Información general
Página 20/LA NACION
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Jueves 24 de mayo de 2007
El segundo caso en 24 horas
En Moreno
Ladrones en moto balearon a otra persona en Capital
Asesinaron a un oficial dentro de un almacén
La atacaron cuando salía de un banco La historia volvió a repetirse. Un joven de 31 años que salía de un banco después de retirar una importante suma de dinero en el barrio de Parque Avellaneda fue herido de un disparo por delincuentes que circulaban en una moto. Los ladrones escaparon a toda velocidad con los 19.000 pesos que la víctima había guardado en los bolsillos de su vestimenta. El hecho se conoció ayer, pero ocurrió anteayer, a las 13, media hora antes de otro hecho similar que dejó gravemente herido de un balazo en la cabeza a Pablo Medina, un hombre de 35 años que, al cierre de esta edición, continuaba en grave estado en el hospital Ignacio Pirovano. Si bien los dos episodios ocurrieron por lo menos con media hora de diferencia, uno en el barrio de Parque Avellaneda y otro en Chacarita, fuentes policiales informaron que “hasta el momento nada indica que fueran los mismos ladrones”. El hecho que se conoció ayer ocurrió pocos minutos después de que un hombre, de 31 años, cuya identidad no fue difundida y que trabaja en la empresa de instalación de equipos de gas natural comprimido (GNC) Bugatti, salió de la sucursal Parque Avellaneda del Banco Galicia. “El hombre retiró del banco 19.000 pesos. Guardó el dinero en distintos bolsillos de su ropa y comenzó a caminar hacia la empresa donde trabaja”, dijo a LA NACION una fuente policial. Cuando no había caminado cinco cuadras fue sorprendido en la avenida Eva Perón al 4100 por dos ladrones que circulaban en moto, agregó el informante.
Lo mataron sólo porque era policía
“Los ladrones le exigieron el dinero, pero el empleado se resistió. Le pegaron un balazo en el muslo derecho, se apoderaron del dinero y escaparon a toda velocidad”, informó un jefe policial. El herido fue trasladado al hospital Parmenio Piñero, donde fue asistido y quedó internado en observación, según informó la agencia de noticias Télam. La investigación de este hecho quedó a cargo de la comisaría 40a., con jurisdicción en el lugar del robo. El episodio donde fue herido gravemente Medina es investigado por la seccional 29a.
Operativo en Floresta En tanto, por orden del Ministerio del Interior, ayer el Cuerpo de Tránsito y personal de la comisaría 43a. de la Policía Federal realizaron un operativo en la avenida Avellaneda, entre Cuenca y Concordia, en pleno centro comercial de Floresta, para tratar de prevenir nuevos casos de robos perpetrados por delincuentes que circulan en motos. Según investigaciones de la Policía Federal, y como demuestran los hechos ocurridos en las últimas horas en Chacarita y Parque Avellaneda, los delincuentes que para robar utilizan motos dejaron de actuar en el microcentro y en los corredores turísticos para hacerlo en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires. “Este tipo de procedimientos es permanente y tiene por objeto la prevención de arrebatos y salideras bancarias”, explicó un jefe policial consultado por Télam.
Tiroteo mortal en La Horqueta ■ LA PLATA.– Un hombre murió ayer en un hospital del partido bonaerense de San Isidro, en el norte del Gran Buenos Aires, tras haber recibido un disparo en la cabeza durante un tiroteo entre al menos cinco delincuentes. Otro hombre, herido en el mismo incidente, permanecía anoche internado. Ninguno de los dos vecinos heridos había participado del enfrentamiento: uno de ellos caminaba por la calle en el momento en que se produjo y quedó en medio de las balas, y el otro, la víctima mortal, fue baleado al salir a ver lo que ocurría, en el barrio de La Horqueta, en la localidad de Boulogne, explicaron fuentes policiales.
