¿Es Jesús simplemente una recreación del mito de Horus? - ObreroFiel

reportero inglés W.T. Stead, también escribió una historia sobre el ... “Todos los que han pecado sin conocer la ley, también perecerán sin la ley; y todos los que ... determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo ...
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¿Es Jesús simplemente una recreación del mito de Horus? ¿Te molestaría esto? Hay muchos ateos que dicen que Jesús realmente nunca vivió. ¿Qué sucedería si te dijera que había una vez una antigua religión que describía a Dios como un ser que: Fue concebido por una virgen llamada Meri, y tuvo un padrastro llamado Geb (José) Nació en una cueva, su nacimiento fue anunciado por un ángel, señalado por una estrella y adorado por pastores Asistió a un rito especial a la edad de doce años y no hay información sobre el niño desde los 12 hasta los 30 años de edad Fue bautizado en un río a la edad de 30, y quien lo bautizó fue más tarde decapitado Tuvo 12 discípulos Realizó milagros, exorcizó demonios, resucitó a alguien de los muertos, y caminó sobre el agua Fue llamado “lusa” el “hijo eterno” y el “Niño Santo” Predicó un “Sermón en el Monte,” y sus seguidores relataron sus dichos Se transfiguró en el Monte Fue crucificado entre dos ladrones, sepultado por tres días en una tumba, y resucitó Fue llamado “el Camino,” “la Verdad y la Luz,” “Mesías,” “El Ungido Hijo de Dios,” “el Hijo del Hombre,” “el Buen Pastor, “Cordero de Dios,” “el Verbo hecho carne,” “la Palabra de Verdad,” “el KRST” o “El Ungido” Era “el Pescador,” y fue asociado con el Pez, el Cordero y el León Vino para cumplir la Ley, y se supone que reinaría por mil años.

¿Reconocerías esta figura religiosa? ¿Te suena como a alguien que conoces? Bueno, por supuesto, ¡estamos describiendo la figura de Horus! ¿Qué, pensabas que estábamos hablando acerca de Jesús? Verdaderamente suena como Jesús ¿no? ¿Sacudiría tu fe el descubrir que Horus era un dios egipcio que fue adorado miles de años antes del tiempo de Cristo? Mientras que Horus ya no es adorado en nuestro mundo, hay un número de ateos que se están reuniendo para argumentar que el cristianismo es simplemente una copia de sistemas de fe preexistentes. Su alegato es que el cristianismo no es verdad, y que Jesús nunca vivió. ¡Que él es simplemente la copia de una deidad procedente de un número de mitologías preexistentes!

¿Realmente es él como Jesús? A primera vista, estas similitudes son alarmantes, y para muchos cristianos, estas descripciones les han ocasionado tropezar y dudar sobre la veracidad histórica del hombre Jesucristo. Así que es importante que examinemos la veracidad de estas afirmaciones de similitud, y que también veamos lo que las VERDADERAS mitologías pueden decirnos sobre el corazón del hombre que nos impulsa a imaginar cómo podría ser Dios. Puede haber pocas dudas de que existan un número de 1

mitologías pre-cristianas con salvadores que mueren, pero cuando examinemos estas figuras de cerca, veremos que solo son semblanzas del Dios que realmente VINO al mundo. De hecho, estas mitologías APOYAN las afirmaciones de Cristo. Antes de comenzar a examinar cuidadosamente esta mitología, es importante reconocer que una porción significativa de lo que acabamos de leer acerca de Horus, es simplemente FALSA, y carece de CUALQUIER apoyo arqueológico egipcio. Mucho de lo que vimos en esta lista, es simplemente el esfuerzo de los ateos para hacer que Horus se parezca lo más posible a Jesús. Así que busquemos la verdad de todo esto y veamos lo que puede decirnos.

