En la era de las redes sociales, todos son artistas y espectadores

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cultura

| Viernes 14 de noViembre de 2014

CULTURA

Edición de hoy a cargo de Constanza Bertolini www.lanacion.com/cultura | @LNcultura | Facebook.com/lanacion [email protected]

El efecto de lo breve y de lo inesperado Los sentimientos de una escritora, un asado pop y un nuevo récord

Twitter

850

Joyce Carol Oates Escritora

El gran artE viEnE dE sEntimiEntos intEnsos (compromisos, lEaltadEs, pasionEs, idEalEs) En (¿trágico?) conflicto con otros

Asado en el Larreta En torno de la emblemática toma de Marcos López gira la muestra que se inaugura mañana en el museo del barrio de Belgrano, Juramento y Cuba.

millones de dólares La exorbitante cifra corresponde a la subasta de arte contemporáneo de anteayer en la famosa casa Christie’s, donde volvió a batirse un récord histórico de venta, a mano de coleccionistas de 43 países del mundo. Además, 23 de las obras rematadas superaban los 50 millones de dólares.

TendenCiA | un nuevo mapa

En la era de las redes sociales, todos son artistas y espectadores

Volverse público: una hipótesis contundente

Facebook y Twitter hacen que haya más gente interesada en producir imágenes que en mirarlas; para el crítico Boris Groys, éste es un cambio ligado a la vanguardia

Crítico contemporáneo Nacido en Berlín en 1947, Boris Groys aprovecha su formación como teórico del arte de vanguardia Diseño de sí mismo Una idea de su Volverse público consiste en que en las redes sociales los individuos aparecen como obras de arte autoproducidas

Texto Pablo Gianera | Ilustración Ángel Boligan

E

l sueño de las vanguardias históricas de reconciliar el arte con la vida se produjo tarde y con la colaboración invalorable de una tecnología impensada en su momento: Internet. Es claro que, en la contemporaneidad, la vieja distinción entre artistas y espectadores, que parecía entonces tan clara, se ha vuelto problemática y borrosa. Todos somos espectadores y, en cierto modo, todos somos artistas, y lo somos principalmente por el modo en que decidimos mostrarnos y exhibirnos en las redes sociales. El diseño lo ha ocupado todo y los individuos se han vuelto obras de arte producidas por ellos mismos. La distinción entre público y privado se torna también un expediente irrelevante. En el libro Volverse público. Las transformaciones del arte en el ágora contemporánea, que acaba de publicar en la Argentina Caja Negra Editora, el crítico Boris Groys hace esta constatación sin rodeos: hoy en día hay más gente interesada en producir imágenes que en mirarlas. Esta nueva situación –la inversión entre las magnitudes y proporciones de producción y recepción– se presenta enigmática. El artista Joseph Beuys había asegurado que todo ser humano era un artista. Realizada, esa pretensión un poco utópica encierra una pregunta: la de si todo es arte, si incluso nosotros mismos lo somos y el arte se desprofesionaliza, cuál es el que lugar que queda para el arte tal como lo conocíamos. “Hay todavía un lugar para el arte profesional –dice Groys a la nacion–. Existen instituciones y un mercado

de arte que les ofrecen a los artistas la posibilidad de vivir de lo que hacen. Sin embargo, se volvió ahora muy fácil sacar fotos y realizar videos, y ponerlos a disposición de una audiencia global. Lo mismo vale para los textos literarios: cualquiera puede subirlos a Internet. No hace falta ni una preparación profesional ni una posición institucional. Lo que podría decir entonces es que el arte profesional sobrevive, pero su importancia y su relevancia social disminuyen. Los artistas profesionales producen actualmente una mínima parte de las imágenes y los textos que circulan. Es claro que algunas obras de arte se venden por muchísimo dinero en subastas y ferias, pero este negocio no afecta realmente a la cultura. Es sólo un puñado de gente rica.” Las discusiones de Groys no son solamente estéticas; es más: propone desarrollar una especie de “antiestética” e incluso prescindir sin más de esa palabra y sustituirla por “poética” no en un sentido normativo, sino etimológico: la “producción” que está en la raíz griega de poiesis reflejaría más acertadamente según él la orientación a la producción del panorama contemporáneo. La figura del curador no es ajena a esta cuestión. Por el contrario, podría entenderse que su función se generalizó más allá del coto del arte en la medida en que cada uno devino en curador de sí mismo. “Incluso los artistas se producen a sí mismos –confirma el alemán–. No hay ya demasiada diferencia entre artista y curador. El artista puede producir también una instalación, y eso significa que actúa

como un curador. Pero el artista puede vender las obras de arte en el mercado del arte, y un curador no puede vender una muestra privadamente de esa misma manera. De modo que aquí, una vez más, la diferencia es económica: un artista exitoso puede ganar más dinero que un curador exitoso. Y el artista no necesita la posición institucional que necesita el curador.”

