Arquidiócesis de Santo Domingo Arquidiócesis de Santiago Diócesis de Barahona Diócesis de Baní Diócesis de Puerto Plata Diócesis de San Pedro de Macorís Diócesis de San Francisco de Macorís Diócesis de Mao-Montecristi Diócesis de San Juan de la Maguana

Valor del Mes:

Encuentro Lema del Mes:

“Vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11)

Plan de Pastoral Diciembre 2017

Acción Significativa del Sector: Participar en el adorno del Sector para la Navidad, en los Aguinaldos y hacer una Cena navideña del Sector Acción Significativa Familiar: Juntarnos toda la familia en un día de la Navidad. Preparar la Navidad en Familia. Índice Primera Parte: Pregón de Adviento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Lectura Orante Diciembre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 Encuentros de Evangelización en el Sector. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 Retiro de Adviento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Acción Significativa del Sector: Aguinaldos o Posadas o Novena del Niño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Oración Cena Navidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 Visita de las familias, de los niños y de los sectores al Nacimiento de la Parroquia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 Oración de Fin de Año . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 Segunda Parte: Lecturas Diarias y Celebraciones Dominicales y de Navidad. . . . . . . . . . . 47

Colaboradores: Ángela de León, Pbro. Erick Cosme Wilson, P. Valerio Baines Sanz, OAR, Pbro. Gregorio Santana, Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Arquidiócesis de Santo Domingo). Coordinadora: Eugenia López Diagramación y Arte final: Jesús Pérez Portadas: Giantfranco Santos Impresión: Editora Amigo del Hogar / Manuel María Valencia No. 4, Santo Domingo, D. N. / Tel.: 809.548.7594 / Para contacto Vicaría de Pastoral, Correo Electrónico: guiamensual.vipastoral@arzsd., [email protected] Teléfonos: 809-682-0815, 809-685-3141, Ext. 261-262, 809-221-3126 Redes Sociales: www.facebook.com/vicariadepastoralsantodomingo

Plan de Pastoral - Diciembre 2017

Pregón de Adviento 2017

“Vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11) Orientaciones para preparar el Pregón de Adviento: El pregón de Adviento es un anuncio alegre del Adviento 2017 que se hace en la primera Semana de Adviento en las Celebraciones, en las reuniones de comunidad. Impacta cuando se prepara bien, hay buen sonido, se usan ornamentos, se le pone música. No es para leerlo es para gritarlo, vocearlo como un mensajero. Es necesario que los que representan a los personajes practiquen bien. La parte del Pueblo dominicano la hace la Asamblea. Los Indignados van vestidos de negro. Los Profetas irán vestidos de verde. Los que hacen de Pregoneros van vestidos de blanco. El Ciudadano tropezón va vestido de rojo. Los otros personajes son: Isaías, Juan Bautista, Montesinos, María y José. Coro: Alegre vengo de las montañas… Indignados: Calla, callen, cállense, párenme eso ahí. Que el horno no está para galleticas. El país se lo está llevando quien lo trajo. Cómo pueden ustedes hablar o peor aún cantar alegría, si aquí se mata y se roba todos los días. Pueblo dominicano (Asamblea): Muchos quieren hablar por nosotros y hasta dicen si bailamos o no bailamos, si comemos esto o aquello. Otros ciertamente deciden sin decirnos. Montesinos: Todos recuerdan el primer grito de justicia en estas tierras. Grito que retumba aún hoy. Ciudadano tropezón: hablaron de que deciden sin decirnos y aparece Montesinos. No me hables tú de gritos, que despierta los vecinos. ¿Qué tienes tu que ver con nosotros Montesinos? Isaías: Yo soy la voz que clama en el desierto, allanen un camino para el Señor. Coro: Vamos a preparar el camino del Señor, vamos a construir la ciudad de nuestro Dios. Vendrá el señor con su fuerza el romperá las cadenas, Él nos dará la verdad… Pueblo dominicano (Asamblea): Esperándote estamos Señor, ven pronto a salvarnos. Hemos ido preparando ese camino de libertad. Nos hemos vestido de esperanza en todo este año y nos hemos decidido por ti, para que sacies nuestra hambre y nuestra sed. Ciudadano tropezón: ¿hambre y sed?, no hay mercado, conuco ni acueducto pa´tanta gente. Montesinos: Yo también tengo sed, tengo hambre, pero de justicia, porque no se puede seguir tratando a los hijos de este pueblo como si no tuvieran alma.

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Indignados: Pues nosotros si encontramos el nuestro, queremos gritar, queremos pelear, porque esto no lo arregla nadie. Ya nos cansamos de COJERLO A DIEZ (10), y sentimos que vamos a explotar, porque esto no lo aguanta nadie. Pregonero: ¡Extra, Extra! Ya viene, Él dice que viene. El Rey anuncia su visita, prepárense porque no quiere sorpresas. Pueblo dominicano (Asamblea): La sorpresa es del que la da. El Señor no deja de sorprendernos con su visita, y aunque lo esperamos, en la espera nos sorprende su visita. Lo sentimos hasta en la brisita y lo verá hasta el ciego de la vista. Ven Señor que tu pueblo te necesita. Ciudadano tropezón: ¿Y a qué vendrá un Dios a un pueblo que lo malo no se le quita? Juan Bautista: Detrás de mi viene uno con más poder que yo, al que no soy digno de soltarle la correa de sus sandalias. Pero no sean más razas de víboras. El que tenga dos capas, que dé una al que no tiene, y el que tenga de comer, que reparta. Al Estado que no cobre más impuestos, y a los jueces, guardias y fiscales que se contenten con su paga. Isaías: Vendrá el Señor cuando partas tu pan con el hambriento y no te aproveches del huérfano y de la viuda, cuando dejes de explotar al extranjero que habita en tu pueblo. Arcángel Gabriel: Pueblo Dominicano, Dios los bendiga, concebirán y tendrán la Luz del Hijo, si siguen su camino. Salen María y José paseándose por toda la asamblea mientras se canta. Coro: Abran las puertas, abran las puertas, ábranlas al Redentor. Pueblo dominicano (Asamblea): Las puertas están abiertas Señor, míralas y ven pronto: 1. Hemos creído en la formación y hemos dado a todos participación 2. Nuestro pueblo se cansó de la injusticia y de la “real” inmunidad, que ahora le dicen impunidad. 3. Esta es tu casa una escuela del encuentro 4. Tú sabes que no es cuento ni ningún invento que de las injusticias están hartos hasta en los conventos. 5. Que hay mucha alegría que no la arrebata ni la impunidad porque tu pueblo se organiza en comunidad. 6. Pero a ti te pedimos que los hombres no maten nuestras mujeres con su maldad 7. Que los niños y ancianos canten alegres por la navidad. Indignados: (con velas en las manos) Hoy se ha encendido en nosotros una llama de esperanza en nuestra oscuridad. También nos preparamos para recibir al Niño Dios en su humildad que con su luz nos quiso iluminar. Ciudadano tropezón: ¿Dónde nacerá ese Niño que es Señor? María y José: Lo llevamos a nacer a Belén y ahora vuelve a nacer en tu corazón también.

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Plan de Pastoral - Diciembre 2017

LECTURA ORANTE Diciembre 2017

“Vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11 Orientaciones: Cada año todos celebramos nuestro nacimiento por lo que celebrar el nacimiento de Cristo es un acto que regocija a toda la familia, pues en Él se encarna Dios mismo, para que todos nos identifiquemos con El al momento del encuentro. Hoy, por medio de la Lectura Orante comunitaria y personal, el Señor sigue acudiendo a nuestro encuentro. Ahora vamos a adorarle. Para esta reunión debe haber un responsable cuya función es dirigir la lectura y organizar el encuentro, aunque todos debemos tener una participación activa. Duración: 30 minutos 1. Invocación al Espíritu Santo Se pide la presencia del Espíritu Santo para que ilumine nuestro entendimiento para recibir las enseñanzas que nos lleguen a través de esta Palabra de Vida, que arda nuestro corazón y mueva nuestra voluntad y que con ella nos ayude a salir al encuentro de los más necesitados del Reino del Señor aquí y ahora. 2. Leo el texto de Mateo 2,10-11 Leemos detenidamente el texto en dos ocasiones en voz alta y de ser posible en traducciones distintas (Biblia de Jerusalén o la del Pueblo Peregrino, entre otras), luego cada persona lee en silencio para que el Espíritu hable a su corazón y conciencia. Y nos preguntamos: ¿Quién habla en la lectura y a quiénes va dirigida? ¿A dónde ocurre este hecho? ¿A quiénes se ha llamado para ir y adorar al niño Dios? 3. Medita. ¿Qué me/nos dice la Palabra? Luego de escudriñar en la Palabra, con la asistencia del Espíritu de Verdad medito acerca de lo que la Palabra me dice a mí, a mi familia y a mi comunidad ¿Qué lugar ocupa el encuentro con mi Señor y con mi hermano en mi hogar y comunidad? Después de conocer y reconocer a mi Señor pongo ante Él mis dones. Reflexión El encuentro con un ser amado es motivo de alegría y fiesta, porque reconozco la importancia de su presencia en mi vida y así todo se hace diferente. Con la encarnación de nuestro Señor Jesucristo el encuentro del ser humano con Dios ha llegado a una intimidad extrema y nos pauta un ejemplo de vida para todos y todas. En esta época del año nos alegramos de las fiestas y la llegada de familiares del extranjero, que esa alegría de la

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Encarnación se refleje en el encuentro con los más necesitados y nos motive a ser más generosos y ser como los Magos de Oriente que ofertaron dones exquisitos al Señor. 4. Ora. ¿Qué le respondo al Señor? Exprésale al Señor lo que de tu corazón brota luego de reflexionar a Sagrada Escritura. Es momento de hablarle a Dios, de responderle al llamado que me hace. 5. Contempla y actúa. ¿Qué inspira en mi vida la Palabra? • ¿Como discípulo de Jesús salgo al encuentro con los demás? • ¿Estoy entregando mis dones y carismas al Señor y a mis hermanos? • Propósito: Me comprometo hoy a salir al encuentro de mi hermano y entregar mis dones a la Iglesia. 6. Concluyamos con el Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Nos damos un abrazo fraterno. Vivamos con gozo y como comunidad la Palabra que Dios ha puesto en nuestros corazones respondiendo al mandato que Jesús nos hace hoy.

Primer Encuentro de Evangelización 4-9 de diciembre

“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” Santiago 4,8 Ambientación ¿Vamos a poner en el lugar adornos navideños? Depende de cuándo se realice este Encuentro. Si es época de Navidad, sí; si no lo es, no ponemos esos adornos. También en esto debemos dar ejemplo. No pueden faltar los carteles con el lema y el valor del mes. Podemos poner el Misterio de Navidad o Pesebre, pero si estamos en Adviento, no se coloca el niño, sino sólo las imágenes de María y José. Cantos de animación Oración (Decimos todos esta oración) Jesucristo, Palabra del Padre, luz eterna de todo creyente: ven y escucha la súplica ardiente, ven, Señor, porque ya se hace tarde. Cuando el mundo dormía en tinieblas, en tu amor tú quisiste ayudarlo y trajiste, viniendo a la tierra, esa vida que puede salvarlo. Ya madura la historia en promesas, sólo anhela tu pronto regreso; si el silencio madura la espera, el amor no soporta el silencio. Con María, la Iglesia te aguarda con anhelos de esposa y de Madre, reúne a sus hijos en vela, para juntos poder esperarte. Cuando vengas, Señor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro y a tu lado vivamos por siempre, dando gracias al Padre en el Reino. Amén.

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Plan de Pastoral - Diciembre 2017

Canto: Ven, ven Señor no tardes, ven, ven que te esperamos Introducción ¿Se han dado cuenta que hoy nos corresponde dar o tratar nuestro tema? Sí, el título de este apartado de la Guía mensual se titula Encuentros de Evangelización. Con ese nombre nos estamos refiriendo a reuniones de personas que se “encuentran” a tratar unos temas para evangelizarse y evangelizar. Es que la palabra ENCUENTRO, en el diccionario de la lengua, tiene muchas acepciones distintas, muy distintas podríamos decir. Como definición general: Acto de coincidir en un punto o lugar dos o más cosas, animales o personas. Aunque parece muy general esta definición, no abarca todos sus contenidos. Aquí, en este Encuentro de diciembre nos referimos sobre todo al acto de encontrarse dos o más personas; y para ir aclarándonos se trata de salir al encuentro a alguien, de ir al encuentro de alguien o dejarse encontrar por alguien. Iluminación Bíblica Podemos poner como texto bíblico el Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37). Si hacemos el Encuentro en Adviento el texto puede ser el que llamamos La Visitación (Lucas 1,39-56) Si lo realizamos en Navidad podemos poner el Encuentro de los Pastores o de los Magos con la familia de Jesús, María y José (Lucas 2,6-18; Mateo 2,1-12) En cualquiera de los textos que pongamos como reflexión nos haríamos unas preguntas parecidas. ¿Quiénes se encuentran? ¿Qué personas son las que se encuentran? ¿Qué produce ese encuentro entre las personas? ¿Todos los encuentros son iguales o parecidos? ¿Para qué sirven los encuentros entre las distintas personas? ¿Esos encuentros ayudan a mejorar las personas y el entorno? Canto: Cerca está el Señor, cerca está el Señor, cerca de mi pueblo…. Reflexión “La persona humana es un ser social por naturaleza”, esta frase nos indica que vivimos en relación con las demás personas, vivimos en encuentros constantes y continuos con los demás. Para bien o para mal, nuestra vida es una vida de encuentros. Esto quiere decir que el encuentro no es algo añadido a la persona, sino algo esencial en ella. Por tanto, nos conviene tener muchos encuentros positivos. Dice el papa Francisco: “Por lo tanto estar en medio de la gente no solamente hace bien a la vida del individuo, sino que es un bien para todo el mundo”. (25/11/2016) En este año 2017, en que el valor principal está siendo la Participación, decimos que nos encontramos con los demás para participar con ellos y ellas en algo común. No podemos tener un proyecto común, no podemos participar con los demás, si no realizamos primero un encuentro con las personas.

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En la realidad actual, la manera de encontrarse ha cambiado mucho con relación a siglos y años anteriores. Los medios de comunicación facilitan otro tipo de encuentros personales sin necesidad de estar físicamente en el mismo lugar: se puede tener una reunión de trabajo estando las personas en cuatro lugares distintos a muchos miles de kilómetros de distancia unas de otras; podemos estar hablando y viéndonos durante horas con un familiar o amigo a miles de kilómetros de distancia… esta realidad ha cambiado también el concepto de la palabra encuentro. Aquí nos referimos a Encuentro como la relación imprescindible con otras personas con quienes nos unimos por afinidad y porque deseamos tener unos proyectos comunes. En este caso nuestros encuentros son para participar, junto con las otras personas, en la vida familiar, eclesial y socialpolítica. Habría otros muchos encuentros, los que nos interesan son estos. Somos personas creyentes que participamos de manera consciente en encuentros con otras personas para mejorarnos como personas, para influir en la familia, en la comunidad eclesial y en la social y política. Debemos tener encuentros para estos cambios, pero también para los cambios estructurales de nuestra realidad de República Dominicana; cambios estructurales que no podemos realizar solos ni en grupos pequeños. Debemos participar en estos ámbitos como creyentes. El papa Francisco, en la misma ocasión antes citada nos dice: “Para resolver los problemas de la gente hay que empezar desde abajo, ensuciarse las manos, tener valor, escuchar a los últimos”. Navidad es un tiempo especial de encuentro con Dios que viene a la tierra y se hace uno como nosotros y nosotras, se hace nosotros y nosotras. De ahí, de ese encuentro navideño de Dios con nosotros nacerá el tiempo de participar en el encuentro con la familia, los amigos, las comunidades, el compartir… Que esta Navidad nos lleve a participar en muchos encuentros positivos, comenzando con el encuentro con Dios en Cristo, y siguiendo con encuentros que nos lleves a vivir como cristianos y cristianas estas fiestas y ayudar a que la vivan mejor tantas personas necesitadas de nuestro país. ¡Podemos hacer algo! ¿Qué voy a hacer? Canto: En torno al pan (Kairoi). Reflexión comunitaria Todos los días y todo el día lo pasamos en encuentros con otras personas. ¿Cuáles han sido los últimos encuentros positivos y cuáles negativos? ¿Tenemos encuentros para participar en mejorar la Iglesia, el barrio, el sector y el país? ¿Podemos tenerlos? ¿Son necesarios? ¿Cómo cristianos y cristianas, además de encontrarnos con Dios, con quién más debemos hacerlo? Como comunidad debemos comprometernos a propiciar esos encuentros. Oración final Quiero encontrarme con los demás, Señor, para servirte en ellos. Quiero entregar mi vida y lo mejor de mí, para el servicio a los que me rodean. Muéstrame el camino del encuentro solidario, llévame por la huella de la

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compasión, condúceme al horizonte del amor eficaz, dame tu mano, Señor, y guíame hacia donde me necesiten. Te ofrezco mi tiempo, mi esfuerzo, mis ganas de dar y de darme. Quiero seguir tu ejemplo, ser capaz de encontrarme con todos, con cualquiera. Quiero vivir con alegría la fiesta del dar, como tantos que anduvieron estos senderos y los fecundaron con sus vidas. Prepara mis manos, mi corazón y mi mente, para el encuentro con los otros, para tener una mirada que sepa descubrir tu rostro vivo en los que sufren, para vivir abierto a tu llamada en los que están marginados, para encontrar tu presencia en los que nadie quiere encontrar. Dios bueno, que quieres el bien y la vida digna para todos, ayúdanos a servirte en los demás, para vivir honrando tu nombre y construyendo tu Reino. Amén. Canto de despedida: Esperando, esperando (o María sueña caminos…)

Retiro de Adviento 2017

El Señor viene a nuestro encuentro Participa y Prepárate Introducción Un retiro parroquial o comunitario debe prepararse con esmero, para ello pedimos crear un equipo o comisión organizadora. Quien debe comenzar por buscar un local que reúna condiciones para reflexionar en silencio. Es conveniente tener un coro para cantar en distintas partes del retiro. El equipo coordinador, junto con el coro, deciden cuándo, cuánto y qué van a cantar. Por ello no nos detenemos mucho en poner títulos de cantos, sino que dejamos al equipo y al coro que elijan las canciones conocidas y apropiadas. Es preferible que la comisión organizadora, que es parte de la propia comunidad y conocedora de las personas, el ambiente y sus capacidades, sea quien organice las dinámicas, coordine el tiempo, el espacio y lo organice de la forma más conveniente para la propia comunidad, por tanto, a los miembros de esa comisión les corresponde hacerlo práctico, concreto y ágil. Aquí, en la Guía del mes, nos detenemos principalmente en el contenido de reflexión. También a la comisión le corresponde decidir quiénes van a impartir los temas, elegir a esas personas con tiempo para que los preparen con calidad. No olvidemos desarrollar el liderazgo laical de nuestra comunidad y hacer que el talento y los carismas de nuestros hermanos nos edifiquen a todos. Sería muy importante poder terminar el retiro con la Eucaristía, preparada por el equipo de liturgia y partiendo de los temas del retiro.

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Puede realizarse en tres noches o un día entero (Asegurado un tiempo de al menos 6 0 7 horas de meditaciones). Cantos de animación y acogida Saludo y apertura Ya ha llegado el tiempo de Adviento, y con él, el de realizar un retiro, un nuevo retiro. ¿Cuántos retiros hemos hecho en nuestra vida? Un retiro no es un descanso ni físico ni espiritual; menos aún es un escaparnos de la vida de cada día y de las preocupaciones que nos rodean; un retiro es un trabajo desde la fe hacia una renovación, una puesta al día de la vida personal, familiar, comunitaria, parroquial y social. Renovar es hacer nuevo, entonces, si renovamos las personas, renovaremos las comunidades cristianas y la realidad en que vivimos. El retiro de Adviento de este año nos debe ayudar para cerrar un año de Pastoral y también para comenzar a plantearnos la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral. Nuestro retiro tiene tres partes: 1. El Encuentro con Cristo, con los demás y con la realidad. 2. Frutos de la participación. 3. Fortalecidos por Cristo, participamos en la elaboración de la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral. Primera Meditación

El Encuentro

Partimos del tema, El Encuentro, por ser el valor del mes de diciembre. Estando en Adviento, tiempo de preparación del Encuentro de Dios con la humanidad y de las personas con Cristo, sería fácil poner cualquier texto bíblico de las lecturas de Navidad como parte central de nuestra reflexión. Esos textos de Navidad los vamos a leer, comentar y reflexionar mucho en estos días, por ello proponemos otro texto, otro encuentro personal con Cristo. En este otro texto, Dios no se manifiesta o encuentra con la humanidad solo en momentos extraordinarios (como podía ser Navidad), sino que principalmente lo hace en la vida ordinaria, en la vida personal y comunitaria. Así lo experimentó el pueblo de Israel, y esta es la experiencia de las personas creyentes, también nuestra propia experiencia. De esta misma forma lo vivieron los contemporáneos de Jesús, ya que Él es Dios hecho humano, la presencia de Dios en la vida humana, en toda la vida humana. En Navidad celebramos que Jesús es una persona humana entre los humanos, un Dios humano, se puede sentir, tocar escuchar… Jesús nos salva en la vida, se encuentra con nosotros en la vida de cada día. Lucas 19, 1-10. Es el encuentro de Jesús con Zaqueo Leemos despacio y más de una vez, si es necesario, a (Si todas las personas participantes no tienen la Guía de este mes se les entrega una copia de las siguientes ideas, se puede hacer una reflexión personal durante

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más de media hora. A ser posible las personas participantes van apuntando sus reflexiones. Si no se tiene material, se van leyendo las reflexiones o se proyectan para que las lean juntos… se deja suficiente tiempo para ir reflexionando y respondiendo). El encuentro de Jesús y Zaqueo 1. Antes del encuentro Zaqueo intentaba ver quién era Jesús  Experimentaba un vacío en su espíritu, y había que llenar ese vacío….  Ese vacío le creaba una necesidad de cambio.  Había oído hablar de Jesús y sentía atracción por Él. ¿Ya era Él el que lo llamaba?  Zaqueo, a pesar de su posición social, no se dejó llevar por respetos humanos, miedos o apariencias. Jesús entra en Jericó  Jesús iba predicando, pero no de cosas lejanas a la realidad, además Él va mirando a la gente.  Estaba atento a todas las circunstancias, a lo que le rodeaba y a quienes le rodeaban.  Porque está plenamente abierto a los otros y por eso Él toma la iniciativa. 2. El momento del encuentro “Zaqueo, baja deprisa, que hoy he de alojarme en tu casa”  Jesús le llama por su nombre. Dios pronuncia nuestro nombre, el mío, y lo pronuncia muchas veces.  Deprisa, una acción exterior que corresponde a un cambio rápido interior.  Jesús se auto invita; Él toma la iniciativa, quiere un encuentro personal. No se contenta con estar con todos a la vez, quiere estar conmigo.  Jesús nos invita a comer; la comida como lugar de encuentro, diálogo, amistad; nos convida a la intimidad.  Todo esto nos lo podemos aplicar a nosotros mismos. Baja, abre la puerta de tu casa, deseo estar contigo…  Todo esto lo debemos vivir ya que es el mismo Señor quien nos sale al encuentro, principalmente si tratamos de buscarlo, de verlo con sinceridad. “Bajó deprisa y le recibió contento”  Jesús facilita el encuentro. La respuesta no fue complicada.  Dentro de él se operó una gran transformación. La presencia de Jesús consigue el hombre nuevo.  Convertirse al Reino es una gran alegría. 3. Las consecuencias En Zaqueo:  Primero de todo: alegría del encuentro con Jesús

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 Conversión, cambio de vida en el momento y mirando al futuro.  Encuentro con Jesús que le lleva al encuentro con los demás por medio de la práctica de la justicia y de la caridad.  Una nueva vida tanto para él como para su gente y para quienes le rodean. Todo encuentro con Dios, lleva al encuentro positivo con los demás, con la realidad.  Debemos ver que es principalmente una conversión en materia social, que toca los bolsillos, el dinero y la preocupación por los demás. En los escribas:  Fuera de allí va a haber crítica, malos entendidos, gente que nos llame locos; personas que nos piden ser prudentes.  El mundo condiciona sus ideas, porque el mundo defiende sus intereses  También dentro de la Iglesia tendremos personas que no quieran el compromiso de encontrarnos con los demás para cambiar la realidad. Jesús:  Jesús en el salvador: “hoy ha llegado la salvación a esta casa”.  Presencia que lleva verdadera alegría. Debemos estar alegres por ese encuentro con el Señor. Alegría no porque se nos terminan los problemas, tal vez nos vengan más, como hemos visto que debemos desprendernos y encontrarnos con otros, sino alegría porque la vida tiene sentido, porque podemos cambiar.  Da liberación, porque nos libra de las ataduras de lo material, del mal y del egoísmo, de la falta de visión.  Nos convence de la necesidad de encontrarnos con los demás, sobre todo con los más abandonados y con quienes nadie se quiere encontrar. Mi vida y el encuentro con Jesús  En mi vida, ¿qué encuentros he tenido con Jesús? Los reviviré, ahora.  Jesús, ¿dónde está presente? ¿Dónde está ausente? ¿Qué me parece que Él espera y pide ahora, de mí?  Este año que termina, ¿me ha servido para encontrarme con Dios?  El Plan Nacional de Pastoral, ¿me está sirviendo para encontrarme con Dios? ¿Para ayudar a que otras personas se encuentren con Él?  El Plan Nacional de Pastoral ¿me está sirviendo para encontrarme con los hermanos y la realidad?  El Plan Nacional de Pastoral ¿está sirviendo para renovar mi vida, la de la comunidad y la de la realidad?  ¿Qué puedo hacer para que la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral sirva para logar estos cambios, estos encuentros?  ¿Cuál ha de ser mi conversión? (Parte de las ideas de esta meditación se las debemos a Jesús Renau y su obra retiro de oración)

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Plan de Pastoral - Diciembre 2017

Segunda Meditación “Los frutos de la Participación” En esta segunda meditación haremos referencia también al Encuentro con Dios y al Encuentro con las demás personas, sin embargo, nos centraremos más en tratar de reflexionar en los Frutos que hemos producido este año 2017, principalmente los frutos de la Participación, de nuestra participación en la Construcción del Reino, de nuestra participación en el Plan Nacional de Pastoral y en la vida y acciones de nuestra comunidad parroquial. La Participación ha sido el valor de todo el año 2017. Nos toca vivir en un mundo muy avanzado, con todos los adelantos técnicos y científicos que nos podamos imaginar, también en un mundo donde la persona humana es cada vez menos importante, menos respetada, la vida se toma a la ligera, lo importante es pasarlo bien, que yo lo pase bien; ante el miedo e inseguridad, se propicia el aislamiento, cada vez más urbanizaciones cerradas, las casas más enrejadas, no se necesita el encuentro con la gente para poder vivir, ni divertirse… para eso está la tecnología y los medios de comunicación… para aislarnos y encerrarnos en nuestros lugares y en nosotros mismos…. Pero hoy, como siempre, viene Jesús y nos dice: hay remedios, hay caminos, posibilidades. Podemos reorientar nuestras fuerzas; hoy se puede ser creyente con autenticidad, el Reino aún tiene sentido, la fraternidad, el encuentro, la solidaridad son más posibles y necesarias que nunca. Por ello deseamos revisar nuestra Participación en el problema o en la solución del problema de la sociedad y de la Iglesia. Hoy es buen tiempo para encontrarnos con Cristo y seguirle, disfrutando de su presencia. Sugerimos que orientemos este Adviento no como una llamada a recordar y actualizar una espera de lo sucedido hace dos mil años, sino como una oportunidad que llama a nuestras puertas de esperar un mundo y una Iglesia nuevos, distintos, mejores, en la realidad actual de República Dominicana. Espera y esperanza como la entendemos en Adviento, como compromiso, participación, actuación… espera activa. Este año 2017, el Plan Nacional de Pastoral nos ha invitado a Participar. Al finalizar el año, nos tocará revisar si hemos participado, pero como también se termina una primera Etapa de ese Plan, es tiempo de revisar el mismo Plan en sí, y de si nos anima a Participar, a construir el Reino. También estamos ante un año de programación de la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral, debemos reflexionar sobre si merece la pena hacer esa programación, si podemos y debemos ponerlo al día, hacerlo más útil, más misionero, más metido en la realidad…si podemos y tenemos intención de participar en la preparación de esa segunda Etapa del Plan, que nos ayude a caminar, en los próximos años, más en comunidad para la Construcción del Reino aquí en República Dominicana … Esto es Adviento, esto es espera, este año puede ser de una mayor esperanza que años anteriores.