Horus

La verdad acerca de Horus El mítico dios egipcio Horus, era adorado principalmente en dos centros culturales: en Nejen (o Hieracómpolis) en el norte y Edfu en el sur. Quedan pocos vestigios de la localidad de Nejen, pero aún hay un amplio y bien preservado templo ptolemaico en Edfu. Así que, la mayor parte de la información acerca de Horus proviene de este templo del sur. Usualmente Horus era representado como un halcón, puesto que era un gran dios del cielo e hijo de Isis y Osiris. Veamos los alegatos que ya hemos descrito y separemos la verdad de la ficción, para después tratar de entender la esperanza subyacente de la gente que inventó al dios llamado Horus:

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Afirmación: Horus fue concebido por una madre virgen llamada Meri, y tuvo un padrastro llamado Geb (José) Verdad: Horus NO fue concebido de una virgen. De hecho, tanto la evidencia mural como textual de Egipto, indica que Isis (no hay evidencia de que “Meri” fuera siquiera parte de su nombre) sobrevoló sobre el pene erecto (que ella creó) de Osiris y concibió a Horus. Mientras que pudo haber sido virgen antes de la concepción, ella utilizó el pene de Osiris para concebir. También tuvo otro hijo con Osiris. No hay evidencia en absoluto, de que tres hombres sabios hayan sido parte de la historia (¡ni en la historia del nacimiento de Horus ni en el de Jesús para el caso!). Geb era en realidad el ‘dios de la tierra,’ (la tierra misma, así como Nut lo era del cielo); él no era el padre terrenal de Horus. Geb no es el equivalente a José, y, en la mayoría de los casos, ¡él es descrito como el padre de Osiris! 2

El razonamiento detrás de la mitología de Horus: Es claro que el hombre ha soñado y pensado acerca de Dios, y cuando lo hacemos, es razonable que imaginemos que Dios sea en alguna manera diferente del orden natural que él ha creado. Es razonable asumir entonces, que él aparecería de una manera sobrenatural, desafiando el orden natural de las cosas.

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Afirmación: Horus nació en una cueva, su nacimiento fue anunciado por un ángel, señalado por una estrella y adorado por pastores. Verdad: No hay referencia alguna de una cueva o pesebre en la historia de su nacimiento. De hecho, ninguno de estos detalles está presente en las antiguas historias egipcias sobre Horus. Él nació en un pantano. Su nacimiento no fue anunciado por un ángel. Ni se menciona que una estrella haya anunciado su nacimiento.

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Afirmación: Horus asistió a un rito especial a la edad de doce años y no hay información sobre el niño desde los 12 hasta los 30 años de edad. Verdad: No existe una continuidad en la mitología de Horus, para considerar todos estos años, por lo que no hay omisiones reales en la cronología. Horus nunca enseñó en ningún templo a los doce años, (como lo hizo Jesús), y tengamos presente que Jesús no ‘desapareció’ en los años entre su enseñanza en el templo y su bautismo. Simplemente estuvo trabajando como carpintero.

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Afirmación: Horus fue bautizado en un río a la edad de 30 años, y quien lo bautizó fue más tarde decapitado. Verdad: Horus nunca fue bautizado. Mientras que la conspiración de los teóricos con frecuencia señala a “Anup el Bautista” y aseguran que posteriormente él fue decapitado, no existe tal persona en la historia de Horus.

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Afirmación: Horus tuvo 12 discípulos. Verdad: Horus solo tuvo cuatro discípulos (llamados ‘Heru-Shemsu’), pero en algún punto de su historia, se hace referencia a dieciséis seguidores, y un grupo incontable de seguidores quienes se unieron a Horus en la batalla (llamada ‘mesnui’), pero no hay referencia a doce seguidores. El razonamiento detrás de la mitología de Horus: Es razonable imaginar, que si Dios fuera a venir al mundo, se rodearía de discípulos que continuarían compartiendo su verdad con otros.

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Afirmación: Horus realizó milagros, exorcizó demonios, resucitó a alguien de los muertos y caminó sobre el agua. Verdad: Por supuesto que Horus hizo milagros, ¡después de todo se suponía que él era un dios! Pero no existe mención sobre exorcizar demonios, resucitar a gente de los muertos o de caminar sobre el agua.

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El razonamiento detrás de la mitología de Horus: Es razonable esperar, que si hay un Dios (un verdadero Dios), él tendría el poder para realizar milagros y controlar las fuerzas de la naturaleza.

