en los últimos veinticinco años

veinticinco años. En el presente artículo, profesionales del. Área de Sanidad Vegetal del INTA Alto. Valle y de la Universidad Nacional del. Comahue analizan ...
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> Liliana Cichón • Técnico INTA • [email protected] Darío Fernández • Técnico INTA • [email protected] Mónica Montagna • UNCo • [email protected]

Evolución del contr ol de

carpocapsa

en los últimos veinticinco años En el presente artículo, profesionales del Área de Sanidad Vegetal del INTA Alto Valle y de la Universidad Nacional del Comahue analizan los resultados de las prácticas realizadas en las últimas décadas, para el control de la principal plaga de los frutales de pepita en la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén

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Un poco de historia Durante la década del ´80 e inicios de los ´90, en los montes frutales de peras y manzanas del Alto Valle se emplearon en forma masiva insecticidas pertenecientes a la familia de los piretroides. El 90% de las pulverizaciones correspondió al control de la carpocapsa. Los piretroides utilizados fueron deltametrina, fenvalerato, esfenvalerato, permetrina, cyflutrin y en menor medida lambdacihalotrina y bifentrin1. Este uso indiscriminado y reiterativo (de 8 a 11 pulverizaciones por temporada) provocó diferentes efectos secundarios sobre las plagas y sus enemigos naturales. Como ejemplo, el psílido del peral alcanzó una densidad poblacional muy baja en el Alto Valle, mientras que aumentó la incidencia de arañuelas, especialmente por el efecto negativo sobre sus enemigos naturales. Por otra parte, las numerosas aplicaciones provocaron una masiva mortandad de individuos de carpocapsa susceptibles a esta familia de insecticidas, seleccionando progresivamente una mayor cantidad de individuos resistentes.

Las citas bibliográficas completas de este artículo están disponibles en la versión electrónica de la Revista F&D, en la página web: www.inta.gov.ar/altovalle

A principios de los ´90, los reclamos por fallas de control de carpocapsa a campo fueron aumentando. Este hecho no solo ocurrió en la región del Alto Valle, sino en otras regiones frutícolas del mundo, donde en forma simultánea comenzaron a registrarse poblaciones resistentes a diferentes insecticidas, aunque en especial vinculadas con el metil azinfos2.

1. Bellés et al., 1992. 2. Twaite et al., 1993; Sauphanor et al., 1994; Welter et al., 1991; Blomefield, 1994. Fruticultura&Diversificación

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Cabe destacar que en esa década las prácticas de "manejo integrado de plagas" se habían impuesto fuertemente en Europa, a través de la implementación de la Producción Frutícola Integrada (PFI), hecho que implicó la eliminación de todos los insecticidas de amplio espectro que se venían empleando en el viejo continente. Esto incluía a los piretroides y a la gran mayoría de los órgano-fosforados como el metil azinfos. Los insecticidas Reguladores de Crecimiento de los Insectos (RCI), que actúan como inhibidores de la síntesis de quitina y mimetizadores de hormonas de crecimiento, se impusieron por su baja toxicidad y por poseer efectos nocivos específicos sobre procesos biológicos en los insectos y no en los mamíferos (selectividad). En Europa, los RCI se emplearon en forma masiva y provocaron el mismo fenómeno de selección de poblaciones resistentes, registrándose severas fallas en el control de carpocapsa, sobre todo en las regiones donde se desarrollan más generaciones/año (sur de Francia, Alto Adige Laimburg, centro de Italia), por lo que se debió abandonar su uso3. En ese mismo período, en 3. Bouvier et al., 1995. 4. Varela et al, 1993; Knight et al., 1994. 5. Cichón, L. & D. Fernández, 1995.

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Estados Unidos, luego de treinta años de uso intensivo del metil azinfos comenzaron a aparecer, sobre todo en California, poblaciones con un alto grado de resistencia a dicho insecticida4.

Durante la década del '90, en todas las regiones frutícolas del mundo se seleccionaron poblaciones de carpocapsa resistentes a diferentes familias de insecticidas y se registraron severas fallas de control.

Volviendo a lo acontecido en el Alto Valle y una vez confirmada la resistencia de carpocapsa a piretroides por medio de ensayos toxicológicos5, el siguiente paso fue determinar los mecanismos de dicha resistencia para diseñar la nueva estrategia de manejo de la plaga (prácticas culturales y tipo/s de insecticida a emplear).