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Para reflexionar si hemos participado en el Plan Nacional de Pastoral como personas y como comunidades, si esa participación ha dado frutos tanto en mi vida, en la comunidad, y en el país, leemos y reflexionamos el siguiente texto bíblico. Lucas 13, 6-9 Jesús continuó con esta comparación: “Un hombre tenía una higuera que crecía en medio de su viña. Fue a buscar frutos, pero no los halló. Dijo entonces al viñador: “Mira, hace tres años que vengo a buscar frutos a esta higuera, pero nunca encuentro nada. Córtala. ¿Para qué está consumiendo la tierra inútilmente?” El viñador contestó: “Señor, déjala un año más y mientras tanto cavaré alrededor y le echaré abono. Puede ser que así dé fruto en adelante y, si no, la cortas”. Palabra del Señor. Hay árboles para madera, árboles para leña, árboles para flores, otros para sombra y otros para dar frutos. ¿Entre cuáles estoy yo? ¿Este año he tomado parte en los frutos de la familia, la comunidad, la Iglesia, nuestra sociedad? El árbol de la parábola sólo exhibía sus hojas verdes y bonitas, no tenía frutos, era apariencia, ¿nosotros y nosotras? La Iglesia de República Dominicana tiene un bonito Plan Nacional de Pastoral que está terminando su primera Etapa. Desde fuera, desde otros países y diócesis, está todo verde y bonito, desde fuera aparenta fértil… En estos doce años ¿ha dado frutos? ¿Muchos y buenos frutos? Sí, sin lugar a dudas que sí; tal vez no haya dado tantos frutos como los esperados o como los podía haber dado. ¿Hemos participado en el Plan Nacional de Pastoral? ¿Somos parte de los frutos? ¿Somos quienes lo estamos haciendo fructificar? Recordemos que el Plan es un instrumento, es necesario que nos convirtamos en quienes nos dejamos trabajar por él y quienes lo trabajan y lo ponen a dar todos esos abundantes frutos que lleva en su interior. El Dueño le concede un año más de tiempo para que dé frutos. Esto nos hace reflexionar sobre nuestro tiempo, nuestra realidad. El Señor nos da la oportunidad de una Segunda Etapa del Plan. No se trata de contentarnos ni de desanimarnos con los frutos conseguidos, tenemos una nueva oportunidad: lo vamos a reprogramar, a abonar, a regar y a hacerlo producir muchos y muy buenos frutos. En la parábola, Jesús, hace un juicio sobre el pueblo de Israel, que no da fruto, ese juicio puede ser sobre nosotros, por no poner en práctica el Plan; pero también por no dar frutos en nuestra vida personal y familiar. También la parábola hace triunfar la misericordia sobre la debilidad. Aún es posible dar frutos en el futuro, tanto nosotros y nosotras como el Plan. Dios da muchas oportunidades y estamos a tiempo de cambiar. El Adviento es tiempo para descubrir la oportunidad que Jesús está poniendo en nuestras vidas. Veamos algunas de las posibilidades que nos concede Jesús en nuestra vida y en la posibilidad de participar en la elaboración de la segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral: 1. Partir de la realidad para participar de forma nueva en la realidad Adviento y la Navidad nos animan a tener la certeza de un Dios que se encuentra y acompaña a los humanos en el modo humano de caminar por la vida.

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Partir de la realidad actual de la República Dominicana y de la realidad eclesial, muy distintas a hace doce años… Tenemos más corrupción, violencia, impunidad… y a la vez en la Iglesia tenemos más acomodo, indiferencia o conformismo ante esta realidad; como que muchos cristianos y cristianas estamos cansados, desanimados, con miedo, derrotados, pensando que no podemos hacer mucho o nada… Vimos, en la reflexión anterior, cómo actuaba Jesús: metido de lleno en la realidad, atento a lo que sucedía a su alrededor… invitándose a convertir la realidad de las personas… Jesús actuaba en esa realidad haciendo juicio sobre ella, participando en ella y siendo misericordioso con las personas, sobre todo con las más necesitadas, abandonadas y marginales. Hablamos de la honradez y justicia de Jesús para que aprendamos a no ser corruptos y luchar contra la impunidad… ¿Durante este año 2017 he estado atento a la realidad de la Iglesia y de República Dominicana? ¿He participado en actividades para mejorar la Iglesia o la realidad? ¿He tenido miedo o indiferencia para participar en cambiar alguna situación? 2. Partir de una experiencia nueva de comunidad El Plan Nacional de Pastoral no se puede concebir sin la vivencia en comunidad. La vida en comunidad supone Encuentro de diversas personas, pero también apertura. Las personas deben abrirse a los otros hermanos y hermanas de comunidad; las comunidades no pueden cerrarse en sí mismas, estarían suicidándose. Hablamos de apertura personal de mente, de sentimientos, proyectos, ilusiones, trabajos. Ante este nuestro mundo tan enrejado, cerrado, protegido contra lo de fuera, esos niños que no pueden jugar si no es entre rejas… ante este mundo, la comunidad eclesial debe hablar de apertura, de encontrar la identidad en lo común, en la participación, colaboración y la unidad dentro de la diversidad. Las comunidades deberán colaborar con otros grupos e instituciones de los mismos sectores o áreas, aunque tengan diversa religión, ideología, cultura o afiliación política; si buscamos el bien común y la construcción de Reino, allí deben estar las personas cristianas y las comunidades eclesiales. ¿Formo parte de alguna comunidad? ¿Soy persona activa dentro de ella? ¿Cómo comunidad estamos participando en responder a situaciones de la realidad eclesial y social? ¿Cómo comunidad seguimos el Plan Pastoral? 3. Una nueva visión y compromiso de la misión Todavía nos falta un gran ardor e impulso misionero. Tal vez nos falte el encuentro personal con Cristo y por eso fallamos en ser misioneros y misioneras ya que la misión no puede arrancar sino de la unión a la persona de Cristo que nos lleva a transmitir su amor a los demás. Si la misión no parte de sentirnos amados por Cristo y de que Él tiene un proyecto para nosotros y el mundo (el proyecto del Reino), podremos realizar muy buenas campañas, congregar a mucha gente en procesiones y caminatas, hacer grandes discursos… pero lo haremos como unos funcionarios de la fe.

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Si partimos del encuentro de amor con Cristo, aunque usemos pocos medios y las palabras sean sencillas, seremos mucho más creíbles. Nuestra misión es ser misioneros del amor de Dios, amor que se convierte en la presencia de su Reino en toda la vida. Las comunidades cristianas están llamadas a mostrar en modos “tocables” que Dios es sólo amor. Es preciso vivir un estilo de vida y de fe que hablen de un Dios del que uno se puede fiar. La primera misión es el testimonio de la propia vida, ¿soy misionero o misionera con mi ejemplo? ¿He participado en las misiones realizadas en o por mi comunidad? ¿He participado en actividades de evangelización en mi hogar, con mi grupo, en el trabajo, con las personas que me relaciono? 4. Añadamos otras ocasiones en las que sí hemos participado o no lo hemos hecho durante este año 2017. Pongamos actividades propuestas por el Plan Pastoral en las que no hemos participado, y miremos por qué no lo hemos hecho. Con la reflexión anterior se pueden tener distintas actividades. Proponemos tiempo de silencio personal en el que van respondiendo a las preguntas puestas en los distintos puntos de reflexión o se puede rellenar el cuadro siguiente, también en una reflexión en silencio: Oportunidades que se nos han presentado para poder participar durante este año 2017 y si o no los hemos hecho: Oportunidades de participar en:

Familia

Comunidad

Iglesia

Social

Sí participé

No participé

Tercera Meditación

Preparemos la Ruta Hacia el 2018

Desde la primera meditación partimos de la necesidad de encontrarnos con Cristo. Después del encuentro viene el seguir a Cristo y caminar desde Cristo. Él nos reúne en su nombre, nos orienta hacia el Padre, nos guía por el mundo al encuentro con los hermanos y hermanas y nos hace instrumentos de su amor y constructores de su Reino en comunión con los demás. Cristo sigue presente en nuestro mundo. Debemos saber encontrarlo. Está presente en su Palabra, en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía (como lo vamos a reflexionar, celebrar, sentir y vivir en el próximo año de

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Pastoral). Cristo vive en la Iglesia, en la comunidad de nuestros sectores y campos. Está delante de nosotros en cada persona, identificándose de modo particular con los pequeños, los pobres, el que sufre, el más necesitado. Viene a nuestro encuentro en cada acontecimiento de la persona y de la realidad, en el gozoso o triste, en la prueba y en la alegría, en el dolor, salud y en la enfermedad. Cristo, cuando vivió hecho hombre en Palestina, se hizo presente en el diario vivir, hoy sigue haciéndose presente en nuestra vida de cada día. Necesitamos una mirada de fe para poder reconocerlo, fe iluminada con su Palabra, fe vivificada y fortalecida por los sacramentos, por la oración, fe hecha práctica en la caridad, porque en el hermano necesitado está presente Él. La segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral, que si Dios quiere se inicia en el 2019, va a partir de este encuentro con Cristo en los lugares donde Él está. Según el tema propuesto para el próximo año debemos ya reflexionar sobre qué nos toca o nos puede corresponder estudiar y trabajar. Hoy no queremos mirar a lo que nos puede corresponder trabajar en los próximos diez años, sino en este próximo 2018; en qué vamos a poder participar para organizar la Segunda Etapa del Plan. Porque si colaboramos todos en esa elaboración, el Plan no será algo impuesto, será algo nuestro, de todos y todas, porque se nos ha tenido en cuenta en su organización y hemos participado en ella. 1. El Plan Nacional de Pastoral no propone para el próximo año 2018 lo siguiente: Tema del año: “Un pueblo en misión, fortalecido por la Eucaristía, prepara la II Etapa del Plan Nacional de Pastoral, con oración, reflexión y participación de todos”. Lema del año: “Con la Eucaristía, fuente de comunión, impulsamos la misión”. Debemos meditar el tema y el lema, después de meditarlos, miremos si nos comprometen a algo, a qué, en qué podemos colaborar. 2. Meditemos con la carta a los Hebreos (12,1-3.12-15) Innumerables son estos testigos que nos envuelven como una nube. Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado, para correr hasta el final la prueba que nos espera. Fijemos los ojos en Jesús que dirige esta competición de la fe y la premia al final. Él escogió la cruz en vez de la felicidad que se le ofrecía; no tuvo miedo a la humillación, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo… Por lo tanto, levanten las manos caídas y fortalezcan las rodillas que tiemblan, enderecen los caminos tortuosos por donde han de pasar, para que el cojo no se desencamine y más bien se mejore. Procuren estar en paz con todos y progresen en la santidad, pues sin ella nadie verá al Señor. Cuídense, no sea que alguno

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de ustedes pierda la gracia de Dios y alguna raíz amarga produzca brotes, perjudicando a muchos. Palabra de Dios. Hemos elegido este texto de Hebreos para animarnos, apoyarnos en Cristo y poner en Él nuestra fe, porque en esta meditación deseamos mirar al futuro. En esa mirada hacia adelante podemos aplicar las palabras de san Juan Pablo II, al comienzo de este milenio, en su Novo Millennio Ineunte (“Al comienzo del nuevo milenio”): «Un nuevo siglo y un nuevo milenio se abren a la luz de Cristo. Pero no todos ven esta luz. Nosotros tenemos el maravilloso y exigente cometido de ser su reflejo... Ésta es una tarea que nos hace temblar si nos fijamos en la debilidad que tan a menudo nos vuelve opacos y llenos de sombras. Pero es una tarea posible si, expuestos a la luz de Cristo, sabemos abrirnos a su gracia que nos hace hombres nuevos». Lo aplicamos a nuestra situación, y hasta tratamos de parafrasear algunas líneas. Una nueva etapa del Plan Pastoral se abre ante nosotros iluminados por la luz de Cristo. Pero no todos ven esa luz, ya que hay personas que no se comprometen con el Plan Pastoral, (conocemos a personas de todos los niveles de la Iglesia que, por unos motivos u otros, no están de acuerdo o no quieren llevar a la práctica el Plan Pastoral; aquí no entramos a juzgar a nadie). A nosotros y nosotras no corresponde se animadores, organizadores y ejecutores del Plan, que es nuestro Plan. De verdad es una tarea difícil si nos fijamos en nuestra debilidad, pero es tarea posible porque no estamos solos, Cristo nos dará su luz si confiamos en su gracia y sus dones. ¿Será verdad que Dios cuenta con nosotros? ¿Conmigo? Soy insignificante, una pobre persona, pecadora, débil, con muchos miedos… ¿Qué puedo aportar? Existen personas preparadas que pueden organizar toda la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral, tienen experiencia en todo ello… yo podré meterme algo a ejecutarlo después que esté organizado… No se trata solo de eso, parece que el Señor, también la Iglesia Dominicana, cuentan conmigo. Es cuestión de reconocer y servir a Cristo esforzándome en servir a la Iglesia Dominicana. En este próximo año 2018 se me va a pedir colaborar en la elaboración de la Segunda Etapa del Plan. ¿Qué puedo hacer? Cómo mínimo se nos presentan las siguientes oportunidades: Puedo orar para que el Señor ilumine la elaboración de esta Segunda Etapa del Plan. ¿Me voy a comprometer en esa oración, y de qué modo? Se nos van a ofrecer reflexiones, tiempos de oración, de retiros, de celebraciones, principalmente de la Eucaristía… Voy a prestar atención a la realidad. Debo conocer qué pasa en el país, en la Iglesia, en mi comunidad, por qué están sucediendo esos acontecimientos, quiénes los provocan. Partiendo de ese conocimiento de la realidad podré dar mis aportes para apoyar lo bueno y combatir lo malo. ¿Tengo algo de preocupación por conocer por qué suceden los acontecimientos o sólo protesto de lo malo? ¿Qué puedo hacer? Mi actuación es de comunión. Pertenezco a un grupo, a una comunidad, formo parte de un sector, de una parroquia, zona y Obispado o Arzobispado. ¿Realmente estoy formando parte de una comunidad? ¿Me intereso en participar activamente en ella? Con relación a la elaboración de esta segunda

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Etapa del Plan ¿podremos hacer algo como comunidad? ¿Qué podríamos aportar? Me corresponde ser misionero o misionera. La misión es uno de los ejes sobre los que va a girar el Plan Pastoral de 2018. Por otra parte, la Misión es uno de los equipos de trabajo que nos propone el Plan nacional de Pastoral ya existente, puedo decir, eso de ser misioneros o misioneras les corresponde a quienes forman parte de esa comisión y ministerio. ¿Será verdad que el “vayan al mundo entero” es solo para algunas personas y no es para mí? La misión evangelizadora abarca todo el trabajo de Iglesia y a todas las personas de la Iglesia. Tenemos muchas maneras de evangelizar y de misionar. Servir a la vida: con este título pensamos en la defensa de la vida, la lucha contra el aborto, pero debemos incluir la defensa de toda la vida, comenzando por la vida del planeta, por la ecología, siguiendo por la defensa de la vida digna, la lucha contra la violencia… y ¿De qué mueren más niños de hambre o de aborto? ¿Cuánta miseria hay en mi país? ¿Cuántas personas mueren por enfermedades curables con una simple medicina que no tienen a su alcance? ¿Cuántas personas, principalmente jóvenes, mueren o quedan incapacitadas por el mal uso de los motores? Con todo el dinero mal usado en la corrupción y en pagar la impunidad ¿cuántas de estas situaciones se pueden cambiar? Tenemos muchas, pero muchas, oportunidades de servir a la vida sirviendo a la sociedad y a la iglesia…. Mirar hacia adelante y hacia lo alto El reto de organizar la segunda etapa del Plan Pastoral es una invitación a ser personas animosas y animadoras de las demás. Personas con los pies en el suelo, la mirada y la oración en lo alto, porque no estamos solos y solas. Si Dios nos llama a cumplir una misión, el Señor está de nuestra parte dándonos su Espíritu para poder cumplirla. De aquí nace nuestra oración de agradecimiento, de alabanza y también de petición de fortaleza. Pero partimos de tener los pies en el suelo, en la realidad eclesial y social de la República Dominicana; desde esa realidad miramos al futuro, lo vemos con esperanza, con ánimo y nos comprometemos en cuanto podemos. ¡Señor, contamos contigo! ¡Cuenta con nosotros y nosotras! «Quien ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí, debe anunciarlo. Es necesario un nuevo impulso apostólico que sea vivido como compromiso cotidiano de las comunidades y de los grupos cristianos”. (Juan Pablo II, Novo millennio ineunte, 40) ¿Qué más puedo hacer, en qué más puedo participar para contribuir en la preparación de la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral? Reflexionemos sobre el texto de los Hebreos, 12,1-3.12-15 ¿Será verdad que Dios cuenta con nosotros? ¿Conmigo? ¿Soy insignificante, una pobre persona, pecadora, débil, con muchos miedos? ¿Qué puedo aportar?

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¿En qué oraciones y celebraciones puedo y me comprometo a participar para pedir por el éxito en la elaboración de la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral? ¿Tengo algo de preocupación por conocer por qué suceden los acontecimientos o sólo protesto de lo malo? ¿Qué puedo hacer? ¿Realmente estoy formando parte de una comunidad? ¿Me intereso en participar activamente en ella? Con relación a la elaboración de esta segunda Etapa del Plan ¿podremos hacer algo como comunidad? ¿Qué podríamos aportar? ¿Será verdad que el “vayan al mundo entero” es solo para algunas personas y no es para mí? Relacionándolo con la meditación anterior ¿en qué ambientes puedo ser misionero o misionera? ¿Cuál puede ser mi principal misión en el 2018? ¿Cómo puedo servir a la vida: ¿De qué mueren más niños de hambre o de aborto? ¿Cuánta miseria hay en mi país? ¿Cuántas personas mueren por enfermedades curables con una simple medicina que no tienen a su alcance? ¿Cuántas personas, principalmente jóvenes, mueren o quedan incapacitadas por el mal uso de los motores? Con todo el dinero mal usado en la corrupción y en pagar la impunidad ¿cuántas de estas situaciones se pueden cambiar? ¿Qué más puedo hacer, en qué más puedo participar para contribuir en la preparación de la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral? Momento de oración compartido Expresemos en forma de oración nuestras esperanzas para el 2018 para nuestra familia, nuestro país y nuestra Iglesia. Expresemos lo que esperamos de nuestro trabajo de elaboración de la Segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral Se concluye con el Padre Nuestro y Ave María.

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Novena de Preparación a la Navidad Aguinaldos • Mañanitas • Posadas 15-23 de diciembre

Llenos de alegría y esperanza por la fiesta cercana del Nacimiento del Niño Dios, del Enmanuel, el Dios con nosotros, proponemos estos esquemas de celebración y reflexión como preparación a la fiesta de la navidad. Estos días son oportunos para acoger con agrado la invitación del Papa Francisco a una misión de la alegría, y hacer de este gran sentido de fiesta y esperanza una ocasión para acercarnos a todos, especialmente a los más tristes y sin esperanza, y poner de manifiesto la gran alegría de vivir la fe cristiana en comunidad y en vínculos de verdadera cercanía, amistad y estima con todos. La intención fundamental de estos aguinaldos es que sean una expresión externa y pública, que todos los de la comunidad parroquial la entiendan como una salida al encuentro de todas las personas, en las calles, por los residenciales y torres de apartamentos, por los barrios, por las casas y a personas concretas necesitadas de esta expresión festiva. A ello nos sigue impulsando el Papa a ser Iglesia en salida. Recomendaciones: • Elaborar un cancionero con las canciones tradicionales de preparación a la navidad, así como villancicos, canciones afines y otras nuevas composiciones que se puedan ir integrando, con el ánimo de que todos conozcan y disfruten de todo el patrimonio artístico y musical en torno a la navidad. • Disponer de un buen equipo de animación musical, que incluya a cantores y músicos. Aunque puedan parecernos escasos los músicos, si están los instrumentos surgirán más de uno que querrá unirse. • Hacer un calendario con los distintos lugares y momentos en los que tendrán lugar las celebraciones. • Tener equipos que preparen cada encuentro. • Puede realizarse en varias modalidades: en las mañanas yendo por las calles, en las noches de igual manera o visitando de casa en casa. Y otras que se puedan adaptar a cada lugar. Primer día - Viernes 15 “Navidad: Encuentro de Dios con la humanidad” 1. Preparación: Hacer una cartelera con el lema de este día. Establecer los puntos donde se harán las paradas. 2. Oración al Espíritu Santo Todos: Señor y dador de vida. La Virgen quedó esperando por Ti. Nosotros esperamos hoy a su Hijo y nos haces esperar Tú. Espíritu de la promesa,

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nos abandonamos en las promesas. Vivimos de esperanza, y por ti esperamos vivir. Danos en estos tiempos testimoniar tu fuerza y tu alegría. Hecha carne, fiesta, encuentro y amor en Jesús, el Hijo de María. Amén. 3. Introducción Llenos de alegría por la fiesta del nacimiento de Jesús empezamos esta novena de preparación, teniendo como temática de fondo el encuentro. En este día queremos reflexionar en el significado que tiene la navidad como celebración del encuentro de Dios y la humanidad en la persona de Jesús. Eso es lo que celebramos, un Dios que se hizo hombre para salir al encuentro de todos los hombres y mujeres. Celebremos. Y que toda nuestra vida sea siempre encuentro con Dios y con los hermanos. 4. Cantos 5. Primera posada. Del evangelio según san Lucas (1,39-45). “Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»” Palabra de Dios. El Dios que ha venido a encontrar a la humanidad, desde el vientre de María su encuentro con ellos llenaba de alegría, invitemos a nuestra casa con nuestra oración la visita de Jesús y su Madre María. Cantemos: Cantemos todos cantemos 6. Segunda posada Dios ha venido para que no estemos solos, para vencer nuestro aislamiento. Escuchemos las palabras del Benedicto XVI en aparecida: “La fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión: el encuentro con Dios es, en sí mismo y como tal, encuentro con los hermanos, un acto de convocación, de unificación, de responsabilidad hacia el otro y hacia los demás. En este sentido, la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza (cf. 2 Co 8, 9)”. Cantemos alegres al Señor por Haber venido a nuestro encuentro. 7. Tercera posada: Dios sale a nuestro encuentro en los pobres y necesitados La liturgia de estos días nos invita a salir al encuentro de Cristo que llega en todos hombres y en los acontecimientos de la vida. Dejémonos encontrar por Jesús en los lugares y personas que Él ha elegido para permanecer

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con nosotros, especialmente en los pobres y hambrientos, los enfermos y encarcelados. Amado Jesús que en el humilde y desvalido te encontremos y te abracemos. Cantemos. 8. Cuarta posada: Eucaristia encuentro con el Señor La eucaristía es espacio de encuentro con el Señor cuando participamos de ella llevando una vida de comunión y unidad con todos. Él quiere compartirse en cada encuentro y nos ha dejado la Eucaristía para que también nosotros al comulgar salgamos al encuentro de las personas y seamos pan partido para ellos. ¡Gracias Señor por quedarte con nosotros! ¡Ven pronto! Cantemos: Que la navidad sea pan nuestro de cada día. 9. Quinta posada: Partamos el pan y nuestra casa serán Belén, CASA DE PAN. Del profeta Isaías (58,7-8). “Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano. Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente. Tu recto obrar marchará delante de ti y la Gloria de Yavé te seguirá por detrás.” Palabra de Dios. Para la jornada mundial del pobre, el Papa Francisco nos exhortó a todos a que invitáramos a comer a nuestra casa a personas hambrientas, como muestra de amor y acogida de Cristo que sale a nuestro encuentro. Que estos días sean una extensión de ese encuentro. 10. Oración final: Padre nuestro y Ave María. 11. Brindis y cantos Segundo día - Sábado 16 Salgamos al encuentro de la justicia 1. Preparación: Hacer una cartelera con el lema de este día. Llevar cartelones pidiendo justicia contra la corrupción y la impunidad. Llevar el aguinaldo donde personas y líderes sociales y comunitarios que luchan por la justicia. 2. Oración al Espíritu Santo 3. Introducción Este segundo día lo queremos celebrar con el grito de los profetas que gritan y piden justicia, anunciándonos que el mesías vendrá a imponer justicia. La señal clara de encuentro con Dios y con los demás es el imperio de la justicia, que no es el deseo de mal para el que obró

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mal, sino la reparación de los daños de la injusticia. Pongamos en nuestra oración a todos los que en nuestro país tienen la delicada tarea de procurar e impartir justicia, para que entonces nuestra navidad sea una verdadera fiesta de encuentro para todos. 4. Cantos 5. Primera posada: El encuentro con el Mesías es encuentro con su justicia. Del profeta Jeremías (23,5-6). “Así dice Yavé: «Llega el día en que yo haré surgir un hijo de David que se portará como rey justo y prudente. El gobernará este país según la justicia y el derecho. En aquel tiempo Judá gozará de paz, e Israel permanecerá seguro. Y éste es el nombre que le darán: Yavé-nuestra-justicia.” Palabra de Dios. Como vemos esta palabra nos dice que la violencia y la inseguridad son resultado de la falta de justicia. Si queremos vivir en paz y seguros encontrémonos por fin con la justicia. Canto: Ven, ven señor no tardes 6. Segunda posada: La justicia mira desde el cielo y viene a nuestro encuentro. Del profeta Amós (5,7.10-11). “¡Ay de ustedes, que transforman las leyes en algo tan amargo como el ajenjo y tiran por el suelo la justicia! Ustedes odian al que defiende lo justo en el tribunal y aborrecen a todo el que dice la verdad. Pues bien, ya que ustedes han pisoteado al pobre, exigiéndole una parte de su cosecha, esas casas de piedras canteadas que edifican no las van a ocupar, y de esas cepas escogidas que ahora plantan no probarán el vino. Pues yo sé que son muchos sus crímenes y enormes sus pecados, opresores de la gente buena, que exigen dinero anticipado y hacen perder su juicio al pobre en los tribunales. Por esto el hombre prudente tiene que callarse, pues estamos pasando días infelices. Busquen el bien y no el mal si quieren vivir, para que así Yavé esté con ustedes, como de continuo repiten. Aborrezcan el mal y amen el bien, impongan la justicia en sus tribunales, y quizá Yavé Sabaot se apiade del resto de José.” Palabra de Dios. Canto: Ya viene mi Dios ya viene mi Rey 7. Tercera posada: El drama de desencuentro de nuestra justicia En los últimos 25 años hemos sido testigos de un gran avance en la instauración de nuevas instancias e instituciones judiciales, que han buscado asegurar ese derecho. A decir verdad, ello ha sido una verdadera revolución jurídica. Pero tristemente, eso que tanto ha costado no se le da el uso adecuado, por un lado, haciendo imperar un régimen de impunidad, por otro usando la justicia para oprimir a los más humildes con sentencias injustas, y si a ello le agregamos que el propio Estado no invierte en mejorar las

