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El Mundial de Clubes
| Domingo 21 De Diciembre De 2014
El tesón de San Lorenzo fue insuficiente para la hazaña
El planteo cauteloso se derrumbó con el gol de Sergio Ramos; no tuvo reacción ni capacidad ofensiva para comprometer a Real Madrid, que se sintió campeón desde el comienzo del segundo tiempo, con el tanto de Bale tras un error de Torrico
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NuNca arriesgó Aguantó media hora
Nunca se animó a arriesgar, tal vez con la certeza de que Real Madrid, en un hipotético mano a mano, podría haberlo lastimado con una diferencia mayor. Tuvo una primera parte, durante 30 minutos, de un excelente rigor táctico. Y se acabó el partido con el cabezazo de Ramos.
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No cambió el plaN Romagnoli entró tarde
En desventaja, permaneció con la misma idea táctica, la del orden, la de la entrega, la de la solidez. Apenas se soltó con el ingreso de Romagnoli, muy tarde. Kalinski, más allá del error en la salida que derivó en el tanto de la apertura, siempre fue el hombre más peligroso.
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Se empieza a definir la final: Sergio Ramos, emblema del Madrid, festeja su tanto de cabeza, o sufre Torrico
Ariel Ruya
ENVIADO ESPECIAL
M
ARRAKECH.– Van 25 minutos del primer tiempo, hay lateral para el Madrid. Pepe toma el balón…, que se le escapa de entre las manos, en una risueña imagen. Real Madrid, a esas alturas, es eso mismo: un equipo desorientado, por la fricción, por el tesón, por el empuje, por el compromiso táctico azulgrana. Lucha, pierna fuerte. Patadas leales al viento. Un cerrojo de los de antes, de aquellos italianos, de la época del catenaccio azzurro. El arte de embarrar la cancha, ésa es la perfección azulgrana. El Madrid, por fortuna (por las limitaciones nuestras, por las habilidades ajenas), se entromete en la tierra. De cabeza. Apenas un tiro lejano de Benzema encuentra respuesta en Torrico: el gigante está apichonado y el humilde, en la convicción de la fuerza, gana el partido a su manera en el 0-0. Van
algo más de 30 minutos y el castillo, creado para evitar fantasmas, construido para rechazar grandezas, se derrumba en un córner, en un cabezazo. Sergio Ramos es un charlatán de feria fuera del campo y un guerrero en el césped: hay pocos como él en el mundo de los zagueros. En el salto, no sólo le gana por un metro a Yepes: acaba con la idea original de San Lorenzo. La destroza desde las alturas, incapaz de exhibir la habitual belleza de la velocidad y la precisión. La derrota parcial debió cambiar el libreto. Algunas páginas de ese libro, de marcar y luchar, de correr y sudar, de no avanzar más allá de tres o cuatro metros, al menos para espiar de qué está hecho Pepe, qué aliento tiene Casillas, no aparece ni en las páginas del final. No había una sola coma, una sola línea de ver qué puede ocurrir si se traspasa la mitad del campo de juego. Si se anima, si sueña, como exige el conductor. Los millones de diferencia, las estrellas y los valientes, los títulos dorados y las
cuentas pendientes, tal vez todo eso haya jugado en el espíritu azulgrana. Que perdía y seguía en las sombras. Que caía y nunca jamás lo miró cara a cara. La pelota fue de Isco, fue de Kroos, fue de Bale, fue de James. Sin brillos, sin lujos, con una superioridad aburrida. Nunca hubo partido. Ni siquiera en aquellos primeros 30 minutos: el gol iba a caer de alguna manera. Iba a caer. Bale y se acabó la historia Torrico se sorprendió con el débil remate de Bale y se acabó la historia, si es que empezó alguna vez, apenas abierto el telón del segundo acto. Benzema pudo elevar la cuenta, el más enérgico, el más peligroso. Cristiano siempre anduvo en su mundo, pintando acuarelas en el aire. El balón, de punta a punta, generalmente volando por la mitad. En la soledad, el primer disparo al arco del Ciclón: a los 8 minutos de esa segunda mitad, arriesga Kalinski. Una fotografía, un símbolo. Real Madrid aprieta el acelerador
iNalcaNzable Un Real Madrid de figuras
Real Madrid es un elenco extraordinario, que alcanza los 22 triunfos seguidos, todo un récord en estos tiempos. Sus figuras son consagradas y San Lorenzo las admira de lejos. Nunca le faltó el respeto, jamás creyó en el milagro. Es un buen equipo, sin jerarquía individual. afp
sólo cuando se le da la gana. Entra Matos… y sale Cauteruccio, entre insultos. Un rato antes, Romagnoli se presenta en sociedad. El símbolo de siempre no le teme al posible ridículo, cree en la reivindicación. En el mundo del juego desigual, apuesta al descuento, cuando todo el campamento azulgrana (el plantel, el cuerpo técnico, la hinchada), temía al tercer hipotético gol. A la goleada. Pipi se anima. Se entusiasma Kalinski, de examen aprobado con notas superlativas si se recuerda de dónde viene y de qué jugaba tiempo atrás. Otra vez, Kalinski, más tarde Mercier: no sólo Casillas está en el campo, sino que ataja de maravillas cuando lo prueban. Cuando está a punto de colgarse la medalla del finalista, el Ciclón recuerda que el juego es algo más que orden y destrucción. Algo más que admiración a un elenco inmaculado. Se hace tarde, ya es de noche. El oro es de los otros. San Lorenzo se calza la medalla de plata, la que vino a buscar.ß
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san lorenzo Sebastián Torrico 5 Julio Buffarini A 6 W. Kannemann A 5 Mario Yepes 4 Emmanuel Mas 5 Juan Mercier C 6 Gonzalo Verón 4 Néstor Ortigoza A 5 Enzo Kalinski 7 Pablo Barrientos A 5 Martín Cauteruccio 5 DT: Edgardo Bauza
Cambios, ST: 11m, Leandro Romagnoli (7) por Verón; 15m, Mauro Cetto (5) por Yepes y 22m, Mauro Matos por Cauteruccio. Suplentes: Leonardo Franco, Matías Catalán, Facundo Quignon, Fabricio Fontanini, Héctor Villalba, Ramiro Arias, Juan Cavallaro y Nicolás Blandi.
real madrid
Iker Casillas C Daniel Carvajal A Sergio Ramos A Pepe Marcelo Isco Toni Kroos James Rodríguez Gareth Bale Karim Benzema Cristiano Ronaldo DT: Carlo Ancelotti
6 6 8 6 5 5 6 5 8 7 5
Cambios, PT: 43m, Fabio Coentrao (7) por Marcelo. ST: 27m, Alvaro Arbeloa por Carvajal, y 44m, Raphael Varane por Ramos. Suplentes: Keylor Navas, Fernando Pacheco, Nacho, Sami Khedira, Álvaro Medrán, Asier Illarramendi, Chicharito Hernández y Jesé. Gol, PT: 36m, Ramos. ST: 6m, Bale.
árbitro: W. López , de Guatemala (regular) Estadio: Grand Stade, de Marruecos
