ELEMENTOS BASICOS DE SOCIOLOGIA APLICADA PARA MEDICINA VETERINARIA (*) – TERCER FASCICULO – III)
LA REALIDAD PERSONAL DE CADA ACTOR SOCIAL Y SU INCIDENCIA EN LAS RELACIONES HUMANAS.
Hasta aquí hemos considerado algunos aspectos generales referidos a la importancia del contexto. Pasemos ahora a considerar las realidades personales de los individuos que intervienen en un proceso de interacción social. Sigmud Freud afirmaba que, en principio, toda relación entre personas puede ser interpretada como una relación de diferencia y similitud, puesto que todas son iguales entre sí en ciertos aspectos y diferentes en otros. La afirmación anterior se basa en que cada actor social posee características inherentes a su persona que le son propias y que tienen origen tanto en su personalidad como en el proceso de socialización al que ha estado sujeto. Un sinnúmero de factores provienen de ambos, pero aquí nos centraremos en el segundo, que es de naturaleza sociológica, ya que el estudio del primero -por ser de índole sicológica- se encuentra fuera de los propósitos de este trabajo. La realidad personal de los actores y la movilidad social Cada persona "trae sobre sus espaldas una abultada carga” consistente de elementos de distinta naturaleza y origen. Entre otros: posición social, personalidad, ideología, idiosincrasia, vivencias, proceso de socialización al que estuvo sujeto durante las primeras etapas de su vida (niñez, pubertad, adolescencia y juventud), nivel de educación y formación, influencia del contexto en el que vive y en el que trabaja etc., elementos que forman parte de lo que denominaremos realidad personal.
Ideología: Conjunto de ideas, conceptos, mitos, etc., que, ordenados más o menos sistemáticamente, representan una cierta interpretación de la realidad histórico-social y constituyen una orientación para la acción práctica en el seno de ella.
Por otra parte, desde el momento mismo en el que el Idiosincracia: Indole del individuo nace, se inserta en determinado lugar temperamento y carácter de dentro de la pirámide social al que pertenecen sus cada individuo, por la cual padres (estrato o clase social), y por ende toda su se distingue de los demás. familia, pasando éste a conformar su grupo de pertenencia. Todo esto pasa a ser un dato para el mismo, es decir, se encuentra ubicado en ese lugar y no en otro, no obstante lo cual a lo largo de su vida y según las circunstancias podrá eventualmente acceder a cierto grado de movilidad social (ascendente o descendente). _____________________________________________________________ (*) Trabajo preparado por el Ing. Agr. M. Sc. en Sociología Aplicada Eduardo Farber Truccone para la Asignatura Sociología y Extensión Rural. Tucumán, octubre de 2006.
Cuando decimos que determinados hechos son un dato para un individuo queremos significar que éstos forman parte de sus estatus adscriptos; es decir aquellas condiciones o atributos que se tienen sin que se las busque premeditadamente, como por ejemplo: el hecho de ser humano, el sexo, color de piel, posición social en el momento de nacer, religión, etc. En contraposición, los estatus adquiridos son atributos a los que se accede como resultado de la propia voluntad y decisión de la persona, como el hecho de ser alumno, profesional, jugador de fútbol, comerciante, carnicero, plomero, agricultor, etc. ESTRATIFICACION Y MOVILIDAD SOCIAL
Estratificación: división de la sociedad en clases
Clase Alta
A
Clases Medias
D Clase Baja Movilidad social: desplazamiento de las personas de una clase social a otra o dentro de una misma clase.
Toda persona suele tener al mismo tiempo distintos estatus, tanto adscriptos como adquiridos. Por ejemplo: ser humano, ser varón, ser padre e integrante de una familia clase media alta, ser Grupo de pertenencia: dentista, ser jugador amateur de fútbol, ser campeón unidad social a la que provincial de tenis del año 1989. ser católico, ser hincha pertenece un individuo. de River, etc., todos y cada uno de ellos definen quién Grupo de referencia: es o qué es dentro de la sociedad. unidad social con la que se identifica una
De los diferentes estatus que puede llegar a poseer una persona, y cuyos persona, dijimos con anterioridad que algunos definen - criterios o patrones desde el momento del nacimiento del individuo- su utiliza para definir su posición social; la misma debido a su carácter de dato propia conducta y pasa a conformar una suerte de marca de fábrica para la evaluarla. persona, en el sentido que si –por ejemplo- se trata de un individuo de clase baja, medias o alta, está en cierto modo “destinado” a priori a desenvolverse mayormente dentro de ese estrato social.
