En Estados Unidos, de paseo por Avon, la empresa de ...

22 mar. 2007 - no existe. La filosofía de Avon es que con traba- jo cualquier sueño puede ser realidad. Cuando llegué a la campañía, en 1993, jamás imaginé.
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Moda & Belleza

Página 2/Sección 5/LA NACION

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Jueves 22 de marzo de 2007

CARA&CECA

Invierno con buen pronóstico

NUMERO UNO

Más allá de los precios,

En Estados Unidos, de paseo por Avon, la empresa de cosmética por venta directa más grande del mundo... NUEVA YORK (Enviada especial).– Vender un rouge cada tres segundos... es cosa de Avon. O de la empresa de cosmética por venta directa más grande del mundo. La misma que festejó el Día Internacional de la Mujer en la ONU, con periodistas de allá, de acá y de más allá (Estados Unidos, Argentina, China, Rusia, Inglaterra, Italia, España, Brasil...), y que está comprometida con el desarrollo de la mujer en todo sentido. La misma que invitó a LA NACION a conocer su planta de Investigación y Desarrollo en Suffern (Nueva Jersey) y a hablar unos minutos con su CEO, Andrea Jung, una americana-oriental que siente tanta pasión por Avon como por el bienestar de la mujer. Ese es el secreto de esta historia. Alta, flaca, traje sastre, collar de perlas, labios colorados (President shade, tono creado especialmente para ella), raya al costado, palabras justas, y poco tiempo. Así es Jung, la CEO de Avon o la mujer más poderosa del mundo de la cosmética. Aparece y desaparece, da la conferencia y se va, contesta correctamente y se hace humo. No por nada maneja una compañía que factura 8 mil millones de dólares al año y está presente en más de 120 países. “No tenemos competencia en el nivel global. No hay ninguna empresa tan grande como ésta en el mundo de la cosmética. Sólo tenemos algunos competidores regionales: Natura en Brasil, Jafra en México...” Claro, dos de cada tres labiales que se venden en el mundo son de Avon. Y la compañía sigue creciendo. América latina es su principal mercado, seguido de cerca por Europa. Luego están América del Norte y Asia. “El secreto es la afinidad que existe entre la venta directa y la venta de productos cosméticos. Si alguien no puede oler una fragancia, no la compra... Este contacto íntimo entre la revendedora y el cliente es la base de todo”, apunta. Son más de cinco millones las revendedoras en todo el mundo (en el país hay cerca de 300.000). “La Argentina es un gran mercado para nosotros. Y allí la compañía tiene uno de los índices de imagen de belleza mejor posicionados del mundo. Ofrecemos buena tecnología a precio accesible. No estamos en el negocio de las líneas de prestigio... Ese es un negocio maravilloso, pero muy pequeño. Avon es para todo el mundo”, enfatiza. Jung maneja la entrevista con América latina desde la cabecera de una mesa de directorio. Sólo vale una pregunta por periodista. ¿Qué es el éxito?, el interrogante argentino. “El éxito solo no existe. La filosofía de Avon es que con trabajo cualquier sueño puede ser realidad. Cuando llegué a la campañía, en 1993, jamás imaginé que sería su CEO. Esta empresa me dio la oportunidad y con trabajo llegué hasta acá.”

Marzo, día 8 Una tarde de conferencia, dos horas, y panelistas variopintos dando su apoyo a las causas de Avon: desde Barbara Bush (en video: “Hay que fomentar la dignidad de la mujer en todo el mundo”), pasando por Sara James (periodista de la NBC) y Shashi Tharoor (subsecretario general de Comunicaciones e Información Pública de la ONU), hasta la actriz ganadora del Oscar, Jennifer Hudson.

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POR CATALINA LANUS

El moderno Centro de Investigación y Desarrollo, en Suffern

Jung, en la ONU, y su apoyo a las mujeres de todo el planeta

The Global Summit for a better Tomorrow o Cumbre Mundial para un Mañana Mejor, auspiciada por Unicef, Unifem y Undesa, tuvo un fin: hablar del compromiso de Avon con la mujer, su desarrollo y su rol en la sociedad. Todo, idea de Jung, muy respetada en estos ámbitos. “Creemos que el paso más simple y efectivo para mejorar la sociedad y cambiar el mundo es mejorar la vida de las mujeres de todas partes. Ese es nuestro ADN empresarial”, dice. Y lanza Hello Tomorrow, programa que tiene como fin entregar microcréditos (5000 dólares) una vez por semana a mujeres de distintas partes para comenzar a desarrollar un negocio, brindar un servicio a la comunidad, educar a otros para mejorar su calidad de vida. Será presentado este año en 18 países (cada uno con su versión regional). Se trata de préstamos personales para salir adelante o ayudar a la sociedad. “Hay más de 100 mil millones de mujeres en estado de pobreza en el mundo. Algo hay que hacer”, enfatiza. Y cita el caso de Muhammad

