E L O R I G E N D E L D E U T E R O N O M I O1 1. Reflexiones Preliminares Alguien ha comparado a la teología católica con una Bella Durmiente que habría sido despertada de su sueño por aquel Príncipe Azul que fue el Concilio Vaticano II. De hecho, la crisis que vivió la Iglesia postconciliar se la empezó a asociar enseguida con los teólogos. Nunca antes éstos habían ocupado tanto la atención de los periódicos ni la opinión pública. Pero, ¿Existe de verdad alguna relación entre las situaciones de crisis y la teología? Aquí estamos tocando un aspecto de la sociología de la cultura y del conocimiento tal como la estudian, por ejemplo, P. Berger y Th. Luckmann2. Cada sociedad tiene su sistema de modelos de comportamiento y sus instituciones, que no existirían si no se tuviera una correspondiente conciencia de ellos. Están en el plano de lo constatable, por lo que puede denominarse "cultura objetivada"3, son los productos de un determinado modo de vida. Además de esto, hay un mundo interpretativo simbólico, que abraza toda la realidad, la legitima e interpreta como un todo. Se trata de una cosmovisión o mentalidad, lo que se podría denominar "cultura objetiva" y que implica todo un conjunto de "imágenes, normas y técnicas" que rigen el ámbito del saber, del obrar y del hacer. Esta matriz puede ejercer su propia soberanía de manera del todo irrefleja, desde el trasfondo de la conciencia. Pero puede ser también reformulada de modo completamente reflejo, teorético, sistemático y elaborada o manejada por los teóricos. El mundo simbólico interpretativo está en constante peligro, porque debe ser retransmitido. Cada nueva generación debe interiorizarlo y hacerlo suyo. Es el proceso de socialización o educación, que incluye también ciertas sanciones. El peligro para este mundo simbólico interpretativo es mayor, cuando grupos enteros de habitantes de un determinado mundo de ideas se adhiere a una versión diferente. Esto pone todo en tela de juicio, porque presenta la posibilidad de una alternativa. Obliga a redefinir de un modo consciente los límites de las propias convicciones, distinguiendo lo esencial de lo secundario. Pero el peligro máximo se da cuando la alternativa no proviene de adentro, sino de otro mundo de ideas, extraño, compacto y ya adulto, que adviene desde fuera, alardea seguridad y la demuestra con el argumento más convincente: el poder y el éxito. Se produce lo que se ha denominado shock cultural. Es el que sufre el individuo que va a vivir fuera de su patria, o el pueblo entero que se ve sometido a una dominación extranjera. De pronto, todo el mundo se le ha hecho extraño y se ven en la necesidad de redefinir su mundo de ideas-normas; porque han comprobado que se puede obrar, pensar, hablar y hasta rezar de un modo distinto al que estaban acostumbrados, sin que se les caiga el cielo encima. Las reacciones pueden ser diversas: unos se van pasando al enemigo y adoptando sus esquemas (las "marginal persons" del sistema anterior) y otros se atrincheran para subsistir. Esta es la hora del teórico, que quiere devolver la estabilidad al propio mundo amenazado por la crisis. 1
Inspirado en N. LOHFINK, "Pluralismo" en Le Nostre Grandi Parole (Fr. im Br. 1977 - Brescia 1986) 29-50. La Teología como respuesta a las crisis de ligitimidad de una concepción del mundo, ante el surgimiento de situaciones pluralistas, según el ejemplo del Deuteronomio. 2 Die Gesellschaftliche Konstruktion der Wirklichkeit (Fr. am M. 1969) tr. it. La realtà come construzione sociale (Bologna 1969); tr. esp. La construcción social de la realidad (Buenos Aires 1968/2001). 3 Cfr. los estudios de G. RISCO FERNANDEZ, "La cultura, estructuración dinámica del obrar humano en sociedad", en Cultura y Región (Tucumán 1990). 1