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condiciones materiales del sistema de justicia, nos puede dar la sensación del apaga y vámonos. Pero nuestra esperanza no está perdida, Dios sale y viene a nuestro encuentro, recibámoslo en la fe. Canto: Nacerá en Belén (Estas tierras no son nuestras). 8. Cuarta posada: Hombre nuevos, constructores de nueva humanidad Gracias a Dios hay hombres y mujeres de nuestro pueblo que creen en el valor de la justicia, esos de los que Jesús dice Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados (Mt5,6), esos hombres y mujeres de buena voluntad siguen iluminado nuestra sociedad con un grito de justicia que busca un verdadero estado social y de derecho que propicie el encuentro fraterno de los habitantes de esta tierra basados en la igualdad ente la ley y ante Dios. Canto: Danos un corazón grande para amar. 9. Quinta posada: “Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor” (Sal 33,12). Del evangelio según san Mateo (12,14-21) “Al salir, los fariseos planearon la manera de acabar con él. Jesús lo supo y se alejó de allí, pero muchas personas lo siguieron, y él sanó a cuantos estaban enfermos. 16.Pero les pedía insistentemente que no hablaran de él. Así debían cumplirse las palabras del profeta Isaías: Viene mi siervo, mi elegido, el Amado, en quien me he complacido. Pondré mi Espíritu sobre él, para que anuncie mis juicios a las naciones. No discutirá, ni gritará, ni se oirá su voz en las plazas. No quebrará la caña resquebrajada ni apagará la mecha que todavía humea, hasta que haga triunfar la justicia. Las naciones pondrán su esperanza en su Nombre.” Palabra de Dios. 10. Oración final: El Magnificat cantado (El Señor hizo en mí maravillas, gloria al Señor). 11. Brindis Tercer día - Domingo 17 Con María salgamos al encuentro y respeto de nuestras mujeres y sus vidas 1. Preparación Hacer una cartelera con el lema de este día. Llevar imágenes de María, de mujeres embarazadas, imágenes de mujeres fallecidas como víctimas de la violencia doméstica o pasional, pueden ponerse carteleras con sus nombres o recortes de noticiarios. Invitar o visitar a las embarazadas. Sería conveniente, que, de ser posible, los hombres sean quienes coordinen este día. 2. Oración al Espíritu Santo

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3. Introducción Estamos en tercer domingo de adviento llamado el domingo de la alegría de la Virgen María o Domingo de gaudete, con el que la liturgia nos introduce a un tiempo de espera más intenso y de mayor alegría. Oramos y damos gracias a Dios por el don de la maternidad y de la vida. También queremos que, al celebrar la vida, celebremos la vida de las mujeres diciendo no a la violencia que sufren nuestras mujeres. Ni una más, para que sea verdadera navidad. Cantemos: Alegría, alegría va a nacer el redentor. 4. Primera posada: Desencuentro entre hombres y mujeres Queremos que estos días de fiesta no sean una evasión para quienes a lo largo de este año han tenido de todo menos fiesta. Prácticamente cada 3 días somos sorprendidos con los casos lamentables de muertes violentas de mujeres de nuestro pueblo a manos de personas que fueron sus parejas. Que todos nuestros hombres, esposos, compañeros de vida, padres, hijos, hermanos, primos, vecinos, amigos, aprendan de José y de Jesús a defender a nuestras mujeres de la discriminación social y familiar que sufren. (Un minuto de silencio por las víctimas de la violencia familiar). María ven con nosotros y nosotras a caminar y a la vida de nuestras mujeres saber cuidar. Cantemos. 5. Segunda posada: María mujer libre, alegre y llena de vida. Del evangelio según san Lucas (1,26-38). “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.» María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.» Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.” Palabra de Dios. 6. Tercera posada: Ni princesas ni reinas, nuestras niñas son nuestras mujeres del mañana Como sabemos mucha de nuestra gente tiene inserta a nuestras niñas en un aura de irrealidad, vanidad y fantasías que nada tienen que ver con la

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vida, antes bien son disposiciones que la limitan a roles sociales donde ellas no sean enteramente libres. Comprometámonos para que nuestros hogares sean espacios seguros de encuentro para nuestras niñas y sean educadas en el carácter para no dejarse reducir o consentir por imposiciones machistas y denigrantes de su condición femenina. La inocencia y candor de nuestras niñas no están en las historias y personajes de Disney, sino en quienes las estiman y respetan en su dignidad de persona. Cantemos. 7. Cuarta posada: Acojamos el don de la vida en nuestras mujeres embarazadas El encuentro con Dios es siempre encuentro con la vida. Defendamos el don de la vida en nuestras embarazadas y luchemos en contra de los herodianos partidarios del aborto y promotores de más traumas para nuestras mujeres. Como Iglesia salgamos al encuentro de las mujeres vulnerables que enfrentan el embarazo con grandes dificultades y ofrezcámosle nuestro apoyo. Cantemos: Abran las puertas, abran las puertas, ábranlas al Redentor. 8. Quinta posada: María modelo de participación y casa de encuentro En María tenemos un referente de mujer libre y liberadora, que desafía los estereotipos y asume riesgos nuevos para ayudarnos a encontrarnos con lo mejor de nosotros mismos que es su Hijo Jesucristo, el hombre nuevo. Ella es la casa del encuentro con Jesús y con los hermanos. Invitémosla como en Caná de Galilea para que en esta navidad y siempre nunca nos falte el encuentro con el vino de la alegría que es su hijo Jesús. 9. Oración final: Magnificat cantando 10. Brindis Cuarto día - Lunes 18 Día Internacional del Migrante Salgamos al encuentro de nuestros hermanos extranjeros 1. Preparación: Hacer una cartelera con el lema de este día. Llevar banderas de los países de personas que residan en nuestro entorno. Llevar el aguinaldo a extranjeros o invitarlos a formar parte de la organización de este día o darle alguna participación o hacer que nos enseñen algún villancico de su país. 2. Oración al Espíritu Santo 3. Introducción En este día se celebra el Día Internacional del Migrante. Damos gracias a Dios por

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todas las personas que han encontrado en nuestras tierras una oportunidad para darnos sus fuerzas, su talento y su vida, aportando con su esfuerzo al bien de nuestra patria. A todos ellos en estos días tan especiales y sentidos de la navidad les queremos asegurar el calor de nuestros afecto y gratitud. 4. Cantos 5. Primera posada: RD un pueblo de migrantes En República Dominicana somos un pueblo de migrantes, como todas nuestras naciones hermanas del Caribe estamos sometidos al vaivén no solo de las olas del mal, sino al de las mejores oportunidades de vida. Muchos de nuestros compatriotas reciben acogidas en tantos lugares del mundo. Hoy también nosotros cumplimos con el deber humano de dar la mano y acogida a quienes deciden plantar sus vidas entre nosotros. Nuestros migrantes nos recuerdan que Jesús, María y José también fueron migrantes en Egipto huyendo de la persecución de Herodes. 6. Segunda posada: Somos pueblo peregrino Del libro del Deuteronomio (26,5-8) “Entonces tú dirás estas palabras ante Yavé: «Mi padre era un arameo errante, que bajó a Egipto y fue a refugiarse allí, siendo pocos aún; pero en ese país se hizo una nación grande y poderosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre. Llamamos pues a Yavé, Dios de nuestros padres, y Yavé nos escuchó, vio nuestra humillación, nuestros duros trabajos y nuestra opresión. Yavé nos sacó de Egipto con mano firme, demostrando su poder con señales y milagros que sembraron el terror.” Palabra de Dios. El pueblo de Israel se forjó en un pueblo extranjero. Por eso decimos que para nosotros en la Iglesia no hay extranjeros. El Señor nos libre de aprovecharnos o explotar a algún extranjero. Cantemos 7. Tercera posada: Una Iglesia del lado de los migrantes y de su dignidad El Papa Benedicto XVI y nuestros obispos latinoamericanos en Aparecida nos enseñan: Entre las tareas de la Iglesia a favor de los migrantes, está indudablemente la denuncia profética de los atropellos que sufren frecuentemente, como también el esfuerzo por incidir, junto a los organismos de la sociedad civil, en los gobiernos de los países, para lograr una política migratoria que tenga en cuenta los derechos de las personas en movilidad. Debe tener presente también a los desplazados por causa de la violencia. En los países azotados por la violencia, se requiere la acción pastoral para acompañar a las víctimas y brindarles acogida y capacitarlos para que puedan vivir de su trabajo. Asimismo, deberá ahondar su esfuerzo pastoral y teológico para promover una ciudadanía universal en la que no haya distinción de personas. (Documento de Aparecida 414).

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8. Cuarta posada: Jesús migrante en Egipto Del evangelio según san Mateo (2, 13-15) “Después de marchar los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.» José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por boca del profeta: Llamé de Egipto a mi hijo.” Palabra de Dios. 9. Quinta posada: Cultura del Encuentro Nuestro país se destaca precisamente por una dependencia económica de su capacidad hospitalaria en el sector turismo. Los que vienen a divertirse y a disfrutar como turista destacan nuestra alegría, sentido del humor y acogida. Pero todos sabemos que no es lo mismo el que está paseando en un país porque le sobra recursos para ello, que el que está trabajando precisamente porque no cuenta con recursos. Con unos y con otros estamos llamados a ofrecer lo mejor de nosotros cultivando una verdadera cultura del encuentro y estos días festivos cercanos a la navidad son una hermosa oportunidad. 10. Oración final 11. Brindis Quinto día - Martes 19 Lugares de encuentro para navidad 1. Preparación: Hacer una cartelera con el lema de este día. 2. Oración al Espíritu Santo 3. Introducción: La fiesta de la Navidad, del nacimiento del Mesías salvador, es fiesta del encuentro de Dios con toda la humanidad por medio de su Hijo encarnado. Su sentido es el encuentro, porque la misión de Jesús ha sido salir al encuentro. Esa es la labor de la Iglesia crear espacios de encuentro. La percepción de la gente acerca de la Iglesia en nuestra comunidad es que hay demasiadas reuniones, pero para nosotros se trata de algo más profundo: es el encuentro con las personas, con sus vidas, con sus sueños y dificultades. Hoy queremos celebrar nuestra espiritualidad del encuentro como preparación a la venida del Señor. 4. Cantos 5. Primera posada: La familia, lugar del encuentro y la ternura de Dios El salmo 128 canta la belleza de la familia. Ninguna realidad humana puede ser más gratificante que el encuentro con la familia. Que el trabajo, las tecnologías y las preocupaciones por las cosas del mundo no nos priven del disfrute, la seguridad y la ternura que encontramos en el matrimonio, los hijos, y nuestros padres y hermanos. Escuchemos.

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Salmo 128 “Felices los que temen al Señor y siguen sus caminos. Comerás del trabajo de tus manos, esto será tu fortuna y tu dicha. Tu esposa será como vid fecunda en medio de tu casa, tus hijos serán como brotes de olivos alrededor de tu mesa. Así será bendito el hombre que teme al Señor. ¡Que el Señor te bendiga desde Sion: puedas ver la dicha de Jerusalén durante todos los días de tu vida! ¡Que veas a los hijos de tus hijos y en Israel, la paz!” Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.. 6. Segunda posada: La Iglesia Una de las grandes gracias que recibimos en la Eucaristía es la comunión. Nuestra motivación para ir a la misa está también en encontrarnos con las personas. Aún sea en lugares donde no nos conozcan siempre el encuentro con los demás genera alegría, esperanza y confianza en uno mismo y en los demás. Por eso, nos esforzamos en transmitir esa experiencia del encuentro desde espacios más cercanos a las personas. La Iglesia se organiza no para que la gente vaya a la Iglesia, sino para que la Iglesia vaya a la gente y se facilite el encuentro con las personas ya sea en grupos de oración, pequeñas comunidades, encuentros por sectores. Concédenos Señor ser una Iglesia en salida al encuentro con todas las personas. Amén. Cantemos 7. Cuarta posada: La cultura encuentro con el saber profundo y vital de todos. La cultura que es definida como el alma de los pueblos, es también espacio de encuentro donde la dinámica social nos da participación a todos. La cultura es centro de expresión de los valores más comunes a todos. La cultura no solo es la música o el arte, es nuestra manera pensar, formar familia, entablar amistad, descansar, sepultar a nuestros difuntos, nuestro trato con la tierra y sus recursos, nuestra religión, nuestro idioma y sus acentos, las particularidades de nuestras gentes y sus regiones, los deportes y hasta la forma de nuestras viviendas. Que estos días de navidad sean vividos con la intensidad de nuestra cultura dominicana. Cantemos: Alegre vengo de las montañas… 8. Tercera posada: Los pobres Los pobres son también un lugar de encuentro con lo más genuino, original y bondadoso del ser humano. Nuestros obispos latinoamericanos nos dicen en Aparecida lo siguiente: Sólo la cercanía que nos hace amigos nos permite apreciar profundamente los valores de los pobres de hoy, sus legítimos anhelos y su modo propio de vivir la fe. La opción por los pobres debe conducirnos a la amistad con los pobres. Día a día, los pobres se hacen sujetos de la evangelización y de la promoción humana integral: educan a sus hijos en la fe, viven una constante solidaridad entre parientes y vecinos, buscan constantemente a Dios y dan vida al peregrinar de la Iglesia. A la

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luz del Evangelio reconocemos su inmensa dignidad y su valor sagrado a los ojos de Cristo, pobre como ellos y excluido entre ellos (Aparecida 398). Acojamos al Rey del Mundo que dejando su grandeza ha venido a encontrarnos asumiendo nuestra pobreza. 9. Quinta posada: Los niños El encantamiento de la navidad son los niños, porque el misterio de la navidad es el misterio del Niño Jesús nacido en Belén para nuestro bien. Ellos encienden las luces de nuestra esperanza y el encuentro con ellos es el encuentro con la ternura e inocencia del niño Dios. Que los niños sean siempre tenidos como nuestra inspiración y que encontrarnos con ellos reavive en nosotros el milagro de la navidad: El encuentro con Dios. Cantemos: Con mi burrito sabanero. 10. Oración final 11. Brindis Sexto día - Miércoles 20 Día del dominicano Ausente Celebremos el sacrificio de nuestra diáspora comprometida con sus familias 1. Preparación: Hacer una cartelera con el lema de este día. Hacer una cartelera con los países y ciudades donde reside la diáspora dominicana en el mundo. 2. Oración al Espíritu Santo 3. Introducción En este día queremos orar y dar gracias a Dios por todos los dominicanos hermanos nuestros que residen en otras naciones y que siguen muy vinculados a su gente y lugares de origen. Todos sabemos lo que significan estos días para las familias y los anhelos de nuestros dominicanos por estar aquí, y el sacrificio de muchos para estar presentes por unos días. Con ello queremos hacer conciencia de esa realidad en nuestro país, que es también un pueblo migrante. 4. Cantos 5. Primera posada: Presencia económica por ausencia personal Aunque para muchas de nuestras gentes viajar y vivir en otras naciones representa un lujo o un estado de bienestar, lo cierto es que no es así. Abandonar la familia y la propia tierra no es un lujo, sino un sacrificio. El gran esfuerzo para sacar adelante la propia familia. El solo hecho de que las remesas representan algo más que el doble de la inversión actual en

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educación (8% PIB) nos dice que somos un país cuya economía depende de las remesas. Pidamos para que los dominicanos no tengamos que salir a buscar mejores condiciones en otras naciones. Cantemos: El Niño Jesús nos trae (Llega la navidad). 6. Segunda posada: No todo es trabajo, también es superación y preparación profesional Una buena parte de nuestros líderes políticos y empresariales, también la totalidad de nuestros obispos, atletas, artistas, militares, profesionales, se han formado o especializado en el exterior. Hoy día ese es un número creciente porque hay mayores posibilidades personales y más oportunidades que brindan naciones e instituciones para favorecer el intercambio cultural. Aunque muchos a su regreso no consiguen espacios o plazas laborales acordes con sus especializaciones o no se le remunera adecuadamente, tienen la solidez profesional de sus áreas y son en todo caso un gran apoyo para el desarrollo de nuestra nación. Celebremos la vida y el sacrificio de quienes se preparan en otras tierras para servir más y mejor a su pueblo. 7. Tercera posada: Participación plena en otras naciones También sabemos de la actuación destacada de nuestros compatriotas en otras tierras en el mundo del entretenimiento y el espectáculo, en el desempeño de sus profesiones. Pero nos ha de llamar la atención cómo de la diáspora dominicana, y sus descendientes, han surgido auténticos líderes sociales y defensores de los derechos humanos, activistas políticos, elegidos para alcaldías, senados, cámara de representantes o diputados, funcionarios gubernamentales, en naciones desarrolladas que los han acogido y hecho suyos. Actualmente el presidente de uno de los partidos políticos más importantes de Estados Unidos es ascendencia dominicana. Agradecemos a Dios por las naciones que acogen a nuestros hermanos dominicanos haciéndolos llegar a ser incluso parte de sus dirigentes. 8. Cuarta posada: Pidamos por el reencuentro de las familias en estas navidades También sabemos de la difícil situación de los indocumentados. Gente que tiene hasta 20 años que no ve su familia. También el drama de los que están en peores situaciones como la enfermedad, pobreza extrema y condenados a prisión. Que esta navidad sea una esperanza para las familias que pasan este doble dolor con sus queridos en otras tierras. Canto: Llegarás con la luz. 9. Quinta posada: Dominicanos Misioneros del encuentro en el Mundo Del evangelio según san Marcos (16,15-18) “Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se niegue a creer

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se condenará. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas; tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos.» Palabra de Dios. Damos gracias por los dominicanos que en el extranjero son misioneros y misioneras que anuncian el evangelio. Y otros muchos que son líderes y servidores en parroquias a las que asisten. Ojalá salgan muchos misioneros de nuestro país para que salgan a dar la noticia del nacimiento del Niño Jesús. Canto: Alma misionera 10. Oración final 11. Brindis Séptimo día - Jueves 21 En los 500 años de la Reforma Protestante encontrémonos con todos los cristianos. 1. Preparación La celebración de ese día puede ser un verdadero encuentro ecuménico festivo para celebrar los 500 años de la Reforma Protestante. Sería oportuno poder organizar esta novena con hermanos de otras iglesias o invitarlos y darles participación en el desarrollo de la celebración. También puede llevarse el aguinaldo a hermanos de otras Iglesias o a sus líderes, para expresarle nuestro cariño y respeto y agradecerles por su testimonio cristiano. Y puede terminar en la Iglesia protestante más antigua o nueva del lugar. 2. Oración al Espíritu Santo 3. Introducción: La Reforma Protestante nos han ayudado como Iglesia Católica a afianzar más nuestra vida sacramental, a tener un mayor amor por la Escritura, por el canto religioso popular, por la instrucción doctrinal, una mayor estima de la persona del Espíritu Santo y una conciencia y valoración de la libertad de las personas. 4. Cantos 5. Primera posada: Lutero reformador religioso y difusor del canto popular y los villancicos Martín Lutero, no solo nos ha regalado la idea de tener catecismos y acceso a la Sagrada Escritura en nuestros propios idiomas, sino que Él fue un gran difusor del canto y de la música religiosa. A Él se debe un gran patrimonio artístico intangible de 500 años. Justamente Lutero fue compositor de una gran cantidad de villancicos e hizo del canto con motivo de la navidad un bien cultural accesible a todos. Celebremos juntos la misma fe que cantamos y nos llena de alegría a todos.

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6. Segunda posada: Una sola, un mismo Padre De la carta del apóstol Pablo a los Efesios (4, 1-7; RVR 1960) Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Palabra de Dios. Damos gracias a Dios por todos los hombres y mujeres que oyendo la voz de Dios se esfuerzan por anunciar el evangelio y mantienen la unidad de la Iglesia justamente por la fidelidad a la Escritura. 7. Tercera posada: Protestantes y Católicos en una misma misión Leemos parte de la Declaración conjunta en la inauguración del año de Lutero: Pedimos a Dios que Católicos y luteranos [protestantes] sean capaces de testimoniar juntos el Evangelio de Jesucristo, invitando a la humanidad a escuchar y recibir la buena noticia de la acción redentora de Dios. Pedimos a Dios inspiración, impulso y fortaleza para que podamos seguir juntos en el servicio, defendiendo los derechos humanos y la dignidad, especialmente la de los pobres, trabajando por la justicia y rechazando toda forma de violencia. Dios nos convoca para estar cerca de todos los que anhelan dignidad, justicia, paz y reconciliación. Hoy, en particular, elevamos nuestras voces para que termine la violencia y el radicalismo, que afecta a muchos países y comunidades, y a innumerables hermanos y hermanas en Cristo. Nosotros, Luteranos [protestantes] y Católicos, instamos a trabajar conjuntamente para acoger al extranjero, para socorrer las necesidades de los que son forzados a huir a causa de la guerra y la persecución, y para defender los derechos de los refugiados y de los que buscan asilo. (Declaración Conjunta LuteranoCatólica, Lund, Suecia, 31 de octubre de 2016). Himnos y villancicos 8. Cuarta posada: Unidos por la vida y la familia, testimonio de encuentro y comunión En República Dominicana católicos y protestantes también hemos tenidos gestos de encuentro y comunión en torno a la defensa de la vida, en la lucha contra el aborto y las políticas herodianas que atentan contra los niños no nacidos y las embarazadas, en la defensa de la santidad y dignidad del matrimonio y de la familia y en la denuncia contra la corrupción y otros males que aquejan a nuestra nación. Dios nos permita a católicos y protestantes a seguir uniéndonos en el mismo trabajo que realizamos en favor de los pobres, los enfermos, migrantes y en la obra educativa. 9. Quinta posada: Celebremos la Memoria de la cultura protestante dominicana

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Estamos convencidos del don de Dios en la Reforma Protestante en estos 500 años, que han sido para la Iglesia Católica un impulso de renovación constante, desde el concilio de Trento, pasando por Vaticano II hasta hoy. En República Dominicana nuestros hermanos protestantes hacen parte de nuestra cultura y argot popular, episcopales, la iglesia morava, iglesia reformada, mormones, metodistas, evangélicos, pentecostales, menonitas, adventistas, y otros muchos, tienen todo un legado de su obra pastoral que asumimos como identidad cristiana en la que destacamos: La predicación pública, el testimonio de lo que Dios hace en sus vidas, su saludo inconfundible “hermano Dios te bendiga”, y la repuesta de los más jóvenes “Dios te bendiga más”, el trato de hermano, barón o Barona, la Biblia atada y sujeta a sus manos y brazos, las visitas a los hospitales y a las cárceles, la alegría festiva de sus cultos, el orgullo por su fe, el canto de sus himnos, la escuelita dominical, el liderazgo social de sus pastores y pastoras, sus concentraciones nacionales, sus oraciones de alabanza e intercesión, etc. Damos gracias a Dios por toda la revolución que este Niño ha provocado desde su nacimiento hasta hoy, por el legado de la Reforma Protestante en sus 500 años. Feliz Navidad para todos, la navidad es de los cristianos y nosotros la celebramos. Canto: Una sola fe, un solo bautismo… 10. Oración final: hacer un momento de alabanza juntos. 11. Brindis Octavo día - Viernes 22 Joven: déjate encontrar por Jesús 1. Preparación: Hacer una cartelera con el lema de este día. Invitar a los jóvenes a coordinar en este día los aguinaldos. Llevar el aguinaldo o posada a algún joven enfermo o postrado para transmitirle nuestra alegría y esperanza. Si hay clubes deportivos o centros educativos integrarlos a la celebración. La última parada puede ser en un centro de estos o en la casa de un aciano o maestro que haya dedicado toda su vida a la educación y la juventud. 2. Oración al Espíritu Santo 3. Introducción Este día dedicado al encuentro con los jóvenes nos llena particularmente de alegría, porque ellos son el relevo inmediato de la dirección de nuestro país y sus instituciones, ellos son la fuerza activa más determinante con la que contamos. Sus sueños y sus bríos tienen en la navidad su inspiración, porque Jesús ha venido para transformar el mundo con su nacimiento, y en el fondo del corazón de cada joven se anida la esperanza en un mundo mejor, una vida más digna y justa.

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4. Cantos 5. Primera posada: Que nadie te desprecie por ser joven De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,7-13) Rechaza las fábulas profanas, cuentos de viejas. Ejercítate en las prácticas religiosas, pues los ejercicios corporales son útiles para bien poco, mientras que la religión es útil para todo, pues tiene promesas para la vida presente y para la futura. Esta doctrina es digna de crédito y debe aceptarse sin reservas. Por esto nos esforzamos y luchamos, porque tenemos puesta nuestra esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, sobre todo de los creyentes. Estas cosas has de recomendar y enseñar. Que nadie te menosprecie por ser joven; debes ser, más bien, ejemplo para los creyentes, en el modo de hablar, en el comportamiento, en el amor, en la fe, en la honestidad. Mientras llego, aplícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. Palabra de Dios. 6. Segunda posada: Juventud divino tesoro Nuestros obispos dominicanos, en su Mensaje con ocasión del día de la Independía Nacional, destacan el gran potencial que tenemos en nuestra juventud Somos un pueblo con una gran población de adolescentes y jóvenes que suman el 36.3% (3, 674, 069) de la población dominicana, en las edades que oscilan de 10-29 años1. En ellos descubrimos muchos valores que nos llenan de alegría y de esperanza, entre los que destacamos: • Deseo de superarse a través del estudio, como lo demuestra la gran cantidad de estudiantes que acuden a los centros educativos primarios, secundarios y universitarios. • El espíritu alegre que los lleva a disfrutar la música, la fiesta y a crear un ambiente gozoso aún en medio de las dificultades y precariedades de nuestro pueblo. • La disposición a reunirse, a encontrarse, a pasear y a divertirse juntos, valorando la amistad entre ellos. • Muchos jóvenes son trabajadores en sus hogares y en empleos formales e informales, con gran creatividad, emprendedurismo e iniciativas propias. • Nuestros jóvenes, en su mayoría, son generosos y solidarios en sus comunidades y sectores, participando activamente en acciones de desarrollo comunitario, en la reforestación, en las protestas a favor de la justicia, en las emergencias provocadas por las inundaciones y otras causas. • Numerosos jóvenes buscan al Señor en la Iglesia y en otras Comunidades Cristianas con amor y entusiasmo, integrándose en los grupos juveniles, en comunidades, en los coros, en la catequesis, en la liturgia, en el servicio social... • Las vocaciones de los jóvenes al ministerio sacerdotal y a la Vida Consagrada ha crecido en nuestro país, así como la vocación a los diferentes ministerios y servicios laicales, y en el ámbito social se han ido formando en diferentes profesiones y oficios. (Conferencia del Episcopado Dominicano, Mensaje, 27 de febrero 2017).

