El PJ muestra desorientación por la marcha del

Lo úni- co en que coinciden, aun sin certeza alguna, es en que hay poca chance de que Cristina le ... convergencia sindical está pensada para hacer frente a ...
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POLÍTICA

| Lunes 13 de enero de 2014

El PJ muestra desorientación por la marcha del Gobierno

señales. Los caciques del conurbano y los

gobernadores esperan gestos de Cristina

Jesica Bossi LA NACION

El diagnóstico se repite, en voz baja, al interior del peronismo: corrida Cristina Kirchner de la centralidad de la escena pública y con el gabinete envuelto en intrigas, hay incertidumbre sobre la marcha del Gobierno y el escenario que se abre en un año que asoma complicado en el frente económico. “Falta claridad”, resume un intendente bonaerense, de los más alineados con Olivos, desde su minidescanso en la costa. Sin instrucciones ni un interlocutor que consideren válido para transmitir la voluntad presidencial, la mayoría aguarda una señal directa de la jefa del Estado. Les preocupa el rumbo del modelo: si habrá recorte de gastos, aumento de tarifas, fondos para mantener obra pública y cómo manejar el reclamo salarial. Ante la ausencia de los habituales actos oficiales en Balcarce 50 y el vacío de una línea de acción concreta, gobernadores y jefes comunales aflojaron también sus agendas y se esperanzan con que en marzo Cristina retome la iniciativa y le imprima otro ritmo a la gestión. Para esa fecha, también está prevista la definición de la nueva cúpula del PJ nacional, una pulseada que toma relevancia en la antesala de la batalla de 2015. Si bien la prioridad de la Casa Rosada se concentra hoy en el intento de moderar la inflación y domar el dólar, en algunos despachos oficiales analizan los caminos para dirimir la conformación del consejo partidario, cuyos miembros tienen los mandatos vencidos. Según explicó un dirigente a la nacion, uno de los proyectos en estudio es reformar la carta orgánica y, entre otros retoques, volver al viejo sistema de sufragio indirecto. Es decir, que las autoridades sean elegidas por congresales y no por el afiliado. Otra alternativa que se baraja es convocar al Congreso partidario y que allí surja una mesa de mando, bajo la forma de una comisión de acción política. La idea, sobre todo, es evitar el despliegue de estructura y fondos que implica realizar una elección a nivel nacional, en un clima de preocupación por las cuentas en rojo. Y, claro, el Gobierno no modela en sus planes una interna con competencia real, sino la unción de una lista única. Se descuenta que los gobernadores ejercerán influencia en la metodología y la consagración del nuevo jefe, aunque será determinante la palabra de la Presidenta. “Ella conduce”, reconocen. Lo único en que coinciden, aun sin certeza alguna, es en que hay poca chance

de que Cristina le regale esa butaca a Daniel Scioli, que ocupa la conducción formal del cargo desde la muerte de Néstor Kirchner. “Manejarse a la distancia y con señales no es nada bueno”, insiste un cacique del conurbano, que quiere que el Gobierno tercie en la avanzada de las policías comunales, una propuesta que moviliza el gobernador y algunos intendentes resisten. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, no se convirtió –por lo menos, por ahora– en el interlocutor que soñó la dirigencia del PJ apenas fue ungido en su sillón. El chaqueño, que desplegó un operativo de contención de sus ex colegas gobernadores, apenas sobrevoló el contacto con la tropa de intendentes: cruzó llamadas telefónicas y recibió, en distintas reuniones, a emisarios de la primera y la tercera sección electoral, entre ellos, Francisco Gutiérrez (Quilmes), Julio Pereyra (Florencio Varela), Martín Insaurralde (de licencia en Lomas de Zamora), Mariano West (Moreno) y Hugo Curto (Tres de Febrero), entre otros. No hubo definiciones en esas charlas, que fueron casi introductorias y tampoco coordinaron próximas citas. Hay distintas lecturas sobre la retirada de Cristina, a la que algunos consideran parte de una estrategia y otros, una consecuencia del cuidado de su salud. “Lo interpreto como un repliegue, una impasse, para mirar un poco el juego desde afuera y evitar el desgaste”, sostiene un dirigente. En su visión, la ausencia de la Presidenta generó por decantación que otros actores del mapa político comenzaran a mostrar sus fichas por adelantado. También tuvo impacto dentro del oficialismo. Ya no todos piden permiso para jugar ni armar por cuenta propia. Así, pulula, sólo en territorio bonaerense, un desfiladero de aspirantes multitarget –a la gobernación o la presidencia– para 2015: el propio Scioli, Julián Domínguez, Florencio Randazzo, Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Gabriel Mariotto y hasta Aníbal Fernández sueña con ser candidato (ver aparte). Se lanzó la lucha por la instalación de figuras en un año al que consideran “corto”. Con el Mundial de fútbol en junio, hasta ese momento creen que corre el tiempo de descuento para hacer crecer su imagen en un contexto de unidad y antes de que la atención se centre en las piernas de Lionel Messi. Después de ese evento, creen que ya no habrá margen: se suelta la pelea interna peronista para suceder a Cristina Kirchner.ß