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La anterior afirmación significa que, su familia y en principio también sus parientes – al menos los más cercanos- se encuentran dentro de dicho estrato social o grupo de pertenencia, al igual que sus amigos, compañeros de escuela, la mayoría o todo el vecindario, etc.. La sumatoria de los aspectos mencionados dará por resultado cierto tipo de proceso de socialización que en principio y de no producirse la influencia de factores exógenos, o la decisión misma del propio individuo, va a generar un sujeto social “típico” de la clase o estrato social dentro del cual nació y al cual pertenece. Sin embargo, debemos decir que, en las sociedades actuales, pocos son los casos en los que un individuo no trate de acceder a cierto grado de movilidad social ascendente. Por el contrario, la mayor parte de las personas se desempeñan dentro de la sociedad impulsadas por el afán de la movilidad social como medio o mecanismo para concretar sus anhelos, expectativas, objetivos, etc. (lo que quieren lograr). Obviamente solo hacemos mención aquí a la movilidad ascendente en razón de que la de carácter descendente no es buscada premeditadamente por las personas, sino que en todo caso tiene lugar en circunstancias fortuitas (no buscadas por éstas), como es el caso de un despido debido a la necesidad de una empresa de disminuir la cantidad de personal empleado por una crisis de la misma; tal despido puede dar lugar al individuo a ingresar a otro trabajo que importe un menor nivel social. Ejemplo: el sujeto era cajero de un banco y como consecuencia de su despido comience a trabajar como repartidor de una tintorería. En consecuencia, el deseo subjetivo de ascender está en relación con algún grupo de referencia (positivo) que se corresponde con algún estrato superior al que pertenece el individuo. Pero para que se desencadene un proceso de movilidad social deberá al menos existir: a) la voluntad del individuo de que ello ocurra, y b) deberán además presentarse las condiciones necesarias para que ello tenga lugar, y c) el individuo debe tener identificado un grupo de referencia al cual pretende tener acceso. Ahora bien, así como cada persona posee diferentes estatus, desempeña también diferentes roles. Los distintos roles de una persona definen qué hace la misma; sin embargo frecuentemente muchos de los rasgos de un rol social suelen ser más implícitos que explícitos. En relación con lo expuesto debemos aclarar que, el hecho de pretender acceder a cierto grado de movilidad social implicará un cambio de, al menos, algunos de los roles que desempeña la persona.
Estatus: Posición que ocupa una persona en relación a otras cuando interactúa.
Roles: Conjunto de comportamientos y actitudes que se esperan de una persona según el status que ocupa.
Hasta aquí hemos definido tres aspectos centrales que son de utilidad para poder caracterizar socialmente un individuo: qué (o quién) es; qué hace; y cuál es su ubicación social. 3
Las modas Tradicionalmente los principales mecanismos de movilidad social han sido: la educación y el matrimonio. La moda representa también un sistema de movilidad social, pero es limitado por el hecho de que el sujeto no puede independizarse por completo de la posición social que ocupa. En tal sentido representa un camino de movilidad social ascendente que se encuentra fuera de los ya citados como tradicionales, no obstante lo cual va ocupando cada vez más un papel preponderante en la carrera por el ascenso social. Con la moda sucede algo similar a lo que ya hemos referido en relación con el proceso de socialización: la marcada y progresiva influencia que ejercen los medios de comunicación social. En relación con los ellos debemos aclarar que su progresiva influencia sobre la población no es proclamada abiertamente, sino de manera implícita, y una manera sutil de hacerlo es mostrando lo que hace la mayoría de las personas, destacando al mismo tiempo que ello redunda en una serie de ventajas o beneficios para las mismas. Así por ejemplo podemos ver que el hecho de consumir determinados postres dietéticos posibilita a la persona “mantener su figura”, su buen estado de salud, no privarse inútilmente de consumir sustancias “dulces”, y además estar feliz… La moda se caracteriza por el cambio en los objetos afectados por la misma, cambio que se repite en intervalos relativamente breves, y por la difusión relativamente rápida de los modelos nuevos. Es el adelanto (temporal) mismo el que, en la moda, les confiere prestigio social a los vanguardistas o “líderes”, mayor prestigio cuanto mayor adelanto temporal. Si no existiera la expectativa de ser imitado, el adelanto temporal no constituiría ninguna fuente de prestigio. En el campo de la moda lo nuevo representa un valor social. Por lo tanto, se imita a los modelos por el prestigio social que confiere el adelanto temporal. La moda es un fenómeno típico de la llamada sociedad moderna de masas. Ello sugiere, entre otras cosas, que: a) El mismo modelo sirve de prototipo a gran número de personas que no están relacionadas entre sí, y, b) El