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Afirmación: Horus era llamado “lusa,” el “hijo eterno” y el “Niño Santo”. Verdad: Nadie en la historia egipcia fue llamado jamás “lusa” (no existe esa palabra), ni nadie fue llamado “Niño Santo.”

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Afirmación: Horus predicó un “Sermón en el Monte,” y sus seguidores relataron sus dichos. Se transfiguró en el Monte. Verdad: Horus jamás predicó un “Sermón en el Monte,” ni fue transfigurado.

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Afirmación: Horus fue crucificado entre dos ladrones, sepultado por tres días en una tumba y resucitó. Verdad: En la vasta mayoría de las versiones de la historia, no se reporta que Horus haya muerto en absoluto. Tampoco hay mención de su crucifixión. En cambio, Horus es descrito como eventualmente fusionado con Ra (el dios Sol), después de lo cual él ‘muere’ y ‘renace’ diariamente, así como el sol se levanta cada día. (Este es un paralelismo exagerado respecto a la muerte y resurrección.). Aunque sí existe una historia no oficial que describe la muerte de Horus, siendo echado al agua en pedazos, para ser pescado más tarde por un cocodrilo a instancias de Isis. El razonamiento detrás de la mitología de Horus: Si hay un Dios verdadero, esperaríamos que tuviera señorío sobre la muerte y fuera capaz de controlar los poderes de la vida y la muerte.

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Afirmación: Horus fe llamado “el Camino,” “la Verdad y la Luz,” “Mesías,” “El Ungido Hijo de Dios,” “el Hijo del Hombre,” “el Buen Pastor, “Cordero de Dios,” “el Verbo hecho carne,” “la Palabra de Verdad,” “el KRST” o “El Ungido”. Verdad: Ninguno de estos títulos se encuentran en la historia egipcia, aunque Horus sí ES llamado por muchos nombres, lo que se esperaría de cualquier dios de la mitología. “Gran Dios”, “Amo de los poderes”, “Señor del cielo”, y “Vengador de su padre”. Horus también era llamado “el Krst” porque esta palabra en egipcio significa “entierro” (no era un título en absoluto). El razonamiento detrás de la mitología de Horus: Si hay un Dios, esperaríamos que fuera muy poderoso y tuviera un título que reflejara ese poder.

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Afirmación: Horus era “el pescador,” y fue asociado con el pez, el cordero y el

león. Verdad: Algunos de los teóricos de la conspiración tratan de mostrar una asociación con el pez (en virtud de que Horus ERA un pez, muy diferente a Jesús), pero no hay evidencia de que Horus jamás haya sido llamado un “pescador” o fuera alguna vez asociado con el león o el cordero.

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Afirmación: Horus vino a cumplir la ley, y se supone que reinaría por mil años. Verdad: No había una “ley” egipcia que Horus tuviera que cumplir, ni tampoco hay mención de un reinado de mil años en la mitología egipcia.

Así que, ¿qué nos queda? De este rápido examen de la tradición sobre Horus, podemos ver que NO fue concebido por una virgen, NI el nombre de su madre fue Meri. NO hubo tres sabios que asistieran a su nacimiento, y él NO tuvo un padre terrenal llamado José. NO nació en una cueva o pesebre (nació en un pantano), su nacimiento NO fue anunciado por un ángel, ni señalado por una estrella, ni fue adorado por pastores. NO hay un hueco de 18 años en la historia de su vida, Ni nada sobre un evento especial en el templo a los doce años. Él NO fue bautizado a los 30 años por alguien que fue decapitado posteriormente. NO tuvo 12 discípulos, y mientras que ciertamente realizó milagros, él NO exorcizó demonios, resucitó muertos o caminó sobre el agua como Jesús lo hizo. Horus ¡NO fue llamado “lusa” ni “el camino,” “la verdad y la luz,” “Mesías,” “el ungido Hijo de Dios,” “el hijo del hombre,” “el buen pastor, “cordero de Dios,” “el verbo hecho carne,” “la palabra de verdad,” “el KRST” o “El ungido”! Él ¡NO predicó un “Sermón en el Monte” NI fue transfigurado. Tampoco fue crucificado entre dos ladrones, ni sepultado por tres días en una tumba, ¡NI TAMPOCO resucitó! NO vino para cumplir la ley y NO se dijo que reinaría por mil años. Así que, después de todo, ¿qué tan similar a Jesús es Horus?