Aníbal Fernández no descarta ser candidato El senador se anotó en la carrera rumbo a 2015; negó que la Presidenta esté ausente Habituado a sus verborrágicas declaraciones, el senador nacional Aníbal Fernández (Frente para la Victoria) reveló ayer que no descarta presentarse como candidato a presidente en 2015 “para competir con cualquier fuerza que se ponga enfrente”. De esta manera, se transformó en el quinto funcionario del kirchnerismo en manifestar su interés por participar de la interna por la sucesión. Con distinto tono y en diferentes circunstancias, ya hicieron públicas sus aspiraciones en el kirchnerismo el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Ante la pregunta sobre dónde se veía a sí mismo en 2015, respondió: “Participando con algún compañero al que le den muy bien las cosas [...] o presentándome como candidato en las PASO. [...] A presidente, no lo descarto. De última, es más volumen político y más consolidación del candidato si a mí no me fuera bien. Nunca perjudicaría, al contrario”. Fernández cuestionó, además, a quienes consideran que la presi-

denta Cristina Kirchner está sola o alejada del Gobierno: “Sigue absolutamente compenetrada con la situación nacional”, aseveró en la entrevista a Página 12. “Las decisiones las toma el presidente de la Nación. Ella es la que baja línea.” Dudó, además, de la efectividad de los acuerdos de precios para combatir la inflación, aunque matizó que “sí pueden servir circunstancialmente”: “No estoy muy seguro de que sean tan potentes o tan criteriosos como para resolver algún tipo de problema determinado”. Por otro lado, con respecto a los cortes de luz, el ex jefe de Gabinete confirmó que faltó inversión y que “si en algún momento hay que sacárselas [las concesiones a las empresas de distribución de energía], se les va a sacar. No podés dejarlas en manos de un tercero que vino a llevarse mucha guita y no le resuelve el problema al usuario”. Fernández culpó de los saqueos ocurridos en diciembre, que causaron la muerte de 14 personas, a “500, 600 [policías] que hicieron quilombo”, en referencia a los acuartelamientos. Y rechazó la idea de crear policías municipales: “Es un ensayo de laboratorio que llevado a la práctica puede traer más dolores de cabeza que soluciones”. Consultado sobre la influencia que los aumentos a la policía podrían tener en las paritarias que negocia el Gobierno con los gremios, dijo: “Hay que ser moderado” para evitar un “efecto dominó”.ß