modelo está sujeto a modificaciones que se suceden en intervalos relativamente breves. Existen ciertos rasgos que caracterizan a la moda; por ejemplo: la población urbana está más dispuesta seguir la moda que la rural; las clases medias más que las consolidadas (alta), que sí responden pero de una manera más conservadora; los jóvenes más que las personas maduras. El vanguardismo es propio de los jóvenes de clases medias. Las clases medias y la movilidad social Las clases medias constituyen por definición la capa social que se encuentra ubicada entre las clases alta y baja, y que por lo tanto, hace referencia a ambas. La forma dominante con que se realiza el ascenso social en las clases medias es predominantemente a través de una movilidad vertical ascendente, y 4
excepcionalmente descendente, a la que se suma la competencia individualista. Ambas características confieren a las clases medias su carácter transitorio, por lo que sus miembros consideran el ascenso social como una de las metas principales de sus vidas, no ocurriendo lo mismo en las clases alta y baja. Es claro que, para que tenga lugar una movilidad efectiva, es necesario que previamente existan expectativas de movilidad en el individuo. Si consideramos a las clases medias como una capa de transición, se constata que: 1) Son altamente estratificadas, es decir, dentro de la misma capa es posible realizar movimientos verticales muy considerables, en el sentido que los miembros de esta capa pueden satisfacer gran parte de su deseo de ascenso social dentro de los límites de la propia capa (por eso se habla de clases medias en plural y no de clase media en singular). 2) El aspecto subjetivo del ascenso social (deseo subjetivo de ascender), que está en relación con el grupo de referencia (positivo) que frecuentemente se corresponde con algún estrato superior al que pertenece el individuo. La movilidad individual depende en gran medida de que el individuo sepa aprender las pautas de conducta específicas del estrato al que quiere entrar. Una vez logrado el ascenso, el individuo precisa afirmar la pertenencia al nuevo estrato, periodo que se caracteriza generalmente por la inseguridad que siente respecto de la conducta que se espera de él; por lo tanto se esfuerza por no cometer ningún error. La referida inseguridad se manifiesta además en el intento de destacarse mediante comportamientos distintivos de la capa a la cual el individuo pertenecía antes (grupo de referencia negativo). Realidades y Representaciones Cuando hablamos de hechos sociales, no podemos aceptar que haya una realidad absoluta y válida para todos los pueblos y para todas las situaciones, ya que las condiciones individuales, grupales, culturales, ecológicas, económicas y políticas varían considerablemente según cada caso, principalmente en función del tiempo y del espacio. Por lo tanto, cuando hablamos de realidades podemos decir que existen distintos tipos; por ejemplo: - Diferentes: debido a la influencia de factores ecológicos, económicos, sociales, políticos y culturales existentes en cada momento y circunstancia concreta. Ejemplo: San Miguel de Tucumán y New York. - Paralelas: aquellas que coexisten de manera independiente. Ejemplo: servicio legal y servicio ilegal de transporte de pasajeros. - Superpuestas: aquellas que se entremezclan sin llegar a integrarse totalmente. Por ejemplo: “La ampliación de las comunicaciones y la implantación de la educación formal en los sectores campesinos ha dado lugar a la introducción de nuevos conceptos que, unas veces corresponden a lo que realmente significan en la sociedad de donde provienen; y otras son “acomodados” de acuerdo con el pensamiento de los grupos que los adoptan (Yañez Cossio, C. 1989; 95). - Impuestas: aquellas que han suplantado a otras a la fuerza. Ejemplo: la imposición de la cultura europea a las etnias aborígenes de América durante la colonia.
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Aunque nos cueste aceptarlo, en la práctica NO nos manejamos con las realidades propiamente dichas cual si fueran objetos con formas y límites precisos; por el contrario, lo que en la mayoría de los casos manejamos son ideas que en cierta forma las representan, por lo que las llamamos representaciones. Las ideas o representaciones elaboradas a través del proceso de socialización no son un producto casual ni se encuentran aisladas. Responden a un sistema basado en la realidad del mundo tal como es concebido e interpretado por cada grupo sociocultural. Esto significa que, aparte de las realidades estrictamente personales, predominantemente de naturaleza sicológica, en las que se ubican por ejemplo el gusto o la inclinación personal hacia determinadas cosas, existen realidades sociales que corresponden a formas de interpretación del mundo, compartidas por todos o por la mayoría los miembros de un grupo en un contexto y un momento dados. Veamos algunas clasificaciones de tipos de representaciones:
Representación: manera de ver, entender, interpretar o concebir una realidad tal como es concebida e interpretada por cada grupo sociocultural.
