ESPECTACULOS
I
Jueves 6 de enero de 2011
CINE
((((( MUY BUENA
CINE INFANTIL
Enredados Los estudios Disney presentan un cuento de hadas tan clásico como actual L ENREDADOS (TANGLED, EE.UU./2010, DOBLADA AL CASTELLANO, 2D Y 3D) L DIRECCION: NATHAN GRENO Y BYRON HOWARD L GUION: DAN FOGELMAN L MUSICA: ALAN MENKEN L EDICION: TIM MERTENS L PRESENTA: DISNEY L DURACION: 100 MINUTOS L CALIFICACION: APTA PARA TODO PUBLICO
WARNER BROS
4
((((( REGULAR DRAMA
Más allá de la vida Clint Eastwood y una incursión despareja, y por momentos decepcionante, en lo sobrenatural MAS ALLA DE LA VIDA (HEREAFTER) (EE.UU./2010, COLOR. HABLADA EN INGLES Y FRANCESX L DIRECCION: CLINT EASTWOOD L ELENCO: MATT DAMON, CECILE DE FRANCE, JAY MOHR, BRYCE DALLAS HOWARD, FRANKIE MCLAREN, GEORGE MCLAREN, MARTHE KELLER, DEREK JACOBI L GUION: PETER MORGAN L FOTOGRAFIA: TOM STERN L MUSICA: CLINT EASTWOOD L EDICION: JOEL COX Y GARY ROACH LPRESENTA: WARNER LDURACION: 129 MINUTOS LCALIFICACION: SOLO APTA MAYORES DE 13 AÑOS L
Es ciertamente una demostración de lozanía que Clint Eastwood se atreva, a los 80 años, a probar suerte en nuevos terrenos como lo hace en esta despareja (y en muchos aspectos, decepcionante) incursión en lo sobrenatural. Peter Morgan, a quien suele irle bastante mejor cuando aborda el retrato de celebridades (Frost/ Nixon, La reina) le proporciona una historia sobre la muerte, el duelo, el más allá y los vínculos entre los vivos y los muertos, concebida como un tríptico, estructurada a la manera de Babel y generosa en coincidencias y alusiones a hechos de la actualidad. Precisamente, es una impresionante reconstrucción del tsunami que devastó Indonesia, Tailandia y
otros países del Indico, la secuencia con la que el film se introduce en el tema. Sorprendida por la catástrofe, una periodista francesa de vacaciones (la excelente actriz belga Cécile de France) es arrastrada por las olas y milagrosamente logra sobrevivir, no sin antes pasar por la experiencia de asomarse al más allá (una visión que, luz enceguecedora mediante, responde a las representaciones de rutina). Pronto aparecerán los protagonistas de las otras historias. Uno es un chico inglés de clase modesta (vagamente extraído del mundo de Dickens), que vive desconsolado por la trágica muerte de su hermano gemelo; el otro, un obrero de San Francisco (Matt Damon, impecable), cuya excepcional condición de médium
no es para él un don sino una pesadilla. Mientras se siguen alternadamente las andanzas de cada uno –la periodista busca sustento científico para dar testimonio en un libro sobre los contactos con el más allá, un tema que alguna conspiración se empeña en ocultar; el chico se obstina en lograr contacto con su hermano, de quien recibe alguna oportuna ayuda, y el médium ensaya otro oficio, vive una frustración amorosa y pierde el empleo–, resta saber cómo el destino logrará entrecruzarlos, lo que se resuelve de la manera más forzada y previsible y en algún caso, próxima al ridículo. Pero que al final todas las piezas encajen genera un efecto tranquilizador irresistible para mucho público:
que lo digan González IñárrituArriaga. Eastwood se rehúsa al melodrama y a dar respuesta sobre la existencia del más allá: quiere que el film hable del modo en que cada uno sobrelleva o debería sobrellevar la idea de la mortalidad y hasta incorpora alguna nota de humor, pero el tratamiento del tema suena trivial y sólo en contadas oportunidades (una escena romántica, por ejemplo, o el encuentro de Matt Damon con el chico en el hotel) puede sospecharse que es él quien está detrás de la cámara. El empleo que hace de su música –esta vez con ayuda de Rachmaninov– tampoco puede contarse como un acierto.
Fernando López
En el universo de la animación actual, poblado de las maravillas de Pixar, los influyentes films del animé japonés y los algunas veces ingeniosos intentos de DreamWorks de reinventar el género infantil incluyendo a los adultos entre su público las princesas de Disney parecían ya no tener lugar. Hasta que llegó Enredados, una adaptación más que libre de Rapunzel, el clásico relato de los hermanos Grimm. Aquí están presentes todos los elementos, personajes y características que el estudio lleva casi setenta y cinco años perfeccionando incluidos el reino encantado, las princesas perdidas acompañadas de simpáticos animalitos, las brujas malas y los héroes montados en valientes corceles. Claro que esta vez ese héroe es un ladrón huérfano necesitado de atención, la princesa perdida es una adolescente curiosa y un poco furiosa y el corcel tiene evidentes problemas de identidad, ya que actúa como un perro sabueso. Con las lecciones aprendidas del primo Pixar y habiendo prestado atención a la repetida parodia del género que es Shrek, este film consigue mantener la tradición modernizándola, sin perder de vista sus raíces y la magia que parece ser sinónimo de Disney desde su nacimiento. En este caso conjurada por la combinación de las canciones compuestas por Alan Menken –el mismo de La sirenita, La Bella y la Bestia y Aladino– con las posibilidades estéticas de la animación digital y el 3D.
Princesa en la torre La historia que cuenta Enredados gira en torno de Rapunzel, una princesa encantada que es
secuestrada de su cuna por la malvada bruja Gothel, desesperada por utilizar el mágico cabello de la niña como su exclusivo tónico de la juventud eterna. Encerrada en su torre durante 18 años, Rapunzel añora el mundo que sólo conoce a la distancia, por lo que espía desde su ventana con la única compañía de su mascota, un camaleón que no necesita hablar para resultar uno de los más graciosos personajes de la película. Que los tiene en cantidad. Entre ellos, Flynn Ryder, un pícaro ladrón que sueña con tener un hogar y se indigna cada vez que los carteles de “buscado” reproducen una nariz que no se parece en nada a la suya. Lejos del convencional rescate de la chica por parte del príncipe azul, en este caso el encuentro entre la princesa solitaria y el forajido tendrá algo de comedia romántica –gracias al inspirado guión de Dan Fogelman–, y otro poco de comedia física que explota todas las posibilidades del 3D, especialmente cuando se pone en juego el largo pelo de la protagonista. Como si fueran las lianas de Tarzán, los cabellos de Rapunzel son escalera, hamaca y hasta arma siempre lista para lo que su dueña necesite. Claro que no le sirven para protegerse de la malvada Gothel, que no sólo le hizo creer que es su mamá, sino que la mantiene encerrada y aislada con una perversa mezcla de culpa y miedo al exterior. De todos modos, eso no impide que Rapunzel sueñe con conocer el mundo y bajar de su torre un mechón a la vez.
Natalia Trzenko