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7. Tercera posada: Ayudemos a la participación juvenil Nuestros obispos del mundo entero se preparan dar respuesta al deseo juvenil de ser protagonistas antes que meros objetos de compasión o asistencia: Los jóvenes no se perciben así mismos como una categoría desfavorecida o un grupo social que se debe proteger y, en consecuencia, como destinatarios pasivos de programas pastorales o de opciones políticas. No pocos de ellos desean ser parte activa en los procesos de cambio del presente, como confirman las experiencias de activación e innovación desde abajo que tienen a los jóvenes como principales, aunque no únicos, protagonistas. La disponibilidad a la participación y a la movilización en acciones concretas, en las que el aporte personal de cada uno es ocasión de reconocimiento de identidad, se articula con la intolerancia hacia ambientes en los que los jóvenes sienten, con razón o sin ella, que no encuentran espacio y no reciben estímulos. (Sínodo de los Obispos, XV Asamblea General Ordinaria, Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Lineamenta, 13-I-2017). Cantemos 8. Cuarta posada: Los jóvenes verdaderos maestros del encuentro El papa Francisco a los jóvenes colombianos habla de la gran capacidad que tiene la juventud para encontrarse: A ustedes, jóvenes, les es tan fácil encontrarse, les es fácil encontrarse… Y les hago una pregunta: Acá se encontraron todos, ¿desde qué hora están acá? [Responden] ¡Ven que son valientes! A ustedes, les es muy fácil encontrarse. Les basta para encontrarse un acontecimiento como este, un rico café, un refajo [refresco y cerveza], o lo que sea, como excusa, como una excusa, para suscitar un encuentro. Y acá voy, cualquier cosa de estas que dije es una excusa para el encuentro. Los jóvenes coinciden en la música, en el arte... ¡si hasta una final entre el Atlético Nacional y el América de Cali [equipos de fútbol] es ocasión para estar juntos! Ustedes­– porque tienen esa facilidad de encontrarse–, ustedes pueden enseñarnos a los grandes que la cultura del encuentro no es pensar, vivir, ni reaccionar todos del mismo modo –no, no es eso–; la cultura del encuentro es saber que, más allá de nuestras diferencias, somos todos parte de algo grande que nos une y nos trasciende, somos parte de este maravilloso País. Ayúdennos a entrar, a los grandes, en esta cultura del encuentro que ustedes practican tan bien. (Francisco, Mensaje a los fieles, Viaje Apostólico a Colombia, Bogotá, 7-IX-2017) 9. Quinta posada: Liderazgo para dirigir, las vocaciones Que en estos días de navidad nuestros jóvenes refuercen sus lazos con la comunidad y no tengan miedo de iniciarse en la tarea decidirse por una vida activa dedicada a los demás a través del servicio comunitario, la promoción social, la justicia, la participación política y ciudadana, y la misión. 10. Oración final 11. Brindis

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Noveno día - Sábado 23 Día nacional de los niños y adolescentes Con los Pastores Salgamos al encuentro del Niño que nos nace 1. Preparación: Hacer una cartelera con el lema de este día. Se le puede encomendar este día a los catequistas y grupos de infancia misionera y de la pastoral de adolescentes. Llevar el aguinaldo o posadas a niños enfermos. Preparar algunos presentes para entregar al final a los niños o por el camino (dulces, postales, algún objeto religioso o juguetes). 2. Oración al Espíritu Santo 3. Introducción: La luz de la navidad la encienden los niños. La luz del mundo es la del Niño Jesús nacido en Belén. En este Dia Nacional del Niño llenos de alegría acogemos a nuestros niños y vemos en ellos el rostro de Jesús. Él que ha dicho que el cielo es para los que son como niños, nosotros queremos hacernos niños con los niños y para los niños, y serlo también para Dios. 4. Cantos: Rin-rin (Yo me remendaba, yo me remendé). 5. Primera posada: Navidad es el nacimiento del Niño Jesús Del evangelio según san Lucas (2,7-21) “Había en la misma región unos pastores acampados al raso, guardando por turno sus rebaños. Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos se asustaron. El ángel les dijo: “No tengáis miedo, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo. En la ciudad de David hoy os ha nacido un salvador, el mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: Encontraréis un niño envuelto en pañales acostado en un pesebre”. Y en seguida se unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: “Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que él ama”. Cuando los ángeles los dejaron y se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: “Vamos a Belén y veamos ese acontecimiento que el Señor nos ha anunciado”. Fueron deprisa, y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, manifestaron lo que les habían dicho acerca del niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído. Todo tal y como se les había dicho. A los ocho días, cuando debían circuncidarlo, le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.” Palabra del Señor.

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Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombre y mujeres de buena voluntad. Cantemos 6. Segunda posada: Los niños misioneros de la vida y la alegría Los niños son la transformación total de nuestras vidas. Una vez llegan al seno de sus familias se vuelven alegría. Quién no es capaz de conmoverse con las ocurrencias de nuestros niños, con sus miradas, con sus risas. A muchos nos provoca un sentimiento de ternura con solo verlos. El mundo lleno de preocupaciones necesita recuperar la ternura y la alegría. Dejémonos acariciar por la vida de nuestros niños. Cantemos 7. Tercera posada: Juan es su nombre. ¿Cómo te llamas tú? Del evangelio según san Lucas (1,57-63) A Isabel se le cumplió el tiempo de su parto y dio a luz un hijo. Los vecinos y parientes, al enterarse del gran favor que el Señor le había hecho, fueron a felicitarla. A los ocho días llevaron a circuncidar al niño. Querían que se llamara Zacarías, como su padre. Pero su madre dijo: “No. Se llamará Juan”. Le advirtieron: “No hay nadie en tu familia que se llame así”. Preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: “Su nombre es Juan”. Todos se quedaron admirados.” Palabra de Dios. Respetemos los nombres de todos nuestros niños. Rechacemos toda discriminación o bullying, pues no es juego de niños, sino irrespeto. El mejor trato que podemos dar a un niño cualquiera es llamarlo por su nombre, cuando no lo sepamos preguntémosle ¿Cuál es tu nombre? y evitemos usar otros términos vacíos y vanidosos. Como Isabel y Zacarías defendamos los nombres de los niños. 8. Cuarta posada: Derechos de la Niñez Leamos el Decálogo de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia. (Puede repartirse para que cada niño diga uno). 1. Todos los niños tienen derecho a la igualdad, no importa su raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política, lugar donde hayan nacido o quiénes sean sus padres. 2. Tienen el derecho especial de crecer y desarrollarse física y espiritualmente. 3. Tienen derecho a un nombre y a una nacionalidad. 4. Tienen derecho a vivienda, buena alimentación y atención médica. 5. Tienen derecho a cuidados y atenciones especiales si están incapacitados en cualquier forma. 6. Tienen el derecho al amor y a la comprensión por parte de los padres y la sociedad. 7. Tienen derecho a recibir educación gratuita, a jugar y a gozar de igual oportunidad para crecer y desarrollarse. 8. Tienen el derecho a ser los primeros en recibir ayuda. 9. Tienen el derecho a ser protegidos en contra de la crueldad, el abandonoy la explotación en el trabajo.

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10. Todos los niños tienen que ser educados en la paz, la comprensión y la fraternidad entre los pueblos. Preguntemos a los niños presentes cuál de todos esos derechos es el que más le gusta y ¿por qué? Cantemos 9. Quinta posada: El derecho de los padres sobre los hijos En este tiempo, ya de navidad, queremos reafirmar el derecho de los padres a educar a sus hijos según su religión o filosofía de vida. Ni el Estado ni nadie puede arrebatar este derecho a los padres, porque nuestros niños están para ser educados, no para ser adoctrinados con ideologías en contra de nuestras creencias religiosas o para reclutarlos en la práctica de lo que nosotros consideramos pecado y contrario a nuestra vida moral y ética. Queremos para nuestros niños una educación de calidad, no la depravación vestida de caridad. Que vivan los Niños, niñas y adolescentes, y que Jesús en sus vidas siempre esté presente. Canto: Yo quiero tener un millón de amigos. 10. Oración final 11. Brindis Oración familiar para la Cena de Nochebuena y la comida de Navidad 2017 Orientaciones para preparar esta Oración familiar: Para que todos participen activamente es bueno que todos tengan una copia de la oración. Se tienen varias velas y una imagen del Niño Jesús. Las velas se mantienen apagadas hasta que se indique que las encienda. Canto navideño o música instrumental navideña. Padre o Madre: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Todos: Amén. Padre o Madre: Esta noche nos reunimos con un motivo muy especial que es la fiesta de la Navidad, en la que celebramos el Nacimiento de Jesucristo, Hijo del Dios vivo, nacido de María por obra del Espíritu Santo. Queremos hacer como aquellos en la primera Navidad “vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11). Celebramos que Dios ha salido a nuestro encuentro a través de su Hijo, nacido en Belén tal como nos lo relata el Evangelio de Lucas que ahora escucharemos.

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Uno de los hijos/as: “Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: «No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: Les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto les servirá de señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.» Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.» Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. Palabra del Señor. (Se encienden las velas y se descubre la imagen del Niño Jesús). Canto de Navidad Padre o Madre: Alegrémonos porque en esta noche participamos de la prueba más grande del amor de Dios al enviarnos a su Hijo para que tengamos vida y vida en abundancia. El ha salido a nuestro encuentro y ahora nos toca ir nosotros a encontrarlo y adorarlo con alabanzas y con nuestra vida, encontrándonos con los demás, tendiendo puentes entre nosotros, creando una cultura del encuentro y acercándonos a todos los que son más pobres que nosotros, con los tristes y todos los que sufren con hechos concretos de amor, de servicio y de solidaridad. Uno de los hijos/as: Ahora presentemos nuestras oraciones a nuestro Padre Dios diciéndole: • Por toda la Iglesia, para que desde la sencillez sea siempre casa y escuela del encuentro con Dios y con los demás. Oremos. • Por el mundo, para que descubriendo en la humildad de este Niño seamos capaces de crear una sociedad donde todos salimos al encuentro con Dios y entre nosotros. Oremos. • Para que adoremos al Señor saliendo al encuentro de los más pobres solidarizándonos con socorriendo sus necesidades. Oremos.

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• Por nuestra familia para que siempre nos encontremos entre nosotros y juntos adoremos al Señor. Oremos. • Para que nuestro hogar sea un templo donde Jesucristo sea el centro y sepamos compartir lo que somos y tenemos con los más pobres. Oremos. (Se pueden hacer otras peticiones espontáneas). Todos se toman de la mano y rezan: Padre Nuestro, Ave María, Gloria Padre o Madre: Antes de concluir nuestra oración les invito a tomar en sus manos la imagen del Niño Jesús (o una vela). Al tenerlo en nuestras manos digamos un deseo para toda la familia en esta Navidad. Bendición de los padres: Que Dios Padre les bendiga, les llene de su amor para que siempre seamos sencillos y misericordiosos como Jesús y sepamos compartir con los demás lo que somos y tenemos. Ahora démonos un abrazo de amor llenos de alegría. Canto alegre de Navidad. Visita de las familias, de los niños y de los sectores al Nacimiento de la Parroquia 1. Orientación general: Les proponemos este esquema para una visita por familias y sectores al Nacimiento de la Parroquia. Es conveniente hacer un calendario de visitas de acuerdo a los sectores. Es importante que encima del Nacimiento o en un lugar visible se coloque el lema del mes: “Vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11). 2. Canto de Navidad: Pastores a Belén u otro. 3. Saludo al Niño Jesús y a su Madre y a su Padre: Jesús hoy te contemplamos en tu nacimiento. Venimos a darte las gracias porque por amor a nosotros naciste en la pobreza y sencillez para indicarnos que la verdadera alegría está en lo que somos y no en las cosas exteriores ni en las grandezas humanas. Te alabamos y te bendecimos sin cesar. Saludamos a tu Madre y a San José que desde su pobreza te acogieron y te amaron siempre. Llénanos de amor a Ti y a nuestra familia y a los demás, para que siendo sencillos como Tú sepamos compartir y dialogar con los demás. Amén. (Si alguno quiere darle un saludo especial al Señor puede hacerlo ahora). 4. Canto de Navidad 5. Lectura bíblica: Lc 2, 8-18. Meditemos en silencio. Se puede compartir lo que cada uno descubre en el Nacimiento y relacionarlo con la Palabra y con su vida. Contemplación de cada personaje del Nacimiento Ahora vayamos mirando el Nacimiento: • María: Con sencillez, María recibe a Jesús y comparte con El. Que todos sepamos ser sencillos como Ella y acoger a Jesús en todos los niños, especialmente con los más pobres.

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• José: Siempre entregado a la voluntad de Dios con una vida sencilla y sin aparecer compartió todo con María y Jesús. Pidamos por nuestros papás para que sepan dialogar todo con su esposa y sus hijos, que les den tiempo para estar con ellos. • Pastores: Fueron ellos la gente sencilla que recibieron la buena noticia. Que entre los pobres nazca el deseo de compartir con los otros hermanos pobres y organizarse para juntos resolver sus dificultades. • Reyes Magos: Adoran, alaban con toda sencillez y le traen a Jesús sus presentes. Que entre los que pueden y saben más haya la decisión de compartir con los niños más pobres de nuestro pueblo para contribuir a su desarrollo integral. • Burro: Llevó a María embarazada a ver a su prima Isabel; luego, a Belén. Que estemos siempre dispuestos desde lo que somos y tenemos a compartir nuestras capacidades con los que nos necesitan con mucha sencillez. • Buey: Manso y silencioso, presenció la venida de Dios al mundo. Que sepamos compartir en el silencio sin hacer propaganda, sino con respeto y humildad. • Ovejas: Van dóciles con los pastores a conocer al Niño Dios. Corramos siempre hacia Jesús que sigue niño entre los niños pobres de nuestro pueblo y abramos nuestras manos a ellos compartiendo sus necesidades. Nos quedamos en silencio contemplando el misterio del Nacimiento de Cristo. (5 minutos): 6. Demos gracias a Jesús por compartir con nosotros toda su gracia y su amor. Se hacen oraciones de alabanza y acción de gracias. 7. Canto. 8. Peticiones al Señor: En este momento delante del Niño Jesús hagamos con el Papa la oración de los cinco dedos: a. Levantemos el dedo pulgar, que es el más cercano a cada uno. Así que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es “una dulce obligación”. b. Levantemos el dedo índice. Oremos por quienes enseñan, instruyen y sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás. Oremos por ellos, c. Levantemos el siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública. Necesitan la guía de Dios. Oremos por ellos. d. Levantemos cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades.

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Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios. Oremos ahora por estas personas. e. Levantemos por último nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la Biblia “los últimos serán los primeros”. Tu meñique debe recordarte orar por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las propias necesidades. Preséntale tu deseo a Jesús. (Se concluye con el Padre Nuestro, Ave María). . 9. Un regalo para Jesús: Cuando visitamos a un niño recién nacido le llevamos regalo. El Señor quiere el regalo de nuestro corazón y de obras de amor. En silencio hagamos un compromiso con El diciéndole lo que haremos para ser siempre sencillos como El y así dialogar y compartir con los más necesitados. 10. Oración entre todos: Queremos hacerte el regalo de nuestro amor y el compromiso de hacernos hombres y mujeres de paz. Que tu nacimiento nos haga renacer a la esperanza de un presente mejor, más humano, más cálido, más alegre. Que e aprendamos a necesitar del otro y a estar disponibles cuando somos requeridos. Que viendo tu entrega, Señor, nosotros aprendamos a ser generosos dando de lo que tenemos y de lo que somos. Que esta Navidad nos haga más generosos con los más pobres y con los que nos rodean y así experimentemos que hay más felicidad en dar que en recibir. Amén. 11. Canto final. 12. Abrazo de paz y de felicitación navideña

ORACION DE FIN DE AÑO 30-31 de Diciembre del 2017

Demos gracias, pidamos perdón por nuestra vida en el 2017 y pidamos fuerzas para el 2018 Orientaciones para esta Oración: Esta oración puede hacerse a nivel personal, en familia o en grupo. Es importante tomar un tiempo ya sea el 30 de Diciembre o 31 de Diciembre para hacerla. Se coloca en un lugar destacado la Palabra de Dios o donde se pueda se expone el Santísimo debidamente dignificados e iluminados. El lugar donde se realice debe ser cómodo, para fomentar la oración y la participación. 1. Inicio: Hermanos y hermanas: Nos reunimos, en torno al Señor, al finalizar este año 2017 y en espera del próximo 2018, para orar juntos.

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Para dar gracias por todo lo que el Señor hizo con nosotros durante este año. Cada año es un año de gracia, y cada hora, hora de gracia, y cada segundo, segundo de gracia. Dios está en el tiempo. En cada momento que pasa, está pasando Dios. Nos reunimos hoy para alabar a Dios por todo lo recibido y alabar a Dios por todas las cosas que de su bondad hemos recibido las que nos han agradado y aquellas que no han sido tan agradables, pero en las que Dios nos ha enseñado o mostrado su misericordia. Pediremos perdón por todo lo que en este año no hemos dejado que creciera su amor manifestándolo con nuestros hermanos. Pediremos al Señor que el nuevo año, nos brinde el Señor nuevas oportunidades para crecer y fructificar, nuevas posibilidades de hacer el bien, de amar y de alabarle con nuestras obras. Oremos Padre Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año permítenos presentarnos ante ti para mirar todo este año que termina y entregarte todas nuestras aspiraciones y necesidades para el próximo año 2018. Por Jesucristo nuestro Señor. 2. Escuchemos la voz del Señor: Mateo 13, 1-9 y 18-23. Déjate examinar por la Palabra en silencio (15 minutos): ¿Cómo has recibido la Palabra en este año? ¿Qué frutos ha dado en tí? ¿Qué clase de tierra has sido durante el año? ¿En qué has sido tierra pedregosa o te dejaste ahogar por las espinas? ¿Como trabajaste en tu vida la participación? ¿Qué pides al Señor para este próximo 2018 desde esta Palabra? 4. Canto 5. Acción de gracias: Ahora en silencio, cada uno escribe o piensa todos los regalos que le hizo el Señor, a nivel personal y familiar en este año que concluye. Reconoce todas sus gracias. Da gracias por todo el bien que cada uno hizo y que otros le hicieron a cada uno y a los tuyos. Alaba al Señor por todas las personas que encontraste en este año. Ahora expresemos nuestro agradecimiento al Señor. Se termina rezando el Salmo 148. 6. Canto de acción de gracias. 7. Peticiones de perdón: Ahora haz un balance de todo lo que has hecho durante el año. Escribe tus fallas y pecados. Expresamos nuestras súplicas de perdón en medio de la comunidad reunida. Expresa con tus palabras tu arrepentimiento. Se concluye rezando despacio: “Yo confieso” o el Salmo 51 (50). 8. Canto de perdón

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9. Preséntale el próximo año 2018: Presenta al Señor tus necesidades de todo tipo: las de adentro y las de afuera, las que El quiere y las que tú quieres. Escríbelas y levántalas hacia el Señor. Pregúntale al Señor lo que El espera de Ti y déjale hablar en el silencio. Permanece unos 15 minutos en silencio. Luego, expresa en oración con tu familia y tu comunidad tus peticiones principales. 10. Canto 11. Entrégate y entrega los tuyos al Señor Rezando detenidamente esta Oración de la Iglesia llamada Tedeum (A ti Dios), haciéndola nuestra: A ti, oh Dios, te alabamos, / a ti, Señor, te reconocemos. / A ti, eterno Padre, / te venera toda la creación. Los ángeles todos, los cielos / y todas las potestades te honran. / Los querubines y serafines te cantan sin cesar: / Santo, Santo, Santo es el Señor, / Dios del universo. / Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria. A ti te ensalza /el glorioso coro de los apóstoles, / la multitud admirable de los profetas, el blanco ejército de los mártires. / A ti la Iglesia Santa, extendida por toda la tierra te proclama:/ Padre de inmensa majestad, / Hijo único y verdadero, digno de adoración, / Espíritu Santo, Defensor. Tú eres el Rey de la Gloria, Cristo. /Tú eres el Hijo único del Padre. / Tú, para liberar al hombre, / aceptaste la condición humana /sin desdeñar el seno de la Virgen. Tú, rotas las cadenas de la muerte, / abriste a los creyentes el reino del cielo. Tú te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre/ y creemos que un día haz de venir como juez. Te rogamos, pues, / que vengas en ayuda de tus siervos, /a quienes redimiste con tu preciosa sangre. /Haz que en la gloria eterna/ nos asociemos a tus santos. Salva a tu pueblo, Señor, / y bendice tu heredad. / Sé su pastor y ensálzalo eternamente. Día tras día te bendecimos /y alabamos tu nombre para siempre, / por eternidad de eternidades. Dígnate, Señor, en este día / guardarnos del pecado. /Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros. / Que tu misericordia, Señor, / venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. / En ti, Señor, confié, / no me veré defraudado para siempre. 12. Comprometámonos más con el Señor, con nuestra familia, con nuestra Iglesia y con nuestra patria. En este año 2018 la Iglesia Católica en la República Dominicana en su Itinerario de Evangelización tiene como tema Un pueblo en misión, fortalecido por la Eucaristía, prepara la II Etapa del Plan Nacional de Pastoral, con oración, reflexión y participación de todos” y con el lema: “Con la Eucaristía fuente de comunión, impulsamos la misión”. Ahora cada uno escribe sus compromisos para el 2018 con el Señor, con su familia, con su Iglesia y con su patria. Se presentan en forma de oración esos compromisos. Se concluye rezando el Padre Nuestro y saludando a la Madre María, pidiéndole que nos acompañe en el próximo 2018. 13. Canto final

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Lecturas y Meditaciones de Diciembre 2017 Las citas de las Lecturas Diarias utilizadas son tomadas de: Calendario Litúrgico 2017 de la Conferencia del Episcopado Dominicano. 1

Feria

Viernes

Verde

Lectura del Profeta Daniel 7, 2-14 Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: los cuatro vientos del cielo agitaron el océano y de él salieron cuatro bestias enormes, todas diferentes entre sí. La primera bestia era como un león con alas de águila; mientras yo miraba, le arrancaron las alas, la levantaron del suelo, la incorporaron sobre sus patas, como un hombre, y le dieron inteligencia humana. La segunda bestia parecía un oso en actitud de incorporarse, con tres costillas entre los dientes de sus fauces. Y le decían: «Levántate, come carne en abundancia». Seguí mirando y vi otra bestia semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en el lomo y con cuatro cabezas. Y le dieron poder. Después volví a ver en mis visiones nocturnas una cuarta bestia, terrible, espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro; comía y trituraba y pisoteaba lo sobrante con sus patas. Era diferente a las bestias anteriores y tenía diez cuernos. Mientras estaba observando los cuernos, despuntó de entre ellos otro cuerno pequeño, que arrancó tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos humanos y una boca que profería blasfemias. Vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve y sus cabellos blancos como lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones y millones estaban a sus órdenes. Comenzó el juicio y se abrieron los libros. Admirado por las blasfemias que profería aquel cuerno, seguí mirando hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras bestias les quitaron el poder y las dejaron vivir durante un tiempo determinado. Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y fue introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía, la gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones de todas las lenguas lo servían. Su poder es eterno, no cesará. Su reino no acabará. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: Daniel 3, 75-8 “Ensálcenlo con himnos por los siglos Montes y cumbres, bendigan al Señor. R. Cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. R. Manantiales, bendiga al Señor. R. Mares y ríos, bendiga al Señor. R.

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Cetáceos y peces, bendiga al Señor. R. Aves del cielo, bendiga al Señor. R. Fieras y ganados, bendiga al Señor. R/ Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 21,29-33 En aquel tiempo, expuso Jesús una parábola a sus discípulos: «Fíjense en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, les basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues cuando vean que suceden estas cosas, sepan que está cerca el Reino de Dios. Les aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.» Palabra del Señor. Meditación “Cuando vean que sucedan estas cosas, sepan que está cerca el Reino de Dios” Iniciamos el mes de diciembre, último mes del año. El lema que nos animará durante todos estos días es: “Vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11). El domingo 03 damos inicio al año litúrgico que llamamos ciclo B, del mismo modo abrimos nuestras puertas al tiempo de adviento, un tiempo litúrgico muy hermoso, en el que somos invitados a esperar la venida del Mesías y a preparar nuestros corazones para recibirlo a Él en nuestras vidas. Las lecturas que nos presenta hoy la Iglesia nos incitan a la oración en medio de las pruebas y de las distintas dificultades que nos presenta la vida. Este relato del profeta Daniel nos nueve a que confiemos plenamente en Dios. Él es un Dios vivo, que siempre está atento a nuestras necesidades legítimas. Nuestra actitud ante su infinito amor y su inmensa misericordia debe ser siempre la alabanza y la gratitud. El evangelio nos enseña a estar atentos a los signos de los tiempos, es decir, a saber, interpretar correctamente el paso del Señor en nuestras vidas y en nuestra historia personal y comunitaria. Está a la puerta el adviento, y ya la liturgia de la Palabra nos habla de estar atentos a la venida del Señor y es precisamente la espiritualidad propia de este tiempo que se avecina. Tiempo de esperanza y de grandes expectativas. El cristiano debe de estar siempre atento a la voz de Dios. Discerniendo en todo momento y en todas las circunstancias la llamada de Dios. Llamada liberadora y que nos llena de profunda paz interior. Que el Señor nos ayude a orar y a estar vigilantes. Amén. 2 Sábado

Feria Verde

Lectura del profeta de Daniel 7,15-27 Yo, Daniel, me sentía agitado por dentro y me turbaban las visiones de mi fantasía. Me acerqué a uno de los que estaban allí en pie y le pedí que me explicase todo aquello.

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Él me contestó, explicándome el sentido de la visión: «Esas cuatro fieras gigantescas representan cuatro reinos que surgirán en el mundo. Pero los santos del Altísimo recibirán el Reino y lo poseerán por los siglos de los siglos.» Yo quise saber lo que significaba la cuarta fiera, diversa de las demás; la fiera terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba y pateaba las sobras con las pezuñas; lo que significaban los diez cuernos de su cabeza y el otro cuerno que le salía y eliminaba a los otros tres, que tenía ojos y una boca que profería insolencias, y era más grande que los otros. Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los santos y los derrotó. Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo y empezó el imperio de los santos. Después me dijo: «La cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra, diverso de todos los demás; devorará toda la tierra, la trillará y triturará. Sus diez cuernos son diez reyes que habrá en aquel reino; después vendrá otro, diverso de los precedentes, que destronará a tres reyes, blasfemará contra el Altísimo e intentará aniquilar a los santos y cambiar el calendario y la ley. Dejarán en su poder a los santos durante un año y otro año y otro año y medio. Pero cuando se siente el tribunal para juzgar, le quitará el poder y será destruido y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Será un reino eterno al que temerán y se someterán todos los soberanos. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: Dn 3,82.83.84.85.86.87 R. Ensálcenlo con himnos por los siglos Hijos de los hombres, bendigan al Señor. R. Bendiga Israel al Señor. R. Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor. R. Siervos del Señor, bendigan al Señor. R. Almas y espíritus justos, bendigan al Señor. R. Santos y humildes de corazón, bendigan al Señor. R. Lectura del santo evangelio según san Lucas 21,34-36 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Tengan cuidado: no se les embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida y se les eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Esten siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manténganse en pie ante el Hijo del hombre.» Palabra del Señor. Meditación “Estén siempre despiertos para escapar de todo lo que está por venir” A simple vista, la liturgia de la Palabra del día de hoy puede asustarnos un poco, pero cuando la meditamos profundamente nos damos cuenta de que lejos de darnos miedo, nos dan una gran esperanza.