¿Cómo pudieron haber imaginado eso? Aún con todas las diferencias entre Horus y Jesús, todavía es sorprendente que los primeros hombres imaginaran un dios, incluso con algunas similitudes, ¿no lo crees? ¿Cómo pudo pasar eso? ¿Es realmente posible que alguien pudiera haber imaginado algo que más tarde se convirtiera en una realidad, aunque solo fuera parcialmente? Bueno, veamos otro ejemplo de la historia. ¿Qué sucedería si te dijera que un hombre llamado Morgan Robertson, una vez escribió acerca de un transatlántico británico que medía cerca de 250 metros de largo, pesaba más de 60,000 toneladas, y podía llevar cerca de 3,000 pasajeros? El barco tenía una velocidad de crucero de 24 nudos, con tres hélices, y como 20 botes salvavidas. ¿Qué sucedería si te dijera que este transatlántico chocó contra un iceberg en su viaje inaugural en el mes de abril, provocando una abertura en la parte delantera del estribor de la nave, hundiéndose con unos 2,000 pasajeros? ¿Reconocerías ese evento de la historia? Podrías decir, “¡Oye, ese es el Titanic!” Pues te equivocarías. Mientras que todos los detalles son idénticos al Titanic, el barco del que estoy hablando es el “Titán,” y es un barco ficticio descrito por Robertson en su libro llamado “El hundimiento del Titán” o “Inutilidad” (Libros Buccaneer, Cutchogue, Nueva York, 1898). ¡Este libro fue escrito catorce años ANTES de que el desastre tuviera lugar, y muchos años antes de que siquiera la construcción del Titanic se hubiera iniciado! Además de esto, otros escritores y pensadores también habían comenzado a desarrollar una mitología acerca de tales grandes barcos. En la década de 1880, el bien conocido reportero inglés W.T. Stead, también escribió una historia sobre el hundimiento de un transatlántico a la mitad del Atlántico, y para 1882 le había añadido el detalle de que un iceberg sería el causante del desastre. También hay un buen número de premoniciones

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registradas por parte de pasajeros quienes cancelaron en último minuto antes de abordar el Titanic para su viaje inaugural en 1912, diciendo que el barco sufriría un destino similar. ¿Cómo pudieron todas estas personas anticipar algo como esto? ¿Cómo pudo Robertson presagiarlo con tal precisión? Bueno, es muy posible que estos hombres y mujeres tuvieran un don profético de algún tipo, (después de todo, aún los ateos aceptarán que algunos de nosotros somos al menos más intuitivos que otros), pero también es posible que ellos simplemente observaran el mundo a su alrededor, pensaran en las posibilidades, examinaran la historia el hombre que conducía a tal época, e imaginaran cómo podría ser un transatlántico como este. Es claro que ellos realmente imaginaron algo que estaba muy cerca de la verdad de la historia. Ahora veamos, si dentro de mil años estuviéramos examinando la verdad sobre el Titanic en la historia, y descubriéramos la historia del Titán, ¿piensas que nos diríamos, -“¡Oye, esa historia acerca del Titanic es una mentira, se trata solo de una re-creación de una mitología previa sobre un barco llamado el Titán!”? Espero que no, en cambio, espero que evaluemos la evidencia relativa a la existencia del Titanic, leamos los relatos de los testigos oculares, estudiemos el impacto que el evento tuvo en la historia, y luego hagamos una decisión sobre ello. Esperaría que una mitología previa no detuviera la búsqueda de la verdad. Y seamos realistas, ¡las similitudes entre el Titán y el Titanic son mucho mayores que las similitudes entre Horus y Jesús!

