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“LA DERMATOLOGÍA COSMÉTICA Y ESTÉTICA PASA POR UN GRAN MOMENTO; LA VARIEDAD DE TRATAMIENTOS Y TECNOLOGÍAS NOS PERMITE CONSEGUIR UNA PIEL MÁS JOVEN Y SANA” Hablamos con el Dr. Pedro Jaén, Presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) por Mayte Martínez Un problema infantil de psoriasis le empujó a estudiar medicina, y su espíritu inquieto a decantarse por la dermatología, una especialidad que abarca desde la medicina interna hasta la cirugía, algo que le aseguraba un futuro nada aburrido, como así ha sido. 30 años después, el Dr. Pedro Jaén continúa con una actividad frenética que va desde la Sanidad Pública a la privada, pasando por un trabajo docente, de investigación, y hasta como colaborador en África, conjugando la estética y la salud en todas sus declinaciones. EXPERTOS EN MEDICINA ESTÉTICA
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a Academia Americana de Dermatología en el 75th Annual Meeting en Orlando, Florida ha concedido, por primera vez, distinciones a dermatólogos españoles miembros de la AEDV y al Dr. Pedro Jaén en nombre de todos los dermatólogos españoles y europeos, a su esfuerzo por avanzar en la dermatología internacional. En esta entrevista nos cuenta el significado de esta distinción, su pasión por el trabajo y el futuro de una disciplina que, en poco tiempo, ha pasado de tratar una piel enferma a “cuidar la salud y belleza de la piel, que repercute en la ausencia de la enfermedad”. Expertos en Medicina Estética: ¿Qué significa el reconocimiento a su esfuerzo por parte de la Academia Americana de Dermatología? Dr. Pedro Jaén: La Sociedad Médica Dermatológica tradicionalmente más avanzada y más de referencia para los dermatólogos españoles desde hace muchos años ha sido la Academia Americana, aunque ya más recientemente otros congresos europeos también son hoy muy referentes. Tradicionalmente al Congreso Americano viajamos dermatólogos españoles para aprender pero también para aportar y este año lo que la Academia Americana ha reconocido es esa aportación de la dermatología española a la americana, un reconocimiento a distintos dermatólogos españoles a lo largo de años. Es la primera vez y la verdad es que estamos muy contentos. Se ha distinguido a personas concretas, quizá el dermatólogo más destacado ha sido Francisco Camacho, catedrático de dermatología de Sevilla, que se le ha hecho miembro de honor de la Academia Americana y en mi caso como presidente de la Academia Española, no tanto por mi persona, sino como la institución que representa a todos los dermatólogos españoles.
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EME: Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, profesor Titular de la Universidad de Alcalá de Henares, Presidente de la AEDV, autor de 4 libros y diversas publicaciones, Co-creador de la aplicación médica para smartphones DermoMap, premiada como mejor aplicación… ¿Dan 24 horas al día para tanto? DPJ: La verdad es que tengo la suerte de estar en un equipo muy grande, con muchos colegas. Eres facilitador, organizas, pones en contacto a unas personas con otras… es más una labor de lo que ahora se viene a llamar gestión. Por ejemplo, en el Ramón y Cajal somos 12 dermatólogos y 18 residentes, con todo el estímulo que supone. En la Universidad soy profesor titular de la asignatura pero hay 12 profesores asociados, es un equipo muy grande. Y lo mismo en todos los aspectos, al final es tener la suerte de estar con buenos profesionales. Y la verdad es que la dermatología española en estos momentos tiene un nivel muy alto, nos podemos comparar a cualquiera de nuestros países vecinos y superamos la media. EME: Le da incluso tiempo a mantener su centro, Grupo de dermatología Pedro Jaén, entre uno de las pioneros de dermatología clínica y estética. DPJ: También es por el equipo de gente. Yo comencé con la medicina privada hace 30 años, pero siempre con colaboradores. El concepto ha cambiado mucho en los últimos años. El paciente hoy no busca un dermatólogo concreto, sino el equipo, porque uno no puede ser experto en todo, es imposible que alguien lo sea en cirugía, cáncer de piel, alergia, psoriasis, estética… Hace años el campo estaba más restringido y los pacientes buscaban a un profesional concreto pero ahora se busca a un equipo, con expertos en las distintas áreas de nuestra especialidad. Buscas un referente porque piensas que se encargará de que trabajen con él profesionales muy cualificados. Y en mi caso esto es lo que ha sido. Yo ahora mismo tengo la suerte de trabajar con un capital humano de primer nivel. EME: Pero aun hay más. Está recién llegado de una colaboración en Tanzania, ¿en qué ha consistido?