EXPRESIón. Lo plantea PEN International; causa por plagio en Paraguay Corte Suprema de Justicia de su país. Aguilera tuvo la primera sentencia en su contra en noviembre del año último, que fue confirmada por la Cámara de Apelaciones de Asunción en junio pasado. Expertos independientes coincidieron en que las similitudes entre ambas no podrían ser descriptas como plagio. Aguilera ha sugerido que la condena en su contra podría haber sido influenciada por el hecho de que la escritora Garay Zucolillo es hermana de César Garay Zucolillo, ministro de la Corte Suprema de Justicia que tendrá la última palabra en este expediente. La novela de Garay Zucolillo fue publicada en 2005 y cuenta la historia de dos niños que junto con su abuelo, el mago Paracelso y otros personajes viajan en el tiempo y son testigos de distintos momentos de la historia, incluida la declaración de la independencia de Paraguay.

aparentemente neutral, que todo lo iguala, de Google. En Crepúsculo de los ídolos, Friedrich Nietzsche había insistido una vez más en su tópico favorito de la “muerte de Dios”, pero señalaba también: “Temo que no vamos a desembarazarnos de Dios porque continuamos creyendo en la gramática”. Para Groys, esa fe que resistía en la gramática encontró su final. “Google es una enorme maquinaria creada para destruir la gramática, y lo hace de modo muy eficiente –explica–. Define la pregunta legítima como una pregunta acerca del sentido de una sola palabra.” A partir de ahí, el buscador identifica la respuesta legítima a esa pregunta como un dispositivo de todos los contextos en los que esa palabra aparece. “Opera mediante palabras liberadas de la sujeción a las reglas usuales del lenguaje: la gramática. Google me recuerda la práctica medieval de hacer un compendio de opiniones de los antiguos sobre algunos temas determinados: lo que pensaban sobre las plantas, los pájaros, las estrellas. Definimos esa época como oscurantismo. El Renacimiento inició el hábito de leer completos los textos de los antiguos. Ahora vivimos en un nuevo oscurantismo, el de Google.” ß

La destrucción de la gramática En el diseño de sí mismo que parece típico de esta época, Facebook y Twitter cumplen una función decisiva: en ellas los individuos se moldean a sí mismos. Ambas redes cumplen además las ilusiones de la neovanguardia de la década de 1960, en el sentido justamente en que las planteaba Beuys. “En este punto no hay grandes diferencias entre Facebook, Twitter e Instagram: los personajes públicos usan todos esos medios de diseño de sí. Es verdad que Facebook y las otras redes sociales cumplieron esos sueños neovanguardistas. Borraron los límites tradicionales entre lo privado y lo público, entre el arte y la vida cotidiana. Pero, como siempre pasa, la efectivización de los sueños es su traición, el cumplimiento de una utopía es distópico. La neovanguardia de los sesenta intentó escapar del control institucional, político y social. Y las redes sociales contemporáneas son la encarnación de ese control, lugar de supervivencia política y comercial.” Las utopías pueden cumplirse de la peor manera también en el territorio

Instan a los gobiernos a liberar a escritores “injustamente” presos En víspera del Día del Escritor en Prisión, que se conmemora el 15 de noviembre, la Asociación Internacional de Escritores (PEN International, su sigla en inglés) instó ayer a los gobiernos a liberar a los escritores “injustamente encarcelados” y recordó las situaciones complejas que viven varios autores y periodistas en todo el mundo. En América latina, la entidad ha condenado el caso del escritor paraguayo Nelson Aguilera, autor de la novela infantil Karumbita: la patriota, que fue sentenciado a 30 meses de prisión en una causa judicial iniciada por su colega y compatriota María Eugenia Garay Zucolillo, quien alega plagio de su obra para adultos El túnel del tiempo. La demanda judicial se inició en julio de 2010 y tuvo una sentencia condenatoria para Aguilera, miembro de PEN Paraguay, que aguarda la definición de un recurso ante la