el escenario

El Gobierno no se mueve; el resto, sí Carlos Pagni —LA NACIoN—

Viene de tapa

Barrionuevo y Moyano hicieron una exhibición de fuerza alineando a la totalidad del gremialismo del transporte: los camioneros, los colectiveros de Roberto Fernández, los ferroviarios de Omar Maturano y los aeronáuticos de Ricardo Cirielli. En esta congregación está insinuada la capacidad de parar el país. Sin embargo, como están acostumbrados a que Cristina Kirchner los haga responsables por todas las plagas que la afectan, Barrionuevo y Moyano prefieren disimular ese poder. Por esa razón, al terminar la entrevista dijeron que al buscar la unidad de la CGT pretenden garantizar la paz social. Un hobby que no se les conocía. También hicieron una defensa preventiva de la libertad sindical. Como a la Presidenta le gusta anunciar una “democratización” cada vez que inaugura las sesiones del Congreso, temen que el 1° de marzo les toque a ellos. Barrionuevo y Moyano convocarán a un nuevo encuentro el próximo 20. Antes contactarán al secretario general de la CGT-Balcarce, Antonio Caló, y a José Luis “Mr. Cloro” Lingeri, de Obras Sanitarias, para que a esta segunda asamblea concurran también los gremialistas ligados al Gobierno. El objetivo es avanzar hacia la unidad sindical en marzo. Para esa fecha se estarán discutiendo las paritarias, clave de bóveda del ajuste de Axel Kicillof. Casualidad cero: la convergencia sindical está pensada para hacer frente a una política cuya supervivencia depende de una caída en el salario real. La innovación más llamativa es que a la reunión del 20 también estarán invitados los candidatos presidenciales con que hoy cuenta el peronismo: Sergio Massa, Daniel Scioli y José Manuel de la Sota. Los organizadores quieren que los tres escuchen sus propuestas sectoriales y que expongan los programas que están elaborando. El desafío mayor es el de Scioli: anfibio como siempre, negocia con herejes como De la Sota y Moyano, pero no se separa de Cristina Kirchner. Los gremialistas que conducen las tratativas de unidad pretenden

tomar contacto con los empresarios, que también empezaron a congregarse. Pero en las entidades agropecuarias, en la banca y en la UIA existe alguna prevención. Antes de cualquier aproximación quieren estar seguros de que no serán usados en una maniobra que afecte la estabilidad de la señora de Kirchner en beneficio de algún candidato a sucederla. ¿Quién sería ese candidato? ¿Massa, cuyos reclamos al Gobierno son cada día más urgentes? ¿O Scioli, que analizó con De la Sota la eventualidad de un final abrupto del kirchnerismo? Para no quedar contaminados con hipótesis conspirativas, los hombres de negocios que se reunieron el martes pasado en la Rural han establecido que sus encuentros serán públicos. La intención es reducir la segmentación del campo empresarial para elevar una propuesta al Gobierno y a los candidatos del año 2015. La reunión de la Rural fue el resultado de conversaciones más o menos discretas, que comenzaron al cuidado de Jaime Campos en la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y se desplazaron después a otras entidades. El antecedente inmediato fue un encuentro en el Hotel Intercontinental, convocado por la Mesa de Enlace agropecuaria y los grupos CREA, al que concurrieron dirigentes de la UIA. La asamblea del martes pasado fue preparada por Luis Miguel Etchevehere, el presidente de la Rural, en consulta con el filósofo Santiago Kovadloff. La concurrencia esta vez fue inusual: estuvieron las entidades del campo, la UIA, AEA, Adeba (la banca nacional), ABA (bancos extranjeros), la Cámara Argentina de Comercio, las cámaras de comercio española, estadounidense y brasileña; ACDE, IDEA, la Comisión de Justicia y Paz, y el Colegio de Abogados, entre otras organizaciones. El grupo, que se presenta como un Foro de Convergencia Empresarial, volverá a reunirse el próximo 28. Entre los asistentes está circulando un texto de Kovadloff, resultado del intercambio con varios empresarios. El documento sostiene que el país