1) Según sean o no compartidas: Individuales: se refieren a actitudes originadas en la persona, producto de una experiencia particular, sin que existan condicionamientos de carácter grupal. Colectivas: son compartidas por todos, o por la mayor parte de los miembros de un grupo social. 2) Según la cantidad de conocimiento que posean: Completas: cuando existe un conocimiento lo suficientemente claro y explícito que permite comprender, analizar, explicar y, sobre todo, actuar con efectividad frente a determinado fenómeno. El ejemplo más claro es la representación que cada persona tiene de su propia realidad Incompletas: cuando falta algún elemento o aspecto del conocimiento global, sea por no encontrarse identificado o reconocido, o porque el grupo social no lo ha integrado a su saber. Este tipo de representación es el que con más frecuencia tenemos en relación con las realidades exteriores a nuestra persona, las que suelen ser incompletas en grados variables, pero incompletas al fin. 3) Provenientes de condicionantes sico-sociales: Míticas: interpretaciones de la realidad a través de la creación colectiva (mitos). Erróneas: producto de interpretaciones analógicas o basadas en comparaciones, a partir de semejanzas casuales. Estereotipadas: cuando se transforma un caso particular en situaciones generales, sin la debida comprobación. Prejuiciadas: parten de posiciones emotivas creadas antes de tener una experiencia real
Prejuicio: actitud desfavorable u hostil hacia personas que pertenecen a un grupo social o étnico diferente. La característica diferenciadora de un prejuicio es que se basa en estereotipos relativos al grupo contra el que va dirigido. Estereotipo: perpetuación de una imagen simplista de la categoría de una persona, una institución o una cultura. 6
sobre el hecho (defensa frente a lo desconocido, a lo diferente, etc., actitud de superioridad personal o grupal). A propósito de este último tipo de representación debemos decir que, los prejuicios son transmitidos generalmente a través de la familia, la escuela, las instituciones, y los medios masivos de comunicación. Sobre este aspecto debemos señalar dos cuestiones importantes para nuestra práctica laboral: 1) En particular las representaciones basadas en condiciones sico-sociales suelen ser uno de los principales condicionantes del trabajo profesional. 2) Debemos tener siempre en cuenta que se debe tratar de emplear representaciones lo más completas posibles respecto de la realidad con la que tengamos que trabajar. Por último debemos decir que las representaciones son como una puerta de entrada a las realidades, es decir, en la mayoría de los casos cuando tomamos contacto con determinada realidad, por ejemplo la de un cliente, lo hacemos a través de la representación que tengamos de la misma, la que por lo general suele ser incompleta y por el hecho de tener tal carácter suele, al menos al inicio de la interacción, crearnos algunas confusiones o apreciaciones erradas. Pero además de la representación que tengamos de la realidad del cliente, la que vale aclarar que con el tiempo se debería ir haciendo cada vez más completa en la medida que se vaya profundizando el trato, otra de las maneras más frecuentes de acceder a la misma es analizando el discurso del cliente, lo que nos posibilita tener acceso a lo que piensa y situaciones, ideas, problemas, etc.
Discurso: flujo comunicativo obtenido siguiendo una línea de enunciación simbólica que tiende a inscribirse en una posición social.