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En la primera lectura el profeta Daniel nos anima a querer pertenecer a ese pueblo santo de Dios, a aquellos hombres y mujeres a quienes Dios va llamando a la vida eterna; a quienes la gracia de Dios Padre manifestada en Cristo Jesús va purificando de sus pecados y llamándolos a vivir en santidad y justicia en medio de su pueblo. El evangelio nos invita a estar siempre despiertos y atentos, porque no sabemos ni el día ni la hora en las que se manifestará nuestro Dios. El tiempo de navidad suele ser para algunos, un tiempo de muchos excesos, esta advertencia de Jesús nos puede ayudar bastante, pues nos orienta de manera oportuna para que sepamos rechazar esas falsas alegrías y poder disfrutar del verdadero sentido de estas fiestas. Los cristianos hemos de esforzarnos por mostrar el verdadero rostro de la navidad. Es una pena que este gran acontecimiento salvífico en el que Dios se acerca de una manera nueva e inaudita a la humanidad se haya convertido en una fiesta en donde lo que más interesa es el doble sueldo, los vestimentas y accesorios, la comida y la bebida. Todos los creyentes tenemos una ardua misión evangelizadora, hemos de aceptar el reto de vivir una navidad centrada en Cristo. Que en este tiempo de adviento que está a punto de comenzar, seamos capaces de prepararnos interior y exteriormente para recibir a Cristo que ya llega. Que el Señor Jesús nos mantenga despiertos y en vela para saber aprovechar su venida. Amén. TERMINA EL CICLO “A “ Y COMIENZA CICLO “B” 3

I Domingo de Adviento

Primera Semana Liturgia de las Horas

Morado

Estemos preparados para el encuentro con el amigo que viene Algunas orientaciones: Colocar el lema del mes en un lugar visible,” vieron al niño y a su Madre y lo adoraron” (Mat. 2,11) con su valor ¨Encuentro¨. Se prepara la Corona de Adviento, que es llevada por una familia con sus 3 velas moradas y una rosada, una por cada domingo de adviento. Se hace la explicación del significado de esa Corona y se bendice al inicio de la celebración. Se preparan cantos de Adviento. Es importante animar a las familias que preparen una corona de adviento para ponerla en sus hogares, para que sea un lugar de encuentro y oren cada día como familia. Se puede colocar una canasta, para todos los domingos de Adviento, para que todos colaboren y luego entregar a algunas familias que las necesiten y motivar, para que también lo hagan en sus sectores. Se recuerda que en adviento el color es morado y que las flores, así como los instrumentos musicales deben emplearse “con la moderación conveniente al

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carácter de este tiempo, sin que se anticipe la plena alegría de la Natividad del Señor” (IGMR 305 y 313). Iniciar la Celebración con el Pregón de Adviento. Monición de Entrada Hermanos y hermanas. Iniciamos en este Domingo el nuevo año litúrgico con el Tiempo de Adviento. Como ya sabemos el término adviento viene del latín “Adventus”, que significa venida de alguien muy importante o el nacimiento de un hijo del rey al cual se espera con gozo y alegría. “El tiempo de Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida del Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, el ánimo se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estos dos motivos, el Adviento se presenta como un tiempo de piadosa y alegre esperanza” (Instrucciones sobre el Año Litúrgico, 39). En la primera parte del Adviento, es decir, desde este Domingo 3 de Diciembre al 16 de Diciembre la Iglesia nos hace mirar hacia la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo, para la cual estamos llamados a mantenernos vigilantes y a estar preparados. En la segunda parte del Adviemto, esto es, desde el 17 de Diciembre al 24 de Diciembre nos preparamos a la celebración de la Navidad en la que se conmemora la primera venida de nuestro Señor Jesucristo. En este Adviento 2017, deseamos cultivar el valor del encuentro con Jesucristo que vino, que viene constantemente a nosotros y que volverá glorioso, con ese hermoso lema: “vieron al niño y a su Madre y lo adoraron” (Mt. 2,11). Como aquellos Magos de Oriente deseamos encontrar a Jesús para adorarlo en esta tierra y para contemplarlo eternamente en el cielo. Así, después de encontrarlo a Él, podemos salir al encuentro de los demás para comunicarle nuestra alegría de haber recibido su salvación y para salir al encuentro de los más pobres socorriéndolos en sus necesidades y participando en la lucha por una sociedad donde la prosperidad es compartida entre todos y todas. Para lograrlo es necesario, nos recuerda el Señor en su Palabra de hoy, estar siempre vigilantes, preparados, alertas y despiertos. No podemos dejarnos adormecer por el pecado que nos deslumbra, pero nos destruye y dejémonos llenar de su gracia para mantenernos firmes hasta el final. Con el corazón bien dispuesto a celebrar este Adviento 2017, iniciemos nuestra Celebrando aclamando a Jesús que viene a presidir nuestra Celebración a través de su ministro. BENDICION DE LA CORONA DE ADVIENTO (Después del saludo a la comunidad por parte del que preside la celebración, una familia lleva la corona de Adviento dividida en partes, y la presentan a la comunidad haciendo la explicación de cada parte y luego la colocan en el lugar señalado…) Quien preside dice: Hermanos: al comenzar el nuevo año litúrgico, con el tiempo de Adviento que nos prepara para las fiestas de la Natividad del

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Señor, vamos a bendecir esta corona en la que, semana tras semana, iremos encendiendo una vela, expresando así nuestro anhelo por contemplar la luz que irradia el acontecimiento de la Navidad. Ahora para comprender mejor su significado escuchemos esta explicación. Un lector dice: La Corona de Adviento encuentra sus raíces en el centro de Europa antes de la llegada del cristianismo. Durante el frío y la oscuridad del invierno, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Los primeros misioneros cristianos aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe en Jesucristo que dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8,32). La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. El que lleva la Corona la levanta y dice: Como ven la corona tiene forma circular. El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor y la misericordia de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar. Otra señalando la corona dice: Las ramas de la Corona son verdes. Verde es el color de esperanza y vida; Dios quiere que esperemos y confiemos siempre en El ahora hasta la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos el anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar al encuentro personal y comunitario con Cristo ahora y en la eternidad. Uno de los que llevan las cuatro velas: Estas velas nos hacen pensar en Dios que ante la oscuridad provocada por el pecado fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo, como las velas iluminan la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. El Adviento nos lleva a convertirnos en la presencia de la Luz de Cristo en nuestro mundo familiar, comunitario y social. Canto de Adviento Bendición de la Corona de Adviento (Quien preside hace la bendición) “Señor, te pedimos que derrames tu bendición sobre esta corona, para que nos recuerde, domingo a domingo, que debemos estar despiertos esperando a Cristo, el Salvador que viene a nuestro encuentro. Haz que llenos de esta luz, que es Cristo, salgamos a tu encuentro y sepamos iluminar nuestra sociedad, nuestras familias y nuestra Iglesia. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.” Oración para encender la primera vela (La enciende alguien de la familia que ha traído la Corona). “Encendemos Señor esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir en la noche al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchas tentaciones nos adormecen. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú nos traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús. Ven, Señor Jesús!”

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Canto de Adviento y después el acto penitencial. Oración colecta Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañado por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo. Liturgia de la Palabra Primera Lectura: Isaías 63, 16b-17, 64,1.3b-8 Como el profeta Isaías, que clama a Dios por su pueblo, invoquémosle a El que viene a nuestro encuentro y dispongámonos a dejar que como alfarero en sus manos nos transforme interiormente como personas y como pueblo. Escuchemos. Lectura del libro de Isaías 63,16b-17;64,1.3b-8 Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es “Nuestro redentor”. Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. iOjalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste, y los montes se derritieron con tu presencia. Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en Él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos: aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y Tú el alfarero: somos todos obra de tu mano. Palabra de Dios. Salmo responsorial: 79, 2ac y 3b.15-16.18-19 R/ “Oh Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve”. Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/ Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra planto, y que tú hiciste vigorosa. R/ Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti; danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/ Segunda Lectura: Corintios 1, 3-9 Pablo nos recuerda que al encontrarnos con Cristo hemos sido enriquecidos con sus dones y que El nos mantendrá firmes hasta el encuentro final y definitivo con su Padre. Escuchemos.

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Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios, 1,3-9 Hermanos: La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con ustedes. En mi acción de gracias a Dios los tengo siempre presentes, por la gracia que Dios les ha dado en Cristo Jesús. Pues por Él han sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en ustedes se ha probado, el testimonio de Cristo. De hecho, no carecen de ningún don, ustedes que aguardan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él les mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusarlos en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios los llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!. Palabra de Dios. Aleluya Sal 84, 8 Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. Evangelio: Marcos 13, 33-37 Todo el tiempo Adviento nos recuerda que para el encuentro definitivo con el Señor no sabemos ni el día ni la hora. Pero sí sabemos lo que tenemos que hacer antes de su venida gloriosa, que consiste en estar despiertos, vigilantes y preparados siguiéndolo a El, fortalecidos por la oración. Aclamemos al Señor que nos hablará y escuchemos con atención. Lectura del Evangelio según San Marcos 13,33-37 En aquel tiempo, dijo Jesús sus discípulos: “Miren, vigilen: pues no saben cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velen entonces, pues no saben cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes lo digo a todos: ¡Velen!”. Palabra del Señor. Oración de los Fieles Quien preside: Llenos de esperanza presentemos al Padre nuestras súplicas diciendo: Fortalece nuestra fe, para que estemos vigilantes y preparados para tu venida. Para que la Iglesia y sus ministros, con sus palabras y acciones muestren al mundo la esperanza de la Salvación en Cristo Jesús. Oremos. Por los que los que gobiernan las naciones, para que dejándose guiar por el Señor sean instrumentos de su paz y eviten cualquier forma de violencia en sus pueblos. Oremos. Por los enfermos, los desplazados, los afectados por fenómenos de la naturaleza y todos los que sufren de cualquier manera, para que no les falte la mano solidaria de las autoridades y de todos nosotros. Oremos. Por todos nosotros y todos los que comparten nuestra esperanza, para que este tiempo de adviento, sea de preparación interior, de vigilancia y

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oración, para que el Señor nos encuentre en vela y preparados para el encuentro definitivo. Oremos. Por todas las familias, para que aprovechen la oportunidad que nos da el Señor en este tiempo de Adviento y Navidad para promover la cultura del encuentro y la comprensión entre todos sus miembros. Oremos. Quien preside: Escucha nuestras oraciones Padre y ten misericordia de nosotros para que ayudados por tu gracia caminemos siempre vigilantes y nos mantengamos firmes hasta el encuentro definitivo contigo. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, este pan y este vino, escogidos de entre los bienes que hemos recibido de ti, y concédenos que esta Eucaristía, que nos permites celebrar ahora en nuestra vida mortal, sea para nosotros prenda de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Oración después de la comunión Señor, que fructifique en nosotros la celebración de estos sacramentos con los que tú nos enseñas, ya en nuestra vida mortal, a descubrir el valor de los bienes eternos y a poner en ellos nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. 4 Lunes

Feria o Memoria Libre: San Juan Damasceno, Presbítero y Doctor de la Iglesia Morado o Blanco

Lectura del libro de Isaías 2,1-5 Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén. En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán: «Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén». Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, vengan; caminemos a la luz del Señor. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 121,1-2.4-5.6-7.8-9 R. Vamos alegres a la casa del Señor. ¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! . ¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. R.

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Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R. Deseen la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios». R. Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 8,5-11 En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho». Le contestó: «Voy yo a curarlo». Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace». Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «En verdad les digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Les digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos». Palabra del Señor. Meditación “Vendrán muchos de Oriente y Occidente y ocuparán un lugar en el banquete del Reino” El profeta Isaías en esta visión nos hace centrar nuestro pensamiento en la paz. Que no debe ser entendida como la simple ausencia de conflictos. La paz verdadera es un don de Dios. Que brota de un corazón alegre, libre de ataduras y de intereses particulares. En los últimos meses, el mundo está sumergido en una gran incertidumbre, estamos inquietos pues la paz mundial pende un hilo. Las grandes potencias que luchan por la hegemonía mundial se han estado provocando mutuamente. El Papa Francisco en reiteradas ocasiones ha convocado a todos los cristianos del mundo a que oremos y hagamos vigilias de adoración ante el Santísimo Sacramento, pidiendo por la paz del mundo. ¡Qué bonito fuera un mundo en dónde nadie se adiestre para la guerra, en dónde ningún pueblo se levante contra otro pueblo! Este sueño se puede hacer realidad si dejamos que Cristo entre a nuestros corazones y destierre el odio, el rencor, el resentimiento y los deseos de venganza. Hemos de seguir orando por la paz del mundo, pero también por la paz de nuestro corazón. Desterremos las conductas violentas (verbales, físicas y emocionales) y seamos gentes pacíficas. Cuan violenta se ha vuelto nuestra sociedad dominicana, cuanta gente que fácilmente pierde la paz. Jesús nos invita a ser mansos y humildes de corazón (Cf. Mt. 11, 29). Finalmente en el evangelio que nos presenta la Iglesia en el día de hoy, vemos la universalidad de la fe, en este relato del centurión romano que pide con fe un milagro no para sí mismo, sino para un criado suyo que está enfermo. Delante a este relato evangélico hemos de repensar el valor de la

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fe y la eficacia de la oración de intercesión. Que el señor Jesús nos regale un corazón en paz, una fe firme y una oración constante. Amén. 5 Martes

Feria del Tiempo de Adviento Morado

Lectura del profeta Isaías 11, 1-10 Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será cinturón de sus lomos, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada. Palabra de Dios. Salmo responsorial: 71. 2.7-8.12-13.17 R/ “Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente”. Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R. Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R. Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R. Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,21-24 En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.” Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “¡Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes desearon

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ver lo que ven ustedes, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron”. Palabra del Señor. Meditación “Jesús se llenó de alegría bajo la acción del Espíritu Santo” La liturgia de la Palabra del día de hoy sigue hablando de ese clima de paz que caracteriza a todo aquel que tiene a Dios en su corazón. Dios regala sus dones a la gente humilde y sencilla de corazón. El profeta Isaías, uno de los grandes protagonistas de este tiempo de adviento, nos dice que el mesías esperado vendrá a restaurar todas las cosas. Nos hará volver a la justicia de Dios que se expresa en el amor, el perdón y sobretodo en la misericordia infinita. Jesús nos ha invitado a buscar el Reino de Dios y su justicia (Cf. Mt. 6, 33). Este deseo queda recogido en el salmo responsorial, cuando dice: que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente. El evangelio, nos muestra a un Jesús que se llena de alegría en el Espíritu Santo por saber que Dios Padre ha revelado los secretos del reino a la gente sencilla, a la gente que vive en paz con Dios, consigo mismo y con los demás. Aquellos humildes de corazón a quienes Dios les ha entregado el reino de los cielos. Nosotros somos dichosos y bienaventurados porque tenemos la gracia de escuchar la Palabra de Dios y de recibir su cuerpo y su sangre en la sagrada eucaristía, donde el mismo Jesús se nos da bajo las apariencias del pan y el vino. Que gran secreto revelado por Dios a la gente sencilla, descubrir la presencia de Jesús en la humildad del pan y del vino. En este tiempo de adviento pidámosle a Jesús que nos ayude ser más sencillos y más humildes, menos arrogantes y altaneros. Qué el Señor nos ilumine siempre con su gracia. Amén. 6 Miércoles

Feria o Memoria, San Nicolás, Obispo o Santa Carmen Sallés Barangueras, Virgen Morado o Blanco

Lectura del profeta Isaías 25, 6-10ª En aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos refinados. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo —lo ha dicho el Señor—. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios. Esperábamos en él y nos ha salvado. Este es el Señor en quien esperamos. Celebremos y gocemos con su salvación, porque reposará sobre este monte la mano del Señor». Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 22, 1-3ª.3b.4.5.6 R/ “ Habitaré en la casa del Señor por años sin término.” El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 15, 29-37 En aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del lago de Galilea; subió a la montaña y se sentó allí. Se le acercó mucha gente trayendo tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y otros muchos enfermos; los pusieron a sus pies y Jesús los curó. La gente se maravillaba al ver que los lisiados quedaban curados, los ciegos veían, los mudos hablaban y los tullidos caminaban; y se pusieron a alabar al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento lástima de esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen nada para comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen por el camino». Los discípulos le dijeron: «¿Dónde vamos a conseguir pan en este lugar despoblado para dar de comer a tanta gente?» Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes tienen?» Ellos contestaron: «Siete, y unos pocos pescados». Entonces Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y se los iba dando a los discípulos y éstos a la gente. Todos comieron hasta hartarse, y con lo que sobró llenaron siete canastos. Palabra del Señor. Meditación “Jesús cura a muchos enfermos y multiplica los panes” La liturgia de la Palabra de hoy nos habla de un banquete que Dios preparará para su pueblo, en el que será aniquilada la muerte y serán enjugadas las lágrimas de nuestros ojos. En el evangelio Jesús cura y alimenta. Ambos texto tienen una clara referencia eucarística y una invitación fuerte a la responsabilidad social, pues el Señor, en otro relato de la multiplicación de los panes, manda a sus discípulos (los de ayer, los de hoy, los del mañana…) “ denles ustedes de comer”. Hemos de preocuparnos por los hambrientos; hemos de compartir nuestro pan con los más necesitados de nuestra sociedad. No podemos ser “come solos”. Solo cuando compartimos nuestro pan con otros, nos damos cuenta de que mientras más damos, más tenemos. Dios no se deja ganar en generosidad. Dios asiste y bendice a quien se apiada y socorre al necesitado, en el caso que nos ocupa hoy, a los necesitados del sustento para vivir. En el Padre Nuestro, pedimos a Dios que nos dé el

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pan nuestro de cada día. A veces acumulamos y desperdiciamos mucha comida. Este mes de diciembre, que gesto bonito sería el ayudar a una familia de las más necesitadas de nuestro entorno a que puedan el día de nochebuena tener una cena digna … Por otra parte, queridos hermanos, la eucaristía es ese festín que Dios ha preparado para todos sus fieles. Jesús en la eucaristía es el pan que se bendice, se parte y se comparte. Es el pan que quita el hambre y que da vida eterna. Jesús ha dicho en su palabra: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo… El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida en mí y yo él…. Participemos de la eucaristía con esa certeza: somos alimentados por Dios mismo. La eucaristía es el festín de los cristianos. La eucaristía es el centro y culmen de toda nuestra vida, ya que Cristo se hace presente. Por eso decimos en la eucaristía: “Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este vino, anunciamos tu muerte Señor, hasta que vuelvas”. Que el Señor nos ayude a ser generosos con todos especialmente como los más empobrecidos de la sociedad. Amén. 7

Memoria Obligatoria: San Ambrosio, Obispo y Doctor de la Iglesia

Jueves

Blanco

Lectura del profeta Isaías 26, 1-6 Aquel día, se cantará este canto en el país de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte; ha puesto el Señor para salvarla murallas y baluartes: Abran las puertas para que, entre el pueblo justo, el que se mantiene fiel; su ánimo está firme para conservar la paz, porque confía en ti. Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es la roca perpetua: doblegó a los que habitaban en la altura; derribó a la ciudad encumbrada, la derribó hasta el suelo, la arrojó en el polvo, y la pisan los pies, los pies de los humildes, las pisadas de los pobres». Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 117, 1.8-9.19.21.25-27a R/ “Bendito el que viene en nombre del Señor.” Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. R. Ábranme las puertas de la salvación, y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mí salvación. R. Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor, les bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, él nos ilumina. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 21.24-27 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice “¡Señor, Señor!” entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

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El que escucha mis palabras y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, bajaron las crecientes, soplaron los vientos y arremetieron contra la casa; pero no se cayó, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha mis palabras y no las pone en práctica, se parece a un hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, bajaron las crecientes, soplaron los vientos y rompieron contra la casa; y se hundió totalmente. ». Palabra del Señor. Meditación “El que hace la voluntad del padre entrará en el reino de los cielos” Las lecturas que nos presenta hoy la Iglesia, nos orientan para saber esperar al Señor que se acerca. El profeta Isaías, nos invita a confiar siempre en Dios, a vivir los valores de la fidelidad y de la humildad. Somos ese pueblo justo, que se refugia en el Señor y que aguarda su misericordia. Ese pueblo de Dios que quiere entrar por la puerta del triunfo para dar gracias al Señor. Pero para poder pasar por la puerta del triunfo hace falta vivir auténticamente la vida cristiana. Cimentada en la roca firme del Evangelio. ¿Cómo nos damos cuenta de que nuestras vidas están construidas encima de la roca?, sencillo, si escuchamos la Palabra de Dios y la llevamos a la práctica, es decir, si la hacemos vida en nuestro interior. Hasta que la Palabra no se haga carne en nosotros, estaremos diciendo: “Señor, Señor”, pero con un corazón vacío, con una vida en donde la voluntad de Dios no es el norte orientador hacia donde quiero llevar mis pasos. Hay que esforzarse en cumplir la voluntad de Dios. Lo más importante en la vida de la fe, es saber descubrir qué es lo que Dios quiere de mí, una vez descubierto esto, tener la valentía, el gozo de saber y poderlo hacer. Seamos prudentes y no necios, no fundamentemos nuestra vida y la de nuestra familia en otra “roca” que no sea la de la Palabra de Dios. Sin Él nuestras vidas corren el peligro de poderse hundir totalmente. Que el Señor Jesús nos de la fuerza para ser fieles a su voluntad. Amén. 8

Solemnidad: La Inmaculada Concepción de la Virgen María

Viernes Blanco o Azul 25º Aniversario de la Ordenación episcopal de Mons. Antonio Camilo González, Obispo Emérito de la Vega. 10º Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Valentín Reynoso Hidalgo, MSC, Obispo Auxiliar de Santiago Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20. Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: “Dónde estás?” El contestó: “Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí”.

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El Señor le replicó: “¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?” Adán respondió: “La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí”. El Señor dijo a la mujer: “¿Qué es lo que has hecho?”. Ella respondió: “La serpiente me engañó, y comí”. El Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho eso, serás maldita entre todos los animales y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón”. El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 97,1.2-3ab.3bc-4 R/ “Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas”. Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R. Lectura de la carta de san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Palabra de Dios. Lectura del santo evangelio según San Lucas 1, 26-38 El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres”. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?”

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El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya está de seis meses la que llamaban estéril porque para Dios nada hay imposible”. María contestó: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y la dejó el ángel. Palabra del Señor. Meditación Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María Hermanos, es bueno tener presente, que los orígenes de esta celebración se remontan a los siglos VII/VIII en Oriente. Poco a poco fue penetrando en Occidente y extendiéndose por toda la Iglesia, hasta que el Papa Pío IX, un día como hoy de 1854, declaró como dogma de fe que María, por un singular privilegio, fue preservada de toda mancha del pecado original. Hoy celebramos junto a toda la Iglesia, esta solemnidad tan hermosa, que nos recuerda como Dios se fija en la Virgen María, una joven sencilla, pobre y humilde de Nazaret. Dios le hace depositaria de una gracia muy grande, la hace merecedora de recibir en su seno a Jesús, al Mesías, aquél que viene a perdonar el pecado de su pueblo. María es presentada como la nueva Eva, aquella mujer que, con su respuesta afirmativa al plan de Dos, marcó el cumplimiento de las promesas hechas por Dios Padre a su pueblo. Si por una mujer entró el pecado al mundo, por una mujer ha entrado la salvación. Se establece una hostilidad entre la gracia y el pecado. Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. (Rom. 5, 20b). De esta solemnidad podemos tomar múltiples aspectos para nuestra reflexión personal, quiero fijarme sólo en dos. En primer lugar, Dios se fija en María por su pureza y por su humildad, esto nos invita a revisar nuestra vida para ver qué tan limpia y pura tengo la conciencia y el corazón delante de Dios y de los hermanos. Qué tan humilde soy o puedo ser. En Segundo lugar, pensar que tan dispuesto estoy a realizar el plan de Dios en mi vida. María, responde al Ángel: he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. María no rehúye a la voluntad de Dios, la acepta y se ponen en camino. Sabe que hacer la voluntad de Dios, salva y da felicidad. Cumplir lo que Dios quiere de nosotros, exige pureza de corazón, rectitud de intención y generosidad en la entrega. Que la Virgen María interceda por nosotros ante su hijo Jesús para que seamos dóciles a su voluntad como lo fue ella. Amén. 9 Sábado

Feria de Adviento Morado

Lectura del profeta Isaías 30, 19-21.23-26 Esto dice el Señor, el Santo de Israel: «Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, no tendrás que llorar, se apiadará de ti al oír tu gemido: apenas te oiga, te responderá.