DPJ: Un amigo cirujano plástico que operaba en África labios leporinos, Javier Beut, me lo propuso. Había identificado en Tanzania un centro donde podíamos colaborar como dermatólogos. Cuando llegamos allí nos encontramos con un problema grave de pacientes con cáncer de piel debido a la cantidad de albinos que, al carecer de melanina, desarrollan esta enfermedad y mueren. Los dermatólogos de Tanzania no tenían conocimiento de cirugía dermatológica, así que al principio íbamos a operar y a dar formación. El proyecto, que cumple ahora 10 años, se ha convertido básicamente en formativo, no solo en Tanzania sino también de países vecinos. Y podemos decir con satisfacción que ya hay muchos profesionales allí que pueden operar, hoy la gravedad de los pacientes no es la misma porque ahora son atendidos por los dermatólogos que hemos enseñado, actuando con antelación, cuando el tumor es pequeño. EME: Pero vayamos al principio de todo, ¿qué le empujó a decidirse por la dermatología? DPJ: De niño ya quería ser médico porque tuve una enfermedad crónica de piel, psoriasis, con 10 años. Eso me motivó a querer estar al otro lado de la mesa, yo quería atender y curar, ofrecer lo que a mí me hubiera gustado recibir. No me decidí por la dermatología hasta no estar acabando la carrera, mi objetivo principal era ser médico. Al final vi que la especialidad estaba en auge y tocaba desde la medicina interna hasta la cirugía, era algo muy amplio y seguro que no me aburría. Yo soy muy inquieto y tener la oportunidad de tratar distintas áreas de la medicina me resultó estimulante. Y creo que acerté. EME: La aplicación médica para smartphones DermoMap ayuda al diagnóstico de las enfermedades de la piel, ¿qué ventajas tiene respecto al trabajo del dermatólogo antes de su aparición? DPJ: Es una herramienta para el diagnóstico. De las 100 enfermedades dermatológicas más frecuentes, el dermatólogo en consulta, con una serie de datos, reduce la probabilidad a 3-4. Es útil para la docencia, de hecho algunos compañeros míos, profesores de universidad, la utilizan para que sus alumnos se entrenen en reconocer
“La dermatología española en estos momentos tiene un nivel muy alto, nos podemos comparar a cualquiera de nuestros países vecinos y superamos la media”.