percibe acerca de hechos,
Respecto del discurso, Norman Long sostiene que el reconocimiento de discursos alternativos usados por o disponibles para los actores ofrece, por un lado, la noción de que la racionalidad es una propiedad intrínseca del actor individual, y por el otro, que ésta simplemente refleja la ubicación estructural del actor en la sociedad. Todas las sociedades contienen en su interior un repertorio de diferentes estilos de vida, formas culturales y racionalidades que sus miembros utilizan en su búsqueda de orden y significado, y en relación a las cuales ellos mismos (a sabiendas o no) desempeñan un papel en su afirmación o reestructuración. Por lo tanto, las estrategias y construcciones culturales empleadas por los individuos no se originan de una fuente desconocida, sino del stock de discursos disponibles (verbales o no verbales) que son en alguna medida compartidos con otros individuos, contemporáneos y tal vez predecesores. Igualmente en relación con el discurso debemos decir también que, en términos generales, éste suele estar basado en dos grandes tipos de conocimiento: Conocimiento científico: es producido socialmente en ciertas instituciones especializadas (universidades y centros de investigación), generalmente con fondos públicos, con instrumentos sofisticados, con una metodología definida, empleando una “jerga” o vocabulario específico, etc. Este conocimiento es escrito y sofisticado; 7
se requiere de especialistas para poder transmitir esta ciencia de una manera simplificada. Predomina en los profesionales. Conocimiento empírico (popular): resulta del saber producido por la sociedad fuera de ambientes institucionalizados. Se basa en las experiencias vividas que, al ser interpretadas y verificadas, se transforman en conceptos que integran el saber cultural; y se transmiten oralmente. Predomina en los NO profesionales. En la mayor parte de los grupos sociales -excepto el de los profesionales-, este segundo tipo de conocimiento adquiere en la práctica más importancia que el “científico”, en la medida que resulta ser el más empleado por la mayor parte de la población, no obstante ser sistemáticamente eliminado por el sistema escolar en lugar de establecer relaciones entre estos dos tipos de conocimiento. En todos los planos de la vida, pero muy especialmente en el referente a la actividad profesional, el punto de partida a partir del cual se desencadena cualquier acción, es la percepción que todo individuo tiene de las realidades; es un proceso por el cual reúne e interpreta la información de las mismas. Sirve como enlace mediador entre el individuo y su ambiente.
Percepción: procesos mediante los cuales el individuo llega a conocer a los demás y a concebir sus características, cualidades y estados interiores.
Pero más que la percepción en abstracto, lo que nos interesa específicamente es la percepción de hechos, fenómenos, procesos, personas, etc., que nosotros -en tanto profesionales- debemos observar y considerar. Una vez percibida determinada realidad, ésta origina un determinado conocimiento que es sometido al proceso de atribución, por el cual el individuo explica e interpreta los hechos que le acontecen. El conocimiento, una vez sometido al proceso de atribución genera en el individuo otro elemento muy importante, las actitudes. Toda actitud conforma una inclinación subyacente a responder a algo de manera favorable, desfavorable o indistinta; representa en cierto sentido el paso previo a determinada conducta y, de hecho, a partir de cambios de actitudes se logran cambios de conducta.
Actitud: Tendencia adquirida y relativamente duradera a evaluar de determinado modo a una persona, suceso o situación y actuar en consonancia con esa evaluación.
Sin embargo, el solo hecho de conocer la actitud que una persona tiene hacia otra o hacia algo no necesariamente permite predecir con exactitud el comportamiento que manifestará; solo hace referencia a la inclinación o tendencia del sujeto. Toda actitud tiene tres componentes: - Cognitivo: modo en que se percibe un objeto, suceso o situación; pensamientos, ideas y creencias acerca de algo. - Afectivo: sentimientos o emociones que un objeto, suceso o situación suscita en un individuo.
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- Conductal: tendencia o disposición a actuar de determinadas maneras con referencia a algún objeto, suceso o situación. La definición pone el acento en la tendencia, no en la acción en sí. Por último. Sobre la base de los tres componentes que definen a toda actitud, ella desencadena comportamientos concretos con el propósito de abordar determinadas situaciones que son las que dieron origen a un proceso concreto de definición de la situación.
Situación: conjunto de factores sociales que influyen en la experiencia o conducta de una persona en un lugar y momento determinados.
Para cerrar este capítulo debemos concluir que, el proceso hasta aquí sinterizado, que desemboca en la definición de la situación define el que en grandes rasgos deberíamos desarrollar en nuestra práctica cotidiana de trabajo como profesionales.
Definición de la situación: significado que dan las personas a sus circunstancias inmediatas; interpretación que hacen de los factores sociales que influyen en ellas en cierto momento y lugar.
A modo de síntesis reveamos la referida secuencia:
PERCEPCION > CONOCIMIENTO > ATRIBUCION > ACTITUDES > COMPORTAMIENTOS
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA – Delgado, J. y Gutiérrez, J. (1999) Métodos y Técnicas Cualitativas de Investigación en Ciencias Sociales. Síntesis. Madrid. – Garvía, Roberto (1998) Conceptos Fundamentales de Sociología. Alianza. Madrid. – Long, Norman (1992) Introduction. Battlefields of knowledge. Rotledge. London. – Vander Zanden, James (1995) Manual de Psicología Social. Paidós. Barcelona. _ Yáñez Cossio, Consuelo (1989) Representaciones y conceptos estructurantes. Contribución al método. En Capacitación y participación campesina. Instrumentos metodológicos y medios. IICA, San José de Costa Rica.
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