¿Qué había en el corazón de aquellos que crearon a Horus? Así que ¿hay también algo en el corazón del hombre que lo impulsa a buscar a Dios y a tratar de entenderlo y conocerlo? ¿Hay algo en el corazón del hombre que lo anime a soñar e imaginar mitologías acerca de Dios, así como pudo imaginar un barco como el Titanic? La Biblia ciertamente mantiene que Dios ha plasmado la verdad de su existencia en el mundo que nos rodea: Romanos 1:18-20 (NVI) “Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa”. Y la Biblia también nos dice que Dios nos ha dado una conciencia que testifica de su existencia: Romanos 2:12-15 (NVI) “Todos los que han pecado sin conocer la ley, también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley, por la ley serán juzgados. Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen. De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan”. 6

¿Por qué nos sorprendería que como gente creada a la imagen de Dios, tuviéramos una mente y un corazón que soñara acerca de la naturaleza de nuestro creador? Si Dios puso su ley moral en nuestro corazón, y nos dio a entender su existencia por medio del mundo creado a nuestro alrededor, es razonable que aún antes de que cualquier cosa haya sido directamente revelada en la Biblia, los hombres y mujeres pensaran, se imaginaran y soñaran acerca de la naturaleza de Dios (¡así como algunos imaginaron anticipadamente los grandes transatlánticos!). Realmente esperaríamos que estas mitologías tuvieran alguna semblanza de la realidad de la naturaleza de Dios, una vez que nos fuera revelada, ¡así como el Titán era similar al Titanic! Y ese parece ser el caso con Horus. Pero, seamos realistas acerca de las similitudes de Horus; éstas NO son tan poderosas ni llamativas, especialmente cuando las estudiamos y vemos que la gran mayoría de las reclamaciones y similitudes no han sido históricamente verificadas. Son mentiras. Pero regresemos por un minuto y re-leamos los razonamientos de los creadores de la mitología de Horus. Pensemos acerca de lo que los haya motivado. Ellos razonaban basados en su noción de Dios, de acuerdo a lo que veían en su medio ambiente y mediante la semilla de la conciencia de Dios plantada en su corazón, y decidieron que si hay un Dios, (1) él debía ser un ser de alguna manera diferente al orden natural que él había creado, (2) él aparecería en su orden natural de una manera sobrenatural, (3) él nos amaría lo suficiente como para rodearse de discípulos que continuaran compartiendo su verdad con otros, (4) él tendría que poseer el poder para realizar milagros y controlar las fuerzas de la naturaleza, (5) él debía ser lo suficientemente poderoso como para vencer a la muerte, y (6) su poder y majestad garantizarían el poseer los títulos que reflejaran su naturaleza.

Así que, eventualmente, ¿cómo sería Dios? Muy bien, estas seis motivaciones ciertamente han contribuido al pensamiento de aquellos que originalmente crearon la mitología de Horus. Como humanos, podemos evaluar el ambiente a nuestro alrededor y de ahí, llegar a una razonable noción acerca del Dios que lo creó. Mientras que Horus es MUY diferente a Jesús, es interesante notar que Dios eventualmente cumplió y excedió las expectativas de aquellos que soñaban acerca de él. Jesús es todo lo que podamos haber esperado, y mucho más. Él es poderoso y desafió las expectativas naturales tras su aparición en nuestro mundo. Él nos ama lo suficiente como para haberse rodeado de discípulos que continuarían compartiendo la verdad con otros. Tiene el poder para realizar milagros y controlar las fuerzas de la naturaleza. Es lo suficientemente poderoso como para derrotar a la muerte. ¡Su poder y majestad justifican los títulos que reflejan su naturaleza! ¡Jesús cumplió las expectativas que tenían los antiguos buscadores de Dios, y aún las excedió de muchas maneras!

Pablo les dijo que Dios era más grande que sus expectativas. Eso realmente no debe sorprendernos, porque Pablo les dijo esto mismo a aquellos antiguos buscadores de Dios, cuando se dirigió a la gente de Atenas en la colina de Marte, hace dos mil años. Él les dijo a estos pensadores y buscadores griegos, que mientras que ellos habían imaginado la naturaleza de Dios (así como los creyentes de Horus también habían soñado acerca de Dios), de hecho sí había un Dios VERDAERO, Jesucristo, quien vino al mundo y sobrepasó sus expectativas: 7