2. El Código Deuteronómico contiene una sistematización teológica Esta obra se va componiendo en diversas fases (en los tiempos de Ezequías y de Josías) con material proveniente del Norte, al que se le da nueva forma4. Sus redactores son un grupo de defensores del yavismo tradicional, de la clase culta judía, que había ocupado en su tiempo importantes posiciones y ahora actuaba como "resistencia"; quizás se trate de la familia de Shafán, el escriba, y de algunos sacerdotes (Jilquías, cfr. 2Re 22). a) Aflora por primera vez una verdadera sistematización teológica de las antiguas tradiciones de Israel. Así el "pequeño credo histórico" de Dt 26 contiene el esqueleto del Hexateuco, pero no es su origen, sino una síntesis tejida sobre la base del relato de Num 20 y de otros tomados de Gen y Ex, en torno a una antigua y breve plegaria de ofrendas usada por cada familia nómade que se sedentarizaba. El orante reconocía que la actual cosecha era consecuencia inmediata del don de la tierra, que Dios le había otorgado. Así toda la historia entra en este arco sintético y comprensible por todos. Las fórmulas se van haciendo todavía más preñantes. El término clave, "país", entra en la composición de una frase estereotipada: "el país / la tierra que a tus padres Abraham, Isaac y Jacob juró que te daría" (6,10), aludiendo a los relatos de los patriarcas y al juramento de Gen 15,18. Se tiende así un amplio y significativo arco entre la promesa y el cumplimiento, que permite interpretar toda la historia. b) Pero no sólo el aspecto cognitivo está presente; hay también una sistematización normativa. Todas las leyes de comportamiento se concentran en la lista del Decálogo y se reducen, en último término, al “mandamiento principal”. 3. Un Nuevo Punto de Partida En esta sistematización del material antiguo se reconoce, sin embargo, algunos motivos nuevos que antes no eran tan obvios. Nos interesa, sobre todo el hecho de la estilización general del Código como texto de un pacto o contrato entre Yhwh e Israel, que constituye un rasgo característico del Deuteronomio josiano. El pasaje central es 26,17-19, la bisagra entre el código propiamente dicho (5-26) y las bendiciones-maldiciones (28). El título debe haber sido 4,45, que no ponía el origen del código en una situación determinada (Moab, en el esquema de la Obra Hist. Dtr), sino simplemente en el período inicial de Israel: "Estos son los estatutos ((édôt), preceptos (xuqqîm) y normas (mi$pá+îm) que dictó Moisés a los israelitas a su salida de Egipto". La misma terminología resume las leyes al final en 26,16: "Yhwh tu Dios te manda hoy practicar estos preceptos y estas normas..." El c.28 se remite naturalmente a las leyes, pero usando otra terminología (micwôt = mandamientos). Entre ambos grupos se encuentra el pasaje de 26,17-19, que combina las dos terminologías: "preceptos mandamientos y normas". Este lugar de conjunción interpreta todo el Código como contrato concluido entre Yhwh e Israel, con la adopción del complicado mecanismo jurídico de un contrato bilateral, por el cual cada una de las partes presenta su declaración y acepta bajo juramento la de su partner: Hoy has aceptado la declaración de Yhwh. El te ha declarado: él quiere ser tu Dios, y tú debes seguir sus caminos, observar sus preceptos, sus mandamientos y sus normas y escuchar su voz. Y hoy Yhwh ha aceptado tu declaración: tú le has declarado: tú quieres convertirte en el pueblo de su propiedad personal, como él te ha prometido; tú quieres observar todos sus mandamientos; él te pondrá por encima de todos los pueblo que ha 4
Cfr. las tesis de M. WEINFELD, Deuteronomy and Deuteronomistic School (Oxford 1971). 2
