Entre museos y tarimas

18 abr. 2009 - NIÑO PARALÍTICO ANDANDO A GATAS. Óleo sobre lienzo, 1961. La Haya, Colección Gemeentemuseum, Den Haag creativo del británico sin ...
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1955

1962

CHIMPANCÉ

TRES ESTUDIOS PARA UNA CRUCIFIXIÓN

Stuttgart, Staatsgalerie

Nueva York, Solomon R, Guggenheim Museum

Entre museos y tarimas POR ADRIÁN GUALDONI BASUALDO Para La Nacion Buenos Aires, 2009

L

NIÑO PARALÍTICO ANDANDO A GATAS. Óleo sobre lienzo, 1961. La Haya, Colección Gemeentemuseum, Den Haag

creativo del británico sin ese collage de fotos, recortes de diarios, catálogos, imágenes de tiranos, animales rostros deformados que lo acompaña como una cohorte. La pintura Bacon es la figuración después de la fotografía; pero sobre todo a partir del libro de Eadweard Muybridge sobre la figura en movimiento fechado en 1901. Tipo curioso, Muybridge era un fotógrafo inglés que se mudó a la costa oeste de los Estados Unidos y se hizo famoso tras fotografiar con un sistema mecánico el galope de un caballo y, al hacerlo, probar que en un

momento dado los cascos de las cuatro patas estaban en el aire. La idea del movimiento inspira en Bacon el formato tríptico, la secuencia como una manera de prolongar la acción, la mueca, el grito. Dyer tiene su sala Homenaje, esa serie desgarradora es la celebración post mórtem, el mea culpa al amigo muerto. En la vida pública, Bacon estableció siempre una distancia con su modelo y amante, no lo consideraba a la altura de sus modales artistocráticos y públicamente lo humillaba por su origen proletario, puro músculo

a nutrida fila de aspirantes a acceder a la estupenda muestra que el ampliado Museo del Prado dedica a Francis Bacon en el centenario de su nacimiento serpentea en la fresca primavera madrileña hasta alcanzar el abrigo de la puerta de los Jerónimos. La espera fuerza al diálogo, en el que se entremezclan los varios idiomas locales y algunos extranjeros. En los comentarios del público se destacan claras referencias al mercado: “¿Tú crees que el Tríptico que Abramovich compró en 86 millones de dólares está en la exposición?” Con dulce acento gallego, una rotunda dama asestó esta duda a su joven acompañante. Forzoso oyente, este cronista presente se privó de aclarar la cosa por la negativa, ya que temió un posible éxodo de la pareja. La muestra es un broche de oro a la larga vinculación de Bacon con el Prado. Superando la antinomia entre arte y mercado de arte, los observadores imparciales pueden apreciar el empujón que uno y otro término se propinan mutuamente. Una cifra con seis ceros, un nombre mediático y una cierta amistad con el escándalo pueden movilizar hacia las catedrales del arte a públicos no habitués. En términos de mercado, Picasso es el artista más cotizado de la historia, le siguen –a distancia prudencial– Monet y Bacon. Tríptico, 1976, alcanzó en Sotheby’s en mayo del año pasado los 86,2 millones de dólares, y hoy ocupa el cuarto puesto en el ranking de las obras mejor pagadas en subastas. Tras dos obras de Picasso y una de Gustav Klimt, la pintura récord de Bacon, propiedad del ruso Abramovich, postergó incluso al Retrato del Dr. Gachet que pintó Van Gogh, durante años el cuadro más caro del mundo. Cuando en mayo de 1989, aún vivo el artista, el Tríptico, Mayo-Junio 1973 se vendió en Sotheby’s en 5,3 millones, impactante récord en aquel momento, ¿quién se hubiera atrevido a afirmar que veinte años después esa marca habría de multiplicarse más de 16 veces? Mientras el índice Mei Moses señala para el primer trimestre del corriente año una caída promedio del 35% en el mercado del arte, el cómputo parcial para la obra de Francis Bacon permanece firme y consolidado. © LA NACION * El autor es director de la firma Consultart/dgb

Sábado 18 de abril de 2009 | adn | 7