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emburg, en Baviera: en ambos casos alquiló habitaciones baratas en ca- ... Por esa razón, pese a que su historia haya sido contada ya por la prensa alemana ...
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el PAPA QUe romPió el tAbú del divorcio En lo que lleva de pontificado, Francisco habló varias veces sobre los divorciados vueltos a casar; llamó a “no condenarlos” y a “incluirlos” en la Iglesia

| Sábado 1º de marzo de 2014

29 de julio de 2013

17 de septiembre de 2013

29 de julio de 2013

29 de julio de 2013

Entrevista en el avión de regreso al Vaticano tras la Jornada Mundial de la Juventud, en Río

Encuentro con sacerdotes de Roma

Entrevista con la revista jesuita Civiltà Cattolica

Primera exhortación apostólica de Francisco

“Creo que este problema [el acceso a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar] hay que estudiarlo en el marco de la pastoral matrimonial”

“Nuestro deber es buscar otra vía, dentro de la justicia, para ellos [los divorciados vueltos a casar]. El problema no se puede reducir a si pueden tomar la comunión o no”

Reconoció que la Iglesia necesita reformas y dijo que es urgente “curar heridas”, “dar calor” y “acompañar a las personas a partir de su condición”, lo que incluye a los gays y a los divorciados vueltos a casar

“A menudo nos comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana. Es la casa donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas”

Ilustraciones: Huadi

el Mundo Edición de hoy a cargo de Inés Capdevila | www.lanacion.com/mundo

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caMbios en el vaticano | nuevo mensaje de acercamiento

Francisco dio otro paso de apertura hacia los divorciados Afirmó que es preciso “acompañar” y “no condenar” a quienes sufren el “fracaso” de su matrimonio CIUDAD DEL VATICANO.– El tema es fuente de divisiones en el Vaticano. Pero, lejos de amedrentarse, Francisco volvió a demostrar que los divorciados son una prioridad de su tarea pastoral, al afirmar ayer, en la misa que celebra cada mañana en la Casa de Santa Marta, que es preciso “acompañar” y “no condenar” a quienes sufren el “fracaso” de su matrimonio. El Papa dio así otro paso en su apertura hacia “los hermanos y las hermanas que han sufrido el fracaso del amor en sus vidas” y llamó a “estar cerca” de ellos. “Cuando el amor fracasa, porque muchas veces fracasa, debemos sentir el dolor del fracaso y acompañar a las personas que tuvieron este fracaso en su propio amor”, dijo el Papa en su homilía, que fue difundida por Radio Vaticano. “¡No hay que condenarlos! ¡Hay que caminar con ellos!”, afirmó el Santo Padre, que exhortó a no hacer “casuística” con su situación. “Ésta es la trampa, detrás de la casuística hay siempre una trampa. Contra la gente, contra nosotros y contra Dios”, dijo el Pontífice, que cerró su sermón con un pedido a Dios de “gracia para no caer en los comportamientos casuísticos de los fariseos”. Tras mostrar acercarse a los divorciados, Francisco exaltó luego la belleza del matrimonio cristiano, la unión de un hombre y una mujer, “obra maestra de la creación”. Poco después, se supo que el Papa había cancelado un compromiso debido a que se sentía mal. Según comunicó el Vaticano, Francisco no asistió al Pontificio Seminario Romano debido a que tenía “un poco de fiebre”, por lo que se le aconsejó reposo. Los nuevos retos de la Iglesia ante los cambios de familia, entre ellos el de los divorciados, están al tope de los temas que, en los últimos días, el Papa analizó en reuniones con cardenales y obispos, en preparación para el sínodo extraordinario de octubre, que se centrará en “los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización”. El encuentro tendrá lugar en el Vaticano, entre el 5 y el 19 de octubre. La cuestión que genera más controversia es cómo debe manejarse la Iglesia con los divorciados que volvieron a contraer matrimonio y que actualmente no están autorizados a participar en la parte más sagrada de la misa católica, la sagrada comunión. Hace diez días, de hecho, se celebró una inédita reunión del Papa con 150 cardenales de todo el mundo para discutir temas relativos a la familia, entre ellos el conflictivo asunto de la comunión a los divorciados

vueltos a casar. Según reveló luego el cardenal Philipe Barbarin, arzobispo de Lyon, en Francia, ese denominado consistorio extraordinario –el primero del Colegio Cardenalicio desde que fue electo Francisco– dedicó “de 80 a 90%” del tiempo a discutir el tema. La cuestión de permitir que los divorciados que contrajeron matrimonio por segunda vez reciban la sagrada comunión afectaría a millones de católicos en todo el mundo. Tan sólo en Estados Unidos, el 25% de las parejas católicas terminan en divorcio. Un reciente estudio de la cadena Univisión en 12 países de mayoría católica, en tanto, mostró que el 75% de los europeos, el 67% de los latinoamericanos y el 59% de los estadounidenses no están de acuerdo con la Iglesia Católica en este tema, mientras que en África el 19% de los interrogados estuvo en contra. Se trata de una cuestión que provoca una gran angustia en muchas parejas católicas, que dicen ser tratadas como creyentes de segunda categoría, y que condujo a actos de desafío. Esta semana, en tanto, el arzobispo de Buenos Aires y flamante cardenal argentino Mario Poli reconfirmó que en el sínodo de octubre se discutirá levantar la prohibición de comulgar para las personas divorciadas. Desde que fue electo, el 13 de marzo pasado, el Papa envió mensajes conciliadores a los divorciados en muchas ocasiones. La última vez había sido a principios de febrero, cuando en un discurso dirigido a obispos polacos que visitaron el Vaticano, pidió a los pastores de la Iglesia “interrogarse y preguntarse” cómo pueden ayudar a los católicos que han roto su matrimonio. También ayer, por otro lado, el Papa sostuvo que la Iglesia debe “afrontar con decisión el desafío” que le plantean los jóvenes y “no defraudarlos”, sino “educarlos y convertirlos en discípulos misioneros”. Esta tarea “es ardua, paciente, pero urgente y necesaria”, agregó Francisco ante la Pontificia Comisión para América latina, donde afrontó temas como la ludopatía, la eutanasia y la droga que destruye a los jóvenes.ß Agencias ANSA, EFE, AFP y DPA

del editor: cómo sigue. Si lo que busca es detener la sangría de los fieles de la Iglesia, el Papa deberá tomar una decisión sobre la comunión de los divorciados.