hecho, en gloria, renombre y esplendor; y tú quieres convertirte en un pueblo consagrado a Yhwh tu Dios, como él te ha prometido (Dt 26,17-19). Se refleja aquí toda la complejidad de la estructura jurídica de un tratado internacional del Medio Oriente Antiguo, remitiéndose a un sistema global en el que todo encuentra su puesto: lo que Dios ha hecho y prometido a Israel en el pasado, la fidelidad o infidelidad de Israel en el presente, la bendición o maldición de Yhwh en el futuro. Esta concepción global es trasformada en rito cuando Josías presta su juramento en 2Re 23,3 y el libro de la ley / enseñanza (séper hattôráh) se convierte en texto contractual (séper habb:rît ). Ya antes, en el contexto de la ceremonia de entronización en Jerusalem (2Re 11,17), tenía lugar una especie de ratificación del contrato entre Yhwh, el rey y el pueblo. Ahora, en cambio, el contrato se convierte en la categoría central y toda la literatura Dt y Dtr desarrolla con una estructura cada vez más acentuada una teología del pacto, que llega a ser sinónimo de fe o religión. 4. Intentos de explicación sociológica de la teología deuteronomista Wellhausen veía en el Dt el medio de propaganda elegido deliberadamente por el partido que se empeñaba en inculcar en el pueblo de una manera más eficaz el monoteísmo ético de los grandes profetas. ¿Sería un medio para imponer un nuevo mundo de ideas a una sociedad estática? No se ha demostrado la supuesta relación entre el Dt y los grandes profetas. Para otros se trataría de una evolución natural de las antiguas tradiciones. Aunque sí se pueda pensar en una afinación progresiva de la reflexión por la intervención de los especialistas –juristas y sabios– las cosas no se dieron por una simple evolución en el plano de la teoría. Las circunstancias de la introducción del Código son muy singulares y sus contenidos esenciales, como la centralización del culto, contradicen en gran parte a la tradición. Autores más recientes piensan en una profunda crisis religiosa de la que se quiere salir remitiéndose a las antiguas tradiciones, expresándolas de manera nueva, en lenguaje adecuado y sistemáticamente, es decir transformándolas en teología. Así G. von Rad ve en el Dt el medio encontrado para la superación de la crisis causada por el nacimiento del Estado. Pero es difícil pensar en una crisis que durara 400 años y además hay muchos elementos que nos relacionan el Dt específicamente con la crisis del período asirio y es precisamente en ese momento cuando su contenido alcanzó operatividad efectiva. 5. La presión cultural neoasiria y la teología deuteronomista Si la última y sintética sistematización que caracterizó la teología deuteronomista, la idea de un contrato entre Yhwh e Israel, no provenía de las tradiciones antiguas, ¿por qué llegó a ser la categoría clave de esta teología? Judá cayo en dominio asirio cuando Ajaz se sometió a Tiglat Pileser III, durante la guerra siro-efraimita. Muy pronto, el dominio asirio significó no solamente el pago de tributos, sino también una gran influencia cultural en todos los órdenes de la vida. Por ejemplo, Ajaz modificó el Templo según el modelo de Damasco, "por causa del rey de Assur" (cf. 2Re 16, 10.18). La rebelión de Ezequías (entre el 705 y el 701 a.C.) fue la primera reacción, que falló. En la 2ª mitad del s.VII, cuando Assur ya no estaba en el ápice de su poderío y su declinar era previsible, Josías pudo conseguir poco a poco la independencia hasta pensar incluso en la restauración del antiguo reino de David. Debemos contar con que ya ha habido más de un siglo de dominación asiria, con su cultura atrayente, nueva, poderosa, "superior", con la seguridad del
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conquistador y colonizador. El estremecimiento de los esquemas judíos era terrible y quedaban cuestionadas todas las seguridades y llegaba el miedo: No escuchéis a Ezequías, porque os engaña diciendo: Yhwh nos librará. ¿Acaso los dioses de las naciones han librado cada uno a su tierra de la mano del rey de Asiria?... ¿y ahora Yhwh va a librar a Jerusalem de mi mano? (cfr. 2Re 18,28-35) El choque entre dos culturas se verifica en dos planos: en el plano de la ideología (en un sentido neutral del término) y en el plano del poder mismo. Y éste es el que da el golpe definitivo. Puesto que Josías tenía el poder y Asiria iba declinando, la ideología del movimiento de liberación e independencia alcanzó a imponerse. Pero es sólo el golpe final. Antes está ese mecanismo