enfrenta un problema de naturaleza política, por las dificultades que encuentra una dirigencia desarticulada para liderar un cambio modernizador; y que debe activarse una red sectorial a fin de distender el clima público de este año y acordar una agenda para más allá de 2015. Una peculiaridad de estos seminarios es que contienen a organizaciones gremiales, como la UIA, Adeba o la Rural, y a otras que no expresan reclamo alguno, como ACDE o IDEA. La ambivalencia es deliberada: a los empresarios no les interesa quedar identificados con reivindicaciones que hagan más endemoniado el manejo de la crisis. El desencadenamiento de estos procesos tiene un primer significado relevante: exhiben, acaso de manera involuntaria, un nuevo fracaso del Gobierno. El diálogo sectorial al que convocaron la Presidenta, Jorge Capitanich y Kicillof está signado por la censura y el sectarismo. Las cuestiones por tratarse son definidas por los funcionarios sobre la base de tabúes. Por ejemplo, no se permite hablar de la inflación. Además, hay actores sometidos a bolilla negra: la Mesa de Enlace agropecuaria, la CGT de Barrionuevo y la CGT de Moyano. Curioso: son los que ahora tomaron la iniciativa. Es un error, sin embargo, suponer que la movilización sectorial que se ha activado, con una intensidad que no se ve desde el año 2001, es sólo la respuesta a un déficit del Gobierno. La política, en general, no logra asegurar un horizonte, debilitada por su gran fragmentación. El oficialismo, sin reelección presidencial, sigue sin encontrar una candidatura que le permita sobrevivir más allá de 2015. La “solución Capitanich” fue apenas un suspiro. Al jefe de Gabinete se le anima hasta Aníbal Fernández. Barrionuevo le dedicó desde Mar del Plata uno de sus desopilantes aforismos: “Cuando llegó, Coqui era King Kong; pero lo convirtieron en la mona Chita”. Scioli cree que ese traspié lo relanza como “candidato natural” del oficialismo. También lo entusiasma que el Gobierno retenga a la mayoría de los gobernadores, a pesar del des-

concierto ante la tormenta socioeconómica. Habrá que discernir si esa obediencia no es una ilusión óptica. Es decir, si por debajo de una disciplina atada a razones fiscales no se preparara desde ahora, en conversaciones sigilosas, un éxodo de último minuto hacia el Frente Renovador de Massa, que sigue reinando en las encuestas. En Entre Ríos, Catamarca, Salta y Misiones se pueden detectar las primeras migraciones. Si el descongelamiento del kirchnerismo tarda en producirse, a Massa le costará vencer su límite territorial. Por esta razón, dirigentes de Pro, como Federico Pinedo o Jorge Triaca, aventuran que Massa y Mauricio Macri están condenados, al final del camino, a encontrarse en una interna. La división afectará más al peronismo si prospera la integración electoral de la UCR (Sanz), el socialismo (Binner), la Coalición Cívica (Carrió), GEN (Stolbizer) y Libres del Sur (Tumini). El talón de Aquiles de esta composición está en la provincia de Buenos Aires. Pero los “socialdemócratas” tienen posibilidades nada desdeñables en la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes –donde ya gobiernan–, Córdoba –sobre todo si los radicales se alían con Luis Juez–, Mendoza, Santa Cruz, Jujuy, La Rioja y Catamarca. Este conglomerado no peronista se ufana de contar con 85 legisladores nacionales. La cifra es interesante para una fuerza opositora, pero insuficiente para quien pretenda gobernar. Massa y Macri no controlan bloques más numerosos. Esta aritmética presagia un desenlace: cualquier esquema de gobernabilidad posterior a 2015 deberá basarse en un acuerdo. ¿Qué características tendrá? ¿Será el improbable armado de una coalición electoral como la que formó la oposición en Venezuela? ¿O se parecerá a la convergencia mexicana, en la que todos los partidos se comprometieron con un pliego de reformas estructurales? Son las incógnitas que han comenzado a descifrar en pleno verano, y antes que los dirigentes políticos, los gremialistas y empresarios, que multiplican sus reuniones.ß

