Turismo
Domingo 15 de julio de 2012
LA NACION/Página 5
[ ESPAÑA ]
En Andalucía, el aceite de oliva es pieza de museo Cavas Wine Lodge, para despertarse entre viñedos
ZONA AMPLIADA
vo, trucha. Se puede ir a comer sin estar alojado en el lodge. 40
Como ordeñar
13
Mendoza
Maipú
Vistalba
7
82 7
86
km
0
Agrelo 40
N
10
LA NACION
DATOS UTILES DONDE DORMIR
Cavas Wine Lodge (Relais & Chateaux): hasta el 14 de septiembre está vigente una promoción de 360 dólares (más IVA) por habitación, por noche, con desayuno. Costa Flores km 2,2, Alto Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza. Tel: 0261 479 0200, Tel. 0261 410 6927; reservas@ cavaswinelodge.com DONDE COMER LRestaurante
Pan & Oliva: Para un almuerzo completo, el promedio por cubierto ronda los $ 120. Ruta provincial 33, km 7,5, Maipú, Mendoza. Tel. 0261 441-0000, ext. 141. Abierto de martes a domingo, de 9 a 18. reservas@familiazuccardi. com www.casadelvisitante. com.ar LRestaurante Brindillas: flamante cocina de autor de Mariano Gallego y María Florencia D’Amico en Luján, llegado hace pocos meses de cocinar con Carmen Ruscalleda en Barcelona durante varios años y luego de tres más en Japón. Ofrecen menú degustación de varios pasos por $ 150, sin bebidas, donde el aceite de oliva está siempre presente, así como los productos de estación y las conservas hechas con frutas de la finca, como el membrillo o las cerezas. Sólo 18 cubiertos, siempre con reservas. Guardia Vieja 2898, Vistalba, Luján de Cuyo, Tel. 02614963650. www.brindillas.com
Los senderos se internan bajo las parras de uva bonarda de más de cincuenta años: cobijan la llegada de los huéspedes a las casitas de paredes de adobe para dos o tres personas. “Tuvimos tiempo de trabajarlo todo desde la idea hasta la apertura. Queríamos que cada detalle fuera diferente. Nos alegramos cuando los pasajeros suspenden actividades programadas para permanecer en los cuartos y disfrutar del lodge”, cuenta Cecilia con sonrisa pícara. La actividad del aceite de oliva, las cabalgatas o bicicleteadas entre parrales, las visitas a bodegas boutique, los trekkings de medio a un día en la zona de la estación de esquí Vallecitos (Cerro Arenales), son algunas de las propuestas coordinadas por Cavas para los huéspedes. Zuccardi, como Cavas Wine Lodge, ofrece el programa Vení a cosechar, tanto para uvas como para olivas, según la época del año. Desde enero hasta mayo se recoge frutos: allí donde crece la vid, también crece el olivo. Al llegar, los viajeros suben a un ca-
mión guiado por el guía Torey Novak, se colocan delantales y alforjas, y se internan en los olivares. El olivo abraza con sus ramas a quien se acerque a cosecharlo: no tiene espinas, el contacto es íntimo. La forma de hacerlo consiste en ordeñar suavemente sus ramas cerrando la mano para extraer la fruta hacia la alforja o el suelo. “La recolección es manual. Generalmente la hacen trabajadores locales o golondrina. La jornada es de siete y ocho horas para llenar cajas de 25 kilos: un cosechador entrenado logra entre 25 y 30 cajas por día”, dice Torey.
Show de variedades “Hay 500 variedades de olivo, aproximadamente. Plantamos algunas que no conocemos para ver cómo funcionan, pero nuestro esquema son Arauco, Manzanilla, Frantoio (mismo nombre que la máquina que extrae el aceite), Arbequina, Changlot, Picual, Coroneiqui, Coratina y Arbozana. En el aceite Zuelo entran diversos cortes, en las botellas de Familia Zuccardi se trabaja con varietales; independientemente del corte que hagamos se logra un perfil de aceite”, cuenta el ingeniero agrónomo Miguel Zuccardi.
Al finalizar la visita a la fábrica de aceite se hace una degustación. “La idea es que la gente no sólo venga a almorzar, sino a aprender de aceites”, concluye Zuccardi con apasionamiento. El restaurante Pan & Oliva ofrece especialidades mendocinas y mediterráneas; funciona también como almacén y lugar de aprendizaje. La cocina a la vista de la chef Ana Rodríguez Armisen logra que el viajero se sienta como un huésped de la casa. Ella viene de tres años junto con el chef Matías Aldasoro en La Casa del Visitante, el otro restaurante de la bodega (en su estilo, uno de los mejores de Mendoza). “La idea es que el comensal sienta la conexión entre el aceite de oliva y su frescura en una ensalada, una pasta, un pan saborizado, una tapa”, cuenta la cocinera. Así, la sopa sale con un charquito de oliva, la focaccia de aceitunas puede untarse con la tapenade y los membrillos se bautizan con óleo, al igual que el queso de cabra fusionado con oveja. Los trabajos se reparten según los días y meses: de viaje, es posible conectarse con la naturaleza y sus ritos como la cosecha, aquí, en el campo.
Basta con circular en auto con la ventanilla baja por las rutas de Jaén, España, para saber de qué vive esa provincia andaluza. El aroma a olivares es tan fuerte como inconfundible. Jaén tiene el 20% de la producción mundial de aceite de oliva. Y muchísimas hectáreas de olivares (el 85%, de pequeños productores), por supuesto, aunque casi no produce aceitunas para el consumo directo. Casi todo lo que se cosecha va para el aceite, incluso (como se comenta con alguna malicia) para la producción de aceite de oliva... italiano. En Jaén está también el Museo de
la Cultura del Olivo, en una antigua hacienda del siglo XVI, donde se pueden ver las viejas prensas y los molinos con los que se fabricaba el llamado oro líquido. Y donde también se puede aprender algunos datos curiosos, como que las aceitunas se prensan con carozo; que de cada árbol se puede obtener unos 50 kilos de aceitunas al año, y que entre cuatro y cinco kilos dan para un litro de aceite, y que el aceite no mejora con el tiempo y que es mejor consumirlo fresco. La entrada cuesta 3,60 euros y el recorrido, cómo no, termina en una bien surtida tienda de regalos. www.museodelaculturadelolivo.com
Un antiguo molino para fabricar aceite en el museo de Jaén DANIEL FLORES