La amenaza de Google Según el crítico, el buscador disuelve todos los discursos en una nube de palabras

Karumbita: la patriota, de 2010, cuenta la historia de la independencia de Paraguay por medio de las aventuras de viaje en el tiempo de dos niños, Anahí y Manuel, y de Karumbita, una tortuga mágica. La escritora Luisa Valenzuela, integrante de PEN Capítulo Argentino, le envió a Aguilera una carta de solidaridad en la que advierte: “Su proceso tiene cariz de caza de brujas, lejos de toda discusión literaria”. PEN International reiteró ayer las condenas por las situaciones de la periodista Gao Yun, de 70 años, detenida y a la espera de un juicio en China; de la poeta iraní Mahvash Sabet, de 62 años, que cumple una condena de 20 años por intentar ejercer su derecho a la libre expresión, y del periodista kirguiso Azimjon Askarov, de 61 años, que ha denunciado la corrupción en su país y fue sentenciado a cadena perpetua acusado de incitación a disturbios públicos.ß

AcuERdO

1916-2014

HALLAZGO

Amazon y Hachette firman la paz en su guerra por el libro

Manoel de Barros, un exponente de la poesía de Brasil

La libreta perdida con 49 textos de Dylan Thomas

La maxitienda electrónica Amazon y el grupo editorial francés Hachette, el cuarto más grande del mundo, anunciaron ayer que cerraron el conflicto entre ellos que había puesto en jaque al mercado del libro en los últimos meses, informaron en un comunicado conjunto. Sin embargo, no ofrecieron mayores detalles. La breve carta expresó: “Hachette Book Group y Amazon anunciaron que las dos compañías han llegado a un nuevo acuerdo de varios años para las ventas de libros físicos y electrónicos”. La contienda –que desde junio había involucrado a cientos de escritores como Stephen King, Philip Roth y Salman Rushdie– giraba en torno al precio de los e-books y los libros físicos, que Hachette se negaba a bajar. Pero, rápidamente, el caso involucró a todos los sectores de la industria, que vieron que en este terreno se dirimía su futuro. Michael Pietsch, presidente de la filial estadounidense de Hachette, firmó el comunicado: “Es una gran noticia para los escritores”. ß

El poeta brasileño Manoel de Barros, considerado uno de los más importantes exponentes de la poesía contemporánea de Brasil, falleció ayer, a los 97 años, en un hospital de Campo Grande donde estuvo internado por dos semanas, luego de una cirugía en el intestino. Varios de sus libros fueron traducidos y vendidos en España, Francia y Portugal. El escritor había nacido el 19 de diciembre de 1916 en la ciudad de Cuiabá, en el estado de Mato Grosso do Sul, y pasó su infancia en la región del Pantanal, cuya riqueza natural inspiró su obra, dedicada a celebrar la complejidad de las cosas más sencillas y la condición “minúscula” del ser humano ante el universo. “Desde hace 60 años exploto estos misterios. Apunto cosas en pequeños cuadernos. No uso PC. Siempre creo que en la punta de mi lápiz hay un nacimiento”, se había definido en actividad. En castellano está publicada su antología Todo lo que no invento es falso.ß

LONDRES (EFE).– Una libreta perdida hasta ahora con 49 poemas manuscritos del galés Dylan Thomas, con un valor estimado de entre 156.000 a 236.000, se subastará en Londres el próximo 9 de diciembre, informó ayer la casa Sotheby’s. En el año en el que se cumple el centenario del nacimiento de Thomas (19141953), ha salido a la luz un cuaderno que el poeta dejó olvidado en casa de su suegra, Yvonne Macnamara, durante la década de 1930, y que ha permanecido oculto para los académicos hasta ahora. Las páginas de la libreta contienen revisiones y reelaboraciones de sus poemas, entre ellos 19 piezas escritas en uno de los periodos más creativos de su vida, entre 1930 y 1934. Thomas mantenía una relación tensa con su suegra, que en determinado momento decidió desprenderse de todos los objetos que tuvieran que ver con el escritor y entregó esta libreta a una de sus empleadas del hogar, Louie King, para que la quemara en la cocina.ß