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visualmente dichos problemas de la piel. Recomiendo a mis alumnos que la utilicen, así como a los médicos de atención primaria. Se han hecho miles de descargas desde casi 70 países de diferentes lugares del mundo. Hay otra aplicación en la que también he colaborado, Photoskin, orientada al autoexamen del paciente que tiene muchos lunares. Se fotografían de una forma sistematizada la piel y pueden cotejar si han tenido algún cambio o algún lunar más de los que tenían y en este caso consultar con el dermatólogo a tiempo. EME: Hasta hace unos años se relacionaba la dermatología con enfermedades de la piel, acné, psoriasis… pero hoy la gente la ve más cerca de la salud, cuidados para esta más joven, evitar manchas… DPJ: Efectivamente, cuando yo estudiaba, mis maestros defendían que el dermatólogo era el médico de la piel enferma, no el de la piel sana. Y ahora no, yo me he dedicado sobre todo a la cirugía dermatológica y al cáncer
de piel, y a la vez a la parte cosmética, que no son contrapuestos. Cuidar la salud de la piel repercute en la ausencia de la enfermedad, en una piel que envejece más tarde y esté sana más tiempo. EME: También ha cambiado la relación del dermatólogo con la cosmética. Antes solo recetaban cremas untuosas de olores peculiares. DPJ: Se ha demostrado que la cosmética tiene un efecto sobre la salud de la piel, evitando la pérdida transepidérmica de agua de las capas más superficiales y que la piel se deteriore, sufra, envejezca más. Que la cosmética sea más agradable, sin sensación pegajosa, anima al paciente a utilizarla. Y revertir una piel envejecida por el sol, intolerante, con eczemas, etc. EME: ¿Qué entendemos hoy por dermatología cosmética o estética? DPJ: Desde el conocimiento que tiene el dermatólogo podemos prevenir y evitar efectos adversos sobre la salud de
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la piel, el envejecimiento, el cáncer, eczemas, y solucionar problemas incipientes también en el aspecto puramente estético. Hay medicina, tecnología y cirugía para mejorar arrugas, manchas, flacidez, consecuencias del envejecimiento u otros problemas que derivan en algún inestetismo. Dentro de la AEDV hay un grupo de trabajo específicamente orientado a este aspecto, dermatología cosmética y académica. Hoy no sólo está el fármaco oral o preparado tópico, hay todo un arsenal, ya sea láser, abrasión, peeling químico, cirugía, que trata la estética de la piel, desde las uñas a los tejidos blandos, el rostro, el pelo… EME: ¿Qué relación tienen con el médico estético? ¿Juegan en el mismo equipo o en contrarios? DPJ: En absoluto en contrarios. El conocimiento es el que manda a la hora de tratar a los pacientes que reclaman un procedimiento estético. Sí que hay aspectos difíciles de diagnosticar para quien no sea dermatólogo: ante una piel con lesiones, nosotros sabemos si es una pápula fibrosa, un problema sebáceo, vascular... Y eso es difícil para alguien que no sea dermatólogo. Quitar lesiones, vaporizarlas, sin diagnóstico o hacer un láser sobre un tatuaje que asienta sobre una mancha o una depilación en la que hay un lunar en medio de una zona tratada a veces requiere un diagnóstico de cuál es el problema; este es nuestro campo. Pero no estamos contrapuestos. Hay una variedad de tratamientos médicos quirúrgicos que el dermatólogo debe conocerlos y aconsejar al paciente que vaya al cirujano plástico, maxilofacial, o vascular, para complementar aquello en lo que nosotros tenemos conocimiento pero no somos expertos. Hay médicos estéticos que están muy preparados y que hacen muy bien determinadas técnicas, e incluso mejor porque diariamente están pinchando, poniendo rellenos y ese es el 100% de su trabajo. La visión más amplia del conjunto es más complicado, cuando tienes un problema de la piel por medio. EME: ¿Y con el farmacéutico? DPJ: Muy bien. Recurrimos a la formulación magistral mucho y esto nos hace vincularnos con él, tanto en la sanidad pública como en la consulta privada. Yo trato mucho con el farmacéutico, porque sabe más de las dis-
tintas preparaciones de un medicamento tópico y determinados cosméticos. A mí me resulta difícil conocer todo lo que aparece en el mercado. Muchas veces también dependemos de este profesional porque es el que anima a seguir el tratamiento. Sabemos que la constancia es importante y nosotros desde la consulta tenemos nuestras limitaciones a la hora de hacer seguimiento. EME: ¿A quién quiere más a papá o a mamá? ¿Prefiere el campo puro y duro de los problemas dermatológicos o la parte estética? ¿Seguridad Social o clínica privada? DPJ: No he sido capaz de dejar a papá ni a mamá, es una suerte porque son trabajos distintos y te aportan mucho cada uno de ellos, aunque tienes menos tiempo fuera de la medicina. Le dedicamos muchas horas. De joven pensé en la medicina privada porque te da una mejor situación económica, pensando que algún día, por la cantidad de tiempo invertido, dejaría una de las vías, pero al final, ya hace unos años que tomé la decisión de seguir en los dos, porque ambas me gustan y echaría de menos una u otra, se complementan. EME: ¿En qué momento se encuentra la dermatología cosmética y estética? DPJ: En un momento muy bueno, tenemos suerte, porque contamos con tratamientos y procedimientos efectivos. Podemos resolver un problema desde distintos ámbitos y técnicas, con diferentes herramientas. La tecnología ha avanzado muchísimo en el campo de la dermatología. Para el diagnóstico tenemos dermatoscopia, microscopía con focal, ecografía… También se está yendo cada vez es más al estudio por computadora de imágenes tomadas de la piel de los pacientes para orientar problemas dermatológicos. Desde el punto de vista terapéutico, la cirugía igualmente ha cambiado y mejorado, con el diagnóstico intraoperatorio de los márgenes de los tumores, tratamientos no quirúrgicos para el caso de la piel, la terapia fotodinámica, todos los procedimientos de láser, ultrasonido, radiofrecuencia, para evitar el sudor, para quitar las manchas, los angiomas, tensar la piel, borrar arrugas, mejorar cicatrices… Es muy excitante.