Cobos y Solanas se reúnen y no quieren quedarse fuera del frente no kirchnerista

estrategia. Ambos quedaron molestos al ser excluidos de la reunión que Binner y Sanz

compartieron en Rosario; intentarán sentar las bases para un espacio socialdemócrata

Jaime Rosemberg LA NACION

Hace dos semanas, los unió la sorpresa y el enojo apenas contenido por sentirse excluidos de una foto importante. Ahora, Julio Cobos y Fernando “Pino” Solanas están decididos a sumarse para equilibrar fuerzas con Hermes Binner y Ernesto Sanz, promotores de la reunión en Rosario. Esa reunión había dado el puntapié inicial para la construcción de una propuesta unificada de centroizquierda no kirchnerista con miras a 2015. En principio, Cobos y Solanas se reunirán mañana en la casa del cineasta y flamante senador nacional, en Olivos. La agenda, según contaron a la nacion cerca del ex vicepresidente, tendrá dos puntos centrales: los proyectos legislativos a impulsar en el Congreso y la necesidad “de seguir dialogando para armar un espacio socialdemócrata, que es lo que reclama la sociedad”, afirmaron las fuentes. No serían, por cierto, los únicos participantes del cónclave: ausente Fernando Sánchez (CC-ARI), que fue invitado pero estará de viaje, un representante cercano a Elisa Carrió también dirá presente. Voceros del ahora diputado mendocino intentaron bajarle el tono a la polémica, luego de que el propio Cobos confirmó días atrás a la nacion que “no fue invitado” a la reunión de Rosario presidida por Binner y en la que estuvieron Sanz (titular de la UCR), Margarita Stolbizer (GEN), Humberto Tumini (Libres del Sur) y Pablo Javkin (CC-ARI), entre otros dirigentes. “No es contra nadie, sino complementario de lo que ya se hizo”, afirmaron cerca del ex vicepresidente, que pondrá hoy fin a sus vacaciones en la costa atlántica. Más allá de la diplomacia, Cobos y otros dirigentes de la UCR expresan (por lo bajo o en voz alta) su disconformidad por la jugada de Sanz, a quien endilgan un “acuerdo con Binner” para compartir una eventual fórmula presidencial en 2015

Fernando Solanas y Julio Cobos y haberle “regalado el escenario” al ex gobernador socialista en la primera cita conjunta. “Hay que volver a la cohesión, a trabajar juntos, sin mezquindades”, afirmó a la nacion Mario Barletta, diputado por Santa Fe y antecesor de Sanz en la presidencia del Comité Nacional partidario. Al igual que Cobos, ni Barletta ni otros dirigentes, como Ricardo Alfonsín (candidato presidencial del partido en 2011), fueron de la partida en el encuentro multipartidario, al que tampoco asistió Elisa Carrió, aunque en representación de la líder de la CC-ARI concurrió el diputado Sánchez.

“Que se reúnan Cobos y Solanas y dialoguen es muy bueno. Los dos son dirigentes con mucha trascendencia y muchos votos”, afirmó Sánchez a la nacion. “No hay peleas, es un espacio muy grande con distintos actores que se está acomodando”, opinó el diputado cercano a Carrió. Otro radical, escudado en el anonimato, dio una versión más descarnada de las peleas internas que ya vuelven a sacudir a la UCR en su relación con los socios políticos. “Quieren esmerilar a Julio (Cobos) y dejarlo fuera de carrera. Pero él va a jugar su juego”, afirmó un diputado radical con tonada litorale-

ña y conocimiento de los vericuetos partidarios. ¿Qué dice Sanz? “Que cada uno se reúna con quien quiera. Mi rol y mi obligación es avanzar en el armado de los partidos”, comentaron cerca del senador mendocino y presidente de la UCR. Los voceros también agregaron que “Sanz le explicó a Solanas cuál era su rol y él lo entendió perfectamente” y que el titular partidario “hablará con todos” para conseguir unificar posiciones de cara al futuro. Sin perder los buenos modales, Cobos y Solanas mostrarán su foto conjunta como advertencia para sus socios del flamante espacio.ß