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Aunque el Señor te diera el pan de la angustia y el agua de la opresión ya no se esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro. Si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una palabra a tus espaldas que te dice: “Éste es el camino, camina por él”. Te dará lluvia para la semilla que siembras en el campo, y el grano cosechado en el campo será abundante y suculento; aquel día, tus ganados pastarán en anchas praderas; los bueyes y asnos que trabajan en el campo comerán forraje fermentado, aventado con pala y con rastrillo. En toda alta montaña, en toda colina elevada habrá canales y cauces de agua el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, cuando el Señor vende la herida de su pueblo y cure las llagas de sus golpes». Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 146, 1-2.3-4.5-6 R. Dichosos los que esperan en el Señor. Alaben al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. El Señor reconstruye Jerusalén, reúne a los deportados de Israel. R. El sana los corazones destrozados, venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, a cada una la llama por su nombre. R. Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida. El Señor sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 35-38; 10, 1.6-8 En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas judías, anunciando la buena noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen por tanto al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recogerla». Después, llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo: «Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y proclamen que está llegando el Reino de los cielos. Curen a los enfermos, limpien a los leprosos, resuciten a los muertos, expulsen a los demonios. Lo que han recibido gratis: denlo gratis». Palabra del Señor. Meditación: “Jesús, al ver a las muchedumbres, se compadeció de ellas” Las lecturas del día hoy nos llenan de esperanza, virtud esencial de la vida cristiana y más en este tiempo de adviento, en donde somos motivados por la Iglesia a aguardar la llegada de aquél que ha de venir a cambiarlo todo con su presencia salvadora y santificadora. El profeta Isaías, nos da

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la certeza de que cuando nos dirigimos a Dios, somos escuchados por Él. Esto nos recuerda el salmo 33, cuando dice: si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha. Hermanos, no importa la situación por la que estemos pasando, o las dificultades que nos muestre la vida, tenemos un Dios compasivo y misericordioso. Dios está cerca de nosotros, es lo que el profeta quiere recalcar en este día, Dios está en su Iglesia, como ese maestro que es capaz de compadecerse, de sentir la necesidad que tienen de los demás. Dios no es un espectador ajeno a lo que nos sucede. Una muestra de esto es lo que Lucas nos narra hoy en el evangelio, Jesús está recorriendo las aldeas y ciudades, enseñando (maestro), anunciando el evangelio (Predicador), curando todas las enfermedades y dolencias (sanador-liberador) y compadeciéndose del extravío de la gente, que marcha como ovejas sin pastor. Un Dios con nosotros. Jesús anima a su Iglesia, a sus discípulos a comprometerse con su misión. Ya lo dijo el Papa Pablo VI, en la Evangelii Nuntiandi: la Iglesia, existe para evangelizar. Dios está cerca pero también quiere que nosotros, sus discípulos, estemos cerca de aquellos que sufren más, de aquellos que aún viven extenuados y abandonados por el sistema socio-político. Todo cristiano está llamando a colaborar con Jesús para que no haya ovejas sin pastor. Para que nadie se quede sin escuchar su voz, sin conocer su mensaje. Qué el Señor Jesús, nos ayude a cumplir nuestra misión. Amén. 10 II Semana Liturgia de las Horas

II Domingo de Adviento Morado

Preparemos el camino para el encuentro presente y futuro con el Señor Algunas orientaciones para la Celebración: Colocar el lema del día en un lugar visible. Mantener el lema del mes” vieron al niño y a su Madre y lo adoraron” (Mt.2,11) con su valor ¨Encuentro”. Se puede dramatizar el Evangelio. Preparar un letrero indicando el día de la Pastoral Social. Se destacan los miembros de la Pastoral Social de nuestra Parroquia. Se motiva a las personas a que no permanezcan indiferentes antes las realidades de deterioro en la sociedad, maltrato al medio ambiente y pérdida de valores, injusticia y corrupción. Monición de Entrada: Bienvenidos hermanos y hermanas a nuestra celebración eucarística en este Segundo Domingo de Adviento. En la Liturgia de hoy aparecen dos grandes protagonistas del Adviento que son el profeta Isaías y Juan el Bautista. Isaías, con voz amorosa nos recuerda que Dios viene en persona a consolar a su pueblo oprimido. Y Juan, con voz fuerte y directa invita a la

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conversión como condición sin la cual no se da el encuentro con el Señor que nos trae. Ambos, nos recuerdan que es necesario preparar el camino, allanarlo, rebajar los montes, enderezar lo torcido en nuestra vida personal, en nuestra familia y en nuestro pueblo. A ellos se une San Pedro en su Carta para advertirnos que El Señor no tiene prisa para su venida definitiva, pero que llegará cuando menos esperemos. Por esto, es necesario poner todo empeño, para que cuando llegue este encuentro definitivo nos encuentre en paz, sin mancha ni reproche. La Iglesia Dominicana celebra en este Segundo Domingo de Adviento el día de la Pastoral Social, ya que hace 506 años en nuestra tierra, Fray Antón de Montesinos y los Padres Dominicos alzaron su voz con valentía en defensa de los más desposeídos, los Indígenas que se encontraban sometidos al régimen de esclavitud y maltrato por los españoles que les privaron de sus derechos fundamentales. Nos unimos a los hombres y mujeres que hoy claman por justicia y a todos los que trabajan en la Pastoral Social para construir una mejor sociedad (se les da un aplauso). De pie para iniciar con gozo este Encuentro Eucarístico, aclamemos a Jesucristo, quien vino, viene y vendrá que llega a presidir nuestra Celebración. SE ENCIENDEN LAS DOS VELAS DE LA CORONA DE ADVIENTO ANTES DEL ACTO PENITENCIAL. Se escogen dos personas de la Comisión de la Pastoral Social, quienes, mientras se entona un canto de adviento, proceden a encenderlas Oración: Señor Jesucristo tú que vienes a encontrarte con nosotros, permítenos que al encender las dos velas de la corona de Adviento tu luz encienda en nosotros el deseo de preparar el camino, para que Tú llegues a nosotros y podamos encontrarnos contigo, mejorando nuestras relaciones familiares, comunitarias y sociales. En medio de las dificultades, danos la valentía de denunciar los males que nos impiden ser felices, mientras esperamos tu retorno y que el fuego de tu Santo Espíritu, nos llene de luz para que podamos ser testigos de tu Evangelio en medio del mundo y así llevar a muchos la esperanza de trabajar por el cielo nuevo y una tierra nueva donde impere la justicia y paz que Tú nos prometes. Bendice y fortalece a todos los que trabajan en la Pastoral Social. Amén. Oración Colecta Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo. LITURGIA DE LA PALABRA Primera lectura: Isaías 40,1-5.9-11 El profeta Isaías habla, de la consolación de Dios a su pueblo sufriente en Babilonia en dos momentos: como preparación al proponer la construcción

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de una avenida recta y llana, desde el exilio hasta Jerusalén, por la que el Señor llegará a su ciudad santa y como encuentro con El que está en medio de su pueblo. Es lo propio del Adviento: tiempo de preparación y tiempo de encuentro con Aquel que vino, viene y vendrá. Escuchemos. Lectura del profeta Isaías 40,1-5.9-11 “Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice su Dios; hablen al corazón de Jerusalén, grítenle, que se ha cumplido su servicio y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados. ” Una voz grita: “En el desierto prepárenle un camino al Señor; allanen en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres justos -ha hablado la boca del Señor-.” Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: “Aquí está su Dios. Miren, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Miren, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos, cuida de las madres.” Palabra de Dios. Salmo responsorial: 84., 9ab-10.11-12.13-14 R/“Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación” Voy a escuchar lo que dice el Señor: “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.” La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra. R. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R. El Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. R. Segunda Lectura: 2 Pedro 3,8-14 San Pedro en su Carta, nos recuerda la misericordiosa paciencia de Dios con nosotros, retrasando la segunda venida gloriosa con su juicio definitivo, para que todos nos convirtamos a El. Este encuentro definitivo y eterno del que no sabemos ni el día ni la hora, supone que nuestra vida se desenvuelva ahora en paz, de modo que nos encuentre inmaculados e irreprochables. Lectura de la segunda carta de San Pedro Queridos hermanos: No pierdan de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito, los elementos se desintegrarán abrasados y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser su vida! Esperen y apresuren la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos,

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consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, procuren que Dios los encuentre en paz con Él, inmaculados e irreprochables. Palabra de Dios. Lucas, 3,4.46: Aleluya, aleluya. Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos; y todos verán la salvación del Señor. Aleluya. Evangelio: Marcos 1, 1-8 El evangelio de Marcos nos presenta a Juan el Bautista, quien prepara el camino al Señor en medio de su pueblo. Este anuncio del profeta nos recuerda hoy, que es necesaria una verdadera y profunda conversión, para llegar a la verdadera transformación personal y social, que se inicia con el encuentro con Aquel que vino detrás de él y que volverá glorioso. Escuchemos. Lectura del Santo Evangelio según San Marcos Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: “Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.” Juan bautizaba en el desierto, predicaba que se convirtieran y se bautizaran para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaba sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: “Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo los he bautizado con agua, pero él les bautizará con Espíritu Santo.” Palabra del Señor. Oración de los Fieles Quien preside: Llenos de esperanza dirijámonos al Padre, diciéndole: Padre, ayúdanos a preparar tu camino. Por la Iglesia y sus pastores, para que como Juan el Bautista anuncien con fuerza y alegría el mensaje de Cristo y sean promotores de encuentros fraternos, reconciliación y de esperanza entre todos los pueblos. Oremos. Por los que gobiernan, para que escuchen la voz del Señor y guiados por el Espíritu Santo, trabajen por una sociedad donde impere la justicia y la paz. Oremos. Por los enfermos, los marginados, ancianos y necesitados; para que encuentren en nosotros y a través de la Pastoral Social la consolación de Dios en medio de su situación. Oremos. - Por todos nosotros, para que acojamos el llamado del Señor a la conversión y mientras esperamos su venida, preparemos el corazón para recibirlo y ese encuentro sea de verdadero gozo. Oremos. Por los que desde la Pastoral Social ejercen su acción apostólica, para

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que sean fortalecidos y salgan al encuentro de los más pobres, a la vez que luchan para que el Reino de Dios crezca en nuestra sociedad. Oremos. Quien preside: Padre misericordioso que nos cuidas como un pastor amoroso, que eres paciente con nosotros aumenta en nosotros la esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia y ayúdanos a trabajar para que se vayan haciendo realidad desde ahora hasta la plenitud eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas Que los ruegos y ofrendas de nuestra pobreza te conmuevan, Señor, y al vernos desvalidos y sin méritos propios acude, compasivo, en nuestra ayuda. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración después de la comunión Alimentados con esta eucaristía, te pedimos, Señor, que, por la comunión de tu sacramento, nos des sabiduría para sopesar los bienes de la tierra amando intensamente los del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. 11 Lunes

Feria o Memoria Libre: San Dámaso I, Papa Morado o Blanco

Lectura del Profeta Isaías 35,1-10 El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortalezcan las manos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes; digan a los cobardes de corazón: «Sean fuertes, no teman. Miren a su Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y los salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. El páramo será un estanque, lo reseco, un manantial. En el cubil donde se tumbaban los chacales brotarán cañas y juncos. Lo cruzará una calzada que llamarán Vía Sacra: no pasará por ella el impuro, y los inexpertos no se extraviarán. No habrá por allí leones ni se acercarán las bestias feroces, sino que caminarán los redimidos, y volverán por ella los rescatados del Señor. Vendrán a Sión con cánticos: en su cabeza habrá alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 84, 9ab-10,11-12.13-14 R. Nuestro Dios viene y nos salvará” Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra. R. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo. R.

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El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. R. Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 5,17-26 Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, llegados de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: «Hombre, tus pecados están perdonados.» Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?» Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: «¿Qué piensan en su interior? ¿Qué es más fácil: decir “tus pecados quedan perdonados”, o decir “levántate y anda”? Pues, para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados... –dijo al paralítico–: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa.» Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios diciendo llenos de temor: «Hoy hemos visto cosas admirables.» Palabra del Señor. Meditación “Hoy hemos visto cosas admirables” En más de una ocasión la liturgia de la Palabra de este día ha repetido que la salvación (Dios en persona), está cerca de nosotros. Y esta una constante en la liturgia de adviento. Los mismos cantos litúrgicos proclaman y anuncian que el Señor viene y que no tarda. El profeta ha anunciado que Dios mismo en persona nos traerá la paz, la salvación a todos aquellos que escuchamos sus enseñanzas y nos dejamos transformar por ellas. Dios es capaz de cambiar nuestra tristeza en gozo, nuestras calamidades en bendiciones. Tal como le sucedió a este paralítico al que le perdonó los pecados y lo hizo tomar su camilla y salir andando. Jesús muestra con este milagro, que es el enviado por el padre, el mesías que anunciaron los profetas, ese hará ver al ciego, oír al sordo, caminar al cojo, anunciar la salvación a los pobres (dignificarlos). Los amigos de este paralítico no encuentran por dónde meterlo, pero saben y tienen la certeza de que, si Jesús logra verlo, Él puede darle a este enfermo la salud plena que solo viene de Él, es decir, la sanación física y la espiritual, expresada mediante el perdón de los pecados. El pecado es la verdadera parálisis del hombre, puesto que nos obstaculiza, nos postra, nos impide seguir a Dios con libertad y radicalidad de corazón. Ya que el pecado aprisiona y nos hace infelices. Este paralítico salió doblemente premiado, pues no sólo salió caminando, sino que también fue perdonado por Jesús de sus pecados. Una verdadera

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sanación del alma herida por peso de las culpas. Tú y yo, también tenemos la oportunidad de salir perdonados del pecado que nos paraliza, que nos impide recibir a Dios en persona. Dios se hace presente, vivo y real en la Santa Eucaristía y en el sacramento de la reconciliación (confesión), nos otorga su perdón. Al confesarnos, escuchamos de la voz del sacerdote, que en nombre de Cristo nos dice: “Yo te absuelvo de tus pecados…”, este milagro se vuelve a repetir constantemente en los confesionarios. No te quedes sin recibirlo. Que el pecado no te paralice, echa a andar. Qué el Señor Jesús, nos dé la gracia de poderlo recibir en la comunión y de podernos confesar con frecuencia. Amén. 12 Martes

Fiesta: Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América Blanco o Azul

Lectura del profeta Isaías 7, 10-14 El Señor habló a Acaz en estos términos: “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del abismo, o arriba, en las alturas”. Pero Acaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la virgen está encinta y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Enmanuel, que significa Dios con nosotros”. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 66, 2-3.5.7-8 R/“Que todos los pueblos te den gracias, Señor” El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones. R. Que todos los pueblos te den gracias. Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra. R. La tierra ha dado su fruto: el Señor, nuestro Dios, nos bendice. Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra. R. Segunda Lectura: Gálatas 4, 4-7 Hermanos cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como somos hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su hijo que clama: “!Abba!, Padre.” Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-48 En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto

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Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me llamarán feliz por todas las generaciones”. Palabra del Señor. Meditación “Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños” La Iglesia nos invita a celebrar hoy la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América. Cuenta la historia que fue en el mes de diciembre de 1531, que en la colina del Tepeyac (México), la Virgen se le apareció al humilde indio Juan Diego. En 1910, el papa Pío X, proclamó a la Virgen de Guadalupe patrona de toda América Latina. De verdad que el Señor ha hechos cosas grandes en María y cosas más grandes aún a través de ella. Nuestro pueblo dominicano, ama y venera a María con una gran devoción. El tiempo de adviento es un tiempo de espera, pero también de preparación, puesto que cuando nosotros vamos a recibir una visita, arreglamos nuestras casas y la acomodamos de tal forma que nuestros visitantes se sientan a gusto y bien recibidos. En este tiempo, la Iglesia y cada cristiano, esperamos una visita singular y muy peculiar. Esperamos a Jesús, para que haga morada en nosotros por tal motivo debemos allanar el camino de nuestras vidas. Cuántas cosas torcidas en nuestras vidas que sabemos que tenemos que enderezar, cuántos montes y colinas elevadas por el orgullo, la arrogancia, la vanidad y la altanería con la que podemos actuar en nuestro diario vivir. Que malo puede estar el camino de mi vida para que Cristo venga. Afortunadamente, nuestra Madre la Iglesia nos ha regalado este tiempo para reconstruir nuestras vidas, para hacer nuevos planes y proyectos, para ser más de Cristo, más de Iglesia, más para el prójimo, más para los necesitados. Desde los documentos del magisterio latinoamericano, nos llega a nosotros el compromiso hecho por Dios y ratificado en la persona de Jesús de Nazaret, de hacer una opción preferencial por los pobres (que no es exclusiva ni excluyente) y los oprimidos, es decir por todos los pequeños de este mundo. Dios se hizo pobre, se hizo pequeño. Ese es el misterio de la navidad que en unos días vamos a contemplar. Hoy Jesús nos invita a que trabajemos juntos para que no se pierda nadie. La misión es de todos, no es de un grupo exclusivo. El Plan Nacional de Pastoral, nos ayuda precisamente para que involucrados todos, echemos hacia adelante la Iglesia de Jesús, predicando su mensaje en todos los rincones, preocupados por el anuncio. Que nadie se pierda. Que el Señor Jesús nos otorgue la gracia de comprometernos más con Él.

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Memoria Obligatoria: Santa Lucia, Virgen y Mártir

Miércoles Rojo 47º Aniversario de la Ordenación Presbiteral De Mons. José Dolores Grullón Estrella, Obispo de San Juan de la Maguana Lectura del profeta Isaías 40,25-31 ¿A quién pueden compararme, que me asemeje?», dice el Santo. Alcen los ojos a lo alto y miren: ¿Quién creó aquello? El que cuenta y despliega su ejército y a cada uno lo llama por su nombre; tan grande es su poder, tan robusta su fuerza, que no falta ninguno. ¿Por qué andas hablando, Jacob, y diciendo, Israel: «Mi suerte está oculta al Señor, mi Dios ignora mi causa»? ¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído? El Señor es un Dios eterno y creó los confines del orbe. No se cansa, no se fatiga, es insondable su inteligencia. Él da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido, se cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 102, 1-2.3-4.8 y 10 R/ “Bendice, alma mía, al Señor” Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. R. Lectura del santo evangelio según San Mateo 11,28-30 En aquel tiempo exclamó Jesús: Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. Palabra del Señor. Meditación “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados” El hombre de hoy en día siempre vive cansado. El dinamismo socioeconómico de nuestras sociedades nos obliga a trabajar muy duro, e inclusive a tener varios trabajos, lo que a la corta o a la larga logra socavar nuestras fuerzas. Las desigualdades sociales, provocan que se tenga que trabajar más de lo “debido” si se quiere vivir con cierta holgura. El ser humano, debe trabajar pero también debe saber descansar. No todo es trabajo. Hay gente que trabaja tanto, que solo descansa cuando se muere. El pueblo Judío tenía eso bien claro en sus leyes, había separado un día, dedicado al descanso, el sábado. Día que con el correr del tiempo, fue

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perdiendo su sentido original. Hace unos años atrás, era común en nuestros pueblos ver que los negocios cerraban al medio día, ver que algunos inclusive no abrían los domingos o los días de fiesta. Hoy en día, hasta hay campañas en las que se dice que tal o cual negocio, cierra más tarde. El trabajo es importante pues dignifica al hombre y nos hace progresar como sociedad, ahora bien, el trabajo no nos puede llevar a ser esclavos. El cansancio físico repercute en lo espiritual. Llego tan cansado que no puedo orar, que no puedo ir a misa, que no puedo salir a misionar, que no puedo predicar el evangelio, que no puedo comprometerme en ningún grupo apostólico o en ninguna acción pastoral. Si ese este tu caso, hoy el Señor, pone delante de ti, esta maravillosa invitación: “Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, y yo los aliviaré… carguen con mi yugo.” Jesús que trabajó incansablemente, primero como carpintero (obrero) en el oficio familiar y luego como anunciador del Reino también tomaba ratos de descanso, nunca descuidó su trabajo, pero tampoco descuidó de unión espiritual con el Padre. Ya lo dijo el profeta, los que esperan en el Señor, renuevan sus fuerzas. Si estás cansado, pídele fuerzas a Dios, no te alejes, acude a Él. Que el Señor nos de la gracia de ir a él y poder descansar en él. Amén. 14 Jueves

Memoria Obligatoria: San Juan de la Cruz, Presbítero y Doctor de la Iglesia Blanco

Lectura del profeta Isaías 41,13-20 Yo, el Señor, tu Dios, te agarro de la diestra y te digo: «No temas, yo mismo te auxilio.» No temas, gusanito de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio –oráculo del Señor–. Tu redentor es el Santo de Israel. Mira, te convierto en trillo aguzado, nuevo, dentado: trillarás los montes y los triturarás, harás paja de las colinas, los aventarás y el viento los arrebatará, el vendaval los dispersará; y tú te alegrarás con el Señor, te gloriarás del Santo de Israel. Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la hay; su lengua está reseca de sed. Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Alumbraré ríos en cumbres peladas; en medio de las vaguadas, manantiales; transformaré el desierto en estanque y el yermo en fuentes de agua; pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos, y olivos; plantaré en la estepa cipreses y olmos y alerces, juncos. Para que vean y conozcan, reflexionen y aprendan de una vez que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 144, 1.9.10-11.12-13ab R/ “El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad” Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. El Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.

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Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles, que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas; R. Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,11-15 En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Les aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que quieran admitirlo. El que tenga oídos que escuche.» Palabra del Señor. Meditación “No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista” La liturgia de la Palabra de este día, nos sigue presentando a otro de los grandes personajes del adviento, Juan el Bautista, de quien se dice hoy en el evangelio que no ha nacido de mujer uno más grande que él. El profeta Isaías nos recuerda que Dios nos guía y nos invita a caminar junto a él, en santidad y justicia, ya que como dice el salmo 144, el Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad. Dios en su infinito amor nos sostiene, nos da la fuerza que necesitamos para vivir y para que luchemos por un mundo más humano. Es tarea de todos nosotros lograr que el reino de Dios se instaure en la tierra. Gran parte de nuestra misión como discípulos de Cristo, es ser presencia de ese reino dondequiera que estemos, pero para eso hemos de escuchar la Palabra, llevándola a la práctica y dejándonos conducir por ella. El adviento es un tiempo precioso para redescubrir la riqueza de la Palabra, la belleza de la misión a la que somos convocados. Que nuestro esfuerzo constante sea siempre buscar el reino de Dios y su justicia. Que proclamemos sin miedo y con valentía que nuestras vidas están siendo enriquecidas por los dones y la presencia de Cristo, vivo en medio de nosotros y en nuestras comunidades cristianas. Amén. 15 Viernes

Feria de Adviento Morado

Lectura del Profeta Isaías 48,17-19 Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: «Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien, te guío por el camino que sigues. Si hubieras atendido a mis mandatos, sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar; tu progenie sería como arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas; tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.». Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 1,1-2.3.4 y 6 R. /“El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida” Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R. Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R. No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,16-19 En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: « ¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: «Hemos tocado la flauta y no han bailado; hemos cantado lamentaciones y no han llorado.» Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Tiene un demonio.» Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores.» Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.» Palabra del Señor. Meditación “No hacen caso ni de Juan ni del Hijo del hombre” La liturgia de la Palabra del día de hoy, nos está hablando de la obediencia, de saber escuchar a Dios, ya que Él guía nuestros pasos hacia el bien, hacia felicidad, hacia la realización como persona. El salmo responsorial nos recuerda que el que sigue el buen camino, tendrá la luz de la vida. Jesús es nuestro camino, nuestro modelo a seguir. Él fue obediente en todo al Padre, vivía pendiente de la Palabra que salía de la boca del Padre. Obedecer al Padre era una de sus prioridades, por tal razón, dijo a sus discípulos: “ustedes son mis amigos, si hace lo que yo les mando” (Jn. 15, 14). La obediencia, que no la podemos confundirla con la sumisión, es uno de los “consejos evangélicos” y es una pieza clave en la vida de la fe. El origen del pecado es la desobediencia y todo pecado es en sí, un desoír la voz de Dios. Obedecer no es ser un borrego, sino una persona libre, consciente y dueño de sus actos. La obediencia a Dios, el respeto a las leyes y normas nos dan libertad. Aunque haya leyes que moralmente dejen mucho que desear. Es muy importante saber obedecer, siempre y cuando lo que me digan que haga no atente contra la moral y las buenas costumbres. En la vida siempre tendremos reglas, normas y pautas, diseñadas precisamente para ayudarnos a convivir mejor entre nosotros. No podemos vivir como decimos popularmente como “chivos sin ley”, puesto que el desobediente daña la armonía, se afecta a sí mismo y afecta a los demás. De ahí que el salmo 95, 7-8, nos diga: “Si hoy, escuchas la voz del Señor, no endurezcas el corazón”. Qué el Señor Jesús, manso y humilde de corazón nos haga dóciles a su voluntad. Amén.

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16 Sábado

Feria de Adviento Morado

Lectura del libro del Eclesiástico 48,1-4.9-11 En aquellos días, surgió el profeta Elías como un fuego, sus palabras quemaban como antorcha. Él hizo venir sobre ellos hambre, y con su celo los diezmó. Por la palabra del Señor cerró los cielos y también hizo caer fuego tres veces. ¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos! ¿Quién puede gloriarse de ser como tú? Fuiste arrebatado en un torbellino ardiente, en un carro de caballos de fuego; tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros, para aplacar la ira antes de que estallara, para reconciliar a los padres con los hijos y restablecer las tribus de Jacob. Dichosos los que te vieron y se durmieron en el amor. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 79,2ac.3b.15-16.18-19 R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. R. Dios del universo, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña. Cuida la cepa que tu diestra plantó, y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R. Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti; danos vida para que invoquemos tu nombre. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 17,10-13 Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». Él les contestó: «Elías vendrá y lo renovará todo. Pero les digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos». Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista. Palabra del Señor. Meditación “Elías ya ha venido y no le reconocieron” El tiempo de adviento tiene, como ya hemos ido viendo, unos personajes que lo caracterizan y que en cierto modo marcan todas estas semanas. Ellos son: los profetas Isaías y Elías, Juan el Bautista y la Virgen María. Hoy la liturgia de la Palabra nos presenta a uno de ellos, a quien el libro del Eclesiástico, haciendo una relectura del libro de los Reyes, llama “profeta de fuego, cuyas palabras eran horno encendido”. Todo profeta está puesto por Dios para ser una señal, su vida y su palabra han de hablar constantemente de Dios. Debe anunciar las palabras que Dios ponga en su boca. Ha de hablar al pueblo en nombre de Dios para animar o para reprender. Todos nosotros, en virtud de nuestro bautismo, hemos sido hechos profetas, es decir, signos vivos de la presencia de Dios, dondequiera que

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estemos. Nuestra vida y nuestras palabras tienen también que anunciar y denunciar. La Iglesia no puede perder su dimensión profética (anunciodenuncia), ya que el Señor Jesús nos llamó para que fuéramos sal y luz del mundo, fermento de una nueva sociedad, y más ahora en que nuestras sociedades quieren un mundo de espaldas a Dios. Hace falta que se levanten esos profetas de fuego, cuyas palabras llenas del Espíritu Santo, sean capaces de encender el corazón del hombre de hoy. Hacen falta profetas que estén dispuestos no sólo a hablar de Dios, sino a vivir como Dios quiere, convirtiéndose en testigos vivos del amor de Dios. Qué el Señor nos de la gracia ser auténticos cristianos que anunciemos un Jesucristo vivo. Amén. 17

III Domingo de Adviento (Gaudete)

III Semana Liturgia de las Horas

Morado o Rosado

El encuentro con Cristo y la realización de su misión nos llena de gran alegría. Algunas orientaciones: Colocar el lema del día en un lugar visible. Dentro de la austeridad del Adviento este domingo es de alegría, lleva ese toque festivo y de esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva. El color hoy es rosado y se enciende la vela rosada. Se pueden presentar testigos del Señor que se destacan por su alegría en nuestra Parroquia o Sector que puedan dar su testimonio o hablar de ellos. Crear un ambiente de alegría en la Celebración. Motivar al Acto Penitencial de Adviento para renovar nuestra alegría. Animar a todos en los hogares a que preparen el pesebre para colocar al Niño y a su Madre para adorarlo. Motivar a la solidaridad y al compartir fraterno con los más necesitados. Monición ambiental Hermanos y hermanas: El Señor nos reúne para celebrar con gozo nuestra Eucaristía en este Tercer Domingo de Adviento, llamado el de la alegría o “gaudete” que en latín quiere decir “regocíjense”. Hoy la Iglesia nos invita a la alegría. Dios viene a nuestro encuentro en Cristo que nos salva y libera. El es la razón de nuestra verdadera alegría, las profecías se cumplen, la voz resuena con más fuerza que nunca, la tierra se llena de luz iniciando un nuevo y verdadero paraíso. Esa alegría permanente y grande que surge del encuentro con Jesucristo crece en nosotros cuando como Isaías y Juan el Bautista sabemos cumplir la misión que Dios nos encomienda en nuestra vida. Cada uno de nosotros ha venido con una gracia y una misión que Dios puso en nuestro interior, para

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que la desarrollemos ungidos con la fuerza de su Espíritu. Ahí está la fuente de la verdadera alegría. Pidamos al Señor que nos permita vivir siempre su alegría hasta que nos encontremos con El y entremos en la alegría eterna que no tendrá fin. Llenos alegría nos ponemos de pie para aclamar a Jesucristo que llega para presidir nuestra Celebración a través de su ministro. Se enciende la tercera Luz de la corona de adviento antes del Acto Penitencial. Se invita a tres del Coro que la enciendan: la luz rosada y las dos moradas que se encendieron en las semanas anteriores. Oración: Señor Jesucristo, tú que ere la fuente de la verdadera alegría, que transforma e ilumina nuestras vidas, hoy al encender esta tercera luz queremos agradecerte desde el fondo de nuestros corazones por el don de la fe, por el regalo de la salvación y por hacernos participar en tu misión de salvación de la humanidad que nos hace plenamente felices. Mantén encendido tu Santo Espíritu que nos impulse siempre a realizar tu Reino, a ser tus testigos sinceros y humildes y a llenar de tu alegría a todos los que nos rodean buscando que se encuentren contigo y con sus hermanos, especialmente, quienes más necesitan. Amén. Oración colecta Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y de salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo. LITURGIA DE LA PALABRA Primera Lectura: Isaías 61,1-2.10-11 El Profeta Isaías hace una declaración de su misión que con la fuerza del Espíritu Santo se realiza saliendo al encuentro de los pobres para proclamarles que ha llegado el año de gracia del Señor para ellos. Cumplir esta tarea lo llena de gozo y alegría al ver que Dios hace brotar la justicia. Esta profecía que se cumplió plenamente en Jesucristo, estamos llamados a realizarla nosotros hoy, como continuadores de su obra en el mundo hasta que vuelva. Escuchemos. Lectura del Profeta Isaías 61,1-2ª.10-11 El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: Lucas 1,46-48.49-50.53-54-4. R/ “Me alegro con mi Dios Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. R. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia. R. Segunda Lectura: 1Tesalonicenses 5, 16-24; Una vez que nos hemos encontrado con el Señor ha surgido en nosotros una alegría sin fin. Dado que hay muchos obstáculos que quieren destruir esa alegría, el Apóstol Pablo nos anima a mantener encendido su Espíritu hasta su venida gloriosa. Escuchemos. Lectura de la primera carta de san Pablo a los Tesalonicenses Hermanos: Estén siempre alegres. Sean constantes en orar. Den gracias en toda ocasión; ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de ustedes. No apaguen el Espíritu, no desprecien el don de profecía, sino examínenlo todo, quedándose con lo bueno. Guárdense de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz los consagre totalmente y que todo su espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas. Palabra de Dios. Lc.4,18: Aleluya, aleluya. El Espíritu del Señor está sobre mí, me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres. Aleluya. Evangelio: Juan 1, 6-8.19-28 En este evangelio Juan el Bautista declara claramente que él es solamente testigo de la luz, enviado a preparar el camino para el encuentro con el Señor que ya estaba en medio de su pueblo. Así, también, nosotros como Juan estamos llamados a ser personas auténticas y conscientes de nuestra misión, que dan testimonio de Jesús, luz verdadera que nos ha iluminado y nos ha llenado de alegría al encontrarnos con El. Lectura del Santo Evangelio según San Juan Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: “¿Tú quién eres?” Él confesó sin reservas: “Yo no soy el Mesías.” Le preguntaron: “¿Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías?” Él dijo: “No lo soy.” “¿Eres tú el Profeta?” Respondió: “No.” Y le dijeron: “¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los

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que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?” Él contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanen el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías.” Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: “Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con agua; en medio de ustedes hay uno que no conocen, el que viene detrás de mí y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.” Palabra del Señor. Oracion de los fieles Quien preside: Con alegría nos dirigimos al Padre diciendo: Danos la verdadera alegría que viene de Ti. Por el Papa Francisco, todos los Obispos, sacerdotes, Diáconos, Consagrados y consagradas, para que sean testigos de la luz del Señor, anuncien con alegría y esperanza el mensaje de la Buena Nueva. Oremos. Para que todos los gobernantes del mundo y los que tienen responsabilidad en la toma de decisiones en los pueblos, favorezcan que brote la justicia en sus naciones y escuchen la voz de los profetas del Señor que claman por justicia, paz y bienestar para todos. Oremos. Para que los pobres, enfermos, todos los que sufren por la violencia y las desigualdades sociales encuentren nuestra solidaridad y la alegría de Cristo brote en sus corazones. Oremos. Para que nosotros que nos hemos encontrados para esta acción de gracias, seamos profetas de alegría y esperanza y salgamos al encuentro y en auxilio de los más necesitados. Oremos. Para que las familias elevadas por el Señor a la dignidad de ser “Iglesia Domestica” Escuela de Fe, sean primer espacio de encuentro fraterno, de enseñanza y practica de valores cada día. Oremos. Quien preside: Escucha Padre nuestras oraciones que con gozo te hemos presentado. Haz que tu Santo Espíritu se mantenga siempre encendido en nosotros para que seamos testigos de tu luz, de tu amor liberador y en nosotros se manifieste a todos, especialmente, a los más pobres. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas Haz, Señor, que te ofrezcamos siempre este sacrificio como expresión de nuestra propia entrega, para que así cumplamos el sacramento que tú nos diste y se lleve a cabo en nosotros la obra de tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración después de la comunión Imploramos, Señor, tu misericordia, para que esta comunión que hemos recibido nos prepare a las fiestas que se acercan, purificándonos de todo pecado. Por Jesucristo nuestro Señor.

