer Isaías 61.8-9. q Utilice la sección “Explicación adicional” en el Manual para el Participante para explorar el significado de la palabra “derecho” como se utiliza en este pasaje. Enfatice que Dios no ha definido arbitrariamente la justicia, por el contrario, Él mismo y Su carácter son la medida. q Utilice el párrafo del comentario de esta página que comienza con “Algunos pueden objetar…” para destacar que la otra cara del amor de Dios por la justicia es su odio por la injusticia. Utilice los cuatro versículos mencionados en la actividad interactiva para destacar diversas cosas que Dios odia; no solo junto a la injusticia, sino debido a su odio por la injusticia. q Pregunte: “¿Qué significa la justicia para usted? ¿Qué porcentaje de las personas en el mundo padecen injusticias en la actualidad? ¿Cuáles son algunas de las causas principales de la injusticia?” q Comente: “Valorar lo que Dios valora requiere que los creyentes luchen contra la injusticia. Pida a los participantes que escriban “justicia” en sus hojas de “Alineemos nuestros valores” (ítem 2). q Pregunte: “¿Cómo pueden los cristianos trabajar para promover la justicia en estos tiempos?”

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qR  elate los detalles del caso de Marcia Walden que se presentan en el comentario que comienza a la izquierda en esta página. Comenten cómo deben responder los creyentes cuando se les tratan como trataron a Marcia Walden. Señale que la visión de la justicia que Dios tiene muchas veces estará en conflicto con la definición “políticamente correcta” de la tolerancia y al enfrentarse a una decisión, los creyentes deben elegir la posición de Dios con respecto a la justicia, una posición que a diferencia de la visión que el mundo tiene de la “tolerancia” realmente respeta los derechos de todas las personas, incluso aquellas con las que estamos en desacuerdo. qC  omenten cómo podemos contender por la justicia en vista de estas y otras influencias injustas que se encuentran en el mundo actual. Sugerencias para el comentario sobre Isaías 61.8-9 1. ¿Cuál es una reacción humana típica ante la injusticia? ¿De qué manera contrasta esta respuesta con la de Dios en este pasaje? 2. ¿Siente usted que la injusticia, en el mundo actual, es más un pecado de comisión (acción contra otra persona) o un pecado de omisión (no actuar para establecer o mantener la justicia)? ¿Por qué?

Paso 4: Dios desea la justicia (Isaías 61.10-11) q Invite a un voluntario a leer Isaías 61.10-11. qP  regunte: “¿Cómo este pasaje nos ayuda a comprender que los propósitos de Dios son inevitables y confiables?” 14

Explicación adicional En Isaías 61.8, Dios declara “yo Jehová soy amante del derecho”, lo cual significa que Dios ama la justicia. ¿Por qué sucede esto? El profeta transmite la declaración de Dios en otro pasaje de Isaías: “no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí” (Isaías 45.21). En otras palabras, el deseo de justicia de Dios (es decir, su deseo de un trato recto, correcto y moral; y su odio por cualquier cosa que sea contraria a esto) brota de Su misma naturaleza. La justicia es una característica y una cualidad inherente de Dios. En nuestra sociedad la “justicia” parece depender del ojo de quien observa. Lo que es justicia para una persona tal vez sea lo contrario para otra. Lamentablemente, las personas no tienen en cuenta la medida absoluta de la justicia, que es Dios mismo. El creyente debe saber que cualquier cosa que Dios decide hacer, es lo justo y lo correcto.

que les brindara consejos, y Marcia era una de las consejeras incluidas en el acuerdo. El 21 de agosto de 2007, una mujer de CDC acudió a Walden para pedirle que la ayudara a arreglar una relación que ella tenía con otra mujer. Walden, que es una cristiana comprometida, había aconsejado a homosexuales anteriormente, pero en este caso, su paciente potencial le pedía que le diera una ayuda que no estaba en condiciones de darle sin violar sus más profundas convicciones sobre el matrimonio y la sexualidad. Marcia, con toda amabilidad, le explicó por qué no podía aconsejarla y en minutos consiguió que otro consejero atendiera a la mujer. Aunque inicialmente quedó satisfecha con el arreglo, luego la mujer presentó una queja contra la consejera. A esto le siguió una serie de acontecimientos que concluyeron con el despido de Marcia. Al momento en que se escriben estas palabras, el caso de Marcia fue llevado a un tribunal, y el juez falló en su contra. Brian Raum, del Alliance Defense Fund, una organización legal que maneja diversos casos relacionados con la libertad religiosa, afirmó: “Es ilegal castigar a Marcia por seguir su fe cristiana, particularmente, dado que ella hizo todos los esfuerzos posibles por [suplir] las necesidades de su paciente potencial. Sin duda, apelaremos”. (Vea www.adfmedia.org/News/ PRDetail/3922). Es muy posible que un trato como el que recibió Marcia haga que muchos cristianos que pueden tener objeciones de conciencia se aparten de muchas profesiones de servicios humanos, aspectos en los que la compasión y el cuidado son profundamente necesarios. ¿Se pronunciará usted en contra de estas y otras injusticias en nombre de un Dios amoroso y justo que se opone a la injusticia dondequiera que se encuentre?