Yunus, el banquero solidario, premio Nobel de la Paz, que se dedica a dar microcréditos para luchar contra la pobreza. “No dar limosna, dar trabajo.” Una iniciativa que se basa en la filosofía de la compañía (cada revendedora de Avon empieza su negocio con un micropréstamo y el 99% paga lo que se le prestó). También fue tema en la ONU la cruzada de esta empresa para la detección precoz de cáncer de mama (comenzó en 1992 en el mundo; es la compañía que más dinero ha donado para esa causa). Jung anunció que en la creación de un centro de investigación de tumores para combatir esta enfermedad se invertirán 5 millones de dólares. (En la Argentina, la empresa lleva adelante su cruzada con un mamógrafo que recorre el país y realiza exámenes gratuitos desde 1998.) Al día siguiente, recorrido por el cuartel central

de desarrollo de Avon, en Suffern. Paredes con gigantografías de pigmentos de colores... “Estamos cerca del área donde se arman las paletas de maquillaje”, explica la guía, que lleva a recorrer el modernísimo Centro de Investigación y Desarrollo, en Nueva Jersey. El centro en el que se desarrollan las fórmulas, se testea cada producto, cada packaging. Otro pasillo tiene fotos de labiales; cerca de allí el tema son los rouges y las texturas cremosas. Más adelante, esencias guardadas en cofres empotrados, como si se tratase de tesoros. Hay de todo. Más de 300 químicos; mujeres que testean productos; batidoras gigantes de cremas faciales y corporales; una máquina que golpea cajas (“nos importa ver cómo llega el producto en su packaging”); un fichero donde se guardan todos los colores de esmaltes, rubores y sombras lanzados por la compañía. “Todo queda archivado. Acá se desarrolla cada producto Avon que después es producido por las fábricas de cada región”, explica. En la Argentina hay una planta de producción en Moreno que costó 10 millones de dólares. Otra parte guarda la biblioteca de la compañía, con libros científicos..., y por qué no, la última revista de moda. La filosofía de Avon comprende todos los universos. Desde el packaging, pasando por el producto, hasta la gráfica. Y que haya buena comunicación entre todos los integrantes de la empresa es parte de su estrategia. “Por eso, en Avon hay pocas mesas. Mejor es que la gente intercambie ideas sin obstáculos, así todo fluye naturalmente ”. Como lo hace cada día, en cada país, cada revendedora Avon.

VENDEDOR DE LIBROS ■ Avon nació en 1886 como California Perfume Company y su fundador fue David H. Mc Connell, un vendedor de libros, que les regaló a sus clientes una fragancia y les gustó tanto que empezaron a encargársela en vez de libros... A raíz de una visita que hizo a Stratford Up Avon, pueblo natal de Shakespeare, adoptó para su empresa el nombre Avon. Así, el 6 de octubre de 1939 la California Perfume Company cambió su nombre por el de Avon Products Inc.

El primer folleto de Avon se imprimió el 2 de noviembre de 1896, y no había ni una foto. El primero con ilustraciones se imprimió el 10 de noviembre de 1897. ■ Avon fue la primera compañía de cosmética en hacer publicidad televisiva. El aviso Ding-Dong, Avon Calling se vio por primera vez en los Estados Unidos en 1954. ■ Fue la primera empresa cosmética que dejó de experimentar con animales (1989). ■

Y la que descubrió los alfahidroxiácidos. ■ En la Argentina, comenzó sus actividades en 1970 y se ha consolidado como la número uno en venta directa del país. También cuenta con locales al público. ■ Avon es también el mayor productor de fragancias del planeta, y líder indiscutido en el mercado del cuidado de la piel. ■ En el mundo, cada dos mujeres una elige la Línea Anew como tratamiento antiedad.

iniciativas / Y desembarcos /

POR CARMEN ACEVEDO DIAZ

Se multiplican los jugadores en este mercado de la moda, con un invierno a precio oro, que seguramente terminará vendiéndose muy bien, pese a los gritos en el cielo que disparan los consumidores. Mucho más que otras veces, que el hábito de la protesta está instalado desde siempre, pero con decibeles ahora más agudos. Un invierno también variadísimo en tendencias y con muy buena salud, a juzgar por las inversiones que se vienen realizando. Entre ellas, remodelaciones de locales por parte de algunas marcas de renombre, que arrancaron transformando un espacio y planean seguir con todos los demás, a veces ganando metros. Inversiones fuertes que asoman asimismo en firmas de perfil bajo, que después de años de estar en locales a los que había que adivinar o adonde se llegaba vía el dato preciso, o directamente en showrooms cuasi secretos, estrenan vidrieras importantes en avenidas paquetas, Quintana, por ejemplo. Siguen San Telmo y Palermo multiplicando espacios, donde puede suceder, como sucede, que una ex modelo con local de ropa importada en pleno Recoleta debute ahora como intérprete de la tendencia internacional fabricando en la Argentina para vender como minorista en el petit-hotel que estrenará en P. Hollywood y como mayorista en el interior, a precios accesibles, “como Zara”, arriesga. Cuestiones de una Argentina contradictoria y próspera para algunos, mirada de nuevo por la moda internacional, manejada aquí por grupos empresariales con experiencia. A la llegada de Armani Exchange a Paseo Alcorta y Unicenter, donde un buen par de jeans cuesta alrededor de 500 pesos, se sumará el desembarco de Kenzo hombre y mujer en el Patio Bullrich a principios de 2008, la apertura de Rochas en la avenida Alvear en poco tiempo más y el guiño de Mango. Esta firma española, que hace unos años estuvo en Buenos Aires con varios locales, vuelve a la carga, pero de manera más prudente; en principio, estaría integrando la oferta de indumentaria de las tiendas Falabella, para luego, si las cosas funcionan, saltar a locales propios. A propósito de Chile, el ex cine América de Callao y Santa Fe es el lugar elegido para que se instalen los Almacenes París, también de ese origen, que planean llegar como lo que son, tienda por departamentos, moda incluida. En suma, un panorama variado, para mirar y... gastar, si es que se puede. [email protected]