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18 Lunes

Feria Privilegiada del Adviento Morado

Lectura del profeta Jeremías 23,5-8 «Miren que llegan días –oráculo del Señor– en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: «El-Señor-nuestra-justicia». Por eso, miren que llegan días –oráculo del Señor– en que no se dirá: «Vive el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto», sino que se dirá: «Vive el Señor, que sacó a la raza de Israel del país del Norte y de los países adonde los expulsó, y los trajo para que habitaran en sus campos.»» Palabra de Dios. Salmo Responsorial 71, 1-2.12-13.18-19 R/“Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente” Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R. Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas; bendito por siempre su nombre glorioso; que su gloria llene la tierra. ¡Amén, amén! R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 1,18-24 El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de los pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Miren, la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.» Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer. Palabra del Señor. Meditación Jesús nacerá de María, esposa de José, que es hijo de David Nos estamos acercando un poquito más al gran misterio del nacimiento de Jesús nuestro hermano, Señor y Redentor. Y estas lecturas, nos recuerdan que las promesas de Dios son eternas y que más fácil pasarán el cielo y la tierra, antes de que se deje de cumplir lo que Dios ha prometido.

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El profeta Jeremías con este Oráculo devuelve la esperanza a un pueblo cautivo, temeroso y oprimido. El profeta indica que Dios Padre suscitará en vástago legítimo del linaje y de la casa de David. En el evangelio se nos narra el nacimiento de Jesús, de quien los evangelistas dan testimonio de que era hijo de David, aquel cuyo reinado no tiene y no tendrá fin. Jesús es ese Emmanuel, ese mesías esperado por todos para que libere a la humanidad cautiva del pecado y de la muerte. Y esa es una gran noticia: el nacimiento de Jesús nos llena a todos de esperanza. Dios mismo ha venido a salvarnos, ha venido para que florezca la justicia en un mundo con sociedades tan injustas; ha venido para que la verdadera paz abunde eternamente en un mundo tan dividido por guerras, discordias, enemistades. Jesús ha venido a traer luz para que dejemos de caminar en las tinieblas del error, para que abandonemos el camino que llevamos y acojamos su propuesta de amor y entrega servicial a Dios padre y a los demás. Finalmente, me gustaría decir unas breves palabras sobre la familia. El texto nos muestra a María, a José y al niño Jesús formando una familia unificada por el amor, abierta a la voluntad de Dios, fortalecida por los valores de la fe, la moral y las buenas costumbres. Hemos de imitar en nuestros hogares el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, cuya fiesta celebraremos el último domingo de este año. No descuidemos nuestros hogares, construyamos una familia sólida. La familia es Iglesia doméstica. ¡Cuidémosla! Hace unos meses atrás vimos casos muy lamentables, en los que había al menos un adolescente involucrado… Siempre me pregunté, sin ánimo de juicio: ¿Dónde y qué hacían sus padres? ¿Cómo no se dieron cuenta en qué estaban sus hijos? ¿Qué valores le inculcaron? 19 Martes

Feria Privilegiada de Adviento Morado

Lectura del libro de los Jueces 13,2-7.24-25ª En aquellos días, había en Sorá un hombre de la tribu de Dan, llamado Manoaj. Su mujer era estéril y no había tenido hijos. El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: “Eres estéril y no has tenido hijos. Pero concebirás y darás a luz un hijo; ten cuidado de no beber vino ni licor, ni comer nada impuro, porque concebirás y darás a luz un hijo. No pasará la navaja por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde antes de nacer. Él empezará a salvar a Israel de los filisteos.” La mujer fue a decirle a su marido: “Me ha visitado un hombre de Dios que, por su aspecto terrible, parecía un mensajero divino; pero no le pregunté de dónde era, ni él me dijo su nombre. Sólo me dijo: “Concebirás y darás a luz un hijo: ten cuidado de no beber vino ni licor, ni comer nada impuro porque el niño estará consagrado a Dios desde antes de nacer hasta el día de su muerte.” La mujer de Manoaj dio a luz un hijo y le puso de nombre Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. Y el espíritu del Señor comenzó a agitarlo. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 70, 3-4ª.5-6ab.16-17 R/”Que mi boca esté llena de tu alabanza y cante tu gloria”. Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R. Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R. Contaré tus proezas, Señor mío, narraré tu victoria, tuya entera. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R. Lectura del santo evangelio según San Lucas 1,5-25 En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor. Pero el ángel le dijo: “No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor; no beberá vino ni licor; se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos israelitas al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto.” Zacarías replicó al ángel: “¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.” El ángel le contestó: “Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado a hablarte para darte esta buena noticia. Pero mira, te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento.” El pueblo estaba aguardando a Zacarías, sorprendido de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: “Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres”. Palabra del Señor. Meditación “Gabriel anuncia el nacimiento de Juan el Bautista” Las lecturas del día de hoy tienen un singular parecido, ambas hablan del anuncio de un nacimiento en el que Dios interviene haciendo

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un milagro, ya que las madres eran estériles. Se trata de dos historias muy conocidas por nosotros: la de Sansón y la de Juan el Bautista. La historia de ambos ha comenzado con la irrupción de Dios para quien ellos quedarán consagrados desde su nacimiento, uno para liberar a su pueblo de la esclavitud sirviendo como Juez y el otro para hablar de la conversión y del pecado sirviendo como profeta y precursor del Mesías. Consagrarse a Dios exigirá de ellos una vida de pureza, una vida sin tacha, libre de todo vicio y de los placeres desordenados. Ciertamente, servir al Señor requiere vivir con cierta dignidad la vida cristiana. Dios también a nosotros nos ha llamado y nos ha destinado en Cristo a ser sus hijos, a ser sus servidores; Dios nos invita constantemente a ser santos como él es santo. La santidad, hermanos, consiste en vivir el evangelio y su justicia. A veces pensamos que solamente los sacerdotes y las monjas pueden ser consagrados. Cada cristiano debe “consagrarse” a Dios, desde la vocación a la que Él te ha llamado. Todos estamos invitados a ofrecernos a Dios Padre con toda alma, con toda la mente y con todo el corazón. Haciendo de nuestra vida una ofrenda agradable a Dios. Esto era lo que se le pedía a Sansón y a Juan el Bautista. Estos es también lo que Dios pide de nosotros. Santidad de vida, un corazón indiviso, consagrado a Él. Qué Dios nos ayude a pertenecer para siempre a Él. 20 Miércoles

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Lectura del profeta Isaías 7,10-14 En aquellos días, el Señor habló a Acaz: «Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.» Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Señor.» Entonces dijo Dios: «Escucha, casa de David: ¿No les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, les dará una señal: Miren, la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 23, 1-2.3-4ab.5-6 R/ “Ya llega el Señor, él es el Rey de la gloria” Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R. ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R. Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

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Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,26-38 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón? “El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. “Y la dejó el ángel. Palabra del Señor. Meditación “Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo” La liturgia de la Palabra nos habla de la promesa del nacimiento de un niño que cambiará definitivamente el curso de la historia humana, de ahí que tenga que ser anunciado por el mismo Dios. Ya faltan pocos días para que celebremos la natividad de Nuestro Señor. El salmo 23 nos recuerda que ya llega el Señor, el Rey de la Gloria, el Señor de los señores. El niño Dios está a punto de nacer. La virgen está encinta, dará a luz un hijo. Este niño está puesto para recordarnos que Dios es cercano, que Él está con nosotros. Que se hace el encontradizo para quien lo busca con sinceridad de corazón. Dios ha querido morar entre nosotros y esto es motivo de gran alegría y gozo en el Espíritu Santo. Por eso el Ángel Gabriel saluda a la Virgen María, diciéndole: ¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres! María se convirtió desde ese preciso momento en la nueva arca de la Alianza, en su vientre virginal Jesús va a tomar cuerpo. La Palabra, el Verbo se hará carne. Ya ha terminado la espera, Dios está con su pueblo, para salvarlo, viene a ser nuestro único rey y salvador. El Mesías que nos trae la paz y la reconciliación eterna. Hoy todos debemos preguntarnos si nuestras vidas están preparadas para dar acogida al niño Jesús que va a nacer. Como dice un canto propio de este tiempo: “Dios quiere nacer, quiere nacer de nuevo, en el pesebre de tu corazón”. ¿Está nuestra vida arreglada? Que el niño Jesús pueda nacer en nuestros corazones. Amén.

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21 Jueves

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Lectura del Cantar de los Cantares 2,8-14 ¡Miren, ya viene, saltando por los montes, brincando por las colinas! Mi amado como una gacela, es como un cervatillo. Miren, se ha parado detrás de mi tapia, atisba por las ventanas, observa por las rejas. Mi amado me habla así: «¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí! Porque ha pasado el invierno, las lluvias han cesado y se han ido, brotan flores en la vega, llega el tiempo de la poda, el arrullo de la tórtola se deja oír en los campos; apuntan los frutos en la higuera, la viña florece y da perfume. ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí! Paloma mía, que anidas en los huecos de la peña, en las grietas del barranco, déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz, porque es muy dulce tu voz, y es hermosa tu figura.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 32, 2-3.11-12.20-21 “Aclamen, justos, al Señor, cántenle un cántico nuevo” Den gracias al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diezcuerdas; cántenle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones. R. El plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. R. Nosotros aguardamos al Señor, él es nuestro auxilio y escudo; con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. R. Lectura del santo Evangelio según Lucas 1,39-45 Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: « ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» Palabra del Señor. Meditación “¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor” Es indescriptible la alegría, el gozo, pero también el nerviosismo, la incertidumbre que genera en una familia el nacimiento de un hijo y más si se trata del primogénito. Es que la familia tiene nueve meses esperando ver y conocer a su nuevo integrante. La liturgia de la Palabra de estos días nos hace entrar en esa dinámica de espera, basta con releer la primera lectura del Cantar de los Cantares para darnos cuenta.

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Es importante, hermanos, que también nosotros nos alegremos con esta gran noticia. Dios viene, Dios se acerca, cerca está y tanto más cerca esté, mayor debe ser nuestro gozo, nuestra alegría. Él es nuestra salvación. El nacimiento de Jesús es un acontecimiento que se ha de vivir a la luz de la fe, es por esto que Isabel en el evangelio le dice a María: “Dichosa tú porque has creído…”. También nosotros podemos ser llamados dichosos por creer que Jesús nace a diario en nuestros corazones. La fe en Jesús nos anima a servir, eso fue lo que hizo María, fue inmediatamente a servir a su prima Isabel. Tenemos que pedirle al Señor Jesús que nos regale, los dones de la alegría y del servicio desinteresado en favor de los más pobres y necesitados de nuestra sociedad. 22 Viernes

Feria Privilegiada de Adviento Morado

Lectura del primer libro de Samuel 1,24-28 En aquellos días, llevó Ana a Samuel a la casa del Señor, en Siló, y llevó también un toro de tres años, medio quintal de harina y un pellejo de vino. El muchacho era pequeño. Mataron el toro y presentaron el niño a Elí. Ana dijo: «Señor mío, por tu vida, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, suplicando al Señor. Por este niño suplicaba y el Señor me ha concedido lo que pedía, por eso yo también se lo cedo al Señor y quedará cedido al Señor mientras viva.» Y adoraron allí al Señor. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 1 Sam 2, 1.4-5-6-7.8 R/ “Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador” Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R. Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda estéril. R. El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R. Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria; pues del Señor son los pilares de la tierra y sobre ellos afianzó el orbe. R. Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,46-56 En aquel tiempo, María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los

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hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Palabra del Señor. Meditación “El Poderoso ha hecho obras grandes por mí” Las lecturas del día de hoy nos invitan a dar gracias a Dios por las grandes maravillas que ha realizado en nuestras vidas. Todos tenemos motivos de sobra para ser agradecidos con Dios. Dios ha hecho tantas obras grandes en favor nuestro. Basta con que miremos nuestra historia personal (comunitaria, familiar, laboral) a la luz de la fe y veremos todas las acciones que Dios ha venido haciendo a lo largo de nuestras vidas. Dios es un Padre bondadoso, que se fija en todos sus hijos, especialmente en los humildes de corazón. Este es el caso de Ana, la madre del profeta Samuel, que afligida por no poder tener hijos ora en el templo y es escuchada por Dios, y después que el niño nace, vuelve al templo a presentar y a dar gracias a Dios. Lo mismo pasa con la Virgen María que, sabiéndose elegida por el Señor, reconoce que el Poderoso ha hecho obras grandes por ella y da gracias a Dios con este hermosísimo cántico que Lucas recoge en el primer capítulo de su evangelio. Tenemos que ser agradecidos con Dios y también con los demás. Hay personas que no saben dar gracias. Dar gracias es reconocer con agrado lo que han hecho por mí, es tener presente al que me ha brindado alguna ayuda. Los cristianos tenemos que distinguirnos por ser personas agradecidas. En el plano espiritual, somos muy dados a pedir y no tanto a agradecer. Recordemos el relato de los diez leprosos, todos fueron sanados, pero solo uno se devolvió a dar gracias. Pidamos hermanos, que el Señor nos regale un corazón agradecido. Amén. 23 Sábado

Feria Privilegiada de Adviento Morado

Lectura de la profecía de Malaquías 3,1-4.23-24 Así dice el Señor: «Miren, yo les envío a mi mensajero para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza que ustedes desean. Mírenlo entrar –dice el Señor de los ejércitos–. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero; se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos. Miren, les enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible. Convertirá el

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corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 24, 4-5ab.8-9.10 y 14 R. “/. Levántense, alcen la cabeza: se acerca su Redención” Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas; haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R. El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos. El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza. R/ Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,57-6 A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan.» Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.» Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. Palabra del Señor. Meditación “Nacimiento de Juan Bautista” Levántense, alcen la cabeza: se acerca su liberación, esa especie de antífona la hemos repetido en el salmo 24 que nos presenta la liturgia de la Palabra del día de hoy. Mañana estamos a 24 de diciembre, vísperas de la solemnidad de la natividad del Señor. En la primera lectura el profeta Malaquías está anunciando que Dios enviará un mensajero por delante para que prepare el camino de su venida. Dios mismo en persona entrará en el santuario, habitará de una manera distinta en el mundo que por amor ha creado. La tradición ha vinculado al profeta Elías con Juan el Bautista, a quién le tocó allanar el camino para que la misión de Jesús pudiera abrirse paso en el pueblo de Israel. Juan Bautista, el hombre más grande nacido de mujer y Elías el padre del profetismo, el profeta más grande de la antigüedad, cuya misión era convertir los corazones y preparar un camino; ambos sirven de marco referencial para dar cumplimiento a la promesa de Dios. Dios está a la puerta, vendrá en persona, vendrá a salvarnos. Nuestra liberación está ya cerca, porque en Jesús quedarán por siempre vencidos el pecado, el mal y la muerte.

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Con el nacimiento de Jesús, triunfa la vida. Debemos estar preparados para su venida, pues ya el profeta Malaquías nos ha advertido: “¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿Quién quedará de pie cuando aparezca?” Quedará de pie aquél que ha sabido vivir el evangelio con sencillez de corazón, aquél que en este tiempo de adviento supo allanar el camino de su vida para que Cristo nazca. 24

IV Domingo del Adviento

IV Semana Liturgia de las Horas

Morado

Reafirmamos con María nuestro Sí Orientaciones para esta Celebración: Encender la cuarta vela de adviento /Colocar el lema del día/ se puede colocar una imagen de la Virgen en un lugar visible. Se puede dramatizar el Evangelio. Se puede tener preparado el pesebre, sin colocar el niño. Orar de manera especial por las embarazadas presentes en la celebración, llamarlas para una bendición especial. Motivar a toda la comunidad al compartir especialmente con los más necesitados. Propiciar encuentros en familia. MONICION DE ENTRADA Hermanos y hermanas: Muy cerca ya de la gran fiesta de la Navidad nos encontramos reunidos en torno a la mesa del Señor en este último domingo de Adviento, tiempo de preparación para celebrar el misterio de la encarnación, y hagamos la experiencia de los Magos, que nos recuerda el lema: “”vieron al niño y a su Madre y lo adoraron”(Mt 2,11). En este Domingo nos acompaña la tercera y gran protagonista del Adviento que es María la Bienaventurada, la madre del Salvador anunciado por los profetas, la que con valentía dijo : “Aquí estoy para hacer tu voluntad”, haciéndose con ese “si”, colaboradora del plan salvífico de Dios, en la que se da inicio a la nueva humanidad llevada a su plenitud a través de su unigénito, Jesús , el Mesías, que vino y viene cada día a encontrarse con su pueblo y vendrá al final de la historia. Pidamos al Señor que nos ayude a permanecer como Ella, fieles a ese sí que le dimos cuando nos encontramos con Él y nos dispusimos a que hiciera su voluntad en nosotros. Junto con Ella aclamemos cantando a su Hijo que llega a nosotros para presidir esta Celebración en la persona de su ministro. Para encender la cuarta Luz de la corona de adviento se invita a embarazadas Oración: Señor Jesucristo, junto con tu Madre, esperamos la fiesta de tu Nacimiento, en el en medio de un pueblo que andaba en tinieblas surgió esa gran Luz que eres Tú. Durante siglos tu Padre encendió muchas luces que alumbraron el camino de su pueblo, pero en la primera Navidad estalló

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esa gran luz que disipa las sombras de la muerte y lo llena todo de vida y salvación. Es lo que experimentamos al encontrarte y lo que deseamos más y más al seguirte como tus discípulos misioneros. Junto con tu Madre, te presentamos todas las madres que con dificultades esperan ver nacer sus hijos y para que nosotros no seamos indiferentes ante el dolor de nuestros hermanos y hermanas, siendo solidarios, seamos tu Luz, saliendo al encuentro de quienes necesitan de nosotros. Amén. Oración colecta Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. LITURGIA DE LA PALABRA Primera Lectura : 2 de Samuel 7,1-5.12.14ª.16 David quiere hacerle una casa a Dios, pero el Señor le cambia sus planes y le da a conocer que es El quien ha hecho todo a favor suyo y de su pueblo y que El cuidará de su pueblo aún después de su muerte, afirmando su descendencia y cumpliendo en su elegido las promesas que le hizo. Es lo que se ha cumplido en Jesús, el Hijo del Altísimo e hijo de David. Escuchemos. Lectura del Segundo Libro de Samuel 7,1-5.8b-12.14a-16 Cuando el rey David se estableció en su palacio y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.» Natán respondió al rey: «Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.» Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo, lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí, hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mí presencia; tu trono permanecerá por siempre.» Palabra de Dios. Salmo responsorial, 88, 2-3.4-5.27 y 29 R. Cantaré eternamente las misericordias del Señor Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.

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«Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: “Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades”. R. Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R. Segunda lectura: Romanos 16,25-27 Pablo glorifica al Padre, porque ha querido llevar a todas las naciones al encuentro con Jesucristo, que conduce a la obediencia de la fe que vivió María al declararse como esclava del Señor, dispuesta a cumplir siempre su voluntad. Escuchemos. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16,25-27: Hermanos: Al que puede fortalecerlos según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Lucas. 1,38: Aleluya. Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Aleluya Evangelio: Lucas 1,26-38 Como María que en este encuentro con el Señor, a través del ángel Gabriel, es invitada a dar una respuesta ante la propuesta de Dios de participar en su obra de salvación de la humanidad, así nosotros estamos llamados a dar cada día una respuesta firme, fiel y decidida como la que Ella le dio. Dispongámonos cantando a escuchar la propuesta del Señor y a responderle como María. Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,26-38 En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está

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la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel. Palabra del Señor. Oracion de los fieles Quien preside: Llenos de esperanza presentemos junto con María nuestras súplicas al Padre, diciendo: Hágase en nosotros tu voluntad. Por el papa Francisco, Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosos y Religiosas, para que, animados por la disponibilidad de María, vivan su vocación con alegría y se entreguen totalmente al servicio del evangelio. Oremos. Por los que gobiernan las naciones, para que hagan la voluntad de Dios teniendo como meta la construcción de un mundo mejor, donde la justicia, la paz en todo el mundo llegue a ser una realidad permanente. Oremos. Por los enfermos, los presos y los refugiados, los que no encuentran trabajo, los que sufren y los que no tienen con quien celebrar estas fiestas, para que en medio del dolor encuentren el amor de Dios a través de nuestra solidaridad. Oremos. Por todos nosotros, que nos preparamos a celebrar la Natividad del Señor, saliendo al encuentro del Señor para adorarlo junto a su Madre, contemplándolo vivo y presente en los más pobres que nosotros, compartiendo con ellos estas fiestas. Oremos. Quien preside: Escucha Padre nuestras oraciones que te presentamos llenos de esperanza. Danos la gracia de responderte con nuestras palabras y acciones como lo hizo María hasta el final. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas El mismo Espíritu, que cubrió con su sombra y fecundó con su poder las entrañas de María, la Virgen Madre, santifique, Señor, estos dones que hemos colocado sobre tu altar.Por Jesucristo nuestro Señor. Oración después de la comunión Señor, que este pueblo, que acaba de recibir la prenda de su salvación, se prepare con tanto mayor fervor a celebrar el misterio del nacimiento de tu Hijo cuanto más se acerca la fiesta de Navidad. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Celebración de la Natividad del Señor 24 de Diciembre 2017 En la Noche Encontraron al Niño y a su Madre y lo adoraron Orientaciones para esta Celebración: Colocar en un lugar visible el lema del día. Se adorna con flores vivas y alegres y se entonan canciones acompañadas de instrumentos. Colocar el pesebre en un lugar que pueda ser visitado. Colocar en el momento del Gloria la imagen del niño en el pesebre para que sea adorado. Crear un ambiente de alegría, de encuentro fraterno. Se puede al final hacer el beso de la imagen del Niño Jesús en familia y besar a los niños presentes en la Celebración. Preparar un momento de fiesta y de compartir al final de la Celebración Monición ambiental: Hermanos y hermanas: Llega a su fin, el Tiempo de Adviento, la preparación y espera llega a su culmen, nuestra esperanza se hace realidad, por eso con mucha alegría, nos encontramos como comunidad de fe en esta noche santa, para celebrar el acontecimiento que cambió el curso de la historia. Se cumplió la promesa, lo anunciado por los profetas. Nace el salvador en Belén de María virgen, abre un espacio en el mundo que crecerá hasta ser un santuario, un lugar de gracia, de amor de hermandad, construido sobre la justicia y el derecho, el lugar es la tierra, su casa, su nuevo nombre es PAZ, resuene nuestro canto más alegre en esta gran noche de paz, de amor y fraternidad. Oremos a Dios, para que esta noche de fiesta, traiga armonía, paz y la alegría a nuestro mundo y para que celebremos con sentido cristiano esta fiesta y podamos compartir fraternalmente como hermanos lo que tenemos especialmente con los más necesitados. Hagamos realidad nuestro lema: “vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11). Iniciemos nuestra celebración, recibamos cantando a Cristo que viene a presidirnos en la persona del ministro. Pregón de Navidad Siguiendo una tradición antigua se tiene antes del Canto del Gloria este hermoso anuncio de Navidad, llamado Calenda. Se puede cantar o recitar como un pregón. Pueden hacerlo los jóvenes. Les anunciamos, hermanos, una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo; escúchenla con corazón gozoso: Habían pasado miles y miles de años desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra y, asignándoles un progreso continuo a través de los tiempos, quiso que las aguas produjeran un pulular de vivientes y pájaros que volaran sobre la tierra. Miles y miles de años, desde el momento en que Dios quiso que apareciera en la tierra el hombre, hecho a su imagen y semejanza, para que dominara las maravillas del mundo y, al contemplar la grandeza de la creación, alabara en todo momento al Creador.