de ideas que permitía al hombre simple de Judá tomar distancia del enorme y cómodo edificio cultural asirio y entrar nuevamente en la más reducida casa de los padres. Ésta había sido renovada hasta ser tan atrayente que no se echaba de menos las bondades del mundo de concepciones asirias. Es aquí donde se puede hablar de "la teología deuteronómica". Las antiguas tradiciones son sistematizadas y revalorizadas. Las formulaciones se hacen plásticas, comprensibles y conectadas por un pensamiento central. La Teol. Sistemática vuelve atractivo un mundo de ideas en peligro. En el caso del Dt: ya no hay por qué avergonzarse del mundo de ideas yavistas frente a la cultura superior de los asirios. Las propias ideas se presentaban con un vestido suntuoso como el asirio. El término adaptación es también hoy importante. En cuanto sistematización, la teología significa una revaloración de la propia tradición. En cuanto que se vale de elementos del mundo de ideas del competidor, ésta significa también integración de la competencia. Y éste es justamente el modo mediante el cual neutraliza el mundo contrincante, lo exorciza y lo vuelve inocuo. Esto es lo que sucedió cuando Israel asumió la categoría "contrato" como principio global en base al cual sistematizar su teología. Bajo el dominio asirio había una inflación de contratos y juramentos. Judá estaba ligado a Asiria con un pacto de vasallaje que debía ser proclamado públicamente con gran pompa en determinadas ocasiones. Este juramento contractual podía parecerle a un judío un rasgo distintivo del conquistador, de la cultura superior. Un pequeño rito, ya presente en el rito de coronación, sirvió como apoyo. y llegó a concebirse toda la ley deuteronómica como un contrato entre Yhwh e Israel. Para que quedase claro, Josías ordenó la gran ceremonia de 2Re 23. Una prueba de que la operación se logró es el éxito que tuvo esta idea de pacto en los estratos posteriores de la literatura Dtr y la gran dificultad que tuvo poco después la teología Sacerdotal para desembarazarse de esta concepción de la relación con Dios en términos de un pacto bilateral. Además, la introducción de esta categoría de contrato en la relación de Israel con Dios podía entenderse como una legitimación del movimiento de independencia. El contrato con Yhwh podía tenerse como una revocación del precedente pacto con el emperador asirio: ¡Yhwh es nuestro único soberano! 6. Reflexión Conclusiva Hace años que el mundo occidental es pluralista. Pero la Bella durmiente de nuestra Teología pudo dormir porque le había crecido en torno un seto que le aseguraba que nadie la molestase. Sólo con ocasión del Concilio se dieron cuenta muchos de que otros hombres vivían en otros mundos de ideas, con otras culturas y sin sufrir mínimamente. De allí la crisis de sus seguridades. 4
La teología se despertaba, se restregaba los ojos para ver mejor y se ponía a cantar a los cuatro vientos. Crisis ideológicas y teología van de la mano. Sin embargo, de por sí el mero hecho de que la teología esté presente no significa nada. No hay garantía de que la gran fatiga de los teólogos produzca una teología adecuada. Y aquí es importante aclarar algo. No es suficiente que el teólogo produzca una teología "verdadera". A Judá le habría bastado entonces volver al antiguo libro de la alianza y al yavismo, sin ponerse a redactar un Deuteronomio. Todo depende del hecho de que la teología de un teólogo, además de ser verdadera, juegue su función propia en la crisis. Será "adecuada" solamente si alcanza a hacer nuevamente comprensible, atrayente y relevante el mundo de ideas tradicionales. Así el Dt ha devuelto la claridad y comprensibilidad a la desconcertante multiplicidad de las instituciones tradicionales y de sus respectivas teorías. no ha tenido miedo de tomar como elementos estructurantes de la propia síntesis los instrumentos de sus contrincantes. Integrándolos los ha modificado.
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