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Dios desea la justicia (Isaías 61.10-11) 10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. 11 Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones. Una característica de Isaías 61 es el aparente cambio de hablantes a lo largo del capítulo. La primera parte contiene palabras del Mesías de Dios (vea los vv. 1-7). A continuación, Dios mismo responde por medio de su vocero al proclamar su amor por la justicia (vea los vv. 8-9). En los últimos dos versículos del capítulo la perspectiva vuelve a cambiar, quizá a la nación de Israel personificada o regresando al Mesías de los primeros tres a siete versículos. Los vv. 10-11 tratan sobre los beneficios recibidos de Dios. Los versículos incluyen imágenes de bodas y de tareas agrícolas para destacar la grandeza de Dios que reviste al hablante de salvación y justicia. Isaías 61 culmina con una gran nota de alabanza. El vocero de la adoración de Dios proclama: En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios. El objeto de su alabanza es Dios el Padre. Solo Él merece alabanza. Pero, ¿qué provoca este pronunciamiento de su gloria? Él había revestido al hablante con vestiduras de salvación y con manto de justicia. De esta forma Dios otorgó al hablante una relación especial con Él, que se refleja en las palabras “salvación” y “justicia”. Ambas indican una posición especial que Dios da y que no se basa en el mérito humano, sino en la misericordia y en la gracia divinas. ¿Cómo tal bendición no provocaría alabanza? Pablo, de manera similar, escribe sobre la situación de los seguidores de Cristo ante el Padre: “porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Gálatas 3.27). Nos hemos “revestido” de Cristo como una vestidura y somos justos delante de Dios en nuestra salvación. Las imágenes de vestiduras de bodas subrayan la expresión de las acciones de Dios. …como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas son expresiones que nos hablan de preparativos especiales para la ocasión; de la misma manera, la salvación y la justicia de Dios son regalos increíbles para preparar a las personas que no merecen ninguna clase de relación cercana a Él. Nuestra respuesta debe ser, por una parte, hacernos eco de las palabras en Isaías, alabando a Dios por salvarnos y hacernos justos por medio de su Hijo Jesucristo. Pero, además, dado que Dios desea que seamos justos, nuestro deseo debe ser vivir rectamente ante Él.

q Observe que a pesar del tono gozoso de estos versículos muchas personas responden negativamente a la justicia de Dios. ¿Por qué? Comenten qué pueden hacer los creyentes para ayudar a las personas a ver la importancia de la justicia de Dios, no solo para la humanidad en general, sino personalmente para cada una de ellas. Comenten de qué formas los hijos de Dios podemos contender por Su justicia en el mundo. q Guíe a los participantes a subrayar las palabras “todas las naciones” (v. 11) en la p. 14 de sus manuales. Comente: “Dios nunca ha amado a una nación exclusivamente sino que siempre extiende su amor a todas las personas. Él tiene a todos los pueblos en Su corazón y nos bendice para que nosotros podamos llevar su bendición a otros. Esto incluye llevar el evangelio a personas de todo el mundo”. q Comente: “Valorar lo que Dios valora significa promover la justicia”. Pida a los participantes que escriban “justicia” en sus hojas de trabajo (ítem 2). Sugerencias para el comentario sobre Isaías 61.10-11 1. ¿Por qué la justicia de Dios es fuente de verdadero gozo para los creyentes? 2. Si usted tuviera que elegir un símbolo para representar la obra de Dios en su vida, ¿cuál sería? ¿Por qué? 3. ¿Hasta qué punto siente usted el deseo de Dios, de que haya justicia en “todas las naciones” (v. 11)?

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Después de recibir la justicia de Cristo, como creyentes, debemos cultivar la justicia en nuestras propias vidas. ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Cómo podemos trabajar para que Su justicia prevalezca en la Tierra, aunque sepamos que no podrá ser plena hasta el regreso de Cristo?

Paso 5: Conclusión qP  ida a los participantes que completen la columna derecha de la hoja “Alineemos nuestros valores” (ítem 2). Deben escribir diversos valores de Dios de los cuales tratarán de apropiarse como consecuencia de lo aprendido en esta lección. qA  nímelos a continuar estudiando. Observe que la sección sobre la justicia nos recuerda que posiblemente esté llegando el día en que los creyentes se vean obligados a elegir entre obedecer a Dios y obedecer al hombre. Pregunte: “¿Qué debe hacer el creyente?”

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Las imágenes agrícolas refuerzan estos conceptos. …como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así los propósitos de Dios son inevitables y completamente confiables. Isaías ya había proclamado tal seguridad con relación a la Palabra de Dios, que siempre cumple sus propósitos (vea 55.10-11). Específicamente se nos promete que Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones. Aunque Israel es el pueblo escogido, la pasión y el corazón de Dios nunca han estado restringidos a una nación, un pueblo o una clase, su gracia es para todos. Cuando Él nos bendice, tenemos que recordar que también nosotros debemos compartir estas bendiciones con otros y dar crédito a Dios. Como maestros, necesitamos enfatizar que los creyentes deben adoptar la visión de Dios para que todas las naciones lo conozcan y lo alaben. Esta es nuestra tarea y nuestro privilegio para cambiar el mundo.

Verdades bíblicas en esta lección Mientras se acerca la Navidad y aumenta la tentación de concentrarnos únicamente en nuestros planes y en nuestras familias, todos debiéramos hacer una pausa y reflexionar en este tiempo como una motivación para actuar con el fin de cambiar el mundo para la gloria de Dios. Actuemos de manera que los valores de Dios lleguen a ser los nuestros: tener compasión por los más necesitados entre nosotros, promover la justicia y combatir la injusticia dondequiera que se encuentre y anhelar ver que todos los pueblos de toda raza y toda lengua, en todo lugar, reciban la justicia y la salvación de Dios.

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