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Miles y miles de años, durante los cuales los pensamientos del hombre, inclinados siempre al mal, llenaron el mundo de pecado hasta tal punto que Dios decidió purificarlo, con las aguas torrenciales del diluvio. Hacía unos 1850 años que Abraham, el padre de nuestra fe, obediente a la voz de Dios, se dirigió hacia una tierra desconocida para dar origen al pueblo elegido. Hacía unos 1.250 años que Moisés hizo pasar a pie enjuto por el Mar Rojo a los hijos de Abraham, para que aquel pueblo, liberado de la esclavitud del Faraón, fuera imagen de la familia de los bautizados. Hacía unos 1.000 años que David, un sencillo pastor que guardaba los rebaños de su padre Jesé, fue ungido por el profeta Samuel, como el gran rey de Israel. Hacía unos 700 años que Israel, que había reincidido continuamente en las infidelidades de sus padres y por no hacer caso de los mensajeros que Dios le enviaba, fue deportado por los caldeos a Babilonia. Fue entonces, en medio de los sufrimientos del destierro, cuando aprendió a esperar un Salvador que lo librara de su esclavitud y a desear aquel Mesías que los profetas le habían anunciado y que había de instaurar un nuevo orden de paz y de justicia, de amor y de libertad. Finalmente, durante la olimpiada 194, el año 752 de la fundación de Roma, el año 42 del reinado del emperador Augusto, cuando en el mundo entero reinaba una Paz universal, hace 2016 años, en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel, ocupado entonces por los romanos, en un pesebre, porque no tenía sitio en la posada, de María virgen, esposa de José, de la casa y familia de David, nació Jesús, Dios eterno, Hijo del Eterno Padre, y hombre verdadero, llamado Mesías y Cristo, que es el Salvador que los hombres esperaban. El es la Palabra que ilumina a todo hombre, por él fueron creadas al principio todas las cosas; él, que es el camino, la verdad y la vida, ha acampado, pues, entre nosotros. Nosotros, los que creemos en él, nos hemos reunido hoy (en esta noche santa), o mejor dicho, Dios nos ha reunido, para celebrar con alegría la solemnidad de Navidad, y proclamar nuestra fe en Cristo, Salvador del mundo. Hermanos, alégrense, hagan fiesta y celebren la mejor noticia de toda la historia de la humanidad. ACTO PENITENCIAL GLORIA Alegrémonos hermanos y hermanas, Cantemos gozosamente llenos de alegría al Señor porque la Luz que es Jesucristo, ha surgido en medio de la oscuridad del pecado y de la muerte. Corramos a contemplar y adorar al Dios hecho hombre, al Príncipe de la Paz. Nos unimos a su canto con todo nuestro corazón. Primera Lectura: Isaías: 9,1-3.5-6. Hoy nos ha nacido un niño, la luz se impone a las tinieblas, es noche de Paz, rompe las cadenas injustas y crea una nueva manera de vivir. Lo que

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anunció el profeta se ha cumplido, es Jesús, el Príncipe de Paz, que ha venido a encontrarse con su pueblo. Escuchemos. Lectura del Profeta Isaías El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande, habitaban tierras de sombra, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada en sangre serán combustible, pasto del fuego. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro los quebrantaste como el día de Madián. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su nombre Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. Para dilatar el principado con una paz sin límites sobre el Trono de David y sobre su Reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho desde ahora y para siempre. El celo del Señor lo realizará. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 95, 1-2a.2b-3.11-12.13 R/ “Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor” Canten al Señor un cántico nuevo, canten al Señor toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R. Proclamen día tras día su victoria. Cuenten a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena, vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque. R. Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra. El juzgará el orbe con justicia, y a los pueblos en su verdad. R Segunda Lectura: Tito 2,11-14 En esta segunda lectura el Apóstol Pablo nos recuerda, que la gracia de Dios Padre que nos trae la salvación nos ha llegado en Jesucristo, el Enmanuel, quien saliendo a nuestro encuentro nos liberó del mal y nos ha hecho participar de la bondad de Dios. Escuchemos. Lectura de la Carta de san Pablo a Tito Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda impiedad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras. Palabra de Dios. Aleluya Lc. 2, l0-11 Aleluya, Aleluya. Les traigo una buena noticia, una gran alegría: nos ha nacido un salvador: el Mesías, el Señor. Aleluya

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Evangelio: Lucas 2,1-14 Nos encontramos alegres, los ángeles anuncian la Buena Nueva a los pastores, nos ha nacido el salvador, el Mesías que vino a visitar y a redimir a su pueblo, y a ser la gran alegría de todo el pueblo, que vino a participar de nuestra pobreza para enriquecernos con su divinidad. Hagamos nuestra la alegría de María y José y con los ángeles y pastores alabemos al Señor con el Aleluya. Lectura del Santo Evangelio según San Lucas En aquel tiempo salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David que se llama Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: “No teman, les traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo, hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tienen la señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. De pronto en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que Dios ama”. Palabra del Señor. ORACIÓN DE LOS FIELES Quien preside: Llenos de gozo presentemos confiados nuestras peticiones al Señor diciendo: Padre, danos el gozo y la salvación de tu Hijo. Por el papa Francisco, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosos y Religiosas, para que, en Jesús, Luz del mundo, encuentren la fortaleza, para anunciar la buena noticia de salvación a toda la humanidad. Oremos Por los que gobiernan en el mundo, para que promuevan encuentros entre los pueblos, para lograr relaciones armoniosas y pongan fin a toda amenaza de guerras inútiles entre las naciones . Oremos Por los que sufren, los enfermos, los privados de libertad, refugiados e inmigrantes y los desempleados, para que en medio de sus precariedades encuentren en Jesús que nace la alegría y el gozo de la salvación . Oremos Por nosotros y todas las familias de nuestras comunidades, para que en esta noche de encuentro y compartir fraterno, aprendamos a recibir a Cristo, acogiéndolo en los más pobres y necesitados. Oremos Quien preside: Padre Bueno, concédenos en esta noche de fiesta y de gozo que, iluminados por Cristo, cuyo nacimiento conmemoramos, nuestra vida se transforme en El y nos volvamos presencia suya para todo el pueblo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

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25 Lunes

Solemnidad de la Natividad del Señor Blanco

Algunas orientaciones para esta celebración: Destacar la imagen del niño colocado en el pesebre para que acudamos allí y cumplamos nuestro lema: “vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11). Invitar a la asamblea para adorar al niño e invitar a darle un beso. También, se puede saludar a los niños, imágenes vivas de Jesús. Se coloca el lema del día en un lugar visible. Crear ambiente de alegría, acogiendo y felicitando a los niños y niñas. Se hace un brindis a los niños al final. Monición de Entrada: ¡Feliz Navidad! Hermanos y hermanas nos ha convocado el Señor para participar de la Celebración Eucarística en este día, Solemnidad de la Natividad del Señor, en la que conmemoramos con alegría el nacimiento del Mesías, el Señor, el Salvador haciendo realidad el lema: “vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11) Con gozo, celebramos con María, la palabra, que es Jesús, que puso su morada entre nosotros, asume la condición humana, vino a encontrarse con su pueblo, y los confines de la tierra han contemplado su victoria. Él es Dios mismo que se convierte en Buena Noticia, anuncio de salvación para toda la humanidad, que se hace carne asumiendo nuestra condición humana, naciendo entre los pobres para enriquecernos con los dones divinos, trayendo la verdadera alegría, la luz, la justicia y la paz, por eso, estamos alegres y cantamos con júbilo himnos y alabanzas a nuestro Dios. Celebremos su presencia entre nosotros, demos gracias a Dios por su infinito amor y a María por haber dado a luz al Salvador del Mundo. De pie cantando recibamos al Señor que llega a presidir esta Celebración a través de su ministro. Primera Lectura: Isaías 52 ,7-10 La profecía se ha cumplido, el mensajero anuncia con alegría una Buena Noticia, una luz ilumina el mundo. Celebremos la presencia de Jesús en medio de nosotros, que nos trae liberación y paz. Abramos el corazón y dejémonos encontrar y llenar de esa alegría. Lectura del libro de Isaías ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es rey»! Escucha, tus vigías gritan, cantan a coro porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Rompan a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 97, 1.2-3ab.3cd-4.5-6 R. “Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios”. Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia, se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R. Toquen la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas aclamen al Rey y Señor. R. Segunda Lectura: Hebreos 1, 1-6 Al llegar la plenitud de los tiempos, Dios en su infinito amor habló con nosotros por medio de su Hijo, palabra definitiva, revelación del Padre, que en Jesús nacido de María, vino a nuestro encuentro para nuestra salvación. Escuchemos. Lectura de la carta a los Hebreos En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizado las edades del mundo. Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo»? Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.» Palabra de Dios. Aleluya Nos ha amanecido un día sagrado; vengan naciones, adoren al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra. Aleluya. Evangelio: Juan 1,1-18 En el Evangelio de hoy Juan nos presenta a Jesús, la Palabra encarnada, el hijo de Dios vivo, la plenitud de la divinidad de Dios, luz del mundo que vino a encontrarse con los suyos, levantando su tienda entre nosotros y participando de nuestra realidad humana para indicarnos el camino que lleva al Padre. Con alegría cantemos a Jesús que por nosotros bajó del cielo y preparémonos a escuchar la Palabra. Lectura del santo evangelio según san Juan En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.

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En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: «El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. Palabra del Señor. Meditación La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros Mis hermanos, hoy conmemoramos de manera litúrgica el nacimiento de Jesús, actualizamos desde la fe este gran acontecimiento salvífico: hoy nos ha nacido un Salvador. Ese es el origen y el sentido de la navidad. La liturgia de la Palabra del día de hoy nos anima a vivir en la verdad de nuestras vidas y a actuar en todo como ejemplares cristianos. El evangelio según San Juan nos invita a recibir esa Palabra que ha salido en nuestro encuentro en la persona de Jesús. Esa Palabra que es capaz de construir nuevas realidades. Esa Palabra que viene hasta nosotros y quiere ser acogida en nuestros corazones. Hoy es un día para dar gracias a Dios por todos los beneficios derramados en favor de nosotros y de nuestras familias. Somos invitados a descubrir a Cristo en la Sagradas Escrituras, meditándolas a través del rezo de la lectio divina. Esa Palabra que es Jesús, rostro viviente del Padre, nos anima también a vivir y a llevar a la práctica la Palabra, descubriendo en ella la voluntad de Dios para cada uno de nosotros. Que el Señor nos ayude a hacer carne su palabra, leerla, vivirla, enseñarla y testimoniarla. ¡Feliz Navidad! Oración de los Fieles Quien preside: Llenos de alegría presentemos al Padre nuestras oraciones. Por el Papa, Francisco, Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosos y Religiosas y laicos y laicas comprometidos, para que sean reflejo de la luz de Cristo y portadores del amor de Dios en el mundo. Oremos.

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Para que en esta Navidad todos los pueblos, razas y naciones, en medio de inseguridades, por amenazas de diversas índoles, promuevan la cultura del encuentro que cultiva la paz. Oremos. Por los niños que carecen de protección y amor, por los ancianos, por todos los que viven la soledad en estos días de encuentro familiar, por los presos para que todos reciban el abrazo y el calor de Dios que nos trae Jesús a través de nosotros. Oremos. Por nosotros, que nos encontramos para celebrar con fe y alegría la Solemnidad de la Natividad del Señor, para que lo adoremos con palabras y acciones que conduzcan a ser más de El y crear una familia y una sociedad más justa y fraterna. Oremos. Por todas las familias, para que estos días de fiestas navideñas, sea ocasión para encontrarse y promover la reconciliación, la armonía y paz entre todos sus miembros. Oremos. Quien preside: Escucha, Padre, nuestras intenciones en este día tan hermoso en que quisiste encontrarte con la humanidad a través de tu Hijo nacido en Belén haz que en este día y siempre escuchemos tu Palabra que El nos dio a conocer y te adoremos en espíritu y en verdad. Por El que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. 26 Martes

Fiesta: San Esteban, Protomártir Rojo

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 6, 8-10; 7, 54-60 En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijo la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: “Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”. Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y, con estas palabras, expiró. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 30, 3cd-4.6ab.7b.8a.17 y 21ab R/ “A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu”. Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame. R.

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A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. Te has fijado en mi aflicción. R. Líbrame de los enemigos que me persiguen; haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. R. Lectura del santo evangelio según San Mateo 10, 17-22 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “No se fíen de la gente, porque les entregarán a los tribunales, les azotarán en las sinagogas y les harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así darán testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando les arresten, no se preocupen de lo que van a decir o de cómo lo dieran: en su momento se les sugerirá lo que tienen que decir; no serán ustedes los que hablan, el Espíritu de su Padre hablará por ustedes. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos les odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará”. Palabra del Señor. Meditación “No son ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre” Los días 26, 27 y 28 de este mes la Iglesia que es Madre y Maestra nos invita a contemplar tres fiestas muy ligadas al gran acontecimiento de la navidad. Hoy celebramos la fiesta de San Esteban, protomártir, una palabra que nos puede resultar dominguera, pero que significa: el primero de los testigos. Esteban es uno de los siete diáconos que fueron elegidos por los apóstoles para que se encargaran del servicio en favor de los más necesitados. Esteban es el primer creyente en Jesús que da su vida por él. Teniendo en cuenta el mensaje de Jesús: “el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí, la recuperará”. Esteban fue capaz de perseverar hasta el final. Por eso, en este tiempo de Navidad, recordamos a aquél que fue el primero entre muchos que a lo largo de la historia han tenido que dar la vida por Jesús. Todavía hoy en algunos países de Oriente y de Europa, se sigue martirizando a los cristianos. La Iglesia se fortalece con el testimonio de sus mártires, no en vano se ha dicho que la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos. Es muy fácil ser cristiano en tiempos de bonanzas, pero no es fácil cuando se tiene que vivir la fe en contexto de persecución. El cristiano tiene que estar dispuesto a dar la vida por Jesús. Existe el martirio cruento y el martirio incruento, todos estamos llamados a ir ofreciendo nuestra vida a Dios como el sacrificio más agradable que podamos hacerle a Él. Oremos en el día de hoy por todos los diáconos de nuestra Iglesia, que el Señor los siga bendiciendo y puedan seguir sirviendo desde la Palara, la liturgia y la caridad. Amén.

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Fiesta: San Juan, Apóstol y Evangelista Blanco

Comienzo de la primera carta del apóstol San Juan 1,1-4 Queridos hermanos: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, les damos testimonio y les anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó. Eso que hemos visto y oído se lo anunciamos, para que estén unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto, para que nuestra alegría sea completa. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 96, 96,1-2.5-6.11-12 R/ “Alégrense, justos, con el Señor.” El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Tiniebla y nube lo rodean, justicia y derecho sostienen su trono. R. Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. R. Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, con el Señor, celebren su santo nombre. R. Lectura del santo evangelio según san Juan 20,2-8 El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.” Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Palabra del Señor. Meditación “El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero” Hoy la Iglesia nos invita a celebrar la fiesta de San Juan Evangelista, uno de los testigos privilegiados, uno que vio y oyó al Señor Jesús. Uno que creyó en Él y le ofreció su vida entera. Como todo apóstol fue llamado por Jesús, participó directamente de sus enseñanzas, fue testigo de su pasión, muerte y resurrección. Además de apóstol fue también evangelista: en su evangelio habló mejor que cualquiera del misterio de la Palabra hecha carne. Y es ese gran misterio el que da sentido a la navidad, por eso su fiesta es colocada en el

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marco de las fiestas de navidad. San Juan evangelista fue un enamorado de la persona y del mensaje de Jesús y nos invita contemplar a Jesús como el Verbo Encarnado, como esa luz que vino al mundo. La navidad quiere ser para nosotros los cristianos un tiempo de gran alegría, pero también un tiempo que exige de nosotros una profunda revisión interior. El cristiano debe ser un testigo de Jesús en el mundo. Testigo de que la Palabra, vivida y encarnada, nos da salvación y perdón de los pecados. La Palabra se vive y se entiende en la Iglesia, en la comunidad. El cristiano debe transformar su vida con la Palabra, debe dejar que esa palabra penetre en lo más profundo de su ser. Que San Juan Evangelista nos ayude a ser testigos de Jesús. Ver y creer. Amén. 28 Jueves

Fiesta: Santos Inocentes, Mártires Rojo

Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Juan 1,5-2,2 Queridos hermanos: Les anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 123, 2-3.4-5.7b-8 R/ “Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador”. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros. R. Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes. R. La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R. Lectura del Evangelio según San Mateo 2, 13-18 Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: “Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto”.

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Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó a matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: “Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven. Palabra del Señor. Meditación “Herodes mandó a matar a todos los niños en Belén” Desde antiguo la Iglesia ha celebrado la fiesta de aquellos niños que fueron ejecutados por orden de Herodes. Estos niños no pudieron confesar a Cristo de palabra, pero lo confesaron con su martirio. Hoy se completan las tres fiestas posteriores a la navidad y que la liturgia de la Iglesia las ha unido e insertado en la octava de navidad. Es que San Estaban, diácono y protomártir, San Juan Evangelista y los Santos Inocentes, mártires, nos explican la navidad desde otra perspectiva distinta. Cada uno de ellos con su vida (muerte), testimoniaron a Cristo. Abren paso al Señor Jesús y de una manera u otra lo dan a conocer. Todos los involucrados en estas fiestas litúrgicas brillan por su fidelidad a Cristo. Los santos inocentes derramaron su sangre por Cristo, sin saber por qué razón morían, pero volvemos a recordar las palabras de Jesús: “Quien pierda su vida por mí, la recuperará”. En fe, sabemos y confiamos que la sangre de aquellos inocentes no se derramó impunemente. Fueron salvados por Cristo, ya que años más tarde, Él, en la cruz, derramó su sangre por todos, esa sangre que como dice la primera lectura, tiene poder para limpiar nuestros pecados. 29 Viernes

Día V de la Octava de Navidad Blanco

Lectura de la primera carta del apóstol San Juan 2, 3-11 Queridos: En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: “Yo le conozco”, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda la palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él. Queridos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tienen desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que han escuchado. Y, sin embargo, les escribo un mandamiento nuevo – lo cual es verdadero en él y en nosotros –, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero

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quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 95, 1-2ª.2b-3.5b-6 R/ “Alégrese el cielo y goce la tierra”. Canten al Señor un cántico nuevo, canten al Señor, toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R. Proclamen día tras día su victoria. Cuenten a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo preceden, fuerza y esplendor están en su templo. R. Lectura del santo evangelio según San Lucas 2, 22-35 Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: “Todo primogénito varón será consagrado al Señor”, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: “Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: “Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma”. Palabra del Señor. Meditación “Luz para alumbrar a las naciones” Queridos hermanos, el año ya está a punto de terminar, comenzamos a prepararnos para recibir un nuevo año en el Señor. Las lecturas del día de hoy nos presentan a Jesús como esa luz que brilla, capaz de iluminar como sol que nace de lo alto. Nadie se queda exento de su luz. La primera lectura nos invita a revisar nuestro amor al prójimo; el que ama permanece en la luz de Dios, porque Dios es amor. Decir que amamos a Dios es muy fácil, Dios es bueno y actúa siempre para nuestro bienestar. El auténtico amor cristiano ha de ser medido por el amor que demos a los demás, sin importar si es o no de nuestro círculo social o efectivo. Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a

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uno mismos es la plenitud de la ley y de los profetas, así lo enseñó Jesús, quien vino al mundo por amor, vivió en este mundo amando y desde la cruz mostró al mundo que no hay amor más grande que dar la vida por los demás. San Juan nos dice que quien dice que “permanece en Jesús, debe vivir como él vivió”. Jesús vivió para amar. El gran signo de la fe cristiana es el amor, así lo vivieron las primeras comunidades formadas en torno a las enseñanzas y a los ejemplos de Jesús. El amor debe ser la luz que ilumine nuestras vidas. El amor debe ser lo que nos anime vivir, luchar, trabajar, servir, sacrificarnos, entregarnos y darnos a los demás. Qué el Señor Jesús nos llene de su amor. Amén. 30

Día VI de la Octava de Navidad

Sábado Blanco . Lectura de la primera carta del apóstol San Juan 2, 12-17 Les escribo, hijos míos, que se les han perdonado sus pecados por su nombre. Les escribo, padres, que ya conocieron al que existía desde el principio. Les escribo, jóvenes, que ya han vencido al Maligno. Les repito, hijos, que ya conocen al Padre. Les repito, padres, que ya conocen al que existía desde el principio. Les repito, jóvenes, que son fuertes y que la palabra de Dios permanece en ustedes, y que ya han vencido al Maligno. No amen al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo –las pasiones de la carne, y la codicia de los ojos, y la arrogancia del dinero– eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 95, 7-8a.8b-9.10 R/ “Alégrese el cielo, goce la tierra”. Familias de los pueblos, aclamen al Señor, aclamen la gloria y el poder del Señor, aclamen la gloria del nombre del Señor. R. Entren en sus atrios trayéndole ofrendas, póstrense ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. R. Digan a los pueblos: “El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente”. R. Lectura del santo evangelio según San Lucas 2, 36 – 40 En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

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Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba. Palabra del Señor. Meditación “Ana hablaba del Niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel” Nos acercamos al penúltimo día de este año y estamos en las vísperas de un nuevo año y de la fiesta de la Sagrada Familia. Esta primera lectura de la primera carta de San Juan nos da una serie de consejos prácticos para ser vividos en el ambiente familiar y también por qué no, en el ambiente socio-comunitario. La Palabra de Dios es viva y eficaz. Nunca pasa de moda, mantiene siempre la actualidad capaz de iluminar la vida de cualquier hombre y de cualquier sociedad. Esta lectura nos invita a permanecer en la voluntad de Dios. Estamos terminando un año y a la puerta de comenzar otro. Sería bueno preguntarnos a la luz de este texto: ¿Durante los 12 meses del año que está por acabar, permanecí con mis palabras, gestos, acciones y actitudes en la voluntad de Dios? En el evangelio de hoy se nos narra la historia de una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, mujer anciana, sabía, servicial y que estaba dedicada a la oración. Como Ana, cuidemos nuestra vida espiritual y no dejemos de hablar de Jesús a todas las personas que entran en contacto con nosotros. Que el Señor nos ayude a permanecer en su santa voluntad y que nos dé la gracia de ser sus testigos. Amén. 31 Domingo

Fiesta de la Sagrada Familia Blanco

En familia adoremos a Jesús, el hijo de María y de José Algunas orientaciones: Esta celebración la anima la Pastoral Familiar. Resaltar la importancia de tener como modelo la familia de Nazaret. Destacar el rol de la familia para crear lazos de fraternidad en la sociedad. Invitar a los de la misma casa a sentarse juntos. Se puede dramatizar el evangelio. Se da una bendición especial para las familias presentes al final de la celebración. Se puede preparar un compartir fraterno con las familias y motivar a la solidaridad con las familias más pobres en estos días de festejos. Monición ambiental Felicidades a todas las familias. Feliz Navidad. Hoy celebramos con gozo dentro de la Octava de Navidad la fiesta de la Sagrada familia de Nazaret y hagamos realidad lo que dice nuestro lema: “vieron al niño y a su madre y lo adoraron” (Mt 2,11).

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Adoremos su presencia en medio de nosotros y fijemos nuestras miradas en esa familia, primera escuela de amor, unidad, ejemplo y modelo de todas las familias, como lugar de encuentro, donde se aprenden los fundamentos de la libertad, los valores morales y a vivir plenamente los valores del evangelio. Presentemos a Dios Padre, junto con la Familia de Nazaret, a todas nuestras familias y todas aquellas familias amenazadas por situaciones difíciles, que intentan destruirlas, para que encuentren la fuerza necesaria para defender el amor y la unidad, tengan a Jesucristo como su centro y sea una comunidad de fe, esperanza y caridad. Con gozo, nos ponemos de pie y en familia recibamos a Jesucristo que llega a presidir nuestra Celebración en la persona de quien preside. Oración colecta Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. LITURGIA DE LA PALABRA Primera lectura: Eclesiástico: 3, 2- 6. 12-14 Mantener buena relación y respeto con nuestros padres es fuente de abundantes bendiciones para nuestras vidas. Animémonos a practicar esos valores para tener mejores familias y mejor sociedad donde se participa y cultivamos la cultura del encuentro. Escuchemos. Lectura del libro del Eclesiástico Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque flaquee su mente, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados; el día del peligro se acordará de ti y deshará tus pecados como el calor la escarcha. Palabra de Dios. Salmo responsorial: 127, 1-2.3.4-5 R. “Dichosos el que teme al Señor y sigue sus caminos”. Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R. Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. R.

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Segunda Lectura: Colosenses 3, 12-21 El Apóstol Pablo nos anima a encontrarnos, compartir como familia, a cultivar y practicar los valores y virtudes, que hacen fuerte a una familia y les permite mantener relaciones firmes y armoniosas. Escuchemos. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses Hermanos: Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea su uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellévense mutuamente y perdónense, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor les ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en su corazón; a ella han sido convocados, en un solo cuerpo. Y celebren la Acción de Gracias: La palabra de Cristo habite entre ustedes en toda su riqueza; enséñense unos a otros con toda sabiduría; exhórtense mutuamente. Canten a Dios, denle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicen, sea todo en nombre del Señor Jesús, ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivan bajo la autoridad de sus maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amen a sus mujeres, y no sean ásperos con ellas. Hijos, obedezcan a sus padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que pierdan los ánimos. Palabra de Dios. Aleluya Col 3, 15a. 16a Aleluya, aleluya. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en su corazón; la palabra de Cristo habite entre ustedes en toda su riqueza. Aleluya Evangelio: Mateo 2,13-15.19-23 El Evangelio de hoy nos narra el episodio de la presentación de Jesús en el templo y el encuentro de Simeón y Ana con la familia de Nazaret, quienes profetizan acerca de Jesús y María. Descubrámoslo también nosotros como nuestro salvador y demos gracias a Dios por su inmensa misericordia. Aclamémosle con el canto mientras nos disponemos a escuchar la Buena Noticia. Lectura del santo evangelio según san Mateo 2,13-15.19-23 Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.» José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño.»

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Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel. Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno. Palabra del Señor. Oración de los fieles Quien preside: Contemplando la familia de Nazaret te suplicamos diciendo: Bendice y santifica nuestras familias. Por la Iglesia, para que sea imagen de una verdadera familia y promueva la unidad de la humanidad como única familia de Dios. Oremos. Por los que gobiernan, para que procuren encontrar siempre la forma de mantener los lazos de fraternidad entre los pueblos y velen por el bienestar de las familias primera institución de la sociedad. Oremos. Por las familias más pobres y débiles, las desunidas o con grandes conflictos para que el Señor sea su fuerza y encuentren en nosotros la misericordia de Dios. Oremos. Por todos nosotros, alegres por el nacimiento de Jesús, para que a ejemplo de la família de Nazareth, vivamos los valores del Evangelio, para hacer visible el Reino de Dios en nuestro pueblo dominicano. Oremos. Por todas las familias, para que estos días de fiestas organicen encuentros familiares, para fortalecer y afianzar una buena relación entre todos sus miembros. Oremos. Por las familias de nuestras comunidades, para que de ellas surjan los matrimonios sólidos y las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Oremos. Por los difuntos, especialmente los de nuestras familias, para que gocen en la presencia del Padre. Oremos. Quien preside: Padre Bueno, concede a nuestras familias ser cada vez más santuarios de vida y de amor al estilo de la familia de Nazaret. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de expiación, te suplicamos, por intercesión de la Virgen, Madre de Dios, y de san José, que guardes a nuestras familias, en tu gracia y en tu paz verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración después de la comunión Padre nuestro, que nos amas y nos perdonas, concede a cuantos has renovado con estos divinos sacramentos imitar fielmente los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, después de las pruebas de esta vida, podamos gozar en el cielo de su eterna compañía. Por Jesucristo nuestro Señor. Nota: En la tarde y en la noche del Domingo se celebra la Solemnidad de Santa María Madre de Dios

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