TELAM
El inmueble de Olivieri 24, en Vélez Sarsfield, donde encontraron muerta a la mujer
Encuentran ahorcada a una masajista en su casa Creen que la mujer, de 52 años, fue asesinada en un robo (Télam).– Una masajista fue hallada muerta en su departamento del barrio porteño de Vélez Sarsfield atada de pies y manos con cables que también estaban enrollados en su cuello. Los investigadores creen que la mujer murió ahorcada en su intento de desatarse luego de haber sufrido un robo. Fuentes policiales y judiciales informaron ayer a Télam que el cadáver, en avanzado estado de descomposición, de Estela Zamudio, de 52 años, fue encontrado anteanoche en su departamento de la planta baja de un PH de la calle Olivieri 24, casi esquina avenida Rivadavia. El fiscal de instrucción a cargo del caso, Pablo Recchini, tiene bajo la lupa a los clientes de la masajista y a sus contactos en Internet, ya que Zamudio, que era soltera y no tenía pareja, chateaba mucho en sitios de encuentros para solos y solas, según
confiaron las fuentes. Los pesquisas encontraron la casa desordenada y creen que la mujer fue asaltada por uno o varios delincuentes que quizá no tuvieron la intención de asesinarla, pero le provocaron una asfixia con las fuertes ataduras con las que la dejaron sujetada. El hecho fue descubierto anoche, cerca de las 23, cuando los vecinos advirtieron a la comisaría 40a. sobre los olores que emanaban del departamento de la planta baja del PH, donde, además, hay otras seis viviendas. La policía ingresó en el departamento y halló en el living el cadáver de la mujer, quien tenía las muñecas atadas en la espalda con un cable de la computadora y un alargador tipo zapatilla, que también le inmovilizaba los tobillos y que finalizaba enrollado en el cuello.
Además, la víctima, que estaba vestida con unas calzas negras y una remera, tenía una toalla en la boca a manera de mordaza, dijeron las fuentes. Si bien aún no está establecido qué pudieron robar, en los dos ambientes del departamento había desorden y se encontró una cajita vacía que estaba abierta, donde se cree que la víctima podía guardar dinero, joyas u otros objetos de valor. Los peritos de la Unidad Criminalística trabajaron en el lugar y encontraron rastros y huellas que sirven para la investigación, según confiaron voceros judiciales. Los primeros informes del forense que recogió el cadáver en la escena del crimen revelan que probablemente la propia masajista se ahorcó con el cable que le pasaba por el cuello en sus desesperados intentos por desatarse.
LA PLATA.– Un joven oficial de la policía bonaerense fue asesinado ayer en un almacén de la ciudad bonaerense de Moreno por cuatro delincuentes que le dispararon por el solo hecho de ser policía. Es el segundo caso en menos de 72 horas en el conurbano en el que un uniformado es asesinado por esa condición laboral. Se trata de Luciano Flores, de 24 años, quien cumplía funciones en el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de ese distrito bonaerense. Flores había ido, con un amigo, a un almacén cercano a su casa a comprar harina para hacer unas pizzas, cuando se desencadenó la tragedia. Eran cerca de las 15. Los cuatro desconocidos entraron en el local en forma violenta. La policía aún no sabe si pretendían robar dinero de la caja del comercio, donde había tres empleados, además del oficial y su amigo. Pero, cuando vieron a Flores (que no estaba uniformado), uno de ellos le dijo: “Vos sos policía.” El joven lo negó, pero el malhechor insistió y comprobó que Flores llevaba consigo su arma reglamentaria. Entonces, disparó. Flores se desplomó, pero eso no fue suficiente para su agresor, que le disparó dos veces más cuando ya estaba en el suelo. Una de las balas lo alcanzó en la nuca. Tuvo una muerte prácticamente instantánea, dijeron a LA NACION fuentes del caso. ¿Los agresores de Flores lo conocían? Los investigadores aún no pueden responder ese interrogante. “En realidad, no hace falta: se dan cuenta por el pelo cortado cortito”, dijo un vecino de Moreno, que describió a Flores como “un pibe buenísimo, querido por todo el mundo”. Con el asesinato de López, ya son dos los policías asesinados en las últimas 72 horas en el conurbano, sólo por su condición laboral. El hecho anterior ocurrió el lunes pasado en el partido de La Matanza, donde el sargento de la policía bonaerense Hernán Bertola, sin motivo alguno, fue muerto de un tiro en la cabeza cuando viajaba en un colectivo.