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Mecanismos de acción de la resistencia Los mecanismos de resistencia se clasifican en fisiológicos y comportamentales. Los primeros, a su vez, se subdividen en "penetración reducida", "detoxificación aumentada" e "insensibilidad en el blanco de acción". La "detoxificación aumentada" es uno de los más importantes, y se basa en que el insecto posee enzimas de distintos tipos (OFM, esterasas, glutation-S transferasas, etc.) capaces de metabolizar diferentes sustratos y múltiples reacciones. Es decir que el insecticida, una vez dentro del insecto, es transformado por estas enzimas (biotransformación) en productos que son excretados fácilmente por los insectos, sin producir el efecto nocivo para el cual fue aplicado.

Resistencia a piretroides

resistentes que habían registrado una mortandad entre el 5% y el 8% con el insecticida solo, luego de la aplicación del sinergista presentaron un porcentaje de mortalidad semejante al de la población susceptible. Estos datos confirmaron a las OFM como uno de los mecanismos más importantes involucrados en la resistencia a los piretroides en carpocapsa. Asimismo, estas enzimas actúan también activando a los fosforotioatos (P = S) a fosfatos (P = O), forma por la cual los organofosforados (OP) son capaces de inhibir a la enzima acetilcolinesterasa (AChE). Por lo tanto, existiendo un marcado nivel de resistencia comprobado a los piretroides, los OP deberían ver incrementada su efectividad. Por esa razón, a mediados de la década del ´90 se recomendó en el Alto Valle el uso de metil azinfos como cambio de la herramienta química, y la suspensión de las aplicaciones de los piretroides.

Algunas de las enzimas involucradas en la resistencia a los piretroides son las Oxidasas de Función Mixta (OFM), también llamadas monooxigenasas dependientes del citocromo P450. Por esa razón, cuando se determinó la resistencia a piretroides en la región frutícola del Alto Valle6, se decidió indagar si el mecanismo de resistencia se debía a este tipo de enzimas. Para ello se recurrió a los denominados sinergistas, que actúan sobre las enzimas involucradas en la detoxificación de los insecticidas y, por lo tanto, aumentan su toxicidad. De esta manera, en insectos previamente tratados con un sinergista, el insecticida no será prácticamente metabolizado debido a la baja actividad enzimática, y causará un mayor porcentaje de mortalidad. En el caso específico de las OFM, el sinergista que se utiliza es el butóxido de piperonilo. Durante las temporadas 1992/1993, 1993/1994, 1994/1995 y 1996/1997 se realizaron, en la Estación Experimental Alto Valle del INTA, ensayos toxicológicos por aplicación topical del insecticida sobre el tórax de adultos de carpocapsa provenientes de diferentes montes frutales7. Una vez identificados los lugares donde las poblaciones eran resistentes a piretroides (entre 5% y 8% de mortalidad versus el 95% de mortandad en la población susceptible), individuos de estas poblaciones fueron tratados con butóxido de piperonilo, para inhibir la actividad de las OFM. Una hora después fueron tratados con el insecticida. El resultado de este ensayo mostró que las poblaciones 6. INTA EEA Alto Valle-Informe interno. 1992 7. Cichón, L. & D. Fernández, 1995; Cichón, L. 1999.

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Resistencia a metil azinfos

Nuevo escenario fitosanitario

Estudios toxicológicos llevados a cabo durante 2000 mostraron susceptibilidad a metil azinfos, tanto en adultos como en larvas diapausantes. En el presente año y transcurridos alrededor de 12-14 años de uso intenso de metil azinfos se observaron cambios en la respuesta toxicológica de las poblaciones a este insecticida8. Los grados de resistencia (Dosis letal 50 de la población de campo/ Dosis Letal 50 de la población susceptible) registrados en el Alto Valle variaron entre 2 (susceptible) y 9 (población de riesgo), datos que sugieren que el uso del metil azinfos debe ser discontinuado a la brevedad.

Existen otras razones para disminuir el número de aplicaciones de metil azinfos en el Valle. Éste es un producto categorizado de alta toxicidad, y con limitaciones crecientes de uso hasta su prohibición total en los próximos años. Además, figura en la lista de las cadenas de supermercados más importantes del continente europeo como producto prohibido o con restricciones. Por otra parte, debido a su uso desmedido se comenzarán a detectar fallas de control a campo por selección de poblaciones resistentes. Finalmente, si se piensa en la sustentabilidad de nuestro agroecosistema, ésta se logrará disminuyendo el uso de productos de alta toxicidad o que comprometan el medio ambiente.