El Papa suspendió ayer parte de su agenda porque tenía un poco de fiebre

reuters

Desde Alemania, recuerdos de Bergoglio, el estudiante sencillo, atento y alegre Quienes lo conocieron en su paso por varias ciudades alemanas relatan sus anécdotas Laura Lucchini PARA LA NACION

BERLÍN.– El Papa llamó ayer a no ignorar a los jóvenes ni a sus aspiraciones ni a su educación. También él fue un estudiante, no sólo en la Argentina, sino también en Alemania, en donde cursó clases de alemán y alquiló habitaciones en departamentos y en donde dejó muchos recuerdos. Ocurrió a mediados de los años 80, cuando Jorge Mario Bergoglio, entonces de 48 años, estuvo estudiando teología en la Universidad de Sankt Georg, en Fráncfort, y alemán en el Instituto Goethe, en dos ciudades diferentes. Tres meses pasó Bergoglio en el estado de Renania-Palatinato, mientras que otros tantos estuvo en Rothemburg, en Baviera: en ambos casos alquiló habitaciones baratas en casas de familias. Durante un tiempo, después de abandonar Alemania, incluso mantuvo contactos epistolares con quienes lo tuvieron como inquilino. Helma S., que prefiere no dar su apellido porque ya no quiere más periodistas en su puerta, vive ahora sola en su casa en Boppard. Su

marido murió el año pasado, pero tuvo tiempo de enterarse de que “su Bergoglio” había sido elegido papa durante el cónclave. Para esta pareja de alemanes, de hecho, Bergoglio fue una figura mucho más cercana que el papa alemán, Joseph Ratzinger. Esto es porque unos 30 años antes, el Pontífice vivió en su casa, compartió con ellos comidas, charló sobre religión y política, rezó en el patio de su acogedora casa y escuchó a su casero mientras tocaba el piano en el living. Uno no sospecha, al hablar con ella por teléfono, que Helma tiene 95 años. Contesta con voz brillante y pide algunos segundos antes de la entrevista: estaba planchando ropa. “[Entonces] nuestros hijos habían salido de casa y teníamos habitaciones vacías, por lo tanto, decidimos alquilar una con acceso al baño”, recuerda la señora S. La noticia de que Bergoglio había vivido en Boppard causó mucha atención en la comunidad local. La prensa empezó a atormentar a la pareja y sus hijos, quienes ya viven lejos, hasta llegaron a pedir protección para los padres ancianos, según relató a la nacion un periodista local. Por esa razón, pese a que su historia haya sido contada ya por la prensa alemana, Helma pide ahora que no se publique su nombre. “Era una persona fantástica, muy sencilla, siempre de buen humor. Se despertaba temprano por la maña-

na y a veces cenaba con nosotros”, asegura. “Ni nosotros ni él nunca pensamos que sería papa en ningún momento –agrega–. Durante muchos años nos siguió escribiendo, en Navidad y para los cumpleaños.” Helma S. guardó todas las cartas y las postales. Ellas llevan la dirección del emisario: “Jorge M. Bergoglio SJ, Colegio del Salvador 542, Buenos Aires, República Argentina”. Cuando Bergoglio fue nombrado papa, Helma le escribió para felicitarle. ¿Le contestó? “Claro. No personalmente, sino que contestó

El paso de Bergoglio por Alemania fue fugaz, pero dejó huella como les contestó a todos los fieles”, asegura. El paso de Bergoglio por Alemania fue fugaz, pero dejó una gran huella en quienes lo conocieron, y a la inversa. Cuando hace algunos meses un párroco de una delegación alemana, el padre Jürgen Vordran, le enseño un artículo de un diario local, el Main Post, Bergoglio reconoció enseguida a la mujer en la fotografía. “Aber das ist Frau Pester!” (“Ésta es

la señora Pester!”), exclamó, en alemán, según recuerda Vordran. El párroco describió a Bergoglio como una persona que “impresiona por su modestia y su espontaneidad”. En 1986, Bergoglio alquiló, durante algunos meses, una habitación de nueve metros cuadrados en la casa de la familia Pester. Frieda Pester –quien ahora tiene 94 años y vive en una residencia para ancianos– se convirtió en una entrevistada muy requerida por la prensa local después del nombramiento del Papa. Para la familia, recibir estudiantes de países lejanos era una costumbre que tenían desde hacía años, por la presencia del Instituto Goethe en Rothemburg. “Su habitación era limpia y ordenada”, recuerda Pester a sus entrevistadores. Cuando su marido, Erwin Pester, enseñó a Bergoglio su habitación, se disculpó por el tamaño escueto. Bergoglio contestó entonces: “El espacio está en las cosas pequeñas”. Con los Pester también se escribió durante un tiempo. Los hijos de la familia encontraron en una estantería una Biblia en la que los padres habían guardado una postal de quien más tarde sería el Papa. En alemán, Bergoglio escribió: “Me acuerdo de los días que pasé con vosotros. Les deseo una feliz Pascua. Rezaré por ustedes; ustedes recen por mí”.ß