Hechos 17:22-31 (NIV) “Pablo se puso en medio del Areópago y tomó la palabra: —¡Ciudadanos atenienses! Observo que ustedes son sumamente religiosos en todo lo que hacen. Al pasar y fijarme en sus lugares sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: A un dios desconocido. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que yo les anuncio. El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres, ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas. De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros, "puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos". Como algunos de sus propios poetas griegos han dicho: "De él somos descendientes." Por tanto, siendo descendientes de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea como el oro, la plata o la piedra: escultura hecha como resultado del ingenio y de la destreza del ser humano. Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan. Él ha fijado un día en que juzgará al mundo con justicia, por medio del hombre que ha designado. De ello ha dado pruebas a todos al levantarlo de entre los muertos”. Pablo parecía reconocer que Dios tenía una respuesta para todos aquellos que habían estado soñando acerca de su naturaleza. Dios estaba al tanto de todas las mitologías que precedieron su aparición en la forma de Jesucristo. Él sabía todo lo que estas culturas habían imaginado y soñado acerca de él, y vio la manera en que habían descrito a sus dioses. Él sabía cómo los habían pensado, con poderes y habilidades milagrosas. ¿Por qué debería sorprendernos que Dios eventualmente apareciera y probara a la raza humana que él era el ÚNICO Y VERDADERO DIOS, al simplemente CUMPLIR con nuestras expectativas, punto por punto (y luego sobrepasar grandemente esas expectativas)? No debería sorprendernos que Dios pudiera, de alguna manera ELEGIR aparecer en una forma que fuera consistente con las expectativas del hombre, particularmente cuando Dios quiere que su creación lo reconozca. Dios pudo simplemente decir, “Hijos, sé que se han imaginado que yo sea de cierta forma. De manera muy limitada, lo han imaginado correctamente. En muchas otras formas, se han equivocado grandemente. Permítanme mostrarles quién soy. Observen cómo lleno todas las expectativas que tenían acerca de mi naturaleza. Déjenme ayudarles a creer mediante la milagrosa vida que viviré entre ustedes. Permítanme rescatarlos de una manera que jamás habrían soñado”.

La búsqueda termina con Jesús. Tal vez eso es por lo que en la larga línea de las mitologías y descripciones de Dios, Jesús culmina la lista. No hay mitologías significativas posteriores a Jesús. ¿Alguna vez te has preguntado por qué? ¿Es simplemente porque la raza humana desarrolló en el pasado tales fábulas? ¿O es porque la raza humana desarrolló en el pasado su propia inmadurez hasta el punto y lugar donde Dios finalmente determinó que era el tiempo de aparecer en forma humana? Tal vez Dios decidió que el tiempo en el cual él había “pasado por alto tal ignorancia” ahora había llegado a su fin; así que se presentó a sí mismo de una manera que terminaba con toda la 8

mitología. Él apreció con un VERDADERO poder y gloria, haciendo de lado y anulando para siempre todas las mitologías previas, cumpliendo y aún excediendo cualquier cosa que pudiéramos haber esperando.

El cristianismo continúa floreciendo. Mientras que realmente hay muy POCAS similitudes entre Horus y Jesús en detalles, hay similitudes entre ellos en cuanto a las expectativas subyacentes que tenían de él los primitivos buscadores de Dios. Jesús sencillamente cumplió las esperanzas y sueños de estos buscadores, como el verdadero Dios encarnado. Mientras que en la actualidad, la adoración a Horus es una religión muerta, el cristianismo continúa floreciendo. ¿Por qué? Porque la tradición de Horus es inconsistente con la historia geológica de nuestro mundo, inconsistente con la historia arqueológica de la humanidad, e insostenible por la evidencia textual. En contraste, el cristianismo aún continúa hablando a las mentes de los buscadores de nuestros días. Tiene una fuerte consistencia geológica y arqueológica con lo que vemos en nuestro mundo, y una fuerte evidencia textual para mantenerse firme ante las objeciones y reclamaciones. Los ateos han tratado de describir a Horus como algo que no es, a fin de hacernos creer que Jesús nunca existió. Pero la historia de Horus ¡solo debería animarnos a creer en el Dios que excede nuestras expectativas. www.Pleaseconvinceme.com www.Obrerofiel.com. Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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