¿Que insecticidas pueden utilizarse al final de la temporada? Es de recordar que las restricciones para el uso de agroquímicos son tan importantes que el número de insecticidas a aplicar en la parte final de la temporada se ha limitado fuertemente, dejando escasas posibilidades de elección. Además, se deben compatibilizar los registros y tolerancias de los diferentes mercados y muchas veces contemplar hasta por especie (manzana y pera). Del análisis de estos datos, quedan sólo cuatro insecticidas disponibles para aplicar al final de la temporada (dependiendo de los acuerdos particulares con los compradores). Dos son organofosforados (diazinon y clorpirifos) y dos piretroides (bifentrin y lambdacihalotrina). Sin embargo, algunos de ellos están categorizados en la lista de las grandes 8. Convenio INTA - UNC Libiquima.

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cadenas de supermercados como restringidos o prohibidos. Y, teniendo en cuenta que la mitad de estos insecticidas son piretroides, luego del desarrollo de este artículo queda una pregunta para ser contestada: "Si las poblaciones del Alto Valle fueron resistentes a piretroides, ¿qué podemos esperar de la acción insecticida de estos piretroides luego de haber realizado una presión de selección con metil azinfos? ¿Los podremos utilizar esperando una buena acción insecticida? Desconocemos la respuesta fehaciente a estas preguntas, y sólo podemos ensayar algunas hipótesis: >

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En primer lugar, se ha demostrado que al disminuir la presión de selección con un determinado insecticida o familia de insecticidas (por ejemplo, piretroides), los niveles de resistencia de una población tienden a disminuir9 hasta alcanzar en algunos casos una completa susceptibilidad a estos. En el caso del Alto Valle, la involución de la resistencia a piretroides pudo además haberse optimizado dado que los organismos con mayor actividad de OFM habrían sido los más desfavorecidos ante las aplicaciones de metil azinfos, conduciendo paulatinamente a que las generaciones sucesivas seleccionadas fueran aquellas con menor actividad de oxidasas.

Larva de carpocapsa

Huevo en fruto

Por otro lado, uno de los mecanismos de resistencia a organofosforados descriptos para numerosas especies de insectos son las carboxilesterasas10, que actúan como blancos secundarios, protegiendo así al blanco primario (AChE). Estudios bioquímicos efectuados durante 2006 mostraron que algunas poblaciones presentaron hasta 3,75 veces más actividad de esta enzima que la población susceptible. Las carboxilesterasas no solo otorgan resistencia a organofosforados sino que en varias especies, incluidas las del orden Lepidoptera, se ha determinado resistencia a piretroides debido a la hidrólisis de estos11. Esto significa que la selección de individuos con un mayor título de estas enzimas, y por ende tolerantes a metil azinfos, podría también metabolizar a los piretroides. En estos casos, el empleo por separado de las dos familias de insecticidas resultaría en fallas de control de la plaga. Sin embargo, en algunas ocasiones la utilización de mezclas ha resultado muy efectiva (por ejemplo, la aplicación conjunta de un piretroide y un organofosforado)12. El efecto sinérgico se debe a que el organofosforado inhibe la enzima (carboxilesterasa) que detoxifica al piretroide.

En la actualidad, en la EEA Alto Valle del INTA se llevan a cabo diferentes ensayos de eficacia a campo para confirmar el nivel de la acción insecticida de estos piretroides y su efecto secundario sobre la fauna benéfica. Asimismo, durante el corriente año se realizarán estudios para determinar el estatus de la resistencia a piretroides y evaluar la toxicidad de las mezclas.

Futuro del control de carpocapsa

9. Bus, 1993; Meyer et al.,1987; Smirle et al., 1998. 10. Campbell et al., 1997. 11. Gunning et al., 1999; Riskallah, 1983. 12. Campanhola, 1989; Gunning et al., 1999; Martín et al., 2003.

Daño en fruto

Raspado del tronco

De todos modos, es necesario tener en cuenta que el manejo de las plagas en los montes frutales y en particular de las plagas claves como la carpocapsa debe basarse en el uso de múltiples herramientas en las que el control químico es sólo una de ellas. Nadie duda hoy de la importancia del uso de la técnica de la confusión sexual, del control biológico o de las prácticas culturales de saneamiento. Debemos aprovechar las enseñanzas que han dejado los programas sanitarios empleados en diferentes lugares del mundo donde se utilizaron mono-herramientas de control. Este tipo de estrategia finaliza inevitablemente con la selección de poblaciones resistentes, fallas de control a campo y eliminación del insecticida cuestionado de los programas sanitarios. >x