Le Corbusier y su obra

El poeta de la arquitectura

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ron los arquitectos contemporáneos. De esto sabe mejor que nadie Heidi Weber, durante más de medio siglo embajadora de Le Corbusier por el mundo. Es una tarde cálida de enero y estamos en las salas de la Fundación Atchugarry con vista al campo quebrado de Manantiales. Heidi está sentada en un sillón diseñado por el maestro en 1927. Otra de sus genialidades. Este Sillón Grand Confort Pequeño fue una de las razones del primer encuentro de la señora Weber, graciosamente coqueta a sus años, con el maestro, a fines de los cincuenta. Heidi lo visitó en el sur de Francia, quería su permiso para reproducir los muebles en serie y exhibirlos en el local de diseño que regenteaba en Zurich. Le Corbusier dijo sí, y nació una amistad fecunda y duradera. En poco tiempo, la colaboración tomó la forma de productos seriados, realizados en talleres suizos, y comercializados entre 1958 y 1966. La famosa poltrona, hoy moneda corriente en toda decoración de alto estilo, era entonces un mueble revolucionario. En la butaca, Le Corbusier incorpora la estructura metálica como soporte de un cubo de LA FIGURA FEMENINA. Es un tema recurrente en sus esculturas

GENIO Y FIGURA. Heidi Weber sentada en la ya clásica butaca diseñada por Le Corbusier

PLAYA Y ARTE. La fórmula que propone el balneario esteño

cuero, asiento confortable con memoria industrial, inspirado en la butaca de un prototipo de carrera. La exposición tiene como eje central los tapices formidables que el maestro imaginó como un mural nómade, elemento estético y acústico al mismo tiempo. Es circular la recorrida por las luminosas salas enhebradas por los textos. La palabra escrita del poeta, desde el enunciado mayor de la mano abierta en el “Poema del ángulo recto” (ver recuadro). Heidi se demora en cada obra y -mitad en francés, mitad en inglés- recuerda el peregrinaje de años por museos y fundaciones para lograr el verdadero reconocimiento de este artista universal. El símbolo taurino, la mano y la mujer, robusta y fuerte, como en las bañistas escultóricas de Picasso, están presentes en sus trabajos, ¿Influencia de Léger, de Picasso? “De ninguna manera, simplemente contemporáneos”, cierra el comentario, sin lugar a discusión, la señora Weber. La conocí en el verano de 2009 en el rancho marítimo de Dudu y Hubertus von Thielmann, en La Barra. Con los dueños de casa, Charles de Ganay y Jean Louis Larivière, fuimos testigos de la pasión de Heidi por conquistar un espacio y traer la obra de Le Corbusier de Zurich a Manantiales. Una epopeya. Ocho meses de trabajo, una inversión enorme y mucha pasión resumen el empeño puesto por esta mujer frágil que no conoce límites. En 1967 comenzó la construcción de la Fundación Heidi Weber en Zurich (foto derecha) el último proyecto de Le Corbusier, con sus parasoles, la terraza jardín y las paredes móviles de colores. Un mecano-contenedor para esta colección que espera al visitante en el paisaje charrúa.

esulta imposible imaginar la arquitectura contemporánea sin las lecciones del gran teórico y maestro (de Mies, de Gropius) que fue el suizo-francés Le Corbusier. Lo que hoy vivimos con la mayor naturalidad, como pueden ser los ventanales inmensos dueños del paisaje circundante, o la rampa como vía de acceso, fueron ideas constructivas nacidas de una mente brillante e inquieta que dibujaba a mano alzada, sus colaboradores dicen que no hacía planos... los dictaba. Detrás de esas búsquedas centradas en el uso del espacio en la relación con las necesidades del hombre -cuya mejor ejemplo es el Modulor, la proporción aúrea en arquitectura- está la poesía. Con “La mano abierta”, dibujada un 23 de agosto, curiosamente Pablo Atchugarry nació también un 23 de agosto, escribió : “La mano abierta para recibir/abierta para que todos vengan y tomen/ las herramientas en la mano/ las caricias de esa mano/ uno prueba la vida amasando con las manos/ la vista reside en el tacto/ a manos llenas he recibido/ a manos llenas doy”. Palabras de poeta.

MUSEO DE ZURICH. El último proyecto que alberga su obra

Sábado 23 de enero de 2010 | adn | 23