“Cuidar la salud de la piel repercute en la ausencia de la enfermedad,en una piel que envejecemás tarde y esté sana más tiempo”.
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EME: ¿Qué formación añadida debería seguir el dermatólogo para ser estético? DPJ: Los cuatro años de la residencia no garantizan una formación en estética del dermatólogo, tiene que buscarla haciendo cursos. La oferta es muy amplia, desde másteres universitarios de un año de duración, cursos prácticos y teóricos, online y presenciales, con pacientes para distintas técnicas, etc. De hecho el grupo de la academia de dermatología estética y terapéutica, además de las propuestas anuales hace un curso para todos los residentes que en los últimos 20 años han estudiado en España. Hay mucha formación específica para el dermatólogo de carrera que tiene que hacer si quiere acceder a la especialidad estética, si no la hace no está preparado para esta faceta.
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“Hoy no sólo está el fármaco oral o preparado tópico, hay todo un arsenal, ya sea láser, abrasión, peeling químico, cirugía, que trata la estética de la piel, desde las uñas a los tejidos blandos, el rostro, el pelo…” EME: ¿Hay intrusión en este sector? DPJ: A mí lo que más me preocupa es que haya procedimientos estéticos que se estén realizando fuera del ámbito médico. Creo que es algo que el ciudadano debería de saber, que un procedimiento láser, por ejemplo, no se puede hacer sin una supervisión médica. O una infiltración o determinados tratamientos que tienen que practicarse en un ambiente sanitario, en un centro médico, con un director médico responsable de todos los actos médicos que se realizan en ese centro, que no ha de ser dermatólogo pero sí médico con la preparación adecuada. EME: ¿El dermatólogo puede utilizar todo tipo de aparatología estética? DPJ: Sí, no hay ninguna limitación en este sentido, con la formación adecuada y específica sobre cómo manejar esa tecnología. EXPERTOS EN MEDICINA ESTÉTICA
EME: ¿Por dónde pasa el futuro de la dermatología? DPJ: Seguramente vamos a vivir avances en lo que es la medicina regenerativa en el aspecto de la piel. Cuando yo empecé, el paciente solo pensaba en lo que podía conseguir por un determinado dinero y cuánto le iba a durar lo que pagaba. Ahora la gente quiere tener buen aspecto y no cambiar, procedimientos poco invasivos que le ayuden a mejorar, con sus propios recursos biológicos mantener la salud y aspecto joven. EME: ¿Cómo ha afectado la crisis al sector? DPJ: Ha cambiado el concepto del consumo estético. A veces consumían sin una dirección, picoteaban un procedimiento aquí, otro allá. Con la crisis disminuyó el consumo y se ha escogido más, tanto el tratamiento a realizar como el profesional a escoger. Esto ha ayudado a que el sector se defina, se han agrupado profesionales y el paciente ha ido buscando centros, referencias, y ha centrado más los tratamientos que se quiere hacer. El conocimiento de la estética por el pacientes es mucho mayor hoy que hace 10 años, cuando no sabía qué relleno se le estaba poniendo ni le importaba, ahora está más informado, quiere que se le explique todo lo relacionado al procedimiento estético que se quiera realizar.
